Otome Game no Hametsu Flag shika nai Akuyaku Reijou ni Tensei shite shimatta… (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: Luchando contra los Tanukis

Parte 1

El clima era perfecto, lo que me hacía sentir optimista sobre el examen.

Keith, que hoy no iría al Ministerio ya que tenía que ayudar a Padre con su trabajo, vino al jardín a saludarme antes de que me fuera.

“Ten mucho cuidado, Nee-san.” Dijo, por centésima vez desde ayer.

“No te preocupes. Es como una pequeña excursión al campo. ¡No hay nada peligroso en eso! Estás demasiado ansioso, Keith.”

“No es que esté demasiado ansioso, el problema es que te metes en problemas con demasiada frecuencia. Asegúrate de no ir a ningún lugar extraño y de no hablar con personas desconocidas. ¡Incluso si te ofrecen bocadillos! ¿Entendido?”

Me ofendió un poco que me hablara como si yo fuera una estudiante de primaria, pero sabía que responderle sólo haría que todo se alargara más, así que estuve de acuerdo.

“Ok. Tendré cuidado.” Le dije.

Salí de la mansión (mientras Keith aún murmuraba: “¡Sé cuidadosa!”), y fui al Ministerio. Cuando llegué allí, los otros en mi equipo ya estaban esperando. Sora parecía distante y despreocupado, como siempre, pero María parecía un poco nerviosa, y Dewey parecía estar tan molesto como lo había estado ayer.

Los saludé a todos, y luego nuestros (singulares) examinadores llegaron a la escena.

“¿Están listos, chicos y chicas? ¡Nos iremos muy pronto!”

Handerson (¿Laura?) Estaba actuando como el chico (¿chica?) amigable siendo anfitrión de uno de los espectáculos infantiles de mi vida anterior. Su maquillaje era perfecto a pesar de ser tan temprano en la mañana, y su uniforme se veía diferente al de ayer, con nuevos adornos y lazos. ¿Cuántos posee ella?

Por alguna razón, ella tenía una soga en la mano, y al otro extremo de la soga estaba atado… Nathan Hart.

¿Qué? ¡¿Por qué están estos dos conectados por una cuerda?! Me pregunté a mí misma.

Laura, viéndome mirar fijamente, explicó.

“¡Esto es sólo para que Nathan no se pierda! ¡No nos gusta ninguna cosa rara!”

Realmente no estaba pensando en eso, pero aun así… ¿no consideraba que su atuendo era algo extraño en lo que estar inmersa, según sus criterios?

Hart, por cierto, sólo se quedó allí en silencio con una mirada triste en sus ojos. Después de ver lo fácil que ayer se perdió, estuve de acuerdo en que necesitábamos alguna medida para seguirle la pista, pero… la cuerda atada a su cintura lo hacía parecer una mascota de gran tamaño.

“Muy bien, dejemos de perder el tiempo y vámonos.” Dijo Laura, guiándonos al carruaje que se había preparado para nosotros.

Este carruaje era mucho más grande que el que habíamos usado para rescatar a Keith. María, Dewey, Laura, Hart y yo podíamos viajar cómodamente en él. ¿Hmm?

“Espera, ¿dónde está Sora?” Pregunté, dándome cuenta de que no estaba con nosotros.

“Oh, él conducirá. Pedimos un carruaje, ¡pero olvidamos pedir un conductor! ¡Whoopsie! No sabría cómo hacerlo, y al dejar que Nathan lo haga se correría el riesgo de perdernos. Afortunadamente, Sora se ofreció a hacerlo.” Respondió Laura.

Más tarde escuché que ayer por la noche, cuando llegó el carruaje, Laura se dio cuenta de que se había olvidado de pedirle al Ministerio que le preparara un conductor. Dado que estaba allí en el momento adecuado, el pobre Sora no podía hacer nada más que ofrecer su ayuda.

El hecho de que ella olvidaría al conductor fue bastante sorprendente, pero lo que más me sorprendió fue que no podía conducir un carruaje. Además del maquillaje y la ropa, parecía la clase de persona que era buena en ese tipo de cosas…

¿Y Hart se podría perder incluso en un carruaje? Pensaba mientras miraba al hombre que bajaba la cabeza en tono de disculpa.

