Great Demon King

Libro 3: La Orden del Manto Oscuro

Capítulo 120: Forzando a una Archimaga (+18)

 

 

El cuerpo de Emily era sensual y voluptuoso, presentándose ante él como una cornucopia del placer que podía presentar la figura femenina adulta, fértil y en la cúspide de su sexualidad. Pero sus ojos despedían una sensación de pánico que le daban un aire de inocencia, él cual no hacía más que aumentar su extraordinario atractivo.

Han Shuo solamente quería asustarla un poco para divertirse. Pero cuando intentó apartar su mirada, sintió una oleada repentina de lujuria que brotaba de algún lugar en su interior, apoderándose de su mente y embotando sus sentidos. Era como una avalancha de sensaciones que lo embargaron de forma repentina.

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Instintivamente trató de luchar, pero descubrió que era como un hombre perdido durante varios días en el desierto al que de pronto se le presenta un oasis. La Esencia Mágica comenzó a circular por su cuerpo de forma incontrolable, sus poderes se activaron sin que él lo quisiera. Eran demasiadas cosas ocurriendo al mismo tiempo… ¡Y él no tenía control sobre ninguna de ellas! Lentamente su visión comenzó a tornarse carmesí, como si estuviese entrando en el estado frenético que sólo ocurría cuando su vida estaba en peligro, pero ahora esa furia había sido reemplazada por pasión y el deseo de probar la carne de esa mujer, por imponerse sobre ella, por hacerla suya.

– ¡No! ¡Por favor, perdóname! ¡Levantaré la maldición! ¡Lo juro! – Emily estaba realmente asustada, pues Han Shuo parecía haberse trasformado en una bestia salvaje. Un temor completamente desconocido hasta entonces brotó de su interior y comenzó a gritar frenéticamente.

Pero la única respuesta a sus súplicas, fue el grito salvaje de Han Shuo antes de abalanzarse sobre ella. En segundos había arrancado un trozo de sus ropas y lo insertó con fuerza en la boca de Emily, silenciándola casi por completo, hasta que solo fue capaz de emitir gemidos de pánico entrecortados.

Great Demon King Libro 3 Capítulo 120 Novela Web

 

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De pronto las ataduras que restringían su cuerpo estaban cortadas, exceptuando aquellas que sujetaban sus manos. Poco después, su túnica fue cruelmente desgarrada, exponiendo la fina ropa interior, propio de una persona de alcurnia. Emily pateó e intentó retorcerse, pero su lucha era inútil. El cuerpo musculoso de Han Shuo estaba sobre ella, presionándola hacia abajo e inmovilizándola, sus músculos parecían tallados en bronce y su piel resplandecía con una tonalidad rojiza que lo hacían más parecido a un monstruo que a un ser humano.

Con ambas manos destruyó por completo la ropa que protegía el busto de Emily, pieza por pieza, hasta que consiguió exponer a la luz los pechos blancos, generosos y firmes que inicialmente solo podía imaginar. Y cuando tuvo ante sus ojos esa visión gloriosa de un cuerpo femenino perfecto, unido a los gemidos y el olor de la mujer… La mente de Han Shuo se quebró por completo.

Ya le era bastante difícil controlar sus emociones en el Reino del Espíritu Moldeado y con sus heridas previas, unido al estrés que había tenido que sufrir durante sus últimas aventuras, hicieron que su control se redujese al mínimo. No hubo forma de evitar que se abalanzara sobre ella.

Han Shuo empujó a una Emily casi desnuda hasta un árbol grueso. El impacto la dejó un poco confundida y no pudo hacer nada para defenderse cuando él introdujo sus manos en la voluptuosa carne de sus pechos femeninos, apretando con brusquedad, hasta que escuchó un gemido de dolor que lo hizo detenerse, pero solo un instante. Volvió a apretar, saboreando cada instante de ese tacto cálido y exquisito, manoseando sus senos como si no existiera nada más importante que descubrir cuantas formas podían adoptar bajo la fuerza de sus dedos. Comprobó con gran placer que estos eran lo bastante grandes como para escapar de la palma de sus manos, animándolo a continuar profanándolos, mientras sus esfuerzos provocaban ondulaciones sobre la superficie de esa piel magistral.

Tras un momento que pareció eterno, la mano de Han Shuo se desplazó hacia la parte baja del vientre de Emily, buscando romper la última prenda que se interponía en su camino. Con sus senos expuestos, la Archimaga sabía que estaba por ser completamente devorada, así que luchó frenéticamente, sacudiendo su hermoso cuerpo en un intento por liberarse.

Desafortunadamente para ella, un mago no era muy bueno luchando físicamente y aunque hubiese sido una guerrera no había forma de igualar la fuerza de un Han Shuo enloquecido. Únicamente consiguió excitarlo aún más al golpear involuntariamente sus pechos contra él, porque sus piernas ya estaban entrelazadas.

La hermosa prenda de seda finamente bordada que había estado usando para proteger su intimidad fue rápidamente destruida, revelando el tesoro oculto de esos labios prohibidos. Sus pechos voluptuosos estaban completamente expuestos a la vista de Han Shuo. Ya no quedaba una tela que pudiese ocultar algo a su depredador, que en algún momento se había desnudado por completo.

Han Shuo presionó a Emily con su cuerpo, usando sus piernas para separar los muslos de esa mujer a la fuerza mientras la inmovilizaba con sus manos, hasta que finalmente consiguió introducir su miembro con furia en el interior de la mujer.

Un chillido desgarrador, mezclado con gemidos de dolor, salieron de la boca de Emily. En segundos sus ojos se estaban desbordando de lágrimas impotentes que se deslizaban por su mejilla hasta su cuello, formando una corriente traslúcida.

