Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 9

Capítulo 3: Sumeragi Satsuki

Parte 4

Luego, en la sala de recepción donde Río se reunía con Francois…

“Por cierto, Haruto. ¿Te interesaría ser nombrado caballero por tu servicio a nuestro reino? Para un espadachín de tu calibre, puedo garantizar un camino hacia el éxito. ¿Qué le dices a eso?” Francois preguntó.

“… Mis más sinceras disculpas. Es una oferta muy tentadora para un migrante como yo, y lo aprecio, pero…” La cara de Rio se puso un poco rígida cuando rechazó la oferta. Fue una oferta directa del propio rey: el peso era diferente de si la oferta provenía de un noble. Si bien no era un enfoque formal, negarse abiertamente era una acción bastante difícil de tomar. Michel no tenía una mirada muy feliz en su rostro.

“¿Oh? ¿Podría ser que Liselotte ya hizo su jugada?” Francois preguntó con curiosidad, sin parecer molesto mientras lo hacía.

De una parte, servir a la hija de un noble, de la otra, servir al reino— o sea al Rey— como caballero. Para cualquiera con valores estándar como noble, esta última sería la opción obvia. Sin embargo, Liselotte siendo la mujer noble en cuestión lo convirtió en un asunto completamente diferente. Eso era lo que valía el nombre de Liselotte Cretia, hija del duque Cretia, actualmente en posesión.

“También le hice una oferta, por supuesto. Pero todavía tengo que recibir una respuesta favorable”, agregó Liselotte.

“¿Hay una razón?” Francois le preguntó a Río directamente.

“… También le expliqué esto a Lady Liselotte, pero estoy en medio de un viaje para encontrar a alguien que tenga vínculos con mis padres migrantes. Mi viaje está actualmente suspendido para ayudar a Miharu, pero una vez que se resuelva este caso, estoy pensando en reanudar mis viajes por el mundo nuevamente”. Rio bajó la mirada mientras respondía, expresando su humildad.

“Ya veo. De hecho, hay privilegios  de ser nombrado caballero de la nobleza, pero tiene un costo de responsabilidad para el reino. No podrías viajar en un abrir y cerrar de ojos…” Francois dijo pensativamente, aceptando su respuesta.

“Dado que ese fue el caso, le pedí a Sir Haruto que nos diera alguna consideración si alguna vez necesitara una residencia permanente en el futuro”, dijo Liselotte, inmediatamente jugando con la relación entre ella y Rio.

Si bien fue Rio quien hizo la elección, y no había garantía de que la elección fuera entre estas dos opciones solamente, al afirmar que ya le había hecho ese comentario, esperaba poder suavizar la decisión de si Rio la eligiera en el futuro. Incluso si la persona con la que se enfrentaba fuera el rey, tener a una persona como Río arrebatada sería bastante indeseable. No había nada que perder construyendo las bases correctas para el futuro.

“Veo que has cubierto todas tus bases, como siempre”, dijo Francois, sintiendo las intenciones detrás de las palabras de Liselotte.

Bueno, supongo que sería demasiado duro decirte que te rindas. Aunque, podría haberlo dicho si hubiera sido alguien que no fuera Liselotte. El rey sonrió.

En ese mismo momento, alguien llamó a la puerta de la sala de recepción.

“… ¿Quién es?” Con una mirada puntiaguda, Francois dirigió a un asistente que esperaba dentro de la habitación para que revisara la puerta. El asistente inmediatamente se levantó y se acercó.

“Lady Satsuki y Lady Miharu han regresado”. La mujer abrió la puerta para los dos y enseguida les mostró el interior.

“Ooh, Satsuki, Miharu. Eso fue inesperadamente rápido. ¿Terminaste con tu charla?” Los ojos de Francois se abrieron al verlos.

“Sí, no queríamos hacer que todos esperaran demasiado, y también tenía algo que quería preguntar… ¿Terminaron sus discusiones aquí?” Satsuki miró a su alrededor la atmósfera pacífica en la que habían estado conversando.

“Bastante. Es un espadachín errante con una espada encantada lo suficientemente poderosa como para repeler el aliento de un semi-dragón. Vine aquí hoy preguntándome qué tipo de rufián podría ser, pero me recibió un hombre bien educado. Un tipo interesante de hecho. Ahora… ¿qué era lo que querías discutir?”

