Great Demon King

Libro 3: La Orden del Manto Oscuro

Capítulo 121: Resulto que Ella era Uno de los Nuestros

El Anciano Archimago llegó levitando hasta el claro muy cerca de donde estaban escondidos y exploró los alrededores en busca de algo sospechoso o una señal que le indicase la presencia de otra persona. Erick llegó poco después y de inmediato comenzó a inspeccionar el suelo, pues como cualquier caballero era un cazador experimentado, pero Han Shuo había pasado gran parte de su tiempo entrenando en el Bosque Oscuro y naturalmente desarrolló un modo de correr que despistaba a quien lo persiguiese.

– Maestro Duke, aquí hubo algo, pero no me queda claro si era humano a una criatura. Aunque el rastro está fresco es difícil determinar qué era o a dónde se fue. –

El Archimago cerró los ojos y guardó silencio. Estaba concentrándose en escuchar el viento para descubrir alguna pista, pero Emily había colocado una poderosa barrera de aislamiento que los cubría por completo, así que Duke no podía detectarlos. La Magia Oscura era una de las ramas más misteriosas de las artes arcanas y una de sus especialidades era el ocultamiento junto con la distorsión de los sentidos. Aun así, el anciano no parecía dispuesto a rendirse.

Ocultos entre las ramas, muy por encima de sus enemigos, Emily suspiró aliviada de que sus defensas funcionaban tal y cómo esperaba, luego preguntó: – ¿Cómo los detectaste antes que yo? –

Han Shuo continuaba observando a Duke y Erick con una expresión alerta, pero aun así se tomó un momento para acariciar suavemente una de las mejillas de Emily con un dedo hasta llevarlo sobre sus labios, indicándole que guardase silencio.

La Archimaga sonrió divertida y colocó una de sus delicadas manos sobre el rostro de Han Shuo para que la mirase por un momento: – ¿Por qué estás tan cauteloso? Hay ramas gruesas que nos ocultan de su vista y la barrera que nos rodea es impenetrable. No importa que tan poderoso sea Duke en la magia de viento, no podría escuchar ni siquiera un grito de nosotros. –

Y en efecto, aunque Emily estaba hablado naturalmente el Anciano simplemente seguía levitando en el mismo lugar con sus ojos cerrados. Han Shuo suspiró con alivio al darse cuenta de que no podían encontrarlos, luego le sonrió a su mujer y le dio un ligero beso en los labios causando que se sonrojara con alegría.

– Ahora cuéntame cómo los encontraste. – Preguntó ella mirándolo de reojo y un poco avergonzada.

En ese momento Emily estaba parcialmente apoyada contra Han Shuo, quien a su vez rodeaba la cintura de la Archimaga con su brazo derecho. Sus dedos podían sentir el delicado calor junto con el tacto de sus posaderas, algo que disfrutaba de sobremanera e incluso había adquirido la costumbre de aferrar inconscientemente a Emily justo en ese límite apenas perceptible entre lo decoroso y lo atrevido, como si necesitara remarcar con un gesto físico que ella era su propiedad.

Ahora esta hermosa mujer estaba muy cerca suyo en una situación de extrema tensión y sus pechos deliciosos se apoyaban contra Han Shuo, quién por su parte finalmente era capaz de exhalar normalmente después de estar largo tiempo conteniendo la respiración por el bien de guardar silencio, de modo que la fragancia femenina le llegaba con intensidad. Todo esto, unido a la amorosa expresión de la bella Archimaga, eran una tentación imposible de resistir para un hombre que ya de por si tenía una naturaleza algo vil y acababa de descubrir el placer de la carne femenina.

Con un rápido movimiento Han Shuo la atrajo aún más cerca de él para darle un beso apasionado mientras acariciaba sus glúteos con una de sus manos usando movimientos suaves pero firmes. Emily por su parte fue sorprendida por la acción repentina e instintivamente se aferró a Han Shuo por temor a caerse. Cuando sintió que su trasero estaba siendo acariciado, tuvo ganas de alejarse e intentó separarse, pero al hacerlo expuso su pecho y Han Shuo aprovechó de inmediato para introducir su mano dentro de la túnica e ir directamente hacia uno de sus senos.

Después de haber hecho el amor tantas veces con ella, Han Shuo ya tenía una idea muy clara de cuáles eran los puntos débiles del cuerpo de su mujer, así como la cantidad de fuerza que tenía que emplear para aumentar al máximo la sensación de placer. Sus dedos masajearon con suavidad el pecho de Emily, poniendo apenas fuerzas al acariciar la hermosa areola que los coronaba.

