Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: La Prueba y El Préstamo De Herramientas Mágicas

Parte 1

Sintiéndome bien descansada después de una buena noche de sueño, comencé a prepararme para trabajar en el Ministerio. ¡Estaba tan contenta de haber encontrado un plan para evitar la fatalidad! Finalmente podría concentrarme en hacer mi mejor esfuerzo como un adulto que trabaja.

Haría mi trabajo como se me indicara, todo mientras buscaba las debilidades de los nuevos intereses amorosos y le enseñaba nuevos trucos a Pochi. ¡Vamos, Katarina, vamos! ¡Y gracias, misteriosa nota de libro!

Todo estaba explicado tan claramente. La persona que lo escribió debe haber sido muy inteligente… Hm, espera un segundo, ¿quién lo escribió?

La nota estaba en el libro que me había prestado Sophia, ¿entonces fue ella? ¿O fue Jeord, quien me devolvió el libro? O tal vez fue la persona que encontró mi bolso en el pasillo…

Pero el juego era algo de mi vida anterior, y se suponía que nadie en este mundo debía saberlo. Ayer había estado tan feliz de encontrar la información que anhelaba que no había pensado en ello, pero ahora me doy cuenta de lo misterioso que es todo.

¿Por qué estaba en el libro? ¿Quién la escribió? Decidí comenzar por preguntarle a Sophia, que me dio el libro, y a Jeord, que me lo devolvió después de que lo perdiera.

Puse la nota de vuelta al libro, el libro en mi bolso, la bolsa en mi hombro, y me dirigí al Ministerio Mágico.

En la entrada, un aviso publicado en el tablón de anuncios decía: “Todos los recién llegados deben ir al auditorio donde se celebró la ceremonia de entrada”.

¿Van a anunciar a qué departamento irá cada uno de nosotros? Nos habían guiado a través de un recorrido por el Ministerio, pero aún no sabíamos nada sobre nuestras tareas.

Si era posible, querría evitar el Departamento de Investigación de Biomagia… El trabajo parecía difícil, y no quería desmayarme de nuevo. Pero se suponía que ese era el segundo departamento más desagradable. Me preguntaba sobre el primero. Si la gente quería ir allí menos que al Departamento de Biomagia, debía ser un infierno.

Entré en el auditorio y descubrí que la mayoría de los recién llegados ya se habían reunido allí. Fui uno de los últimos en entrar, así que me paré bastante lejos del podio. Traté de buscar a María y Sora, pero no estaban allí. En cuanto a mis otros amigos, se suponía que debían estar en el Ministerio, pero no eran recién llegados, por lo que tal vez no estarían allí.

¿Aún no habían llegado esos dos? ¿O estaban en todo el frente? Intenté moverme hacia el podio para buscarlos, y accidentalmente me tropecé con alguien. Estaba mirando hacia adelante y no lo vi en absoluto.

“¡Lo siento!” Me disculpé.

“No hay problema.” Respondieron, volviéndose para mirarme.

Ya había visto a ese chico con cabello anaranjado y ojos azules. Era Dewey Percy, uno de los nuevos intereses amorosos en FL2 que había conocido durante el tour el otro día.

De cerca, era realmente apuesto. Todas las chicas que le gustaban los chicos más jóvenes debían haberse vuelto locas por él mientras jugaban.

Ahora bien, tan pronto como nuestros ojos se encontraron, de repente su hermoso rostro se convirtió en una expresión de odio.

¡Se veía tan tranquilo hasta verme! ¿Por qué me está mirando como si yo fuera su enemigo jurado? Se suponía que debía antagonizarlo en el juego, ¡pero en la vida real nos acabamos de conocer!

¿Por qué? ¡¿Por qué?!

 Mientras todavía estaba sorprendida, Dewey se apartó de mí antes de irse.

