Gakusen Toshi Asterisk (NL)

Volumen 1

Capítulo 4: Reminiscencia y Reunión

Parte 5

“Sasamiya, ¿Estás segura de que no necesitas que te muestre todo?”

Preguntó Julis, cuando se detuvieron para un descanso en la zona central.

“… ¿Qué puedo decir? Soy mala con las direcciones.”

“¿Y sin embargo te ofreciste para mostrarle los alrededores a otros?”

“Hehe”.

“Eso no fue un cumplido.”

“Está bien, ¿no? Realmente he aprendido mucho, gracias”, dijo Ayato, lánguidamente sonriente como siempre.

“S-Si ese es el caso, entonces está bien.”

“Por cierto, ¿Les gustaría algo de beber? Yo invito.”

“Té rojo, si lo haría.”

“… Jugo de manzana, pero no del tipo que está hecho a base de concentrado.”

“Lo tengo.”

Ayato caminó rodeando la gran fuente, se dirigió hacia el edificio de la escuela secundaria.

Las máquinas expendedoras en el edificio de la escuela secundaria estaban en realidad un poco más cerca de su ubicación actual, algo que Julis había solo compartido con él.

Julis consideró que por un breve momento antes de reírse.

“… Riessfeld, déjame preguntarte una vez más,”

Saya preguntó de repente.

“¿Qué pasa?”

“¿Por qué le estás mostrando los alrededores a Ayato?”

“Seguro que no te das por vencida, ¿Verdad? Olvídalo, voy a responder. Tengo una deuda con él. Es por eso.”

“¿Una deuda?”

La pregunta de Saya detuvo a Julis sin vida en sus pistas, pero, no obstante, respondió abiertamente.

“… Porque en medio de nuestro duelo, él me ayudó.”

“¿Un duelo? ¿Entre tú y Ayato?”

“Es correcto. ¿No lo habías oído?”

Las batallas que implican al Top Doce eran siempre un tema de debate, y el duelo de ayer no era una excepción.

Parecía que esta compañera de clase suya no estaba interesada en la clasificación.

“Eso es lo máximo que voy a decir. Cualquier cosa más allá de eso es privado.”

“… ¿Y el resultado?”

“Alguien intervino durante la mitad de nuestra lucha. Nunca resolvimos el asunto.”

“… Eso es raro.”

“¿Que?”

“Luchaste con Ayato. No hay manera de que salieras ilesa.”

Julis encontró esta afirmación absolutamente impactante y difícil de pasar.

Consideró por un momento que podría ser una broma, pero cualquier posibilidad de ello fue disipada por la seria mirada en los ojos de Saya.

“Esa es una estimación grosera de mi capacidad, ¿No te parece?”

“… Eres fuerte. Lo sé muy bien”, respondió Saya.

El tono de Saya implicaba que tal cosa era un simple hecho, que llenó a Julis con una extraña emoción inquietante.

“Es sólo que, a lo sumo, sólo estás alrededor de mi nivel. Eso no es en absoluto suficiente para ser rival de Ayato.”

“… Ho. Alguien está hablando bastante.”

El ambiente se puso tenso.

Por lo que sabía Julis, el nombre de Saya no se encontrarse en las Named Charts. Por otra parte, Saya era claramente consciente de la formidable reputación de su compañera de clase.

Aunque no era como si ella intencionalmente mantuviera su distancia de los demás, pero Saya no había participado en los partidos de clasificación en absoluto.

Era obvio que los partidos de clasificación no lo son todo, al final todas las cosas; Julis misma había dicho lo mismo a Ayato antes. Había quienes odiaban destacar, y deliberadamente mantenían un perfil bajo hasta la Festa.

Dicho esto, no había manera de que Julis sólo dejara que ese comentario así.

“¿Por qué no pruebas esa confianza tuya?”

“…”

Saya se levantó, y en silencio creó cierta distancia entre ella y Julis.

Tomando las acciones de Saya como aceptación, Julis se levantó y sacó su insignia de la escuela.

“Yo, Julis Alexia van Riessfeld reto a Sasamiya Saya a un duelo.”

Sus palabras terminaron, Julis reflexivamente saltó a un lado.

