Youjo Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: La Intervención, Que Fue Demasiado Tarde

Parte 3

Para empeorar las cosas, se susurraba que la Mancomunidad estaba interviniendo, mediando, o posiblemente uniéndose a la guerra como un aliado, y escucharon que la batalla para aniquilar al Imperio estaba casi a la mano. No se sentía muy bien estar tan lejos de la acción en un momento como ese.

En semejante atmósfera, no era raro ver a cierto oficial de rango medio con un ceño fruncido particularmente gruñón, parado firmemente con un cigarrillo tan apretado entre los dientes que parecía que lo iba a romper en pedazos.

El oficial, el Teniente Coronel Vianto, emitía un aura de furia que no podía ocultar, proyectando la imagen de bulldog de pelea en cada parte de su cuerpo. No se le permitía una forma de liberar esa energía, por alguna razón incomprensible, y lo hacía hervir de ira.

Protestó ferozmente la asignación de los pocos magos que escaparon por poco de Arene a las colonias para la “reorganización”, pero fue bloqueado por la burocracia, lo que lo enfurecía sólo de pensarlo, y los superiores, que evadían asumir responsabilidad indirecta. por la tragedia en Arene.

¡Juro que estos imbéciles no tienen ni idea!

 Vianto estaba tan enojado que la amargura del cigarrillo que se había aplastado en su boca ni siquiera se había registrado. Agarrado por una emoción violenta, empujó su puño contra la pared. Su puño estaba cargado con una fórmula que había lanzado inconscientemente, dejando distintas grietas en la pared, pero aún estaba furioso.

Eso era lo mucho que le molestaba su situación actual.

… La operación en Arene para dañar la retaguardia del Imperio había amenazado la logística del Ejército Imperial. Eso era verdad. Entonces podía entender por qué el alto mando hablaba sobre la retirada del Ejército Imperial como resultado de eso.

Pero… 

Se suponía que perseguirían al enemigo una vez que se retiraran. Si hubieran perseguido a las fuerzas del Imperio, seguramente habrían logrado algo, tal vez incluso algo tan fantasioso como una rendición Imperial.

Pero en cambio, el enemigo se escapó, y las tropas Republicanas se trasladaron para tomar las tierras que quedaban como mendigos que aceptaban la piedad, lo que los mandamases proclamaron como una victoria. Además de eso, cuando Vianto se dio cuenta de la importancia de la transferencia de sus magos, sintió la necesidad de golpear a los superiores una docena de veces.

¡Esos hijos de puta! Gritó en su cabeza. Estaban silenciando a cualquiera que hubiera estado involucrado en el levantamiento en Arene o haciendo todo lo posible para transferirlos lejos de las líneas del frente… todo para ocultar el hecho de que su predicción había sido demasiado optimista. ¡Patético!

El servicio en la retaguardia o un puesto de mando en alguna colonia probablemente también esté en mi futuro cercano, pensó con un suspiro agotado.

Había escrito una montaña de peticiones en protesta. ¿Esto es lo que obtengo por cumplir mi misión? ¡Es absurdo! No puedo seguir así.

Lamentablemente, las únicas personas con las que podía quejarse eran los generales en el cuartel general de primera línea al que pertenecía. En otras palabras, simplemente lo dejarían desahogarse hasta que se quedara sin fuerzas.

Coman mierda

 Era tan estúpido que no podía soportarlo.

“¡Carajo!”

Arrojó su cigarrillo al suelo, luego usó su bota para aplastar la colilla con la ira de alguien que vengaba a su madre, antes de solicitar permiso para volar desde el control del espacio aéreo.

No podía simplemente quedarse allí humeando.

Si de alguna manera no me quedo en la línea del frente hasta que derrotemos al Imperio y derribemos a esos imbéciles del cielo, no podré despedirme de mis hombres muertos y de las personas que no pudimos proteger.

Apenas podía soportar la presión hirviendo dentro de él mientras los dos lados se miraban el uno al otro.

Lo peor de todo, debido a las diversas dificultades que agregaba fricción a cualquier avance, no tenían una idea clara de la situación de las unidades que avanzaban, lo cual era inquietante. Sabía por experiencia que las líneas de comunicación de un ejército en avance enfrentaban un interminable desfile de obstáculos.

Una vez que te alejabas de los ferrocarriles, la comunicación se hacía más difícil. Luego, las líneas telefónicas que los ingenieros de campo finalmente lograban desplegar terminarían cortadas de todas las formas posibles, ya fuese a propósito o no, de ser explotadas por proyectiles enemigos a ser atropelladas por caballería o camiones amigos.