¿Qué acaba de suceder? ¿Ya lo había enojado de alguna manera, sin siquiera darme cuenta? Si él comenzara a guardarme rencor antes de que pudiera descubrir su debilidad, demostraría ser un enemigo formidable en la batalla contra la fatalidad.

Tendré que concentrarme en enseñarle trucos a Pochi. Por ejemplo, podría enseñarle a advertirme cuando un enemigo se acerca, dándome tiempo para escapar. ¿Y quién podría enseñarme cómo abrir cerraduras, algo que absolutamente necesitaba aprender a salir de la cárcel? ¿Tal vez Sora? Tenía que preguntarle, y luego podría practicar en mi habitación en casa. Si necesitara alguna herramienta, como un trozo de alambre o algo así, simplemente se la pediría al abuelo Tom.

“¡Lady Katarina!” Alguien me llamó.

Sorprendida, me di la vuelta y encontré a María sonriéndome. También me di cuenta de que todos comenzaban a marcharse.

¿Eh? ¿Qué pasó aquí?

 “¡Estamos en el mismo grupo de prueba! ¡Estoy tan orgullosa!” Dijo María con una sonrisa encantadora, pero no tenía idea de lo que estaba pasando.

¿Prueba? ¿El mismo grupo de prueba?

 “Er, ya ves, María, en realidad no tengo la mejor comprensión de la situación en este momento. ¿Te importaría explicármelo?”

Al principio parecía sorprendida, pero luego sonrió de nuevo y aceptó amablemente, como se esperaba de (mi waifu) María.

Al final resultó que, uno de los superiores había dicho que tendríamos que hacer un examen para decidir a qué departamento nos enviarían.

Realmente no escuché nada de eso. O tal vez simplemente no escuché.

 Las preferencias de cada recién llegado se tenían en cuenta al elegir su departamento, pero aparentemente, esta prueba se realizaba todos los años para evaluar sus habilidades reales y tomar una decisión final.

Nos dividimos en grupos de prueba y tuvimos que completar algunas tareas simples. Los nombres de los que pertenecen a cada grupo se publicaron en un tablón de anuncios cerca del frente del auditorio, y María y yo terminamos en el mismo. Me sentí afortunada de estar en el mismo grupo que mi amiga a pesar de esta gran cantidad de personas.

“¡También me alegro de estar en el mismo grupo que tú! ¿Cuántas otras personas habrá con nosotros?” Le pregunté a María. Seguramente no seríamos sólo nosotras dos.

“En realidad, estaba tan emocionada de estar con Lady Katarina que olvidé verificar los nombres de los otros miembros…” Dijo sonrojada. Ella era tan linda que era desconcertante. Estaba tan emocionada que volvió corriendo aquí… Estaba tan feliz.

“¡Entonces vamos a revisar juntas!”

“¡Sí!”

Caminamos juntas al frente del auditorio. Cerca de “María Campbell” y “Katarina Claes”, el aviso decía: “Sora Smith”.

“¿Sora Smith?”

“Ese sería yo.” Dijo el chico guapo de ojos azules detrás de mí.

“¡Pensé que eras tú! ¿Entonces tu apellido es ‘Smith’?”

Estaba segura de que se suponía que no debía tener apellido, al ser huérfano y todo eso.

“La Sra. Larna me dio un apellido al azar para asegurarse de que no me harían preguntas molestas aquí en el Ministerio.” Explicó casualmente.

No tener un apellido lo haría sobresalir, claro… pero usar un apellido que se le dio sin pensarlo dos veces era increíble. Y Larna “al azar” dándole el suyo a un subordinado era aún más increíble. No es que me importara tanto mi propio apellido, pero aun así…

De todos modos, como éramos María, Sora y yo, sonreí felizmente. “¡Ya somos amigos en este grupo! Eso es un alivio-” Dije. No sabía qué tipo de tarea tendríamos que realizar, pero hacerlo con mis amigos sin duda sería más fácil.

