Danmachi: Sword Oratoria (NL)

Volumen 2

Capítulo 3: Loki, la Detective Gekai

Parte 5

La ciudad de Rivira estaba zumbando de inquietud después de que Bors dio la orden de sellar las salidas.

Muchas personas vieron muchos grupos de poderosos enanos empujando rocas en las puertas norte y sur.

La ciudad de cristales prístinos blancos y azules había sido transformada en una prisión.

—No tardó mucho.

—Es por que amenace a cualquiera que no aparezca en nuestra lista negra y que salga de todas nuestras tiendas. Cualquiera que tenga miedo de perder el privilegio de usar nuestras instalaciones seguirá las órdenes, aunque no les guste.

—Eso, y están con miedo de estar solos, apuesto.

—Sí; Dijo Bors, asintiendo con la cabeza ante la evaluación de Finn. Los dos miraron a la multitud. Cada rostro mostraba diferentes niveles de inquietud y miedo mientras la masa de la gente cambiaba nerviosamente de lado a lado.

Ellos sabían lo que estaba pasando. Bors ya les había informado del asesinato de Hashana. Fue una reacción comprensible al descubrir que un poderoso aventurero sin escrúpulos de quitar una vida podría estar escondido entre ellos.

Todos se habían reunido en la plaza de cristal. Este lugar no sólo era el centro de la ciudad, sino también tenía una vista increíble de la zona de los alrededores. Dos gigantescos cristales, uno blanco y otro azul, parecían gemelos en medio del campo. La armadura plateada de sangre de Hashana y algunas de sus otras pertenencias habían sido colocadas al pie de los cristales.

Cientos de aventureros se pararon frente a las numerosas tiendas de campaña y tiendas improvisadas que rodeaban la plaza.

—Esto sería muy fácil si encontramos a un aventurero de primera clase aparte de ustedes, mezclados con el resto…

—Probablemente quería una escena desde el principio. O ella está disfrazada o tiene un nivel no declarado… Estoy seguro de que ha tomado medidas para evitar que salga.

—Así que no estamos tratando con una idiota.

Finn y Bors permanecieron en una posición elevada bajo la sombra de los cristales gemelos y continuaron mirando a través de la multitud.

Las estimaciones aproximadas del número de aventureros y dueños de tiendas en la Plaza de Cristal eran alrededor de quinientos. Teniendo en cuenta que muchos aventureros usaron a Rivira como una base para su propio calabozo rondando, no era un número particularmente bajo, pero tampoco tan alto.

—Va a tomar una eternidad comprobar a todo el mundo…

—Es cierto, pero… podemos reducirlo un poco.

Tiona estaba abrumada por el gran número de aventureros que tendrían que interrogar, pero sus ojos se abrieron con la respuesta de Aiz. — ¿Qué quieres decir?

—Fue una mujer quien mató a Hashana…

—¡Oh ya veo! ¡Sólo tenemos que hablar con las aventureras!

—Deberías haber sido capaz de averiguarlo por tu cuenta…; Tione estaba atónita por la reacción de su hermana ante lo que consideraba obvio.

—Para refinar aún más nuestra investigación, dicha mujer necesita tener un cuerpo que los hombres deseen; agregó Riveria.

—¡Esto será pan comido!; Dijo Tiona con el puño en el Lefiya miró, sin notar la sonrisa forzada que se formaba en su rostro.

—Esto sería mucho más rápido si pudiéramos ver su estado o al menos sus niveles. Pero eso violaría las reglas establecidas para proteger nuestra privacidad.

—Por no mencionar que atraeríamos el resentimiento de cada familia en Orario. Lefiya agregó al comentario de Riveria.

Ellas observaron desde una altura encima de una roca baja mientras hombres y mujeres se dividían en dos grupos. Alrededor de doscientos de los aventureros de la plaza eran mujeres, la mayoría de las cuales eran amazonas.

Casi parecía una caza de brujas de los Tiempos Antiguos, con todos los hombres rodeando a las sospechosas.

Una de las amazonas alzo su pecho y declaró que no era culpable de nada. Una joven mitad gato cruzó sus brazos para expresar su cólera y frustración, con su cola que se sacudía hacia adelante y hacia atrás.

Era “tarde” en el piso dieciocho del Calabozo.

Un gran reloj de arena había sido colocado en la parte delantera de la plaza—no decía el tiempo ni mostraba cuándo caería la próxima “noche”. No quedaba mucha arena en la parte superior mientras el grupo hacía sus preparativos.

El “cielo” brillaba con un azul brillante mientras comenzaban a centrarse en encontrar a alguien con el tipo de cuerpo del criminal.

—Creo que sería más fácil iniciar la investigación examinando físicamente a las sospechosas y su equipaje.

—Hee-hee-hee, bueno, si insiste…

Bors se rió como un viejo sucio por la sugerencia de Finn y se volteo para mirar a la multitud de mujeres.

— ¿Lo han oído, señoritas? ¡¡Tenemos que comprobar cada centímetro de sus cuerpos— así que quítense la ropa!!

—¡¡DEMONIOS SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!

La demanda de Bors envió a todos los hombres a un frenesí.

—”¡Cómo no!” “¡Quémense en el infierno!” Las mujeres no tendrían nada que hacer con eso. Observando a los hombres agitando sus manos en el aire y llenos de entusiasmo, todas las aventureras expresaron su negativa en términos inequívocos.

