Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 10

Capítulo 1: La Princesa Vampiro Super Poderosa Y La Gran Batalla De La Conejita Divina

Parte 4

Más o menos al mismo tiempo

“¡Muereeeeeeeee!”

“¡Gaaaaaaah!”

Feroces gritos resonaron por una habitación idéntica a la que Yue estaba luchando. Un segundo después, alguien gritó de dolor. Shea estaba de pie en una esquina de la habitación, Drucken sobre su hombro. Permaneció alerta mientras observaba a su oponente, una copia de sí misma de pelo negro y orejas negras, volar por la habitación como un pinball.

Incapaz de detenerse, la copia de Shea se estrelló contra el árbol de hielo en el centro de la habitación. Hubo un fuerte estruendo y trozos del tronco del árbol se desmoronaron. La copia de Shea se deslizó al suelo y cayó de rodillas. Sólo utilizando su propio Drucken pudo evitar el colapso total. El árbol comenzó a repararse a sí mismo con una serie de fuertes grietas y la copia miró a Shea. Ojos carmesí brillantes se asomaban por detrás de su flequillo negro.

“¿Ya has olvidado los gritos de tu familia? el dolor que sufrieron sólo para mantenerte con vida?”

Un segundo después, Shea fue lanzada en un vívido flashback. Nubes de polvo cubrían un páramo estéril.

“¡No! Detenteeeee!”

“¡Duele! ¡Me duele mucho! Por favor, ¡detente!”

“¡Corre! ¡Rápido!”

Gritos, gritos y más gritos llenaron los tímpanos de Shea. Gritos de dolor, gritos de tristeza, y gritos de gente diciéndole a Shea que siga corriendo. Puntuando los gritos estaba el sonido de una risa vulgar y el golpeteo de incontables cascos. Los sonidos se hicieron más fuertes a medida que la estampida de la malicia se acercaba a Shea y a su familia.

“Jajaja, es hora de cazar conejos.”

“¡Mata a todos los viejos! ¡No los necesitamos de todos modos!”

“Vamos a vender la mitad de ellos, así que no los maltrates demasiado. ¡Puedes hacer lo que quieras con el resto!”

Los soldados imperiales que perseguían a la tribu de Shea veían a los hombres conejos como nada más que juguetes. Esos recuerdos aún estaban frescos en la mente de Shea. Incluso si no se le mostrara un flashback, nunca olvidaría lo que había pasado.

“¡Hey, mira a esa chica pálida!”

Los soldados gritaban emocionados. Mostraron sus colmillos y empezaron a perseguir a su siguiente objetivo. Era como si estuvieran cazando bestias.

“¡Ella es mía! ¡No dejes que se escape!”

Los ojos codiciosos de los soldados fueron dirigidos hacia Shea. Ellos mataban a cualquiera en su camino como si los miembros de la familia de Shea no fueran más que basura.

“¡Nooooooooooooooooo! ¡Detenteeeeeeeee!”

Esta vez, el grito pertenecía a Shea. Se había dado la vuelta y estaba tratando de regresar con los miembros de su familia que estaban siendo pisoteados. Sin embargo, Cam y los otros hombres conejos cercanos la agarraron y siguieron corriendo.

Otra vez. Es todo culpa mía otra vez.

“Así es. Todo es tu culpa,” se burló la copia de Shea.

Los soldados imperiales que atacaron a Shea levantaron sus lanzas y-

“¡Vete a la mierda!”

“¡Agh!”

Shea golpeó con su puño al centro de la formación de los soldados y impactó contra la cara de su copia. La copia voló por el aire, rebotó en el suelo varias veces y luego se detuvo.

“Ngh, realmente no tienes ninguna abertura, ¿verdad?”