“¿También eres amiga del cuarto miembro?” Preguntó Sora.

¿Qué?

 Volví a mirar el aviso y, efectivamente, debajo de “María Campbell”, “Katarina Claes” y “Sora Smith”, había un cuarto nombre.

Dewey Percy.

 Ese era el nombre de uno de los intereses amorosos de FL2, específicamente el que me había mirado hace unos minutos. ¿El hecho de que estuviéramos en el mismo grupo podría significar que esta prueba fue un evento programado en el juego? De cualquier manera, no es que pudiera escapar.

A cada grupo se le indicó dónde esperar nuevas órdenes, y me dirigí allí mientras luchaba contra el miedo a la fatalidad entrante.

Dewey ya estaba allí. Esta vez no me dio la mirada de odio, tal vez porque María y Sora también estaban allí, pero claramente estaba evitando mirarme y pude sentir la tensión en el

aire. María, amable como siempre, trató de hablar con Dewey, que aún mantenía su distancia, pero no le fue bien.

Esto realmente me puso nerviosa sobre cómo se desarrollarían las cosas. Estábamos esperando incómodamente cuando alguien nos llamó desde atrás.

“¿Son el grupo número dos?”

“Sí.” Respondimos todos al unísono, dándonos la vuelta para mirar y… congelados en estado de shock.

La persona frente a nosotros era muy, muy peculiar. Cabello negro hasta la cadera, bellamente trenzado con grandes lazos. Un uniforme personalizado mucho más que el de Cornish, lleno de cintas y volantes, que apenas se parece a un uniforme. Maquillaje lo suficientemente grueso como para rivalizar con la elegancia del uniforme. Ojos rodeados de brillo y con pestañas largas, probablemente falsas. Lápiz labial rojo sangre.

Una apariencia así hubiera sido impactante para cualquiera… pero era aún más impactante verla en un hombre. Un hombre musculoso con barba azul, por cierto.

Tenía la sensación de que Cornish y Norman sólo habían sido un calentamiento para la locura. Sólo lo miré, insegura de lo que debía decir.

“¡Hola! Hoy supervisaré su examen. Mi nombre es Guy Handerson, pero eso no es lo suficientemente lindo, así que me dicen Laura. ¡Por favor llámame así!” Él… ella dijo, echando la cabeza hacia un lado en un gesto cursi.

Ella sonaba y se comportaba como el epítome de la feminidad, pero parecía un hombre bastante masculino de mediana edad…

“Y, junto conmigo… Oh, él no está aquí. ¿A dónde fue Nathan?” Dijo Handerson (no me atrevía a llamarle Laura) antes de comenzar a buscar a alguien.

Incluso los recién llegados de otros grupos de prueba le miraban… lo cual era completamente comprensible. Miré a los examinadores de otros grupos, pero no vi uniformes con volantes ni fisicoculturistas. ¿Nos había vuelto a tocar el extraño?

“Estoy aquí. Justo aquí.” Dijo una voz débil proveniente de algún lugar cerca de mí, interrumpiendo mis pensamientos.

No me había dado cuenta de que había alguien tan cerca de mí, así que dejé escapar un pequeño grito de sorpresa.

“¡Nathan, grandísimo tonto, siempre escondiéndote! ¡Mira, asustaste a uno de los recién llegados!” Dijo Handerson, mirando a un hombre que era su polo opuesto.

¿Desde cuándo estuvo aquí? Nunca noté su presencia…

 Su uniforme no estaba personalizado de ninguna manera, y lo llevaba puesto de manera ordenada y adecuada. Era alto y tenía flequillo largo y gafas grandes y gruesas. Eso era todo lo que podía decir sobre él. Era notablemente irrelevante.

“No me estaba escondiendo. La gente de alrededor simplemente no me nota.” Dijo con el ceño fruncido antes de presentarse a nosotros.