Pero Han Shuo, sumergido por completo en una locura eufórica, no poseía razón alguna que le permitiese tratarla con suavidad. Sus poderes estaban siendo repuestos completamente y su energía parecía ser ilimitada. Mientras Emily sollozaba y gemía, Han Shuo dio rienda suelta al ilimitado deseo que había acumulado durante años, desatando toda su lujuria en el cuerpo desnudo de la maga.

Durante horas estuvo embistiendo el vientre de Emily, deteniéndose unos segundos para respirar antes de continuar atacando el interior cálido de la mujer. De vez en cuando se tomaba el tiempo para saborear los pechos voluptuosos con sus manos, con labios o su lengua. Luego continuaba embistiéndola, buscando siempre alcanzar el mismísimo centro de su sexo.

Al principio la Archimaga intentaba resistir inconscientemente, pero finalmente el cansancio la venció y dejó de luchar. Han Shuo pudo entonces disfrutarla plenamente, saborear su carne a placer e introducir su miembro con absoluta libertad. Su deseo parecía ilimitado. Quería llegar aún más profundo, conquistarla completamente, obligarla a someterse, poseerla en su totalidad.

Finalmente la arrojó contra el suelo. Luego sujetó sus nalgas con fuerza y la atrajo bruscamente hacia él, para introducirse aún más en su interior. Emily soltó gemidos cada vez más fuertes y seguidos, su voluptuoso cuerpo parecía temblar incontrolablemente, hasta que finalmente comenzó a mover sus caderas para igualar su ritmo, sincronizándose con sus embestidas.

Entonces placer lo inundó por completo y siguió desatando su lujuria en el cuerpo de Emily, después emitió un rugido triunfal mientras derramaba todo el calor de su simiente en lo profundo de ese vientre femenino.

***

 

 

Pasaron varias horas antes de que su mente volviese a aclararse. Han Shuo despertó sintiéndose como si acabase de tener una gran batalla, mientras una indescriptible sensación de comodidad lo inundaba. De pronto sus ojos se enfocaron y descubrió que estaba abrazando el cuerpo desnudo de Emily, quien tenía muchas marcas y moretones en el cuerpo. Era evidente que la habían estado reteniendo contra su voluntad. Los arañazos de su espalda parecían el resultado de haberla empujado contra el tronco del árbol. En su hermoso rostro aún había rastros de las lágrimas derramadas. Sus mejillas tenían un tono rojo brillante y seductor mientras dormía. Curiosamente su expresión agotada también revelaba rastros de cierta… satisfacción.

Por un instante Han Shuo quiso escapar de la realidad e intentó imaginar cualquier otra explicación a excepción de la evidente. Pero cuando bajó la mirada confirmó que la deliciosa sensación que lo inundaba provenía de su entrepierna, pues su miembro seguía erecto e introducido en el interior de la carne de Emily, de donde también brotaba la sustancia que solo el hombre puede proveer.

Maldiciendo en su interior, Han Shuo se resignó y decidió disfrutar de la sensación cálida y resbaladiza del vientre femenino durante otro largo rato, mientras agradecía a las deidades de este mundo el que ningún monstruo los hubiese atacado mientras estaba inconsciente. Finalmente se retiró del área privada de Emily, luego extrajo una manta de su Anillo Espacial con la que cubrió el cuerpo desnudo de la mujer.

Han Shuo se dirigió mecánicamente hacia el río, tratando de asimilar lo que había ocurrido, mientras también se sorprendía por el inesperado vigor que estaba experimentando. Parecía que todas sus lesiones habían desaparecido y sus poderes estaban completamente repuestos, de hecho, hasta se sentía mucho más poderoso.

Estaba a punto de mojarse el rostro, cuando notó que había rastros de sangre entre sus piernas. Sorprendido, dio un violento vistazo hacia la dormida Emily y abrió la boca con incredulidad. Ella era una mujer extremadamente hermosa, valiente, con una habilidad sobresaliente. Han Shuo había asumido que tenía experiencia en todos los campos, pero jamás imaginó que aún fuese una doncella. Era algo completamente inesperado.

Finalmente entendió el por qué Emily se había asustado tanto cuando lo vio desnudarse. De pronto recordó algunas cosas: El desgarrador grito de dolor al principio, los gemidos involuntarios y el hecho de que se moviese en sincronía con él antes del final.

Si Emily hubiese sido una mujer ya vivida, él se habría sentido mal por ella, pero no experimentaría el pánico que ahora se estaba apoderando de su interior, pues estaba seguro de que una mujer como ella tendría la fortaleza para sobreponerse. Pero al enterarse de que la había desflorado, de que se había convertido en su primer hombre al violarla… No podía evitar sentirse terriblemente avergonzado.

Han Shuo no tenía ningún problema con ser cruel, frío o despiadado. Tampoco le importaba humillarse un tiempo, si era para conseguir uno de sus objetivos. Pero lo que no podía soportar era la idea de resignarse a vivir una existencia indigna, porque entonces sería menos que una bestia. Después de todo, los animales no eligen ser esclavos de sus deseos, pero los hombres tienen elección. De pronto fue consciente de que se acababa de comportar como un ser miserable y no lo podía soportar, independientemente de si sus poderes lo habían poseído o no.

“Yo soy quien controla mi vida.” Rugió Han Shuo en su interior mientras se concentraba en su Esencia Mágica. “¡No tú! ¡Nunca te dejaré! Harás lo que yo digo, aunque eso me termine matando.”

Después de ese momento de introspección, Han Shuo comenzó a romperse la cabeza tratando de encontrar una manera aceptable de manejar el asunto de Emily. Por supuesto que no pudo encontrarla, así que decidió aceptar lo que viniera y continuó con su baño; pero cuando pensó en lo que tendría que aguantar cuando regresara a la orilla, simplemente continuó reposando en el agua, como si el río tuviese el poder de llevarse sus problemas.