—Basta con las suposiciones necias. Nosotras realizaremos la investigación, no ellos.

—”Está bien, entonces”. “De acuerdo.” “¿Dónde está su solidaridad masculina?” “E-Entiendo”

Ignorando los gemidos de decepción que provenía de los aventureros, Riveria se adelantó para iniciar el proceso. Ella llamó a Aiz y las demás para que la siguieran.

Las quejas de los hombres llenaron la Plaza de Cristal mientras los miembros del grupo de batalla de Aiz se alineaban hombro con hombro y esperaban a que las aventureras acudieran a ellas.

—Ahora por favor, alinéense aquí… Lefiya hizo una pausa a sus instrucciones.

Mirando a su alrededor, ella notó que ninguna de las aventureras se acercaba a ella, ni a ninguna de las otras chicas. En cambio, hubo una carrera loca por alinearse frente a Finn. La cola ya serpenteaba alrededor de la plaza.

— “¡Finn, date prisa e inspeccióname!”

“¡Por favor!”

“¡Inspecciona cada centímetro mío!”

—………

Finn no sabía cómo reaccionar mientras una avalancha de mujeres amenazaba con superar su posición.

Finn Deimne, el “valiente”.

Como un aventurero de primera clase, él también tuvo el título de ser el primero o segundo hombre más popular entre las damas de Orario.

—¡¡Estas malditas zorras…!!

—¡Espera, Tione!

—¡Déjame ir! ¿No ves que esas pervertidas tienen sus ojos puestos en el general?

La visión de un pequeño ejército de mujeres aplastando a Finn enfureció a Tione.

Tiona saltó en el último momento, sosteniendo a su hermana mayor en un intento desesperado por detenerla. —Te has mirado en el espejo, ¿No?; Ella replicó.

—¡Finn está siendo presionado!

—¡Oh no, están tratando de llevarlo a sus casas!

——-¡¡URGHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!

El hobbit estaba en peligro de ser arrastrado por la turba, y los celos de los aventureros resonaban en el aire.

Tione estaba lista para reventar. Liberándose del agarre de su hermana, ella se lanzó de cabeza en el caos que había descendido en la Plaza de Cristal.

—Um, ehh…

—Ahh, ni siquiera sé lo que está sucediendo…

Sería imposible encontrar al asesino en este lío. Aiz y Lefiya miraban tranquilamente, ambas sintiendo un dolor de cabeza.

Riveria y Tiona hicieron todo lo posible para intervenir pero no pudieron controlar el pandemonio.

—¿…?

Aiz no podía soportar ver más y apartó su mirada de Finn. En ese momento, ella pasó a echar un vistazo de alguien en la parte posterior de la multitud.

Una chica de raza Chienthrope con una bolsa de tamaño mediano colgada sobre su hombro.

La mayor parte de su piel era de color trigo, la única excepción era su rostro. Era de color verde pálido, como si pudiera enfermarse en cualquier momento.

— ¿Señorita Aiz?

Lefiya notó que la chica rubia había visto algo. La elfa siguió su línea de visión y encontró a la sospechosa persona mitad perro.

Ella se destacó como un pulgar adolorido entre las mujeres frenéticas, con sus ojos corriendo entre los cristales gemelos con puro terror.

Ella dio un paso atrás, luego otra. La turba la envolvió por un momento antes de usar la conmoción como cubierta para escapar.

——Andando.

—¡S-sí!

Ellas podían duramente darse el lujo de ignorarla en este momento.

Aiz y Lefiya intercambiaron un rápido asentimiento antes lanzarse a su persecución.

***

—Que problemático…

Ella suspiró y murmuró para sí misma, decepcionada por este giro de los acontecimientos mientras veía a las mujeres luchar por un hobbit.

Matarlo podría haber sido temerario… pero él vio demasiado, y tuvo que ser silenciado después. Enyo va a estar enojada.

Ella todavía podía sentir el último aliento de Hashana y su cuello encogido bajo sus dedos.

Ella agrietó sus nudillos en su mano derecha mientras se sentía cada vez más atrapada, sin lugar a donde ir.

—Ahora, qué voy hacer… Poder moverme libremente ya está en el pasado… Y podría ya no estar en esta ciudad… Aunque mi intestino me dice lo contrario…

Ella estaba hablando en voz baja.

Viendo los acontecimientos que ocurrían en la plaza como un halcón, ella se escondió entre la multitud y comenzó a planear su siguiente movimiento.

Y tengo que preocuparme por “Aria” por encima de todo esto… Que dolor…

Cada vez más irritada por el momento, ella pensó brevemente en matar a todos en la plaza. En el momento en que ese pensamiento cruzó su mente— sus ojos atraparon rápidamente unos veloces movimientos. Una persona animal se disparó lejos de la multitud, con una rubia caballero femenino y una usuaria mágica elfica tras su cola.

Al sentir un aura de desesperación de todas las chicas, tanto perseguidoras como perseguidas, ella observó cómo las tres desaparecían de la plaza.

—…

Ker-thump/sfx: Grietas. Ella hundió el talón en el suelo y cambió de dirección. Haciendo su camino a través de la multitud lo más rápido y silenciosamente que podía mientras ignoraba las miradas sospechosas que venían de todas las direcciones, ella fue tras

las chicas.

Muy arriba, los cristales azul agua en el techo brillaban como el cielo.

Lento pero seguramente, esa chispa se apagó cuando la “noche” cayó sobre la ciudad.