Youjo Senki (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: La Intervención, Que Fue Demasiado Tarde

Parte 4

26 DE MAYO, 1925 DEL AÑO UNIFICADO, EN EL MAR: ESTACIÓN DE CONDUCCIÓN SUBMARINA IMPERIAL

El interior de un submarino era, aunque por necesidad, terriblemente estrecho. Por esa razón, la mayoría de los pasajeros inexpertos terminaban refunfuñando sobre cómo seguían golpeando esta o aquella parte de su cuerpo contra algo.

Eso era lo que normalmente pasaba. “Disculpe, Capitán Treizel, ¿llamó?”

La que pasó ágilmente por la escotilla sin siquiera agacharse fue la comandante del batallón de magos aéreos, la Mayor Tanya von Degurechaff.

Ella era la única de la que la tripulación no se burlaría por chocar los pasajes en la confusión, al menos no por un tiempo.

¿Por qué? Porque ella, en cierto modo, tenía un cuerpo excepcional. Incluso los marineros de la estatura más baja tendrían que agacharse para moverse dentro del submarino, pero su altura claramente no presentaba ningún problema.

… E incluso si alguien quisiera hacer todo lo posible para comentarlo, cualquiera con un poco de sentido común lo pensaría dos veces al ver las muchas condecoraciones de servicio que llevaba como prueba de sus brillantes logros.

“¿Cómo va el viaje, Mayor?”

“Ha sido bastante tranquilo, señor, gracias. Y la comida es tan deliciosa que no puedo contener las lágrimas de gratitud.”

Mientras intercambiaban saludos, la Mayor von Degurechaff saludó al estilo naval con un codo doblado con precisión.

De repente el capitán se preguntó si debería estar impresionado o repugnado, pero respondió con un saludo de regreso al estilo del ejército.

Era su nave, pero aún podía mostrar respeto a los pasajeros.

De hecho, él quería mostrarle respeto… después de todo, la pequeña dama que estaba recibiendo el saludo era una veterana, casualmente luciendo condecoraciones de servicio para cada tipo de medalla otorgada a quienes servían en el campo, entre las cuales estaba la Insignia de Asalto Alas de Plata.

“¿Pensaba que los magos eran tratados como miembros del ejército mágico y que recibían dietas altas en calorías?”

“No pretendo ser terca, Capitán Treizel, pero lo más que nos dan son bloques de suplementos nutricionales. Incluso cosas como la fruta enlatada y la salchicha blanca son raras…”

Y ella manejaba los halagos entre los comandantes de unidades de combate en diferentes campos con aplomo. Incluso sólo los oficiales al mando que tenían una relación cordial podrían hacer que fuese más fácil evitar las disputas en una comunidad pequeña, por lo que el intercambio se veía obligado por la necesidad.

Aun así, estaba feliz de escuchar a Degurechaff quejarse de lo buena que era la comida en el submarino.

Tener un chef que pudiera hacer uso de la pequeña cocina a bordo y los utensilios limitados, pero que también hiciera todo lo posible para ser creativo, era algo de lo que un equipo de submarinistas estaba orgulloso, incluso más que otras unidades navales.

“Es un beneficio que sólo consigues en un submarino, donde es muy difícil encontrar algo más para disfrutar.”

“Aun así, ¿no es terriblemente elaborado?”

“¿Puede notarlo? Ah, tal vez su lengua joven sea más sensible a la de los demás. Muy bien, le contaré… ¡En realidad robamos un excelente cocinero del Comando de Flota! Aun así, más que nada, me alegra que el sabor sea de su agrado. Realmente no hay mucho más que esperar. Puede que estemos abarrotados aquí, pero espero que disfrute de las comidas.”

Largas patrullas, rutina interminable. Sí, para una tripulación de submarinistas, el deber de patrullaje significaba que cada día no sería diferente del anterior. Hasta que se descubriera una nave enemiga, sólo podían soportar seriamente las horas ociosas.

