Arifureta Shokugyou de Sekai Saikyou (NL)

Volumen 9

Capítulo 4: Corazón Sincero

Parte 1

Cuando la luz cegadora empezó a desvanecerse, Hajime se dio cuenta de que estaba solo.

“Así que nos separamos, ¿eh? Bueno, me imaginé que lo haríamos”.

Por supuesto, predecir este resultado no hizo a Hajime más feliz. Surcando las cejas, examinó lo que le rodeaba.

“Parece que es un camino recto.”

El pasillo frente a él tenía dos metros de ancho, dos metros de alto, y estaba hecho completamente del mismo hielo reflectante que había sido el laberinto. No había ningún lugar donde retirarse. La puerta por la que había llegado se desvaneció, convirtiéndose en una pared de hielo normal. Al darse la vuelta, todo lo que vio Hajime fue a sí mismo. Miró hacia delante y empezó a caminar por el estrecho pasillo. Claramente estaba destinado a que sólo pasara una persona.

A su alrededor, reflejos de sí mismo caminaban en cadencia con su andar. Sus pisadas resonaron fuerte a través del pasillo. Naturalmente, Hajime era un maestro del movimiento silencioso, pero por el momento no tenía sentido hacerlo. Cada uno de sus pasos se sentía como si estuvieran causando ondas en el hielo. Tampoco hay ondulaciones regulares de sonido. No, por extraño que parezca, Hajime sintió como si esas ondas fuesen el sonido de su corazón. Cada paso parecía incitarlo a dudar de sí mismo, a preguntarse si realmente pertenecía a algún lugar.

Sentí como si su corazón estuviera latiendo fuerte y suavemente al mismo tiempo. Aceptó esta nueva sensación extraña y continuó caminando. El pasillo no giró ni se bifurcó en absoluto, y al cabo de unos minutos, Hajime se encontró de pie frente a una enorme columna de hielo. Estaba en el centro de una gran sala abierta, uniendo el cielo y la tierra. Sus secciones superior e inferior eran más anchas que el resto, haciendo que pareciera que un árbol de hielo había echado raíces. Había incluso pequeñas ramas y hojas que se separaban del extremo superior.

“Este sigue siendo el único camino, ¿eh?”

Murmurando para sí mismo, Hajime se acercó al gigantesco árbol de hielo. Como todo lo demás en el laberinto, el árbol de hielo era perfectamente reflexivo. Por lo ancho que era, reflejaba perfectamente a Hajime, sin deformaciones ni distorsiones. A medida que se acercaba, la reflexión se hacía más y más vívida. Era como si otro Hajime viviese dentro del pulido espejo de hielo.

Una vez que estuvo lo suficientemente cerca como para tocar el árbol, Hajime se detuvo y miró su reflejo. Tenía el cabello blanco, llevaba un parche y un largo abrigo negro, y tenía un brazo artificial. La apariencia de Hajime era tan tensa como se ponía. Al ver como sus elecciones de moda se ponían delante de él de esta manera, Hajime se arrodilló.

“Mierda… Ahora que lo estoy viendo de nuevo, me doy cuenta de lo maltratado que está este traje. ¿Cómo podría elegir esto…?”

En verdad, Hajime rara vez se examinaba en un espejo. Acondicionarle el cabello era uno de los pasatiempos favoritos de Yue, así que tenía pocas razones para hacerlo. Y hasta ahora, se había concentrado en los enemigos que tenía enfrente, así que no había prestado mucha atención a su reflejo. Solo ahora que estaba solo, sin enemigos cerca, tuvo tiempo de detenerse y examinar adecuadamente su apariencia. Y lo que vio le trajo recuerdos enterrados de su oscuro pasado. No es de extrañar que estuviera tan sorprendido.

Pero teñirse el cabello era el momento que no quería pasar, y sin su parche, su Ojo de Demonio brillaba de un azul pálido espeluznante, así que no tuvo más remedio que ponérselo. En cuanto a su abrigo, Yue se lo había cosido ella misma, así que naturalmente, le encantaba. También necesitaba su brazo protésico, ya que había perdido el verdadero. Al menos, estas fueron las excusas que se dijo a sí mismo para justificar su sentido de la moda. En cierto modo, entre todas las cosas a las que se había enfrentado en el laberinto, esto era lo que más le había dolido.

Si Kouki y los demás le hubiesen visto así, arrodillados a cuatro patas, sus mandíbulas se habrían abierto. Así de raro era ver a Hajime conmocionado.

“¿Sabes qué? Tal vez la voz tenga razón. Tal vez no tenga un lugar al que regresar en Japón”.

