Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Héroe Invocado

Parte 12

“Bien, creo que me despediré de Rokuko y de los demás.” Se dirigió a la recepción de la posada.

…Sentada allí estaba la maga que había llegado a conocer bastante bien en los últimos días, Neruneh.

“Eeeh, ¿ya te vas a ir a casa? Nnn, pero quería hablarte de magia un poco más.” “Jajaja, vendré a visitarte de nuevo. ¿Está Rokuko aquí?”

“Ah, sí. Iré a buscarla”. Wataru esperó mientras Neruneh se iba a buscar a Rokuko. Al final, Rokuko se acercó y se mostró contenta.

“He oído que te vas… Saluda a mi hermana de mi parte, Wataru”. “Sí. Entonces, ¿ayudé en algo?”

“¡Más o menos! Gracias a ti, mi compañero me va a dar un anillo”.

Wataru y Rokuko habían hecho un trato. Todo sucedió después de que Wataru le pidiera a Rokuko que se convirtiera en su compañera.

“… ¿Te convertirás en mi compañera?”

“¿Eh? De ninguna manera. Ya tengo un compañero.”

La respuesta de Rokuko hizo que Wataru se diera cuenta de que su petición había sido interpretada como una confesión. Se apresuró a corregir el malentendido.

“… ¡Ah! No, lo siento. Me refería a que como en una compañera de investigación. No una pareja romántica ni nada.”

“… ¿Hm? ¿En serio? Bueno, está bien entonces.”

“¡Por favor, ayúdame a buscar un camino de regreso a Japón! Acabo de darme cuenta, pero la ropa que llevas puesta tiene nylon en ella, ¿verdad?”

“¿Nylon? ¿Qué es eso?”

“¡Es una fibra sintética hecha de aceite, un líquido negro quemable…!

¡Ahhhh, no puedo creer que esté viendo tela de nylon en este mundo…!”

“Aaah, ¿este vestido? Mi compañero lo encontró en el dungeon para mí. Aha, ¿no es maravilloso?”

Ciertamente. Wataru el Héroe había descubierto la tela japonesa en su vestido con sus propios ojos. Había estado mirando su ropa específicamente como una reacción subconsciente a la tela. No porque quisiera mirar el trasero de Rokuko. No podía ver ninguna otra parte de su ropa debido a su largo cabello.

Sin embargo, nunca diría que el trasero de Rokuko no era atractivo.

“Ciertamente se ve bien en ti. Hmmm….. Así que también puedes encontrar tela de nylon en este dungeon. Había oído rumores, pero esto es realmente impresionante…. Espero que tu compañero pueda ayudarme con mi investigación también. Debe ser un gran aventurero, ¿no?”

“…Aaaaah, bueno, um, se ha metido más que nadie en este dungeon. También encontró esa silla de masajes en el dungeon”.

“Ohhhh, ¿esto también…?” Quería diseccionarla, pero Rokuko le detuvo porque era muy valiosa. Ni siquiera había dicho nada. Debe haber sido tan obvio lo que quería hacer.

“Ngh, supongo que le pediré a tu compañero que me ayude con el dungeon… ¿Puedo hablar con él?”

“Mmm, veamos. Puedo arreglar una reunión entre ustedes dos, pero quiero algo a cambio”.

“Errr, vale, ¿qué tal si te invito a comer? Puedo conseguir la que cuesta cinco de oro”.

“Soy la dueña de esta posada, puedo comer cualquier cosa que vendamos gratis.” Tiene sentido, pensó Wataru. No había mucho que pudiera ofrecer a alguien que acababa de conocer. O al menos, no podía saber qué era lo que ella quería.

“… De acuerdo. ¿Hay algo que te preocupe o con lo que estés luchando? Puedo ayudarte”.

“¿Preocupada por? Mmm, nada realmente…”

“Er, ¡podría ser cualquier cosa! Como… ¡¿Está todo bien entre tú y tu compañero?!” Wataru solo se estaba agarrando a un clavo, pero Rokuko parecía darse cuenta de algo de eso.

“Está bien entonces. Quiero estar más cerca de mi compañero, así que haz lo que te digo”.

“¿Qué?”

“¡Voy a decirle que me confesaste y que lo invitaste a cenar con nosotros!” “¡¿Eh?! ¡¿Qué?!”

“De acuerdo, está decidido. ¡Te veo en un segundo!”

…Y así fue como sucedió. Como resultado, Rokuko terminó diciéndole a Keima que se había enamorado de ella, y su rotonda historia de amor fallida (una forma disfrazada de decir “He perdido la confianza en las mujeres y no podía confesarme a Rokuko aunque quisiera”) cayó en oídos sordos, así que al final no aprendió tanto sobre el dungeon como él quería.