Y el resultado de eso, el capitán se quejó en su cabeza, es que cuando se descubrió que los torpedos que nos emitieron recientemente tenían defectos, los capitanes de submarinos se enojaron con el Departamento de Tecnología en lugar de las naves enemigas.

Por lo tanto, durante algún tiempo, Treizel y los otros capitanes de submarinos habían recibido un trato particularmente bueno cuando se trataba de comida en un intento de aplacarlos. El cocinero excepcional era un ejemplo de ello.

“Cuando el estado es tan comprensivo, generalmente significa que está sucediendo algo más.”

“No estoy seguro de que se justifique la sospecha. ¡Vamos, Mayor!”

Los dos sonrieron. Los comandantes sabían que, si el alto mando mostraba cierta consideración, significaba que tenían sus razones.

“Oh, por favor extienda mi agradecimiento al submarino que sacó esa finta para nosotros de la costa de Norden.”

“¿Hmm? ¿Estaba en esas aguas?”

“Sí, el submarino proporcionó una espléndida distracción. Me conmovió la minuciosa consideración del Departamento de Tecnología al emitir ‘torpedos explosivos de distracción’.”

“¡Jajaja! Estuvimos tan agradecidos con los desarrolladores que los invitamos a una fiesta a bordo en agradecimiento por su trabajo.”

“Qué hermosa amistad. Tengo envidia.” Aunque Degurechaff bromeaba más de lo habitual, su tono contenía cierta resignación.

El capitán respondió con la sonrisa de alguien con un secreto y agregó otra cosa. “Sí, es como usted lo dice. Madre mía, madre mía, casi lo olvido.”

“¿Señor?”

“Hace un momento recibimos un mensaje… La operación Ganzúa está en marcha.” “Disculpe mientras miro.”

La atmósfera agradable de su conversación hasta ese momento había desaparecido. Degurechaff tomó el telegrama y pasó los ojos atentamente sobre él, asintió una vez, lo releyó y luego sonrió con satisfacción.

“Maravilloso. Ahora la puerta giratoria funcionará.”

Debía haber sido subconscientemente, pero con los ojos iluminados como los de un depredador arrinconando a su presa, parecía loca.

Ahh, entonces por eso. Es por eso que a esta joven se le dio un apodo; Weißsilber.

 “Corta la retaguardia y rodéalos para una aniquilación perfecta. Esta será la batalla de cerco móvil ideal… una que terminará en la destrucción. Qué noticia verdaderamente maravillosa. Con esto, se decide el destino del frente del Rhine.” Ella exhaló. “Esto es simplemente genial.”

Era el suspiro de una bestia que tenía su presa justo donde la quería. Pero si ella no tuviese esa mentalidad, no habría forma de que le hubieran dado un batallón de magos aéreos de élite a una edad tan joven.

“Sí, estoy un poco celoso. El Estado Mayor nos dijo que siguiéramos patrullando, pero les ordenaron a ustedes que fueran inmediatamente para participar en la batalla decisiva en las Tierras Bajas.”

“¿Huh?”

“Actualmente nos dirigimos hacia el este, bastante lejos de la línea de patrulla. Saldremos a la superficie antes del amanecer completamente preparados para que despeguen.”

Elegidos específicamente por el Estado Mayor para regresar, enviados en una operación especial antes de la Operación Ganzúa… parecía que su unidad y ella eran “excepcionales” en todo tipo de formas.

“Gracias, Capitán. Permítame desearle suerte eterna en la batalla.” “Todos hemos tenido el honor de ayudarlos. También le deseo suerte.”

Por lo tanto, como soldado imperial, Treizel estaba orgulloso de que su nave hubiera podido echar una mano a esa unidad. Todos hicieron el trabajo que debían hacer.

Como tal, Degurechaff era una compañera soldado de la que podía estar orgulloso, por lo que extendió su mano con la mayor seriedad para desearle bien.

