Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 3: ¡Piedad Divina para esta Devota Inquebrantable!

Parte 7

―¡Detente ahí, escoria de Axis! ¡No des un paso más!

―¡¿Qué has dicho, maldito fantasma?! ¡Me parece que incluso usar magia de purificación contigo sería un desperdicio! ¡Vas a ver cómo te mando al cielo de una paliza divina!

Nada más llegar a la iglesia nos pusimos con nuestro trabajo de eliminación de espectros.

―¡Oh Gran Regina, Diosa de la Manipulación y la Venganza, por favor imponga un castigo divino a esta mujer de pelo azul! ¡Despreciable seguidora de Axis, toma mi maldición!

―¡¿Te atreves a maldecir a una diosa pura e inmaculada?! ¡Vamos, no me hagas reír! ¡Darkness, dame tu espada! ¡Observa cómo destruyo esta mierda de iglesia en ruinas a la que este fantasma llama hogar!

Lucy, la fantasma que residía en este lugar, debió de ser una devota muy fervorosa para haber seguido rezando a su diosa incluso tras la muerte. El ser que en ese momento estaba discutiendo con Aqua era el espectro bastante translúcido de una mujer, de aproximadamente unos veinte años. Megumin y yo nos quedamos mirando a las dos peleando sin saber qué hacer, pero entonces Darkness intercedió.

―Calmadas las dos. Aqua, tú y yo somos seguidoras de un culto al igual que Lucy debió serlo, ¿verdad? Entonces vamos a tomárnoslo con calma y discutir esto como personas civilizadas. Las diosas que adoran no querrían que se peleen, ¿verdad que no?

Darkness trató de poner paz con una sonrisa triste. Entonces, la diosa y la espectro se separaron de un empujón.

―¡Oye, ¿a qué te refieres con “las diosas que ustedes dos adoran”?! ¡¿No dijiste que al fin reconocías mi divinidad?! ¡Este espectro se ha atrevido a mirarme por encima del hombro, yo que soy una diosa, ¿no crees que debería destruirla por ello lo antes posible?!

―¡Regina-sama, a la que yo he dedicado mi vida con la más apasionada de las fes, es la Diosa de la Manipulación y la Venganza! ¡Nosotros creemos en el ideal de ojo por ojo, así que una pagana como tú puede irse al carajo y dejar de meterse donde no le llaman!

Darkness recibió un contraataque inesperado por parte de ambas. Pero es que todavía no habían acabado.

―¡Joder, a esto me refiero cuando digo que los fieles de Eris son absurdos! ¡Eris tiene muchos seguidores, por supuesto que a ella no le hace falta luchar! Aunque comportarse como una arrogante hasta la médula solo por haber conseguido ser la religión nacional no puede ser beneficioso de ninguna manera. Darkness, ¿por qué no te pasas por la iglesia de Axis para rezar de vez en cuando?

―¡Tengo tanta envidia de Eris por la cantidad de personas que la siguen! ¡Las religiones minoritarias como las nuestras deben luchar entre sí todos los días para sobrevivir! ¿Y tú quieres la paz? ¡No me vengas con un problema del primer mundo!

Darkness volvió a donde estábamos nosotros sin pronunciar palabra tras haber sido abusada verbalmente por aquella extraña pareja.

―Mírate, Darkness, no tenías nada mejor que hacer que meterte en los asuntos de los demás… Aqua la va a purificar de todas formas.

―Yo también soy una persona religiosa, por lo que siempre he querido convencer a un fantasma de que ascienda al cielo por propia voluntad…

Mientras consolaba a la deprimida de Darkness sin demasiadas ganas, la pelea que se estaba produciendo más allá se intensificó hasta llegar al límite de la violencia.

―¡Arrepiéntete! ¡Arrepiéntete en el infierno por haber enfurecido a una diosa! ¡Ajajajaja! ¡Mira cómo lanzo a la diosa olvidada Regina junto a su última seguidora con un Golpe Divino a la ignorancia más absoluta!

―¡Grrr! Esa esencia de una némesis que he estado oliendo todo el rato… ¡Nunca pensé que alguien como tú pudiera ser una…! ¡Regina-sama, Regina-sama, todavía me quedan algunos favores que devolverte! ¡Regina-sama, que enviaste al infierno al hombre que malgastó todo el dinero que tanto me había costado ganar! ¡Regina-sama, que le robaste hasta la última moneda a la mujer que se casó con mi hermano sólo para engañarlo y quedarse con su riqueza! ¡Debo evitar que desaparezcas, al menos en el nombre de todos los desafortunados!