Al menos no con este aspecto. Si caminara por Tokio vestido así, llamaría la atención de forma equivocada. Aunque era probable que eso no fuera lo que los susurros trataban de insinuar. Hajime parecía haber malinterpretado su intención. Para corregirlo, la misma voz que se había acostumbrado a escuchar en las últimas horas.

“Eso no es lo que quise decir, idiota.”

“Finalmente apareciste, ¿eh?”

Hajime entrecerró los ojos y miró hacia arriba. Su reflejo le miraba fijamente. Aunque el verdadero Hajime estaba a cuatro patas, su reflejo aún estaba dentro del árbol de hielo.

“Debería haber sabido que eso no te asustaría. ¿O debería decir, asustarme?”

“Por supuesto que no. Ya he descubierto cuál es el tema de este laberinto. Eso, además de lo que Amanogawa dijo antes, me dio todas las pistas que necesitaba para descubrir que esto era lo que vendría después”.

Aunque estaba hablando con su propio reflejo, Hajime estaba tranquilo. El Hajime en el espejo sonrió y preguntó: “¿Y qué tema sería ese?”

“Tú eres yo, ¿no? Ni siquiera deberías tener que preguntar”.

“Oh no. Yo podría ser tú, pero no soy todos ustedes. Pero tú también te diste cuenta de eso, ¿no?”

“Bueno, sí”, dijo Hajime asintiendo.

El Hajime dentro del espejo era un Hajime ficticio. Ya había experimentado algo similar en los bosques de Haltina. Por supuesto, allí atrás había habido monstruos que pretendían ser Yue y los demás, pero él ya conocía los laberintos que leían los datos de aquellos que les desafiaban y eran capaces de crear copias.

La afirmación anterior de la falsificación de que no era todo de Hajime sólo apoyaba su hipótesis. Es decir, que la falsificación era otra de las pruebas del laberinto. Lo que significa que incluso si hablaba con una copia de sí mismo, Hajime aún necesitaba responder para avanzar más. Hajime se puso en pie y dijo molesto: “El tema de este laberinto es ‘conquistarse a uno mismo'”. Es una prueba para ver si puedes superar una versión de ti mismo hecha de todas las partes de ti mismo que odias, de todas las emociones oscuras que intentas reprimir, de todas las cosas que intentas decirte que no son ciertas…. ¿Estoy en lo cierto?”

Hajime miró hacia arriba. El techo se extendía sobre él, pero él miraba más allá de eso, hacia el mundo que existía más allá de estas cavernas.

“No importa lo fuerte que seas físicamente si tu corazón está débil. Es un juicio para asegurarse de que los dioses no encuentren la forma de manipularte”.

“Bien hecho, yo. Cien puntos”.

El reflejo de Hajime aplaudió de forma exagerada.

“Dios, me cabreas”, murmuró Hajime. Pero, por supuesto, acababa de admitir que su reflejo era parte de su propia personalidad, así que en realidad estaba diciendo que su propia arrogancia le cabreaba.

Pero un momento después, el reflejo de Hajime se transformó repentinamente. Dejó de aplaudir, y sus ojos empezaron a brillar de rojo mientras su cabello se tornaba negro. Su manto negro y su brazo artificial, por otro lado, se tornaron blancos. Su piel también se oscureció, pareciéndose a la pigmentación morena de los demonios.

Sus colores eran exactamente opuestos a los de Hajime. Desconfiando del cambio repentino, Hajime dio unos pasos atrás. Un segundo después, hubo dos explosiones fuertes. Tanto Hajime como su reflejo se habían disparado el uno al otro. Se habían movido tan rápido que había sido imposible saber cuándo habían desenfundado sus revólveres, o hacia dónde iban a apuntar.

El Donner negro de Hajime disparó una bala carmesí a su reflejo. Mientras tanto, el Donner blanco del reflejo le disparó una bala negra oscura a Hajime. Rodeada de chispas negras, la bala atravesó el hielo y se dirigió directamente a la frente de Hajime. Pero obviamente, la bala de Hajime también había sido disparada con gran precisión, y encontró su reflejo en el aire. Los dos chocaron y se rompieron. Un choque tan increíble solo era posible porque la reflexión había heredado los movimientos y el espíritu de Hajime.

Aunque Hajime pudo haber dado un paso atrás, y por lo tanto retrocedido, aún así había estado intentando matar a su oponente mientras corría. No había dudado en absoluto. Estos movimientos habían sido arraigados en él a un nivel subconsciente, y naturalmente irradiaba un aura silenciosa de sed de sangre cuando se enfrentaba a un enemigo.

“HaHa, debería haber sabido que iba a predecir ese disparo. Después de todo, sé mejor que nadie qué momento para disparar, qué pensamientos se me pasan por la cabeza cuando estoy luchando y cómo prefiero matar a mis enemigos”.

