Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 9

Capítulo 3: Sumeragi Satsuki

Parte 5

Después de su reunión con el rey, las cuatro mujeres y Río continuaron su conversación.

“Ahora que todas las mujeres están aquí, divirtámonos charlando”. Charlotte sonrió mientras miraba a todos alrededor, hablando alegremente. El orden de los asientos desde el asiento más cercano a la puerta de la sala era Rio y Liselotte; frente a ellos estaban sentados Charlotte, Miharu y Satsuki.

“Si me entrometo en tu conversación, puedo salir de la habitación, ya que soy un hombre…” Rio parecía sentirse un poco incómodo. Si bien vivía en la casa de piedra rodeada de mujeres, no era muy amigable con nadie en la habitación que no fuera Miharu.

“Por qué, no podemos tener eso. Padre nos dijo a los cinco que conversáramos juntos” —contestó Charlotte.

“Eso es verdad. Entonces me quedaré humildemente aquí y me uniré.”

“No hay necesidad de ser humilde al respecto. Personalmente, estoy muy interesado en ti, así que esperaba hablar más contigo”. Charlotte miró a Rio y agitó las pestañas. Cualquier hombre que no esté acostumbrado a las mujeres estaría justificado al entender mal su actitud.

“Me siento honrado de escuchar eso. En ese caso, con gusto te acompañaré.” Rio tomó las palabras de Charlotte como una especie de servicio de labios y lo rechazó sin problemas, aceptando sentarse en la conversación con una expresión más positiva que antes.

“…Bueno. Ahora, ¿de qué hablaremos? Tal vez sería más apropiado abordar lo que está en la mente de todos…” Charlotte miró alrededor de la habitación a las caras de todos una vez más, luego fijó una mirada en blanco en Miharu a su lado e inclinó la cabeza, sonriendo de una manera amistosa. “En realidad. Me presenté a Sir Haruto, pero aún no he saludado a Lady Miharu. Mi nombre es Charlotte Galarc, la segunda princesa de este reino. El placer de conocerla.”

Miharu parecía estar bastante nerviosa frente a su primera princesa. Ella inclinó la cabeza. “S-Sí. Soy Miharu Ayase Es un placer conocerte, alteza”.

“Vamos, no hay necesidad de tanta formalidad. Tanto usted como Lady Satsuki son de otro mundo, lo que hace que sus existencias se acerquen a los santos. Incluso si soy una princesa, tu estado no está más lejos del mío”. Charlotte puso una mano contra su mejilla, preocupada. En realidad, la razón por la que Charlotte trataba a Miharu como una igual era menos porque ella se originó en el mismo mundo que Satsuki y más porque era una amiga cercana del héroe. Por supuesto, no era algo que ella expresaría en voz alta.

“Eso no es cierto, solo soy  tu plebeyo promedio”, respondió Miharu humildemente, negando sus palabras como si fueran escandalosas.

“Jeje, Lady Miharu parece ser una persona muy modesta. ¿Diría que normalmente es así, Lady Satsuki?” Charlotte sonrió con elegancia y se volvió hacia la chica en cuestión.

“Bueno, ella es una muy buena chica. Ella tiene una personalidad agradable, es buena cocinando, trabaja duro y es inteligente; aunque es un poco tímida con los niños, ¡eso es lo que la hace tan linda! En la escuela secundaria, se rumoreaba que era la chica más linda de la escuela”, dijo Satsuki, enumerando todas las buenas cualidades de Miharu con énfasis.

“Dios mío, ¿es así? Puedo entender eso cuando miro a Lady Miharu. ¿No estás de acuerdo, Liselotte?” Charlotte se volvió feliz hacia Liselotte.

“Si. El personaje de Lady Miharu fue descrito con mucha precisión”. Liselotte asintió con una sonrisa.

“E-Eso no es cierto… Soy simple, y Satsuki es mucho más sorprendente que yo. Ella era prácticamente la idol de la escuela”. El rostro de Miharu se puso rojo brillante cuando miró hacia abajo y alabó a Satsuki.