Emily emitió un gemido apenas contenido, mientras su cuerpo se relajaba en las manos de Han Shuo y se dejó acariciar por unos instantes, antes de que su lucidez regresara.

– ¡¿Qué estás haciendo?! – Preguntó indignada.

Riendo entre dientes, Han Shuo respondió: – ¿Por qué estás tan cautelosa? ¿Acaso no hay una barrera alrededor nuestro? –

E inmediatamente reanudó sus caricias, deslizando sus manos por el cuerpo de Emily y besándola suavemente en el cuello, para después hacerlo con fuerza en los labios. Poco tiempo después comenzó a desvestirla rápidamente y con habilidad a pesar de los pequeños actos de resistencia que ella intentaba. Finalmente expuso sus pechos, que parecieron resplandecer bajo los rayos de sol que se filtraban entre las hojas del árbol. Han Shuo comenzó a acariciarlos al principio, luego llevó sus labios hacia los pezones para hacer suaves círculos con su lengua alrededor de ellos. Emily abrazó con fuerza el cuello de Han Shuo para contener de algún modo las oleadas de placer que la atacaban, mientras sentía como esos dedos masculinos se aferraban a sus nalgas desnudas, masajeándolas con suavidad al principio, para después aferrarlas con fuerza. Emily comenzó a respirar entrecortadamente, mientras luchaba por contener los gemidos. Por última vez intento razonar con Han Shuo.

– ¡Este no es el momento! ¡Duke y Erick están ahí abajo! –

– Lo entiendo querida. – Dijo Han Shuo riendo con malicia, mientras le besaba suavemente los pechos. – Pero no hay palabras para describir lo poco que me importan esos dos idiotas en este momento que te tengo aquí desnuda y en mis brazos. Por mi pueden irse al infierno. Yo solamente pienso en que aún no lo hemos hecho en un árbol ¿verdad? –

Y tras decir esto volvió a cerrarle los labios con un beso apasionado, luego usó su fuerza monstruosa para alzar su cuerpo y colocarla de espaldas a él. Emily apoyó instintivamente sus manos contra el tronco del árbol, mientras sentía como él deslizaba sus manos desde sus caderas hasta sus hombros, para finalmente descender hasta sus pechos, que aferró con firmeza por un instante, pero sin hacerle daño.

Emily gimió con timidez mientras sentía que Han Shuo se acomodaba detrás de ella para tomarla con más comodidad e inconscientemente también comenzó a posicionarse. De pronto olvidó todo lo que quería preguntar, ya no le importaba que estuviesen ocultos en un árbol o que hubiera enemigos buscándolos debajo de ellos. Involuntariamente Emily levantó sus caderas para permitir que el miembro viril de Han Shuo se introdujese en su interior.

– ¡Ah!… – Ambos soltaron un gemido de euforia cuando entró.

Han Shuo comenzó a moverse con suavidad, alternando entre sujetar las caderas de su mujer y acariciarle los pechos. Ya sabía que Emily prefería un rápido inicio suave, que luego aumentase hasta transformarse en una verdadera tormenta de pasión. Cuando finalmente llegó al momento en que prácticamente embestía su vientre, escucho a Emily gritando de placer por encima de sus propios rugidos viriles y sintió como ella comenzaba a agitar sus caderas con furia, como si quisiera guiarlo rápidamente al interior de su cálido vientre. Así continuaron hasta el momento antes del clímax, cuando Han Shuo llevó ambas manos a los pechos de Emily para apretarlos con más fuerza, intentando con todo su ser no hacerle daño, mientras derramaba su simiente en su interior.

***

Pasó bastante tiempo, Duke y Erick ya se habían marchado hacía mucho. Han Shuo se recostaban triunfante contra el tronco del árbol mientras agitaba sus caderas por última vez. Y es que para entonces ya habían cambiado de postura y ahora Emily estaba sentada sobre él, todavía de espaldas, temblando por las secuelas del intenso orgasmo que acababa de experimentar, mientras que sus pechos eran suavemente masajeados.

Después de su pasión Emily estaba agotada, así que Han Shuo la levantó para acomodarla entre sus brazos mientras descansaban, pero la maga aún tenía fuerzas para besarlo tiernamente mientras deslizaba sus manos por encima de su pecho viril, admirando el cuerpo de su hombre.

