Uchi no Musume no Tame naraba, Ore wa Moshikashitara Maou mo Taoseru kamo Shirenai

Volumen 2

Epílogo: Un Día Productivo para la Esponjosa Infante

Hoy, como siempre, las voces del padre y la hija hacían eco a través de la vivienda Bündte en la pequeña aldea de los Hombres-Bestia.

「¡No!」

「No digas eso, Maya. ¿No quieres jugar con Papi?」

「¡No!」

「Maya…」

Cuando Joseph escuchó a su amada hija decir eso tan claramente, sus triangulares orejas cayeron patéticamente. La cola y orejas de un hombre-bestia son mejores indicadores de sus sentimientos que sus expresiones faciales. Cuando se trataba de poner caras de póker y sonrisas falsas que eran esenciales para las negociaciones, primero debían aprender a controlar esas partes de sus cuerpos.

Maya estaba muy enojada con Joseph, quien bloqueaba la puerta frontal de la casa.

En cualquier otro momento, Maya era más una niña de papá, así que definitivamente no odiaba a Joseph. Pero estaba vez ella no se sentía del todo cautelosa ya que estaba esperando su caminata diaria. Ella no estaba interesada en jugar con su padre.

「Ma—」

Joseph aún no se rendía, así que Maya recurrió a la fuerza. Ella se agachó, haciéndose lo más compacta posible, y corrió lo más rápido que pudo. Gracias a la figura de su padre, este tenía un gran punto ciego debajo de él. Para ser claros, su gran barriga se interponía. Joseph se podía mover más rápido de lo que uno puede pensar a simple vista, pero su maniobrabilidad no era nada comparada a la de una pequeña chica-bestia dándolo todo. La maniobrabilidad de los hombres-bestia ya era alta de por sí, en especial su agilidad. Aun siendo pequeña, Maya tenía muy claro eso.

La niña se escabulló entre las piernas de Joseph y comenzó a rodar. Un momento después, ella se paró y se fue casi que bailando a su caminata diaria.

「M-Maya…」

Ella ni siquiera se volteó a ver a su derrotado padre. Esto era ocurrencia de todos los días, así que era entendible.

El amplio hábitat de Maya, su ‘mundo’, estaba limitado solamente a la aldea de los hombres-bestia. El exterior de la aldea estaba también fuera de su territorio, así que ella no pensaba en salir. A pesar de lo que digan, Joseph y Ute dejaban a su hija menor caminar por ahí por sí sola precisamente porque ellos sabían eso. Para ellos, esta pequeña aldea era como su propio patio trasero.

Maya tenía su manera única de salir a caminar. Ella no se limitaba solamente a los caminos marcados. Sólo hacía falta un pequeño hueco en una cerca de madera para hacer un buen túnel para la pequeña Maya. Luego pasar entre unos matorrales, ella usaba los lugares endurecidos por las huellas que los adultos dejaban a su paso.

Fue entonces cuando ella vio a una lagartija arrastrándose por allí, con su cola meneándose de un lado a otro mientras iba. Sus ojos destellaron.

「¡Tija!」

Ella la siguió sin pensarlo. Pero la lagartija la evadió hábilmente, sin intención de ser capturada tan fácilmente. Y claro, aún tenía la opción de deshacerse de su cola como último recurso.

「¡Tija!」

La ruta de Maya cambió mientras iba detrás del reptil.

***

Los Hombres-bestia tienen una esperanza de vida similar a la de los humanos, y las dos razas tenían similares sentidos de valores, así que hacían buenos vecinos. Su tasa de natalidad tampoco era baja, así que tenían una amplia descendencia. Esta aldea puede que sea pequeña, pero aun así podías ver un buen número de niños jugando a su alrededor. Sus edades variaban, pero considerando el tamaño de la aldea, tenían suerte de tener a alguien con quien jugar.

Pero él no se sentía de esa manera en absoluto. Un pequeño chico, su blanco pelaje cubierto en lodo, miraba a los otros niños rodeándolo y mordiendo su labio inferior en frustración. Su clan vivía en las afueras de Laband, donde suelen evaluar a un individuo basado en sus habilidades incluso más que los Hombres-bestia. El favoritismo no estaba basado en pedigrí o estatus social, sólo opinión personal. Y este chico, quien era el más pequeño y débil de los niños, era considerado el de menor rango por los otros chicos.

Por cierto, a pesar de que las habilidades físicas de Joseph eran bajas en comparación a la de los otros aldeanos, su rango en la jerarquía de la aldea no lo era. Habiendo sido engendrado de una de las líneas de sangre de Tislow, él era un experto en la magia de soporte y curación, independientemente de cómo se viera él. Usuarios mágicos eran no muy comunes en general, así que era raro que una aldea tan pequeña tuviera uno, y ya que él era tan capaz, eso lo hacía muy valioso. Una aldea como Tislow donde más de la mitad de sus habitantes eran usuarios mágicos estaba fuera de toda norma.

El chico estaba frustrado con los chicos mayores a él rodeándolo, empujándolo de un lado a otro, y luego riéndose de él cuando caía al lodo, pero él no tenía ni el tamaño ni la fuerza para hacer algo. Su visión se comenzó a poner borrosa, pero gracias a su orgullo, él contuvo sus lágrimas frente a los otros.

Entonces, ella apreció.

La cara de una niña con pelaje negro esponjoso apareció desde uno de los arbustos cercanos.