El reflejo de Hajime le mostró una sonrisa irritante y salió del árbol de hielo. La corteza del árbol se onduló cuando el reflejo entró en el mundo real y se convirtió en una verdadera falsificación en lugar de un simple reflejo.

Desenvainó un Schlag blanco con su brazo protésico blanco y adoptó una postura con ambos revólveres. Su pie derecho estaba un poco atrasado, y su centro de gravedad estaba bajo. En su mano derecha estaba Donner, sostenido cerca de su pecho. En su izquierda estaba Schlag, sostenido perpendicularmente a su cuerpo con su codo artificial empujado hacia adelante. Donner y la escopeta cargada dentro de su codo estaban apuntando hacia adelante, mientras que Schlag se mantuvo en reserva para cubrir su retaguardia.

Era el mismo estilo de Gun Kata que Hajime había desarrollado.

Sin palabras, Hajime adoptó la misma postura.

Los dos Hajime han chocado en la realidad por primera vez. El aire de la habitación tembló violentamente mientras luchaban entre ellos. La sed de sangre que irradiaba cada uno de ellos era lo suficientemente fuerte como para ejercer una fuerza física.

Como Hajime había esperado, el laberinto había hecho un trabajo estelar al copiarlo. No tenía ni idea de lo que la magia estaba haciendo aquí, pero su copia era tan hábil como él. Todo, desde su aura hasta sus artefactos, había sido recreado perfectamente.

En esta situación surrealista, la copia de Hajime sonrió burlonamente y dijo: “Ahora, Hajime Nagumo. ¿Puedes derrotarte a ti mismo?”

Un tremendo rugido partió el aire. Ambos habían saltado hacia delante, invocado dos Cross Bits para dar fuego de apoyo, y habían fingido disparar sus revólveres mientras giraban en una patada giratoria el uno contra el otro.

La razón por la que Hajime había optado por una patada giratoria era porque al hacerlo le permitiría esquivar simultáneamente el falso bombardeo del Cross bit. Gracias a su percepción mejorada de Riftwalk, Hajime pudo ver el bombardeo de la copia a cámara lenta. Pero por supuesto, su oponente había hecho exactamente lo mismo, por la misma razón. Ninguno de los dos se pegó.

Sus pies chocaron, y ambos volaron hacia atrás. En respuesta, ambos transmutaron puntas de las suelas de sus zapatos para anclarlos en su lugar. Hajime regresó instantáneamente a la ofensiva. Usando las espigas como pivote, pudo convertir la fuerza utilizada para devolverle la energía de rotación y se dio la vuelta y empuñó a Donner.

Hubo un fuerte estruendo de metal golpeando metal. La copia de Hajime había hecho lo mismo, pero giraba en la dirección opuesta. Los dos cañones de las armas se enfrentaron entre sí.

Era como si Hajime estuviera luchando contra un espejo. Incluso sus exclamaciones eran las mismas.

“Muere”.

“Muere”.

Ambas partes dispararon sin dudarlo, y otro fuerte ruido resonó por la sala. Al mismo tiempo, los dos Donner volaron hacia atrás. Como antes, un par de balas aplastadas cayeron al suelo con un ruido sordo.

Ninguno de los dos registró el sonido; ambos se apuntaron el uno al otro bajo las axilas. De nuevo, dispararon simultáneamente. Sus balas chocaron en el espacio perfectamente entre ellos, y las ondas de choque sacudieron la atmósfera cercana.

Tanto Hajime como la copia utilizaron las ondas de choque para rotar sus cuerpos una vez más y lanzar otra patada giratoria. El sonido de sus piernas chocando era tan fuerte que era difícil imaginar que eran dos extremidades de carne y hueso que se acababan de golpear entre sí. En el momento en que se enfrentaron, ambos retrocedieron y lanzaron patadas en ángulo más bajo.

Una vez más, el sonido de dos objetos imposiblemente duros chocando reverberaba a través de la habitación. Esta vez, sin embargo, la copia sonrió. Como si la señal del calentamiento hubiera terminado. Y en realidad, el tiempo para la comparación en el espejo había terminado.

Hajime señaló a Donner a la cabeza de la copia y apretó el gatillo. Pero la copia hizo a Donner a un lado con su propia Schalg, ensuciando el objetivo de Hajime. La bala de Hajime sólo rozó la sien de la copia, y esta vez fue la copia la que apuntó a Donner a la cabeza de Hajime y disparó. Pero Hajime había estado esperando eso, e inclinó la cabeza hacia un lado para evitar el disparo. Sin siquiera molestarse en mirar la raya negra que pasaba a centímetros de su cara, apuntó a Schlag al pie de la copia.