“…Pero… terminé con una deuda enorme gracias a todo esto.” “¿Eh? Yo no tuve nada que ver con eso.”

“…Eso es verdad.” Rokuko ciertamente no tuvo nada que ver con eso. Aunque la configuración le había llevado a desarrollar una “rivalidad” con Narikin, para él, Keima se suponía que era una persona completamente diferente. Sabía con seguridad que eran la misma persona, pero no podía argumentar si se le decía lo contrario debido a su posición.

“Ah, probablemente puedas hacer que Haku pague tu deuda. Yo no me preocuparía demasiado por eso”.

“Quiero volver a ver a Gozou y a Neruneh, así que creo que con el tiempo volveré aquí. Prefiero no molestar demasiado a Haku si puedo evitarlo”. Siéntete libre de no regresar, murmuró Rokuko.

“Oh, claro. Eso me recuerda algo. Tengo algunas cartas de Haku.” Wataru sacó dos cartas de su [Almacenamiento].

“… ¿No deberías habernos enseñado eso cuando llegaste aquí?”

“Me dijo que esperara hasta que me fuera. Y también me dijo que leyera este más delgado primero.” Era una carta con un sello de cera rojo. El sello tenía el escudo del Imperio Laverio impreso en él. Como sólo la familia imperial estaba autorizada a usar ese escudo, el sello en sí mismo era particularmente valioso por sí mismo y considerado por muchos como un símbolo de honor.

Rokuko cogió esa carta y rompió el sello de cera para sacar la carta y leerla. Wataru pensó que era un desperdicio al principio, pero luego recordó que Rokuko era la hermana pequeña de Haku.

“Geh…. Uwaaah… De acuerdo, eso es todo. Gracias.” La cara de Rokuko estaba nublada.

La carta definitivamente no había sido positiva. “Bueno, hasta luego”. “Saluda a mi hermana de mi parte”.

“Claro. Oh, y sólo pregunta si quieres mi ayuda de nuevo.”

“Te haré un descuento en la tarifa de la habitación la próxima vez que lo haga. Tal vez como cinco monedas de cobre.”

Y así, Wataru el Héroe se fue para regresar a la Capital Imperial. Por otro lado, Keima le contó a Haku todo lo que había pasado desde su perspectiva, por lo que obligó a Wataru a hacer todo tipo de trabajos ridículamente peligrosos que eran mortales incluso para un aventurero de Rango S, pero esa es otra historia.

***

# Perspectiva de Keima

 “Haku nos envió algunas cartas. Toma, tómalas antes de que me olvide”.

“¿Hm?” Rokuko sacó dos cartas del pecho de su camisa y me las dio. Estaban calientes.

Supongo que primero leeré la que está abierta. Veamos aquí….

“Habrá un Soldado de Dios que se dirigirá hacia ti muy pronto. Sugiero que te prepares.

Puedes matar a este si quieres.” Eso fue todo lo que dijo la primera carta. “… ¡otro maldito héroe! ¡Tantos Héroes! ¡Sheesh!”

“Sé cómo te sientes. Como, definitivamente no estoy feliz con esto tampoco.”

“Hahaha, Haku dijo que puedo matarlo porque no es su peón esta vez… Qué mujer. Ahhhhhh. Esto es un dolor. Quiero dormir, pero siento que tendré que prepararme para esto…”

“Mmm, bueno, um… ¡Al menos ahora tenemos mi piso del dungeon!” “…Sí, es hora de que me ponga a trabajar.”

“¿Te estás burlando de mí? No te importa si te pego, ¿verdad? ¿Sólo una vez?” “¿Me vas a pegar aunque me haya motivado para hacer cosas? Vamos…”

De repente, Ittetsu se puso en contacto conmigo y me dijo que quería hablar. Esta sincronización parece bastante calculada. Espera, en realidad, probablemente esperó a que Wataru se fuera antes de enviar el mensaje. Me imagino de qué quiere hablar. Esto va a apestar, pero no puedo ignorarle. Mierda.

“Muy bien, Rokuko. ¿Estás lista para pedir perdón?”

“¡No me importa el genusnoozing si eso es de lo que estás hablando! Nos conseguirás un futón, ¿verdad?” ¿En serio? A veces me preocupo por esta chica.

Fuimos a la habitación compartida y vimos que el Dungeon Core 112, el Salamander Ittetsu, ya estaba allí. Su esposa y Dungeon Master Redra la Dragona Roja también estaba allí, en su forma humana.

“¡Hey, Keima! ¿¡Qué coño crees que estás haciendo!?” Itettsu ladró en el momento en que nos vio. Nos miró con toda su fuerza con su cara de lagarto.

“Estoy bastante seguro de que ya sé la respuesta a esto, pero preguntaré de todos modos…. ¿Por qué estás enfadado?”

