Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 12

Capítulo 3: ¿Signos De Los Perseguidores?

Parte 4

Varios minutos después, Rio reunió a todos los hombres inconscientes en un solo lugar y les quitó las armas, luego les ató los pies con una cuerda para que no pudieran escapar.

Mientras tanto, los tres hombres que permanecían conscientes habían perdido por completo la voluntad de luchar, arrodillados en el suelo junto a los demás y acurrucados para sí mismos.

“Muy bien, escuchemos lo que tienen que decir. Fuimos atacados por un cargo del que no tenemos memoria, así que esto ha sido bastante molesto para nosotros”, dijo Rio, mirándolos.

“¡Por supuesto señor! ¡Responderemos cualquier pregunta que tenga!” dijo el hombrecillo cooperativamente, buscando ganarse el favor de Rio. El dramático cambio de actitud hizo que los demás, principalmente las mujeres, lo miraran con lástima.

Rio miró al hombre con exasperación, pero tenerlo con miedo era más conveniente, por lo que comenzó a interrogarlo sobre el aviso de búsqueda en un tono plano. “¿De dónde sacaste ese aviso en primer lugar? Revisé el tablero en la ciudad, pero no vi nada de eso”.

“Por supuesto que no estaría en la ciudad, solo se emitió en Cleia hace unos días. Un aventurero que trabaja para un noble lo trajo aquí”, respondió el hombre pequeño con una sonrisa.

“De Cleia… ¿Un aventurero que trabaja para un noble? ¿Qué tipo de hombre era él?” ¿Fue Reiss? Rio tenía esa sospecha en mente cuando preguntó.

“Tenía alrededor de 30 años. Seguro, musculoso… Tenía el aura de un aventurero veterano. Bueno, todavía no sería rival para usted, señor”. Esa fue una impresión muy diferente de Reiss, cuya esbelta figura era clara incluso a través de su capa.

“… ¿Cuál era su nombre?”

“Ah, por vergonzoso que sea admitirlo, todos estaban demasiado cegados por la recompensa como para preguntar… Oh, pero uno de los criminales en el aviso, que obviamente no es usted, señor, probablemente esté relacionado con el noble que contraté al aventurero, creo”.

“¿Alguien en el aviso está relacionado con el noble?” Cuando escuchó eso, la primera persona que le vino a la mente fue Celia.

“Sí, eso es lo que dijo. El noble no quería que su pariente muriera, por lo que contrató al aventurero para que los encontrara antes de que el anuncio hiciera su ronda entre el público en general. Cuando el aventurero llegó a esta ciudad postal, nos pidió que le informáramos si pasaba alguien que coincidiera con las características del aviso. Dijo que volvería en unos días para comprobarlo. Ah, pero aún no ha aparecido, por cierto.”

“… Y aceptó esa solicitud”.

El hombre pequeño se rió torpemente. “Sí. Recibí un considerable anticipo por ello”.

“Si esa es la verdad, entonces no tiene ningún sentido que nos ataque. Tu trabajo era solo hacer un informe, ¿verdad? ¿Atacarnos no sería una completa contradicción con la solicitud del hombre?”

“B-Bueno, ya ves, nos cegó la recompensa de 500 monedas de oro. También fue y se convirtió en enemigo del grandullón noqueado allí, además de que tiene tantas mujeres bonitas a cuestas, señor… ¿verdad?”

El hombrecillo se volvió hacia sus dos cómplices y les pasó el testigo con torpeza.

“Hehe…”

Ambos hombres trataron de reírse torpemente mientras las miradas de las mujeres se volvían cada vez más frías.

“… En otras palabras, ¿nos atacaste por tu propio interés?” Rio confirmó.

“S-Sí, supongo que ese sería el caso. Estamos muy avergonzados de nosotros mismos, sí”. El hombre pequeño asintió, asintiendo con la cabeza una y otra vez.

Rio pensó por unos segundos. “Ya veo… Eso es suficiente. Haces lo que quieres. No somos las personas buscadas en el aviso, pero puede informar lo que crea”. Ya había memorizado el texto, por lo que también les devolvió el aviso deseado.

