Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 8

Capítulo 17: Golpe de Flor Sangrienta

“Oigan, ese se ve muy fuerte. Muy bien, hagámoslo Glass.”

“¡Si!”

“¡Enseguida! No he visto las habilidades de Kizuna en mucho tiempo,” agregó L’Arc.

“Kizuna, ahora todo está en tus manos. ¡Ilusión Fantasmal!” gritó Glass, abriendo de golpe sus abanicos y usando una habilidad que llenó el aire con pétalos de flores danzantes. Flores de cerezo delicadas revoloteaban en el aire, haciendo que todo se viera rosa y fantasmal.

Los tigres se tambalearon sobre sus pies, con sus ojos girando sobre sus cabezas. La habilidad debe haberlos confundido.

¿Qué estaba pasando? ¿Cuál era el plan?

“¡Aquí voy!” gritó L’Arc, arrojando su guadaña. Un tornado salió desde donde cayó.

Los vientos huracanados aparecieron para hacer que la habilidad de Glass fuera aún más efectiva.

“Oh poder en estas piedras, escucha mi plegaria y muéstrate. Mi nombre es Teresa Alejandrita, y soy tu amiga. ¡Concédeme la fuerza para detenerlos!”

“¡Piedras Brillantes! ¡Ala Paralizante!”

De sus manos salieron mariposas y se unieron a los vientos huracanados y a los pétalos de flores.

Los tigres perdieron su impulso, y luego se detuvieron por completo.

“Es un poco difícil detener a tantos de ellos a la vez. Esto habría terminado hace mucho tiempo si solo hubiera habido uno,” dijo Kizuna, transformando su arma en el cuchillo de atún.

“Pero ahora es el fin—y hemos ganado. Contemplen el verdadero poder del Héroe de la Cacería,” declaró Glass.

“Naofumi… De hecho, Raphtalia, también necesitaremos tu ayuda. Cuando el ataque ocurra, tú irás por el fuerte que está sosteniendo Naofumi.”

“Muy bien,” dijo Raphtalia, volviéndose para encarar a Basura #2. Yo todavía lo tenía arrinconado.

Luego Kizuna sostuvo su cuchillo de atún al igual que Raphtalia sostenía su espada, tomó un respiro, y corrió hacia los tigres. En un instante, ella ya había acabado con ellos.

“Hoja Instantánea: ¡Bruma!”

“Habilidad de Cacería: ¡Golpe de Flor Sangrienta!”

Raphtalia sostuvo su katana en ambas manos y voló hacia Basura #2.

“¿¡Qué!?”

“¿Qué pasa?”

“La hoja… se siente extraña—como si cortara inusualmente profundo.”

Basura #2 dejó de tratar de liberarse de mi agarre. Lo solté.

Él se sacudió y tembló, y su cara se puso pálida.

“Ugh…”

“Oh, dolerá más si te mueves. Deberías quedarte quieto,” agregó Kizuna, golpeando a la copia de Tigre Blanco congelada con la punta de su cuchillo de atún antes de regresar donde estaban Glass y sus amigos.

Yo ni siquiera pude ver el ataque, pero de pronto todos los tigres colapsaron, cayendo en charcos de sangre.

El aire estaba espeso por la esencia de la sangre.

Los chorros de sangre colgaban en al aire, como pétalos de flores rojos para hacer juego con los rosados.

La habilidad de Kizuna tenía un nombre acertado—realmente se veían como flores de sangre.

Las mujeres de Basura #2 y sus tropas de refuerzo se nos quedaron viendo sin palabras. Ellos deben haber comprendido que, si Basura #2 se movía, aunque sea un poco, caería hecho pedazos dentro de un charco de sangre, justo como lo que les había pasado a los tigres.

“¡No lo creo! ¿Cómo pudieron derrotar a nuestras armas más poderosas tan fácilmente? ¡Es imposible! ¡Imposible!”

Una de las mujeres apuntó y gritó, “¡Y sin mencionar que fue por el héroe más débil!”

Kizuna giró sus ojos.

Yo probablemente sabía cómo se sentía ella. Yo estaba acostumbrado a que las personas me dijeran esa misma clase de cosas. Supongo que las personas solo te respetaban si podías luchar contra otras personas.

“¿Siquiera sabes algo acerca del Héroe de la Cacería? Estoy segura de que comprendes que todos los héroes tienen sus especialidades…”

Es verdad. Kizuna había dicho algo al respecto. Ella no podía atacar a las personas, pero lo compensaba con sus habilidades especiales contra los monstruos.

“Puedo no ser capaz de luchar contra otras personas, pero eso no significa que no pueda luchar. Si no aprenden a separar los rumores de la realidad, terminarán muertos.”