“Soy Nathan Hart. Junto con Guy, seré su examinador por hoy.” Dijo con calma.

¡Qué persona tan normal! Me sentí aliviada. Después de ver a todos esos empleados extraños del Ministerio, conocer a una persona tan poco distinguida, aunque un poco difícil de notar, era muy refrescante. Alivió ligeramente el desconcierto que había sentido al conocer a Handerson.

Ahora bien…

“Ahora le daremos más detalles sobre la prueba, así que síganme a la sala que fue asignada a su grupo.” Dijo, y comenzó a caminar.

Uh. Espera, ¿a dónde fue? Lo perdimos de vista unos momentos después de que se movió hacia la multitud.

“Ahh, lo hemos perdido de nuevo, ¿no es así?” Dijo Handerson, quien por el contrario era alguien a quien sería muy difícil perder de vista. “Es un buen chico, Nathan, pero es muy fácil perderle el rastro. Y él también siempre se pierde…” Dijo ella, poniendo sus manos en sus mejillas.

La miré a ella y a su lindo gesto, ahora segura de que “colegas normales” no sería un beneficio que disfrutaría en este lugar de trabajo.

Un hombre bastante varonil de comportamiento femenino, un hombre que desaparece y un chico guapo que parecía odiarme sin ninguna razón. El camino por delante era espinoso…

Handerson nos llevó a nuestro destino, y Hart reapareció después de un rato, sin aliento a pesar de la corta distancia.

“¡Lo siento! No pudimos encontrarte, así que pensamos que te esperaríamos aquí.” Dijo Handerson.

“No te preocupes, sucede todo el tiempo.” Respondió Hart, frunciendo el ceño.

“Lo siento.” Parecía una buena, aunque un poco triste, persona.

“Está bien, ahora explicaremos el examen de hoy.” Dijo Handerson después de que estábamos todos.

“El Ministerio tiene una lista de misiones fáciles que se espera que incluso ustedes, pajaritos, completen. Elegimos una que pensamos que sería apropiada para ustedes.”

“Los cuatro del grupo número dos tendrán que cooperar para completar esta misión, y examinaremos su desempeño.” Dijo Hart.

Estaba nerviosa, pero no sonaba demasiado difícil ahora que había escuchado los detalles. Eso era un alivio.

“Y ahora, anunciaremos cuál es la misión.” dijo Handerson mientras sacaba un trozo de papel. “Algunas criaturas han estado apareciendo alrededor de un pueblo y acosando a su gente. Tendrán que ocuparse de eso.”

¡Oh! ¡Suena como una misión de un juego de rol! Si fuera suficiente para que el Ministerio tuviera que intervenir, no podrían ser sus criaturas cotidianas… Probablemente eran el tipo de animal que se investigaba en el Departamento de Biomagia.

¿Podrían ser unicornios? No, los unicornios no acosarían a los aldeanos… Tal vez sea una de esas plantas, las… las cosas… las mandrágoras… Realmente espero que no sean… las odio…

¿Y si fuera un dragón? ¡Eso sería genial!

 “Por cierto, ¿qué tipo de criatura es esta?” Le pregunté a Hart, incapaz de contener mi curiosidad.

“Tanukis.” Respondió.

¿Hm? ¿Escuché eso bien? ¿Realmente dijo “tanukis”? ¿Los pequeños mamíferos marrones que comen cultivos? No, eso no tendría ningún sentido. Este es el Ministerio de Magia.

“… ¿Qué es exactamente un tanuki?” Pregunté, pensando que tal vez eran criaturas diferentes que simplemente se llamaban igual que los “tanuki” de mi mundo.

“¿Qué? ¿Nunca ha visto un tanuki? Son pequeños animales marrones que viven en aldeas agrícolas y arruinan sus cultivos…” Explicó Handerson, sorprendida.