“Aww, eso no es cierto. Yo y los chicos de mi grado todos dijimos que eras la más linda, y tu cocina era tan famosa que incluso el club culinario dijo que querían probarlo, ¿sabes?” Satsuki se rio.

“E-Estás mintiendo. Esa es la primera vez que escucho de tal rumor”. Miharu encogió todo su cuerpo hacia atrás.

“No, es la verdad. Los chicos de secundaria son sorprendentemente lentos, ya sabes. No había muchos de ellos que tuvieron el coraje de confesarse… Pero alguien realmente te confesó antes, ¿no?” Preguntó Satsuki.

“Es verdad, pero nunca he salido con nadie, y no tenía ningún chico con el que fuera cercano, así que… ¿Alguien le ha confesado sus sentimientos, Satsuki?”

“Bueno, no puedo negar eso, pero no fueron muchos”, respondió Satsuki con una sonrisa amarga.

En realidad, durante el tiempo en que Satsuki y Miharu se matricularon en la misma escuela intermedia, el resto de la escuela las consideró las chicas más bellas. Sin embargo, debido a que Miharu se sentía incómoda con los hombres, no era el tipo de persona que se acercaba a ellos, por lo que nunca entendió lo popular que era desde su perspectiva.

En cuanto a Satsuki, debido a que era una joven de una familia acomodada y sus propios estándares eran demasiado altos, se sentía fuera de su alcance y difícil de abordar.

Liselotte debe haber deducido en qué tipo de circunstancia escolar se encontraban Satsuki y Miharu, mientras se reía. “Creo que tengo una idea de cómo fueron tus días en la escuela. Ustedes dos deben haber tenido muchos admiradores.”

“No, no. Dejando a un lado a Miharu, ese no era el caso para mí”. “Tal vez para Satsuki, pero yo no…”

“Por qué, ustedes dos están perfectamente sincronizadas. Tengo envidia.” Charlotte sonrió divertida.

“Gracias,” dijo Satsuki avergonzado. “Pero Char, también conoces a Liselotte desde hace mucho tiempo, ¿verdad? Eres la segunda princesa y ella es la hija de un duque, después de todo”.

“Sí, nos conocemos desde que éramos jóvenes, somos lo que podríamos llamar amigas de la infancia. Liselotte es un año mayor que yo, pero solíamos asistir juntas a la academia real. Ahora que lo pienso, tuvimos muchas fiestas de té en ese entonces. Me trae recuerdos”.

“Si. Recuerdo que nos reuníamos una o dos veces por semana”, dijo Liselotte con nostalgia, sonriendo.

“Pero luego Liselotte me dejó atrás y rápidamente se saltó años para graduarse de la academia. Cuando estableció el Gremio Ricca, estaba tan ocupada que ya no podía venir a tomar el té. Estaba sola, ya sabes. Deberías venir a visitarme un poco más.” Charlotte hizo un puchero.

“Sí, lo siento mucho por eso”. Liselotte asintió con una sonrisa forzada.

“Pero me alegra que podamos tomar nuestro tiempo para chatear hoy. He escuchado muchas cosas fascinantes de Satsuki y de todos”.

“Yo también.”

Mientras tanto, había un niño en la habitación que sentía una incomodidad indescriptible.

… ¿Realmente debería estar aquí ahora? Como el único hombre presente, Rio se sintió extrañamente incómodo. Como no era una persona muy habladora, estar en una situación con cuatro mujeres lo exacerbó.

“Por cierto, también tengo curiosidad por saber qué tipo de persona es Sir Haruto”, dijo Charlotte, habiendo notado a Rio de repente.

“¿Yo?” Rio ladeó la cabeza y parpadeó.

“Si. Las discusiones fueron muy serias con  mi padre y mi hermano presentes, pero me gustaría saber más sobre su naturaleza. Veamos. Lady Miharu, en tus ojos, ¿qué tipo de persona es Sir Haruto?” Charlotte volvió su mirada curiosa hacia Río.

Miharu comenzó con un batido cuando de repente se dirigió a ella. “¿Huh? ¿Qué tipo de persona es Haruto…?”

