Lazy Dungeon Master (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Héroe Invocado

Parte 10

# Perspectiva de Wataru

 Wataru Nishimi era un héroe. Pero aun así, dos mil trescientas monedas de oro eran un poco… no, era bastante… no, era extremadamente difícil para él. Así que, canceló su estadía en la gran suite y empezó a conseguir comida más barata. Haku estaba pagando por su estancia, pero al no tener otra opción, pasó a usar esos fondos para ayudar a pagarle a Keima.

… ¿Desfalco? No, sólo estaba usando los fondos donde se necesitaban. Y se lo diré más tarde.

Pero a pesar de cambiar a una habitación más barata, Wataru no tuvo ningún problema. De hecho, le gustaba bastante su nuevo futón. Tanto es así que decidió quedarse en una habitación más barata desde el principio si volvía a la posada. Además, todavía podía entrar en el onsen tanto como quisiera, sin mencionar el edificio de recreación. Él querría volver a venir sólo para experimentar el onsen. Olvidándose del dungeon.

“…Pero viejo, estar en deuda es duro… Haaah…” Wataru suspiró para sí mismo mientras comía estofado de crema en la cafetería.

“¿Oh? ¿Qué pasa, amigo?”

“Ah, hola. Señor…. uhhhh, ¿Enano?”

“Soy Gozou. Gracias por el pudín de ayer. Entonces, ¿qué es lo que te hace suspirar por todas partes?”

“Ah. Soy Wataru. Bueno, han pasado algunas cosas. Y ahora estoy en deuda.” Wataru se rio y sonrió un poco para ocultar su dolor.

“¿Lo estás ahora? Esa es una caída inesperada. Supongo que eso pasó después de que llevaste a Keima a tu habitación. ¿Qué diablos pasó ahí dentro?”

“Jajaja, bueno, esto debería decirte todo lo que necesitas saber.” Wataru le mostró sus dados. Lo enrolló un poco en su mano. Aterrizó en un 6.

“Tengo un poco de confianza cuando se trata de apuestas, pero bueno, la suerte no estaba de mi lado esta vez.”

“Ten cuidado, amigo. Te arruinarás si no tienes cuidado. ¿Conoces a la recepcionista, Ichika? Se convirtió en esclava porque acumulaba deudas de juego. Aunque parece que es muy feliz trabajando aquí a pesar de todo eso”.

“Ahaha. Tendré cuidado.” Wataru forzó una sonrisa. Si no fuera un aventurero de rango S, una deuda de dos mil trescientas monedas de oro ya sería suficiente para arruinarlo. Seguro que sería un esclavo. Nunca en sus sueños esperaba que lo ataran con tanta deuda en menos de una hora de tirar los dados. El juego da miedo. Tan, tan aterrador.

“Pero Keima, ¿eh? Nunca lo había visto apostar antes… Entre tú y yo, hace tiempo que estoy con Keima. Podría pedirle un favor y ver si puedo hacer que reduzca un poco tu deuda si me necesitas”.

“Jajaja, gracias, pero creo que estaré bien. Me dijo que no tenía que preocuparme por pagar los intereses, así que sí debería ser capaz de arreglármelas.”

“Oooh, ¿en serio? Es bueno oírlo”. Gozou tomó un trago de su taza de cerveza mientras hablaba.

“¿Eso es cerveza? Pensé que esta posada no vendía cerveza.”

“Escuchaste bien. Le compré esto a un comerciante de paso. La posada no se ocupa de la cerveza en sí, pero no hay reglas en contra de traer la tuya. Siempre y cuando no te emborraches y rompas nada. Hm…. ¿Quieres un poco? Ayer nos regalasteis esos pudines”.

“Claro, tomaré un poco. Gracias.”

En realidad, Wataru nunca había bebido cerveza antes. Había sido convocado a este mundo cuando tenía diecisiete años, y en Japón era ilegal fumar o beber alcohol hasta los veinte. Pero pensando en ello, Wataru ya era así de viejo. No había ningún problema con que bebiera, sólo que nunca se le había dado una buena oportunidad para hacerlo.