… Eso es un tanuki, ok. Nada mágico o misterioso al respecto. ¿Por qué el Ministerio tiene que lidiar con ellos? ¿No podrían los aldeanos simplemente poner trampas o algo así? ¿Por qué la organización más poderosa del reino tiene que luchar contra los tanukis?

“Disculpe, pero… ¿por qué el Ministerio tiene que ocuparse de tanukis? ¿No pueden los aldeanos hacerlo ellos mismos?” Dijo Dewey, sacando las palabras de mi boca.

Gracias. Esa es una respuesta que me muero por escuchar.

 Hart respondió con expresión preocupada. “Lo intentaron, pero había tantos que tuvieron que pedir nuestra ayuda.” Hizo una pausa por un segundo y luego siguió hablando. “Y también… muchos recién llegados tienen ideas idealizadas y poco realistas sobre el trabajo en el Ministerio. A menudo tenemos que lidiar con cosas que son, bueno, decepcionantes. El Ministerio tiene muchas sucursales y bastantes empleados, por lo que debe realizar todo tipo de tareas serviles.”

Tareas serviles… No estaba planeando exactamente convertirme en Empleada del Año del Ministerio de nada, pero después de escuchar lo poderosa que era una organización, tenía expectativas más altas que las “tareas serviles”…

Handerson, probablemente viendo lo sorprendida que me veía, trató de explicar más las cosas para calmarme. “¡Pero nuestra misión hoy es una que hemos elegido específicamente para que sea fácil! Ya ven, ninguno de ustedes, queridos, tiene una poderosa magia ofensiva.”

De hecho, María sólo tenía magia de luz, que era un poder curativo, Sora tenía magia de fuego, pero era débil, tenía que mantener en secreto mi familiar oscuro porque era un engendro de la oscuridad, por lo que sólo podía usar mi Elevador de Tierra, y Dewey ni siquiera tenía magia. Todos teníamos nuestros talentos únicos, pero la magia ofensiva no era uno de ellos. Eso hacía que los tanukis tuviera mucho más sentido.

“… ¿Cómo se decidieron los grupos en primer lugar?” Preguntó Dewey con frialdad.

“Ciertamente no en base al equilibrio de habilidades mágicas, ni a la edad… Entonces, ¿cuáles fueron los criterios?” Dijo antes de mirarme.

“Los miembros para cada grupo fueron seleccionados completamente al azar. ¿Por qué? ¿Hay algún problema?” Respondió Hart.

“… No, señor.” Dijo Dewey, como si hubiera, de hecho, un montón de problemas.

Por alguna razón, me miró enojado. La trama de FL2 aún no había comenzado, por lo que hasta el momento apenas habíamos interactuado… Tenía que averiguar la razón detrás de su odio hacia mí.

“Ahora, déjenme darles más detalles sobre la misión de hoy.” Dijo Hart.

Explicó que el pueblo estaba en el país, cerca de una de las sucursales periféricas del Ministerio. Dada su ubicación, esa sucursal tenía que lidiar con asuntos mucho más triviales que la sucursal principal de la capital. Normalmente serían capaces de resolver el problema por sí mismos, pero tenían las manos ocupadas con otras tareas, por lo que solicitaron ayuda al cuartel general.

El cuartel general, pensando que sería una prueba perfecta para los recién llegados, aceptó. Sabía que comenzar con una misión difícil sería problemático, pero al mismo tiempo, todavía me sentía decepcionada.

“La tarea en sí no es particularmente desafiante, pero la ubicación está bastante lejos. Si nos fuéramos hoy, probablemente no llegaríamos antes de la noche. Saldremos mañana temprano por la mañana, y es posible que tengamos que quedarnos allí por algunas noches, así que asegúrense de estar preparados.” Dijo Hart.

Oh, entonces no estaba lo suficientemente cerca como para que pudiéramos ir, deshacernos de un par de tanukis y regresar. Sin embargo, pasar la noche en un lugar lejano parecía divertido.