Un gemido bajo llegó a sus oídos y se dio la vuelta. Emily finalmente estaba despertando, pero la conmoción de Han Shuo había sido tan fuerte, que se olvidó de desatar sus manos o quitarle la mordaza de la boca. La pobre trataba inútilmente de mover su cuerpo, pero era evidente que apenas tenía fuerzas en las articulaciones. Finalmente consiguió alzar la mirada y su expresión se llenó de miedo al detectar a Han Shuo viéndola desde el río.

“Ah… Esto va a ser una mierda.” Pensó Han Shuo deprimido, mientras regresaba lentamente. Por primera vez desde que llegó a este mundo sintió lo que era tener escalofríos. Cuando estaba a unos metros de ella, notó que estaba luchando para alejarse instintivamente, así que se detuvo y extrajo unas cuantas prendas al azar de su Anillo Espacial. Luego sonrió avergonzado, mientras luchaba por encontrar algo qué decir.

– ¿Estas bien? –

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Esas palabras le parecieron increíblemente estúpidas en cuanto las escuchó y sintió que quería ocultar su rostro en un agujero. Era evidente que Emily tampoco lo encontraba divertido, porque sus ojos anteriormente temerosos parecieron encenderse con un odio indescriptible. De repente comenzó emitir ruidos ahogados mientras luchaba por levantarse, pero ya no para alejarse, sino que más bien parecía querer atacar a Han Shuo por cualquier medio posible.

– ¡Muy bien, lo entiendo, estas enfadada! ¡Es justo! – Dijo Han Shuo mientras alzaba los brazos suavemente, como si estuviese tratando de tranquilizar a un caballo nervioso. – Quizá sea vea mal ahora, pero… Dicen que la ira es más productiva que el miedo, así que, de algún modo, esto es una mejora. Pero… ¡cálmate un momento! Voy a quitarte la mordaza, pero tienes que calmarte. Aquí tengo algo de ropa para que te cubras, seguramente querrás bañarte también. ¡Cálmate! No quiero hacerte daño… Digo, no quiero lastimarte más. ¡No es que haya querido lastimarte en un principio! Solamente quería asustarte un poco, pero luego ocurrió un accidente. En serio… ¡Deja de retorcerte un rato! Te prometo que te escucharé si tú me prometes no atacarme. –





Emile asintió con la cabeza y dejó de moverse, pero sus ojos no podían ocultar el intenso instinto asesino que la embargaba. Así que por seguridad Han Shuo decidió invocar otra vez a su Pequeño Esqueleto antes de desatarla.

Cuando le quitó la mordaza un alud de insultos e improperios estallaron de la boca de Emily. Sus gritos iracundos llegaron a escucharse a kilómetros de distancia mientras maldecía la mismísima existencia de Han Shuo, comparándolo con varias especies de bestias, roedores y lo que seguramente eran referencias escatológicas.

“El infierno no tiene tanta ira como una mujer enojada.” Pensó Han Shuo al escucharla, pero permaneció frente a ella, escuchado en silencio cada una de sus quejas con valor estoico. Ya que había ultrajado por completo a esta mujer, lo mínimo que podía hacer por ella era recibir todo su odio sin rechistar. Así estuvieron alrededor de media hora, cuando los insultos de Emily se detuvieron, no porque su furia se hubiese aplacado, sino porque su garganta ya no tenía fuerzas. Entonces los chillidos se trasformaron en sollozos entrecortados y miserables, mientras sus ojos volvían a cubrirse de lágrimas a la vez que murmuraba cosas que ya eran inentendibles.

Viendo una oportunidad, Han Shuo trato de hablarle para tranquilizarla, pero estaba tan nervioso que sólo pudo decir torpemente: – Aunque no lo creas, no fue mi intención. Más bien fue una especie de accidente. –

– ¡¿DICES… QUE… ME VIOLASTE… POR ACCIDENTE?! –

Emily volvió a gritar completamente fuera de sí. En medio de su frenesí trató de agarrar el cuello de Han Shuo con sus manos aún atadas, pero solo consiguió enredarse con la manta y rodar por el suelo. Cuando él trató de ayudarla a levantarse, ella intentó morderlo inmediatamente.

Han Shuo retrocedió de inmediato, pero continuó hablando con un tono conciliador.

– ¡Perdona! Lo entiendo. Quizá no fue la mejor elección de palabras. Pero… –

– ¡SUÉLTAME AHORA MISMO! ¡TE JURO QUE TENDRÉ TU VIDA POR ESTO, MALDITO MOCOSO! –

– ¡Cálmate! ¡Vas a lastimarte si sigues así! Además, no es como si fueras la única perjudicada. También fue mi primera vez, así que ahora ambos somos adultos. Y al final me pareció que lo disfrutaste un poco. Tal vez no fue la mejor forma, pero con el tiempo… –

– ¡VOY A MATARTE, MALDITO ANIMAL! –

– Créeme que lo entiendo. Pero no había forma de que supiera que aún eras doncella. ¿Qué dices si te libero y te vas por tu camino? Yo iré por el mío. Así estaremos a mano y aquí no pasó nada. –

– ¡¿Crees que te dejaré irte así no más después de violarme, maldito descarado?! ¡Antes de vivir así, prefiero matarme para que mi maldición te pudra de adentro hacia afuera! –

“¡Oh, me olvidaba de esa maldición!” Pensó Han Shuo enojado por su propia imprudencia, pero a pesar de intentarlo, simplemente no podía volver a enfadarse con Emily, que de pronto le parecía tan adorable, a pesar de estar mirándolo de un modo muy similar a una Gorgona.