El enemigo, siendo el enemigo, emitía señales de interferencia a plena potencia, por lo que los aliados también aumentarían su producción, pero eso sólo creaba todo tipo de confusión. Por ejemplo, se hacía más difícil captar las señales de otras unidades.

Entonces Vianto pensó que iría a ver por sí mismo lo que estaba pasando.

Afortunadamente, tal vez, su excusa de que él era un operador especial para manejar los movimientos enemigos funcionó… necesitaban la información y el permiso de vuelo era sorprendentemente fácil de obtener.

Como de todos modos se iba, y no tenían contacto regular con las líneas del frente, se le pidió que realizara tareas de reconocimiento y mensajería de oficiales no oficial. Además de eso, seguramente por buena voluntad genuina, pero, aun así… fue cargado con un baúl lleno de todo tipo de alcohol y tabaco reunido por todos, desde los oficiales de personal hasta los suboficiales con un: “Por favor, den esto a los oficiales que sufren en primera línea.”

A este ritmo, pensaba Vianto, cargado de una montaña de notas, no soy diferente de una paloma mensajera o un perro de cigarrillos, pero sabía el significado de las cosas en las que se le había confiado.

Había emoción detrás de las solicitudes, y el conocimiento de que estos artículos eran necesarios en las líneas más avanzadas.

Esta manera de pasar su tiempo era muchísimo más significativa que gastarla en los burócratas y sus estúpidas regulaciones.

Más que nada, Vianto sabía personalmente lo reconfortante que sería para los oficiales que luchaban en el frente recibir noticias y artículos de lujo de la retaguardia. Por lo tanto, aunque sabía que volar con una carga pesada significaba un nuevo nivel de agotamiento en su futuro, no rechazó una sola solicitud.

“Este es Vianto. Señal de llamada Whisky Dog. Solicitando permiso al Puesto de Mando para despegar.”

Cuando se le concedió el permiso para volar, le pidieron su señal de llamada, por lo que, como las veces anteriores, se refirió en broma a sí mismo como un perro de reparto que planeaba transportar cigarrillos y whisky a las líneas del frente.

“Whisky Dog, este es PM. Todos los controladores del espacio aéreo del Rhine han sido notificados. Varias estaciones de señalización han respondido, y todas afirman que esperan que llegue lo antes posible. También hemos recibido bienvenidas entusiastas de cada unidad en las Tierras Bajas…”

“¡Jajaja! Entonces mejor no preocuparlos por llegar tarde. ¡De acuerdo, me voy!”

Aunque su intercambio con PM incluía risas, cada palabra le decía lo difícil que era para los soldados allí afuera. Vianto sabía por experiencia lo fácil que se podía arruinar la logística de un ejército en avance. Una razón más por la que sólo tenía que pasar su entrega. Con una sonrisa irónica, se dijo a sí mismo que no podía llegar tarde.

“¡Control, roger! ¡Ten un buen viaje!”

“¡Whiskey Dog, roger! ¡Sé que me pidió que llegara a tiempo!”

“Entendido. ¡Estoy apostando por usted, Coronel! ¡Si pierdo, me debe una bebida!” “Está bien, puedes contar conmigo.”

Con esa solemne seguridad, Vianto despegó. Aunque ascendió un poco más cautelosamente de lo habitual, con tantas botellas de alcohol, el proceso era el mismo que había repetido varias veces. Centrándose en el punto que quería manipular a través del orbe de cómputo, desplegó una fórmula que sólo interferiría tanto como fuera necesario. Después de eso, cedió a la sensación flotante y dejó que la propulsión lo llevara hacia arriba.

Por eso, cuando se las arregló para volar con seguridad en el aire, no tenía nada de especial. Fue un despegue normal.

Hasta el siguiente momento.

Sin previo aviso, fue alcanzado por un destello y el rugido atronador de una explosión. Enviado a girar como una hoja arrojada sobre rápidos claros, perdió todo sentido de dirección y ni siquiera podía decir si estaba erguido o no.

Entre las enormes ondas de choque y la explosión que resonaba en su estómago, era todo lo que el cerebro desorientado de Vianto podía hacer para mantenerlo en el aire.

Pero la sorpresa sólo duró un momento.

Unos segundos más tarde, cuando sus sentidos se habían calmado lo suficiente como para funcionar, se alegró de encontrarlos diciéndole que no había nada malo en su cuerpo.

Aliviado, suspiró.

Fue entonces cuando su cerebro finalmente se preguntó qué demonios había sido esa explosión.