Incluso si su mano era tan pequeña como la de su hija, este era un apretón de manos con una compañera soldado.

Al dejar al Capitán Treizel, Tanya le estaba contando las buenas noticias a sus subordinados, que estaban agrupados en el espacio que la tripulación logró encontrar para ellos al lado de los tubos de torpedos delanteros.

“¡Atención, compañía! ¡Nuestro comandante de batallón tiene instrucciones para nosotros!”

“Gracias, Teniente. Muy bien, caballeros. Pueden escucharme como están. Estaremos aprovechando un aventón en este submarino, por lo que deberíamos estar más preocupados acerca de causarle molestias a la tripulación… De todas formas, ¡acabo de escuchar de parte del Capitán Treizel, la Operación Ganzúa está en marcha!”

Sus subordinados estaban escuchando esto por primera vez, y por el tono de su voz, se daban cuenta de que era algo bastante importante, por lo que se preparaban para entender lo que podría significar.

Sus ojos preguntaban: ¿Qué es la Operación Ganzúa?

 “Es una de las principales ofensivas planeadas para el frente del Rhine. Y, caballeros, todo va bien. Según el informe, el grupo líder atravesó la trinchera enemiga. Las principales fuerzas del Ejército Republicano están completamente aisladas en las Tierras Bajas.”

La emoción se notó en el ambiente.

Para los veteranos del Rhine, una operación importante, junto con los cambios esperados en el estado de la guerra, significaría la victoria con la que habían estado soñando.

Tantos soldados imperiales se hundieron en el lodo para llevarlos por el camino de la victoria, y el romper las líneas de trincheras y atar al enemigo era lo que los llevaría allí.

“Tropas, es un cerco completo. Las principales fuerzas enemigas son como una rata en una trampa.”

El “cerco completo” sonaba para todos como su anhelado deseo de victoria. Después de todo, un ejército aislado y rodeado ya no podía llamarse ejército.

Incapaces de ocultar su emoción, sus hombres susurraban entre ellos. Estaban tan alegres que normalmente Tanya estaría confundida… ¿Eran realmente las élites selectas del 203° Batallón de Magos Aéreos?

Pero hoy, ella reiteraría generosamente su comportamiento.

La victoria. Es una fruta tan fascinante.

“Esta nave participará en una misión para bloquear la costa. Nosotros, por otro lado, saldremos mañana antes del amanecer. Participaremos en la batalla de aniquilación en las Tierras Bajas y luego regresaremos a la base. La excursión dura hasta que lleguemos a casa.

¡Mis hermanos de armas, no los perdonaré si corren al Valhalla sin disfrutar el banquete de la victoria!”

Era por eso que, aunque les estaba dando una advertencia, su tono era enérgico. Para saborear el dulce néctar de la victoria, era importante apretar las correas del casco incluso después de una victoria.

“Muy bien, caballeros, antes de ir a la guerra, llenemos nuestros estómagos. El Capitán Treizel y la tripulación nos han proporcionado amablemente las pocas provisiones que pueden. Beban lo que quiera hasta las 12 horas previas al límite de la regulación previa al vuelo. ¡Eso es todo!”

Luego, hizo tintinear los vasos con vítores precipitados con sus hombres más cercanos. Celebraba la victoria imperial con comida enlatada y café instantáneo, y una vez que las tropas atrajeron a algunos marineros fuera de servicio y comenzaron a beber, ella se levantó. “Probablemente sea difícil para ustedes soltarse conmigo cerca.” Le dijo al Teniente Weiss, luego se retiró.

De esta manera, Tanya escapó de la fiesta de bebidas como un considerado superior oficial y se retiraba a las únicas habitaciones del capitán a bordo, que el Capitán Treizel fue extraordinariamente amable para cederle. Ahora ella podía pensar en su tiempo libre.

El tema era la próxima situación de guerra y cómo decía comportarse.