– ¡Si no dices algo que sirva para mí, me mataré de inmediato para llevarte al infierno conmigo! ¡Lo juro por todos mis dioses! –

Después de gritar esas palabras, Emily finalmente guardó silencio, esperando su respuesta. Han Shuo la contempló en silencio por unos momentos, mientras se rascaba la cabeza por acto reflejo. Finalmente suspiró mientras sacaba una de sus dagas y cortó las ataduras de la hermosa Archimaga. Luego dijo con suavidad: – ¿Por qué no te bañas primero? Podemos seguir hablando después de que estés mejor. –

Han Shuo retrocedió de inmediato, con todos sus sentidos alerta, pues temía que Emily perdiese el control de nuevo y lo atacase con su magia. Sin embargo, la maga no hizo ningún movimiento sospechoso, sino que comenzó a levantarse con torpeza, mientras intentaba cubrir su cuerpo desnudo con la manta, pero sin perder de vista a Han Shuo en ningún momento. En ese momento le recordó a una hermosa gatita alerta que sospechase de un depredador en las proximidades.

Después de conseguir ponerse de pie, continuó mirándolo en silencio, hasta que finalmente asintió con la cabeza, algo confundida. Entonces envolvió la manta con fuerza alrededor de su cuerpo y comenzó a caminar hacia el rio, pero como estaba vigilando a Han Shuo no pudo evitar tropezarse de vez en cuando, hasta que finalmente volvió a caerse. Su rostro se enrojeció de un modo adorable por la vergüenza, pero volvió a levantarse maldiciendo en voz baja y disminuyó el ritmo poco después.

Cuando finalmente llegó a la orilla, se detuvo unos instantes. Entonces resopló con furia antes de arrojar la manta a un lado, revelando nuevamente los sensuales encantos de su cuerpo desnudo, antes de introducirse en las aguas. Mientras lavaba cada rincón de su cuerpo, no dejaba de vigilar los movimientos de Han Shuo.

Él por su parte, no pudo evitar que el corazón le diera un vuelco al recordar como había hecho suya a esa mujer y disfrutado completamente de los placeres carnales. Pero finalmente consiguió recuperar algo de compostura e intentó fingir indiferencia diciendo: – Oye, quizá convenga que me retire un rato. Así no tendrás que inquietarte y podré buscar algo que comer. –

Al escucharlo, el cuerpo de Emily se tensó de repente, exponiendo su exquisito abdomen y el delicioso espacio entre sus piernas. Entonces le gritó con furia: – ¡Quédate ahí! ¡Ya viste todo lo que había por ver y tocaste todo lo que podías tocas! ¡Deja de fingir cortesía delante de mí, maldito desvergonzado! ¡No pienso perderte de vista ni un solo segundo! ¡¿Quién sabe si no terminarás escapándote a la menor oportunidad?! –

“¡¿Ella también puede leer la mente o solamente adivinó?!” Pensó Han Shuo exasperado. En realidad, había estado pensando en escaparse en cuanto la perdiera de vista, pero el instinto de las mujeres era demasiado, hasta para él. En ese momento tuvo que usar toda su voluntad para aguantar la risa, pero simplemente no podía contener la alegría en su interior. Emily era una mujer hermosísima y sensual, pero extremadamente aguda e inteligente; también era valerosa, pura y de una clase muy superior. No podía engañarla como a los demás.

Cuanto más pensaba en lo extraordinaria que era esta mujer, más orgulloso se sentía de haberla poseído. Si bien no fue para nada algo planeado, seguía siendo verdad que él, Han Shuo, era su primer hombre, el primero en llegar a su interior, el primero en hacerla suya. Esta extraña mezcla de culpa, admiración y orgullo… era una emoción totalmente nueva para él. Por eso simplemente sonrió avergonzado para decir: – No pienso abandonarte. ¡Báñate tranquila! ¡Vigilaré desde aquí! –

***

 

 

Después de un tiempo, una desnuda Emily emergió de las aguas completamente limpia. Luego usó su propio Anillo Espacial para extraer un nuevo conjunto de lujosas túnicas mágicas con las que se vistió rápidamente. Su belleza parecía irradiar mientras caminaba hacia Han Shuo y únicamente desvió su mirada de él para echarle un vistazo rápido al Pequeño Esqueleto que todavía lo acompañaba. Luego lo miró directamente a los ojos y preguntó:

– ¿Y bien? ¿Después de esperar todo este tiempo te has decidido por una respuesta satisfactoria? –

Han Shuo simplemente la miró a los ojos con una expresión indescifrable. Ambos se quedaron frente a frente sin decir nada durante un rato. Hasta que, de pronto, él dio un rápido paso hacia ella y la abrazó firmemente por la cintura con un brazo, mientras que con el otro acariciaba sus cabellos, a la vez que besaba con fuerza sus sensuales labios. Luego comenzó a desplazar sus manos por cada rincón de su cuerpo sin ninguna vacilación o duda y una sensación maravillosamente embriagadora comenzó a extenderse desde su corazón, animándolo a enredar aún más su lengua con la de Emily y entrelazar su cuerpo con el de ella.

Al principio, la maga comenzó a luchar ferozmente por liberarse, pero no tuvo mejor éxito en esto a pesar de tener sus manos desatadas. Sus golpes, mordidas y arañazos eran incapaces de liberarla del abrazo de Han Shuo. Después de varios intentos, su cuerpo comenzó a relajarse a medida que su resistencia se hacía más y más débil, hasta que finalmente se entregó por completo a la pasión de ese largo beso, moviendo voluntariamente su lengua con la de Han Shuo y entrelazando su sensual cuerpo con el de él.