Él empezó. Una vez que sus facultades cognitivas se recuperaron lo suficiente como para mirar a su alrededor, la vista del humo negro y espeso en la dirección de las líneas del frente y por encima de él congeló su cerebro.

Había estado en el proceso de despegar, pero aún estaba en el aire.

Aun así, ¿aquí había humo que divisar? ¿Múltiples columnas? ¿Colgando sobre las líneas del frente?

Ruido, conmoción y humo.

 La primera posibilidad que se le ocurrió fue que el depósito de municiones había sufrido un golpe y explotó. Tendría que ser una gran cantidad de pólvora a la vez o algo similar…

“… ¿Más de uno?”

Pero cuando expresó ese hecho, se vio obligado a admitir que su suposición estaba decididamente descartada.

Había múltiples fuentes de humo negro.

Y por lo que podía ver, estaban en intervalos regulares.

Una vez que entendió la importancia del hecho de que eran explosiones hechas por el hombre, se dio cuenta de lo que había sucedido.

¿Explosiones hechas por el hombre?

 En el frente del Rhine, las explosiones hechas por el hombre sólo podían significar una acción de combate. Entonces, ¿los depósitos de munición quedaron en medio de ello?

Pero luego se dio cuenta de que su comprensión era defectuosa. Incluso si todos los depósitos de municiones en el frente explotaron a la vez, no hay forma de que produzcan columnas de humo tan bien espaciadas.

Cuando se dio cuenta de eso, le llegó a él, no a través de la lógica sino a través de su experiencia, que la situación era mucho peor de lo que imaginaba.

Este era un ataque Imperial. Entonces eso significa… Rápidamente trató de ver cómo era la escena debajo del humo. Lo que vio a través de la fórmula de observación que inició lo hizo jadear.

Se suponía que había trincheras en este lado de la tierra de nadie. Posiciones defensivas de tres trincheras de profundidad con instalaciones de artillería y múltiples fortines para proporcionar posiciones de disparo protegidas. Deberían haber estado allí.

Pero lo que veía fue un gran páramo solitario cubierto de escombros y una nube de tierra. Todas sus posiciones defensivas habían sido borradas del mapa.

Literalmente todas habían desaparecido.

“PM a Whiskey Dog, ¿qué está pasando? ¿Qué fue esa explosión?”

“… Destruido.”

Vianto habló casi sin darse cuenta.

“¿Huh? ¿Coronel? Lo siento, por favor, repítalo de nuevo.”

Todo ha sido destruido.

 Gritó, con la voz temblorosa: “¡Está hecho pedazos! ¡Todo el frente fue volado! ¡Las líneas han sido destruidas!”

“¿Destruidas? Coronel, tendrá que disculparme, pero eso no es…”

El operador de PM aún no había comprendido la situación. Molesto por la actitud relajada del operador de radio, Vianto se centró a través de su fórmula de observación en un grupo en movimiento, y en el siguiente momento, prácticamente estaba forzando sus cuerdas vocales gritando una advertencia a todas las unidades.

“¡Ngh! ¡Enemigo avistado! ¡Un grupo compuesto de unidades blindadas e infantería mecanizada! La escala es… Están en todas partes…”

“¡¿Qué?!”

Por un momento, PM se quedó sin palabras.

“¡A-Advierta a las líneas del frente!” Añadió el operador de radio como si finalmente lo hubiera recordado.

En ese momento, las instrucciones normales, la necesidad de advertir las líneas, hicieron que Vianto se sintiera extrañamente fuera de lugar.

¿Por qué me siento raro?

Se preguntó a sí mismo.

Ohh. Una sonrisa irónica se extendió por su cara exhausta.

Ya no necesito enviar una advertencia. No queda nadie para advertir.

 “Whisky Dog a PM. Cuestiono la necesidad de eso.”

“¿Señor?” El tono de voz decía: ¿De qué estás hablando?

Ahh, todavía no lo entiende, pensó Vianto mientras decía: “No, ahora mismo, estoy en la línea más alejada. Las líneas del frente han sido aniquiladas.”

“… ¿Coronel?”

“Yo lo vi. Las trincheras de primera línea, nuestras líneas de frente, fueron voladas por completo. Todas. ¡Ahora son un gran cráter!”

Esta era la línea más avanzada. Las líneas defensivas de nuestro ejército se estaban abriendo en este mismo momento, a una escala sin precedentes. Y Vianto había experimentado Arene. No había escapatoria del frío que corría por su columna vertebral.

“¡Voy de vuelta! ¡Llame al cuartel general! ¡De prisa! ¡No hay tiempo que perder!”

