Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 10

Capítulo 5: Un Duelo Y Un Resultado

Parte 2

Después del encuentro, Takahisa dejó la arena solo, dirigiéndose a las habitaciones de huéspedes del castillo como si estuviera huyendo de Miharu y Satsuki. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de abrir la puerta de las habitaciones, Aki y Lilianna lo alcanzaron.

“¡Espera, hermano!”

“Por favor espere un momento, Sir Takahisa”. Las tres caballeras estaban con ellos.

“¡Tú…!” Takahisa finalmente se detuvo, dándose la vuelta.

“¿A dónde crees que vas?” Lilianna preguntó con un suspiro.

“… Estaba volviendo a mi habitación”. Takahisa respondió avergonzada.

“¿Qué ibas a hacer después de regresar?” Preguntó Lilianna, como si estuviera calmando a un niño haciendo pucheros.

“… Pensar en un plan para mantener a Miharu lejos de él”, Takahisa murmuró en respuesta.

“Así que todavía no te has rendido después de todo”. Lilianna volvió a suspirar, pesadamente esta vez.

“Es… peligroso”, murmuró Takahisa con amargura.

“¿Por qué dices que es peligroso?” Lilianna preguntó con calma.

“¡Porque es un asesino!” Takahisa gritó.

Lilianna comprobó que no había caballeros a su alrededor antes de exhalar de alivio. “Por favor, no pronuncies esas palabras en voz tan alta. Es un caballero honorario del Reino de Galarc. Tu partida silenciosa después del duelo ya no era recomendable: la otra parte es un importante caballero honorario de otro reino. Incluso si eres un héroe, irse sin decir una palabra muestra falta de respeto, lo que podría causar un incidente internacional”.

“¡Pero es la verdad!”

“Si es la verdad o no es… Vamos adentro primero. Podemos hablar después de que te calmes. Ustedes tres, hagan guardia fuera de la habitación. Rechazar la entrada a todos los visitantes no importantes”.

Por lo tanto, las tres mujeres caballeros hicieron guardia fuera de la habitación cuando Takahisa entró con Lilianna y Aki. Dentro, la asistente de Lilianna estaba esperando.

“Frill, té para todos”.

“Entendido.” Frill se mudó a la cocina bajo las órdenes de Lilianna.

“Ahora, por favor siéntate”. Lilianna llevó a Takahisa y Aki a los asientos frente a ella.

“…” Takahisa entrelazó sus dedos y miró hacia abajo en el pensamiento.

“Me gustaría preguntar una cosa primero: Sir Takahisa, ¿es su deseo estar junto a Lady Miharu? ¿O estaría contento mientras Lady Miharu ya no esté al lado de Sir Amakawa?” Lilianna comenzó, su pregunta llegando directamente al centro del asunto.

“… Si ella tuviera que ir con él, entonces creo que sería mejor estar conmigo”.

“¿No era justo ahora decidir con quién iría Lady Miharu?”

“¡No! ¡Era así que se negaría a estar con Miharu si ganaba! ¡No estaba tratando de obligar a Miharu a ir a donde ella fuera!” Mientras Rio se negara a estar con Miharu, Miharu habría seguido a Aki, que venía con él. Ese era su motivo oculto, pero no lo dijo en voz alta.

“Si deseas estar con Lady Miharu, ¿no sería mejor preguntarle sinceramente?” Lilianna respondió, dando una buena discusión.

“E-Eso no funcionará, ¡por eso tuvimos un encuentro!”

“Y perdiste ese encuentro”.

“Ugh…” Takahisa hizo una mueca ante el disparo que le había hecho.

“Creo que sería mejor preguntarle honestamente. Si no funciona, entonces tendrás que rendirte”.

“¡Ya te dije! ¡Si pudiera hacer eso…!” No habría sufrido tanto. Miharu ya era firme en su decisión de estar con Haruto, después de todo.

“Los sentimientos de Lady Miharu ya son tan ciertos que ni tú ni Lady Aki pueden convencerla más. ¿Es eso correcto?”

“Ugh…” La expresión de Takahisa cayó sombríamente. Lilianna tomó eso como afirmación.