Después de despertar con un clima tan bueno, me había sentido bien con la misión. Pero ahora, al ver a mis examinadores, estaba teniendo dudas. El carruaje comenzó a moverse y ya no me sentía tan segura.

Al principio todos estábamos en silencio (principalmente porque no sabíamos de qué hablar, dado este singular grupo) pero después de un tiempo, Laura comenzó a hablar.

“María, linda, tu piel se ve tan suave. ¿Utilizas algún tratamiento especial?” Preguntó de repente, yendo con un tema femenino de inmediato.

Tanto María como yo estábamos un poco sorprendidas, pero de alguna manera mi amiga logró responder.

“No… nada en particular.”

“¡¿Qué?! ¡Eso no es justo! ¡Ojalá pudiera tener esa piel de porcelana sin poner ningún esfuerzo!” Dijo Laura haciendo pucheros. Sus gestos, y sólo eso, eran realmente lindos.

Por otra parte, el hecho de que la piel de María fuera tan hermosa como lo era sin ningún tratamiento también me sorprendió… Como una buena protagonista de juego.

Todos los días después de terminar mi baño, Anne me cubría la cara con lociones y cremas (ciertamente no lo haría yo misma). Por eso mi piel no estaba tan mal, aunque no tan suave y brillante como la de María.

“Dewey, amor, ¿estás usando algo para que tu cabello sea tan esponjoso?” Preguntó Laura, sonriendo a Dewey, cuya cara estaba tan quieta como tallada en piedra.

… ¿Ella acaba de llamarlo “amor”?

 “No uso nada.” Respondió, pero ella no parecía ofenderse por la frialdad de su respuesta, sólo haciendo pucheros mientras gritaba: “¡Eso no es justo!”, como lo había hecho con María, antes de finalmente mirarme.

Oh, primero piel y luego cabello… ¿Sobre qué me va a preguntar? Desafortunadamente, ni siquiera sé qué tipo de tratamiento uso en nada, ya que Anne está a cargo de todo eso. O más bien, Anne me obliga a usar todas esas cosas. ¿Cómo voy a responder?

“Katarina, querida…”

Probablemente debería decirle que le preguntaré a mi criada cuando volvamos a casa.

 “… ¿Qué tipo de dulces te gustan?”

“…”

Esa pregunta fue tan inesperada que me congelé por un momento.

Después de todas mis preocupaciones, su pregunta no tenía nada que ver con los cosméticos.

Pero, espera un segundo, ¿por qué soy la única a la que le preguntan sobre dulces? Incluso le preguntó a Dewey, que es un chico, sobre su cabello… ¡No me dejes fuera de eso, vamos!

¡Alaba mi cabello, mi piel o algo así! Por supuesto, esos dos son mucho más bonitos, pero le estoy poniendo… ¡Anne está poniendo mucho esfuerzo en mi aspecto! ¿Por qué dulces?

“… ¿Dulces? ¿Por qué preguntaría eso?” Pregunté confundida.

“Hmm… Pareces alguien a quien le gustan los dulces.” Dijo ella, inclinando la cabeza hacia un lado. Una vez más, sus gestos, y sólo eso, eran realmente lindos.

¿Pero qué significaba eso? Me gustaban los dulces, eso era cierto. Revisaba periódicamente los bocadillos que los sirvientes de la mansión compraban para asegurarme de que sabían bien, recorría la ciudad en busca de buenas panaderías y me consideraba una conocedora de todas las cosas azucaradas. ¿Todo eso sólo… se mostraba en mi cara?

“¿No te gustan los dulces, cariño?” Preguntó con otro lindo gesto.

“… Me gustan…”

“¡Justo como pensé! ¿Tiene alguna recomendación?”

“¿Recomendación? Bueno… ¿De qué tipo estamos hablando?”