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Después de un largo tiempo, cuando la necesidad de aire finalmente les hizo separar sus labios. Ambos jadearon por un momento, sin dejar de mirarse a los ojos, hasta que Han Shuo sonrió y se acercó a ella para mordisquear juguetonamente los hermosos oídos de Emily, que estaban rojos por la vergüenza. En ese momento le dijo: – Me haré responsable. ¡Ahora eres mi mujer! –

El cuerpo de Emily se puso rígido inmediatamente al escuchar esas palabras, pero de forma repentina se pegó a él como una serpiente y también le dio un mordisco en la oreja mientras decía enojada: – ¡Demonio descarado! ¡Al menos sabes cuál es el deber de un hombre! –

Han Shuo soltó una carcajada salvaje y orgullosa al escuchar sus palabras. Entonces sujetó a Emily con fuerza por la cintura mientras volvía a arrancarle las ropas para exponer su cuerpo desnudo. A pesar de las protestas de la maga, cada vez menos reales, comenzó una nueva ronda de ataques desbastadores y derramó su simiente varias veces en su cálido vientre en todos los modos imaginables. Solamente se detuvo cuando se dio cuenta de que Emily estaba a punto de desmayarse.

***

 

 

Durante los siguientes tres días, Han Shuo continuó marchando hacia el Cementerio de la Muerte, llevando a Emily consigo. En el campo de batalla habían sido enemigos implacables, pero después de compartir tanta intimidad se habían vuelto inseparables.

Y es que Han Shuo se había vuelto bastante insaciable tras probar por primera vez el sabor de una mujer hermosa, hasta el punto en que las palabras le parecían insuficientes para describir el grado de placer que sentía y ahora se preguntaba cómo demonios había podido vivir sin conocerlo. Con una compañera tan sensual era difícil mantener las manos alejadas, así que se dedicó a embestir su vientre femenino con bastante regularidad cada vez que ella bajaba la guardia y en múltiples posiciones. La amorosa Archimaga había pasado varias veces del pánico inicial a corresponderle con una lujuria intensa, hasta que finalmente el vigor inagotable de Han Shuo acababa por abrumarla y suplicaba clemencia para recuperarse. Este proceso se había repetido muchas veces y actualmente las caderas de Emily vacilaban cada vez que daba un paso hacia adelante. Aun así, ella jamás lo rechazaba.

Pero conforme se acercaban al Cementerio de la Muerte, las inquietudes de Han Shuo aumentaban. Mientras avanzaba entre la maleza, apartando las plantas para facilitarle el paso a su mujer, no dejaba de echar vistazos rápidos a su escultural cuerpo voluptuoso, pero ya no se limitaba a apreciarla físicamente, sino que intentaba descubrir todo lo que podía sobre ella. Y es que aparte de sus nombres, ninguno había revelado nada sobre su procedencia, identidades u objetivos.

Parecía risible que hubiese podido intimar físicamente hasta tal grado con una mujer sin conocerla siquiera, aún más teniendo en cuenta que lo único seguro era que sus orígenes tenían que ser aristocráticos y por lo tanto extremadamente complejos. Aunque no sabía lo que pasaría en el futuro estaba muy seguro de que, cuando averiguase quien era Emily en realidad, tendría que lidiar con una situación bastante compleja, de un modo u otro.

Además estaba el problema de la culpabilidad. Y es que Han Shuo había asumido desde un principio que su primer objetivo sería el de obtener el amor de Fanny. Hacer suya a esa mujer era uno de los ideales principales detrás de todas sus ambiciones, las cuales no se limitaban únicamente al deseo de su cuerpo o la satisfacción de poseer un trofeo tan hermoso y codiciado por todos. Después de todo lo vivido junto a su hermosa Maestra, él había terminado desarrollando verdaderos sentimientos hacia ella, pero ahora había terminado en una apasionada relación con Emily de un modo completamente absurdo. Así que realmente no sabía cómo reaccionar la próxima vez que estuviese junto a Fanny o si debía cortar por completo el contacto con ella.

Todo esto, sumado al deseo que sentía por Emily y la enorme responsabilidad que pesaba sobre sus hombros cuando recordaba que la había violado… provocaban una enorme variedad de emociones intensas y desconocidas para él hasta el momento, así que por primera vez en mucho tiempo se sentía verdaderamente perdido. No sabía si debía confesarle su identidad o esconderla, si debía revelarle parte de la verdad o toda. Un verdadero enredo de pensamientos discordantes comenzaba a acumularse por su mente.

Han Shuo contuvo un suspiro de agotamiento. Realmente necesitaba descansar. En ese momento le hubiese encantado sacar su Matriz de Trasporte Mágico portátil para ir directamente al Cementerio de la Muerte, pero ese era el secreto más grande que tenía y ni siquiera podía pensar en hablar de ello mientras desconociese el pasado de Emily. Además, la maga ya había dejado bien claro que pensaba aferrarse a él sin importar lo que ocurriese, así que no podía pensar en una buena excusa para dejarla de lado por un tiempo.

Mientras él estaba perdido en sus pensamientos, Emily tampoco lo perdía de vista y rápidamente comenzó a notar los cambios en la expresión de Han Shuo, incluso los más imperceptibles. Con su experiencia no le fue difícil darse cuenta de que las preocupaciones se estaban acumulando en su interior, así que aprovechó un momento en que se detuvieron para hablarle:

– No tienes que preocuparte por mi maldición. En realidad, era un truco que preparé para salvarme por si me capturaban. Un hechizo tan poderoso como para vincular la salud de tu cuerpo con mi vida requeriría de un ritual bastante complejo y no bastaría con solo un beso. También tendría que pagar un alto precio como retribución por realizarlo – dijo sonriendo de un modo involuntario.

Han Shuo no le entendió de inmediato porque la maldición era lo que menos le preocupaba en ese momento. Pero aun así era un alivio saber que no tenía que enfrentar el riesgo de una muerte prematura. También supo que Emily se había dado cuenta de cuan preocupado estaba a pesar de que ella misma seguramente estaba experimentando una cantidad similar de problemas o incluso mayores, teniendo en cuenta que ella era una mujer y su reputación era la que estaba en juego.

