Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Héroe Invocado

Parte 11

# Perspectiva de Keima

 Sé que me estoy conteniendo intencionalmente, pero no se siente bien verlo aplastar nuestro dungeon así. Pero no puedo hacer nada al respecto. Si lo matara con una trampa de muerte instantánea, Haku se enfadaría, y es tan fuerte que convocar a monstruos lo suficientemente poderosos como para defenderse sería un gran desperdicio de DP. Quiero decir, santo cielo, corta los Golems de Hierro por la mitad sin siquiera intentarlo. ¿Qué pasa con eso?

Esperaba que se quedara atascado en el “Pasillo de cuatro habitaciones de la ruina de los rompecabezas”, pero también lo aplastó en un abrir y cerrar de ojos. Sólo fue mala suerte. Cambié los rompecabezas regularmente, y sucedió que los rompecabezas de hoy eran más fáciles de lo normal…. De acuerdo, sí, es una excusa poco convincente. Lo siento. La siguiente zona de la escalera de caracol se llenó con trampas de Gólem de pared que compensaron con creces la falta de enemigos. Ser golpeado por uno de esos y caer por el medio podría conducir a la fractura de piernas en el mejor de los casos. La mayoría de la gente se convertiría en una salpicadura roja en el suelo… pero él los pasó como si no fueran nada. Maldita sea. Es la primera vez que alguien llega tan lejos y nada de esto funciona. Tal vez debería repensar un poco esta área.

En cualquier caso, Wataru era en realidad un aventurero bastante hábil. Cambié de marcha para que la siguiente zona se llenara de tesoros para animarle a volver a casa más rápido. Además, aunque había hecho un montón  de  golems  únicos  y  frescos  para  pasear  por  esta  zona  de almacenes, no quería que Wataru viera nada que no tuviera que ver. Los reemplacé todos con golems normales. Sip. Dividiéndolos en dos. Esos son unos cortes limpios.

“Seguro que estás sacando un montón de cuchillas mágicas hoy.”

“Sí. Es la primera vez que alguien llega al almacén. Quiero que consiga toneladas de cosas y corra la voz cuando regrese. Publicidad gratuita”. Con el nivel inferior de cuchillas mágicas que nuestro dungeon estaba produciendo, no creo que tengamos que preocuparnos por ningún aventurero de alto rango que se vea atraído.

“Ya ha matado a muchos Golems de Hierro, así que su [Almacenamiento] debería llenarse pronto…. espera, ¿qué? ¿Yo puse esa escalera ahí?” Después de ver a Wataru deambular un rato, de repente empezó a bajar una escalera que nunca antes había visto. ¿Qué pasa con esta escalera?

“¿Eh? No, yo la hice… ¡oh, de acuerdo! ¡Me olvidé de todo esto porque vino el Héroe, pero hice la siguiente área del dungeon!” Ah. Aaaaah. Yo también me olvidé de eso. Dejé que Rokuko hiciera la siguiente área…. Correcto….

“…Entonces, ¿qué clase de área hiciste?”

“¡Heh heh, sólo espera y verás! ¡Es super cool y revolucionaria! ¡Esto demostrará que puedo ser tan creativa e inteligente como tú, Keima!”

El momento era perfecto, así que decidí ver a Wataru atravesar el suelo y ver qué pasaba.

***

# Perspectiva de Wataru

 Wataru bajó las escaleras y fue recibido por un piso de magma. Irradiaba tanto calor que parecía que su piel empezaba a arder.

“…La atmósfera de este lugar cambió en poco tiempo.” El mar de magma estaba salpicado de rocas planas y flotantes para usarlas como trampolín. Si accidentalmente pisaba el magma, sus botas se quemaban en un instante a pesar de ser un par de herramientas mágicas.

“Este es un volcán y hay un onsen, así que esto tiene sentido. Supongo que esto es como… una sauna natural o algo así”. En realidad, el magma estaba tan caliente que derretiría carne y huesos en poco tiempo, pero Wataru era un Héroe. No era una amenaza para él. Manipuló su maná para formar una barrera en forma de concha alrededor de su cuerpo. Ahora, estaría bien por unos treinta segundos, aunque se resbalara y cayera de cabeza en el magma. Pero eso drenaría mucho maná, así que avanzó con cuidado, midiendo cada paso.

“¡Screeee!”

“¿Eh?” Oyó el grito de un pájaro. Miró a su alrededor y vio un pequeño pájaro blanco volando hacia él como un dardo.

Wataru levantó su espada y el pájaro voló directamente hacia ella. Con una bofetada, rebotó en la hoja y cayó en el magma. Se preguntó qué clase de pájaro había sido, pero ya estaba envuelto en fuego, así que lo ignoró y miró a su alrededor en busca de monstruos o cualquier otro objeto que pudiera estar merodeando. Pero no podía sentir ningún otro monstruo que no fuera el pajarito ardiendo vivo detrás de él. Naturalmente, sin embargo, no podría notar que un golem inmóvil esconde su presencia.

