Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 2: ¡Castigando a este Compañero de Casa!

Parte 2

Vale, ¿y ahora cómo lanzo esto?

―Son novecientos eris en total.

Hace tiempo, cuando me infiltré en la casa de Darkness, mi fuerza estaba aumentada gracias a la magia de Aqua, lo que hizo el trabajo de escalar por la cuerda bastante más sencillo.

Aunque cuento con mi arco y con el gancho gracias a Darkness, ¿podré entrar de forma tan silenciosa como la otra vez sin el conjuro de apoyo de Aqua?

Terminé de cenar en un bar y abrí el monedero de Megumin para pagar…

―…

De la bolsa llena hasta reventar de cupones y tarjetas regalo, saqué un billete de mil eris y pagué la cuenta.

―Aquí tiene su cambio de cien eris. ¡Gracias por visitarnos, vuelva pronto!

¿Por qué me siento tan patético al gastar el dinero de Megumin? Aunque su alijo de cupones de descuento indica que será una buena esposa, gastar su dinero hace que me remuerda la conciencia. Normalmente esa chica me deja que administre todo el dinero, y la mayoría de la paga que le doy va a parar a los gastos de casa. Cuando consiga entrar, no puedo olvidarme de devolverle su dinero y además con intereses, aunque se niegue a aceptarlo.

…Pero había una cosa que seguía dejándome intranquilo: en esta ocasión, Aqua era el mayor obstáculo para poder infiltrarme.

Normalmente es rematadamente estúpida, pero justo ha tenido que elegir este momento tan inoportuno para cambiar. Además, tiene mejor visión nocturna que yo. Sería fácil si se hubiera quedado dormida temprano después de unas cuantas rondas de vino, pero esa imbécil que no se entera de nada, seguramente estará ahora totalmente despierta.

Aunque no podía saberlo con seguridad, ciertamente eso era lo que mi experiencia tras haber estado viviendo con ella me decía. Por un lado me daba la impresión de que, una vez dentro, Aqua no sería un problema, pero si me descubriera en mitad del ascenso por la fachada sin duda mi día acabaría de una forma horrible.

Mientras planeaba la forma de entrar, maté el tiempo caminando lentamente por las calles sin un rumbo fijo, esperando que las chicas estuvieran dormidas para el momento en que yo llegara.

―Ojó, cuánto tiempo hace que no nos vemos, pero si es el galán que acaba de disfrutar de una suculenta cena a cuenta de la chica con la que está prometido. Es un placer verlo de nuevo por aquí, dando un paseo nocturno. ¡La luna llena ha dejado el ambiente impregnado de poder mágico, lo que lo convierte en un entorno perfecto para dar un paseo! Cuando pase un rato, un servidor pretende escalar hasta la parte más alta de la iglesia de Axis y reemplazar su icono con este rábano particularmente erótico. ¿Le agradaría acompañarme?

―…Preferiría no hacerlo. Ten cuidado de no acabar hecho pedazos cuando lo descubran.

Me crucé con Vanir por la calle. Entre sus manos tenía un rábano con una forma, digamos, sensual.

Como los demonios no duermen, debe de tener mucho tiempo libre por las noches.

…

―Dime, Vanir, estás libre ahora, ¿verdad? ¿Podrías ayudarme con una cosa?

Me pasé al lado oscuro y le pedí ayuda para invadir una casa que estaba protegida por una diosa. No pude evitar sentirme un poco despreciable…

―¿Ooh? Supongo que para pedirme eso, siendo un servidor un demonio, debe conocer el contrato que hay que firmar, ¿verdad? Un servidor sólo ofrece su asistencia a cambio de un precio. Como un demonio poderoso que soy, espero una recompensa sustancial por mi trabajo. ¿Entiende esta cuestión?

Vanir puso una sonrisa muy propia de un demonio.

Claro. Por sí solo da un poco de miedo, pero me preocupa mucho más ese rábano sexy que lleva en la mano. Terriblemente, además.

―La próxima vez que vaya a la tienda de Wiz, les compararé toda la basura que encuentre y además les daré una buena propina.

