Re:Zero Ex (NL)

Volumen 2: La Canción de Amor del Demonio de la Espada

Capítulo 4: Cuarta Estrofa

Parte 2

El Escuadrón Zergev trabajó en conjunto, abriéndose camino hacia el centro del campo de batalla. Cada demi-humano que se interpuso en su camino fue asesinado. Entre los golpes del batir del hacha y el escudo expertamente empuñados, el enemigo no tenía casi ninguna posibilidad de contraatacar, pero una persona sobresalía incluso en esta distinguida compañía. Ese era el espadachín… no, el Demonio de la Espada, cuya arma era como un torbellino.

Destellos plateados enviaban a volar manos y pies, y las estocadas encontraban la garganta y el corazón; cada movimiento era despiadado, y cada golpe fatal. Él destrozaba a sus enemigos cuando se acercaban por un costado; cuando ellos intentaban mantener su distancia, él cerraba el espacio en un abrir y cerrar de ojos y los ensartaba. Un demi-humano tras otro encontró su fin, tragado por el torbellino del espíritu de este espadachín.

— ¿Qu-qué demonios es eso? ¿Cómo se supone que vamos a combatirlo?

Ellos retrocedían con miedo, habiendo perdido el apetito por la batalla. Antes de que él se acercase pudieron ver su abrumador poder, y cuando lucharon contra él, simplemente fueron sepultados, sin ganar nada. Un joven demi-humano tembló ante la escena, pero encontró una mano en su hombro.

—Deberías retirarte. No tiene sentido desafiar a un oponente al que no puedes derrotar. Yo no permitiré que alguien llame a esa acción cobardía.

El dueño de la voz, la persona que mostraría amabilidad hacia los aterrorizados soldados, caminó hacia el frente. Era tan alto que la mayoría de ellos tuvieron que estirar sus cuellos para ver su rostro. Estaba cubierto de escamas y tenía la cabeza como la de una serpiente. En su mano había una espada con dos hojas, una empuñadura central con una hoja a cada lado.

—Tú, espadachín —, dijo la serpiente en un chirriante falsete—, ¡detente ahí mismo! Pareces ser muy capaz. ¡Permítame oponerme a usted personalmente! (NT: El falsete es la técnica en la que se utilizan de manera especial las cuerdas vocales aparte de una forma de emisión vocal en voces tanto masculinas como femeninas, usando la vibración de una parte de los pliegues vocales.)

La forma giratoria se detuvo. Wilhelm bajó su arma empapada en sangre, respirando pesadamente. La fuerza total de su aura golpeó a sus enemigos como si ya los estuviese atacando; solo su mirada fue suficiente para hacer temblar a los demi-humanos.

Pero la serpiente se rió resoplando y dijo:

—Quieres matarme. Qué encantador. Hay algo en ti, niño. ¡Estaré feliz de ser tu compañero de juegos! —Entonces la serpiente saltó sobre Wilhelm, con su espada con dos hojas lista. Wilhelm también se precipitó, y la distancia entre ellos se cerró en un instante.

Una evasión, un golpe de lado. Un ataque veloz como un rayo buscó la cabeza de su enemigo, pero una espada que se elevaba se interpuso desde abajo. Con un chillido y una lluvia de chispas, la hoja desviada volvió para dar otro golpe…

— ¡Ah-ha! —, exclamó el lagarto—. ¡Así que no puedes igualar mi velocidad!

— ¡Hrrr!

Wilhelm inclinó su cabeza hacia atrás, la espada doble pasó justo delante de él. La hoja había llegado hasta su barbilla, y el rápido ataque siguiente lo había presionado mucho. Sólo había un enemigo, pero dos hojas; sus movimientos eran simultáneamente ofensivos y defensivos.

Mientras intercambiaban golpes cercanos y ataques cuasi fallidos, alguien gritó:

— ¡Es Libre Fermi! ¡La Víbora! Uno de los pilares de la Alianza Demi-humana!