Una vez que la máquina militar imperial estaba en funcionamiento, no era tarea fácil detenerla. Lo aprendió en Arene.

Esos tipos no se pierden nada. Son perfeccionistas psicóticos limítrofes. Su devoción a su máquina de guerra debe trascender incluso la legendaria raison d’état.

“¡Urgente para el cuartel general del Grupo del Ejército del Rhine! Si no envía hasta la última unidad móvil y de reserva estratégica aquí, ¡no podremos cerrar este agujero! ¡De prisa!”

Transmitió la crisis en pánico por la conexión inalámbrica mientras aterrizaba. Cuando se apresuró hacia el área de comando, la angustia estaba escrita en toda la cara del oficial que lo esperaba.

“Teniente General Michalis, Décima División. Coronel, ¡vaya al cuartel general del grupo del ejército inmediatamente! ¡Tienes que advertir a los demás!”

“Perdón, señor, pero ¡¿por qué?!” ¿Por qué tomarse la molestia de enviar un mensajero?

Pero el comandante de división interrumpió.

“¡Coronel, hemos perdido todos los métodos de comunicación, por cableaba o cualquier otra! ¡Nada se conecta!”

¿Sin comunicaciones…? Eso significa…

 “… ¡¿Qué?!”

¡Eso significa que nadie recibió mi advertencia!

 Mientras procesaba las noticias aturdido, apenas tenía más remedio que desesperarse… Incluso con la trinchera de reserva borrada, ¿tenía el comando de primera línea una sola división con la que trabajar? Lo que sea que tuvieran, tendrían que usarlo para defender un frente que todo un ejército había estado protegiendo.

Necesitan refuerzos tan pronto como sea posible.

“Coronel, el enemigo se dirige hacia aquí, ¿verdad?”

¿Qué demonios? Pensó Vianto mientras asentía abatido y continuaba con su informe.

El Cuartel General no sabe lo que está pasando. Entonces no han enviado refuerzos. Probablemente ni siquiera se hayan dado cuenta de que el enemigo está a punto de abrirse paso.

“La explicación es simple. Para darnos de baja, esos bastardos imperiales no sólo están generando interferencia, sino que incluso llegaron a cortar nuestros cables en la retaguardia. Eso es estar al límite de la paranoia, pero vaya que fue terriblemente efectivo.”

“Ngh. Entendido. ¡Volaré al cuartel general del grupo del ejército inmediatamente!”

Estaban detestablemente familiarizados con lo minucioso que era el Imperio y, sin embargo, allí estaban. Pero no había tiempo para revolcarse en la frustración. Alguien tenía que hacer sonar la alarma. Y el más rápido en esta situación sería un mensajero oficial mágico.

“Son garabatos, pero te escribí una nota. Cuento contigo… ¡por favor alerta al cuartel general! A este ritmo, el frente… Incluso Horatius5 no podría defender el puente por sí mismo. Refuerzos… ¡necesitamos refuerzos ahora mismo!”

En el momento en que Vianto entendió todo, arrojó la mochila llena de botellas y notas que todavía llevaba. Sintiéndose mucho más liviano, tomó el sobre del comandante, lo envolvió en una tela y lo guardó en el bolsillo de su pecho. Luego estrechó la mano del comandante e hizo un voto.

“Voy a entregar este mensaje.”

No había nada más que necesitara decir.

Cuando se apresuró a salir del comando de primera línea y desplegó una fórmula de vuelo, su pecho estaba lleno de violenta emoción. No podía soportar dejar a otros soldados así, esencialmente huyendo, pero su sentido del deber le decía: ¡Alerte a los demás de esta crisis!

Los miembros de la 10ª División… estaban preparados para morir. Al igual que Horatius, protegerían a la patria como guardianes. Por eso, no importa lo que haga falta, tengo que llamar a los refuerzos mientras ganan tiempo. Si llegara demasiado tarde, el servicio de esos héroes sería en vano. Tengo que volar.

Por lo tanto, aunque todavía estaba desconcertado, Vianto gritó advertencias y órdenes de interceptar mientras se abría camino a través del revoltijo de soldados, y tan pronto como se levantó, voló desesperado hacia el cuartel general trasero con toda la velocidad que tenía.

Pero antes de poder alcanzar suficiente altitud, tuvo que tomar maniobras evasivas erráticas.

Las fórmulas ópticas de francotiradores que caían sobre él no podían provenir de más de una compañía de magos. Pero la magnitud del ataque no era nada comparado con la realidad de que los magos imperiales habían penetrado tan lejos en su territorio… se le escapó una maldición.

¿O debería haberse sorprendido de su habilidad? Son tan buenos en la guerra que me enferma.