…Supongo que seguiré adelante.

Pero en el momento en que Wataru dio el siguiente paso, algo le golpeó ligeramente en la espalda.

“¡¿Qué?! Woah, ¡eso estuvo cerca!” Casi pierde el equilibrio, pero se las arregló para mantener el equilibrio. Al darse la vuelta, vio al ave que aún ardía batiendo sus alas.

“Un pájaro de fuego… ¡oh, un Phoenix! Lo entiendo, no estaba ardiendo por el magma, ¡ha estado ardiendo todo el tiempo!”

“¡Scree!” El pajarito… el Phoenix volvió a chocar contra él, pero sin el elemento sorpresa, no pudo hacer mucho. Wataru lo cortó mientras pensaba en el raro monstruo que era. El Phoenix emitió un lamentable grito y se vio envuelto en llamas.

…Pero segundos después, revivió de nuevo y volvió a luchar. Wataru, sorprendido por lo rápido que había revivido, volvió a cortarlo. Sin dejarse intimidar, el Phoenix revivió repetidamente y siguió regresando por más. Era increíblemente débil, pero el tiempo de enfriamiento entre los avivamientos era corto y matarlo no estaba logrando nada. Sin embargo…

“¡Ah! ¿Quizás podría conseguir algunos materiales de esto? ¡Kantara hablaba de querer algunos materiales raros resistentes a las llamas!

¡Demonios, sí!”

“¡¿Scree?!” Como si sintiese algún tipo de peligro, el Phoenix se alejó de Wataru.

“Sheesh. Tienes suerte de ser inteligente”, murmuró Wataru. En realidad, no sabría cómo cosechar materiales de un ave que se incendia al morir, así que de todos modos se quedó atascado. Decidido a investigar más sobre el tema antes de regresar al dungeon, Wataru regresó a avanzar por el suelo.

***

# Perspectiva de Keima

 Estaba sosteniendo mi cabeza en mis manos.

“¡¿Estoy en lo cierto?! ¡Totalmente revolucionario! ¡Lo saqué del dungeon!”

“Es tan revolucionario que realmente quiero abofetearte. ¿Puedo? Sólo un buen golpe en la cabeza. Estará bien.”

“¡¿Pero por qué?! Además, no sé qué tendría de bueno eso”.

El área de Rokuko estaba centrada alrededor del suelo siendo lava. Si terminara ahí, no sería tan malo. Los escalones que se derrumbaban eran bastante buenos.

Además, para que quede claro, ni siquiera me molestó tanto que Phenny fuera el único monstruo de toda la zona. Probablemente era el único monstruo que ella podía usar. Podríamos añadir más después.

El problema era la puerta al final. Llevaba al exterior de nuestro dungeon… o para ser más claro, se conectaba directamente a las [Cavernas de Llamas]. Probablemente alrededor del piso quince, a juzgar por su ubicación en la montaña.

“… ¿Por qué se conecta con las [Cavernas de Llamas]?”

“¿Así que será más fácil para Phenny ir a jugar allí? Redra me dio permiso, sabes.”

“Conseguir permiso primero es lo único bueno de esto.” Aunque si ella hubiera hecho esa puerta sin permiso, habrían venido quejándose y yo podría haberme dado cuenta antes de que fuera demasiado tarde.

“…Además, ¿por qué Phenny es el único monstruo allí?”

“Todo este piso es para Phenny. Es su casa. Y una vez que ahorre suficiente DP, ¡haré otro piso y llamaré a un dragón para que venga!”

Aparentemente, Rokuko hizo de su área una gran casa de mascotas. Es…

¿Es este el dungeon que quieres, Rokuko?

***

# Perspectiva de Wataru

 Se levantó y siguió avanzando hacia el dungeon. Lo primero que encontró fue una escalera subiendo. Después de horas de exploración y de subir tantas escaleras que perdió la cuenta, se encontró bajo un gran cielo abierto. El sol estaba cayendo, indicando que había estado bajo tierra durante mucho tiempo.

Wataru el Héroe se giró, mirando en todas direcciones.

“… ¿Luz? ¿Eh? ¿Ésta es una salida? ¿Qué?”

Se alejó un poco del dungeon y miró de nuevo a su alrededor. Aparentemente, estaba en la cima de la montaña Tsia. La ciudad de Tsia era visible a lo lejos, y la Posada de la Muñeca Bailarina justo al lado de la entrada de la [Cueva de la Codicia] estaba aún más cerca. Había un bosque entre ellos, pero como Héroe, podía volver corriendo en un abrir y cerrar de ojos. Sobre todo porque estaría corriendo cuesta abajo.