– ¿Cómo lo hiciste? – Preguntó con ternura.

Han Shuo sonrió mientras la acariciaba y restauró la conexión con el Demonio Original que había puesto a vigilar a sus enemigos. Ellos todavía seguían buscando el Cementerio de la Muerte, pero no parecían tener más éxito en eso que en pasar desapercibidos. Como no parecía necesario apresurarse, deslizó su mano suavemente por la espalda desnuda de Emily mientras preguntaba casualmente: – ¿Cómo hice qué? –

Emily soltó un tierno gemido, complacida por la suave caricia y se acurrucó como una gatita adorable antes de continuar preguntando: – No es por presumir, pero soy una Archimaga bastante poderosa, aun así, no pude descubrir a Duke antes de que se aproximara a nosotros. Pero tú eres un Necromante y a juzgar por la intensidad de tu magia aún no has llegado a superar el rango de licenciado, de modo que no deberías tener sentidos tan agudos. Luego está tu fuerza física, que supera demasiado a lo que un mago puede lograr. De hecho, a juzgar por el modo en que escalaste este árbol, eres más ágil que muchos espadachines; también noté cómo has regulado tu respiración y ritmo cardíaco para ocultarte. Entonces, ¿cómo lo hiciste? –

Han Shuo se quedó unos momentos en silencio mirando hacia adelante sin ver nada en realidad mientras meditaba su respuesta. Finalmente dijo: – Soy un Necromante, pero también practico magia experimental. Busqué varias formas de fortalecer mis capacidades físicas mediante una modificación constante de mi propio cuerpo, hasta que finalmente conseguí un poder similar al Aura de Batalla de los Caballeros, aunque de una naturaleza distinta. Sin embargo, en cierto modo podrías decir que soy un Mago Guerrero, un mago con capacidades de espadachín. –

Emily se enderezó un poco para mirarlo sorprendida: – ¿Existe una magia capaz de replicar el Aura de Batalla? ¿Puedes enfrentarte a un Caballero directamente? –

– Puedo hacerlo. – Respondió Han Shuo asintiendo, luego la miró con curiosidad y le preguntó intrigado: – ¿Cómo exactamente conoces a esos dos? –

Fue el turno de Emily de quedarse en silencio y pensativa, pero luego de un momento de vacilación comenzó a explicar: – No te he dicho nada sobre mí para no causarte problemas, pero en realidad provengo del Imperio Itálico. Estaba infiltrada como escolta del Gremio McGrady porque ellos han estado introduciendo varios cargamentos ilegales de armas y quería averiguar quién era el destinatario o al menos encontrar alguna pista sobre su identidad. –

Han Shuo la miró un momento con sorpresa al enterarse de que ambos provenían del mismo país.

– Eres una Archimaga poderosa, así que debieron sospechar de ti en cuanto te ofreciste para ser una simple escolta. ¿No es demasiado arriesgado? –

– Pertenezco a una organización que se ocupa de manejar asuntos secretos dentro del imperio y ellos fueron los que me prepararon una identidad creíble. No puedo hablarte demasiado sobre ellos porque sería revelar asuntos confidenciales, pero nos ocupamos de amenazas internas y por eso conozco a Duke y Erick. Ellos aparentan ser enviados diplomáticos, pero en realidad son espías bastante peligrosos de uno de los países enemigos de mi patria, así que todos hemos sido prevenidos para reconocerlos fácilmente y reportar sus actividades si llegábamos a encontrarlos. También nos informaron que podrían aparecer cerca de la frontera. Estas advertencias junto con sus descripciones físicas nos llegaron poco antes de que partiera en mi misión. –

Emily le explico todo esto con ternura y algo de nerviosismo. Pero cuando miró a Han Shuo descubrió que este estaba sonriendo de un modo peculiar.

– ¿Estas asustado? No tienes que preocuparte, mi organización sólo responde al Emperador y únicamente se dedica a la seguridad interna. No se entromete en la vida privada de sus miembros ni los restringe cuando no hay misiones inmediatas, ninguno puede decir nada sobre mis relaciones personales. ¡Es en serio! ¡No tenemos que separarnos! –

La voz de Emily se fue quedando entrecortada hasta que finalmente dejó de hablar y su corazón comenzó a latir con fuerza. Era evidente que tenía miedo de haber asustado demasiado a Han Shuo, quien por su parte continuaba en silencio y solamente se la quedó mirando con una sonrisa.