Los recuerdos eran sólo recuerdos. Aunque el laberinto obligó a Shea a revivirlos, su atención se centraba por completo en el presente. Sabía que no debía perder de vista a su enemigo en medio de la batalla. De hecho-

“Tu nacimiento fue una niebla…”

La copia trató de irritar a Shea con más comentarios espinosos, pero de repente se detuvo y levantó sus orejas de conejo. Luego, sin dar la vuelta, saltó a un lado. Un segundo después, Drucken calló donde ella había estado.

“Voy a aplastarte.”

La linda voz de Shea no correspondía al tremendo impacto que causó con su martillo. Un cráter se había formado en el suelo y grietas corrían por toda la habitación. La copia aterrizó ligeramente de pie y miró hacia el cráter que había hecho Shea.

“¿Qué?”

Pero no había nadie allí. La copia tomó su martillo por los hombros y se dio la vuelta, sólo para ver a Shea de pie detrás de ella. Por increíble que pareciera, la había perdido de vista por un momento.

“¿Cómo es que eres tan rápida?”

“¡Eres demasiado lenta!”

La copia temblaba de miedo. Hubo otro boom cuando el martillo de Shea aceleró más allá de la velocidad del sonido. La copia apenas tuvo tiempo de traer a su propio Drucken negro para bloquear. El impacto por sí solo liberó una onda expansiva lo suficientemente potente como para terminar la pelea y la copia fue enviada a volar. Chocó contra la pared espejo de hielo en el extremo más alejado de la habitación con suficiente fuerza como para obligarla expulsar el aire de sus pulmones. Pero sabía que no tenía tiempo para recuperarse, y disparó una escopeta de lado, esperando usar el retroceso para escapar del ataque de seguimiento de Shea.

“¡Toma estoooo!”

Shea amasó la pared con tanta fuerza que creó otro cráter.

“¡Todo pasó porque tú naciste! ¡Es todo culpa tuya!”

¡Esto es imposible! Pero a pesar de que la copia no veía ninguna vía posible de victoria, seguía cumpliendo con su deber. Tenía todas las tácticas de combate de Shea a su disposición, así como el conocimiento de qué palabras le harían más daño.

“¡Por tu culpa, tu familia tuvo que vivir escondida!”

Una lluvia de bolas de hierro se precipitó hacia la copia. Shea acababa de lanzarlas, pero tenían la velocidad de balas de cañón. La copia apenas logró esquivarlas y se vio obligada a desviar algunas con Drucken. Decidida, una vez más trató de despertar la oscuridad dentro del corazón de Shea.

“¡Hasta las otras tribus de hombres conejos te abandonaron!”

Era cierto que sólo los Haulia se habían preocupado por Shea. Los otros hombres conejos la habrían entregado si hubieran sabido de ella. Eso había forzado a la tribu Haulia a aislarse, y ni siquiera habían podido comerciar con las otras tribus. Como resultado, les costó mucho trabajo sobrevivir. Necesitaban conseguir todos sus alimentos y otras necesidades por sí mismos, sin depender de otros. Todo porque Shea había nacido con maná. A partir de ese momento, los haulia fueron tratados como marginados. De los Haulia, había sido Cam el que más había sufrido. Shea sabía mejor que nadie por todo lo que había pasado para poder criarla.

Finalmente, al ver la oportunidad de contraatacar, la copia disparó un aluvión de balas explosivas contra Shea. Trajo a Drucken y bloqueó el asalto con la cara del martillo. Una vez más, la copia la arrastró a un flashback. Esta vez estaba viendo un recuerdo de cuando otra tribu de hombres conejo había llegado a la aldea de los Haulia. Habían venido a convencer a Cam de que reconsiderara su política de aislamiento.

“¡Jefe de los Haulia! ¡No puedes seguir así!”

“¡Los hombres conejo ya somos la raza más débil que existe! ¿No deberíamos al menos trabajar juntos para sobrevivir en este mundo?”

“¿No lo entiendes? ¡Tú, Haulia, estás haciendo las cosas más difíciles para el resto de nosotros, los hombres conejos también nos las arreglemos!”