“Si. Han estado viviendo juntos durante varios meses desde que vinieron a este mundo, ¿verdad? Deberías estar más familiarizado con él de todos los que están aquí”, respondió Charlotte justificadamente, sin darle a Miharu otra opción que responder.

“Umm… Haruto es una persona increíble”. Miharu parecía avergonzada de hablar sobre su impresión de la persona sentada frente a ella, ya que sus palabras fueron cortas y vacilantes.

“Sí estoy seguro. Es fuerte, sabio y una persona de carácter. ¿Han viajado ustedes dos todo este tiempo?” Charlotte preguntó, intentando mantener la conversación.

“No, había otras personas que vivían con nosotros”, dijo Rio.

“¿Ah, entonces es así? ¿Qué tipo de personas eran? Debo admitir que tengo un poco de curiosidad acerca de qué tipo de estilos de vida tenían ustedes dos”.

“Hay otro niño, y él es solo un niño de doce años. Las otras son todas mujeres, incluida Miharu. No somos familia, pero todos son mis buenos amigos. Todos viven en una ciudad en las afueras de la capital por ahora”. Rio respondió tanto como pudo.

Lady Cecilia y Lady Aishia también deben estar con él, asumió Liselotte por la explicación de Rio.

“¿Eso significa que vives en una casa con hombres y mujeres jóvenes? Debe ser un lugar animado y divertido”, dijo Charlotte con una sonrisa.

“Sí, puede ponerse un poco ruidoso, pero está lleno de risas”, dijo Rio, sonriendo suavemente.

“Si hay muchas mujeres, eso significa que Miharu también puede relajarse en ese ambiente”, dijo Satsuki con una mirada amable.

“Si. He podido hacer muchos amigos gracias a Haruto”. Miharu asintió felizmente.

“Solo por curiosidad, ¿no tener hombres y mujeres jóvenes bajo el mismo techo causa una o dos relaciones amorosas?” Charlotte preguntó de repente.

“… ¿Eh?” Miharu jadeó, habiendo procesado el significado de la pregunta. “No es así”, negó Rio con una sonrisa forzada.

“¿Es solo porque Sir Haruto no siente ese tipo de emoción hacia los otros residentes? No sabes cómo se sienten las mujeres sobre ti, ¿verdad?” Charlotte preguntó lógicamente.

“Ese… no debería ser el caso…” No podía estar seguro de cómo se sentían otras personas, por lo que Rio confundió sus palabras con el ceño fruncido.

“En mi opinión, me parece más cuestionable que las mujeres no sientan nada mientras viven con alguien tan maravilloso como tú”, dijo Charlotte mientras miraba directamente a Río.

“Me siento honrado de escuchar eso, pero creo que me estás dando demasiado crédito, princesa Charlotte”. Rio alisó su expresión con una sonrisa y sacudió la cabeza.

“Pero no lo veo así. Tu personalidad y habilidades ya son un hecho, y si mis sentidos estéticos no se han vuelto graciosos, entonces puedo decir que también eres una persona bastante hermosa. Tus padres eran ambos inmigrantes, por lo que tienes una mirada maravillosamente exótica. ¿No estás de acuerdo, Liselotte?” Charlotte preguntó, volviéndose hacia Liselotte. Ser dirigido tan repentinamente no influyó en Liselotte como lo hizo Miharu, ya que su respuesta llegó con una sonrisa.

“Si. Es suficiente para inquietar a algunos de mis asistentes cada vez que Sir Haruto nos visita”.

“Mira, creo que tengo razón”. Charlotte miró a Rio con aire de suficiencia.

“Jajaja…” Rio no estaba seguro de cómo responder, dando otra sonrisa forzada. No estaba acostumbrado a las chicas como ella que chismorreaban sobre el amor, por lo que no tenía mucha resistencia.

Cuando vivía en el reino de Karasuki, las chicas del pueblo le hacían preguntas similares, pero esa era la única exposición que había tenido.

“Me encantaría escuchar la opinión de Lady Miharu, que en realidad vive con Sir Haruto. ¿Cuánto lo admiran los demás? Por supuesto, también puedes hablar sobre tus propios pensamientos”. Charlotte dirigió una mirada llena de intensa curiosidad hacia Miharu.