Al ver la sonrisa involuntaria de Emily, junto con el modo en que lo miraba al tratar de consolarlo, sintió una inesperada sensación de gratitud. Pero luego recordó que, cuando ella lo besó por primera vez, detectó claramente un poder mágico ingresando en su interior. Así que frunció el ceño confundido y preguntó: – Pero estoy seguro de que desataste un encantamiento en ese momento. ¿Qué fue eso? –

– Ja ja. Eso fue una pequeña mezcla de malestares mágicos que preparé especialmente para crear la ilusión de que un encantamiento complejo estaba funcionando en tu interior. Realmente no hace más daño que un resfriado común, pero la idea es que desate varios síntomas a la vez para que no sea fácil identificar el tipo de maleficio que se ha empleado. – Respondió Emily con orgullo mientras le explicaba sonriendo, pero luego pareció darse cuenta de algo, porque de repente lo miró de forma extraña: – Ya que hablamos de eso. ¿Por qué no estas enfermo? Deberías estar agotado o sin fuerzas en las articulaciones. Pero en lugar de eso estas… demasiado vigoroso. ¿Cómo puedes… hacerme… tantas cosas sucias… y a cada momento? ¡¿Acaso tienes energía ilimitada?! –

“Por qué una magia de bajo nivel que está al nivel de un virus común no va a tener ningún efecto en este cuerpo libidinoso, querida.” Pensó Han Shuo para sí mismo, pero no lo dijo en voz alta. Finalmente entendió que el poder de Emily no se había dispersado rápidamente en su interior, sino que había sido neutralizado casi instantáneamente. Para ser justos, ella pensaba que solamente era un Necromante, no sabía el continuo reforzamiento al que se había sometido con su magia demoníaca. Aun así, Han Shuo sonrió divertido por la astucia de Emily y llevó uno de sus brazos hasta la cintura de la maga para aferrarla firmemente por las caderas, atrayéndola. Aunque al principio se hubiera resistido inconscientemente, la hermosa maga se había acostumbrado a que su cuerpo fuese acariciado con esas manos y ahora se dejaba deslizar contra él de un modo natural.

Emily se quedó mirándolo sonrojada por unos momentos, mientras dejaba que las manos de Han Shuo jugueteasen por su espalda y sus posaderas. Pero al notar que el joven simplemente la miraba con una sonrisa maliciosa, ella entendió que simplemente estaba burlándose.

– ¡Mocoso malvado y misterioso! – Refunfuñó Emily de un modo adorable, mientras se alejaba de él y ponía los ojos en blanco.

Han Shuo estaba a punto de perseguirla para iniciar un nuevo asalto… cuando su expresión se ensombreció y sus sentidos se agudizaron. Había recibido una advertencia de sus Demonios Originales: Dos entidades poderosas se aproximaban, una de los cuales era un mago.

Han Shuo envió a una de sus entidades para que hiciera un reconocimiento y la sorpresa lo embargó de repente, porque reconoció a esas personas: ¡Eran el Archimago de Viento Duke y el Caballero Veterano Erick!

La última vez que los había visto fue aquella noche en que se reunieron con la bruja Camila, quien desapareció poco después de que hiciese su informe a la Orden del Manto Oscuro. Según lo último que escuchó, se suponía que ambos habían regresado al Imperio Kasi, pero parecía que el destino los forzaba a cruzar caminos nuevamente.

– Si mis predicciones son correctas, la persona que encontró el Cementerio de la Muerte tendría que haber estado por esta área. Su muerte inexplicable ocurrió en el plenilunio, así que existe la posibilidad de que sufriera una maldición vinculada con el Cuarto Creciente. – Comentó Duke mientras consultaba las notas que llevaba en un pequeño libro encuadernado con piel de monstruo.

– Si realmente el sujeto padecía un maleficio, es posible que sus sentidos estuviesen embotados, así que no es seguro que utilizase la ruta más directa para regresar. – Respondió Erick mientras blandía casualmente su espada larga, cortando de un solo tajo todos los arbustos que había en su camino a varios metros de distancia. – Deberíamos asumir que desvariaba al regresar. Lo cual aumenta nuestra área de búsqueda por varias hectáreas. –

– Por eso necesitábamos información. Si hubiéramos podido acceder a la Biblioteca Secreta de la Academia Babilonia, quizá nos habríamos ahorrado todos estos meses de búsqueda, pero al final no nos queda más remedio que hacerlo de este modo. Había escuchado rumores sobre la Orden del Manto Oscuro, pero no tenía idea de lo temible que eran. Solo nos reunimos con Camila una vez, ¡pero al día siguiente la asesinaron! ¿Cómo demonios se habrán enterado de su identidad? Fue una suerte que partiéramos de inmediato o podríamos haber terminado como ella. –

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El viejo Archimago comenzó a murmurar con una expresión frustrada y algo hastiada. Por sus palabras Han Shuo comprendió que Camila había sido eliminada inmediatamente, pero Duke y Erick consiguieron evadir la captura… o los dejaron escapar a propósito.

– ¡Oye, ¿me estás escuchando?! – Un grito agudo pero delicado lo sacó de la mente de su Criatura para devolverlo a bruscamente. En algún momento Emily lo había abrazado con ternura y acariciaba su rostro con sus delicadas manos. Entonces preguntó alegremente: – Mi lindo y pequeño demonio ¿Con qué idea malvada estás tan fascinado que de pronto te has quedado en silencio? –

Han Shuo estaba a punto de responderle, cuando su criatura detectó algo y volvió a espiar a sus enemigos. El Archimago Duke había estado caminando tranquilamente, completamente concentrado en los apuntes de su cuaderno, cuando de pronto alzó la vista como si algo hubiese llamado su atención.

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– ¡He! ¡Hay sonidos humanos al sur de esta posición! Vamos a echar un vistazo para ver que encontramos. –

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Y tras decir estas palabras, el Archimago activó su hechizo de levitación y comenzó a desplazarse rápidamente, seguido de cerca por el Caballero.