“¡Estoy hablando de que envíes a un jodido soldado de Dios a nuestro dungeon! ¿Nos estás declarando la guerra o algo así? ¡Maldito demonio!”

“Fue un accidente. Lo siento por eso.”

“Oh, ¿fue sólo un accidente? Muy bien entonces.” ¡¿En serio?! ¿Eso es todo lo que necesitabas oír? Estoy bastante seguro de que la temperatura literalmente acaba de bajar aquí.

“… Porque parece que nosotros también tenemos la culpa, ¿sabes?” Ittetsu echó un vistazo a Redra, quien luego apartó la vista torpemente. Oh, ya entiendo. Primero le preguntó a Redra sobre todo esto. Tiene sentido.

“Uhhhhh, es un poco raro para mí estar diciendo esto, pero ¿va todo bien?”

“¿Eh? Sí, estábamos bien. El maldito Soldado de Dios se dirigió directo a la salida”. Aparentemente, el Héroe había subido repetidamente las escaleras hasta la salida con la intención de adentrarse más en el dungeon. Ittetsu le había dejado ignorar la habitación del jefe para poder salir.

“Así que, Keima. ¿Por qué conectaste nuestros dungeons de esa manera?”

“Pregúntale a Rokuko, no a mí. Y estoy impresionado de que hayas dejado que ocurriera, Ittetsu”.

“Redra lo hizo todo por su cuenta. Viejo… Seguro que lo tenemos difícil,

¿eh?”

“Sí… De verdad que sí”.

…Sucedió por mi parte porque dejé a Rokuko sola, pero la maestra de Ittetsu es Redra. No puede desafiarla cuando se trata de cosas que realmente quiere. Con eso en mente, Ittetsu probablemente lo tenga más difícil que yo. Su dungeon tiene 51 pisos. Sería fácil no notar que el Dungeon Master está jugando con las cosas. Parece que se enteró de esa puerta en el momento en que el Héroe invadió su dungeon a través de ella.

“Rokuko se reunió conmigo y dijo que quería conectar nuestros dungeons,

¡así que sí!”

“De esta forma, a Phenny le resulta más fácil venir a jugar, ¿no? Redra y yo también queremos jugar juntas a veces”.

“¡Pero sabes, nunca esperé que un Soldado de Dios viniera a jugar!”

“Es sólo una pequeña cosa. Keima y el número 112, creo que no deberías estar tan tenso al respecto. ¿De acuerdo?”

“Uh, espera, ¡¿Rokuko?! ¡Ni siquiera yo podría vencer a un Soldado de Dios sin esforzarme realmente mucho! Son súper peligrosos”. La verdadera culpable, Rokuko, y su cómplice, Redra, estaban hablando como buenas amigas.

“Tengo una pregunta… ¿Cuándo se acercaron tanto tú y Redra, Rokuko?” “Cuando estabas durmiendo, obviamente.” Ah…. Sí. De acuerdo.

“¡Ummmmmm, Rokuko y Phenny vienen a jugar todo el tiempo! Las pocas aventuras que aún tenemos aquí nunca llegan a la planta baja, así que tengo mucho tiempo libre”. Bueno, sí, tu dungeon es enorme… Yo también podría dormir fácilmente si tuviera un dungeon de más de cincuenta pisos. Aunque ya estoy durmiendo bastante.

“¡De todos modos, Keima!  ¡Deberías pasar más tiempo con  Rokuko!

¡Aprende de mi marido!”

“¡Sí! ¡Eso es correcto! …Espera, ¿Redra? La forma en que lo dices hace que parezca que Keima y yo estamos casados”. Decidí no comentar eso. Ittetsu me empujó con uno de sus dedos del pie.

“Entonces, ¿qué piensas de esa puerta?”

“Ahhhh, uh, ¿quieres que la selle?”

“¿Mmm? ¿Cuál es el problema de dejar las cosas como están? Diablos, nuestro lado de la puerta está disfrazado de rocas, así que sólo los aventureros de tu lado la atravesarán”.

¿Hm? ¿No significa eso que los aventureros que van a nuestro dungeon se deslizarán en el suyo, pero nosotros no conseguiremos nada de ellos?

“Básicamente, digo que me encargaré de los malditos aventureros que invaden tu casa. Será mejor que me lo agradezcas”.

“¡Hahaha! Eso sólo reduciría nuestros ingresos y enviaría más DP hacia ti. Voy a disfrazar mi lado de la puerta, también, y sólo enviaré Soldados de Dios que no puedo manejar en su dirección. Gracias. ¡Y podría haber otro pronto!”

Al final, ambos disfrazamos la puerta y la dejamos como estaba. Además, decidimos castigar a Rokuko y a Redra individualmente a nuestra manera. Una semana sin rollos de melón debería ser suficiente.