「¿Hmm?」 Maya ladeó su cabeza al número de niños ahora parados frente a ella. Ella vio al chico de pelaje blanco un poco mayor que ella en el suelo y cubierto de lodo, rodeado de otros tres chicos mayores. 「¿Duele? ¿Duele?」

「¿Qué quieres, mocosa? Vete de aquí.」

「¡Sí, sólo estás de entrometida!」 los chicos mayores escupieron a Maya y le hicieron señas de que se fuera.

Eso la hizo enojar. Ella parecía ciertamente enojada en cómo la trataron.

「¡No!」 dijo claramente, su pelaje ahora erizado.

Los chicos estaban un poco sorprendidos. Ellos claramente nunca habían considerado la posibilidad de que alguien menor a ellos se les enfrentara. Sin importar lo que los niños estuvieran pensado, Maya comenzó a moverse… o sea, comenzó a cargar contra ellos.

「¡Ah!」

Chico Uno-de-Tres cayó con un cabezazo bien puesto por todo el peso y fuerza de Maya.

「¡Agh!」

「¡¿Qué pasa con esta mocosa?!」

Los chicos Dos y Tres gritaron, pero Maya simplemente meneó sus posaderas cubiertas de lado a lado, con su cola moviéndose en sincronía. No había ningún significado en lo que estuviera haciendo, pero parecía que estaba tomándose a los chicos a la ligera, como diciendo, “Vengan, debiluchos.” Pero ella apenas era una pequeña niña, así que puede que ella no estuviera pensando en algo así para nada.

Enfadados por la provocación, los dos chicos olvidaron sus diferencias de edad y tamaño para agarrar a Maya, pero ella esquivó fácil y ágilmente sus movimientos.

Su padre Joseph era reconocido por aquellos cercanos a él como un guerrero de primera clase, y Maya había estado volviéndose mejor que él día a día. Ella había heredado mucho del extraño clan de Tislow.

Maya voló en el aire con un salto que sorprendió incluso a los chicos hombres-bestia, y añadió un giro mientras lanzaba su ataque. No fue una espléndida patada giratoria, pero el chico dos cayó al suelo por un buen golpe de los pantis: un Ataque de Cadera Asesina.

Chico tres, él último de pie, dio un paso atrás, preparándose para huir. Él al fin se había dado cuenta que frente a él no había más la infante que al principio había creído ver.

「¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!」

Incluso si su oponente había perdido su espíritu de lucha, ese ya no era asunto de Maya. Ella simplemente estaba pasando su juicio divino a aquellos que se atrevieran a verla por encima de ella.

「Increíble…」 Viendo a los tres chicos que lo molestaban tirados en el suelo, el chico de pelaje blanco se sentó con los ojos abiertos de par en par con asombro.

「Y tan sólo es una pequeña y linda niña…」 susurró, y la niña lo vio directo a él, sus miradas se encontraron. Las mejillas del chico se sonrojaron.

Entonces su vista estuvo cubierta por sus pantis.

Ese breve amor fue destruido por el ataque de cadera antes de que pudiera siquiera comenzar.

Maya regresó a casa de buen humor, habiendo satisfecho sus instintos cazadores y habiendo hecho un buen ejercicio. Ella había encontrado a los cuatro chicos que había dejado atrás, sus colas patéticamente enrolladas entre sus piernas, para estar debajo de ella y no ser merecedores de consideración. Era un juicio cruel e inadvertido.

Luego de eso, la relación entre los cuatro chicos mejoró, más o menos. Había un extraño sentimiento de solidaridad al haber sido batidos por la misma pequeña infante.

***

「Oh, ¿ya volviste, Maya?」 Ute llamó a su hija, quien había aparecido de repente en algún punto y que ahora estaba usando un palo para dibujar un montón de círculos en el suelo frente a su casa.

「¡Sípi!」

「¡¿Maya?!」 Las caídas orejas de Joseph se dispararon apuntando al cielo. 「Bienvenida a casa, Maya. ¿Pasó algo?」

Maya respondió inmediatamente con una sonrisa. “¡Nop!”

Para ella, había sido una salida ordinaria, sin nada de valor que mencionar. Mientras hablaban, el número de círculos dibujados en el suelo crecía.

「¿Qué estás dibujando, Maya?」

「Watina. Maya.」

Aparentemente, todos los círculos juntos hacían caras. Escuchando a su amada hija dar el nombre de su “hermana mayor” a la cual ella tanto apreciaba como bien se podía observar en la formación de los círculos, Joseph dio una leve sonrisa.

「¿Y Papi, Maya?」

「No, nopi!」

「¿Dónde está Papi?」

「¡No hay Papi!」 Maya dio una sola mirada a su padre, quien estaba al borde de las lágrimas, y pronto volvió a prestar atención a sus cosas.

Ella frecuentemente pensaba en la “hermana mayor” que tanto quería. Ella olía bien, y era cálida, y ayudaba a Maya a calmarse. Su hermana mayor era muy, muy buena. Ella era una preciada adición a su mundo.

Maya no tenía ni la menor duda de que su preciosa hermana mayor volvería para verla. Ella no tenía ninguna evidencia de que esto fuera así, pero Maya no necesitaba de esas cosas triviales.

「¡Wantina, Maya, junta’!」

Habiendo dibujando dos grandes círculos para sus sonrisas, Maya también sonrió satisfecha.