Después de la explicación, Handerson se levantó y sonrió.

“Como ninguno de ustedes tiene una fuerte magia ofensiva a su disposición, los superiores les prestarán herramientas mágicas. Vayamos al almacén del Laboratorio de Herramientas Mágicas.”

¡¿Herramientas mágicas?! ¡Eso sí que es genial! Y serían útiles para compensar nuestra falta de magia ofensiva (incluso si estuviéramos en contra de… tanukis).

Luego Hart y Handerson nos guiaron al almacén donde se almacenaban las herramientas mágicas. Lo primero que me vino a la mente cuando escuché el término “herramientas mágicas” fue el tipo de cosas sobre las que había leído en los libros de mi vida anterior: varitas mágicas, capas que te hacen invisible, relojes que te permitían viajar en el tiempo… Mi emoción, no obstante, desapareció tan pronto como entramos en el almacén.

¿Qué es esto…? ¿Basura?

 Ante nosotros había una colección de artículos extraños, grandes y pequeños, amontonados al azar y cubiertos de polvo. En lugar de un almacén, parecía un basurero. Todos los demás parecían tan sorprendidos como yo mientras miraban la basu… las herramientas mágicas frente a ellos.

De nuevo, Handerson sintió nuestra conmoción e intervino. “Construimos muchas herramientas en el Ministerio, pero no todos los prototipos resultan exitosos, y muchos de ellos están almacenados aquí. Pero algunos de ellos hacen el trabajo.”

… ¿No significa eso que la mayoría de ellos no funcionan? Ella sólo hizo que el almacén se viera aún peor…

“¿Podría mostrarnos algunas de las herramientas como ejemplo?” Preguntó María tentativamente, y Handerson tomó una pequeña herramienta que estaba cerca de ella.

“Esto le permite comunicarse a largas distancias. Todavía es un prototipo, pero los resultados hasta ahora no son tan malos.” Dijo con orgullo.

Eso sonaba como un teléfono. Una herramienta maravillosa de hecho.

“Eso suena maravilloso. ¿Se puede usar desde cualquier lugar?” Preguntó María, emocionada por el teléfono mágico.

“Bueno, no del todo. Debes estar afuera, y debes estar parado en un lugar lo suficientemente alto.” Explicó Handerson, visiblemente frustrada por la pregunta.

“¿Alto…? ¿Exactamente qué tan alto?” Preguntó Dewey, interesado a pesar de la expresión decepcionada de Handerson.

“El techo de un edificio de tres pisos, diría yo. Como vamos al campo, eso podría ser difícil…”

Había algunos edificios altos aquí en la capital, pero no muchos fuera de ella. De repente el teléfono mágico no parecía tan útil.

“Entonces probablemente sería inútil para esta misión. ¿Qué otras herramientas hay?” Preguntó Dewey implacablemente. Parecía un niño lindo, pero por dentro era muy frío…

“Esto siempre está frío, por lo que es perfecto en los días calurosos.” Dijo Handerson, dándole a María algo que parecía una piedra tan grande como su palma.

“¡Oh, es verdad! ¡Realmente se siente frío!” Dijo María

“Ahora mismo apenas es primavera, y no parece que esto ayude en nuestra misión.” Dijo Dewey, más frío que cualquier piedra.

Tenía razón… No era verano, y probablemente no ayudaría contra nuestros enemigos (tanukis).

Todavía no desanimada, Handerson nos mostró “la piedra que siempre está caliente”, “el pañuelo que siempre tiene un aroma ligero y agradable”, “el abanico que te enfría mucho con sólo agitarlo un poco”, “la bolsa donde puedes almacenar olores de comida para extraerlos más tarde”, y más.

Todas ellas eran herramientas interesantes por derecho propio… pero ninguna de ellas parecía particularmente útil para nuestra misión.