“En ese caso, ¿qué tal si volvemos temporalmente a nuestro reino para refrescarte la cabeza? Incluso podríamos partir hoy, si así lo deseas. Creo que sería mejor que te distanciaras de Lady Miharu por el momento.”

“¡No puedo hacer eso!” Takahisa declinó de inmediato.

“Sin embargo, no hay forma de resolver esto mediante una discusión. Un encuentro… No, el duelo que tuviste tampoco pudo resolver esto. ¿No te deja eso sin otra solución? No obligarías a Lady Miharu a Centostella a regañadientes, ¿verdad?” No había forma de que se aprobara una acción tan egoísta. Eso es lo que Lilianna había querido implicar al decir eso, pero…

“…Ya veo. Siempre podría llevar a Miharu a Centostella primero. Es un hecho que es un asesino. Cualquier razón que dé para justificarlo no lo hace perdonable. Y si le cuento mis sentimientos y le hablo bien, seguramente lo entenderá…” comenzó a murmurar para sí mismo. Parecía que Takahisa tomaba sus palabras como una opción realista.

“Esa opción es imposible. Si se descubre que la tomaste a la fuerza, realmente se convertiría en un incidente internacional”, dijo Lilianna en un tono áspero.

“¡Pero no hay otra opción!”

“Sí la hay. Debe haber. El Takahisa que conozco nunca recurriría a acciones tan cobardes. Te he estado cuidando durante estos últimos meses, después de todo. Y, como realeza, he entrado en contacto con muchas personas antes. Por eso sé que puede ser inexperto en algunas áreas, pero definitivamente no es una mala persona. Si continúas con esta acción en este momento, estarás lleno de culpa por el resto de tu vida”. El comportamiento gentil habitual de Lilianna no se veía por ningún lado cuando advirtió a Takahisa con la mirada de un líder real que guiaba a otros fuera del camino equivocado.

“Lily…” ¿Qué sabes de mí después de unos pocos meses? No podía decir eso porque entendía cuán devota había sido Lilianna para apoyarlo en ese momento.

“Por lo que puedo ver, Sir Amakawa es un individuo sobresaliente. Es por eso que Lady Miharu, Lady Satsuki e incluso Sir Masato tienen tanta confianza en él, ¿no? Y el hecho de que Sir Amakawa haya traído a Lady Aki y a los demás al castillo por tu bien y el de Lady Satsuki es la mayor prueba de esto, ¿no es así?”

Cuando Lilianna alabó a  Río, la cara de Takahisa se volvió amarga nuevamente. Aki también. “… No lo sabes, Lily. No lo conoces”.

“¿No puedes creer en él? ¿En el hombre en que tu preciosa Lady Miharu confía tanto?” Lilianna le preguntó a Takahisa.

“¡Si lo hiciera, no estaría sufriendo tanto en este momento!” Takahisa gritó como si estuviera buscando algún tipo de salvación.

“… Creo que sería mejor que te alejes temporalmente de Lady Miharu después de todo. ¿No volverás al reino conmigo? Nuestro reino puede ser cerrado, pero mientras lo desee, Lady Miharu sería bienvenida a nuestro reino como invitada en cualquier momento, incluso si no está afiliada a nosotros”, sugirió Lilianna como compromiso.

“Eso no es… ¡Eso no es lo suficientemente bueno! Si no puedo llevar a Miharu conmigo, ¡no volveré a Centostella en absoluto! ¡De hecho, dejaré de ser un héroe y me llevaré a Aki y Miharu a vivir solos!”

“Qué…” La declaración egocéntrica de Takahisa dejó a Lilianna con los ojos muy abiertos en estado de shock. Aki, que había estado escuchando en silencio, también parpadeó sorprendido.

“¿No dijiste que te convertirías en el héroe de nuestro reino? Me prometiste que volverías a Centostella incluso si te reunieras con Lady Miharu y los demás durante nuestra visita a Galarc, ¿no? ¿No prometiste que trabajarías junto a mí para mejorar nuestro reino? ¡¿Me estás diciendo que la promesa fue toda una mentira?!” La cara de Lilianna se torció de tristeza. La deserción de un héroe fue la mayor pérdida que le pudo pasar a un reino, pero incluso antes de eso, ella había creído que había construido una relación de confianza con Takahisa.