Casi al mismo momento, el banco dio un gruñido, ya que fue atravesado por varias flechas en sucesión.

“¡..!”

El ataque había venido de la dirección de la plaza de la fuente, y por lo tanto no pudo haber venido de Saya.

“¿¡La fuente!?”

Después de haber entrado en el agua en algún punto desconocido, un asesino vestido de negro apareció, con la parte baja de su cuerpo aún sumergida bajo el agua, y un Lux de tipo arco en la mano.

“Uf, otra emboscada, ¿Verdad?”

Con toda probabilidad, el autor era el mismo que el del incidente anterior.

Riéndose burlonamente, Julis concentró su Prana, y convocó sus llamas.

“¡Florece Orgullosamente, Flor de Fuego Blanca de la Lanza afilada, Longiflorum!”

Apareciendo de la nada, la lanza de fuego fue liberada de inmediato al entrar en contacto con el suelo.

Este contraataque perfectamente oportuno no logró perforar o prender en llamas a su objetivo previsto, y en cambio fue bloqueado por una sombra negra que recién aparecía.

“Hay uno más que la última vez… y más que eso, es alguien realmente capaz de rechazar mis llamas.”

La sombra que había interferido repentinamente en su batalla estaba vestida similarmente de negro, y estaba usando un hacha grande, que requería de un agarre con las dos manos, como un escudo.

Aunque su forma de vestir era totalmente carente de gusto, denotaba claramente su papel como socios. El atacante que seguía medio sumergido tenía un poco de sobrepeso, mientras que su compañero era bastante grande de estatura, de casi dos metros de altura.

Ella no recordaba bien ese físico o ese equipo, pero este no era el momento para estar preocupada por algo así. Aunque ninguno de sus oponentes emitía mucha presencia, no eran probables oponentes que pudiera tomar a la ligera. Cualquier pregunta que tenía podía esperar hasta que los hubiera derrotado, y pudiera sacarles las respuestas.

Julis una vez más comenzó a reunir Prana, al mismo tiempo…

* ¡Boom! *

Acompañado por un profundo estruendo que sacudió la tierra, el gran asaltante fue lanzado al aire.

Voló varias decenas de metros antes de finalmente impactar en el suelo con un golpe estruendoso.

Con el choque inicial aparte, parecía que el impacto lo había dejado incapaz de moverse.

“… ¿Qué?”

Cuando pasó la tormenta, Julis miró en la dirección de la que el ataque había venido. Ahí estaba Saya con una pistola más grande que su propio cuerpo.

Por la forma en que las cosas se veían, Julis tuvo un mal rato decidiendo si Saya sostenía esa arma de fuego gigantesca, o si eso la sostenía a ella.

“… ¿Qué es eso?”

“Forma trigésima octava, Lux estilo lanzagranadas, Helnekrom”

“Cuando dices lanzagranadas… ¿Quieres decir que esa cosa dispara granadas?”

Saya asintió levemente, antes de apuntar distraídamente a la fuente.

“… Explosión.”

El arma de fuego comenzó a brillar.

Prana se congregó en un instante, centrándose en la punta del cañón de la pistola. La luz de su mana dite comenzó a crecer.

En otras palabras-

“… ¡Meteor Arts!”

El asesino más gordo saltó fuera del agua e intentó escapar, pero ya era demasiado tarde.

* BOOM *

Con la asistencia de un sonido casi cómico, la luz estalló, dividiendo la tierra al chocar.

Sus oídos fueron asaltados por el rugido en pleno auge de la explosión, que voló la fuente en polvo.

El agua derramada de la única parte izquierda en pie, se extendía en todas las direcciones.

El alcance de la explosión estaba en un nivel completamente diferente de la Explosión de Flor de Fuego de Seis Pétalos propio de Julis. Sus capacidades destructivas eran mucho más cercanas al del armamento militar.

“Eres mucho más extrema de lo que pareces.”

“… Como si tuvieras espacio para hablar.”

Julis se quedó muda en su respuesta.

“No voy a darte las gracias. Puedo cuidarme por mí misma.”

