Dungeon ni Deai wo Motomeru no wa Machigatteiru Darou ka (NL)

Volumen 7

Capítulo 1: ¿Viento en Popa?

Parte 4

–¿Qué significa esto?

Lili pidió respuestas.

Todos nos habíamos reunido en la sala de estar situada en la parte trasera del primer piso. La habitación todavía estaba llena de montones de cajas abiertas y cerradas. Un espacio en el centro había sido despejado para una mesa y un pequeño sofá. Antiguas velas iluminaban la habitación en penumbra, sino que usaban Piedras Mágicas en lugar de llamas para producir luz. Estábamos sentados alrededor de ellas, con nuestros rostros iluminados en la oscuridad.

Yo era el único que estaba acostado, dejando escapar un ocasional y lamentable gemido. Todavía me dolía la cabeza. Lili, Welf, y Mikoto estaban sentados en un circulo alrededor de las velas mientras Kami-sama estaba sentada en el centro.

Rodeada por Lili y los demás, Kami-sama tenia una expresión terriblemente preocupada.

El tictac del reloj en la pared resonaba, indicando que el sol se estaba ocultando ahora mismo.

Había pasado medio día desde el desastre en el jardín delantero, y ya casi no había luz entrando desde las ventanas. La noche estaba sobre nosotros.

–Nos retrasamos por la limpieza y el cuidado de Bell-sama, pero por favor dile a Lili la verdad. La verdad sobre ese contrato.

–Oh, eso sólo me involucra a mí. Así que no afecta a la <Familia> en absoluto…

–Gracias a ese “inofensivo” préstamo que no debe afectar a la <Familia> en absoluto, tenemos cero nuevos miembros. Lili piensa que tuvo un gran efecto. Como nuestra Diosa, es tu responsabilidad mantenernos informados sobre estos asuntos.

Nunca había escuchado la voz de Lili tan penetrante. Ella estaba tomando el papel de nuestro representante. El resto de nosotros nos quedamos en silencio.

Mikoto-san fue quien perdió la calma y anunció todo delante de los candidatos. Podía decir que se sentía mal por ello, pero incluso ella esperaba una explicación. Welf estaba sentado con las piernas cruzadas, el ceño fruncido y los ojos fijos firmemente en Kami-sama.

Kami-sama nos miro a todos alternadamente, acorralada en todos los sentidos de la palabra. Por fin, comenzó a murmurar su historia.

–La verdad es que… muchas cosas sucedieron cuando le pedí a Hefesto que hiciera el Daga de Bell-kun…

Y así comenzó toda la historia detrás de la <Daga de Hestia>—mi Daga.

Primero, prácticamente obligó a su amiga Hefesto-sama a forjarla.

Era la única de su tipo en el mundo, y la Diosa de la Herrería probablemente era la única capaz de hacerla. Por lo tanto, era extremadamente valiosa.

Por eso Kami-sama tuvo que pagar una cantidad tan absurda de dinero. Al final, había aceptado los términos del préstamo de Hefesto-sama.

Welf, un miembro anterior de la <Familia Hefesto>, presiono las esquinas internas de sus ojos mientras escuchaba a Kami-sama.

–Siempre me pregunte quién lo forjó, el <Texto Sagrado> y todo… Así que fue ella.

Esas palabras se deslizaron en voz baja de su boca. Mikoto-san tenia los ojos muy abiertos, asimilando la verdad sobre el préstamo. Por otro lado, Lili parecía haber encontrado la pieza que faltaba de un rompecabezas. Ella me conocía desde que era un Aventurero del fondo, uno que portaba una arma demasiado valiosa para mi <Estado>.

–Así que es por eso…

La escuche susurrar en voz baja.

Kami-sama estaba sentada allí, girando nerviosamente sus pulgares y esperando nuestras reacciones.

–… Lili escuchó muchas cosas cuando salió antes para comprar medicamentos para Bell-sama. Muchos rumores se están extendiendo por la ciudad por otros Dioses y Diosas… Dicen que la <Familia Hestia> está a punto de desmoronarse bajo el peso de una deuda. El chisme está viajando rápido.

–Si eso es cierto, entonces…

–Sí, la posibilidad de nuevos reclutas es cero.

Lili levanto su rostro y nos informo lo que estaba pasando en la ciudad.