“¡No fue una mentira! No quiero convertirlo en una mentira, ¡así que no me hagas mentiroso! ¡No quiero hacer tal cosa! Por eso, ¡por eso quiero tu cooperación!” Takahisa usó su carta de triunfo, su posición como héroe, para pedirle a la primera princesa del reino. Era prácticamente coerción en este punto.

“… ¿Por qué insistes tanto que Lady Miharu no puede estar con Sir Amakawa?” Lilianna preguntó después de dudar por un momento.

“Porque no hay forma de que Miharu, alguien nacido y criado en Japón, pueda encontrar la felicidad con un hombre que mata a la gente sin pestañear. Y de todos modos, una vez Miharu, una vez que le cuente mis sentimientos, seguramente lo entenderá”. Takahisa dio una respuesta terriblemente sesgada. Para los oídos de Lilianna, era una declaración de pura ignorancia.

Tenía un poco de curiosidad sobre lo que quería decir al decir que Haruto era alguien que podía matar sin dudarlo, ya que muchos caballeros habían matado a una o dos personas cuando la necesidad los conducía antes. Si hubiera maldecido a esos caballeros llamándolos asesinos en la cara, habría sido tomado como una afrenta.

“¿Crees que hay alguna posibilidad realista en tu declaración? Incluso si cooperara con usted, no habría forma de ocultar el hecho de que Lady Miharu fue secuestrada por la fuerza.  Y sería imposible para ti vivir libremente con Lady Miharu y Aki al renunciar a tu puesto como héroe sin mi cooperación.”

“Yo puedo hacerlo. No importa cómo se desarrolle, me aseguraré de tener éxito. Tengo que hacerlo”, respondió Takahisa con los ojos inyectados en sangre. Era peligrosamente inestable, cautivo por su propio egoísmo intenso y su creencia de que sus pensamientos eran absolutos. No había forma de saber si podía ser persuadido en esta situación y, al mismo tiempo, corría el riesgo de perderse, lo que obviamente sería un problema. Si usara el poder de sus brazos divinos para huir, podría causar un daño terrible.

“La realidad es mucho más dura de lo que crees. Si tuviera que elegir esa opción, sus sentimientos de arrepentimiento serían inevitables y también comprenderá lo sorprendente que fue para Sir Amakawa haber mantenido a Lady Miharu y a los demás bajo su cuidado hasta ahora”.

“… No lo sabré hasta que lo intente”.

¿De dónde venía esa confianza? “Hay algunas cosas que puedes saber sin intentarlo”. Lilianna suspiró por enésima vez, derribándolo resueltamente.

“Sabes, Lily. Sobre el poder heroico escondido dentro de mí. Que mi poder puede proteger a las personas más cercanas a mí”.

“Acabas de perder con Sir Amakawa hace unos momentos. La habilidad especial escondida en tus divine arms es realmente poderosa, pero si alguien tan experimentado como él te enfrenta, incluso un héroe perdería. Por favor entiende eso. Hay actos malvados en este mundo que no pueden tratarse simplemente a través del poder, también. Y un plan como este se vendría abajo en el momento en que Lady Miharu o Satsuki se enteraran de ello.” Lilianna levantó la voz para que se la oyera claramente en la cocina.

“Aun así, mi respuesta es que los protegeré. No llegaremos a un acuerdo como este, Lily”. Takahisa dijo, mirando a Lilianna con determinación.

“… Lady Aki, ¿no tienes nada que agregar para persuadir a Sir Takahisa?” Lilianna buscó la salvación de su hermana pequeña Aki, quien había estado observando la situación cuidadosamente. Aki agachó la cabeza, dudando por un momento.

“Yo… yo estaré allí, Takahisa… ¿Eso no es suficiente?” preguntó ella, levantando la cara lentamente.

“…” Takahisa frunció el ceño dolorosamente, pero no tuvo más remedio que sacudir la cabeza. No, no, no fue suficiente… Sus puños temblaron.

“Ya veo…” Por un momento, Aki bajó los ojos como si llorara. Pero, después de un tiempo, ella reunió una sonrisa con todo lo que tenía.