“Eh, no… Umm… Uh…” Cuando Miharu fue interrogada, el flujo de la conversación la hizo mirar a Rio, que estaba sentada frente a ella. Su rostro se enrojeció cuando hizo contacto visual con Rio, que parecía incómoda.

“Suficiente, Char. No hay forma de que ella pueda decir algo sin las otras personas presentes, sin mencionar mientras está frente al mismo Haruto. Temas como este deberían ser entre amigos más cercanos, a puerta cerrada. Ella no es buena cuando se trata de hablar de estas cosas para empezar, así que no la molestes más”. Las preguntas de Charlotte se habían vuelto bastante sugerentes, pero nadie estaba en condiciones de advertirla más que Satsuki, quien suspiró exasperada.

“Oh Dios mío, me disculpo por eso. Como princesa sin razón para enamorarse, no puedo evitar sentirme extremadamente curiosa acerca de cómo los hombres y las mujeres jóvenes se enamoran”, explicó Charlotte.

“Hmm, bueno, los miembros de la realeza tienen vidas amorosas bastante peculiares. Personalmente, estoy más interesado en escuchar sobre eso”. Satsuki cambió el tema sin problemas, haciendo que Miharu suspirara de alivio.

“La regla general es tener un matrimonio político, por lo que casarse por amor es en realidad la excepción. Es especialmente notable entre las clases más altas de nobleza y realeza. Bueno… hay una notable excepción sentada con nosotros en este momento, sin embargo”. Charlotte explicó, mirando a Liselotte.

“¿Eh, Liselotte fue aprobada para casarse libremente por amor?” Satsuki preguntó con interés.

“Bueno, sí. Todos los demás ya lo saben, pero tuve varios logros que fueron reconocidos y obtuve el derecho de elegir a mi propia pareja matrimonial”, respondió Liselotte, un poco avergonzada.

“No puedo decir esto a muchas personas, pero como otra mujer de la clase de la realeza y la nobleza, tengo envidia de Liselotte. Incluso si es por el bien del reino o la familia, ninguna mujer quiere casarse con alguien que ni siquiera les gusta. Los hombres pueden seleccionar a sus parejas matrimoniales políticas hasta cierto punto, pero muchas mujeres no tienen ninguna opción en absoluto”, explicó Charlotte, expresando sus propios deseos de ser así de una manera indirecta.

“Me imagino que no puede haber muchos casos de un matrimonio político como alguien a quien ames… Por cierto, nunca antes había preguntado, pero ¿qué pasaría en mi caso como héroe?” Satsuki preguntó con una mirada contemplativa.

“… Por supuesto, nos gustaría que te casaras con uno de los miembros reales de nuestro reino, pero no podemos obligarte a hacerlo. Un héroe es un discípulo de los poderosos Seis Dioses Sabios, después de todo,” dijo Charlotte con una sonrisa difícil de leer, su tono alegre.

“Ya veo. Si no hay planes para obligarme a casarme, entonces no necesito preocuparme por ahora. Tampoco quiero casarme con alguien que no me gusta. Y todavía no he renunciado a regresar a la Tierra”, dijo Satsuki encogiéndose de hombros.

“En ese caso, tendremos que encontrar un caballero maravilloso de nuestro reino para atar a Lady Satsuki a este mundo”, dijo Charlotte con una risa en broma.

Parece que no puedo bajar la guardia alrededor de esta princesa después de todo. Qué cansado… Rio dejó escapar un pequeño suspiro. A primera vista, parecía una niña pura y sincera, pero sus temas de conversación eran bastante sugerentes y les preguntó con insistencia mientras sobrepasaba los límites. Su cara también era difícil de leer.

El hecho de que Francois había dejado su fiesta a su cuidado sola era prueba de cuánto confiaba en ella. Debido a sus diferencias en el estatus social, Rio tampoco podía comentar muy libremente, por lo que hubo más casos en los que no pudo hablar más de lo que esperaba.

Realmente fue la elección correcta no traer a Aki y Masato. Rio dejó escapar un pequeño suspiro y reorientó sus energías.