Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: La Prueba y El Préstamo De Herramientas Mágicas

Parte 2

“Entonces, Laura, ¿qué opinas de los recién llegados?” Me preguntó mi superior.

“Todos buscaron en el almacén y seleccionaron algunas herramientas para llevar. Por su parte, Dewey Percy dijo que no necesitaba nada.” Le dije.

“¡Jajaja! Sé que se ve lindo, pero por dentro es un chico bastante frío.” Respondió ella. Mi superior, Larna Smith, era la jefa del Departamento de Herramientas Mágicas.

“No quiero sonar como Dewey, pero creo que cualquiera tendría problemas para elegir herramientas de ese montón de viejos prototipos. ¿Por qué no le dio herramientas adecuadas?” Le pregunte a ella.

Nuestro departamento tenía otro almacén donde almacenamos herramientas realmente útiles y completadas, pero Larna nos dio instrucciones de guiar a los recién llegados al antiguo almacén, que sólo contenía prototipos y experimentos fallidos. Confié en que mi jefa fuera lo suficientemente astuta como para tener un plan en mente, pero temía que los recién llegados pensaran menos de nuestro departamento.

Sin embargo, su respuesta fue inesperada.

“No quisiera que los novatos vayan y rompan nuestras buenas herramientas. Y mientras tanto, también probarán nuestros prototipos por nosotros.”

“Yo… entiendo…” Lo había pensado demasiado profundamente…

“Y, por cierto, hay más de lo que parece en el viejo almacén.” Dijo Larna con una expresión reveladora.

“Algunas de esas herramientas pueden ser muy útiles en manos de la persona adecuada.”

“¿La persona adecuada?” Repetí, dudosa de que hubiera algo más que basura, quiero decir prototipos, en ese almacén.

“Sí. Por ejemplo, ¿qué eligió María Campbell?”

“Ella eligió el… Creo que fue el anillo que aumenta los poderes mágicos.” Le dije, y los ojos de Larna se iluminaron mientras sonreía.

“Ohoho, ¿ella eligió ese? Incluso mejor de lo planeado…”

“Pero si no recuerdo mal, ese anillo apenas tenía poder… era básicamente un amuleto de la suerte.” Es por eso que lo mantenemos almacenado con toda esa otra basura. Seguramente Larna estaba al tanto de esto.

“Para las personas normales, o más bien, para los poderes mágicos normales, es sólo un bonito accesorio. Pero para algunos de ellos, probablemente resultará increíblemente poderoso. Simplemente lo almacenamos con todos los prototipos porque los poderes mágicos a los que reaccionaría eran tan raros que nunca logramos probarlo.”

“Por poderes mágicos, quiere decir…”

“Sí. Magia de luz.”

Sus palabras hicieron que un escalofrío recorriera mi columna vertebral. María, sin saberlo, había elegido el único elemento que sería útil para ella de toda esa basura inútil…

“Como se esperaba de María Campbell, una chica elegida por el destino. Esto es muy interesante… Realmente espero que ella venga a nuestro departamento.”

Como una chica hermosa que, a pesar de sus orígenes humildes, manejaba Magia de Luz, muchos la consideraban una “chica elegida”, y lo que sucedió hoy me hizo pensar que podría haber algo de verdad en eso. Parecía tener algo único dentro de ella. Pero…

“No creo que una chica tan talentosa venga a nuestro departamento.” Dije.

Después de todo, sólo éramos el Departamento de Herramientas Mágicas. María se destacaba tanto en la magia como en lo académico, por lo que era poco probable que quisiera unirse a nosotros.

“¿Y qué eligieron Sora y Katarina?” Preguntó Larna, quien aparentemente ni siquiera había escuchado mi comentario pesimista. Ella era una muy buena jefa, pero si tenía que decir algo negativo sobre ella, era que una vez que algo llamaba su atención, no podía pensar en otra cosa.

Ella nunca cambia…

 “Sora tomó la vara que mantiene el fuego mágico encendido por un momento, y Katarina la bolsa que almacena los olores de comida.”

“¡Wajaja! ¿De verdad? ¡Lo de Sora está bien, pero la elección de Katarina es demasiado divertida!” Ella respondió, riendo incontrolablemente.

Bueno… también tuve que contener la risa cuando vi lo que Katarina había elegido. Uno de mis colegas había construido eso cuando estaba tan sobrecargado de trabajo que ya no podía pensar con claridad. Por supuesto, al no tener una aplicación real, la bolsa fue arrojada al antiguo almacén.

Y pensar que Katarina iría y elegiría eso, tan satisfecha con su elección… Me impresionó que había logrado no reírme.

“La Sra. Claes no se parece en nada a los rumores que hablan de ella.” Dije, haciendo que Larna sonriera.

“Por rumores, ¿quieres decir que es una chica malcriada que acaba de ingresar al Ministerio a través de sus conexiones?”

“Sí. Mucha gente dice que ese es el caso. Pero después de conocerla hoy, no estoy tan segura.”

“¿Oh? ¿Cómo te pareció ella?”

“Ella no parecía mimada o que creyese que tiene más derechos que los demás… y ni siquiera se parecía a la hija de un duque en absoluto. Ella es realmente… peculiar.” Le dije con sinceridad, provocando otra de las carcajadas de Larna.

Katarina Claes, hija del Duque Claes y prometida del Príncipe Jeord. Escuchar que una persona como ella vendría a trabajar al Ministerio había sorprendido a todos.