“Veamos…”

Y así es como comenzó nuestra discusión sobre los dulces, que continuó durante bastante tiempo. No era tan buena hablando de romance o maquillaje u otras cosas similares, pero cuando se trataba de comida, podía seguir haciéndolo durante horas. Lo sabía todo, desde las pastelerías de lujo que servían a la familia real hasta las pequeñas panaderías familiares. Incluso hablamos sobre las golosinas caseras de María, involucrándola también en la discusión.

“Y esas bocanadas de crema, ya sabes, las conchas son tan suaves que…” Dije, justo antes de que mi estómago gruñera fuerte… Todo esto de hablar de cosas deliciosas me había dado hambre.

Al escuchar el sonido embarazoso de mi barriga, Laura se rio y luego sugirió que paráramos para almorzar en el pueblo cercano. Estuve de acuerdo de todo corazón y noté que había estado tan cautivada en nuestra conversación que no había notado cuánto tiempo había pasado.

Ya no me sentía ansiosa por la misión, e incluso María ya no tenía la expresión nerviosa que tenía al principio. Dewey, en cambio, parecía tan distante como siempre.

Laura llamó a Sora, que conducía el carruaje, para decirle que pararíamos a almorzar.

Como estábamos tan lejos de la capital, el pueblo en el que nos detuvimos era bastante pequeño. Pero pudimos encontrar una pequeña taberna, probablemente de propiedad familiar, que era lo suficientemente grande como para servirnos a todos. Sólo ofrecían algunos platos, pero sabían bien.

“¡Oh, esto es tan bueno!”

El pan era suave, la lechuga fresca y el tocino crujiente. Todas estas texturas, juntas, hicieron un sándwich increíblemente sabroso. Podría tener otro… o dos… o tres…

Pedí una segunda ronda y Dewey me fulminó con la mirada.

“¿Tú también quieres uno? Aquí, toma.” Le ofrecí, pensando que tenía envidia y quería probar uno por sí mismo.

“N-No, gracias. Lady Claes… no parece despreciar la cocina de tales lugares…” Murmuró.

“¿Qué quieres decir con ‘tales lugares’? ¡Es delicioso!” Dije, insegura de lo que quería decir.

“Entiendo…” Respondió, alejando sus ojos de mí.

¿A qué se debió todo eso?

 Había pasado casi medio día junto con Dewey, y este era probablemente nuestro primer intercambio. Parecía que me odiaba y, si ese era el nivel de las conversaciones que íbamos a tener, probablemente nunca sabría la razón. Bueno, en realidad tampoco hablaba con nadie más…

Como me di cuenta de que era uno de los personajes principales de FL2, quería ser más amigable con él para poder obtener información útil. Pero nuestros ojos no se encontraron durante el resto del almuerzo.

Quería otro sándwich, pero Sora y María me detuvieron porque se nos estaba haciendo tarde. El anciano a cargo del restaurante notó lo triste que me había puesto y envolvió un sándwich para que comiera más tarde, diciendo que estaba feliz de verme disfrutar de la comida que hizo.

Le di las gracias desde el fondo de mi corazón y me fui, lista para volver al carruaje… cuando sucedió algo.

“Volvamos a la carretera ahora.” Dijo Laura, y comenzamos a seguirla cuando de repente se sobresaltó de terror.

“¡¿Q-Qué pasó?!” Le pregunte a ella.

Ella me miró con sus ojos azules y dijo: “… Olvidé aferrarme a la cuerda… Estaba sosteniéndola cuando entramos al restaurante, pero…”

Su voz estaba llena de nada menos que desesperación, y su mano, de hecho, no se aferraba a nada. Todos intentamos mirar alrededor, pero Hart no estaba allí.

Era como una de esas escenas en el manga donde todos están tan silenciosos que se puede escuchar el viento… Laura, sin embargo, se tranquilizó y comenzó a dar órdenes de manera clara y eficiente.

“No puede haber ido tan lejos. Ustedes dos busquen por allá, y ustedes dos hacia ese lado. Iré y regresaré sobre nuestros pasos. ¡Si nos separamos, deberíamos encontrarlo en poco tiempo!”

Todos hicimos lo que nos dijeron, pero… ¿por qué tuvo que emparejarnos así?