Mikoto-san siguió cautelosamente su línea de pensamiento, así que Lili lo aclaró. Sentí que iba a llorar.

Esto era exactamente como antes, cuando Kami-sama era rechazada en todo momento

–Nuestro verdadero problema es… la deuda de doscientos millones de Varisu. Eso es una locura.

–Excesivamente loco, de hecho.

Había mucha tensión en las voces de Welf y Mikoto-san.

Ambos miraron a Lili.

Ella se había convertido en algo así como nuestra contadora y tenia una mejor comprensión de nuestras finanzas que cualquier otra persona.

–Casi todas nuestras ganancias del <Juego de Guerra> se han gastado. Casi no queda nada en nuestros ahorros.

–…

–…

–…

–…

–Además, debido a nuestra victoria y al nuevo <Aumento de Nivel> de Bell-sama, el Gremio ha elevado el rango de nuestra <Familia> a “E”, lo que significa que debemos pagar más impuestos. Lili espera algo en el rango de un millón de Varisu por año. Por favor, prepárense.

–…

–…

–…

–…

–En otras palabras… para pagar la deuda, debemos pasar más tiempo explorando el Calabozo que nunca.

Un escalofrío recorrió el aire mientras el silencio caía sobre nosotros.

Estaremos condenados a una vida de pobreza si no comenzábamos a trabajar dos veces, tres veces más duro que antes. La realidad todavía no se asimilaba.

Kami-sama se levanto de un salto, incapaz de permanecer quieta por más tiempo.

Miro todos nuestros rostros sombríos y prácticamente exploto.

–¡N-No tengan la idea equivocada! ¡Este es mi préstamo; lo pagaré sola! ¡No, tengo que pagarlo sola!

Agarrando el contrato de la mesa, golpeo su pecho con su mano libre y grito lo suficientemente fuerte como para hacer que todos nosotros saltáramos. Kami-sama insistía en que esta deuda no tenia nada que ver con nosotros.

–¡En realidad, este contrato es una hermosa joya que muestra lo mucho que amo a Bell-kun! ¡No ira a ninguna parte!

–Como si el contrato de un deudor pudiera ser un cristal de amor.

No estaba seguro de por qué Kami-sama se jactaba de todos esos ceros, pero Lili no parecía ni un poco divertida.

Incluso Welf y Mikoto-san miraban a Kami-sama con miradas heladas. Kami-sama comenzó a murmurar aún más cosas, tratando de ignorar las agudas miradas.

–Es por su plan que es tan cara… Hefesto es una buena amiga, así que siempre está tratando de usar alguna excusa para hacerme trabajar duro…

Con sus coletas negras sacudiéndose mientras se limpiaba el rostro, Kami-sama tomo una respiración profunda y dijo con mucha más fuerza:

–El punto es que ninguno de ustedes necesita preocuparse por este préstamo. Todos aquí saben que estoy trabajando en un trabajo a tiempo parcial, ¿Verdad? Todo lo que gano ahí pagara la Daga. Me tomará un par de cientos de años, pero lo devolveré en su totalidad.

–…

–…

–…

–…

–Lo siento por ocultar esto… pero lo prometo, no causará ningún problema.

Añadió que podría ser demasiado tarde para cualquier nuevo recluta, pero… Sus ojos realmente parecían sentirlo. “Por favor, no se preocupen por esto”, dijo como una última súplica.

El resto de nosotros intercambiamos miradas confusas, tratando de averiguar cómo era posible que ignoráramos algo como esto.

–…Pero.

Quite el paño húmedo de mi frente y me senté.

Mire a Kami-sama desde mi lugar en la mullida alfombra.

–Tú… ¿Sacaste un préstamo para conseguir esta Daga, todo por mí?

–…

No respondió, pero sabia lo que significaba su silencio.

Una punzada de culpa recorrió mi pecho.

La <Daga de Hestia> me había salvado más veces de las que podía contar. Era gracias a Kami-sama que había sido capaz de sobrevivir a tantas batallas, todo porque me dio esta Daga.

Ella tomo voluntariamente ese tipo de deuda para poder convertirme en quien soy hoy.

–… Por favor, no hagas esa cara, Bell-kun. Fue mi decisión…

Al ver su dulce sonrisa y escuchando sus amables palabras, no pude quedarme en el suelo.