Emily era una mujer poderosa, madura e influyente, pero nunca se había enamorado de verdad. Durante los últimos días Han Shuo y ella se habían enredado en una verdadera tormenta de pasión y deseo que los abrumó a ambos; él arrebató su castidad, la sometió y luego proclamó que la haría suya, a cambio ella se entregó completamente a él y finalmente terminó embelesada. Cuando lo miraba veía al hombre más perfecto, fuerte, viril y fascinante, incluso llegó a encontrar sus maldades graciosas, emocionantes y algo adorables. A su lado se sentía segura, deseada y al mismo tiempo indefensa… y le gustaba. Ahora pensaba que Han Shuo era suyo por derecho del mismo modo que ella le pertenecía, por eso el miedo a perderlo la atacó con una intensidad completamente inesperada, porque era la primera vez que ella deseaba a alguien hasta el punto de olvidarlo todo y no querer dejarlo sin importar lo que ocurriera.

Al cabo de un rato, Han Shuo relajó su sonrisa y emitió un suspiro antes de decir: – ¿Por casualidad tu organización es la Orden del Manto Oscuro? –

Los ojos de Emily se abrieron de golpe por el miedo y su cuerpo se tensó mientras lo miraba conmocionada. Luego preguntó lentamente: – ¿Por qué conoces ese nombre? –

Han Shuo miró un momento hacia el cielo sorprendido por la ironía de su situación, mientras agitaba su mano para activar su Anillo Espacial y extraer la insignia que llevaba oculta.

– Lo conozco porque yo también soy miembro. –

Emily: – …. –

– ¡Quién lo hubiera pensado, ¿no?! Digo, ¿cuáles eran las posibilidades de que tú y yo fuésemos colegas? – Han Shuo comenzó a reírse de forma nerviosa, mientras acariciaba la pequeña mano de Emily: – ¿Y en que rama del Manto Oscuro estás tú? –

– ¡Mocoso malvado y libidinoso! ¡¿Por qué no lo dijiste antes?! – Emily se había quedado pasmada por un momento, pero inmediatamente se recuperó y comenzó a reírse encantada, apoyándose completamente el pecho viril de Han Shuo mientras lo abrazaba con fuerza, luego abrió la boca y lo mordió cariñosamente en el hombro mientras derramaba lágrimas de alegría.

– ¡Ouch! ¡Discúlpame por eso! – Dijo Han Shuo sonriendo con cierta ternura mientras sujetaba la cintura Emily y disfrutaba de la sensación de sus pechos desnudos. Luego tomó su mano mientras la besaba apasionadamente. Ambos estuvieron abrazándose y dándose caricias amorosas, hasta que finalmente volvieron a conversar.

– Entonces dime, ¿a qué rama perteneces? –

– ¡Pues mira y aprende, a ver si te atreves a fastidiarme otra vez! – Dijo Emily riendo con orgullo y le mostró su insignia. Era una hermosa placa de oro del tamaño de una moneda y fácil de ocultar; en una de sus caras llevaba tallado el emblema imperial del águila coronada, en el reverso un circulo perfecto de algún metal carmesí, que contenía el número “III” en su interior. Han Shuo casi se cae del árbol por la impresión, pues solamente había escuchado de ese emblema.

“¡Esa es la insignia de la División del Sol Oscuro! ¡La misma a la que pertenece el Señor Cándido!” Pensó Han Shuo con un escalofrío, pues tenía bien claro lo que eso significaba: Emily estaba en la cima de la jerarquía de sus empleadores. El propio Cándido, que era uno de los tres grandes maestres de la orden, era un miembro del Quinto Nivel de la división del Sol Oscuro.

“Entonces básicamente me estuve acostando con una de mis jefas” Pensó Han Shuo con ironía, sintiendo una mezcla de vergüenza y orgullo entremezclados. Emily debió leer sus pensamientos, porque de pronto lo miró como una gatita que está a punto de comerse a un ratón particularmente suculento y colocó una de sus manos en su mejilla para obligarlo a mirarla a los ojos.

– Así que a partir de ahora más te vale mostrarme respeto o haré que te castiguen, señor prosélito de tercer orden en la Estrella Oscura. –

Han Shuo sonrió de buena gana al escucharla y le dio una palmaba juguetona en el trasero mientras bromeaba con ella: – Si alguien tiene que ser castigada eres tú, señorita traviesa. Mejor te andas con cuidado o voy a tener que azotarte como sabemos que te gusta, porque si fuiste mi mujer una vez tendrás que serlo para siempre. –

– ¡Sucio mocoso malvado! ¡Ya verás que voy a terminar domándote hasta que seas completamente dócil! ¡Te haré asumir toda la responsabilidad! – Contrario a lo que decía, Emily no parecía molesta en absoluto por sus palabras y enroscó aún más su cuerpo desnudo contra el de su amante, aunque se permitió darle otra mordida juguetona.

