Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 16

Capítulo 04: ¡Princesa en Pánico Total!

Parte 5

–El objetivo está pasando por un sendero, y se mueve hacia el área noroccidental. El camino esta concurrido y es difícil observar desde arriba. Cambio de formación. Por si acaso, informen a Hedin-sama.

–¡Si!

A la señal de un pequeño hombre, los miembros de la <Familia Freya> se movieron rápidamente.

Delante de su mirada que parecía estar mirando a su enemigo jurado, estaba el chico de cabello blanco y la chica de cabello gris.

El nombre de hombre a cargo de uno de los escuadrones de escolta de Syr, era Van.

Su edad superaba los 30 y aunque sin duda podía verse su dignidad como Aventurero, con su bonito y andrógeno rostro y su baja estatura creaba una sutil sensación de existencia. Era un hombre a medias.

Siendo objeto de burla por los Dioses con nombres como “Shota Vasu” o “Loli Justicia”, era el hijo de un Hobbit y un humano, en otras palabras, un semihobbit.

Su altura era de 150 cm. Una altura de la que un Hobbit estaría envidioso, pero para otros hombres adultos de otras razas, Van era bajo hasta el grado de ser despreciado. Sufrió mucho en su comunidad, muchas veces siendo objeto de burla. Escucho que antes de la Era de los Dioses la “discriminación” de los mestizos era remarcable, pero, aunque ya no lo era tanto, seguía siendo igual de difícil vivir.

Fue Freya quien barrio con la sensación de inferioridad y el odio de Van. La existencia de la <Familia Freya>. En consecuencia, juro su lealtad a la Diosa y la comunidad que lo reconoció.

Y, por lo tanto, debido a eso sentía animosidad hacia Bell Cranel quien rapto a “Syr” quien podría llamarse como la “más grande bomba” de la facción.

¡Se atreve a entrelazar sus dedos amablemente en la mano de esa persona…!

Los Aventureros de Clase Baja inferiores al Lv. 2 de la <Familia Freya> no sabían de la misión de esta vez. O más correctamente, sobre la existencia de Syr.

Incluso dentro de los Aventureros de Segunda Clase, solo aquellos cuya fuerza había sido reconocida lo sabían.

Los líderes de la facción, comenzando con el Capitán y entonces Freya, odiaban las filtraciones de información.

Eso era prueba de que la existencia llamada Syr, era sin ninguna duda, un bloque de “secretos” de la <Familia Freya>.

Ese maldito conejo que no tiene problemas para seducir a cualquiera… Si la lleva a algún lugar sospechoso, le daré un castigo divino sin falta. ¡Ni siquiera esperare la orden de Hedin-sama y los demás!

En la <Familia Freya> no había nadie que no odiara a Bell Cranel.

Aunque tenían que reconocerlo cuando se les mostraba su anormal velocidad de crecimiento, aun así, la lógica y sus sentimientos eran cosas diferentes.

Así es. Después de todo, a pesar de que ellos mismos habían continuado esforzándose queriendo su favor desde mucho antes, repentinamente había robado el interés de su Diosa desde un lado pasando a una velocidad demencial. A menos que fuera un santo, no, incluso si lo fuera, no debería poder ser indiferente a los celos y la envidia en el fondo de su corazón.

Podrían decir que el sentido de valores de su Capitán era el extraño.

En consecuencia, podrían decir que era inevitable que dentro de ellos hirvieran las intenciones de matar.

Y entonces, Bell Cranel tambien había “crecido” lo suficiente como para sentir el crecimiento de esa intención asesina y guiarlos hacia un callejón concurrido calculando su ubicación aproximada.

–¿…? ¿Entro solo a esa tienda?

Bajando por las escaleras que conducían hacia el subsuelo, Bell pareció ingresar a cierta tienda. Si realmente fuera una tienda sospechosa sería un caso instantáneo de “Asesinemos al bastardo”, pero Syr se quedó frente a la tienda. Sin duda, su comportamiento era extraño y, además, no podían comprender qué tipo de tienda era el lugar al que Bell había entrado. Era imposible comprobar el cartel en frente de Syr.

En el mejor de los casos, si quisieran acusarlo de algo, seria en el nivel de un regaño por dejar a Syr en un lugar ruinoso e inaceptable como ese, pero incluso si un rufián apareciera en frente de ella, Van y los demás al instante se desharían de él, así que no había problema.

O, mejor dicho, tal vez él esperaba un movimiento como ese de la escolta.

Así de “sospechosas” eran las actuales acciones de Bell.

Van había acumulado mucha experiencia como Aventurero, y tenía la capacidad para ver a través de las sutilezas del objetivo.

