Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 7

Capítulo 2: En el Interior del Castillo

Parte 2

Ahora que estaba cerca, podía decir dos cosas: la primera era que probablemente tendría más de cincuenta años, y la segunda era que se veía tan hermosa que, en su juventud, debió haber sido extremadamente popular.

“… Mi perro se escapó y yo sólo lo seguí hasta aquí para atraparlo…”

La mujer no parecía enojada, pero como estaba entrando en un lugar que me habían dicho que estaba prohibido, pensé que tenía que explicarme.

“¿De verdad? Me alegro de que pudiera alcanzarlo.” Respondió con una cálida risa. Me sentí aliviada de que no estuviera enojada conmigo, pero al verla reír con tanta indiferencia, no pude evitar decirle lo que estaba en mi mente.

“Disculpe… ¿qué hay al final de este pasillo? Parece que hay una puerta, así que creo que debe haber algún tipo de habitación…”

“¿Oh?” Respondió la mujer, parpadeando sorprendida ante mi tosca pregunta. Los sirvientes detrás de ella me lanzaron miradas frías.

Estoy bastante segura de que dije algo indebido.

 “Lo siento, sólo me preguntaba… siento haber sido tan grosera con mi pregunta.” Me disculpé apresuradamente.

“Oh-hoh-hoh, no se preocupe.” Se rio la mujer. “No tenemos nada que esconder aquí.” Luego miró a la puerta detrás de mí. “Mi hijo vive allí.” Dijo.

“¿Su hijo?”

“Sí. Es mayor de edad, pero se niega a salir de su habitación, ni a hacer nada, en realidad. Vaya mucho tan problemático, ¿no es así?”

Sonaba realmente casual a pesar de la gravedad de lo que había dicho. En primer lugar, me sorprendía saber que también había personas recluidas en este mundo.

“Pero.” Dijo, mirando con tristeza la puerta. “Las razones por las que se puso así son tan serias que no puedo obligarme a sacarlo de su habitación. Dejo que se quede allí y, a veces, como hoy, lo visito.”

“… Eso debe ser difícil para usted…”

Anteriormente, había considerado encerrarme en la mansión para evitar los catastróficos finales malos, pero ver la expresión triste de una madre preocupada por su hijo me alegró de haber decidido finalmente no hacerlo.

Aun así, un encerrado dentro del castillo… ¿quién podría ser?

¡Ah! Estoy bastante segura de que sólo la familia real y los sirvientes viven dentro del castillo. Los sirvientes tienen sus propios cuartos separados… y este lugar no se ve como uno de ellos,

¡lo que significa que el recluido es un miembro de la familia real! ¡Increíble! Y espera, si es de la realeza, entonces su madre debe ser…

“Disculpé, pero usted es…” Dije.

“Oh, aun no me he presentado. Soy Estella Stuart.” Respondió.

“¿Stuart…?” Me dije a mí misma, sorprendido, mientras ella se reía.

“En lo que respecta a mi rango, soy la reina viuda y madrastra del rey actual. Pero ahora no soy más que una anciana, que vive lejos de la vista del público y con demasiado tiempo libre en sus manos.”

He estado hablando con antigua reina sin ningún atisbo de formalidad… ¡es por eso que los sirvientes me miraban así!

Me presenté a toda prisa.

“Soy Katarina Claes, hija del Duque Claes.”

“¿Oh? ¿La Katarina de los rumores?”

Rumores. ¿Qué rumores?

 “Oh-hoh-hoh, me alegro de poder conocerte.” Dijo con una sonrisa. Parecía una mujer tranquila y amable.

“¡Katarina!”

“¡Lady Katarina!”

Escuché dos voces llamándome… Jeord y Anne. Probablemente me estaban buscando.

“Ojalá pudiera haber hablado contigo un poco más.” Dijo Lady Estella, todavía riendo. “Pero parece que hay gente buscándote. Reunámonos de nuevo.”

Me hizo un gesto para que fuera hacia Jeord y Anne. Me incliné ante ella como debería hacer una mujer noble y regresé por el pasillo.

Caminé de regreso hacia Jeord y Anne, quienes comenzaron a regañarme. “No corras con el vestido arriba”, “No hagas cosas raras por tu cuenta”, “Piensa antes de actuar”, etc. Sabía que era mi culpa por salir corriendo así, pero aun así me sentía abatida.

También descubrí que era Anne quien le había dicho a Jeord que estaba perdida dentro del castillo, y los dos comenzaron a buscarme juntos.

“Lo siento mucho. Escuché que hoy estabas muy ocupado con el trabajo y te hice perder el tiempo buscándome.” Me disculpé y él me miró confundido.

“De hecho, tuve asuntos oficiales hoy.” Dijo. “Sin embargo, fue sólo un saludo que duró unos pocos minutos. ¿Quién, exactamente, te dijo que estaba ocupado?”

“Keith me lo dijo, pero supongo que se equivocó.”

“Oh, ya veo.” Dijo, con una sonrisa que parecía esconder algo.

Regresamos a la habitación de invitados mientras charlábamos y me sirvieron té y pasteles. Esa era la segunda vez ese día, pero definitivamente no me iba a quejar. Perseguir a Pochi me había dado sed. Tan pronto como tomé mi primer sorbo de té, Jeord comenzó a hablar.

“¿Qué tan lejos entraste en el castillo?” Preguntó. Él y Anne me habían visto caminar hacia ellos desde el fondo del pasillo, y aparentemente se habían estado preguntando sobre eso. Le hablé de mi encuentro con Lady Estella.

“Oh, entonces conociste a la reina viuda.” Murmuró, mirando hacia abajo pensativo. Su sonrisa habitual no se veía por ningún lado, y en cambio tenía una expresión preocupada.

Esto debe significar que esta vez hice algo realmente malo…

 “No debería haberle hablado con tanta naturalidad… ni siquiera sabía quién era.” Dije, y Jeord me miró, su expresión todavía preocupada.

“De ningún modo. Desde que murió el rey anterior, ha evitado casi por completo la atención del público. La mayoría de las personas de nuestra edad no conocerían su apariencia y, en cualquier caso, ella no es el tipo de persona que se ofenda por no ser reconocida. No debes preocuparte por eso.”

“¡Ya veo! Entonces, ¿cuál es el problema?”

“¿Problema? ¿Qué quieres decir?” Preguntó sorprendido.

“Bueno, te ves tan angustiado…”

“Oh, eso es lo que quisiste decir.” Dijo, riendo con tristeza.

“Simplemente estaba avergonzado.”

“¿Avergonzado? ¿Por qué?”

“Porque has llegado a conocer la verdad más lamentable sobre mi familia… el hecho de que mi tío se ha atrincherado en su habitación y no la ha abandonado en años. No lo estamos ocultando activamente, ni es un secreto por completo, pero ciertamente no es algo de lo que estemos orgullosos.”