Una joven Shea observaba la discusión desde su escondite dentro de una pequeña caja de madera. Aunque todo lo que los otros hombres conejos decían era correcto, Cam no cedió ni un poco.

“Lo siento. Si necesitas ayuda con cualquier cosa, puedes preguntarnos. Pero preferiríamos no comerciar con otros. Así somos los Haulia.”

Aunque su expresión era dolorosa, la determinación de Cam era firme. No titubeó ni siquiera cuando los otros hombres conejos le lanzaron insultos. A lo largo de la reunión, lo único que hizo Cam fue bajar la cabeza disculpándose. Al final, los otros hombres conejos se fueron furiosos, aunque todos deberían haber sido aliados. Fue ese día que Shea comenzó a sentirse culpable de estar viva. Fue también ese día cuando se dio cuenta de que necesitaba esconderse del resto del mundo.

“Éramos las únicas hombres bestias irregulares en toda Haltina! Ni siquiera nuestra familia era como nosotras,” gritaba la copia.

“¡Deberíamos haber huido por nuestra cuenta! ¡Dejando atrás a nuestra familia! ¡Al menos así no habrían muerto por nosotras! ¡Todo esto sucedió porque éramos débiles! Débil de cuerpo y débil de mente. Si sólo-”

“¡Cierra la puta boca!”

Shea pisoteó el suelo con tal fuerza que el hielo que había debajo de ella se levantó para formar un escudo. La pared de hielo bloqueó el siguiente bombardeo de balas explosivas de la copia. Después de que las ondas de choque se calmaron, Shea golpeó la pared frente a ella, volándola en pedazos. Fragmentos de hielo se abrieron paso a través de la tercera ola de balas explosivas de la copia. Entonces, ella instantáneamente corrió a través de la abertura y arrojó a Drucken a su copia. Ella cerró el resto de la distancia entre ellas mientras la copia estaba ocupada esquivando. En pánico, la copia trató de hacer estallar a Shea con una salva concentrada de balas explosivas.

“Maniobra defensiva del estilo Shea, ¡Poder Atravesar!”

“Eso difícilmente se puede llamar una maniobra.”

La copia tenía razón, pero desafortunadamente para ella, eso no importaba. Shea cruzó sus brazos en forma de X delante de su pecho y atravesó la lluvia de balas. Ella mejoró su ya insano fortalecimiento corporal al aumentarlo con la magia de evolución. Como resultado, las balas explosivas apenas le lastimaron la piel al explotar. Acababa de pasar, literalmente. Y una vez que terminó, era su turno pasar a la ofensiva.

“¡Haaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! ¡Muere!”

Shea golpeó directamente a su copia. Ella bloqueó con Drucken, pero no fue capaz de absorber el impacto del golpe y fue enviada a volar. Mientras volaba por el aire, escuchó el estruendo de unas cadenas.

“Oh mierd-”

Antes de que pudiera terminar ese pensamiento, el brazo izquierdo de Shea terminó su rotación. En su mano estaba el mango de Drucken, aún unido al martillo por medio de una cadena. La cadena envolvió al árbol gigante por el centro, añadiendo aún más fuerza centrífuga a la rotación del martillo. La copia apenas tuvo tiempo de registrar lo que estaba sucediendo antes de que Drucken se estrellara contra ella.

La fuerza del golpe hizo que cambiara de trayectoria en el aire, enviándola hacia los lados en lugar de hacia atrás. Incapaz de amortiguar su caída, la copia se estrelló contra la pared de nuevo. Pequeños cristales de hielo volaban por el aire, brillando en la tenue luz. Dentro de esa nube resplandeciente, también había partículas brillantes que no eran hielo.

“Ahaha… Parece que he perdido.”

La copia se sonrió tristemente a sí misma. Estaba acunando su hombro, y partes de ella estaban empezando a desintegrarse.

“Así que finalmente estás en tu límite.”

“Sí, no soy rival para ti.”

Shea incluso había sanado el ligero daño que le había infligido la lluvia de balas de su copia a través de la magia de la restauración. La copia agitó la cabeza con asombro.