Una mirada pasajera a la expresión molesta de mi compañero de equipo fue suficiente para hacerme sentir incómoda. Laura nos había dividido dependiendo de quién estaba más cerca de quién, así que María terminó emparejada con Sora y yo con… Dewey.

Ugh… esto va a ser tan malo. Realmente espero que lo encontremos pronto.

 ¿Cómo logró perderse después de caminar tan poco y en un lugar con tan poca gente? Casi quería elogiarlo por su talento para perderse.

¿Está tratando de jugar al escondite? Si es así, podría estar escondido en algún lugar extraño.

 Intenté abrir el bote de basura cerca del restaurante, pero él no estaba allí.

“Yo… no creo que esté en un lugar como ese.” Dijo Dewey, horrorizado, y rápidamente puse la tapa en el bote de basura.

Volvimos a buscar a Hart, en silencio y sin hablarnos… Pero eso no serviría. Incluso después de encontrar a nuestro examinador perdido, tendríamos que realizar una misión juntos… y ciertamente no podríamos colaborar así.

¡Esta era la oportunidad perfecta para descubrir por qué Dewey me odiaba tanto!

“D-Dime, Dewey…” Pregunté poco antes de darme cuenta de que no había pensado en cómo preguntárselo realmente. “¿Hay, como, uhm, algo que odias de mí?”

Todo lo que podía hacer era preguntarle lo qué quería saber. ¿Y si él respondía “todo”? Ese sería el final de todo…

Si bien lamenté no haber planeado una mejor manera de obtener información de él antes de abrir mi boca, él me miró, con las cejas juntas en una mirada visiblemente preocupada.

“Eso es…” Se detuvo por un segundo, luego suspiró ruidosamente. “… Vengo de una familia indigente, y tuve que empezar a trabajar cuando aún era un niño. Pedí que me enviaran a una escuela gratuita cerca de mi casa, y tuve que prometer que seguiría trabajando mientras lo hacía. Puse mi alma en mis estudios para algún día poder superar la pobreza. Mis esfuerzos fueron recompensados, y me gradué mientras me saltaba cursos, y finalmente logré alcanzar un trabajo en la organización más poderosa del reino… el Ministerio.”

Por supuesto, ya sabía todo esto al leer esa nota misteriosa, pero escucharlo todo directamente desde la fuente lo hizo sonar aún más intenso.

“El trabajo era duro y apenas me quedaba tiempo para estudiar durante el día, así que a menudo lo hacía por la noche en lugar de dormir. Pero quería escapar de ese triste estado, y seguí adelante sin mirar atrás… Por eso estoy aquí en el Ministerio… Pero, ¿qué hay de usted, Lady Claes? ¿Cómo llegó al Ministerio?” Me preguntó, sus ojos azules llameantes.

“B-Bueno, yo…”

Ingresé al Ministerio porque era dueña de un Familiar Oscuro, pero eso era confidencial. Y la razón por la que acepté el trabajo fue que estaba demasiado asustada para casarme con Jeord en este momento, y esto parecía una buena manera de retrasar el matrimonio… Pero después de escuchar la historia de Dewey, nunca podría contarle la verdad. Ahora, finalmente entendía sus sentimientos…

Dewey sonrió ante mi falta de respuesta. “¿Por qué la hija de un duque, sin ninguna habilidad mágica particular ni resultados sobresalientes en una prueba, alguna vez trabajaría en el Ministerio?” Dijo, eligiendo sus palabras para que fueran lo más malas posibles.

Por eso me odia…

 “He venido a trabajar usando lo mejor de mis habilidades.” Dijo, y una vez más comenzó a buscar a Hart.

También he venido aquí para trabajar usando lo mejor de mis habilidades, pensé… pero no podía decirlo. Después de todo, acababa de elegir el Ministerio como un lugar para escapar y había logrado entrar sin ningún esfuerzo.

Si hubiera derramado sangre y lágrimas para conseguir un trabajo y luego hubiera encontrado allí a alguien que no fuera diligente con respecto a lo que hizo y que obtuvo su puesto sin siquiera intentarlo, eso también me enfurecería. Me amargaría.

