Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 16

Capítulo 04: ¡Princesa en Pánico Total!

Parte 4

–¡P-Por favor espera, Syr-san!

Una vez más deje escapar una voz miserable.

Salimos de la Calle Principal como para ocultarnos, y llegamos a uno de los muchos callejones.

Escuchando mi objeción mientras aún estaba siendo jalado, Syr-san finalmente me soltó el brazo.

–¿Qué pasa, Bell-san?

–¡“Que pasa” dices! ¿¡Por qué hiciste eso!? ¡Y lo peor de todo es que sucedió frente a Aizu-san…!

–Pero, ¿No es verdad? Tu y yo realmente estamos en una cita.

–¡Es así, pero—!

¡De alguna manera siento que tu forma de decirlo creara muchos malentendidos…!

Justo cuando no podía aguantar más mis protestas y estaba murmurando, Syr-san arqueo sus cejas pareciendo triste.

–Entonces, después de todo, en lugar de mí, ¿Quieres estar junto a la <Princesa de la Espada>-sama?

¿“Después de todo” …?

Sin poder comprender al instante el significado de esas palabras, estaba terriblemente desconcertado.

No tenía la técnica para poder responder a esa pregunta—no, no podía responder, asi que escogí mis palabras nerviosamente intentando disimular.

–D-De cualquier manera, el Maestro no me enseño que debería hacer en el momento que me encuentre con Aizu-san…

Al escuchar lo que dije, Syr-san reacciono sobresaltada.

–¿Maestro…? ¿Enseñarte…?

Ah…

M-Maldición. ¡Prometí que no dejaría que Syr-san descubriera que me encontré con el Maestro…!

Cuando cubrí mi boca que se deslizo, Syr-san me miró fijamente, y luego sonrió.

–Dime, Bell-san. ¿La ropa que vistes hoy realmente la preparaste por ti mismo?

–¿E-Eh?

–Por lo que yo sé, hay una persona que parece encajar exactamente con ese gusto por la ropa.

*Doki*

–Diría que es Hedin-san.

*Dokidoki*

–¿Podría ser que esa persona te estuvo enseñando los fundamentos de una cita—?

Esa lanza de palabras que apuntaba directamente al blanco me atravesó.

Cuando estaba sudando interminablemente sin poder negarlo o poner excusas—

–…Haa.

Syr-san suspiro.

–Asi que ese es el caso. Había pensado que algo era extraño. Pensé que tu yo actual de alguna manera era diferente del tú que conozco. Fue el trabajo de Hedin-san después de todo.

–E-Err, ¡Te equivocas! ¡Bueno no te equivocas, pero Hedin-san intentaba hacerte feliz, Syr-san…! ¡¡Mejor dicho, también aprendí varias cosas con ese fin…!!

Comencé a explicar mientras estiraba mis manos.

Sin poder arreglarlo ya, seguí hablando con mi tono de siempre. Syr-san me miro con sus ojos entrecerrados, y luego me dio la espalda como si estuviera enojada.

Mientras me disculpaba con mi Maestro en mi corazón, desesperadamente intentaba transmitirle mis verdaderos sentimientos.

–¡También siento lo mismo! ¡Quiero devolverte algo ya que siempre me has estado ayudando! ¡Por eso quiero que seas feliz y sonrías! ¡En la cita de hoy!

Tal vez porque mis sentimientos finalmente la alcanzaron, Syr-san se giró hacia mí y entonces sonrió repentinamente.

Por su amable mirada, parecía que realmente no estaba enojada.

–Entonces, si cumples una petición mía, te perdonare.

–¿P-Petición…? ¿Cuál?

En esta situación en la que no sería extraño incluso si era ejecutado instantáneamente si el Maestro me descubría, le pregunte tímidamente a Syr-san.

Me miro, y después de que nuestras miradas se cruzaron—redujo a cero la distancia entre nosotros.

–¿¡Hiii!?

Me abrazo.