La fase inicial de la Operación Ganzúa fue un éxito total. Como resultado, las balanzas se inclinaban fuertemente en la dirección del Imperio. En estas circunstancias, era casi seguro que la República abandonaría la lucha. Lo que, es más, siempre y cuando no nos hagan un Dunkirk, deberíamos poder terminar la guerra.

(Nota: Dejas que tu enemigo se escape, y encima de eso, regresan, montan una operación de contraataque, y eventualmente te derrotan. Un ejemplo de libro de texto de ese escenario.)

En otras palabras, la victoria de facto estaba justo frente a nosotros. Supremacía en la batalla… sí, victoria. Entonces, Tanya entendía que el fin de la guerra, la paz y la promoción, ese maravilloso futuro, dependía del resultado de estas operaciones.

Esa verdad le daba una esperanza renovada. Después de todo, los humanos eran capaces de trabajar muy duro cuando se les presentaba un propósito. Propósito correcto, método correcto, compensación justa. En realidad, era un ciclo laboral bastante encantador; estoy inspirado.

Y no había casi ninguna preocupación de que les hicieran un Dunkirk.

Después de todo, los submarinos, entre otras unidades, estarían bloqueando la costa. Y quizás lo más importante, el Ejército Imperial demolió por completo el punto de acceso al mar de las Tierras Bajas cuando se retiraron. Además de eso, las minas submarinas originalmente desplegadas para proteger las instalaciones portuarias eran gruesas.

Escaparse por el mar por esa vía era imposible. Entonces el Ejército Republicano era literalmente una rata en una trampa.

Ahh, ¡espléndido!

Esa satisfacción desarraiga su persistente corazonada de que estaban en una derrota dolorosa y la lanza por la ventana. Es más que suficiente para compensar su ansiedad y agotamiento acumulado. Y con las cuerdas de la tensión aflojadas, Tanya, que también tiene una cama acogedora por primera vez en mucho tiempo, se duerme fácilmente y puede descansar bien.

De esta manera, mientras sus subordinados frenéticos luchaban por meter sus largos cuerpos en las estrechas camas de la tripulación en la sala de tubos de torpedos, Tanya disfrutaba de su siesta pacífica.

Luego, después de saborear hasta el último momento de su sueño increíblemente cómodo, estiró la espalda en anticipación de una gran mañana, pregunta por el paradero del oficial de servicio en el puente de mando y asiente con satisfacción.

“Ahh, Mayor, ¿está despierta?”

“Oh, buenos días, Teniente Weiss. ¿Hubo algún idiota tratando de hacerle bromas a la Teniente Serebryakov mientras dormía?”

“Descanse tranquila, señora. El bote no se ha hundido, así que creo que quizás no.”

“¡Ja-ja-ja!”

Al conversar con el Teniente Weiss y el oficial de servicio, que aparentemente habían estado discutiendo el clima, Tanya incluso por un momento podía experimentar la alegría de una mañana tranquila a bordo del submarino.

“Está en un campo de batalla perpetuo como usted, Mayor. Si algún imbécil la hubiera atacado mientras dormía, estoy seguro de que el casco se habría roto.”

“Acordemos no estar de acuerdo. No podemos comenzar la mañana con un debate sin sentido. ¿Cuál es nuestra situación?”

La capacidad de tener conversaciones triviales no podía subestimarse. Especialmente en circunstancias extremas, los soldados que no podían sonreír serán inútiles en poco tiempo. En ese punto, Tanya estaba impresionada por la sensación de que la vida continuaba incluso en el vientre de este submarino, prueba de la grandeza de la humanidad, pero recordó sus importantes deberes y obligaciones y cortó la conversación frívola.

“Desperté a todos. Por ahora deben estar sobrios. Estoy seguro de que están en mejor forma que durante nuestro entrenamiento de resistencia.”

“Muy bien. Si alguien se derrumba debido a una resaca, tendremos que tirarlo al mar para congelar su cabeza.”