Levantándome, saque la <Daga de Hestia> de mi cinturón e hice contacto visual con Kami-sama.

–Kami-sama… Quiero ayudar. Paguemos juntos.

Sus ojos azules puros temblaron.

Podía decir que estaba sorprendida, pero quería decir cada palabra.

Esta Daga… era el símbolo de nuestra <Familia>, nuestro vínculo.

–Por favor, déjame hacer esto.

–…

Kami-sama se congelo mientras expresaba mi deseo sincero—y sonrió.

Su mano derecha llego hasta la base de una de sus coletas.

–Como su Diosa, me pondría en una posición incómoda si acepto su ayuda para arreglar mis propios errores…

Sus delicados dedos tocaron ligeramente el primer regalo que le di.

Cintas para el cabello de color azul. Estaban decoradas con una cinta azul atada para parecerse a una flor y pequeñas campanas de plata. Sonaron suavemente cuando golpeo una de ellas.

El sonido se desvaneció y Kami-sama sonrió una vez más.

–No me importa cuánto tiempo tome, pagaré el préstamo. Lo que quiero que hagan ustedes cuatro es… que me apoyen.

Ahora fue nuestro turno para que nuestros ojos temblaran. Todos, incluido yo, miramos a Kami-sama con caras similares.

Apoyarla. Básicamente, poner comida caliente en la mesa, administrar la <Familia>, y hacer de nuestra sede un lugar feliz. Quería que protejamos las cosas que nos hacían sonreír juntos.

Eso era lo que estaba diciendo.

–Soy una Diosa con deudas… ¿Está bien?

–¡Por supuesto!

Su sonrisa era radiante, incluso en la tenue luz. Me incline y asentí por reflejo.

Era un poco terca y se negó a aceptar nuestra ayuda financiera, pero dependía de nosotros, creía en nosotros. Si los cinco trabajábamos juntos y nos apoyábamos, encontraremos un camino.

Mirando esa sonrisa suya, jure por mi mismo:

–… Si esas son las palabras de nuestra Diosa, no podemos ir contra ellas.

–Hehe, eso es verdad.

–Por favor, no hagas nada como esto de nuevo.

Los demás se levantaron con sonrisas de aceptación en sus rostros. Lili se aseguro de hacer una advertencia antes de que el estado de ánimo también la sobrepasara. “¡No lo haré! ¡No lo haré!” respondió Kami-sama mientras nos expresaba su gratitud a cada uno de nosotros alternadamente.

Entonces comenzamos a hablar sobre qué hacer a continuación mientras estábamos parados en un círculo por encima de las velas de Piedra Mágica.

–Ese es el estado de nuestra <Familia>. En primer lugar, necesitamos ganar suficiente dinero para vivir cómodamente y ahorrar lo suficiente para pagar el impuesto del Gremio cuando llegue el momento. Debemos evitar tomar otro préstamo a toda costa.

–¿Eso significa que a partir de ahora, nuestras actividades serán encabezadas por incluso más viajes al Calabozo?

–Para aumentar nuestra eficiencia y desempeño en las exploraciones futuras, todos tenemos que fortalecernos, CUANTO ANTES.

–Podría ser difícil… pero podemos seguir esforzándonos para reclutar nuevos miembros… ¿Verdad?

Después de que Lili se pusiera en movimiento, Mikoto-san, Welf y yo añadimos nuestras propias opiniones.

Por último, Welf dijo que era mi responsabilidad como líder poner fin a esta reunión. Era un poco vergonzoso, pero puse mi mano en el centro de nuestro círculo. Todos los demás, incluyendo a Kami-sama, pusieron sus manos derechas sobre la mía.

–¡Hagamos esto!

Dije con tanta confianza como pude.

Todos respondieron con una breve aclamación mientras mirábamos hacia el futuro de nuestra <Familia>.

–¡Todo bien! ¡Ahora que eso está resuelto, llenemos nuestros estómagos esta noche para prepararnos para mañana!

–¿¡Cómo puedes decir eso cuando necesitamos ahorrar tanto dinero como podemos, Hestia-sama!? ¡Tus habilidades financieras son horribles!

–¡Hey vamos, no seas tan tacaña! ¡Una noche no hará mucha diferencia!