Esquivando hacia atrás, la copia pateó el Schlag de Hajime, y luego disparó a Donner a su corazón. Pero Hajime sacó su brazo artificial y desvió la línea negra de la muerte. A tan corta distancia, parecía como si los dos estuvieran luchando usando artes marciales, no armas.

Continuaron esquivando o desviando los disparos del otro por un margen muy estrecho. Ambos bandos estaban acelerando sus movimientos, tratando de encontrar una abertura para que lloviera la muerte el uno sobre el otro, pero sus líneas negras y carmesí eran incapaces de alcanzar sus respectivos objetivos. Ambos usaron Cross Bits para tratar de golpear los puntos ciegos del otro, pero como era de esperar continuaron fallando o chocando entre sí.
Después de unos minutos de lucha encarnizada, la copia finalmente abrió la boca.

“Maldita sea, eres duro. Realmente duro. Esa no es la clase de fuerza que un humano puede tener. ¿Estoy en lo cierto?”

“¿Huh?”

Hajime y la copia lanzaron Garra Vendaval sobre sus Donners y se cortaron las mejillas el uno al otro. Gotas de sangre bailaban por el aire, y la copia sonreía.

“Fuerza monstruosa, manos empapadas de sangre, un corazón que no siente nada al matar a los demás…. ¿Qué pensaría nuestra familia si nos vieran ahora?”

“¿Qué estás tratando de decir?”

Hajime y su copia rápidamente recargaron sus revólveres. En el medio segundo que le llevó girar su barril y rellenarlo de balas, Hajime intentó desbalancear su copia transmutando el suelo debajo de él. Pero la copia había estado esperando eso, y las chispas carmesí de Hajime se encontraron con las negras de la copia.

“Queremos ir a casa. Ese es nuestro mayor deseo, pero… ¿aún será ese lugar nuestro hogar?”

“……”

“La Tierra, y Japón especialmente, no mira con buenos ojos a los asesinos. ¿Quién aceptaría a un monstruo como nosotros? ¿Mamá? ¿Papá? ¿Qué pensarían si descubrieran que su hijo se había convertido en un asesino y un monstruo mientras estaba desaparecido? Probablemente se horrorizarían, ¿no? Empieza a preguntarte si realmente eres su hijo”.

Como las balas no funcionaban, la copia había decidido usar palabras en su lugar. Pero esas palabras eran más maliciosas y destructivas que cualquier bala.

Hajime no tenía forma de desviarlas y se vio forzado a tomarlas en silencio. Sin embargo, a pesar de su conflicto interno, continuó moviéndose con la misma eficiencia mecánica. Sacó un gran número de granadas de mano de su Tesoro y las preparó todas con Campo de Rayo.

Arrojó la carga a sus pies, y la copia sonrió. Hajime se cubrió de chispas carmesí. La copia se cubrió de chispas negras. Ambos tenían activada la Piel de Diamante simultáneamente.

Un segundo después, una explosión tan masiva que hizo pedazos el mismo aire que sacudía la habitación. Deslumbrantes columnas de fuego iluminaban la cueva, y había un enorme cráter donde Hajime había dejado caer las granadas. Con un fuerte silbido, dos figuras atravesaron las llamas en direcciones opuestas. Ambos cargaron con Orkans mientras se deslizaban por el suelo, y dispararon los doce cohetes.

El área entre ellos se convirtió en un mar de calor y llamas. Las explosiones causadas por el choque de los misiles crearon ondas de choque masivas. Las grietas atravesaban el suelo, las paredes e incluso el techo. Como los misiles no eran tan precisos como las balas, algunos de ellos se deslizaban entre sí. Pero, por supuesto, Hajime y su copia los derribaron con disparos de revólveres.

Un segundo después, la copia gritó como si nada hubiera pasado: “Tienes miedo, ¿verdad? ¡Miedo de que la casa a la que tanto deseas regresar desapareciera hace mucho tiempo! ¡Miedo de que tu familia te rechace! ¡Admítelo!”

“Hablas mucho”.

La copia extendió sus brazos, una mano sosteniendo a Orkan, y la otra a Donner. Parecía un actor interpretando el papel de un villano. Estaba claro por el regocijo de su voz que estaba disfrutando revelando los temores que Hajime había guardado en su corazón. La voz de la copia se hizo aún más aguda y sus palabras más cáusticas. Frunciendo el ceño, Hajime sacó sus chakras del Tesoro y las lanzó hacia la copia.

“Por eso no podías ignorar las palabras de Aiko Hatayama. Cuando te dijo que la forma en que vives tu vida no funcionaría en la Tierra, ¡te sacudió! La razón por la que la respetas tanto es porque ella al menos trató de darte una respuesta al dilema que no podías resolver por ti mismo. Tengo razón, ¿no es así?”