“… ¿Eh? ¿E-En serio?” Los hombres parpadearon confundidos.

“Ya dije que no quiero que mis compañeros sean testigos de la muerte de nadie. Dicho esto, no queremos involucrarnos en más problemas, así que nos iremos ahora. Vamos, todos”. Rio dejó atrás esas sencillas palabras antes de mirar a los demás y provocar su partida. Tomó la delantera y comenzó a caminar por el camino hacia el oeste, con Celia y los demás a cuestas. Miraron a los hombres mientras se iban, pero nadie dijo nada mientras caminaban.

“… ¿H-Hemos sido salvados?”

Los hombres miraron sin comprender mientras el grupo desaparecía por la carretera occidental.

***

Mientras tanto, tan pronto como Rio salió del campo y regresó a la carretera. Hizo una seña a Orphia para que se apartara de los demás y se acercara a él. “Orphia, ¿tienes un momento?”

“¿Si, que pasa?” Orphia ladeó la cabeza y preguntó.

“¿Ariel está mirando nuestro entorno en este momento?” El grupo de Christina no sabía nada de Ariel, así que preguntó en voz baja.

“Si. Ariel está volando en forma física y mirando el suelo desde arriba”. “¿Ha habido informes de personas sospechosas en esta área?”

“Nada en un radio de un kilómetro. Sara y Alma tienen cerca a Hel e Ifrita en sus formas materiales, pero tampoco han informado de nada, así que creo que estamos bien”.

“… Si no hay nada en el suelo, ¿qué pasa con los cielos? ¿Hay algo en el aire por encima de donde Ariel está patrullando?”

“Déjame preguntarle… Parece que no hay nada que se parezca a una persona. Hay algunos animales voladores alrededor, pero está demasiado nublado para verlos con claridad”.

“…Ya veo.”

“¿Ampliamos nuestro rango de búsqueda?” Eso daría lugar a una reducción de la precisión de su búsqueda, pero…

“Por favor háganlo, por si acaso. Puede que sea yo quien esté pensando demasiado, pero estoy preocupado”.

“Por supuesto. Lo pediré de inmediato”. Orphia negó con la cabeza felizmente y envió un mensaje a Ariel de inmediato. Rio se acercó a los demás mientras ella lo hacía.

“Hay algunas cosas de las que me he dado cuenta a través de esa conversación con ellos, así que compartamos algo de información antes de salir de la carretera y regresar al este”, dijo. “Al principio pensé que las características del aviso de búsqueda eran similares a las nuestras por coincidencia, pero cuantos más detalles escucho, más creo que es demasiado similar para descartarlo como una mera coincidencia. Es por eso que actualmente sospecho que Charles o Reiss participaron en ese aviso”.

“… Estoy de acuerdo”, dijo Christina con una mirada pensativa.

“Si consideramos que la participación de Charles o Reiss en la notificación es un hecho, entonces hay tres puntos nuevos que debemos tomar nota. La primera es que el aviso de búsqueda se redactó en Cleia. La segunda es que alguien relacionado con la nobleza se incluye entre los buscados. Y el tercero es que el noble contrató a un aventurero para asegurar a su pariente lo antes posible para salvar su vida”. Rio doblaba un dedo en su mano derecha cada vez que enumeraba un punto.

“Cuando se suman, esos tres puntos parecen apuntar a la profesora Celia”, señaló Christina con sinceridad.

“Sí parece así…” Celia dijo preocupada.

“Si. Sin embargo, sentí que el tercer punto era claramente algo que el Conde Claire nunca haría”.

“… ¿Puedo preguntar por qué piensas eso?” Celia preguntó preocupada.

“El Conde Claire habría apostado en que huyese a salvo. No hay forma de que te arrastre de nuevo frente a Charles, a quien odia bastante”, dijo Christina claramente.

De hecho, dijo que preferiría ver a Celia pasar el resto de su vida soltera que dársela a ese bastardo. Rio recordó el comentario radical del Conde Claire con una carcajada.

Celia también se rió alegremente aliviada. “Sí, eso es verdad.”

“Por la misma razón, no puedo imaginar que el Conde Claire le diera información sobre nosotros a Charles. Por eso no creo que Charles haya obtenido la información para el segundo punto a través del Conde Claire. Él tampoco sabría sobre Sara y los demás”, agregó Rio.