“Realmente no estabas para nada aturdida. Aunque todo lo que dije debería haber sido nuestros verdaderos sentimientos…”

Shea no había flaqueado en lo más mínimo. De hecho, cuanto más había intentado atormentar a Shea, más débil se había vuelto. No había sido un gran juicio. Shea miró la copia y agitó la cabeza con indignación.

“¿De qué estás hablando? No puedes cambiar el pasado. Todo lo que puedes hacer es llevarlo contigo. Pero incluso si el pasado sigue conmigo, juré que haría todo lo que estuviera a mi alcance para mejorar el futuro.”

Ese día, cuando Shea fue perseguida, cuando vio cómo asesinaban a su familia y luego la persiguían de nuevo, había visto el futuro. En las profundidades de la desesperación, en el abismo del dolor, había visto un futuro lleno de esperanza. Esperanza en la forma de Hajime y Yue. Fue entonces cuando se dijo a sí misma que no se rendiría, que seguiría adelante. Ella había hecho todo lo que estaba en su poder para alcanzar y captar el futuro que estaba junto a esos dos.

“Juré que me convertiría en alguien que pudiera proteger a la gente que amo de aquellos que intentan quitármelos, ¿recuerdas?”

Ese había sido el deseo de la madre de Mona-Shea. Y Shea había heredado ese testamento. Cansada de ser débil, Shea se había esforzado por hacerse fuerte. Como resultado-

“Hice las paces con todo ese sufrimiento hace mucho tiempo.”

Shea devolvió a Drucken a sus manos y lo puso sobre su hombro. Se parecía al Gran Árbol. Firme y fuerte, pero también flexible.

“La oscuridad en los corazones de la gente se supone que es lo suficientemente fuerte como para paralizarlos incluso entonces.”

No era fácil liberarse de la oscuridad que acecha en su interior. Y sin embargo, Shea lo logró.

“Puede que seas yo, pero parece que no me entiendes. Supongo que eso prueba que el laberinto está mezclado contigo en alguna parte. De lo contrario, habrías sabido desde el principio que tus palabras no me harían daño.”

Las heridas en el corazón de Shea no se habían curado. Nunca olvidaría el día en que perdió a tantos miembros de su familia. Y no importaba lo que dijeran los demás, ella sabía de hecho que toda la terrible experiencia había sido culpa suya. Pero ya no estaba deprimida y llorando por ello. Decidió deshacerse de su debilidad y dejar de huir del conflicto. Ya nada podía detenerla. Seguiría avanzando hacia el futuro que deseaba.

¿Por que? Bueno, eso es obvio. Porque su familia había trabajado muy duro para protegerla. Aunque eran miembros de la raza más débil, habían resistido el desprecio y la burla sólo para criarla. Su padre y su madre habían soportado mucho para mantenerla con vida.

Su vida era preciosa para ella precisamente por lo que los otros habían hecho por ella. Y ahora había encontrado tantas otras cosas preciosas. Alguien que la apreciaba y aceptaba su amor de todo corazón. Una mejor amiga en la que podía confiar y en la que podía contar. Tantas otras personas que le importaban y que se preocupaban por ella. Esta vez, ella sería la que los protegería a todos.

“¿La oscuridad en mi corazón? Hah. Lo siento, pero no soy una heroína trágica.”

Shea sabía que estaba bendecida. Había personas que ella quería proteger y esas personas querían proteger su espalda. Podía decir con confianza que era feliz. Por eso era ella la que nunca se perdonaría si empezaba a actuar como una damisela desafortunada. Claro, tal vez ella podría haber tenido esos sentimientos por un momento fugaz, pero no era suficiente para debilitar su resolución.

“Escucha y escucha bien.”