(Nota: De la leyenda romana, “Horatius en el puente”. La historia dice que Horatius y sus amigos bloquearon al enemigo tratando de entrar en la ciudad mientras otros derribaban el puente.)

“¡Ngh! ¡Mierda, bastardos de mierda!” Escupió mientras desplegaba una serie de fórmulas de engaño óptico para no rechazar al enemigo sino para ayudarlo a escapar.

Al mismo tiempo, necesitaba evitar ser perseguido, por lo que, aunque su conciencia amenazaba con desvanecerse, quiso quedarse atado a este mundo y azotó sus pulmones agonizantes, ascendiendo a 2.600 metros.

Inmediatamente después de eso, los enemigos que parecían seguirlo dispararon varias fórmulas tipo explosión, indisciplinadas, tal vez como una distracción, y luego se dieron la vuelta y lo abandonaron.

Ahora había cierta distancia entre ellos, pero seguramente eliminar a todos en las instalaciones del cuartel general era una prioridad más alta para el comando enemigo que acabar con Vianto. El racionalismo inhumano de su sentido de propósito asquerosamente claro le provocó un escalofrío.

Lo que significaba era que… el amistoso cuartel general que acababa de enviarlo sería atacado.

El alivio de escapar de la persecución chocó con la vergüenza de sacrificar a sus compañeros soldados para escapar… sus circunstancias actuales eran irritantes; no había nada que el pudiera hacer.

“Lo siento… ¡Mierda! ¿Por qué… por qué sucedió esto?”

Sus puños apretados temblaron de ira cuando sofocó su furia a una altitud pobre en oxígeno. Realmente, esta era la situación que su clase debía evitar, y esa comprensión dio lugar a la indignación hacia la unidad maga enemiga que atacaba libremente su puesto de comando de primera línea. Entonces, ¿por qué estoy dejando a las tropas terrestres como señuelos y huyendo?

Era tan patético y humillante.

Una vorágine de emociones indescriptibles estaba brotando dentro de él, pero incluso reprimió eso y se concentró completamente en volar con todas sus fuerzas hacia la retaguardia… porque era su misión, para evitar el colapso del frente, incluso si tenía que hacerlo. sacrificaría todo para completarlo.

“… Cuartel General, entrando. ¿Cuartel General? Ahh, mierda, no se conecta. ¿Qué se supone están haciendo los controladores de defensa aérea cuando los necesito?”

Por eso, impulsado por la impaciencia, continuó furiosamente llamando al cuartel general del Grupo del Ejército del Rhine a pesar de que no respondían. Por supuesto, él sabía cuál era la situación. Se dio cuenta de que debía haber sido un caos total.

Pero Vianto no podía evitar sentir algo de desprecio. ¿Cómo podrían haber dejado que los magos imperiales penetraran tan lejos en nuestro territorio sin siquiera advertirnos? ¿Los controladores de defensa aérea están tomando una siesta o qué?

La única emoción que podía convocar era el asco. Especialmente porque una vez que se retrasaba la intercepción inicial, el contacto enemigo se desorganizaría.

“… Llamando al Cuartel General del Grupo del Ejército del Rhine. Cuartel General del Grupo del Ejército del Rhine, ¡adelante! Repito, Cuartel General del Grupo del Ejército del Rhine. ¡Cuartel General del Grupo del Ejército del Rhine, por favor responda!”

¿Las señales simplemente no los alcanzan porque todavía estoy lejos? Irritado ante la idea, continuó llamando a través de su orbe de cómputo, pero la falta de respuesta se estaba volviendo frustrante.

¿Por qué tiene que pasar esto ahora? Todo lo que podía hacer era volar, ardiendo de impaciencia.

“¡Ay, maldita sea! ¿El operador de radio se durmió? ¡Es un mal momento!”

Entonces continuó desatando su ira al cuartel general mientras volaba cerca del límite de velocidad de combate. Entonces lo vio.

“… ¿Qué es esto?”

Tierra con cráteres. Las instalaciones del cuartel general echando humo, en llamas.

Era el grupo de instalaciones que se conocía como el Cuartel General del Grupo del Ejército del Rhine.

Los soldados que corrían de un lado a otro en el suelo realizando rescates y combatiendo incendios estaban vestidos con uniformes Republicanos.

Así que aquí era donde estaba el Cuartel General del Grupo del Ejército del Rhine. Este era el lugar.

Este lugar despidiendo humo negro, sumido en un crisol de confusión insalvable, ¿este lugar era…?

“¿Este es el cuartel general? De todos los…”