“……” El silencio de Hajime era la prueba de que estaba de acuerdo. Con una sonrisa burlona, la copia sacó sus propios chakrams y los dejó sueltos. Aunque parecía que los había lanzado al azar, los chakrams de la copia contrarrestaron todos los de Hajime.

Hajime disparó una bala a través del portal de uno de los chakrams que tenía cerca. Fue capaz de mantener su puntería perfecta, incluso cuando tuvo que lidiar con saltos en el espacio. Su bala salió de uno de los portales lejanos y se dirigió directamente al corazón de la copia. Pero como era de esperar, la copia no estaba alarmada. Como siempre, había disparado su propia bala a través de uno de sus portales para neutralizar la de Hajime.

Todo lo que Hajime hizo fue contrarrestado perfectamente. La copia continuó su bombardeo verbal, completamente imperturbable por los ataques de Hajime.

“Pero, aunque hayas dejado de vivir una vida solitaria, eso no cambia el hecho de que eres un monstruo cuyas manos están manchadas de sangre. Tu mundo, tu familia, ¡no te aceptarán!”

“……”

“Le dijiste a todo el mundo que no sentiste nada la primera vez que mataste a una persona. ¡Pero ambos sabemos que eso es mentira! Incluso si no te sentías culpable, ¡definitivamente tenías miedo! Tal vez no te diste cuenta en ese momento, pero tenías miedo de no ser más el Hajime Nagumo que tus padres conocían”.

Hajime frunció el ceño, y su tiempo de reacción disminuyó en una fracción de segundo. En ese instante, otra raya negra atravesó el chakram de la copia y rozó el hombro de Hajime. Era un corte pequeño, apenas digno de atención. Pero era la primera vez desde que había empezado la batalla que solo Hajime había salido herido de un enfrentamiento.

Viendo las dudas de Hajime, la copia continuó disparando más palabras punzantes. Planeaba acribillar el corazón de Hajime con agujeros usando estas balas invisibles que sabía que eran efectivas.

“Gracias a Dios que Yue estuvo ahí para ti, ¿eh? Mientras la tengas, puedes seguir aferrándote a ella aunque el resto del mundo te rechace”.

Ignorando la herida de su hombro, Hajime miró fríamente a su copia. ¿Era su mirada inexpresiva y helada su forma de mostrar su ira? ¿O era una máscara para ocultar el hecho de que su férrea determinación se desmoronaba finalmente? Al menos para la copia, parecía ser la segunda.

Preparó sus siguientes palabras, intentando destruir el pilar más grande que sostenía el estado mental de Hajime, Yue. Cuando la pareja reanudó su lucha de combate cuerpo a cuerpo, dijo: “Dices que amas a Yue, pero ¿lo dices de verdad desde el fondo de tu corazón? No, no es cierto.”

El desdén goteaba de la voz de la copia. Continuó golpeando balas invisibles en el corazón de Hajime.

“Sólo te aferras a ella.”

Sangre fresca volaba por el aire. La bala de la copia había rozado el cuello de Hajime esta vez. Si la herida hubiera sido unos milímetros más profunda, habría sido fatal. Hajime había sobrevivido por los pelos, pero incluso entonces su expresión no cambió. Sin embargo, su enfoque era claramente insuficiente. Sus movimientos eran lentos, carentes de la agudeza habitual. Estaba empezando a quedarse atrás de su copia.

La copia se mofó, totalmente decepcionado de Hajime.

“Ella sólo existe para proteger nuestro frágil corazón. Esos sentimientos que nos hemos hecho creer que son amor son en su mayoría sólo alivio. Nos aferramos a ella porque nos hace sentir seguros, eso es todo”.

Hajime golpeó a Donner contra su copia, pero golpeó el arma hacia arriba. Luego empujó a Schlag en el pecho de Hajime sin protección.

Habiendo destruido los dos pilares que sostenían la voluntad de hierro de Hajime, su amor por Yue y su deseo de volver a casa, la copia estaba lista para dar el golpe final. Si Hajime ni siquiera podía vencerse a sí mismo, entonces merecía ser enterrado aquí en este laberinto de malicia.

Hubo un clic al apretar el gatillo. Pero fue Hajime quien lo había tirado, no la copia.

“¿¡Ah!?”

Una raya roja se adelantó como un meteorito. Perforó el brazo artificial de la copia, forzándola a dejar caer a Schlag. Cuando Donner había sido golpeado hacia arriba, Hajime había usado su dedo meñique como punto de apoyo y movió su muñeca para voltearlo y apuntarlo hacia abajo a la copia.