―¡Cómo me encanta este cliente! ¡En ese caso puede contar conmigo! …¿Le gustaría quedarse este rábano como extra por su amabilidad?

―Paso.

Eran las dos menos cuarto, noche cerrada, y el silencio nos rodeaba por completo. La hora perfecta para los ninis y los demonios.

―¡Muajajaja! ¡Muajajajajajaja!

―¡Oye, no te pongas a reír a estas horas! ¡¿Por qué estás tan motivado esta noche?!

Mientras que todos soñaban bajo el cielo estrellado, Vanir y yo llegamos a la mansión.

―¡Muajajajaja! ¡Es cierto que esta noche me encuentro muy entusiasmado! Atacar a una diosa bajo la luna llena; ¿cómo pretende que un servidor esté calmado?

No sé por qué me da que pedirle ayuda a este tipo no ha sido la mejor de mis decisiones. Bueno, da igual.

Éste era el plan. Primero intentaría entrar de forma normal, es decir, como he venido haciendo hasta ahora. Aunque no contaba con magia de apoyo, si lo conseguía, el trabajo ya estaría hecho. Sin embargo, si no era capaz de escalar solo o me descubrían en mitad del ascenso, Vanir asaltaría la mansión. Al igual que la vez en que atrapó a la súcubo, Aqua seguramente tenía una barrera anti-demonios preparada. Vanir no podía atravesarla, pero tampoco hacía falta, porque su tarea consistía en distraer a la diosa. Para ello solamente tenía que tocar la barrera, y entonces yo aprovecharía la oportunidad para entrar.

El objetivo principal era entrar en la mansión y emplear cualquier medio que fuese necesario para hacer las paces con Aqua. Si esto no daba resultado, el plan B sería básicamente asegurar y defender la mansión. El objetivo secundario era recuperar la libreta del banco, que estaba en mi habitación. Sinceramente, con dinero no habría podido importarme menos el haberme quedado fuera. Sencillamente podía alquilar una vivienda y pasar mis días allí tranquilamente hasta que Aqua se olvidara del asunto. Bueno, puede que vivir de esa forma fuera incluso mejor que seguir desperdiciando el tiempo descaradamente como había hecho hasta ahora. Pero nada de esto importaba ya, porque el plan estaba decidido. ¡Mientras Vanir me observaba, apunté a la ventana de mi habitación con el arco y…!

―…¿Eh?

De repente me sentí retrasado. La ventana de mi cuarto había sido cerrada con tablas desde dentro. Comprobé el resto desesperadamente para encontrarme con que también estaban entabladas.

Sólo conozco a una persona lo suficiente inútil y mezquina para hacer esto.

Mi plan se había topado con un grave problema nada más iniciarlo. Cuando empecé a ponerme nervioso, me di cuenta de que no todas las ventanas se encontraban fortificadas; las de las habitaciones ocupadas estaban libres. Esto se debía presumiblemente a que Darkness y Megumin se habían negado con firmeza a que sus ventanas estuvieran tapadas. Aqua probablemente confiaba en ellas para que me impidieran entrar, pero por el hecho de haberme dado una su monedero y la otra mi arco, podía asumir sin problemas que ambas estaban de mi lado.

―Vanir, ¿podrías usar tu habilidad de predicción conmigo rápidamente? Intenta ver cuál de las dos habitaciones sería mejor para entrar, la de Megumin o la de Darkness.

―¿Oh? Cierta aura desagradable persiste en torno a usted y está dificultando un poco mi visión. Aunque… por lo que puedo ver, entrar en cualquiera de esas dos habitaciones le proporcionará el mismo resultado. Sin embargo, escoger la de esa chica mendiga de la Magia Carmesí será mejor en general. Es más, le recomiendo esa porque allí podrá disfrutar de un pequeño suplemento. Adelante.

Vanir respondió a mi pregunta con confianza.

Así que entrar en cualquiera de las habitaciones me dará el mismo resultado… Pero, ¿cuál es ese suplemento del que habla?

―Pues será la ventana de Megumin. ¡Vale, allá voy!