“Esto no parece una ilusión ni nada. Supongo que realmente estoy afuera…. ¿Qué es este lugar? ¿El dungeon tiene dos entradas?” Decidido a informar de esto al Gremio, Wataru bajó la montaña hasta la posada. Bajó corriendo por la ladera gruñona de la montaña. Sólo le llevaría un breve recorrido, ya que sabía adónde iba.

Wataru atravesó el bosque y llegó a la [Cueva de la Codicia] desde arriba. Coincidentemente, emergió justo al lado de la herrería de Kantara, donde

Gozou estaba bebiendo cerveza. Wataru agitó la cabeza al ver que seguía bebiendo, pero al mismo tiempo decidió unirse a él más tarde.

“¿Oh? Mírate, Wataru. ¿No ibas a ir al dungeon? ¿Qué hacías en la cima de la montaña?” “Hola, Gozou. Había otra entrada por allí…. por la cima de la montaña, quiero decir”.

“¿El pico…? Sólo digo esto porque eres un Rango S, pero estoy seguro de que esa es la entrada a las [Cavernas de llamas]. Otro dungeon en su totalidad. Uno bastante viejo, también.”

“¿Las [Cavernas de Llamas]? ¿No es parte de la [Cueva de la Codicia]?”

“Estoy bastante seguro de que no es… Pero, eh, hay muchas cosas que no sabemos sobre dungeons y ha habido casos como este antes. Quién sabe lo que podría estar pasando en esa montaña”.

“¿Esto no es algo nuevo?”

“Sí, he oído hablar de dungeons cercanos que conectan aquí y allá antes. El ejemplo más famoso que se me ocurre es el [Laberinto de Marfil] de la capital. Parte de ella conecta con la [Cueva de Marfil] que está cerca”.

“Ya veo. Eso tiene sentido para mí”.

“Así que, de todos modos. ¿Hasta dónde llegaste en ese dungeon?”

“Correcto. Llegué a un nuevo territorio. No sé cuándo las cosas se convirtieron en las [Cavernas de Llamas], pero en algún momento hubo un piso de magma”.

“¡Oooh, de verdad ahora! ¡Eso es un Rango S para ti! ¿Encontraste cerveza ahí dentro?” “Desafortunadamente no. Ah, pero encontré algunas cuchillas mágicas.”

“Ohoooh, bueno, cuéntenme que estoy celoso.”

“Hablando de eso, ¿Kantara no estaba investigando las cuchillas mágicas?

¿Crees que debería darle una? Encontré veinte ahí dentro.”

“¡¿Veinte?! ¡Eso es demasiado! ¡Heeey, Kantara! ¡Wataru dijo que te daría una hoja mágica! ¡Bebamos esta noche para celebrarlo!”

Wataru tragó muy emocionado ante la idea de volver a beber.

“¡De todos modos, seguiré adelante e informaré de esto al Gremio! Espera a que regrese para celebrar, ¿de acuerdo? ¡¿Lo prometes?!”

“¡Gahaha, vas a ser la estrella de la celebración! No te preocupes, sólo date prisa en regresar”. Wataru corrió hacia el Gremio.

Después de informar al Gremio, Wataru decidió venderles las Cuchillas Mágicas para ayudar a pagar su deuda.

“…Y después de eso, dejé lo que creo que son las [Cavernas de Llamas]. Aquí están las cuchillas mágicas que encontré. Hay diecinueve aquí, pero había otro exactamente igual; se la di a Kantara, el herrero. Me gustaría vender las otras al Gremio”.

“…Sí, por supuesto.”

En muchos sentidos, el informe de Wataru y la alineación de las Cuchillas Mágicas fueron muy positivos. Había explorado partes del dungeon a las que nadie había llegado antes, descubrió que en algún momento la [Cueva de la Codicia] estaba conectada a las [Cavernas de llamas] y a lo largo del camino descubrió veinte Cuchillas Mágicas. Cada parte de su viaje había sido un éxito.

“Entonces, ¿cuánto valdrá toda esa información?”

“Veinte platas, como es la norma. ¿Te gustaría vender las Cuchillas Mágicas a través de una subasta?”

“…Me siento como si poner diecinueve idénticas a la vez perjudicara su valor, así que sólo diez. Te venderé las otras nueve directamente a ti por dos de oro cada una. Una vez que haya pasado algún tiempo, puede rematarlas también. Ah, ¿y puedo conseguir el dinero inmediatamente?” Eso le dio dieciocho de oro, y su parte de las subastas lo llevaría a un total de cuarenta de oro.

…Eso estaba muy lejos de su deuda de dos mil trescientos dorados, pero equivalía a unos cuarenta millones de yenes. Se sentía bastante loco desde esa perspectiva. Pero más loco que eso fue Keima, que en realidad estaba exigiendo que pagara una deuda de más de cincuenta veces ese tamaño.

De cualquier manera, Wataru decidió celebrar con Kantara esa noche y luego regresar a la Capital Imperial al día siguiente. La celebración no será detallada. Basta decir que era la cerveza adecuada: Del tipo que no le causaba resaca.