Wataru cogió la jarra de cerveza de Gozou y tomó un trago. Era espeso y olía fuertemente a alcohol, pero a Wataru no le disgustaba.

“Whew, muchacho. Fue un buen trago”.

“Nunca he tomado cerveza antes, pero esto es bastante bueno.”

“Nunca había tomado cerveza antes, ¿eh? Podrías tener un talento innato. Adelante, muchacho, bebe. Te arrastraré afuera si te vuelves loco”.

“…Creo que aceptaré esa oferta. Gracias.”

“Cuando quieras. Nada es tan malo como beber cerveza para sentirse mejor”. Gozou sacó otra taza llena de cerveza y tomó un trago.

Después de que los dos bebieron juntos por un tiempo, el compañero de Gozou, Roppe, entró. Gozou era un enano, pero Roppe era una hembra humana.

“¡Oh, una fiesta para beber, eh! No te he visto por aquí, muchacho. ¿Eres un novato?”

“Soy Wataru Nishimi. Un héroe”. “¿Eres un héroe? Me sorprende.”

“¡¿Un héroe?! Eso te convierte en un Rango S, ¿no? Wooow. ¿Estabas bebiendo con él y no sabías que…? ¡Toma, yo también traigo un poco!” Roppe sacó su propia taza y empezó a beber también. Para bien o para mal, no había nadie que los detuviera.

“¡¿Eeeh?! ¡¿Dos mil trescientas monedas de oro?! Te ha dejado seco,

¿eh?”

“¡Sí, lo hizo! ¡Keima es un monstruo! ¡Un demonio! ¡Maldito Keima!”

“Vaya, qué grosero eres. Un demonio te habría dejado ir después de sólo cincuenta de oro.”

“Ngh…. Voy a tener que trabajar duro durante medio año para pagar esto…” “¡¿Eeeh?! ¡¿Vas a devolverlo?! ¡Wow, los Rangos S son increíbles!”

“Si hiciera todo lo que estuviera en mi mano e hiciera todo lo posible,

¡podría devolverlo en un mes! Pero no lo haré porque me haría de enemigos”.

“Bien dicho, no queréis ir por ahí haciendo enemigos. De todos modos, amigo, bebe. Todo esto es por mi culpa en este día.”

“¡Gracias!” Wataru se bebió toda la cerveza que Gozou puso delante de él.

“Hey, hey, Wataru. ¿Qué le hiciste a Keima? Una deuda tan grande no es normal”.

“Jaja, bueno, fue un pequeño error… ¿Conoces a la chica de orejas de perro que estaba trabajando en la cafetería ayer? Tenía algo que ver con ella”.

“Aaah, esa niña. ¿No eres fan de ese tipo de cosas, entonces?”

“Jajaja, sí, más o menos. El solo hecho de pensar en una niña como ella siendo esclavizada y sufriendo me hizo querer salvarla. ¿Entiendes lo que quiero decir? Como hombre, sentía que era mi deber ayudarla”.

“¡Wooow! Eres tan genial, Wataru. Pero lo siento, no deberías hacer ese tipo de cosas. Los esclavos son propiedad legal de sus dueños. Y esa chica está completamente loca por Keima. Ella está bien siendo su esclava.”

“Parece que sí… Haaah. Metí la cabeza donde no me correspondía y obtuve una deuda de dos mil trescientas monedas de oro como agradecimiento. Haaah…. Eso son 23.000.000 Lyons…”

“Está bien, ya está decidido. ¡Bebe! Todo depende de mí hoy. Queda mucha cerveza”.

“¡Gracias a ti!” Wataru siguió bebiendo toda la cerveza que Gozou puso en camino. Drenó su taza y la puso sobre la mesa con un asentimiento satisfecho y atontado.