Ahora todos sabían quién era el oponente. El demi-humano, Libre, sólo sonrió ampliamente, con su larga lengua emergiendo visiblemente de su boca.

— ¿Pilar? No sé si me gusta eso. ¡La gente pensará que soy tan grueso como uno! ¡Soy demasiado flexible para una palabra así!

— ¿Flexible? ¿Tú? ¡Quizás en mis pesadillas!

—Oh, qué cruel. Niño impertinente. Podría comerte… literalmente.

Apenas habló, el rostro de Libre se transformó en uno nuevo. Sus pupilas se estrecharon, y el siseo de una serpiente amenazando a sus enemigos salió de su boca. La velocidad de sus movimientos aumentó aún más.

— ¡Wilhelm!

En la tormenta de acero, que estaba sucediendo demasiado rápido como para poder verlo, Wilhelm estaba luchando una batalla defensiva. Se encontraba acorralado. Alguien había dicho su nombre. ¿Grimm? ¿Bordeaux? No importaba. No importaba, mientras ellos no hicieran nada. Esta lucha, este enemigo, era solo suyo.

—Ja…ja-ja…

— ¿Te estás… riendo? —preguntó Libre.

Él no pudo aguantar más.

— ¡Ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja! —No paraba. Esto era alegría en sí misma brotando en su corazón. La emoción lo estimuló, lo guió hacia el flujo del siguiente ataque. Esto hizo que Libre se ralentizara por un instante, y la espada de Wilhelm se le acercó. La serpiente se arrojó a un lado, esquivando el golpe, y luego sintió una patada.

— ¡Hrr…gg!

Se dobló casi en dos por el inesperado golpe, y una rodilla se alzó para golpear su cara. Estaba sangrando. La espada se arqueó hacia su manzana de Adán expuesta, pretendiendo cortarle la cabeza.

— ¡Grandioso! ¡Eres hábil para ser alguien tan impertinente y joven!

Trajo su brazo izquierdo para bloquear el golpe. Las escamas resistieron al acero durante un instante, y luego su mano fue cortada en la muñeca. Pero en ese momento, Libre se agachó para golpear a Wilhelm en el estómago con su poderoso brazo. Las costillas del niño se rompieron, y sus órganos internos se comprimieron mientras lo arrojaban hacia atrás. El suelo le dio varios golpes desagradables mientras rodaba, pero aún estaba vivo. Escupió un bocado de sangre y bilis.

— ¡Wilhelm! —gritó Grimm. — ¡Maldita sea, me uniré a ti!

— ¡N-no seas es-estúpido…! ¡Éste es mío… y sólo mío!

—Ahí es donde te equivocas. Esa serpiente es enemiga de nuestra nación. ¡Lo que significa que es enemiga de todos nosotros! —dijo Bordeaux, posicionándose junto a Grimm frente al balbuceante Wilhelm. Los otros miembros del escuadrón se movieron para rodear a Libre, cortando su escape.

—Dios mío —, dijo Libre—. ¿Atacar a una mujer herida, y con el corazón roto todos a la vez? ¿No les preocupa su preciado honor? (NT: Libre Fermi es hombre (masculino), sólo dice eso para pedir compasión.)

—Echa un vistazo. ¿Te parecemos muy honrados? Se nos acabaron las virtudes caballerescas.

—Además de eso, Libre Fermi, soy consciente de que la falta de una mano o de un pie no es una gran pérdida para una persona-serpiente. Simplemente lo vuelves a hacer crecer.

—Vaya, vaya, un experto. Es terriblemente agotador, sin embargo.

Pivot, que había hablado, estaba parado fuera del círculo. Libre levantó su brazo izquierdo sin mano. El corte había sido limpio.

Los bordes de la herida comenzaron a retorcerse, y la carne asumió la forma de una mano en un despliegue espectacular de poder regenerativo.

Los ojos de la serpiente miraron de una dirección a otra; por todas partes, los demi-humanos estaban siendo desmembrados y masacrados. Libre miró con tristeza el suelo, y luego señaló al escuadrón que le rodeaba.