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Han Shuo reaccionó de inmediato y aferró con más fuerza la cintura de Emily mientras le decía con urgencia: – ¡Alguien viene, tenemos que apresurarnos a escondernos! –

Acto seguido comenzó a correr en dirección contraria, llevando a la hermosa Archimaga, mientras serpenteaba entre los árboles con ayuda de sus criaturas. Emily había entendido de inmediato que algo malo estaba pasando, así que se limitó a correr con él sin darle ningún problema. Ambos continuaron avanzando hacia la espesura, evitando cualquier encuentro con monstruos, hasta que finalmente llegaron cerca de un árbol particularmente frondoso.

Han Shuo soltó a Emily y le susurró: – ¡No hagas ruido y usa un hechizo de levitación para seguirme hasta la cima! ¡Debemos permanecer juntos! –

Emily asintió rápidamente y comenzó a elevarse hacia las ramas. Han Shuo la siguió de inmediato, trepando por el tronco con la agilidad de un felino. Continuaron subiendo hasta llegar al sitio más recóndito, donde se ocultaron perfectamente.

– ¿Estás seguro de que alguien no sigue? ¿Cómo es que no he detectado nada? – Preguntó Emily con suavidad. Era evidente que estaba dudando, pero aun así se acurrucó dócilmente entre las hojas junto a Han Shuo, enroscándose a su alrededor como una hermosa serpiente.

– ¡Shh! ¡No hables, sólo susurra! ¡El Archimago puede escuchar el viento de tus palabras! – Le dijo Han Shuo con un gesto tajante. Emily lo abrazó divertida y parecía a punto de burlarse de él, cuando su ceño se frunció con brusquedad. Entonces recitó un encantamiento muy suavemente con el que invocó una nube grisácea que los envolvió hasta volverlos prácticamente invisibles entre las ramas del árbol.

Todos los Archimagos tenían poderosos sentidos y Emily era particularmente habilidosa. Pero como Duke era un maestro en el arte de controlar el viento, era muy superior a la hora de identificar sonidos a gran distancia cuando estos viajaban por el aire. De otro modo, no hubiera podido darse cuenta de la presencia de Emily sin que ella lo notase al mismo tiempo.

Pasaron unos minutos y finalmente ambos pudieron ver como la maleza frente a ellos era cortada por una serie de ventiscas afiladas. El Archimago de viento emergió flotando de la espesura con el porte de un noble anciano benevolente, pero la luz maliciosa de su mirada revelaba su verdadera personalidad ladina. Sin embargo, su rostro de pronto se llenó de sorpresa y comenzó a mirar de un lado a otro, intentando detectar el origen del sonido que había escuchado.

Hasta el momento las facciones del anciano estaban ocultas por una capucha unida a su manto de viaje, Han Shuo lo había reconocido gracias a que sus criaturas podían verlo desde ángulos distintos, pero Emily no tenía idea de la apariencia de este misterioso perseguidor, hasta que el viejo giró la cabeza de un modo que pudo verlo claramente, y entonces…

– ¡Es Duke, del Imperio Kasi! –

La Archimaga apenas se las arregló para reprimir su grito y una intensión asesina comenzó a emanar de ella al contemplar al terrible anciano. Han Shuo la miró sorprendido, incapaz de comprender cómo era posible que su mujer supiera la identidad de su enemigo.

 

 

 

Great Demon King Libro 3 Capítulo 120 Novela Web

Cómo están amigos, soy Acabcor de Perú, donde estamos sufriendo una terrible oleada de calor… ¡Y eso que el verano todavía no ha llegado!

Mis muy estimados lectores que continúan esta traducción lenta pero segura. ¡Cómo les agradezco por su paciencia! Me ha conmovido en verdad que aún haya personas que aún siga esto desde el primer día.

Pero antes de seguir con el sentimentalismo, hay algo que tengo que decir. Y no es por ninguno de ustedes, pues yo sé muy bien que son personas con honor. El caso es que, si algo me enseñó mi tiempo en el ejército, es que SIEMPRE HAY UNO. Siempre hay alguna persona, en ese infinito mar de posibilidades que representa la humanidad, que puede llegar a cometer ese error que todos juramos imposible. Uno dice: “No hay forma de que alguien deje que su hijo monte sobre un cocodrilo salvaje” Pero Steve Irwin lo hizo. O “no hay manera de que alguien se ponga a jugar con un arma cargada”, pero todos sabemos que siempre hay uno.

Con eso en mente quiero decir esto: La violación SIEMPRE ESTA MAL.

Todos sabemos que esto no es más que una fantasía, eso son las novelas, pura fantasía diseñada para complacer a un público de diversas maneras; y en el caso del erotismo es una mezcla de la atracción por lo prohibido junto con algo de sadismo que todos tenemos dentro en diferentes magnitudes, sin que eso llegue nunca al punto de ser el caso serio de una parafilia. Yo estoy seguro de que todos los que han leído esto saben que las mujeres no funcionan como las chicas de esta novela, porque no hay un escenario de la vida real en donde una mujer pueda ser ultrajada y luego se enamore de su violador. Y si ocurriera en la realidad… es porque dicha mujer tiene un grave caso de psicosis obsesiva compulsiva, así que lo mejor es alejarse de ella antes de que nos mate en un ataque de locura homicida.

A demás, todo hombre capaz de violar a una mujer… no es realmente un hombre sino un animal, un malnacido perro rabioso al que es mejor matar rápidamente, y lejos de sentirnos mal debemos pensar que le hemos hecho un favor al mundo con ello. Esto último es mi sentimiento personal y no un reflejo de la mentalidad civilizada de mi país o sus principios morales y religiosos. Es solamente el instinto que tengo como varón que sabe cuál es su deber para con las mujeres, sobre todo si en el futuro me toca tener una hija, a la que pienso proteger, aunque me mate en el intento… o mate a alguien más, en todo caso. (NOVA: ¡Que grande eres Acabcor! Nosotros pensábamos dejar un mensaje similar, pero te nos adelantaste. Nosotros compartimos tu manera de pensar, en especial uno de nosotros que tiene una hijita pequeña.)