“Hey, Gozou, ¿no deberíamos ir a la casa de Kantara? Estás hablando de la cantidad de cerveza que te queda, ¿pero no está toda en la herrería? Y podemos ser mucho más festivos allí que aquí”.

“¡Oooh! ¡Eres muy listo, Roppe! ¡Disculpa, Kinue! Trae los mejores bocadillos que tengas. ¡Vamos, Wataru! ¡Vamos a la herrería!”

“¡Te seguiré hasta el fin del mundo, Gozou!”

“Kinue, chica, aquí tienes algo  de dinero para  pagar la  cuenta. ¿Te importaría llevar los bocadillos a la herrería?”

“Eso no será un problema en absoluto. Haré que Rei te los lleve. Me imagino que las patatas fritas serán aceptables”.

“Cuanto más crujiente, mejor. ¡Gracias!”

Y así, los tres se encontraron con grandes amigos en medio de toda su bebida y las quejas de Wataru. Más tarde formaron un partido llamado “Team Bacchus” que viajaría por todo el mundo, pero esa es otra historia.

Por otro lado, su principal objetivo sería difundir la alegría de beber cerveza en todo el mundo. ¿Conquistando dungeons? Eso era algo secundario.

***

Wataru se despertó al día siguiente completamente renovado, sin tener resaca alguna.

“Hombre, no tenía idea de que la cerveza sabía tan bien”. Tal vez debido a su resistencia natural, o tal vez debido a su fuerza pulida como Héroe, no tuvo que preocuparse por beber demasiado y despertarse destrozado. Podía contar con que se despertaría sintiéndose totalmente bien, lo cual era algo bueno ya que planeaba regresar a la [Cueva de la Codicia] de nuevo. Afortunadamente no tendría que posponer su viaje debido a la resaca.

Además, ya era hora de que regresara a casa, aunque fuera brevemente, por lo que este era el último día en el que podía explorar a fondo el dungeon. Tenía la intención de llegar lo más lejos posible.

“…Es hora de empezar.” Wataru se puso su equipo de Héroe y se dirigió al dungeon.

El Héroe Wataru entró al dungeon. Rápidamente pasó por el primer piso y entró en la zona del laberinto. Normalmente, pasaba el resto del día explorando el laberinto, pero esta vez también lo atravesó y finalmente llegó al área del rompecabezas.

“De acuerdo. Nadie ha pasado de este piso todavía. Todo es territorio inexplorado de aquí en adelante. Tengo que tener cuidado”. A pesar de que no había nadie alrededor para escucharlo, Wataru murmuró para sí mismo y miró con odio a la puerta que tenía ante él. Era una puerta de rompecabezas. En este mundo se les conocía como [Puertas de la Sabiduría], y Wataru les conocía muy bien.

“…Vale, esta es matemática. Parece que una simple multiplicación y división servirá”. Conquistó la primera puerta.

“Oh, este rompecabezas me recuerda a los concursos japoneses. Sólo tengo que voltear este triángulo al revés, creo.”

Conquistó la segunda puerta.

“Aaah, este es un acertijo muy famoso. En mi mundo, al menos. ‘Un agujero en un cubo’. Sí.”

Conquistó la tercera puerta. “…Er, ¿es sólo ‘simple’?”

Conquistó la cuarta puerta, y por lo tanto todas las puertas del área del rompecabezas.

Supongo que eso ha sido un poco difícil, pensó Wataru, sin saber que Haku probablemente le daría un cabezazo si ella le escuchaba decir eso. Y así, llegó a la zona de la escalera de caracol. El Gremio no tenía absolutamente ninguna información sobre esta área ni sobre ninguna otra que la siguiera. Keima podría haber sabido algo, ya que aparentemente se había metido más en el dungeon que nadie, pero a Wataru le costaba pedir ayuda a alguien a quien tenía una deuda.