La copia no esperaba tal maniobra, y sólo podía mirar en blanco a su propio brazo dañado. Naturalmente, Hajime no tenía intención de dar tiempo a su copia para recuperarse.

Recuperó su postura casi instantáneamente, haciendo obvio que se había hecho parecer vulnerable antes a propósito. Luego, se levantó del suelo con tanta fuerza que dejó un pequeño cráter donde había estado su pie. Lanzó un codo decisivo al estómago de su copia, expulsando el aire de sus pulmones. Y eso no fue todo.

“¿¡Gah!?”

Una bala explosiva salió de su codo, volando la copia. Mientras chocaba contra el árbol de hielo detrás de él, tosió un pulmón lleno de sangre. Hajime se tocó el hombro con Donner y caminó lentamente hacia su copia. Por primera vez en esta pelea, su cara mostraba emoción. Sus ojos eran rendijas estrechas, y el desagrado irradiaba de cada poro de su cuerpo.

“Entiendo que esto es parte del juicio y todo eso, pero…. hablas demasiado durante una pelea. Si tienes tiempo para decir tonterías, entonces deberías pasar ese tiempo pensando en maneras de matar a tu enemigo más rápido. Para alguien que se supone que es mi copia, seguro que no actúas como yo”.

Lo que realmente había enfadado a Hajime era que su propio estilo de lucha tenía tantos defectos. Confundido, la copia se puso de pie de forma inestable. Sus piernas se tambaleaban, y estaba claramente herido. Aunque había logrado disminuir el impacto del codo de Hajime con Piel de Diamante, sus órganos internos aún habían sufrido daños significativos. Peor aún, su brazo artificial había perdido parte de su funcionalidad.

“Mis palabras vienen de tu propio corazón. No son mentiras. Estas son cosas que tú mismo deberías temer. Entonces, ¿cómo es que no pareces preocupado por ellos? ¡Deberías ser un desastre ahora mismo!”

“Bueno, sí, duele oírlo. Tener todos mis mayores temores y las partes más oscuras de mí al descubierto así se siente tan mal como si alguien hubiera leído en voz alta una crónica de mis años chuuni a una audiencia en vivo”.

Hajime sonrió débilmente, y su texto se volvió aún más confuso.

“¿Entonces cómo puedes sonreír así?”

“¿No es obvio? Lo sabía todo sin que tuvieras que decírmelo”.

Se detuvo allí un segundo, confirmando sus propios sentimientos. Luego, en voz baja, continuó: “Tienes razón en que en algún lugar del fondo de mi corazón me aterra regresar a casa. También es cierto que aunque las palabras de Sensei me salvaron, no fueron suficientes para borrar ese miedo. Y sé que he pensado una o dos veces que… aunque Japón me rechace, siempre tendré a Yue”.

“¡¿Entonces por qué no te estremeces?! Los humanos no pueden soportar ver su propia fealdad. ¡Esa es la clase de criatura que son! Cuanto más se ven obligados a enfrentarse a su propia naturaleza asquerosa, más intentan taparse los oídos, cerrar los ojos y fingir que no existe. Y si se ven obligados a enfrentarse a ellos incluso después de intentar huir de ellos, ¡se rompen! ¡Eso es lo que son los humanos!”

Escuchando eso, Hajime se rió.

“¿Dónde he oído eso antes? Nunca pensé que alguien que se supone que soy yo se tomaría esa mierda tan en serio”.

“……”

Por supuesto, aunque la copia era parte de Hajime, también fue una de las pruebas del laberinto. Y se tomó su trabajo muy en serio. Dio a Hajime una fuerte mirada, y Hajime se encogió de hombros.

“Si esa es la definición de humano, entonces sí, supongo que ya no soy humano. Tal vez realmente soy un monstruo que nació en el abismo”.

“Un monstruo, ¿eh? Pero–”

La copia se calló cuando vio los ojos de Hajime. Estaban brillando con una luz radiante, pero al mismo tiempo estaban tan tranquilos y quietos como la superficie de un lago. Su tono se ajustaba a la mirada de sus ojos y dijo en voz baja pero con seguridad: “Claro, podría ser rechazado cuando llegue a casa. Puede que no tenga adónde regresar ahora. Pero aún así, voy a seguir adelante”.

“¿Engañándote a ti mismo?”

“¿Realmente crees que este camino era tan fácil que podría haber llegado tan lejos engañándome a mí mismo?”

Hajime descartó casualmente el argumento de su copia. Ya que su copia tenía los recuerdos de Hajime, por supuesto, sabía que Hajime tenía razón, por lo que no tenía más remedio que callarse.