Una vez aclarado esto, de nuevo repito que no es por ustedes sino por ese “siempre hay uno” que antes mencioné, puedo empezar a explicarles los cambios que hice esta vez.

Si han leído el original, descubrirán que he alargado bastante la parte erótica de la misma. El motivo es simple: El original era demasiado vago, poco claro y hasta frívolo. Después de leer Drácula de Bram Stoker aprendí bastante sobre las descripciones femeninas del acto sexual en un contexto parecido. Así que parafraseé algunos de sus textos, sobre todo para embellecer más a la Archimaga. El motivo es que el original hace muchas referencias a ella como una “mujer mayor” algo que seguramente será motivo de excitación en el contexto asiático, pero para los latinoamericanos “mujer mayor” significa “vieja” dicho de un modo algo sutil.

Personalmente me gusta el arte erótico porque explora interesantes aspectos internos del ser humano y porque, bueno soy un hombre, no pienso pedir disculpas por eso. Si no me gustara, creo que tendría otro tipo de problemas con los que lidiar. Pero una cosa es erotismo y otra muy diferente es la pornografía. La pornografía es sucia, barata, algo sórdida; no puedo llamarla arte en casi ningún contexto, sobre todo cuando pienso en el horrible mundo que se esconde detrás de ello. Por eso fue muy importante para mí emplear las palabras apropiadas para la escena pasional entre Han Shuo y Emily, porque no quería que fueran expresiones vulgares, sino sensuales.
Intensas sí, todos gustamos de intensidad en estos casos, pero también quería presentarlo de un modo especialmente vívido, pero algo elegante, y siempre respetando las intenciones del autor.

Ni Can Tiang parece haber querido hacer esto mismo, por eso reemplaza palabras como “hacer el amor” por “atacar”. El problema es de nuevo la connotación asiática: No hay un contexto diferente al de la violencia en “atacar”. Y no es que sea tan fácil, porque yo mismo tuve muchas dificultades. Me tuve que preguntar ¿Qué ocurre si este capítulo lo lee un español? Porque en mi país la palabra “Cachar”, que significa atrapar algo, también es sinónimo de fornicar; en cambio “coger” que en mi tierra no tiene otro significado que el de sujetar algo, es sinónimo de coito en España y muchos otros países. Por eso me decidí por “Embestir” que es una expresión poco clara pero que todos podemos entender en ese contexto.

Otro punto importante fue presentar la escena desde distintos puntos de vista, el de Emily y el de Han Shuo, en parte porque las mismas relaciones sexuales son un intercambio físico y también psicológico; pero también quería representar las fantasías que podría tener una mujer al respecto, al menos de acuerdo a la mitología norteamericana. De ese modo se hace más creíble el imposible apego que ella desarrolla hacia Han Shuo.

¿Les han gustado las imágenes que escogí? Aunque no lo crean fue bastante difícil encontrar una que me satisficiera. Pero finalmente encontré una mujer que se parece a la Emily que yo imagino, aunque para entonces ya es una poderosa reina demoníaca.

Después le dediqué bastante tiempo a modificar los diálogos de Han Shuo con Emily para que sonaran más chistoso y menos simples. Quería a un protagonista nervioso, que no supiera que hacer, porque eso es lo que el Autor quería lograr y seguramente lo hizo en chino. También quería dejarle algo de moral a Han Shuo, porque, aunque todos amamos un antihéroe, estos son lo que son por tener su propio código, aunque este código no esté de acuerdo con nuestras normas sociales. También ocurre que los orientales le dan mucho énfasis a la primera vez de una mujer, como si esta no fuera a olvidar nunca la experiencia. Pero… bueno, la verdad es que las mujeres ni siquiera recuerdan el nombre de su primera pareja y tampoco se quedan satisfechas; y los hombres no desarrollamos sentimientos por las mujeres únicamente por estar con ellas. Por eso no es suficiente ser la “primera vez” de una para explicar el desarrollo de un apego emocional, menos aún uno masculino.

Luego me esforcé mucho en arreglar el encuentro con Duke y Erick, pues la forma en que el Autor los presentaba era demasiado oportuna: Justo ambos andaban por ahí, justo hablaban del Cementerio de la Muerte y justo estaban por encontrarlo. Nada de eso tenía sentido porque, si les bastaba con los rumores sobre el cementerio para encontrarlo… ¡No hubieran ido hasta la Academia Babilonia por información! Todo eso hace al encuentro con Camila un evento completamente innecesario y el cementerio hubiera sido encontrado rápidamente.

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Por eso tenía que encontrar una explicación razonable a la presencia de ellos en un sitio tan oportuno y no daba con ninguna. Pero un día estaba haciendo un estudio sobre los calendarios en la Antigua Grecia y vi que muchos se basaban en las fases de la luna para crearlos y también medir las distancias. ¡Eureka!

Si los magos son los intelectuales en ese mundo, no es imposible que puedan hacer lo que los filósofos griegos hacían o incluso orientarse en el bosque calculando las distancias. El resto si puede deberse a la suerte. El que la maldición estuviese ligada a las fases de la luna era una excusa más creíble que “El tipo que murió fue encontrado por aquí”.

En cualquier caso, esos son los cambios principales, hay otros, pero no los aburriré mencionándolos porque esta nota ya está quedando muy larga. El siguiente capítulo no saldrá tan rápido porque sé que me tomará bastante esfuerzo ya que tengo que enriquecer esa batalla para hacerle justicia a los Archimagos.

Una vez más quiero pedirles su ayuda para detectar cualquier error de ortografía o iteración.

Nos vemos en el siguiente capítulo.

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