La multitud de refuerzos comenzó a murmurar.

Era increíble. Glass y sus amigos habían estado esforzándose contra esos tigres durante toda la batalla, y Kizuna los derrotó a todos con un solo ataque. ¡Ella era atemorizante!

Repasando el tiempo que habíamos pasado juntos, no podía recordar ni una sola vez en donde la hubiera visto esforzarse en batalla, excepto cuando enfrentamos a oponentes humanos. Ella siempre había derrotado a los monstruos sin sudar.

¡No había comprendido lo terrible que era mi compañera de viaje!

Me pregunto si ella pensaba lo mismo de mí—después de todo, yo también era un héroe sagrado.

No podía atacar de muchas formas, pero cuando se trataba de defender, yo era mucho más impresionante que cualquiera que había conocido.

Había sobrevivido al ataque principal de la Tortuga Espíritu—¿no era eso prueba suficiente?

Al igual que yo, Kizuna no podía atacar humanos, pero cuando se trataba de atacar monstruos, ella era la persona más poderosa de los alrededores. Yo de hecho estaba agradecido de que su especialidad no fuera lo opuesto… ¿Qué tal si ahí afuera había un héroe sagrado que se especializaba en luchar contra personas? ¿Eso no sería espantoso?

“Muy bien… Ya han visto qué tan fácil hemos derrotado a su comandante y a sus armas más poderosas. ¿No creen que lo mejor para ustedes sería dejarnos ir?” dijo Kizuna, girando su cuchillo de atún para que reflejara el sol.

“Fueh…”

“Rishia, Kizuna está de nuestro lado. No te asustes.”

“Naofumi-sama, su nueva amiga sí que es impresionante…”

“Eso creo.”

“¿Rafu?”

Raph-chan estuvo tranquila durante la batalla. O supongo que trató de proteger a Rishia.

Eso estaba bien. Nunca había esperado que fuera muy útil en batalla.

Por otro lado, había visto al familiar de Glass y Kizuna, Chris, haciendo todo lo posible para protegerlas durante la batalla. Yo todavía no tenía una idea concreta de lo que podía hacer— ya que había estado muy ocupado lidiando con Basura #2.

“Raphtalia, tu ataque también fue muy impresionante. Te has vuelto más fuerte desde la última vez que te vi.”

“¿Eso cree? He estado tan ocupada desde que llegué aquí que no he tenido tiempo para pensar en ello.”

Su ataque era de cuidado. Estaba seguro de ello.

Ciertamente era extraño que hubiera sido escogida por la katana, pero ahora estaba comenzando a sentirse como si fuera el destino. Ella realmente se estaba desempeñando bien en batalla.

Ella debe haber pasado por mucho desde que fuimos separados, debido a que parecía más hábil de lo que había sido. Si teníamos que separarnos de nuevo, me pregunto si desarrollaría alguna clase de músculos enormes.

“De nuevo está pensando en algo grosero, ¿cierto?”

“No. Solo estaba pensando en lo fuerte que te has vuelto y en cuán confiable eres ahora.”

“Oh… Bueno… ¿Qué deberíamos hacer ahora?” preguntó Raphtalia, mirando hacia la katana en sus manos.

Era una buena pregunta. Una vez que regresemos al mundo de que habíamos venido, ¿era seguro tener un objeto tan valioso?

“¿Naofumi? ¿No vas a absorber algunas de estas partes de Tigre Blanco?”

“Si, si, por supuesto. Pero tengo un rehén aquí, así que todavía no puedo moverme,” dije, mirando hacia Basura #2, su harem de mujeres y las tropas de refuerzo una y otra vez.

Él debe haber sido una persona muy importante, ya que todos parecían atónitos por su captura. Ellos claramente no tenían idea de qué hacer. Sabían que, si intentaban algo, él sería partido en dos a la altura de la cintura—Basura #2 parecía comprender que no podía moverse.

“Mírenlo detenidamente. Si nos persiguen, ustedes terminarán igual,” dije, sacando una última amenaza.

“Naofumi-sama, le gusta hacer eso, ¿no? Amenazar a las personas.”

“Si ellos no se sienten realmente asustados, sus lacayos nunca aprenderán.”

“Cielos… supongo que tiene razón. Parece que hay personas como él no importa a donde vayamos…” murmuró Raphtalia.

Ella tenía razón. Él me recordaba a los otros héroes de nuestro mundo—o a Basura #1.

“Muy bien, tenemos tu arma vasalla. Toda esta debacle es debido a tu terquedad estúpida. No olvides eso.”

¿Alguien en este mundo se preocupaba de los héroes sagrados?

