Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 4: ¡Eliminando a este Monstruo Obsceno!

Parte 1

―Oh, Komekko, tienes arroz en la cara.

Era la mañana siguiente al día en que Aqua derrotó a la espectro Lucy. Megumin estaba vigilando a Komekko sin perderla un segundo de vista mientras ella engullía el desayuno como un animal hambriento. En un momento dado, se dio cuenta de que se le había quedado pegado un grano de arroz en la cara y sonrió con algo de desesperación al quitárselo y metérselo en la boca.

―¡Onee-chan, me has robado la comida!

―¡K-Komekko! ¡No hagas un drama sólo porque haya cogido un simple grano de arroz de tu comida! Tienes que comer más despacio y con calma si no quieres que vuelva a ocurrir eso. Te aseguro que al desayuno no le van a salir patas ni se va a ir corriendo a ninguna parte.

Komekko se puso algo más seria después de escuchar el consejo bienintencionado de su hermana y dejó de nuevo los cubiertos encima de la mesa.

―Cuando Onee-chan robaba maíz de las granjas, decía que si no nos lo comíamos rápido se escaparía.

―¡Olvida eso, el arroz cocinado no puede correr!

Con su desayuno terminado, Aqua sonrió como reacción a la conversación que estaba escuchando.

―Tener una hermana parece muy divertido. Oye Kazuma, ahora yo también quiero tener una hermanita. En este mundo hay objetos que sirven para cambiar a las personas de género, ¿sabes? ¿Por qué no lo intentas?

―Aunque no sé a qué te refieres exactamente, entiendo por qué quieres tener una hermana pequeña. Estoy totalmente de acuerdo contigo; son geniales, especialmente esas tan adorables que te llaman “onii-chan”… Son las mejores.

El comentario de Aqua me hizo rememorar los dolorosos recuerdos de Iris, pero justo entonces…

[¡Emergencia, emergencia! Esto es un mensaje para todos los aventureros, recojan sus armas y reúnanse en el gremio. ¡Repito, que todos los aventureros recojan sus armas y se reúnan en el gremio!]

Emitieron un mensaje por megafonía que no había oído desde hacía siglos. Miré instintivamente a Darkness, que en ese momento estaba bebiendo té marrón.

―Qué extraño resulta escuchar un aviso de urgencia en esta época, ¿verdad? No estamos en temporada de repollos, y tampoco ha aparecido ningún monstruo o enemigo especial por el que den una gran recompensa. ¿Qué está pasando?

El aviso se repitió mientras Darkness nos transmitía sus dudas, pero…

[Además, todos los miembros del Clan de la Magia Carmesí que se encuentren en la ciudad en estos momentos también deben participar. ¡Repito, todos los magos carmesíes que estén en la ciudad deben participar!]

En respuesta a este aviso más que inusual, Darkness y yo nos miramos el uno al otro.