En ese momento Han Shuo sintió que la distancia entre el Demonio Original y sus enemigos comenzaba a incrementarse bastante, así que besó a Emily una última vez y comenzó a vestirse rápidamente. Ella debió interpretar mal su gesto, porque lo miró de reojo mientras decía: – ¿Qué pasa ahora? ¿Estás molesto porque dije que iba a domesticarte? ¡Sabes que estaba bromeando! –

– Nada de eso querida, pero esos dos están alejándose y pensé que sería hora de seguirlos para ver en que andan. –

Emily asintió y comenzó a vestirse de nuevo, luego murmuró unas palabras para deshacer el encantamiento que los ocultaba. Han Shuo asomó la cabeza por encima de las hojas del árbol y cargó a su mujer como una princesa mientras saltaba rápidamente hasta caer al suelo sin causarle el menor daño. Luego comenzaron a desplazarse con cuidado de no acercarse demasiado al rango de detección de Duke, mientras intercambiaban información por el camino. Emily le contó bastantes cosas que aún desconocía del Imperio Kasi y Han Shuo le informo sobre muchas de sus experiencias en el Bosque Oscuro, aunque todavía se cuidó bien de no dejar escapar ningún secreto.

Mientras continuaban avanzando, Han Shuo consultó con sus criaturas y vio que Duke estaba sosteniendo una tablilla de madera con extraños símbolos que de vez en cuando brillaban e incluso cambiaban de lugar. Parecía alguna clase de mapa astrológico para calcular las distancias, de modo que al principio Han Shuo no sintió mucho interés, pero con el tiempo comenzó a notar alarmado que el par estaba acercándose cada vez más a la ubicación del Cementerio de la Muerte e incluso percibió que el Archimago estaba frunciendo el ceño como si hubiese descubierto algo.

Si bien confiaba en la barrera dimensional que protegía el Cementerio, Han Shuo se sentía bastante incómodo ante la posibilidad de que sus enemigos descubrieran uno de sus secretos más preciados. Inicialmente pensó que ellos pasarían de largo sin notar nada, pero entonces los vio detenerse y merodear a pocos metros del claro, de modo que ya no pudo seguir observando.

– ¿Deberíamos matarlos? Creo que lo mejor es deshacernos de ellos de una buena vez antes de que hagan algo perjudicial. – Susurró Han Shuo mirando a Emily de reojo.

Emily reflexionó por unos momentos, pero después negó con la cabeza: – No por ahora. Si mis suposiciones son correctas, lo más probable es que el viejo zorro de Cándido quiera saber primero cuál es el objetivo de Duke, porque de otro modo ellos no hubiesen podido escapar con vida del Imperio Itálico. Quizá no sepas lo poderoso que es el Manto Oscuro dado que te acabas de unir, pero haría falta mucho más que un Archimago y un Espadachín Veterano para evadir a los miembros más poderosos de la orden que además tienen la autoridad para movilizar a todas las legiones que deseen. –

– En realidad, si tengo una buena idea del poder del Manto Oscuro porque trabajo directamente bajo las órdenes del Gran Maestre Cándido. – Susurró Han Shuo en respuesta.

Emily tuvo que cubrir su boca para reprimir su sorpresa antes de responder: – ¡¿Estás bromeando?! ¡Nunca supe que un miembro de la Estrella Oscura pudiera siquiera comparecer ante él y mucho menos servirle directamente! –

Han Shuo se encogió de hombros mientras respondía: – Si no me crees eres libre de revisar la información interna del Manto Oscuro. Cándido fue quien me reclutó y el mismo día me aseguró que él sería mi único superior directo. Te aseguro que es verdad. –

Emily sonrió tiernamente mientras lo tomaba de la mano, como queriendo confirmar con ese gesto que confiaba en sus palabras sin necesidad de buscar pruebas: – Eres un hombre lleno de talentos. Pero ahora tengo que saber, ya que lo conoces ¿qué opinas de ese viejo zorro? –

– Que es un hombre demasiado complicado para poder describirlo en poco tiempo, así que es mejor que lo dejemos para otro momento. Duke y Erick parecen estar planeando algo. – Respondió Han Shuo con una sonrisa e instándola a continuar.