A pesar de que se enfrentara a una confrontación de dos contra uno, Julis no tenía ninguna duda de su inevitable victoria.

“No me des las gracias. Sólo hice eso porque se puso en el camino.”

Saya continuó en esa monotonía de ella, levantando la cabeza para llamar la atención a Julis.

“… ¿Quieres continuar?”

Julis estaba confundida por un momento hasta que se dio cuenta de que Saya se estaba refiriendo a su duelo. Por ahora, sin embargo, ese impulso se había ido.

“No, eso no es necesario. Tu fuerza es real. Pido disculpas por mi falta de respeto antes.”

“… Eso es bueno.”

Saya lanzó su arma.

Esta era sólo la opinión de Julis, pero la chica delante de ella era, sin duda, un poco extraña.

“Muy bien, agarraremos a estos dos y entreguémoslos a la comisión disciplinaria.”

Casi como si hubieran leído su pensamiento, los dos asaltantes eligieron ese momento para desaparecer en el bosque.

No había ningún indicio de aquel hombre alto y grande de antes.

“Bueno, definitivamente parecen estar lo suficientemente sanos.”

“… Estoy sorprendida.”

Parecía que los dos habían logrado evadir el ataque de gran alcance de ese momento. Normalmente hablando, uno no sería capaz de moverse una pulgada después de algo así…

“Lo que sea. Si tuviéramos que seguir ciegamente tras ellos, lo más probable es que nos harían caer en una trampa. Por otro lado, Sasamiya, acabas de hacer explotar la propiedad escolar en pedazos. Asegúrate de seguir todos los procedimientos de limpieza, ¿De acuerdo?”

“… ¿Por qué yo?”

“Porque tú fuiste quien hizo estallar la fuente, por supuesto.”

“… Es demasiado molesto. Dejo las cosas en tus capaces manos.”

“¿Qué quieres decir con que me lo dejas a mí? ¿Con quién crees que estás bromeando aquí?”

“¡He~y!”

En medio de su irresponsable juego con un asunto delicado, Ayato regresó del edificio de la escuela secundaria.

“Acabo de escuchar un enorme estallido… esp… ¿¡Q-Qué diablos pasó aquí!?”

Ayato gritó sorprendido ante la escena desolada frente a él.

“Algunas cosas pasaron, ¿Verdad, Sasamiya?”

“¿…?”

Demasiado había sucedido para que valga la pena explicar en detalle.

“Todavía estoy un poco confundido, pero… ¡Uwah-!”

Ayato, que había estado echando un vistazo cautelosamente alrededor hasta ahora, de repente se ruborizó hasta sus orejas, lanzando su mirada a un lado a toda prisa.

Sus acciones dejaron perpleja a Julis por un momento antes de que ella de pronto comprendiera.

La fuente destruida estaba rociando agua en toda esta zona, lo que naturalmente incluía a Saya y a ella misma. Sus ropas estaban empapadas a fondo.

Ya que llevaban puesta la más delgada y ligeras de telas que iba con el uniforme de verano, la tela se adhirió fuertemente a sus cuerpos.

Sus curvas se mostraron claramente a través.

Revisando, las rayas de su ropa interior eran claramente visibles.

“Qu, ¡Espe-! ¡N-No mires! Si miras, ¡Te mataré!”

“¡Y-Yo no he visto nada!”

“… Toda nuestra ropa es transparente. Qué escandalosa.”

“¡S-Sayamiya! ¡Cúbrete! Espera, ¿Tu ropa interior…?”

Julis miró a Saya, cuya ropa estaba similarmente pegada a su cuerpo. Lo que vio, sin embargo, la dejó aturdida.

Incluso si sus ropas estaban todas empapadas, había una gran diferencia.

“… Es bastante lamentable, pero no es necesario para mí todavía.”

Ante tono despreocupado de Saya, Julis agarró su cabeza en señal de frustración.

“¡Date prisa y encuentra algo con que cubrirla! ¡AHORA!”

“¡E-Entendido!”

Dada la destrucción de la fuente y el apetito insaciable de chismes de los estudiantes de su escuela, estaban seguros que aparecerían en cualquier momento.

Observando a Ayato correr en la distancia, Julis suspiró.