Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 16

Capítulo 02: Víspera del Festival de Lágrimas y Gritos

Parte 4

La blanca luz de la luna iluminaba la Superficie.

En la ciudad que arrastraba el regusto de la “Elegía”, hoy también había un ambiente solemne, pero tambien se acumulaban tranquilamente la expectativa y el entusiasmo.

En la víspera al “Festival de la Diosa” que comenzaba mañana.

–…

Con las mangas de su uniforme enrolladas, Ryuu estaba lavando en silencio los platos en la <Señora de la Abundancia>.

Mirando hacia abajo el lavaplatos, lavaba rápidamente con manos expertas.

Muchos, muchos, muchos… interminablemente.

–¿¡Hasta cuando estarás lavando, idiota!?

–¿¡Uguh!?

Un puño como una roca cayo en la parte superior de su cabeza.

Cuando Ryuu se dio la vuelta gimiendo, parada allí estaba la gigantesca dueña que no se parecía a un Enano.

–¿Ma-Mama Mia…?

–El bar ya está por cerrar. ¿Cuántas veces piensas enjuagar los platos que terminaste de lavar hasta quedar satisfecha?

–¿Eh…?

Cuando se lo señalo, Ryuu se quedó sin palabras.

Dentro del bar las lámparas ya se habían apagado y solo ella estaba en la cocina solo. Los platos que estaban acumulados como una montaña hace un largo tiempo habían desaparecido y Ryuu estuvo realizando un bucle enjuagando los platos que termino de lavar de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Mirando sus propias manos, nuevamente se quedó atónita.

–¿En que estabas pensando para volverte así de idiota? Santo cielo… ¿No estarás regresando a ser la inútil que eras cuando llegaste al bar?

–¿¡Guh…!?

Mia suspiro ostentosamente. Ryuu, cuyo vergonzoso comportamiento fue expuesto, no tenía forma de replicar.

Su blanco rostro se tiño de rojo, creando una expresión de vergüenza que no mostraría nunca frente a Bell y los demás.

Hoy, no, desde hace 5 días para ser precisos, Ryuu había estado distraída. Esos síntomas empeoraban a medida que se acercaba el “Festival de la Diosa”.

En cuanto a la razón, la misma Ryuu era quien mejor lo sabía.

–Contigo en ese estado, estoy realmente preocupada por el “Festival de la Diosa” de mañana. Demonios, esa chica idiota de todas las cosas comenzó a decir que iría a jugar…

Ante el suspiro de Mia que se mezcló con palabras abusivas, Ryuu se sorprendió.

Recordando el rostro de su compañera de cabello gris que había salido al tema, sus labios se movieron sin darse cuenta.

–… Mama Mia, ¿No vas a detenerla?

Al escuchar esa pregunta, Mia le devolvió una mirada.

–¿Quieres que la detenga?

A pesar de que solo regreso la pregunta, Ryuu sintió que le agarraban el corazón.

–¡N-No es eso! ¡Es imposible que quiera interferir con Syr! ¡No haría eso! … Pero…

Pero… ¿Qué?

No podía poner en palabras los sentimientos en lo profundo de su corazón. Era como el rastro de las alas de un hada brillando en lo profundo del bosque que desaparecía si la perseguía.

Sin embargo, no podía entender porque estaba angustiada.

Solo sabía que no quería perder el rostro sonriente de Syr, y tambien la existencia de Bell.

Yo, realmente traicione a mi preciada amiga…

Recordó lo que Syr le pregunto hace varios días.

Él… Bell, ¿Me gusta?

Y entonces, finalmente comprendió sus propios sentimientos.

La verdadera naturaleza de la emoción que había estado haciéndola sentir extraña todo este tiempo desde que regreso de los Pisos Profundos del Calabozo.

No quiso reconocerlo. Al menos, no en un momento como este.

Para la Ryuu actual, el dulce y cálido sentimiento que debería hacer doler su pecho solo se sentía como un trozo de hielo que se formó congelando el agua del mar profundo. Ahora, Ryuu no sabía qué clase de rostro debería hacer cuando se encuentre con Bell.

Ryuu abrazo firmemente sus propios brazos que temblaban.

–… Realmente sigues siendo esa Elfa cabeza dura de hace 5 años, no has cambiado nada.

Tal vez comprendiendo los pensamientos de Ryuu, Mia dijo como si estuviera sorprendida.

–¿Eh…?

–Aprende un poco de nosotros los Enanos, de esta manera.

Diciendo eso, Mia empujo una botella que saco desde la repisa al pecho de Ryuu.

A Ryuu le tomo un tiempo darse cuenta que era el vino de frutas que Mia estaba encurtiendo seriamente.

–¡M-Mama Mia! ¿Esto es?

–Bebe eso y duérmete rápido. Solo estar lamentándote y pensando con un rostro así es una pérdida de tiempo.

¿Significaba que bebiera hasta dormir?

Notando que era la manera en que Mia se preocupaba por ella, Ryuu fue atacada por un extraño sentimiento.

Ante ese amor de “madre” que había olvidado hace mucho tiempo, sus ojos color cielo temblaron y su corazón se volvió solo un poco más ligero.

–… Si pudiera detenerla, querría incluso atarla y encerrarla. Puedo imaginarme que esa chica estúpida estará siendo irrazonable.

–¿…?

–Es la continuación del tema de hace un momento.

En ese momento, Mia refunfuño como si respondiera a la anterior pregunta de Ryuu.

–Y más que nada, lo peligroso no es la persona misma, sino “el grupo a su alrededor”.

Y entonces, mostro una expresión exasperada.

–¿Eh?

–El asunto es que no sé qué harán los idiotas sobreprotectores con la chica idiota. Si son un estorbo para el bar, les daré una paliza, pero… no valdrá la pena. Esto es exasperante.

Pareciendo estar hablando para sí misma, Mia frunció el ceño y miro fuera de la ventana en dirección a Babel.

Cuando Ryuu levanto su rostro confundida, la mujer Enana se dio la vuelta.

–De cualquier manera, esa chica tonta no estará.

Su grueso dedo empujo el pecho de Ryuu.

–Si holgazaneas, lo pagaras.