Aprovechando la visión que su Demonio Original le brindaba pudo confirmar que sus viejos enemigos estaban rodeando el perímetro exterior del Cementerio de la Muerte, intentando descubrir algo. El Archimago no podía hacer nada concreto para detectar la barrera dimensional, pero aun así no se rendía y comenzó a ejecutar una compleja serie de hechizos y encantamientos detectores; como si estuviese seguro de que había algo oculto en las proximidades.

Han Shuo estaba intentando encontrar un modo de alejarlos desesperadamente, pero justo en ese momento sus criaturas detectaron la presencia de un tercer individuo en las proximidades.

Se trataba de un hombre delgado vestido con atuendos grises y marrones que lo cubrían prácticamente de pies a cabeza y que eran perfectos para pasar desapercibido en la espesura del bosque. Además, era evidente que se trataba de un profesional porque sus movimientos eran extremadamente sigilosos e incluso su respiración se ajustaba para no producir el más mínimo sonido.

El recién llegado se arrastró lentamente hacia el claro con la misma agilidad que un gato y sus ojos estaban fijos en Duke y Erick. Cuando estuvo a una distancia prudencial hizo una leve marca en uno de los árboles con un pequeño cuchillo. Luego sacó un frasquito que contenía alguna especie de pomada negra y comenzó a introducirla en la hendidura que acababa de hacer.

Han Shuo se mantuvo tranquilo, pero por dentro maldecía a todos los dioses. Por lo que Emily le había contado era evidente que este espía era un enviado del Manto Oscuro para vigilar a Duke y Erick. La pomada que estaba sosteniendo debía ser algún reactivo mágico que ayudase a que otros miembros pudieran seguir su rastro después.

“Sólo esto me faltaba.” Pensó Han Shuo frustrado. “Duke podría encontrar el rastro del Cementerio de la Muerte y luego todo el Manto Oscuro se enterará de su ubicación cuando el equipo de exterminio siga el rastro que el observador está dejando. Al final tendré a dos Imperios queriendo apoderarse de mi base de operaciones, ni más ni menos.”

Sin embargo, la buena suerte todavía no lo abandonaba, porque Duke pareció impacientarse por la futilidad de su búsqueda y comenzó a desatar una amplia gama de conjuros de diverso tipo con la esperanza de obtener una reacción que revelase la presencia de algo escondido y quiso el destino que uno de esos conjuros fuese un aluvión de cuchillas de viento que volaron en todas direcciones, destruyendo árboles, rocas y otras cosas a su paso.

El observador era bastante profesional y se las arregló para mantenerse completamente en silencio a pesar del aterrador fenómeno, pero una de las ráfagas afiladas alcanzó a cortarlo profundamente en una pierna, provocando que soltase un gemido involuntario, apenas audible para cualquiera… menos un Archimago de Viento.

– ¡¿Quién está ahí?! – Grito Duke repentinamente mientras se giraba para mirar en dirección al observador. Este trató de permanecer quieto, pero el Archimago ya estaba levitando para explorar los alrededores con sus poderes, así que el espía lo arriesgó todo e intentó escapar desesperadamente. Mas incluso si tuviese ambas piernas intactas le sería muy difícil escapar de un maestro en el control de los vientos, cuya especialidad era el desplazamiento a gran velocidad.

– ¡Bueno, ¿qué tenemos aquí?! No puedo creer que el Manto Oscuro nos haya estado siguiendo incluso en este bosque durante tantos días sin que yo lo notase. Estoy realmente impresionado y eso algo que no ocurre fácilmente. ¡Puedes morir con orgullo! – Dijo Duke con una sonrisa benevolente mientras levitaba por encima del observador y le cortaba el paso. Entonces hizo un gesto con su báculo y vientos afilados comenzaron a precipitarse sobre su víctima.

El observador reacción saltando hacia un costado y sacó rápidamente una espada corta. Resultó ser un espadachín e inmediatamente activó su Aura de Batalla para interceptar las primeras cuchillas, pero la pierna herida ya estaba sangrando y lo debilitaba por momentos.