“Ah… Umm, ¿cómo debería poner esto? Tengo una petición. Pero primero, me preguntaba cuáles son los planes para Miharu y Haruto esta noche”, dijo Satsuki.

“¿Se ha decidido algo, Liselotte?” Francois preguntó, ya que ella había sido la que los trajo aquí.

“Liselotte…” murmuró Satsuki, mirándola con curiosidad.

“Ah, sí. Aún no te han presentado a Liselotte. Antes de responder a su pregunta, debería ser presentada.”

“Muy agradecido, Su Majestad. Es un honor conocerte, gran héroe. Soy la hija mayor del Duque Cretia, Liselotte. El placer de conocerla.” Liselotte puso una sonrisa sociable y la saludó como una dama.

“Sí, he oído hablar de ti. Como mujer, he encontrado que los productos del Gremio Ricca son irremplazables. Escuché que eras una joven noble, pero no imaginé que serías así…” Satsuki respondió mientras miraba la cara de Liselotte.

“Puede que te complazca saber que Satsuki es tremendamente aficionada a los productos del Gremio Ricca”, informó Francois a Liselotte con una sonrisa afable.

“Vaya, qué honor”. Liselotte sonrió ampliamente.

“No pude explicarlo antes, pero Liselotte fue quien nos trajo al castillo”, dijo Miharu a Satsuki, que estaba de pie junto a ella. De un vistazo, sonaba como una explicación para el beneficio de Satsuki, pero también funcionaba como una explicación para Liselotte. Liselotte le había dado permiso a Miharu  para explicarle a Satsuki el secreto detrás de los productos del Gremio Ricca.

La cuestión de si Lady Satsuki se dio cuenta o no fue puesta en espera. Desde el punto de vista de las cosas, ¿es quizás una oportunidad de 50- 50 que ella tiene? Incluso si se hubiera dado cuenta, no habría muchas posibilidades de que se lo mencionara a nadie, pensó Liselotte, haciendo una suposición basada en las palabras de Miharu en este momento y en la apariencia de Satsuki.

“¿Eso es verdad? Gracias, Liselotte.” Satsuki se inclinó elegantemente.

“No, era mi deber natural como noble del Reino Galarc, y también tenía una deuda que pagarle a Sir Haruto… En cualquier caso, por favor, levante la cabeza”, dijo Liselotte, inclinando la cabeza hacia Satsuki a cambio.

“Si es posible, me encantaría hablar contigo en algún momento en el futuro”, dijo Satsuki mientras levantaba la cabeza.

“Con alegría. Estaré en la capital mientras dure el banquete, así que por favor llámeme cada vez que se encuentre inactivo”, asintió Liselotte con un gesto amistoso. Según sus posiciones, era una tarea difícil incluso para la hija de un duque como Liselotte pedir conocer a Satsuki sola, pero ese no sería el caso si Satsuki fuera quien la invitara.

“Sí, puedo contactarlo en un futuro cercano. Espero verte entonces.”

“Sí por favor. Oh, es cierto. Preguntaste sobre los planes de Sir Haruto y Lady Miharu para esta noche. El plan era que se quedaran en la casa de mi familia en preparación para el banquete. No hicimos ningún otro plan en particular”, Liselotte respondió a la pregunta de Francois sin problemas.

“Hmm. Debían asistir al banquete acompañándote, ¿correcto? Si Miharu y Haruto están de acuerdo con eso, los invitaría a unirse a mí para la cena… ¿Cuál era tu solicitud, Satsuki?” Francois preguntó.

“La verdad es que esperaba que Miharu y Haruto pudieran quedarse en mi habitación esta noche”, comenzó Satsuki.

“¡¿Qué—?!” Michel jadeó.

“Dejando de lado a Miharu-dono… ¿también Haruto?” Francois le preguntó a Satsuki con calma.

“Si. Miharu es un hecho, pero me gustaría tener tiempo para hablar con su salvador, Haruto también”, explicó Satsuki con confianza, asintiendo.

“Hmm…” Francois tarareó, pensándolo con calma.

“¿Qué estás diciendo? ¿Sabes lo que significa que un hombre se quede en la habitación de una mujer soltera como tú?” Michel advirtió a Satsuki con vehemencia.

“Oh, pero Miharu también se quedará. De todos modos, aparte de ella, Rio se quedará en una habitación separada de mi habitación. ¿Qué es exactamente lo que infieres de eso?” A pesar de conocer el significado detrás de las palabras de Michel, Satsuki retrocedió con su lógica.