¿Ni siquiera respetaban a Kizuna?

Supongo que yo había pasado algo similar en el mundo anterior. Debía haber personas que no creían, o no confiaban en los héroes. No querías ser capturado por personas como esas.

Caminé un poco y absorbí las partes del Tigre Blanco con mi escudo, manteniendo la vista en los soldados que titubeantemente corrieron para rescatar a Basura #2. Teníamos lo que necesitábamos, así que nos fuimos. En nuestro camino de regreso, vi a un montón de mujeres lanzando hechizos de sanación sobre él. Él estaría bien… tal vez.

“¡No los dejen escapar! ¡Deben matarlos a todos! ¡Miren lo que me han hecho! El arma vasalla le pertenece a nuestro país. No podemos dejar que escapen—”

Raphtalia se dio la vuelta para detener su discurso. “Es demasiado pronto. Si te mueves en los próximos diez segundos, morirás. Es mejor que sigan utilizando magia de sanación por los próximos días.” Raphtalia hizo una reverencia y luego levantó su rostro. “Nosotros no comenzamos esta pelea con ustedes, y no deseamos la guerra. Si pueden examinar la situación fríamente, verán que una alianza con el país de Glass es su mejor opción. Cuando ustedes mismos lleguen a esa conclusión, por favor discútanlo con su gobierno.”

Él no se dio por vencido. “¡Esperen!”

“¡No deberías moverte!”

“¡No le crean! ¡Yo ya he lanzado hechizos de sanación sobre mí mismo! ¡Ya lo verán!”

Lentamente, las mujeres y soldados comenzaron a caminar hacia nosotros. Basura #2 se puso de pie para unírseles, cuando…

“…Qué desafortunado. Realmente deseábamos terminar esto sin derramar sangre de forma innecesaria.”

“Estoy de acuerdo. Había esperado que sus naciones pudieran formar una alianza que pudiera guiar una nueva era de optimismo para el futuro de este mundo…” suspiró Raphtalia.

Glass asintió de acuerdo. “Naofumi, es mejor que no veas. Ya he visto antes a Glass y L’Arc asesinar personas de esta forma,” dijo Kizuna.

Eso solo me provocaba más ganas de mirar.

Raphtalia parecía resignada al desenlace, pensando que se lo habían buscado ellos mismos.

“¡Rishia, es mejor que tú tampoco veas!”

“¡Rafu!”

“Fueh… ¿Por qué? ¿Qué va a pasar?”

Filo y Raph-chan estaban tratando de impedir que Rishia viera.

Yo de hecho no necesitaba mirar para saber lo que iba a pasar. Ya lo había visto antes en anime—esa cosa que pasa cuando alguien es cortado instantáneamente.

“¿¡Qué están haciendo!? Apresúrense y… ugh…”

Primero vino el sonido enfermizo de crujido. Luego lo siguió el silbido de la sangre regándose por el aire.

“¡Kyaaaaaaaaa!” gritaron las mujeres.

“¡—Tuuuuuuuuuu!”

No pude comprender lo que estaba tratando de decir.

Qué mal. Yo no sentía ni una pisca de simpatía por él. Realmente no me importaba su nombre, pero me pregunto cuál era…

Solo pude pensar en una cosa que decir: “El mundo se ha librado de otro pedazo de basura, je, je, je…”

“¡Naofumi-sama!” gritó Raphtalia, regañándome.

No entendía lo que estaba tan mal en lo que dije. ¡Este desgraciado había estado tratando de matarla!

Y había hecho todo lo que pudo para meterse en nuestro camino.

“Niño, sé que quieres parecer genial, pero yo no me reiría. No querrías verlo por accidente.”

“No me importaría… en cuanto no sea tan grotesco.”

Yo realmente no quería volverme y ver la escena sangrienta detrás de mí, pero aun así no podía dejar pasar la oportunidad de disfrutarlo. Había muchas personas en el mundo del que vengo que querría verlos morir de esta forma, pero si en realidad pasaba, entonces no sería algo bueno.

Como sea, así fue como ganamos la batalla y escapamos.

***

Dejamos la ciudad a través de sus tejados.

“¿Qué clase de ataque fue ese?”

Fue tan rápido que de hecho no había sido capaz de ver lo que pasó. Parecía que solo había cortado a los monstruos con su cuchillo. Pero no pudo haber sido tan simple—¿qué fue todo eso que hizo antes con su cebo? Eso debe haber estado preparando la movida final. Pudo haber sido una secuencia de habilidades, como cuando yo uso la Prisión de Escudos, luego Cambiar Escudo (ataque) y las continuo con la Doncella de Hierro.