Lucy rezaba a su diosa con la cara empapada de lágrimas causando un fuerte contraste con Aqua, que tenía una sonrisa perversa mientras se estaba acercando a su enemiga y amenazándola con su puño. Entonces…

―No te preocupes, la diosa a la que sigues fue liberada de su prisión hace dos años. Ya debe de haber conseguido algún que otro devoto.

Megumin, que había permanecido en calma y observando durante todo el conflicto, de repente se dirigió a Lucy.

Tú sí que pareces una discípula.

―…¿De verdad? ¿Y cómo es posible que tú lo sepas?

La mujer fantasma miró a Megumin con ojos suplicantes como si estuviera buscando la salvación en la maga.

―Porque yo fui la persona que salvó a esa diosa. Venga, ahora ya puedes descansar en paz.

Al parecer no encontró ningún indicio de mentira en la afirmación que Megumin le hizo saber con un tono muy seguro. Lucy sonrió llena de serenidad como si sus oraciones hubiesen sido escuchadas.

―Muchas gracias, amable desconocida… Aunque me gustaría expresar correctamente mi gratitud… parece que mi único deseo de seguir rezando en este mundo ha quedado satisfecho… ya no puedo aguantar mucho más aquí. Perdóname por no poder devolverte el favor…

Lucy puso una sonrisa amarga al dar sus palabras de despedida, y tras dar unos pasos hacia atrás, Megumin hizo lo mismo.

―La esencia de nosotros, los magos carmesíes, es no rechazar nunca la gratitud. En realidad esto ha salido a la perfección para seguir el ideal de ojo por ojo de tu culto. Por lo que veo, habríamos hecho buenas migas con la Diosa de la Manipulación y la Venganza, así que no tienes que preocuparte de nada.

Ahora más relajada, el espectro Lucy le dedicó una sonrisa repleta de dulzura…

―¡Golpe Divino!

―¡Ouch!

La “auténtica sacerdotisa” extremadamente incapaz de comprender lo que sucedía a su alrededor le dio un puñetazo a Lucy sin venir a cuento.

―¡¿A qué rayos viene eso de repente?! ¡¿Por qué has tenido que cagarla después de que hubiéramos llegado a un entendimiento pacífico?! ¡Si no hubieses hecho nada, la pobre habría ascendido al cielo de forma natural!

Tras observar aquella escena que bien se podría haber descrito como algo indignante, Darkness y Megumin se quedaron rígidas.

―¡Precisamente por eso, porque estaba a punto de marcharse! ¡No puedo soportar que esa diosa olvidada y cuestionable me trate como alguien inferior y que encima su única seguidora se escape después de desafiarme!

Lucy comenzó a temblar de forma violenta. Se estaba tocando la mejilla donde había recibido el golpe y mirando a la diosa totalmente inmadura que tenía ante ella.

―¡Tú qué vas a ser una diosa! ¡Si tuvieras seguidores seguro que se convertirían en unos parias! ¡¿No te daría vergüenza saber que tendrías menos devotos en tu culto que tu subordinada Eris-sama?! ¡La corriente de una diosa que es inferior a la de la tuya se ha convertido en la religión oficial de un reino, y en cambio, el número de miembros del Culto de Axis no es ni…! ¡Pffft!

Entonces Lucy empezó a reír hasta quedarse sin aire mientras señalaba a Aqua. Las cejas de la diosa se elevaron de inmediato.

―¡Eh, espera un segundo! ¡No pienso aceptar que un culto prácticamente extinto con tan pocos miembros y que podría desaparecer en cualquier momento me dé lecciones!

Aqua perdió completamente los papeles y trató de agarrar a la fantasma, pero ésta ya se encontraba cerca de la desaparición total y no pudo hacerlo. Su cuerpo empezó a flotar en el aire, cada vez más alto.

―Grandiosa Regina-sama… Como seguidora de la Diosa de la Venganza, en mis últimos momentos he realizado una burla épica a la devota de una diosa que perdió contra su propia subalterna… Como ya he terminado de comportarme como una malhechora, ya debería encontrarme en camino para reunirme contigo. Te deseo un próspero futuro…

Y de esa forma…

…la que durante mucho tiempo fue la última creyente de la Diosa de la Manipulación y la Venganza…

―¡Guaaaaah! ¡Cómo ha podido huir dejando así las cosas!

…desapareció felizmente tras haber infligido con éxito un daño crítico en el ego de la Diosa del Agua.