En pocos segundos dos cortes profundos habían aparecido en la espalda y brazos del observador. Han Shuo comprendió que no viviría mucho tiempo e inmediatamente se volvió hacia Emily para decirle: – ¡El Espía del Manto Oscuro ha sido descubierto y Duke está a punto de matarlo! ¡Si no atacamos ahora será demasiado tarde! ¿Puedes lidiar con el Archimago mientras yo mato a Erick? –

La verdad era que a él no le importaba el espía e incluso le convenía más que se muriese al final. Pero si dejaba a Duke a sus anchas este podría descubrir el Cementerio de la Muerte así que tenía que matarlo rápidamente, aunque para eso necesitaba ayuda.

Emily reaccionó de inmediato e hizo aparecer una túnica gris para esconder su apariencia completamente mientras tomaba su báculo mágico. Muchos miembros del Manto Oscuro tenían identidades importantes, sobre todo los más poderosos, así que podían ser atacados por los enemigos de la Orden en sus propios hogares; para prevenirlo, se cuidaban mucho de no exponer su verdadera identidad en todo momento a no ser que no hubiese otra opción. Emily terminó de prepararse y le susurró: – ¡Ten cuidado! – antes de activar su hechizo de levitación para salir volando.

Cuando estuvo solo, Han Shuo sacó sus propias prendas oscuras que había usado durante su lucha con la Gorgona e incluso se ensució el rostro con algo de tierra para que fuese más difícil reconocerlo. Luego dividió a sus Demonios Originales para que siguieran tanto a Duke como a Erick y así saber lo que estaba pasando en todo momento. Solo entonces se puso en movimiento, avanzando como un espectro entre los árboles hacia el espadachín al que pensaba despachar primero.

Para entonces sus heridas estaban casi completamente curadas y su Esencia Mágica se había regenerado por completo. El Estado Mental Demoníaco Agresivo lo había lastimado mucho, pero gracias a ello sus podres aumentaron considerablemente de modo que se sentía confiado en la pelea que se avecinaba.

El espadachín Erick había escuchado toda la conmoción que Duke provocó mientras atacaba al espía, pero conociendo el poder del Archimago de Viento no estaba realmente preocupado por él. Aun así, avanzó con cautela en la misma dirección y fue bueno que lo hiciera, porque el ataque llegó a él de forma repentina. De la espesura del bosque salió disparado un virote de ballesta al mismo tiempo que una Lanza de Hueso le fue arrojada desde otra dirección.

Erick entró en pánico al notar estos dos ataques, pero sus instintos lo salvaron en el último momento, aunque para esquivar los proyectiles tuvo que tirarse al piso y rodar de un modo muy poco elegante pero bastante efectivo. Sin embargo, no tuvo tiempo ni de pensar en cuan ridículo se veía, porque Han Shuo salió corriendo en ese mismo momento con el Filo Asesino de Demonios preparado para darle una estocada mortal.

El plan de Han Shuo era matar a Erick rápidamente y en silencio, pero subestimó a su oponente. Porque cuando saltó sobre el espadachín, este activó su Aura de Batalla mientras desenvainaba su espada aún en el suelo y se disponía a bloquear el golpe agarrando directamente la hoja de su arma como una barra, pero ya fuese por sus instintos o sus años de experiencia en combate, Erick descubrió casi de inmediato que la fuerza de su enemigo era muy superior a la suya. Aun así, el espadachín no se desesperó, sino que utilizó su espada como una palanca y desvió el golpe de Han Shuo hacia el suelo al mismo tiempo que empleaba toda su fuerza para empujar la guardia de su Espada Larga hacia el cráneo de su atacante.

Han Shuo no se esperaba que Erick utilizase de pronto su espada como si fuera un pico y tuvo que retirarse rodando rápidamente para evitar un golpe potencialmente mortal. Eso fue suficiente para que el espadachín se pusiera rápidamente de pie y echara a correr en dirección a Duke.

Han Shuo maldijo su propia torpeza e intentó arrojar su arma mágica hacia la espalda del Espadachín, pero este ya se había perdido entre los árboles y no convenía exponer tan pronto las habilidades del Filo Asesino de Demonios. Así que resopló frustrado y echo a correr detrás de Erick.

Mientras tanto Emily y Duke estaban enzarzados en un combate verdaderamente violento. Un enorme cúmulo de vientos afilados se estaba estrellando como un taladro contra una barrera de sombras provocando un terrible estruendo, mientras que la Archimaga contraatacaba invocando todo un repertorio de ataques oscuros que brotaban de cualquier sombra en las proximidades, ya fuesen árboles, rocas o incluso los objetos arrastrados por el viento: Si producía oscuridad, se convertía en el punto de origen de alguna clase de afilada púa o unas garras hechas completamente de penumbras que podían atacar desde distintos puntos al mismo tiempo.

Emily era bastante poderosa, pero también lo era su enemigo. Y aunque ambos eran capaces desatar terribles fenómenos mágicos con poder suficiente para destruir el entorno, sabían que muchas veces los ataques más sutiles representaban el verdadero peligro. Por ejemplo, como maestro de los vientos Duke podía desatar terribles tornados, pero también podía evitar que el aire alrededor de sus enemigos consiguiese entrar en sus pulmones y ahogarlo directamente; por ese motivo estaba concentrándose en destruir primero la barrera mágica de Emily, pues al conseguirlo tendría la ventaja en la batalla.

Emily sabía esto bien; por eso sorprendió a Duke con un verdadero despliegue combinado de ataques y defensas: Su barrera la envolvía por completo, pero también la ayudaba a desplazarse rápidamente para evadir los ataques; luego creó ilusiones de ella misma para confundir al anciano, que luego se trasformaban en poderosos ataques cortantes en el instante en que el Archimago las destruía. En un momento Emily extendió una de sus manos para reunir un poderoso cúmulo de oscuridad que comenzó a rotar sobre sí mismo mientras se trasformaba en una espantosa guadaña que voló disparada como una sierra hacia el anciano. Duke contratacó inmediatamente desatando un poderoso vendaval con un movimiento de su cetro, el cual impactó de lado a la guadaña oscura para desviarla de su curso, al mismo tiempo que conjuraba un Tornado Segador, el devastador ataque con el que pulverizó a sus enemigos en la ciudad de Ossen.

La respuesta de Emily no se hizo esperar: Con un rugido y un poderoso pulso de su magia, provocó una onda expansiva a partir de su barrera que destruyó rápidamente todo a su alrededor, especialmente los tornados de Duke, aunque la consecuencia inmediata fue que sus defensas desaparecieron, pero el Archimago también había empleado gran parte de su magia y no pudo realizar otro ataque de momento.

Ambos Archimagos hicieron una breve pausa en su batalla para planear su siguiente movimiento mientras recuperaban algo de su fuerza. Era claro que Emily estaba ganando la batalla, aunque no por mucho. El espía del Manto Oscuro había muerto en algún momento así que la hermosa Archimaga no tenía necesidad de contenerse y sus poderes eran mucho más apropiados para un combate prolongado que los de Duke.

En ese preciso momento Erick emergió de entre los árboles con Han Shuo siguiéndolo a cierta distancia. La llegada de estos dos provocó una consternación inicial en Duke, pero cuando se dio cuenta de que su aliado estaba siendo perseguido, inmediatamente agitó su cetro y desató una poderosa ráfaga para pulverizar a Han Shuo sin que Emily pudiese detenerlo, pues ella se encontraba demasiado alejada.

Han Shuo estaba concentrado en matar a Erick cuando sintió venir el ataque por encima de su cabeza y supo que podía morir si lo recibía de frente, así que inmediatamente desató el hechizo de Fuego Glacial Místico carmesí sobre su mano libre y lo arrojó en respuesta. El impacto de ambos poderes provocó una sonora explosión que forzó a todos a retroceder unos metros, mientras que el ruido les causaba mareos temporales y una nube de polvo los envolvía.

Tal vez fuese producto del encuentro de estas poderosas fuerzas mágicas o por otro motivo desconocido, pero en ese momento el Ojo de la Oscuridad que reposaba en el interior del Anillo Espacial de Han Shuo salió repentinamente al exterior y desató su poder con un resplandor verde que abrió la barrera dimensional que escondía el Cementerio de la Muerte.

Han Shuo aún no se había levantado del suelo y Duke estaba punto de reaccionar contra el ataque de una furiosa Emily…. Cuando el entorno alrededor cambió y de pronto ambos se encontraron rodeados de las estériles y macabras tierras necrománticas.

Duke se quedó sin palabras por un instante, pero rápidamente divisó la enorme fortaleza oscura en medio del desolado terreno y soltó un grito eufórico: – ¡Por los divinos! ¡El Cementerio de la muerte! – Luego ignoró todo lo demás y partió volando hacia el premio que tan arduamente había buscado.

Erick y Emily todavía se encontraban afuera de la barrera y estaban completamente estupefactos, pero rápidamente se apresuraron a entrar antes de que la barrera volviese a cerrarse.