“¿Hm? Ah, la habilidad conecta todos los puntos débiles del enemigo y luego corta a través de ellos. Aunque no siempre los mata. Algunas veces solo corta muy profundo.”

Así que de hecho era un ataque muy fuerte, y el enemigo solo caía en pedazos si el ataque era lo suficientemente fuerte como para matarlo.

“¿Qué estuviste haciendo antes con el cebo de tu caña de pescar?”

“Es una habilidad llamada Aguja Cebo, y multiplica el daño. Todo lo que sea golpeado por el cebo recibirá el doble de daño en el ataque siguiente.”

Es por eso que les dijo a todos que no atacaran hasta que estuviera lista. Si alguien hubiera atacado, entonces habría quitado el multiplicador de su ataque especial de secuencia.

“El efecto solo dura por un tiempo, así que estaba apurada. Si el enemigo descubre lo que está pasando demasiado rápido, ellos pueden cancelar el efecto.”

“Fue bastante grotesco.”

Así que el cebo bajaba la defensa del enemigo para el próximo ataque.

Un ataque como ese realmente podría complicar mi estrategia.

“No es tan simple como se ve. El cebo solo afecta el área que toca, así que tienes que estar seguro de que golpeaste el punto débil del enemigo. Probablemente no haría mucho en tu contra.”

Ya había experimentado con algo similar en algunos juegos que había jugado. Había una habilidad que funcionaba de la misma forma—fortaleciendo el próximo ataque de una secuencia. Yo normalmente la usaba como carta del triunfo durante luchas de jefe difíciles. Pero si la estadística de defensa del jefe ya era muy alta, entonces obviamente no ayudaría mucho.

El efecto de la habilidad solo duraba por un tiempo, lo cual complicaba mucho utilizarla bien. Frecuentemente sentía que estaba dependiendo de la suerte.

Aunque Kizuna claramente era muy hábil con ella. Debe ser una luchadora increíble.

Ella no podía provocar daño directo contra oponentes humanos, pero probablemente podía usar esa habilidad del cebo para hacer un daño indirecto con la ayuda de sus compañeros.

Probablemente esa era la razón de que el ataque de Raphtalia hubiera sido más efectivo de lo que ella había anticipado. Tal vez esa fue la razón por la que lo cortó en dos.

¿Realmente lo hubieran salvado si seguían lanzando magia de sanación sobre él? A decir verdad, realmente no me importaba que hubiera muerto. El mundo estaba mejor sin él.

“Oye, ¿ahora puedes hacer contacto con él? No sé cuántas personas puedo llevar conmigo, pero también podríamos usar mi habilidad.”

“Un segundo,” dijo Kizuna, sosteniendo un ofuda sobre su frente y murmurando, “Si, lo entiendo. Él dice que nos encontrará en el lugar de reunión. ¿Quieres volver primero?”

“Probablemente. Ya tienes a Glass y a los demás contigo, así que deberías estar bien. No estoy seguro de cuantas personas puedo llevar conmigo a través del portal.”

“¿Usas la habilidad, pero no conoces sus limitaciones?”

“Nunca he sentido la necesidad de probarla.”

En Melromarc, no tenía la necesidad de hacerlo—mis únicas amigas eran Raphtalia, Filo, y Rishia. Nunca había intentado usar la habilidad con Eclair, la anciana, o Kiel. Nunca intenté saber con cuántas personas podía usarla. Además, el tiempo de enfriamiento era muy largo, así que era cuidadoso de no desperdiciarla.

“Algo me dice que sus mujeres buscarán venganza…”

“Estoy segura de que podemos manejarlas—ellas ya no tienen a los tigres. ¿No crees, L’Arc?”

“¡Claro! ¡Con Kizuna de nuestro lado, no tenemos nada que temer!”

Kizuna era como yo en que podía cuidarse bien sola, mientras tuviera compañeros en los que apoyarse. Ella estaría bien, mientras estuviera con Glass y los demás.

Por otra parte, todos nuestros enemigos estaban juntos de nuevo. Si Kizuna se ponía en nuestra contra, nunca sobreviviríamos.

Kizuna, Glass, L’Arc, y Teresa… De pronto me los imaginé enojados y atacándome. No creía que pudiera ganar.

¿Cuánto confiaba en ellos?

“Muy bien, nosotros usaremos nuestro portal para volver a su país antes que ustedes.”

“Suena bien para mí. Deberíamos estar bien. Vamos a dividirnos.”

“Los veré pronto. Muy bien, ya nos vamos. ¡Escudo Portal!”

Y así los dejamos atrás y nos teletransportamos de vuelta al país que ellos llamaban hogar.