“Así es como siempre ha sido. Los rivales a los que me he enfrentado no han tenido la amabilidad de esperarme para resolver mis problemas. No importan las dudas o miedos que haya tenido, mi única opción fue convertir mi resolución en un arma y seguir adelante”.

Ese era el tipo de persona que era Hajime Nagumo. Se había visto obligado a tirar a la basura la parte de él que estaba dispuesto a enfrentarse a sus propias dudas y temores de frente en el abismo. Pero a cambio, había forjado una voluntad de hierro y ganado la habilidad de dejar de lado sus propios sentimientos para concentrarse en superar el obstáculo que se le presentaba.

Se podría decir que eso era pura terquedad por su parte. No fue de ninguna manera un rasgo digno de elogio. Sin embargo, era lo que había hecho fuerte a Hajime. Y fue esa fuerza lo que había llevado a Hajime hasta aquí.

Los numerosos obstáculos que había superado hasta ese momento le dieron esa fuerza, y esa fuerza cayó sobre la copia como una fuerza invisible. Gulping, la copia dio un paso atrás.

“Además,” añadió Hajime con una sonrisa, “es ridículo pensar que los mismos laberintos
que me formaron están tratando de engañarme con palabras ahora.”

Hajime desenvainó sus armas, señalando el final de la conversación. Sonriendo burlonamente a sí mismo, la copia se sacudió el aura intimidante de Hajime y dijo: “¿¡Realmente crees que un monstruo como tú será capaz de vivir una vida normal?”

“Al menos, sé que hay muchas personas raras a las que les gusta este monstruo.”

Así que estaré bien… Hajime sabía que si después de todas sus luchas, una vez más se veía forzado a enfrentarse a esa pregunta, esas raras personas estarían allí para  ayudarlo.

“Oh sí, hay una cosa en la que te equivocas.”

Hajime pensó en la primera persona rara que lo había aceptado, y su mirada se volvió asesina.

“No es la mayoría. En el mejor de los casos es del 0,1%”.

“¿Qué?”

“Dijiste que la mayoría de mis sentimientos por Yue provienen de mi dependencia de ella. Pero te equivocas, sólo el 0,1% de ellos lo hace. El 99,9% restante es todo amor”. Esto, también, era solo una muestra de la terquedad de Hajime. Pero Hajime había decidido aceptar sus sentimientos. Nunca se sentiría culpable por lo que pensaba de Yue. De hecho, si alguna vez llegaba el día en que su miedo a ser rechazado le abrumaba, confiaba en que podría decirle a Yue en su cara que quería aferrarse a ella por seguridad. Sabía mejor que nadie que estaba lejos de ser perfecto. Pero también sabía que siempre podía confiar en su amada compañera para compensar las cosas que le faltaban y para ayudarle a superar las peores partes de sí mismo. Como confiaba completamente en Yue, podía pedirle cualquier cosa.

La copia podía sentir el amor y la confianza que contenían las palabras de Hajime y sabía que no eran mentira.

“Al menos dime que es el 10%, fanfarrón.”

La copia suspiró. Como tenía la personalidad de Hajime, debería haber actuado más o menos como él. Pero también fue una de las pruebas del laberinto, y ese hecho tiñó sus pensamientos y acciones de vez en cuando. Hajime ignoró el cambio en el estado mental de su copia y corrió hacia delante. Una vez más, los dos combatientes empezaron a dispararse a quemarropa con Donner y Schlag.

Como siempre, eran iguales y sus ataques se anulaban mutuamente. Sin embargo, lenta pero seguramente, el equilibrio comenzó a cambiar. Las balas, patadas, Cross bits, chakras y codos de Hajime empezaban a conectarse más a menudo que los de su copia. Estaba probando aquí y ahora que el codo de antes no había sido casualidad.

“Gah, ¿me has superado? Imposible, no me sentía más débil”.

“¿Hm? ¿Qué quieres decir?”

“Esta es una prueba para superarte a ti mismo. Cada vez que superas tus propias emociones negativas, se supone que tu copia se debilita. Pero si apartas tu mirada de ellos, se vuelven más fuertes”.

“¿Así es como funciona esto?”

Mientras hablaban, Hajime le quitó el Schlag de su copia a Donner. Cayó al suelo y se giró. Hajime aprovechó la apertura y disparó a Schlag en el lado de su copia. Incapaz de resistir el impacto, se tambaleó hacia atrás.

“Pero no has conquistado tus emociones. ¡Has retrasado obstinadamente el pensar en ellos! Lo sabría, ya que de lo contrario, me estaría debilitando. Nuestra fuerza de combate debe ser igual, ¿por qué me estás superando? ¡Se supone que soy tú!”