“Entonces secuestremos a Miharu juntos. Masato se opondría, así que tendríamos que dejarlo atrás… ”

“Qué…” Lilianna estaba sin palabras. ¿Quiénes eran estos hermanos?

¿Cómo podrían  ser tan egoístas por  sí mismos? Quizás    eso   fue simplemente la naturaleza humana…

“Mi familia fue destruida una vez por la desaparición de ese niño. El que se convirtió en mi nueva familia después de eso fuiste tú, hermano. Y la nueva familia que he formado se dividirá de nuevo… por nada menos que la misma persona. Por eso… no hay otra opción. Si vas a tomar en serio esto, entonces yo también lo haré”, dijo Aki, sonriendo entrecortadamente.

“… ¿A dónde vas, Frill?” Takahisa se dio la vuelta y llamó a Frill, que estaba tratando de salir silenciosamente de la cocina  y salir. Frill se detuvo temblando.

“Ah, umm… Nos quedamos sin hojas de té…”

“Está bien, olvida el té. Regresa.”

“O-Ok…” Frill se arrastró de regreso al centro de la habitación.

“Lily, ¿estabas tratando de informarles a Miharu y Satsuki de esto?” Takahisa parecía pensar que Lilianna le había dado la orden a Frill, como si dijera que estaba listo para comenzar su plan de inmediato.

“… ¿No cederás en absoluto, Sir Takahisa? Sobre volver al Reino de Centostella conmigo. La única cosa que espera al final del camino que está tratando de bajar es la destrucción. No hay forma de que puedas engañarte,” dijo Lilianna con un suspiro de resignación.

“¡Tengo que engañarlos! Porque tengo que proteger a todos. ¡Para que todos puedan ser felices!” Takahisa dijo resueltamente.

“Eso es solo tu…” Lilianna estaba a punto de decir algo, pero se interrumpió con una cara amarga. Se dio cuenta de que si lo decía en voz alta, realmente podría romper la relación que había formado con Takahisa.

No, ya estaba roto por el propio Takahisa. Ansiando la felicidad que había perdido, presenciar cómo se doblaba en las manos de otra persona ante sus propios ojos lo hizo luchar horriblemente. Sin embargo, la realidad no estaba yendo como él quería, tanto que se había vuelto loco temporal o quizás permanentemente.

Oh, qué persona tan lamentable, Lilianna simpatizaba con el ceño fruncido. Pero después de varios segundos, ella habló.

“…Entiendo. Siempre y cuando no te importe responsabilizarte por correr salvajemente cuando te atrapen, te doy permiso para usar nuestra nave encantada para llevarte a Lady Miharu. Sin embargo, no importa qué tipo de final le aguarde, usted será el único responsable. Esto debes aceptarlo.

También haré que acepte otras condiciones por adelantado. Si rompes estas condiciones en el futuro, te castigaré sin piedad. Es posible que no pueda salvarte cuando te arrepientas más tarde. ¿Todavía está dispuesto a elegir esta opción a pesar de todo esto, Sir Takahisa?” Lilianna preguntó fríamente, como cuestionando la resolución de Takahisa. Por un momento, incluso Takahisa se sintió abrumada por cómo lo presionó.

“…Lo estoy. Elijo esto”, respondió.

“He recibido tu palabra. Asegúrate de no volver a hacerlo”. El tono de Lilianna fue más agudo de lo habitual.

“Lily, estoy segura de que ya lo sabes, pero decirle a Miharu y los demás…”

“Ya no intentaré tal cosa. Ahora que las cosas han llegado a esto, también debo prepararme para lo peor. Te guiaré hasta el final.” Lilianna derribó las palabras de desconfianza de Takahisa de inmediato.

“…Muy bien.” Takahisa asintió con la cabeza, un poco asustado.

“Ahora, este es un intento imprudente para comenzar, así que por favor, deme varias horas como máximo para hacer mis preparativos. No hay garantía de que tengamos éxito incluso con eso, pero le diré el esquema del plan. Lady Aki tendrá un papel especialmente importante, así que prepárate”, explicó Lilianna. No había vuelta atrás ahora.