¿Se dio cuenta de la existencia de la escolta…? ¿No me digan que está intentando dispersarnos?

No era más que una especulación, pero debería tenerse en consideración.

En esta misión siempre debería asumir lo peor.

Van murmuro en su corazón.

Pero incluso si tratáramos de averiguar, Syr-sama esta parada en ese lugar como “vigía” … ¿Pedimos órdenes a Hedin-sama o a Allen-sama? Hegni-sama y Alfrig-sama están alerta en una dirección diferente junto con los demás…

Van y los demás estaban dispersos en una esquina oscura de la calle, y alrededor de la ventana del segundo y tercer piso de un edificio.

Hedin y lo demás deberían estar viendo todo desde un lugar más alto.

Los Aventureros de Primera Clase tenían una capacidad visual monstruosa, pero en un callejón profundo y en un lugar como este donde había muchas obstrucciones, seguramente no podían comprobar los detalles. Por eso le envió un mensaje por adelantado.

Justo cuando sus pensamientos vagaban, Bell regreso.

No hay ningún cambio particular en su aspecto. Sin embargo, está llevando una “carga” que no tenía antes…

Bell sostenía una llamativa maleta hecha de cuero como si realmente llevara “cosas preparadas para la cita”. Syr, con quien intercambio unas pocas palabras, también solo dijo frívolamente “¿¡Qué clase de sorpresa me esperan ahora en nuestra cita!?”.

Era sospechoso. Demasiado sospechoso.

No había nada extraño, pero por eso era sospechoso, Van elevo aún más su nivel de alerta.

Finalmente, ambos se tomaron de la mano y reanudaron su movimiento.

Se dirigían a la Calle Principal del Norte a la que llamaban la “Calle de los Aventureros”.

Ordenándole a uno de sus subordinados que confirmara la tienda a la que había entrado <Pies de Conejo>, el resto de los miembros los persiguieron.

Cuando Bell y Syr llegaron a la “Calle de los Aventureros” justo como anticipo, entraron a una tienda de Ítems de 2 pisos.

En el mundo de los Aventureros, era una tienda famosa llamada <Retail>.

Siempre que fueran productos de una <Familia> de tipo comercial, incluso si eran básicos, se podían encontrar allí, era la llamada tienda minorista, además de Pociones e Ítems para Aventureros, también manejaban una amplia gama de productos. Tambien vendían accesorios y cosas misceláneas, incluso escucho que el raro vino de la <Familia Soma> estaba a la venta. Incluso si una pareja entraba a comprar productos con estilo por un precio un poco alto, bueno, no sería extraño.

Van le dio una señal a 6 de sus subordinados con su mano, 5 personas incluyéndolo tomarían formación rodeando la tienda en el exterior y los otros 2, fingiendo ser clientes, buscarían por el interior de la tienda.

Entonces, 5 minutos después de que entraran sus subordinados disfrazados de personas normales—

No hubo movimiento.

–¿…?

No era posible que hubiera un accidente.

Sin embargo, esa sensacion de dolor sordo dentro de su cabeza solo podía llamarse “intuición”.

En el instante en que Van comenzó a sospechar, sus subordinados que habían entrado en la tienda salieron corriendo con una expresión de pánico.

–¡¡Syr-sama y <Pies de Conejo> no están!!

–¿¡Qué!?

–¡Aunque los buscamos por cada rincón de la tienda no los encontramos! ¡No se están ocultando en ningún lugar…!

Van fue atravesado por un shock ante la información del par.

Syr y Bell no estaban en el interior. Sin embargo, no habían visto salir a ninguna sombra sospechosa hacia el exterior. Naturalmente, la entrada frontal y la entrada trasera, incluso cada una de las ventanas, estaban siendo vigiladas. Tambien era imposible que Bell y Syr salieran por separado poniéndose una peluca. Después de todo, Van había estado vigilando con la mayor alerta ante la posibilidad de que se cambiaran de ropa.

Dándose la vuelta abruptamente, miro a su subordinado Beastman.

Él, quien estaba sobre el edificio, sacudió su cabeza de un lado a otro nerviosamente como si dijera que ni siquiera podía rastrear su olor.

Imposible, ¿¡Como lo hicieron!? ¿¡Podría ser que había un pasaje oculto en la tienda!?

Van se quedó parado allí estupefacto, y en ese momento—

Los miembros que habían estado en el callejón llegaron corriendo con un gran ímpetu.

–¡Informe! La tienda a la que <Pies de Conejo> entro antes es <El Escondite Secreto de la Bruja>— ¡¡Es la tienda de un Mago!!

Ante su voz agitada, Van abrió ampliamente sus ojos casi al punto de que se salieran de sus cuencas y grito.

–¿¡Ítems Mágicos!?