“Cierto. En todo caso, tendría más sentido que Reiss le dijera a Charles sobre la presencia de la profesora Celia. Pero…”

“Si Charles tuviera nuestra información, eso no explicaría por qué el aviso de búsqueda estaba escrito de manera tan vaga, ¿verdad?”

“En efecto. Como jefe del grupo de búsqueda, no habría razón para que Charles ocultara información y pusiera un cargo tan poco entusiasta en el aviso. Lo que deja solo una de dos posibilidades”.

“O el aviso de búsqueda coincide con nosotros por coincidencia o Reiss lo fabricó solo. ¿Es eso correcto?”

“Sí exactamente.”

Christina asintió, satisfecha de lo bien que coincidía su opinión con la de Rio.

“… Es impresionante cómo se determina eso, ciertamente, con una cantidad tan pequeña de información”.

“Sí, solo entendí la mitad de lo que se dijo hace un momento”, dijo Kouta.

“Tal vez necesites esforzarte un poco más allí…” señaló Rei.

“Su Alteza ha sido famosa por su aguda perspicacia y prodigiosa inteligencia desde que era joven. Esto es natural”, dijo Vanessa con orgullo.

Christina pensó por un momento, frunciendo el ceño. “No es la gran cosa. Suponiendo que el aviso deseado fuera una invención de Reiss, todavía hay puntos vitales que no conocemos. Por ejemplo, por qué Reiss sabía que la profesora Celia nos acompaña en este momento, cuando se dio cuenta de esto, y así sucesivamente”.

“… Si el Reiss que conocemos es la misma persona que el embajador del Imperio de Proxia, es posible que haya asistido a la boda a la que llevé a Celia por invitación de Charles. No habría sido extraño para él presenciar eso entonces”, supuso Rio.

“Ya veo. Entonces no sería extraño para él saber que Sir Amakawa viaja junto con la profesora Celia, y podría conocer sus caras de esa manera. Definitivamente es una posibilidad”, asintió Christina con un zumbido.

“Si. La razón por la que el aviso era tan vago puede deberse a que Reiss no quiere que Charles sepa que su objetivo es usted, alteza. Y no escribió nada sobre nuestros nombres reales porque no los conocía. Tal explicación tendría sentido”, agregó Rio.

La expresión de Christina se torció con amargura. “Eso significa que Reiss está apuntando a mi vida por una razón no relacionada con Charles”.

“Lo más probable”, asintió Rio.

“… ¿Pero qué podemos hacer?” Vanessa preguntó con una mirada de inquietud. “Si la posibilidad de que la vida de la princesa Christina esté en peligro ha aumentado, entonces…”

“Nada cambiará con lo que estamos haciendo. El mayor riesgo de ser atacado por Reiss significa que tendremos que tener más precaución, pero no tenemos más remedio que seguir avanzando hacia nuestro destino”.

No podían relajarse y permitir que Reiss los alcanzara, por lo que no tuvieron tiempo para estar parados. Como estaban huyendo, solo podían avanzar. Eso fue lo que pensó Rio mientras concluía la conversación.

“Claro, por supuesto. Solo podemos seguir moviéndonos”, asintió Vanessa con un suspiro.

“Entonces, como estaba planeado, continuemos hacia el oeste antes de dar la vuelta al este”, sugirió Rio.

Usar aventureros así y escribir un aviso de búsqueda tan vago… Parece bastante descuidado, casi como si siguieran apareciendo y desapareciendo rastros de él…

Aunque había resumido sus pensamientos, todavía sentía una extraña sensación de inquietud. Pero no quería llegar a conclusiones basadas en suposiciones, y pensar en ello no le iba a dar ninguna respuesta. Podría ser simplemente que él sea demasiado cauteloso.

“Si. Démonos prisa”.

Christina pareció sentirse un poco incómoda, pero comprendió la necesidad de seguir adelante. Su expresión estaba tensa por la determinación.

Por lo tanto, el grupo se salió de la carretera y se dirigió sobre el valle para regresar hacia la frontera oriental.