En este mundo, era normal y se esperaba que ocultara información si le beneficiaba a usted. Pedirle a alguien que revele esa información sería una deuda con ellos. En el caso de Wataru, no podía permitirse más deudas. Por supuesto, la información relacionada con la conquista de un dungeon no era una excepción. Excluyendo cualquier información relacionada con trampas extremadamente mortales, es decir, una que encierre a las personas en una habitación a menos que devuelvan una Cuchilla Mágica a su pedestal. El Gremio compraría ese tipo de información y la daría a conocer. Después de todo, no querían aventureros tras aventureros que caminaban hasta la muerte. Eso sólo perjudicaría a su organización.

La zona de la escalera de caracol era como un cilindro vertical gigante con una escalera de caracol en el centro. Wataru miró por el centro y vio el suelo.

“…Parece que el centro es un agujero directo al suelo. ¿Quizás saltar sería más rápido?”

Se le pasó por la cabeza, pero se deshizo de él al ver que el suelo estaba tan distante que se rompería las piernas si lo intentaba.

Bajó la escalera, mirando de cerca cada escalón en su cuidadoso descenso. Cuando llegó a la mitad del camino, una pared surgió repentinamente hacia afuera. Sin embargo…

“Woah, eso es peligroso.” Eso dijo, pero el muro no era tan peligroso para Wataru, tanto que lo evitó saltando ágilmente sobre él. Pensó en cómo habría sido empujado al centro si hubiera sido un poco más lento, y así finalmente se dio cuenta de por qué el centro de la escalera era un gran agujero. No es que su comprensión haya cambiado nada en particular.

Después de llegar a la parte inferior de las escaleras, se encontró con una nueva área que se sentía separada del resto. Le recordó muchas de las ruinas históricas que dejaron atrás las civilizaciones humanas del pasado. Avanzó en ella buscando trampas y pronto se encontró con una habitación, en la que entró. Había un cofre del tesoro en la habitación.

“¡Oh, un cofre del tesoro! Heheheh. Me pregunto qué habrá en este bebé.

¡Espero que sea un poco de manga o algo así…!” Wataru esperaba que el cofre contuviese algo de otro mundo-es decir, de Japón- pero todo lo que encontró en él fue una espada. Estaba un poco decepcionado, pero al examinarla más de cerca, vio que tenía una piedra mágica incrustada en ella.

“Ah, sí, recuerdo que la gente hablaba de encontrar Cuchillas Mágicas en este dungeon. Supongo que se afila mucho cuando le echas maná. No tan bien, pero debería ayudarme con mi deuda…. Ojalá hubiera sido algo de Japón”.

Dentro de la jerarquía de los Cuchillas Mágicas, las que se afilaban a sí mismas estaban entre las peores. Las cuchillas de nivel superior tendrían efectos de hechizo mucho más poderosos. Para un héroe de Rango S, esta cuchilla mágica era sólo una pieza de equipo de tercera clase que, en el mejor de los casos, le ayudaría a pagar un poco de su deuda. Irónico, considerando lo desesperado que estaría por algo así cuando era un Rango C.

Avanzó hacia delante, derrotando a los Golems de Hierro a medida que llegaban, y encontró más Espadas Mágicas en otras habitaciones. Todas ellas tenían el mismo efecto de afilado. Los estaba metiendo junto con los cadáveres de los Golems de Hierro en su Magia del Tiempo Espacial [Almacenamiento], pero se estaba llenando rápidamente.

“Tal vez debería haberla vaciado un poco antes de venir aquí…. Espera, nah. Me aventura solo, necesito todo mi equipo todo el tiempo. No hay nada que pueda hacer al respecto”.

Después de encontrar una veintena de Cuchillas Mágicas tiradas por ahí, se tropezó con las escaleras que conducían hacia abajo. Pensó en regresar por el día, pero no sólo se sentía bien, sino que se sentía muy bien. En el peor de los casos, podría sacar los cadáveres de Golem de Hierro y reemplazarlos con algo más valioso. Con eso en mente, Wataru decidió seguir adelante y revisar el siguiente piso.