Incluso si habíamos salido de la Calle Principal, estábamos justo en el medio de la multitud emocionada por el festival.

Tal vez porque Syr-san estaba vistiendo lo que Fina había dicho antes, sus pechos, que eran más grandes y suaves de lo que pensé, se presionaron contra mí haciendo que me sonrojara hasta la punta de las orejas.

Pareciendo disfrutar de esa reacción frenética, Sir-san estiro su espalda y acerco sus labios.

Cuando yo me tense, a una distancia que hacía difícil saber si me tocaba la mejilla o no, susurro.

–Por favor secuéstrame.

–¿S-Secuestrarte?

Como si fuera atrapado por el susurro de Syr-san, naturalmente baje mi voz.

–En el verdadero significado de las palabras, no puedo estar sola. Incluso ahora, todos en la <Familia Freya> están vigilándome.

–Eso… bueno, ya lo había notado de alguna manera, sin embargo…

Lo había sentido más o menos desde cuando comenzó la cita.

También el número de miradas que miraban hacia este lugar no eran pocas. Solo las que podía detectar serian unas 50 probablemente.

Monitoreando, no quizás “escoltando”, estaban vigilando a Syr-san a una distancia ni muy cerca ni muy lejos.

Además… siento que no solo eran de la <Familia Freya> estaban mirando hacia aquí. El número de miradas flagrantes había aumentado a mitad de camino…

Por cierto, en el instante en que Syr-san me abrazo, las intenciones asesinas dirigidas a mí se hincharon violentamente.

O, mejor dicho, incluso ahora seguía así. El sudor frio alrededor de mi cuello no se detenía.

¿Quién eres realmente, Syr-san…?

–P-Pero, si intentara secuestrarte, yo solo no podría librarme de ellos. ¡Absolutamente! ¡¡El oponente es la <Familia Freya>!!

–Por eso es una “petición”. Si soy raptada como en la historia de un Caballero y la princesa, eso me haría tan feliz como para ascender hasta el cielo, incluso podría perdonarte por ocultarme esto ¿Sabes~?

Un gemido escapo desde lo profundo de mi garganta.

Como una bruja ofreciendo un trato y un Caballero en apuros, susurrándose al oído uno al otro.

Mi cuerpo aún estaba siendo abrazado. Miradas de curiosidad llovían en nosotros desde los alrededores. La confusión fue solo por el primer instante, ahora se escuchaban voces de burla mezcladas con bromas desde todas las direcciones. ¡Además, las intenciones de matar que aumentaban a cada momento eran aterradoras…!

–Quiero ser libre en el verdadero significado, quiero disfrutar de varias cosas tanto como me guste. Por ahora, tener una cita contigo, Bell-san.

En ese momento, lo sentí solo un poco.

Solo por un pequeño momento, sentí que su tono de voz cambio.

Su rostro que estaba justo a mi lado estaba demasiado cerca y por el contario no podía verlo bien.

Sin embargo, solo por sus palabras, sentí que esa era la “verdad” que Syr-san estaba ocultando dentro de su pecho.

Su ansiosa petición no era tan exagerada.

Sin embargo, era una especie de capricho de una chica, estar expectante de algo como una historia romance que pudiera cumplirse algún día.

Para mí, eso es lo que parecia.

–¿No se puede?

Su transparente suplica me hizo costillas en el oído.

… Si asumimos que incluso esto era un truco suyo fingiendo ser pura, entonces no era rival en absoluto para Syr-san—No, los hombres absolutamente no podrían derrotar a las mujeres.

En ese estado de resignación, y con un sentimiento irresponsable que decía “Esta bien, aunque me engañe” deje caer mi cabeza dentro de mi corazón por la frustración. Bajando la cabeza con tristeza, probablemente sonreí un poco.

Colocando mis manos en sus hombros, la aleje de mi pecho y nos miramos mutuamente.

–… Entiendo.

Syr-san sonrió pareciendo realmente feliz.