Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 11: La Hermana de la Gran Maga

Capítulo 2: ¡Castigando a este Compañero de Casa!

Parte 1

Cuando volví en mí, me encontraba inexplicablemente ante las puertas de la ciudad de Axel.

¿…?

Y sin un solo recuerdo de lo que había ocurrido.

¿Qué demonios, por qué siento como si hubiera perdido un recuerdo de suma importancia…? No sé el motivo, pero parece como si hubiera perdido a un miembro de mi familia por el que tanto me he esforzado en estrechar nuestra relación. ¿Qué es esta sensación de vacío? Lo que sí recuerdo es a Claire, mi mayor enemiga, haciéndome algo malo… Espera, ¿Claire? ¿Qué ha pasado? ¿Desde cuándo ella es mi mayor enemigo? A esa chica le gusta Iris, al igual que yo, por lo que en todo caso deberíamos ser camaradas. Y aun así, por algún motivo, me siento obligado a vengarme. Ahora que lo pienso, lo que pasó seguramente es que me quedé en el palacio una noche más después de que Iris me convenciera. Una vez que Darkness y compañía regresaron a casa, probablemente Iris me contó algo muy importante para que me quedara. Recuerdo haberla oído decir algo como… ¿Um?… ¿Qué es lo que dijo? …¿Eh? ¿Qué diantres? Efectivamente hay algo que falta, y no estoy seguro de qué. De todas formas, sé que debo cobrarme la venganza contra Claire; es como si mi instinto más primario me estuviera diciendo a gritos que lo haga. No importa, después de todo ahora he recuperado la motivación para luchar gracias a las cartas de los niños. Las chicas deben de estar sintiéndose de la misma manera en estos momentos.

Comencé a caminar dando largos pasos hacia mi casa, que se encontraba abandonada desde hacía ya bastante tiempo.

Hemos estado varios días en Elroad y después he pasado tan solo unas dos semanas en la capital, y aún así tengo la sensación de llevar siglos fuera de casa. ¿Por qué será eso?

Llegué a la puerta principal de mi mansión mientras reflexionaba. Entonces, cuando pretendía abrirla… me la encontré cerrada con llave.

―¿…?

¿Cómo es posible? Normalmente están abiertas cuando hay alguien en casa, lo que significa que seguramente todas estén fuera ahora mismo. Puede que se hayan animado excesivamente por el regreso a la acción y fueran al gremio para buscar misiones. De todas formas no deberían tardar mucho en volver. Espera un momento, como no vuelvan pronto voy a tener un problema bastante gordo.

Le había dado todas mis cosas a Darkness para que las llevara hasta Axel en adelanto, y además no llevaba mucho dinero suelto encima.

…¿Eh?

―¿Qué, mi cartera donde guardo el dinero ha desaparecido? Mierda, ¿la habré perdido en alguna parte? No recuerdo haber corrido mucho, así que se me ha tenido que olvidar en algún sitio.

Como acababa de regresar de nuestro viaje a Elroad, mi cartera estaba prácticamente vacía, y la culpa la tenían todos los regalos que compré. Por lo tanto tampoco es que significara una gran pérdida.

Puedo comprar una nueva cuando quiera. Es igual, debería esperar aquí un rato.

***

…El sol ya había comenzado a ponerse en el horizonte y yo aún seguía mirando la nada pensativamente.

―¡T-Todavía no han vuelto…! ¡¿Pero que estarán haciendo esas chicas?! ¿Debería ir a comprobarlo personalmente al gremio de aventureros? No, sería terrible si pasaran de largo por el camino sin que nos diésemos cuenta. Además, ir ahora al gremio después de haber estado esperando estoicamente durante tanto tiempo me daría una sensación de derrota…

Entonces me puse a jugar con el Emperador Zel en su corral, que estaba en el jardín trasero de la mansión. El corral o “la casita” tenía dentro una cama hecha con varias capas de toallas muy suaves y mullidas, algo que te hacía entrar en calor con tan solo mirarlo, además de un bebedero y un cuenco para la comida. Un pollito durmiendo en aquel corral VIP resultaba ser un contraste demasiado extremo, ya que yo me había quedado fuera de la casa sin posibilidad de entrar. …Entonces me di cuenta de algo.

―Te veo más grande de lo que recordaba.

Me puse de rodillas al lado del corral para mirar al Emperador Zel mientras dormía.

¿No se supone que este pollito debería crecer extremadamente despacio debido a su alto potencial mágico? Aunque a decir verdad, no es tan extraño teniendo en cuenta que he vuelto tras un largo viaje.

De repente…

―¡Ladrón de dragones!

Una de las ventanas del segundo piso de la mansión se abrió de golpe y alguien me gritó. Tuve la tentación de contestar preguntando a qué se refería con “ladrón de dragones”, pero una vez más recordé que sólo había una persona que llamaba así al Emperador Zel.

―¿A quién estás llamando ladrón? Ya es hora de que aceptes que sólo es un pollo. ¿Por qué no me abrieron la puerta si estaban en casa? