Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 15

Capítulo 9: Pelea de Hermanos

Ya habían transcurrido dos días.

Fohl regresó a la aldea, habiendo terminado de recibir las enseñanzas de la anciana. Ella aparentemente había estado muy complacida con el rápido progreso hecho por aquellos bajo los héroes.

Era debido al método de incremento de poder del Héroe del Escudo. Pero quizás era en parte gracias a mí.

“¡Onii-sama! ¡Yo también quiero luchar!” suplicó Atla.

“¡No!” respondió Fohl. Esto había estado pasando desde su regreso. Por ahora, al menos, no parecía que Atla fuera a tratar de silenciarlo a través de la violencia. Por supuesto, si intentaba algo tan estúpido, ella definitivamente no iría con nosotros.

No había forma de confiar en alguien que hacía eso.

Aun así, Atla era firme cuando se trataba de algo que pudiera ser una amenaza a mi vida. Ella era absolutamente devota a mí. Quizás alguna vez tuve algo así como un fetiche de tener a una chica que me siguiera sin siquiera pensarlo, pero después de conocer realmente a una, todo lo que realmente sentía por ella era lástima.

Aun así, yo era una persona malvada, una que se reía de la desgracia de otros, así que quizás no tenía el derecho de tal reacción.

¿Podía alguien tan malvado como yo, criando esclavos para mandarlos felizmente a arriesgar sus vidas, esperar tener algo parecido a una familia? Por supuesto que no.

Así que solo observé tranquilamente el intercambio de Fohl y Atla.

“¿Te lo estoy pidiendo de forma tan amable y aun así no me dejarás ir?” continuó Atla.

“Así es, Atla. No hay forma de que te lleve a un lugar tan peligroso,” respondió firmemente Fohl.

“Onii-sama, cualquier lugar es peligroso. No sabemos lo que puede pasar, o cuando, y para entonces podríamos incluso estar muertos,” continuó Atla.

“Eso no es tan así. Siempre y cuando tú permanezcas aquí, estarás a salvo,” contraatacó Fohl.

“¿Realmente crees eso? Mientras Naofumi-sama esté afuera, alguien podría verter veneno en el río. Una plaga repentina podría matarme. Las personas celosas de las hazañas de Naofumi-sama podrían venir a la aldea, y yo quedaría atrapada en la conmoción.” Atla comenzó a dar algunos ejemplos bastante extremos.

Esas cosas no iban a pasar… ¿cierto? ¿Envenenar el río? Eso realmente sería cruzar los límites.

Aun así, quizás hablaría con Rat acerca de plantar algunas bioplantas para mantener el río limpio.

“¿Puedes al menos ser un poco realista?” la reprendió Fohl.

“Simplemente te estoy diciendo que la “seguridad” es una ilusión. ¡Yo quiero proteger a Naofumi-sama de esa tristeza! Todo lo que acabo de decir, son cosas que podrían pasar, y también se aplican a Naofumi-sama. Si no estoy ahí, una flecha perdida podría golpearlo,” continuó Atla. ¿Qué? ¿Entonces ahora yo también estaba involucrado?

Ella realmente estaba retorciendo las cosas para su propia conveniencia.

Este era otro mundo. Se necesitaría más que una flecha perdida para matar al Héroe del Escudo.

“¡No quiero quedarme de brazos cruzados y seguir siendo protegida! ¡Por favor, permíteme luchar también!” Atla todavía no se daba por vencida.

“¡Y yo te estoy diciendo que eso no va a pasar!” Fohl permaneció firme.

“¡Ya no soy débil!” contraatacó Atla.

“¡Esa arrogancia es lo que te pone en peligro!” le gritó de vuelta Fohl. En serio. ¿Por cuánto seguirían con esto?

Aunque, dicho eso, si me involucraba, el resultado no sería mucho mejor. No había nada que yo pudiera hacer. Incluso si trataba de usar su edad como motivo, había otras chicas iguales a Atla que estarían luchando.

Supongo que era un poco tarde para destacar lo terriblemente retorcido que yo era.

“Atla, tal parece que no llegaremos a un acuerdo, ¿o sí?” dijo finalmente Fohl.

“No, parece que no.” Al menos Atla estaba de acuerdo acerca de esto.

“Entonces, como descendientes de los hakuko, sabes qué debemos hacer,” dijo Fohl. Él levantó su puño hacia Atla y liberó una ola de intención asesina.

¿Qué demonios estaba a punto de comenzar?

“Lo sé,” respondió Atla. “Por el bien de mostrar mi resolución, ahora te demostraré todo mi poder, Onii-sama.”

“Si pierdes, acatarás mi decisión. Esta es la razón por la que fui a entrenar,” reveló Fohl.

“Cumpliré mi palabra. Onii-sama, si no puedo siquiera derrotarte, no tengo el derecho de decir que puedo proteger a Naofumi-sama,” respondió Atla. Otra frase exagerada de su parte.

En fin, había escuchado muchas cosas acerca de las batallas entre Fohl y Atla. Aparentemente Fohl en general ganaría si tenía la ayuda de Raphtalia. Miré hacia ella ahora.

“Sin tu ayuda, ¿puede Fohl vencer a Atla?” pregunté.

“Quizás una de cada tres veces, a pesar de que desde Q’ten Lo, eso se ha elevado a dos de tres,” me informó ella. No es un gran registro, pero no está mal.

Ren e Itsuki habían dicho que Atla se estaba desarrollando más rápido, pero cuando las agallas eran agregadas a la ecuación, las probabilidades de Fohl se incrementaban. Él además había sido un luchador desde antes de conocernos, así que podría reducirse a quién tenía más experiencia.

“Vamos, Onii-sama. Luchemos,” declaró Atla.

“En efecto,” respondió Fohl. Los hermanos apuntaron sus puños el uno al otro y se prepararon para la batalla.

Ambos tenían estilos de batalla bastante diferentes.

Fohl normalmente usaba sus puños para golpear a sus enemigos, mientras Atla principalmente usaba estocadas con sus dedos extendidos. Más que golpear, era más como si ella estuviera apuñalando los puntos débiles.

Esta lucha decidiría si Atla iba a tomar parte o no en la batalla contra el Fénix. El viento comenzó a soplar, y una solitaria hoja de bioplanta danzó en el aire.

Una vez que la hoja cayera al suelo, el combate comenzaría.

Con un grito, Fohl se movió—y rápido—hasta llegar justo en frente de Atla, para después golpear con sus puños y gruñir. Atla usó sus propias manos para redireccionar el golpe, evitándolo por un pelo.

El puño de Fohl se estrelló en el suelo.

Un sonido seco resonó, y grietas se expandieron desde el punto de impacto.

“¡Ahora!” gritó Atla. Desde detrás de Fohl, su propio ataque se liberó.

“¡No puede ser!” Fohl estaba prácticamente de pie con sus manos, con su puño todavía atascado en el suelo, pero logró retorcer su cuerpo para patear a Atla.

Con un sonido molesto, ella bloqueó la patada con una mano, y después giró su cuerpo alrededor de su pierna para absorber el impacto antes de aterrizar de nuevo. Ella intentó dar otro golpe, pero Fohl saltó desde su posición invertida, se recuperó, y después lanzó una patada voladora hacia Atla.

Todo eso sucedió en tan solo cinco segundos. Estos hakuko realmente se no guardaban nada cuando se trataba de artes marciales.

Ambos retrocedieron y recuperaron el aliento.

“Tal como pensé. Claramente te estás haciendo más y más fuerte, Atla. Como tu hermano, eso me hace sentir muy orgulloso,” declaró Fohl.

“Ese tono condescendiente es exactamente la razón por la que perderás, Onii-sama,” respondió Atla, sin dar importancia al cumplido.

“Tres meses. En solo tres meses, no puedo creer cuánto hemos progresado. Es realmente increíble,” comentó Fohl.

“Estoy de acuerdo. Tres meses puede ser poco tiempo, pero es suficiente para cambiar a una persona,” respondió Atla.

“Atla, has cambiado. No puedo creer que antes solías preocuparte de ser un estorbo, de solo estar viva,” recordó Fohl.

“No he cambiado en lo absoluto,” contraatacó Atla. “Que yo esté con vida sigue causando problemas a muchas personas. Es por eso que quiero aligerar la carga que estoy creando. Eso te incluye a ti, Onii-sama. Quiero protegerte a ti también,” confesó Atla.

Habiendo ambos recuperado el aliento, continuaron su conversación mientras la lucha seguía.

“No quiero esperar a que pase el peligro en un lugar seguro. Si puedo utilizar mi fuerza para proteger a Naofumi-sama, a ti, y a los demás aldeanos, felizmente daré un paso al frente. Si eso es lo que Naofumi-sama está tratando de hacer, entonces yo al menos puedo mantenerlo a salvo mientras lo hace,” dijo Atla.

“¿¡Por qué siempre tienes que hablar de él!?” rugió Fohl.

“Onii-sama, ¿no lo ves? ¿No entiendes que es lo que yace en lo profundo de Naofumi-sama?” preguntó Atla. Ante eso, Fohl no tuvo respuesta.

La batalla continuó, sin ninguno de los dos lados pudiendo dar un golpe decisivo. Ambos se movían tan rápido que todos los observadores apenas podían seguirles el ritmo.

“¡Vaya, mírenlos luchar!” comentó Sadina.

“Es increíble. ¿Así es como las personas de otros países luchan?” comentó también Shildina, por lo que cada hermana vociferó su opinión casi al mismo tiempo. ¡Ja! Ambas no eran muy diferentes. Apenas anoche, Sadina había hecho algo para hacer enojar a Shildina, y ambas básicamente habían recreado su rencilla en Q’ten Lo.

“¡Shildina!” se escuchó la voz de un niño.

“Ruft… ¿qué sucede?” le preguntó Shildina al niño, quien estaba de pie a su lado. Como nota al margen, Ruft había estado incrementando su nivel gradualmente. Tal vez él también se estaba haciendo más alto. El cambio no era tan evidente como con Raphtalia.

“Esa es una batalla muy impresionante. Shildina. ¿Crees que yo alguna vez pueda volverme así de fuerte?” preguntó Ruft.

“No creo que seas adecuado para luchar exactamente igual,” respondió Shildina.

“Yo tampoco,” intervino Sadina. “Pequeño Ruft, no te recomendaría un estilo de combate cercano como ese.”

“Dígame, Héroe del Escudo, ¿por qué están luchando esos dos?” Ahora Ruft volvió su atención hacia mí.

“Después de una larga espera vamos a ir a luchar contra un monstruo llamado ‘Fénix’, por lo que ellos están tratando de decidir si Atla nos acompaña o no,” expliqué.

“¡E-eso suena peligroso! ¿Yo también tendré que luchar?” preguntó él temerosamente.

“En tu caso, Ruft, yo mismo te detendría si tuvieras el deseo de ir. Tu nivel todavía es demasiado bajo, y, bueno… hay otras cosas,” dije. Quería mantener a Ruft como un seguro, en el caso de que Raphtalia decidiera que no quería tomar la posición de Emperatriz Celestial de Q’ten Lo. Luego de que él hubiera madurado un poco, nadie pensaría que era el mismo niño, incluso si lo llevábamos de vuelta. Él representaría a un pariente distante que solo se parecía a él—algo así.

“Ya veo… pero creo que entiendo cómo se sienten. Es evidente en sus rostros que quieren luchar por alguien,” observó Ruft.

“Mmm.” Estaba de acuerdo con el niño. De seguro ellos tenían buenas intenciones.

Ren e Itsuki estaban siguiendo la batalla con sus ojos, cada uno apretando con fuerza el agarre de sus armas. Tal vez estaban considerando cuál sería la mejor acción a tomar. Podría haber hecho lo mismo, si es que fuera más objetivo acerca de todo el asunto.

Motoyasu se había marchado a guardar la ubicación de portal, así que no estaba aquí. Él probablemente no estaría tan preocupado por esto de todas formas.

“Atla, me has dejado clara tu resolución. Pero todavía no puedo aceptar que vayas hacia el peligro. ¡Es hora de que termine con esto!” declaró Fohl. Después posicionó sus brazos frente a él y comenzó a concentrarse.

Con un rugido apropiado, Fohl cambió a su forma de teriántropo.

Solo eso era suficiente para incrementar bastante sus habilidades. Esta no había sido una batalla en serio hasta este punto.

“Ya lo veremos. ¡Vas a tener que aceptarlo! ¡Yo también lucharé contra ti con todo mi poder!” Entonces ambos utilizaron la Activación Muso.

Era como si el mismísimo aire estuviera vibrando.

Todos los presentes también experimentaron la diferencia en la intención asesina emitida por estos dos. Fohl era como una bestia salvaje. Fuerza vital ardiente, casi como furia, salía de él en olas.

Opuesta a él, la fuerza vital de Atla era fría, casi implacable, como algo diferente a un humano.

Así que él tenía una fuerza vital ardiente, buscando doblegar a su oponente—y ella una escalofriantemente fría, buscando la oportunidad de dar el golpe decisivo.

Los espectadores contuvieron su aliento mientras los dos combatientes chocaban poderosamente una vez más.

“¡Técnica de Puño del Hengen Muso! ¡Estallido de Tigre!” La fuerza vital de Fohl se arremolinó hacia arriba. Después él disparó un puñetazo hacia Atla.

“¡Gah!” Cada uno de los puñetazos de Fohl le dio, haciendo que la fuerza vital recorriera el cuerpo de Atla. Esa energía fue emitida en la forma de un tigre.

Era una habilidad combinada, una aplicación del Punto de Concentración que colocaba su énfasis en ignorar la defensa. Con su increíble incremento de poder, sería mucho más difícil para Atla anularlo que el Punto de Concentración.

Es decir, yo probablemente podría manejarlo.

Punto de Concentración era una técnica fundamental como también una clave, especializada en los ataques que ignoran la defensa y los que se basan en ella. Sin embargo, todo el poder de ese ataque había sido concentrado en ignorar la defensa, lo cual significa que no tenía propiedades para basarse en la defensa.

Es más, supuestamente dejaba que la fuerza vital que fluía hacia adentro fluyera hacia afuera. Básicamente un ataque de desgaste. Como un ataque que absorbía la barra de energía en un juego de pelea.

“¡Todavía no termino! Arremetida…” Fohl continuó con su ataque, absorbiendo la fuerza vital de Atla con sus manos para incrementar su poder. Vaya, así que esa era otra aplicación de la técnica.

“¡…de Tigre!” Él terminó su grito y liberó una sucesión de golpes hacia Atla. Cada uno de ellos conectó, haciendo que el mismísimo aire temblara ligeramente con cada impacto. Polvo se había levantado del suelo, y luego de terminar su lluvia de golpes, Fohl se apartó de Atla.

“¿¡Qué te pareció!?” gritó él, probablemente yendo demasiado lejos. Los demás pueden haber querido contestar, pero yo había visto algo más que había pasado.

“Muy impresionante, Onii-sama,” respondió Atla. Ella estaba bastante golpeada, pero todavía estaba de pie. Lo mismo podía ser dicho para Fohl, quien de pronto gruñó de dolor. “En cada punto de impacto, desplegué una técnica que S’yne nos ha estado enseñando a Naofumi-sama y a mí,” continuó explicando ella.

Después Atla hizo que apareciera un Muro delante de su mano.

“Podrías compararlo a haber golpeado tus puños repetidamente contra un muro realmente duro. Y en cada abertura que creaste, aproveché la oportunidad para atacar tus brazos con mis propias estocadas,” reveló Atla. Interesante. Entonces ella no solo había estado recibiendo golpes.

Era una técnica que habíamos aprendidos con propósitos defensivos, pero en contra de alguien luchando a mano limpia como Fohl, también tenía esta aplicación. Recientemente Fohl había estado usando guantes de forma más frecuente, pero él aun así prefería no usarlos. Él tampoco era del tipo que luchaba con su hermana con guantes poderosos.

Aun así, Atla estuvo moviéndose entre esos ataques a alta velocidad para contraatacar hacia los brazos de su hermano. ¿Qué tan demente estaba ella para hacer eso?

“Impresionante, Atla. Me has dado una verdadera paliza,” admitió Fohl.

“No tan mala como la que tú me has dado a mí,” dijo Atla, tosiendo un poco de sangre. Así que ella no había sido capaz de detener todos esos ataques.

“Ahora es mi turno. Onii-sama, puedes verlo, ¿no?” Había una esfera compuesta de fuerza vital sobre la palma de Atla. Creció para revelar la forma de un tigre dentro.

“¿Esa es mi fuerza vital?” preguntó Fohl.

“Correcto. La fuerza vital que liberaste hacia mí. No pude reunirla toda, pero logré juntar algo de ella, de esta forma. Ahora, asumo que sabes lo que pasará después, ¿no?” lo provocó ella. En un instante, Atla corrió hacia Fohl y estrelló la esfera en su abdomen. Por la apariencia de la técnica, ella estaba haciendo mucho más que solo regresar la fuerza vital que había recolectado. Era muy similar al Punto de Concentración que Eclair y Rishia frecuentemente usaban. Era como añadir un ataque a la movida de contraataque Esfera. Si alguien tuviera que darle un nombre…

“Es solo temporal, pero quizás podríamos llamarla Esfera de Concentración,” sugirió Atla.

Sin embargo, en ese mismo instante, Fohl lanzó un puñetazo imbuido con fuerza vital concentrada directo hacia Atla.

“¡Técnica de Puño del Estilo Hengen Muso! ¡Golpe de Tigre!” El suelo se desgarró mientras ellos chocaban, lanzando polvo y piedras hacia el aire. Dos sombras salieron de golpe desde el medio del polvo, girando por el aire mientras salían volando.

Después, quejándose de dolor, ambos aterrizaron en el suelo.

Así de poderosos habían sido los ataques. Uno, o incluso ambos bien podrían ser incapaces de seguir luchando.

Revisé sus estados.

Ninguno de ellos estaba muerto, pero la vitalidad de ambos se había reducido bastante. Atla parecía estar ligeramente en desventaja.

“Lograr esto solo con técnicas básicas—” comenzó a decir S’yne, quien también estaba observando cerca.

“Ella está diciendo que es bastante impresionante haber alcanzado este nivel usando solo técnicas básicas,” explicó su familiar.

“Tú lo has dicho. Ahora esa es básicamente una técnica completamente nueva,” estuve de acuerdo. Ella recolectó y reunió la fuerza vital enviada dentro de su cuerpo, la concentró, y después se la regresó al oponente y la hizo explotar. Yo todavía no estaba a ese nivel.

Con un gruñido, Atla se puso de pie con dificultad. Fohl también se tambaleó hasta ponerse de pie. Él casi se cae de espaldas, pero logró permanecer firme. Atla se veía peor y parecía estar lista para desplomarse hacia el frente.

“Atla, te he vencido,” dijo Fohl.

“T-todavía no lo has hecho,” declaró Atla, pisando el suelo con fuerza.

“Mírate. ¡Apenas puedes permanecer de pie!” respondió Fohl.

“Onii-sama… cuando enfrentes una batalla que no tienes permitido perder, ¿simplemente te rendirías y colapsarías?” preguntó Atla.

“No, supongo que no,” admitió él.

“Entonces solo queda una cosa por hacer. Lo mismo que harías tú, Onii-sama,” declaró Atla.

“Muy bien. Entonces terminaré con esto,” respondió Fohl, apuntando su puño una vez más hacia la tambaleante Atla. Por supuesto, el mismo Fohl se veía bastante inestable.

Si esto iba a “terminarlo”, ¿eso significaba que uno de ellos moriría? Así se estaba comenzando a sentir. No necesitábamos la muerte de alguien antes de la llegada de una ola.

¿Qué? Ren comenzó a decirme algo.

“Naofumi, observa bien esto. Lo que va a pasar a continuación es la razón por la que creemos que Atla es más fuerte que Fohl.”

“¿Qué va a pasar?” Después de todo, raramente era capaz de ver a Atla luchando a su máxima capacidad. Así que no sabía qué estaba pasando, pero Ren y los demás parecían saberlo.

Atla comenzó a respirar pesadamente. La fuerza vital comenzó a reunirse a su alrededor. ¿Qué era esto? Incluso parecía que sus heridas estaban sanando un poco.

“Ella puede recuperar su resistencia en medio de la batalla. Así que mientras más dure este receso, su oponente va a estar más en desventaja,” explicó Ren. ¿Acaso sus poderes siquiera tenían un límite? ¿Cuándo había aprendido esta técnica?

Bueno, Fohl también estaba recobrando el aliento de forma similar, recuperando su salud.

Todavía quedaba mucho por aprender del Estilo Hengen Muso.

Dando su propio grito, Atla apuntó su puño hacia Fohl y arremetió hacia él. Fohl balanceó su propio puño en respuesta. Con un sonido seco, ambos ataques conectaron.

Y así, ambos dejaron de moverse.

Habiéndose quedado quietos, me acerqué al par para descubrir lo que estaba pasando.

¡Ambos se habían desmayado de pie! Ellos estaban completamente noqueados. Un truco bastante divertido, pero supongo que debí haberlo esperado de un par de cabezas de músculos como este.

“¡Como la fuente de tu poder, yo, el Héroe del Escudo, te lo ordeno! Permite que el camino verdadero sea revelado una vez más, y sana a aquellos ante mí. ¡Sanación Zweite Total!” Recité magia de sanación con un área de efecto y los sané a los dos.

Fohl fue el primero en recuperar la consciencia.

“¡Ah! Yo estaba…” comenzó a decir él.

“Es un empate. Ambos perdieron la conciencia al mismo tiempo,” reporté.

“Ya veo…” respondió él. Fohl puso a Atla en sus brazos, ya que ella aún no había despertado.

“¿Y bien? ¿Vas a obligarla a quedarse atrás?” pregunté. Fohl no respondió la pregunta, sino que comenzó a caminar hacia su casa. No parecía ser que la causa de su silencio fuera cualquier sentimiento de desagrado hacia mí, ya que su rostro parecía tener una sonrisa.

¿Qué pudo haberlo hecho tan feliz?

Después Fohl sí dijo algo.

“Tienes mi gratitud por haber hecho a Atla tan fuerte.”

Los observé marcharse, con ella todavía en sus brazos.

“Él le agradeció, ¿no?” dijo Raphtalia. Después ella se quedó viendo la espalda de Fohl con una mirada distante en sus ojos. “Él le agradeció de corazón, Naofumi-sama, por haber criado a su preciada hermana hasta ser así de fuerte.”

Yo no había hecho nada que mereciera su agradecimiento.

Aun así, podía entenderlo. De la misma forma, yo estaba orgulloso del progreso que había hecho Raphtalia. Si existiera alguien que la hubiera ayudado a lograr eso, bien podría sentir lo mismo hacia esa persona.

“Mmm.” Dicho eso, Atla se estaba volviendo demasiado fuerte como para ser ignorada. Ella ya era lo bastante fuerte, pero también tenía mucho más potencial. Probablemente debería comenzar a considerarla alguien tan fuerte como los héroes.

“Pequeña Shildina, no podemos dejar que esos dos nos hagan quedar mal,” comentó Sadina.

“En efecto. Nosotras también tenemos que mostrarle al dulce Naofumi lo que podemos hacer,” respondió Shildina. ¡Estas hermanas ballenas asesinas siempre tenían algo que decir!

“Ya sé bien lo fuertes que son ustedes dos, así que no es necesario que me demuestren nada,” les dije firmemente.

“Solo una cosa, dulce Naofumi,” dijo Shildina, con una expresión un poco acomplejada en su rostro.

“¿Y ahora qué?” pregunté.

“Oh, no es nada importante. Solo quiero que les digas algo a los filoriales de la aldea,” respondió ella. Tanto Ruft como yo nos estremecimos ante la mención de esas palabras. El trauma… El trauma me atormenta una vez más.

“¿Decirles qué?” pregunté. Yo en realidad quería mantenerme alejado de ellos.

“Quiero que dejen de molestarme acerca de cómo usar magia para volar. ¿Puedes pedirles que se detengan?” imploró ella. Ah, cierto. Shildina podía usar magia para volar—bueno, nadar—a través del aire. Podía entender por qué los filoriales, aves que no podían volar y que podían usar magia de viento, querrían intentar copiar ese truco en particular.

Ellos habían estado intentándolo, pero no habían sido capaces de lograrlo.

Los filoriales eran muy buenos imitando voces, pero parecía ser que usar magia para volar era un poco más difícil para ellos.

“Esa es una magia difícil que solo Shildina puede utilizar. Incluso yo estoy celosa de ello,” intervino Sadina.

“Ah, como si tú no pudieras volar un poco,” contraatacó Shildina, mirando hacia su hermana.

“No como tú. Yo simplemente uso los campos magnéticos como una aplicación de mi magia de rayo. Apenas puedo mantenerlo por treinta segundos,” expresó Sadina. Pero con el apoyo de transformación en bestia ella podía convertirse en una ballena asesina y volar todo lo que quisiera… No, era mejor no decir eso. Algunas de las chispas brotando entre ellas podrían ser dirigidas hacia mí.

“Les he dicho que no puedo volar por periodos extendidos de tiempo, pero ellos siguen molestándome con eso, subiéndose a mi espalda y pidiéndome que vuele con ellos. No tengo muchas opciones, así que los paseo un poco.”

Shildina comenzó a temblar un poco, por lo que puse una mano consoladora sobre su hombro, comprendiendo su sufrimiento. Así que ella al menos podía darles un paseo. Pero con esos números, cada día, día tras día, eso no era fácil.

Esto era como una reunión del grupo de apoyo para sobrevivientes de ataques de filoriales. Cielos, en serio quería echar a esas criaturas de mi aldea.

“Tendremos que poner a trabajar a la especie Raph,” dije.

“Bien…” respondió Shildina.

“Comenzó con Ruft, y ahora estoy viendo que se lleva misteriosamente bien con Shildina, Naofumi-sama… ¡y oiga, no involucre en esto a la especie Raph!” Raphtalia se había dado cuenta de cómo estaba ofreciéndoselos a Shildina para hacer uso de ellos.

“Entonces, Raphtalia, tú vas a persuadir a esos filoriales, ¿verdad? ¿Harás que entiendan que solo Shildina puede usar esa técnica?” jugué con ella, solo un poco.

“Bueno… ¿ella realmente es la única que puede usarla?” confirmó Raphtalia. Ja, ven, ella tampoco quería hacerlo.

“La única forma es recitar magia usando tu voz y tu consciencia al mismo tiempo. Si no puedes hacer eso, no tienes ninguna oportunidad,” confirmó Shildina.

“Bien… Lo intentaré, aunque no puedo prometer nada,” dijo Raphtalia. Los filoriales incapaces de volar solo querían volar.

En cuanto al vuelo de Shildina, sospechaba que ella lo usaba para tener una buena vista del suelo, debido a su terrible sentido de la orientación mientras estaba en tierra.

El día pasó de esa forma.

***

Al día siguiente, yo estaba fabricando accesorios, separado de Raphtalia.

“¡Naofumi-sama!” apareció Atla, acompañada por Fohl y viéndose bastante feliz.

“¿Qué pasa?” pregunté.

“Se me ha permitido participar en la expedición para derrotar al Fénix. Ahora puedo ir con usted,” reportó ella.

“Ya veo,” respondí. La batalla había terminado en un empate, pero Fohl de todas formas parecía haberle dado su permiso.

“Dicho eso, estaremos enfrentando a un enemigo poderoso, así que necesito volverme mucho más fuerte. Hoy estoy de muy buen humor. Voy a hacer que Raphtalia me dé una sesión de entrenamiento aún más intensa. ¡Lo veré más tarde!” Y así, Atla salió corriendo. Pensé que ella intentaría aferrarse a mí primero, pero no. Ella realmente se estaba tomando esto en serio.

“¿Estás seguro de esto?” le pregunté a Fohl.

“Sí. Es mejor que tratar de dejarla en la aldea y que nos siga de todas formas y termine lastimada,” respondió él.

“¿Crees que es así de simple?” pregunté. Él ciertamente había cambiado su enfoque.

“Sí, lo es. Solo tengo que proteger a Atla. Nada ha cambiado,” declaró Fohl.

“Entiendo,” concluí. Fohl claramente era débil ante Atla. Aun así, la condición puede haber sido ganar la batalla, pero en vista de que había sido un empate, supongo que dejarla atrás sería algo difícil de imponer.

Había una expresión bastante refrescada y feliz en el rostro de Fohl, lo cual me molestaba un poco. Pero decidí simplemente ignorarlo. Él no dijo nada, pero estaba mirando hacia mí. Ahora había algo acerca de él que me recordaba a cómo Atla se sentía a mi alrededor.

“Deja de mirarme de esa forma. Me hace sentir incómodo,” le dije. Fohl se detuvo de inmediato, pero desde ese momento en adelante, lo atrapaba mirándome de la misma forma durante nuestras conversaciones.

***

Pasaron algunos días más.

Mañana probablemente sería el día en que partiríamos al lugar donde estaba sellado el Fénix. Nuestro grupo principal sería Motoyasu, Ren, Itsuki, Rishia, Raphtalia, Filo, los filoriales, Raph-chan, la especie Raph, Fohl, Atla, Sadina, Shildina, S’yne, Rat, Kiel, y cualquier otro esclavo o monstruo de la aldea que quisiera ir.

Imiya y los demás enfocados principalmente en fabricar cosas se quedarían.

No podía forzar a nadie a luchar, y por lo tanto les hablé de los riesgos tres veces.

“Las olas no son un juego. Incluso yo no estoy confiado de poder protegerlos a todos ustedes. ¡Si creen que no podrán regresar a casa con vida, no vayan con nosotros!” declaré. Solo esperaba que me estuvieran escuchando.

Y realmente, realmente quería mantener el daño al mínimo—superar las olas con la menor cantidad de problemas posibles. Todos los esclavos asintieron de acuerdo, pero me preguntaba si realmente entendían en qué se estaban metiendo.