Miharu debe haberle contado sobre el plan. Si bien sería más fácil llevarla a escondidas a la casa de piedra si nos quedamos en su habitación… puedo entender las objeciones del príncipe, supuso Rio. En realidad, Satsuki solo estaba siendo extremadamente proactivo. Miharu no había mencionado que la sacarían del castillo temporalmente, lo cual fue un malentendido trivial.

“Aun así, no hay necesidad de hablar en tu habitación por la noche, ¿verdad?” Michel trató de discutir de nuevo.

“¿Oh? Hay muchas cosas de las que hablar que no son solo sobre nosotros, así que si queremos conversar en un ambiente relajado, creo que la noche sería la mejor “, dijo Satsuki sin rodeos.

“Pero…”

“Suficiente, Michel”. Michel todavía no retrocedía, lo que hacía que Francois reprendiera a su hijo.

“Padre…” Michel hizo una mueca.

“Vamos, vamos, hermano. Escucha lo que papá tiene que decir primero”, dijo Charlotte alegremente.

“… ¿Cuál es tu opinión, padre?” Michel preguntó con un suspiro, aparentemente calmado por las palabras de su hermana.

“Bueno, no tenemos derecho a restringir la vida personal del héroe sin una buena razón. Sería una cosa si ella estuviera sola con Haruto, pero Miharu también estará allí”, dijo Francois con facilidad.

“Guh…” Michel parecía en conflicto mientras miraba a Rio. La opinión de Río no se había pedido hasta ahora.

Bueno, hay una brecha en el estatus social. Debería quedarme callado.

Si alguien le hubiera pedido su opinión, Rio no tendría más remedio que responder. El tema que se estaba discutiendo le preocupaba, pero no lo suficiente como para enfatizar su propia opinión y causar problemas. A pesar de notar la mirada de Michel, mantuvo su silencio.

“¿Tienes una queja para expresar?” Francois le preguntó a Michel.

“No… si eso es lo que dice el padre”. Michel no pudo desafiar a Francois y aceptó sus palabras de mala gana.

“Gracias por su aprobación, rey Francois”. Con la conversación concluida, Satsuki le agradeció antes de que las cosas pudieran desviarse nuevamente.

Francois se encogió de hombros y sacudió la cabeza. “No hay necesidad de eso. Pero… veamos. No tiene que ser un intercambio, pero ¿qué tal si cenamos esta noche con todos los presentes? Con ustedes tres, eso es”, dijo a Satsuki, Miharu y Haruto.

“Por supuesto, estaría feliz de hacerlo. ¿Está bien contigo, Miharu y Haruto…?” Satsuki asintió con satisfacción, mirándolos para confirmar.

“Sí, estoy bien con eso mientras Haruto esté…” Miharu respondió, pasando la decisión a Rio.

“… Lo siento, Haruto. Fui e hice la suposición de que estarías bien con eso, pero por supuesto que puedes rechazarlo”, dijo Satsuki, observando la expresión de Rio mientras se disculpaba con pesar.

“No, no es que esté en contra, simplemente se siente como algo muy por encima de mí…” Rio murmuró su respuesta con una mirada preocupada. No podía responder de otra manera mientras estaba ante Francois y los demás.

“Eh eh eh. Bueno, él no está en una posición en la que pueda negarse, ni puede actuar feliz al respecto. No lo cuestiones más allá de eso, Satsuki. ¿Entonces no te importa, Haruto?” Francois se rio a carcajadas, cubriendo la respuesta de Río.

“Correcto…” Rio no se molestó en disculparse aún más, asintiendo con la cabeza gacha.

“Entonces, está decidido. Miharu y Haruto se quedarán en las habitaciones de Satsuki, pero antes de eso, Liselotte se unirá a nosotros para la cena”. Francois se rio entre dientes.

“Sería un honor para mí”. Liselotte sonrió seriamente.

“Ahora, Michel y yo tenemos deberes oficiales que atender, así que nos excusaremos aquí. Charlotte se quedará para que los cinco puedan hablar juntos. Vamos, Michel. Te confío el resto, Charlotte —ordenó Francois antes de partir en silencio.

“Déjamelo a mí. Me aseguraré de que Miharu y los demás se sientan bienvenidos”. Charlotte sonrió tiernamente, expresando su entusiasmo por su deber como anfitriona.