Renací en este mundo como hija de un duque, y disfrutaba de todos los beneficios que conllevaba eso (así como la fatalidad, pero esa es otra historia). Tal vez eso me había hecho demasiado arrogante.

En mi vida anterior había sido hija de un padre oficinista y una madre ama de casa a tiempo parcial, y no podía dar por sentado el dinero. Recordé ir a la tienda de conveniencia cerca de mi casa y ver a un niño rico comprar el helado premium, mientras que tenía que conformarme con el helado más barato…

Pero ahora, no sólo comía todos los dulces que quería, incluso pedía segundas tandas, sino que incluso les pedía a mis criados que me dijeran cuándo la panadería tenía nuevos productos. Tal vez el lujo me había vuelto arrogante… a este ritmo, caería en la ruina como la Katarina de Fortune Lover.

Reflexioné que nunca había pensado en la comodidad en la que renacer me había puesto. Fue entonces cuando apareció Sora, viniendo a decirnos que habían encontrado a Hart.

Después de encontrar a Hart, volvimos al carruaje y partimos hacia nuestro destino. Laura siguió hablando con su compañero examinador, presumiblemente regañándolo por perderse, pero estaba tan sorprendida por lo que Dewey había dicho que apenas la escuché.

Tal vez realmente era malcriada y me creo mejor que los demás… y eso explicaría por qué todavía tenía que lidiar con los catastróficos finales malos.

Traté de organizar mis pensamientos de la única manera que sabía cómo: celebrar una reunión dentro de mi cabeza.

Presidenta de la reunión: Katarina Claes. Representante de la reunión: Katarina Claes. Secretaria de la reunión: Katarina Claes.

“Huff… huff… P-Por favor, todas, siéntense.”

“Huff… No, Sra. Claes, espere, todavía nos falta alguien.”

“Huff… Tiene razón… Todavía no estamos listas.”

“Estoy de acuerdo. ¡Esta reunión fue tan repentina que no pudimos prepararnos a tiempo!”

“También siento que últimamente ha habido demasiadas reuniones. ¡Somos gente ocupada! No podemos pasar todo nuestro tiempo en reuniones. Me temo que hoy no podemos hacer esto. ¡Reunión aplazada!”

Y así, la reunión de los Katarinas terminó prematuramente…

“¡Espere! ¡Sra. Claes! ¡Por favor! ¡Eso no servirá! ¡Tengamos una reunión, aunque sea corta! Ah, Sra. Secretaria, ¿a dónde va? ¡Esto es importante para todas nosotras!”

“… Usted tiene un punto. Es una molestia, pero supongo que tenemos que hacerlo. Oh bueno,

¿cuál es que era la orden del día? ¿Decidir qué comer para la cena?”

“No exactamente… Debemos discutir si Katarina Claes realmente se cree mejor que los demás y es una malcriada.”

“Hmm… Últimamente ha estado comiendo dulces todo el día, comiendo incluso la parte de Keith, e incluso pidiéndole a María que cocine más para ella… Ella suena a que se cree mejor que los demás.”

“En efecto. Y después de graduarse de la academia, ha estado comiendo tanto que Anne se quejaba de que sus vestidos se estaban poniendo muy apretados. Tenemos que hacer algo al respecto.”

“Una glotona malcriada… Así no debería ser una joven noble.”

“A este ritmo, se arriesga a una catástrofe independientemente de los finales malos…”

“No puede seguir así.”

“Realmente tenemos que hacer algo.”

“Mmm… ¿Y si comiéramos menos dulces?”

“¿Eso resolvería el problema?”

“No lo creo…”

“Si Katarina se arriesga a convertirse realmente en una villana, tiene que arrepentirse y enmendar su forma de ser.”

“¡Oh, esa es una idea maravillosa! ¿Pero cómo?”

“No lo sé.”

“…”

“… Recuerdo que nuestra abuela en nuestra vida anterior solía decir algo como: ‘Cuando no sabes lo que debes hacer, concéntrate en hacer las cosas que debes hacer, una a la vez. Eventualmente, encontrarás la respuesta’.”