–¡Absolutamente no! ¡Lili ya no puede confiar en ti, Hestia-sama! ¡Lili se ocupará de todos los asuntos que tengan que ver con dinero a partir de ahora!

Kami-sama y Lili discutieron un poco más, pero aun así terminamos sacando toda la comida para cenar esta noche.

Todos hicimos pleno uso de nuestra gran cocina para preparar muchos platillos, utilizando diferentes tipos de carne y pescado a petición de Kami-sama.

Cuando terminamos, había un filete de pollo, varios peces fritos, una especie de bola de arroz popular en el este llamada “onigiri”, Jyaga Maru-kun, y un poco de vino en la mesa.

Mikoto-san se reía mientras le ofrecía pollo continuamente a Lili, quien seguía haciendo ruidos extraños mientras lo devoraba. Mientras tanto, Welf sorbía su vino y observaba como Kami-sama devoraba un Jyaga Maru-kun tras otro. Atrapado entre todo este caos, no comí mucho. En su lugar, observaba el espectáculo desarrollarse. Era tarde en la noche. Los sonidos de risas y la cálida luz escapaban a través de las ventanas de nuestra cocina.

Recuerdo haber comido cosas así con el abuelo. Mientras los recuerdos me inundaban, luche para contener las lágrimas. Sin embargo, no le dije a nadie sobre esto.

<Familia>

Unidos por la sangre de nuestra Diosa, estaba seguro de que eramos una familia.

Eso era lo que mi corazón había anhelado, desde que perdí al hombre que me crió.

Fue por eso que vine a Orario, y estaba muy contento de haberlo hecho.

Estaba muy feliz por haber conocido a estas personas maravillosas. Hoy sólo reforzó eso.

Todos compartimos comida y nos reímos hasta bien entrada la noche.

***

El sol salio por la mañana después de la “fiesta” de nuestra <Familia>.

Kami-sama se fue temprano a su trabajo, dejándonos a los cuatro para terminar aquí.

–Cada caja se vaciara hoy.

Dije eso para mi mismo mientras caminaba por un pasillo con dos de ellas en mis brazos.

Ninguno de nosotros tendrá energía para desempacar después de un día de trabajo en el Calabozo. Mientras lo hagamos juntos y terminemos esto hoy, podremos comenzar a concentrarnos en ahorrar dinero.

–Mikoto-sama, tienes un visitante. Chigusa-sama está afuera.

–¿Chigusa-dono?

Mikoto y Welf estaban progresando en el primer piso cuando Lili les llamó desde el frente.

Mikoto-san inmediatamente dejo todo y salio a encontrarse con el visitante.

Chigusa-san es una miembro de la <Familia Takemikazuchi>, al igual que Mikoto-san lo era hasta hace poco. De hecho, ambas eran de la misma ciudad en el Lejano Oriente y probablemente viejas amigas.

Eche un vistazo por la ventana, y ahí estaba ella. Sus flequillos siempre eran lo suficientemente largos como para ocultar sus ojos. Pero parecía más ansiosa que de costumbre. Con los brazos cruzados sobre su pecho, caminaba de un lado a otro en el jardín delantero… Me pregunto por qué.

Chigusa-san se apresuro a encontrarse con Mikoto-san en el momento en que emergió desde la entrada delantera.

No podía escuchar lo que estaban diciendo, pero Mikoto-san parecía tan sorprendida como yo por el lenguaje corporal de Chigusa-san. Repentinamente—

— —¿¡E-Estás segura!?

Un grito de sorpresa.

–… ¿Sucedió algo?

–Lili no tiene ni idea.

Welf y Lili caminaron detrás de mí y también miraron por la ventana. Todos nos inclinamos más cerca de la ventana, tratando de escuchar lo que se decía afuera.

Chigusa-san estuvo afuera por sólo unos minutos más antes de darse la vuelta y correr por el césped delantero. Mikoto-san volvió a entrar.

–Mikoto-san, ¿Sucede algo?

–E-Eh, no, nada en absoluto

Me arriesgue a preguntarle, pero ella evito el contacto visual y rápidamente cambio el tema.

–Todavía hay mucho por hacer.

Corrió por delante de mí y tomo la caja más cercana antes de desaparecer por la esquina.

Los tres intercambiamos miradas, preguntándonos qué sucedía con nuestra amiga.