Shea sonrió sin miedo y señaló a Drucken a su copia. Ella enderezó su espalda, la confianza brotaba de cada poro. Ni siquiera su copia pudo evitar sorprenderse de lo hermosa que se veía. Entonces, se hinchó el pecho con orgullo y declaró: “Ahora mismo, soy invencible. No importa a quién me enfrente, no perderé.”

Sus palabras sonaban ciertas. La copia se sintió aún más débil. Las palabras tenían el poder tanto de reforzar a la gente como de debilitarla. Shea había probado que esta prueba podía ser superada a través de la fuerza del cuerpo y la mente solamente. Se había enfrentado de frente y había salido victoriosa.

El laberinto no tuvo más remedio que aceptar la fuerza de este desafío. La copia de Shea le sonrió débilmente.

“Ya veo. Esta prueba te empuja a superarte a ti mismo, pero ya lo habías hecho hace mucho tiempo.”

“Así es. De todos modos, mis amigos me están esperando, así que será mejor que me dejes pasar.”

“¡Fufu, aún no me has ganado! Veamos si puedes aguantar mi último ataque.”

Gemelos pilares de maná, uno azul cielo y el otro carmesí oscuro, se elevaron al cielo. Shea y su copia se adelantaron al mismo tiempo, dejando cráteres a su paso. Habían pasado de cero a la velocidad máxima en un solo paso. Las dos utilizaron el retroceso de las ráfagas de escopeta de Drucken para acelerar aún más.

Rayas de maná iban detrás de ellas dos, haciéndolas parecer estrellas fugaces. Shea se concentró en el enemigo que tenía enfrente, y el resto del mundo se desvaneció. Trajo a Drucken de regreso, listo para balancearse en cualquier momento. Todavía lanzándose hacia adelante, se giró una vez. Entonces, con toda la fuerza de su ataque detrás de ella, Shea se balanceó. Los estampidos sónicos seguían detrás del golpe mientras aceleraban más allá de la velocidad del sonido.

La copia imitaba exactamente sus movimientos, así que los martillos, negro y gris, chocaron con una fuerza increíble. La colisión causó una explosión ensordecedora. Las ondas de choque se propagaron desde el punto de impacto, volando el suelo y las paredes cercanas. Un enorme cráter se formó en el suelo, como si Yue acabase de lanzar magia de gravedad sobre él. De los dos combatientes, la única que quedaba en pie era-

“Impresionante.”

Shea.

La copia sonrió un poco al elogiar sus habilidades. Luego se desintegró en una masa de partículas brillantes y desapareció. Shea se quedó allí en silencio durante unos segundos, y luego suspiró aliviada. Los proyectiles de escopeta que había gastado para acelerarse se estrellaron contra el suelo.

Shea miró al techo y murmuró: “Mamá, quiero convertirme en un monstruo amable.”

Una vez en el pasado, Shea había llegado a su madre llorando por lo monstruosa que era. En aquel entonces, Mona había dicho: “No importa lo que digan los demás. Eres quien quieres ser. Tienes el poder de ser cualquier cosa que elijas.”

Esto no es suficiente. Necesito ser aún más fuerte. Voy a ser tan fuerte que pueda proteger a todos de cualquier cosa. Me convertiré en un monstruo amable. Fue esta determinación la que impulsó a Shea hasta este punto.

¿Qué pensaría mamá si me viera ahora?

“Enorgullécete de ti misma. Mantén la cabeza alta y dile al mundo: ¡Soy Shea Haulia! ¿¡Tienes algún problema con eso!?”

Shea sonrió mientras recordaba las palabras de su mamá. Siguiendo su consejo, Shea levantó la cabeza y gritó: “Soy Shea Haulia. ¿Tienes algún problema con eso?”

En el silencio que siguió, Shea sintió como si hubiera escuchado la voz de su madre.

“Te has convertido en una espléndida monstruo, Shea.”

Sus orejas de conejo se movieron un poco. Entonces, como si el laberinto la bendijera, se abrió un túnel en la pared justo enfrente de ella. Shea apoyó a Drucken en su hombro y se metió en él sin dudarlo.