“¡Palabras llenas de sabiduría!”

“Por el momento, hagamos lo que sugirió la abuela.”

“Suena muy profundo, así que podríamos intentarlo.”

“Así que lo primero que debemos hacer es… ¡deshacernos de los tanuki y terminar este examen!”

“Sí. Por ahora concentrémonos en los tanukis.”

“Sí.”

“Sí.”

La reunión de emergencia de las Katarinas acordó un curso de acción.

“Por cierto, sobre esa abuela… Ella era la que realmente estaba interesada en las telenovelas y siempre hablaba de actores sexys, ¿verdad? ¿Dónde encontraría palabras de sabiduría como esas?”

“Creo que lo escuchó, de hecho, de un actor atractivo en una telenovela.”

“… Simplemente no pensemos demasiado en eso.”

Justo cuando la reunión terminó, y decidimos que nos concentraríamos en deshacernos de los tanukis, el carruaje llegó a su destino.

Esperaba que la sucursal del Ministerio Mágico fuera de un tamaño digno de su nombre, pero era apenas más grande que una tienda grande en la capital. Dentro, ancianos y ancianas estaban sentados juntos en una mesa disfrutando del té. Esto probablemente servía como un lugar de encuentro para los ancianos…

“¿Oh? Ustedes no parecen familiares. ¿De dónde son ustedes?” Uno de ellos nos preguntó.

“Hola. Nos han enviado aquí desde la capital.” Respondió Laura representándonos a todos nosotros.

“¡Los hacen diferentes en la capital! ¡Mira qué brillante es ese tipo!” Comentó uno de ellos.

Para estos viejos paisanos, un hombre musculoso cubierto de maquillaje y con una falda con adornos era simplemente “cómo eran las personas en la capital”…

El ambiente aquí me recordó gratamente a mi vida anterior. Estaba disfrutando la vista de estos hombres y mujeres tomando té tranquilamente dentro del Ministerio cuando un hombre que parecía un empleado real notó nuestra presencia. Se levantó de su asiento y se congeló en estado de shock tan pronto como vio a Laura, probablemente sabiendo que no era “cómo es la gente en la capital”.

Sin embargo, mostrando la compostura esperada de un empleado del Ministerio, finalmente se tranquilizó y nos dio la bienvenida.

“¡Ese debe haber sido un viaje largo! Gracias por venir hasta aquí.” Dijo antes de mostrarnos algunos asientos libres y servirnos té, junto con algún tipo de bayas.

“Estas son una especialidad local. Disfrútenlas.” Parecía una persona amable.

“Oh, gracias.” Le dije, comiendo una. Lamentablemente no sé de qué tipo, pero, sí. En efecto es una baya.

Durante un rato comimos bayas en silencio, y luego el hombre a cargo de esta rama del Ministerio entró en la habitación.

Después de mirar a Laura, sorprendido y rápidamente recuperando la calma, este hombre de mediana edad, con una cara regordeta que gritaba “buena persona”, nos saludó con las mismas palabras que su subordinado.

“¡Ese debe haber sido un viaje largo! ¡Gracias por venir hasta aquí!” Después de escuchar sobre el examen de Laura y Hart, el hombre asintió con una sonrisa. “Sí, la oficina central me contactó al respecto. Gracias por ayudarnos.”

Luego Hart le pidió que explicara la situación.

“Por lo general, simplemente colocamos trampas en todo el lugar, y eso es suficiente… pero este año hay demasiados.” Dijo con un suspiro.

“¿Cuántos?”

“Alrededor de tres veces más que un año promedio. Probablemente se deba a lo que le sucedió al bosque.”

“¿El bosque donde solían vivir los tanuki?”

“Sí. Alguien de fuera del pueblo entró en el bosque, tal vez para cazar o algo así, e hizo un desastre. Así que ahora todos los tanukis han huido y entrado a los huertos. No es la primera vez que esto sucede, eso sí, pero este año es tan malo que tuvimos que enviar gente al bosque para arreglarlo.”