A la copia le resultaba imposible creer que alguien que no había superado sus problemas fuera capaz de vencerla en combate. Hajime estaba negando el tema mismo del laberinto en sí, y ese hecho sacudió la copia hasta el fondo. Hajime contestó con indiferencia: “Técnicamente, tú eres yo de antes de que empezáramos a pelear, ¿no?”

“¿Qué… gah…?”

Esta vez Hajime aplastó el brazo derecho de la copia, y Donner con él. Intentó contrarrestar con un disparo de escopeta desde el codo, pero Hajime esquivó fácilmente y disparó unas cuantas balas más a través del brazo de la copia, destruyéndola por completo. La lucha se había vuelto unilateral. Aunque tenían los mismos movimientos, la misma velocidad y los mismos procesos de pensamiento, Hajime estaba empezando a superar lentamente a su copia.

La copia saltó hacia atrás y puso algo de distancia entre ellos. Los dos Hajime se enfrentaron, pero ya no eran idénticos. La copia estaba sangrando por todas partes, y su brazo artificial ya no funcionaba.

“¿No lo entiendes? Fuiste creado a partir de los datos que este laberinto tomó de mí. Probablemente tomó esos datos en el momento en que entré en el laberinto, o unos minutos antes de venir a esta habitación. En otras palabras, tú eres yo de hace media hora, lo que significa que todo lo que tenía que hacer era fortalecerme. Eso es todo.”

“De ninguna manera… ¡Eso es imposible!”

Tan imposible como parecía, esa era la realidad.

“Sabes, estoy agradecido. Gracias a ti, pude ver bien mi estilo de lucha. Nunca pensé que todavía tenía tantos tics malos y movimientos malgastados”.

“¿Quieres decir que arreglaste todo eso en medio del combate? ¡Imposible!”

La copia entendía lo que decía Hajime. Pero le parecía insondable que cualquiera pudiera hacer eso. Tembló de miedo y miró a Hajime como si fuera un monstruo. Por otro lado, Hajime parecía decepcionado.

“Eres yo, así que no deberías negarte a ti mismo. Encontrar un camino a la supervivencia a través de las fauces de la muerte es la forma en que siempre hemos salido vivos. Si puedo moverme un poco más rápido, sacar un poco más de maná, golpear con un poco más de fuerza, predecir incluso medio movimiento más, entonces superaré a mi enemigo. Esa es la mentalidad con la que siempre hemos luchado, ¿no?”

La copia permaneció congelada en su lugar durante unos segundos, y luego bajó los hombros. Luego sonrió amargamente y se rodeó de sus Cross Bits. Se estaba preparando para luchar con las manos desnudas.

“Sheesh. Nunca pensé que vería el día en que alguien se abriera paso en este juicio con terquedad. Si al menos hubieras tratado de negar tus sentimientos, habría crecido lo suficientemente fuerte como para tener una oportunidad”.

“No seas estúpido. No importa lo que hayas hecho, no habrías tenido oportunidad. Después de todo, sólo eres un farsante. Voy a partir en pedazos esa cara molesta tuya”.

“¿Qué eres, masoquista?”

Finalmente, comenzó la ronda final. La batalla se decidió en un instante. Hubo otra explosión fuerte, pero sólo una persona voló hacia atrás. La copia se desplomó contra la pared más lejana, su mitad inferior se voló por los aires. Derrotado, comenzó a volverse translúcido, como un espejismo. Ya no tenía fuerzas para hablar, pero sonreía de satisfacción.

Con un profundo suspiro, Hajime finalmente abandonó su postura. Pero por si fuera poco, disparó otras tres balas a la cabeza de la copia desaparecida. Se estremeció de dolor, pero antes de que pudiera protestar se convirtió en partículas de luz y desapareció. Aún así, Hajime sintió como si hubiese oído las palabras “Aprende a leer el estado de ánimo, monstruo”, resonando por la habitación.

Mientras que sostenia Donner y Schlag, Hajime volvió a suspirar. Al no encontrar nada más en la habitación, volvió a caminar hacia el árbol de hielo.

“……”

Hajime miró su reflejo, recordó una vez más lo diferente que era de la persona que había sido convocada fuera de Japón. Alargó la mano y vio como su palma callosa se reflejaba en él. Esta era la palma que había matado a todos los que se habían interpuesto en su camino. Se miró la cara y la palma de la mano durante unos segundos, y luego golpeó fuertemente con sus dedos en un puño.

“No importa qué futuro me espera, no dejaré de luchar”.

Puedo preocuparme de si tomé las decisiones correctas o no más tarde…. Hajime sonrió su habitual sonrisa sin miedo. De repente, una parte de la pared de hielo se derritió, invitando a Hajime a adentrarse aún más en el laberinto. Se giró sobre su talón y caminó hacia adelante. Ni una sola vez miró atrás.