—Ustedes hablan el lenguaje del poder. Se han entrenado al máximo. Y ese chico de ahí… ¿Podría ser el Demonio de la Espada, me pregunto?

— ¡Oh-ho! —, dijo Bordeaux—. Así que incluso los comandantes demi-humanos conocen al Demonio de la Espada. ¡Te estás haciendo más valioso!

—Por favor, no me llames comandante. No hay atractivo en ese título; no es adecuado para mí. Los títulos que apestan a hombría harían felices a idiotas como Valga —. Libre cruzó sus brazos y soltó un largo suspiro. Luego miró al cielo—. Supongo que ni siquiera yo soy rival para el Escuadrón Zergev.

— ¡Tú y yo, entonces! ¡Te arrancaré esa cabeza de los hombros…! —Wilhelm, respirando con fuerza, caminó hacia delante para exigir la continuación de su pelea. Pero Libre solo se encogió de hombros y levantó su espada doble.

—Me encantaría compartir este baile… pero creo que se acerca el momento de poner fin a las cosas. Si eres tan amable de perdonarme.

— ¿Qué estás…?

Pero nunca llegó a “diciendo”.

Wilhelm sintió primero un cambio en el aire. La atmósfera del campo de batalla, llena de sed de sangre y olor a hierro, se convirtió en algo húmedo y pegajoso.

Un instante después, sus manos y brazos estaban bajo el agua.

— ¡¿Qué?! ¡¿Qué demoni…?!

—Estaban demasiado preocupados por los círculos mágicos. Cuidadosamente deshaciéndose de ellos uno por uno. ¿Y si alguien supiera que harían exactamente eso? ¿No sería lógico convertirlo en el centro de una trampa?

— ¿Círculos mágicos? ¿Cómo…?

Desde Castour Field, la eliminación de los círculos mágicos en cualquier campo de batalla había sido la máxima prioridad de las fuerzas reales. El Escuadrón Zergev tuvo cuidado de destruir cualquier cosa que encontraran; incluso habían eliminado un círculo de este mismo campo de batalla.

—Los círculos mágicos funcionan al imbuir a los círculos de significado y luego hacer correr el poder mágico a través de ellos. Les aterrorizaba los efectos que pudieran tener, pero estos círculos estaban activos desde el principio.

La voz de Libre rechinaba contra los tímpanos de Wilhelm. Sus extremidades eran pesadas, como si hubiera saltado dentro un pozo de agua completamente vestido, e incluso encontraba difícil el respirar. No era sólo él; todos a su alrededor parecían experimentar lo mismo. Pero Libre no mostró signos de estar afectado.

—Esos círculos mágicos tenían poder almacenado en ellos. ¡Y destruyeron hasta el último! Liberaron su energía, permitiendo cargar al círculo mágico escondido, el verdadero círculo. Y ya ven el resultado.

— ¿Por qué todos los juegos…? ¿Por qué no empezar con el… círculo verdadero? —preguntó Pivot, forzando su voz.

Libre respondió como si tuviera todo el tiempo del mundo.

— ¿Te habrías acercado al pantano si tuviese un gigantesco detonador de hechizos? En vez de eso, dejamos un pequeño rastro de migas de pan para seguir. Y piensa en el futuro. Cuando veas un círculo mágico en otro campo de batalla, tendrás que preguntarte: ¿debo destruirlo, o no?—Esa fue una de las estrategias de Valga Cromwell, una que tuvo en cuenta no sólo esta batalla sino otras por venir.

Libre levantó la vista. Los demás siguieron su mirada para encontrar un cielo rojizo-púrpura sobre ellos. El extraño color se extendía por todo el campo de batalla, probablemente marcando el área de efecto del círculo mágico. En otras palabras…

—Siempre creí que los humanos y los demi-humanos estaban divididos sólo por su apariencia y su sangre. Ahora veo que eso es más que suficiente para dividir el mundo en dos —. Se detuvo solemnemente—. A partir de ahora, nos opondremos a ustedes. Ya lo verán.