Nos explicó que, durante esta época del año, los aldeanos confiaban más en lo que recolectaban del bosque que en lo que podían cosechar de los huertos. Como el bienestar de la aldea dependía del bosque, tenían que priorizar eso.

“Así que su gente está ocupada allí, y ustedes no pueden deshacerse de los tanukis.”

“Exactamente. Por eso pedimos apoyo al cuartel general.” Dijo con una expresión cansada en su rostro. La situación debía ser peor de lo que imaginábamos.

“¿Sabe quién podría ser ese extraño?”

“Desafortunadamente, no tenemos idea. Todo lo que podemos hacer es que el bosque vuelva a la normalidad tan pronto como podamos.”

“Entiendo…”

Después de escuchar la explicación, el empleado más joven nos guio a los campos que habían sido devastados por los tanukis.

Como alguien que cuidaba huertos, debería haberme impresionado lo grande que era el que estaba frente a mí, pero…

“Esto es terrible…” Solté.

“Sí, lo es. Todos los granjeros están angustiados por eso.” Dijo el empleado del Ministerio con tristeza.

El huerto era extenso, pero todos sus productos habían sido desgarrados o mordidos, sin dejar nada para cosechar. Todas las crestas perfectamente alineadas estaban llenas de agujeros, probablemente hechas por los pies de los tanukis.

“Han intentado poner redes resistentes sobre las plantas, patrullar los huertos por la noche y todo tipo de contramedidas, pero hay tantas de esas plagas que es una causa perdida…” Explicó, con expresión angustiada.

Recordé que la abuela, en mi vida anterior, también solía poner redes en las plantas… ¿eso era para mantener alejado a los tanukis? Ella había insistido con vehemencia en que no la ayudaba (porque haría que las plantas se marchitaran), así que nunca me di cuenta…

Había construido huertos tanto en la Mansión Claes como en los jardines de la Academia, pero allí no había tanukis, así que no tuve que tomar ninguna medida especial.

Probablemente debería usar esto como una experiencia de aprendizaje en caso de que finalmente me exilien y tenga que vivir como agricultora.

El huerto frente a mí se veía terrible, pero los culpables no parecían estar cerca. “Sin embargo, no hay tanukis en ningún lado.”

“Sí. Principalmente vienen de noche.”

Oh por supuesto. Son animales nocturnos.

 “Ahora que hemos visto lo que han causado, volvamos por la noche para ver cuántos de ellos hay.” Dijo Hart después de evaluar la condición del campo. “Por el momento, vayamos a nuestros aposentos y discutamos estrategias.” Continuó, e hicimos lo que dijo.

El pueblo era demasiado pequeño para tener una posada, así que todos nos íbamos a quedar en la casa del jefe del pueblo. Obviamente era mucho más pequeña que la mansión a la que estaba acostumbrada, pero el pequeño edificio rural me parecía acogedor y nostálgico.

Había suficientes habitaciones para que hombres y mujeres durmieran separados, por lo que Hart, Sora y Dewey estaban en una habitación, María y yo estábamos en otra, y Laura estaba sola, en otra habitación. Probablemente la esposa del jefe de la aldea no podía deducir el género de Laura, por lo que la puso en una habitación diferente para no arriesgarse a ofenderla.

Sentí pena de que estuviéramos imponiendo tanto y ocupando tres habitaciones enteras, pero para ser honesta, no pensé que sería capaz de relajarme durmiendo en la misma habitación que Laura, y no sólo porque ella era mi superior.

Después de llevar nuestro equipaje a nuestras habitaciones, todos nos reunimos en la sala de estar para discutir la misión.

“Ahora todos juntarán sus cabezas y decidirán cómo deshacerse de los tanukis. Los dos solo estaremos observando, y no intervendremos a menos que la situación se vuelva peligrosa. Necesitarán planear la misión y poner ese plan en acción, todo, ustedes solos… Y Guy, estamos adentro, no necesita mantenerme atado a una cuerda…” Dijo Hart, primero hablando a nosotros y luego a Laura, que todavía se aferraba a la cuerda atada a su cintura.

