Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 12

Capítulo 2: El Camino De Restauración

Parte 2

Unos minutos más tarde, Rio salió con Celia, Sara, Orphia y Alma. Todas las chicas tenían sus capuchas puestas mientras Rio se había quitado la suya.

Primero, caminaron hasta el frente de la posada. No había mucho tráfico de peatones y, si bien algunas personas los miraban interrogantes, ninguno de ellos ocultaba su presencia de manera astuta. No parecían sospechosos, por lo menos.

“Solo para estar seguro, me gustaría pedirles a todos que envíen sus espíritus contratados para investigar el área y vigilar…”, dijo Rio a Sara, Orphia y Alma.

“El mío ya está investigando la ciudad en forma espiritual”.

“Ariel está en forma material y explorando el área desde el cielo”. “Ifrita está protegiendo la posada en forma de espíritu”.

Las tres hablaron con orgullo en sus voces. Ya habían tomado la iniciativa y habían enviado a sus espíritus contractuales.

“Debería haber sabido. Gracias”, dijo Rio con una suave sonrisa.

“No hay problema en absoluto,” Sara negó con la cabeza felizmente. Todas parecían estar de muy buen humor.

“Pero esto significa que no había necesidad de que todas salieran… Estaba pensando en que Cecilia me acompañara a las compras”.

Estaban en la ciudad, así que Rio llamó a Celia por su alias. Como objetivos de la búsqueda, Christina y los demás no podían usar sus nombres reales, por lo que se habían decidido por los alias de “Tina” para Christina, “Nessa” para Vanessa y “Kou” para Kouta. Rei fue la excepción, ya que su nombre era bastante común en la región de Strahl, por lo que no necesitaba un alias. Aunque por alguna razón, Rei parecía un poco decepcionada cuando escuchó eso por primera vez…

“¿Eh? ¿Yo?” Celia parpadeó sorprendida por haber sido nominada para ir de compras.

“Si. Supuse que estarías más familiarizado con qué comprar aquí”.

Rio dio una razón muy válida. Como hija noble, Celia debería poder comprar los artículos que Christina necesitaba sin problemas.

“En ese caso, estaré feliz de seguir… Uh”. Celia había estado hablando tímidamente cuando se dio cuenta de que Sara y los demás la miraban de cerca. Ella se estremeció y se puso rígida.

“¡Oh! ¡Como ya estamos afuera, yo también quiero ir!” Orphia pidió alegremente, levantando su mano.

Sin un momento de demora, Alma asintió con calma.

“Yo también me gustaría ir”.

“Yo también…” Sara ofreció vacilante.

“¿Vamos todos juntos, entonces?”

“¡Si!”

Todos respondieron enérgicamente a la confirmación de Rio.

“Hmph…” Celia hizo un puchero lindo. Sabía que habría hecho lo mismo si estuviera en su posición, así que no dijo nada más.

“En este caso, debería discutir algunos otros asuntos con todos ustedes también. Hagámoslo mientras nos dirigimos al mercado”, dijo Rio, recordando de repente algo.

“¿Qué quieres discutir?” Celia se recompuso y siguió a Rio.

“Se trata del hombre llamado Reiss”.

“Ah…” Las expresiones de las otras chicas cayeron.

“Está envuelto en un misterio, pero creo que el hombre es un hábil usuario de las artes espirituales. Eso, o posee un artefacto antiguo que le permite activar una poderosa hechicería sin cantar”, dijo Rio.

“Su presencia era terriblemente débil… No, era inexistente. No pude detectarlo en absoluto hasta el momento en que disparó ese ataque desde el bosque. Incluso cuando se paró frente a mí, su presencia era apenas perceptible”, dijo Sara con expresión severa.

“Incluso tuvo el descaro de decir que nos estaba ayudando”, agregó Alma.

“Si el ataque desde el bosque fue obra de Reiss, entonces su objetivo probablemente sea Su Alteza. Es  posible que solo esté tratando de hacernos pensar de esa manera, pero en cualquier caso, debemos estar preparados para otro ataque sorpresa. No creo que pueda rastrearnos tan fácilmente, pero solo para estar seguro, me gustaría que todos ustedes tuvieran sus espíritus contractuales en guardia durante nuestro viaje”.

Había un límite en la distancia a la que podían buscar, pero podrían detectar cualquier intento sin vigilancia de acercarse a ellos de inmediato.

“Sí, déjenoslo a nosotras”, asintió Sara.

“Pero si realmente es un usuario de las artes espirituales, deberíamos considerar la posibilidad de que haya otros que también puedan usar las artes espirituales de su lado. Es posible que nos veamos forzados a una pelea difícil dependiendo del número y las habilidades del enemigo”, dijo Alma, frunciendo los labios y tarareando pensativa.

“Por lo menos, no debería haber ningún usuario de arte espiritual en Beltrum y Galarc…” Rio miró a Celia en busca de confirmación.

“Eso es correcto, hasta donde yo sé. Aparte de Haruto”.

“Es inquietante, ¿no?” Sara preguntó con una cara severa.

“Sí, inquietante…” Incluso la normalmente alegre Orphia tenía una expresión seria. Recordó cómo Reiss había llamado a Rio por su nombre cuando se fue. “Hablando de eso, ¿cómo supo ese hombre sobre tu nombre real?”

“Probablemente porque lo escuchó de Lucius, el capitán de los Leones Celestiales. Ese hombre tiene un poco de historia conmigo”, dijo Rio.

“Una historia…” murmuraron las muchachas espirituales, intercambiando miradas. Celia había oído hablar de esa historia la última vez después de que Rio recuperó a Flora de su secuestro, por lo que frunció el ceño con un rostro en conflicto.

A pesar de lucir incómodo, Rio le dijo a Sara y a las demás sobre la conexión que tenía con Lucius. Ya no podía guardárselo para sí mismo. “No te he hablado de él todavía. Lucius es el hombre que mató a mi madre”.

“… De ninguna manera…” murmuraron las chicas, sin palabras.

“Bueno, eso no importa en este momento. Tengo otros problemas con los que lidiar en este momento”. Rio dio un suspiro de dolor.

Celia adivinó cuál era ese problema.

“… Te refieres a cómo la Princesa Christina escuchó que te llamaban por tu nombre, ¿verdad?”

“En efecto.” Rio asintió con la cabeza lentamente.

“… ¿Qué quieres decir?” Sara preguntó confundida.

“¿Recuerdan cómo les dije que me acusaron falsamente de un crimen antes de conocerlos a todos?”

“Si.”

“El alboroto que provocó la falsa acusación se produjo en un lugar donde estaba presente la princesa Christina. Somos ex compañeros de clase”, explicó Rio.

“¿Eh? ¿No es eso bastante malo, entonces…?”

Los rostros de las chicas espirituales palidecieron de pánico.

“…Quizás.” Por el contrario, la voz de Rio estaba extremadamente compuesta.

“¿Cómo puedes estar tan tranquilo al respecto?” Celia suspiró exasperada.

“Ya sea que la princesa Christina haya descubierto mi identidad o no, no puedo mostrar ningún signo que aumente sus sospechas. Ella no tiene ninguna prueba de que somos la misma persona, así que, a menos que surja la necesidad, puedo fingir ignorancia de todo”.

Esta vez, Celia suspiró cansada. “Eso suena estresante”.

“Ahaha…” Las chicas espirituales estuvieron de acuerdo con su risa seca.

“Parece que hemos llegado al distrito comercial. Todavía tenemos que preparar la comida, así que apurémonos y regresemos”.

Rio se dirigió a las tiendas sin ningún signo de preocupación.