***

— ¡Lady Mathers…! ¡¿Qué está pasando?!

—Hemos sido engañaaadas. Todos los círculos mágicos de hoy…no, tooodos los círculos desde Castour Field han sido señuelos, llevaaandonos a este momento.

Carol había caído dolorosamente de rodillas; a su lado, Roswaal frunció el ceño ante el dibujo en el suelo.

Sucedió después de que dejaran el cuartel general para investigar. Mientras examinaban el diagrama, se había activado, y todo el campo de batalla había sido envuelto en este efecto mágico. Todo su cuerpo se sentía como si estuviera atrapado en un líquido viscoso, haciendo difícil el moverse y respirar.

—Apenas puedo respirar… y mi cuerpo… tan pesado. —, gimió Carol, sudando. Todos los otros soldados que Lyp había enviado con ella sentían lo mismo. El efecto parecía manifestar ligeras diferencias individuales, pero todos ellos estaban de rodillas, gimiendo.

—Si esto está pasando por todo el campo de batalla…

—Cieeertamente sospecho que ése es el caso. Supongo que el lado demi- humano no está afectado. Es como si ellos pudieran luchar en tierra y nosotros tuviéramos que movernos bajo el agua. Tal vez tú, Carol, salgas victoriosa.

—Cielo… ayúdanos. Si esto es obra de la magia, ¿entonces podrías…?

—Es posiiible que pueda descifrar el ritual del círculo y deshacerlo. Pero… — Roswaal se detuvo, mirando hacia el descolorido cielo. Entrecerró sus heterocromáticos ojos mientras algo descendía lentamente hacia el suelo—.…por eeeso tú estás aquí —, ella concluyó.

—Si hay alguna posibilidad de detener este círculo, tú más que nadie lo descubrirías basado en lo que has visto. Y puse demasiado esfuerzo en esta magia para que la destruyas.

El dueño de la tranquila y uniforme voz, una joven con una túnica blanca, aterrizó sobre la tierra. La tela envolvía a una bruja de terrorífica malicia, Sphinx.

—Qué sorpreeesa que te preocupes por mí. Estoy tan conmovida que podría vomitar.

—Aquellos con un alto grado de conocimiento especializado son valiosos. Si fuera posible, esperaba que cooperaras para hacerme completa.

Sphinx miró a Roswaal con curiosidad, pero Roswaal rechazó firmemente a la bruja.

—Los principios de mi maestra eran una barrera para el progreso. Tú sólo eres un experimento fallido de una época anterior. Y me desharé de ti.

A la respuesta de Roswaal, Sphinx levantó una mano y señaló a uno de los soldados agonizantes.

— ¿Te has negado a mi petición?

Un rayo de luz había brillado, dirigiéndose hacia el cuello del soldado en un abrir y cerrar de ojos. Su cabeza se evaporó. Ella lo hizo una y otra vez hasta que seis soldados yacían en el suelo.

—Ah… Ahhhh… —Carol, todavía incapaz de moverse, dejó escapar un sonido de asombro ante esta matanza. Incluso si no hubieran estado atrapados, había sucedido tan rápido que habría sido casi imposible evadirlos. En un nivel instintivo, entendió que si ese dedo la señalaba, sería lo último que vería. Su técnica de espada cuidadosamente pulida, los ideales que tanto apreciaba, nada de eso significaba algo frente a este monstruo.

—Preguntaré una vez más. ¿Cooperarás para completarme?

No era una petición; era una amenaza. Su corazón, su cuerpo, algo seguramente cedería.

Pero incluso cuando ese dedo con un potencial tan devastador la apuntó, Roswaal agitó su cabeza.

—Ya te lo dije —, dijo ella—. Yo te mataré.

—Una lástima —. Sus palabras fueron desapasionadas. Y entonces su dedo brilló.

Mientras Carol observaba, el rayo de luz se dirigió directamente a Roswaal.