“Pero no quiero que te pierdas…”

“No me voy a perder dentro de la casa de un extraño…” Dijo, y finalmente fue liberado de la cuerda.

“Ahora, discutan sus planes.” Continuó, y, junto con Laura, comenzó a mirarnos en silencio.

Como los examinadores obviamente se habían retirado de la reunión, los examinados nos volvimos a mirar.

La única solución que se me ocurrió era atrapar a los tanukis en jaulas y llevarlos de regreso al bosque, pero después de ver la magnitud del daño que habían hecho en ese campo, estaba segura de que no estábamos hablando sólo de un par de animales…

“Creo que todo lo que podemos hacer es hacer muchas trampas e intentar atraparlos.” Dijo Sora, el mayor del grupo.

“Estaba pensando exactamente lo mismo.” Estuve de acuerdo rápidamente, ya que su idea era casi la misma que la mía.

“El daño en el huerto insinúa una gran cantidad de tanukis. No creo que sea factible hacer tantas trampas.” Dijo Dewey con frialdad.

Tenía un punto; si cada trampa sólo pudiera atrapar un animal, necesitaríamos muchas  trampas.

“¿Qué tal si construimos trampas que pueden atrapar múltiples tanukis a la vez?” Sugerí.

“¿Y cómo harías eso? ¿Tienes un esquema específico en mente?” Respondió rápidamente, mirándome de reojo y haciéndome retroceder avergonzada.

“Entonces, ¿tienes alguna idea, Percy?” Sora le preguntó.

“Podríamos simplemente extender algunas trampas con comida.” Respondió con calma.

“¿Trampas con comida?”

“Sí. Comida de Tanukis con veneno de aparición tardía. Si el veneno actúa de inmediato, el que comió el alimento moriría en el acto, y los demás se darían cuenta que es una trampa. Pero si el veneno sólo los mata después de un cierto período de tiempo, incluso podrían llevar ese alimento a su guarida, matándolos a todos de una vez.” Explicó con indiferencia, como si no fuera nada.

“Eso suena demasiado extremo… y el veneno también podría ser peligroso para los humanos y el ganado.” Dijo Sora.

“Entonces sólo tendríamos que usar un veneno que represente poco daño para los humanos e informar a todos los granjeros de nuestro plan, dándoles un antídoto en caso de que su ganado se coma accidentalmente el veneno.” Respondió Dewey sin pensarlo dos veces. Probablemente lo tenía todo planeado desde el principio.

“Creo que esta es la solución más rápida.”

No podría negar que esto probablemente sería rápido, pero…

“… Pero los tanukis llegaron al pueblo porque su hábitat en el bosque estaba comprometido, ¿verdad? Fueron los humanos quienes los expulsaron de su hogar… No creo que merezcan ser envenenados y asesinados.” Dije, sintiendo compasión por los pobres animales, pero Dewey me miró con desprecio.

“Entonces, ¿sugiere que los atrapemos uno por uno y los llevemos de regreso al bosque?

¿Tiene idea de cuánto tiempo tomaría? Este no es el momento de sentir misericordia por los animales. La amabilidad no puede resolver todos sus problemas, mucho menos los problemas de esta aldea.”

Tenía razón en que no tenía mejores sugerencias, y no podía discutir su punto. Estaba apretando el puño, incapaz de responder.

“Percy, no necesitas exponerlo tan agresivamente…” Dijo Sora.

“También creo que el veneno es demasiado peligroso para justificar su uso desde el principio.” Siguió María. Su voz no era alta, pero sonaba tranquila y sin miedo.

“En ese caso, ¿puedo escuchar su sugerencia, Lady Campbell?” Dewey respondió de inmediato.

“Todavía no tengo ideas prácticas, pero si esta noche vamos a mirar el huerto, encontraremos algo. No hay necesidad de arriesgarse a una solución peligrosa tan prematuramente.” Dijo ella, mirando directamente a los ojos de Dewey con la poderosa postura de alguien que no se retiraría.

Él permaneció en silencio, probablemente porque estaba tan impresionado por la fuerza de sus palabras.