Todos teníamos nuestras teorías, pero eventualmente comenzamos a creer que ella sólo venía aquí para perder y matar el tiempo hasta su matrimonio, lo que obviamente nos dejó pensando en ella de mala manera.

Tampoco puedo decir que pensara mucho en ella … pero después de conocerla, me di cuenta de que los rumores no eran para nada ciertos. No se parecía en nada a ninguna otra joven noble que había conocido hasta ahora, y su rareza me hizo reír desde el principio. En realidad, estaba deseando ir a una misión con ella.

La bolsa de olor era tan divertida que casi la había olvidado, pero ella se había llevado otra herramienta.

“Ahora que lo pienso, Katarina también tomó esa otra herramienta, la que parece un espejo y se ilumina.”

Al escuchar esto, Larna, que todo este tiempo se había estado riendo, de repente se puso seria.

“¿Te refieres al que construí recientemente?”

“Sí, ese.” Le respondí, un poco sorprendida por su reacción.

“Me preguntaba a dónde había ido eso… ¡Así que estaba en ese almacén! Y Katarina lo tomó…”

Ahora su expresión comenzó a preocuparme, así que le pregunté: “¿Hace algo más que iluminarse?”

“Bueno… para la mayoría de la gente, no.”

Aparentemente, al igual que el anillo que tomó María, sólo mostraba su verdadero poder a ciertas personas que lo usaran.

“¿Debería quitárselo?”

“Si sólo se lo lleva con ella, no debería ser peligroso…” Lo pensó por un momento y luego siguió hablando. “Tengo un mal presentimiento acerca de que Katarina eligiera esa herramienta… Esta misión puede llevar más tiempo de lo que esperábamos originalmente. En caso de que ocurra algo, contáctame de inmediato, ¿entendido?” Ella me dijo con gravedad.

“Sí, señora.” Le dije asintiendo.

Si los rumores no eran ciertos, entonces tenía que haber otra explicación del porqué Katarina estaba aquí en el Ministerio. Algo lo suficientemente inquietante como para poner seria a alguien tan despreocupada como Larna.

Pensé que el examen sería extremadamente simple, y que no había absolutamente ningún riesgo de que ocurriera nada peligroso… pero ahora parecía que tendría que reconsiderar eso.

Voy a entrenar antes de dormir para ponerme en la mentalidad correcta…

 “Y, por cierto, ¿dónde está Nathan?” Preguntó Larna.

“Perdido, como siempre.” Respondí.

Nathan Hart, el colega que realizaría el examen junto a mí, era un hombre increíblemente talentoso y diligente… pero era tan discreto que te olvidarías de él tan pronto como estaba fuera de la vista, y siempre terminaba perdiéndose.

“Sé que los examinadores son elegidos al azar, pero me pregunto si no es peligroso tener a Nathan en una misión al aire libre… Tal vez deberías amarrarlo con una correa o algo así.”

“… Lo sé…”

Sabiendo que la misión que tenía que compartir con Nathan podría resultar peligrosa, comencé a sentir ansiedad por ello.

***

Estaba emocionada al pensar que, mañana, estaría en mi primera misión, bueno, un examen, para el Ministerio. Y como tendríamos que pasar la noche, tuve que prepararme adecuadamente. La ropa era fácil, ya que sólo necesitaba mi pijama y uniforme… pero ¿qué más necesitaría?

Bocadillos para el viaje hacia y desde la ubicación de la misión, bocadillos para comer después del almuerzo, bocadillos en caso de que tenga hambre por la noche… Si tuviera todo eso, pensaba que estaría bien. Ah, y también las herramientas mágicas que tomé prestadas.

“¡Voy a cumplir esa misión!” Grité mientras estaba parada encima de mi cama.

“Por favor, deje de hacerlo, mi Lady. No es apropiado.” Dijo Anne, que estaba en la habitación conmigo y me lanzó una mirada fría. “¿Estará bien sola? Debo pedirle a Lady María que la cuide mañana…” Murmuró para sí misma, sonando como una madre preocupada por el primer viaje escolar de su hijo.

Pero ahora era una adulta. Por lo general, Anne me ayudaba a empacar para los viajes (posiblemente, haciendo la mayor parte del trabajo para mí), pero esta vez me preparé yo misma. Sin embargo, ahora ella pidió echar un vistazo a mi equipaje.

“¿Para qué son estos bocadillos?”

“Para comer allá durante el viaje.”

“¿Y para qué son estos bocadillos?”

“Para comer después del almuerzo.”

“¿Y estos?”

“Para comer de noche si tengo hambre.”

“Hay demasiados bocadillos. No necesita tantos.” Dijo, quitando más de la mitad de mis provisiones de mi equipaje.

Oh, mis pobres, pobres bocadillos…

 “No parece haber ningún peine o espejo aquí.”

“Pensé que no los necesitaría.”

“Mi Lady… ahora es una adulta. Una dama. Se espera que cuide su apariencia. Su Madre se lo ha dicho una y otra vez, ¿no es así?”

“… Está bien, los llevaré…”

Mientras revisaba mi equipaje, Anne sacó y puso cosas como mejor le pareció, y terminó, una vez más, la mayor parte del trabajo para mí. Incluso después de que intenté hacerlo todo yo misma…

Después de que terminamos con mis maletas, el sol ya se había puesto. Estaba preocupada de estar tan nerviosa por el viaje del día siguiente que pasaría la noche despierta, pero, tal vez porque estaba tan cansada después de mi día en el Ministerio, me quedé dormida en el momento en que me acosté en la cama.

Anne me despertó a la mañana siguiente, y así comenzó el día de mi primera misión.