“Tenemos muchas cosas aquí… montañas de ellas. Pero la mayoría de ellas aún son prototipos, por lo que no podemos usarlas…” dijo Handerson, como si tratara de defenderse. “Oh, bueno.” Dijo ella, ahora aparentemente harta. “Sólo tomen lo que quieran. Si tienen suerte, será útil durante la misión.”

Vaya forma de darnos toda la responsabilidad.

 Fue entonces cuando me di cuenta de que Hart no estaba allí. En realidad, me di cuenta de que no sabía si él había llegado hasta aquí con nosotros. ¿Se perdió de nuevo al venir aquí? Era tan fácil olvidarse de eso que daba miedo.

Y ahora, sin el consejo de Hart o Handerson en el que confiar, todos comenzamos a revolver silenciosamente la basura.

Hmm… Sólo mirar las herramientas no era suficiente para saber cuál era su función. Encontré algo que parecía una escoba… Me pregunto qué hace esto.

“Disculpe, Sra. Handerson, ¿qué tipo de herramienta es esta?”

“Oh, sólo llámame Laura. Esa es una escoba de limpieza automática.”

“Así que realmente es sólo una escoba. Pero la limpieza automática suena realmente útil.”

“Sí, bueno, desafortunadamente no puede reconocer la suciedad, por lo que simplemente barre de diestra a siniestra, y generalmente hace un desastre más grande que antes.”

“…”

¿A eso se le puede llamar limpieza automática?

 Seguí mostrándole herramientas a Handerson y preguntándole para qué eran, pero ninguna de ellas resultó ser particularmente útil. Eran interesantes, sí, pero no las llevaría conmigo en una misión.

Dewey ya había perdido interés en buscar y estaba sentado en una esquina, leyendo un libro. Ese chico no tenía respeto por la autoridad.

Si las herramientas fueran más pequeñas, al menos podría llevar un par de ellas, pero la mayoría de ellas eran imprácticamente grandes.

Debo encontrar algo pequeño y posiblemente útil… ¿Oh? ¿Qué es eso? Vi algo brillante encima de una pila de otras herramientas. ¿Podría ser una varita mágica de chica mágica? Si tengo que conseguir algo inútil, bien podría ser algo inútil, pero de aspecto genial.

Me acerqué para inspeccionarlo, y era… ¿Un espejo de mano? No, espera, ¿una lupa?

 El pequeño instrumento (que, para ser sincera, no era muy atractiva) era una lupa como las que había usado de niña en mi vida anterior, sin siquiera un asa decorativa ni nada. Ahora bien, el mirar a través de ella no hacía que las cosas parecieran más grandes… otra herramienta más que no tenía idea de para qué usarla.

“Sra. Hander… Sra. Laura, ¿para qué es esta?”

“¿Oh? Déjame ver, querida.”

Tal vez porque la llamé Laura, Handerson respondió con una gran sonrisa. No sería fácil, pero decidí llamarla Laura a partir de ese momento.

Laura tomó la herramienta y la miró, perpleja.

“La jefa estaba investigando esto personalmente, así que no estoy tan segura, pero… creo que se supone que esta cosa brilla en la oscuridad…”

Entonces es… ¿una linterna? Pensé que finalmente había encontrado algo útil, pero Laura dijo que apenas era suficiente ver justo enfrente de donde la sostenías… De nuevo, inútil.

Seguí mostrando y preguntando, pero sólo encontraba más cosas inútiles. Sin embargo, pensé que no pedir prestado nada sería grosero, así que tomé la lupa que (apenas) se encendía y la bolsa donde podía almacenar fragancias de comida para (apenas) olerlas más tarde. Tal vez en algún momento me encontraría con hambre y en la oscuridad.

María y Sora también tomaron prestadas algunas herramientas, pero Dewey, ¡el muy ingrato!, no. Luego volvimos a casa para prepararnos para la mañana siguiente, cuando nos reuniríamos en el Ministerio para ir juntos a la aldea.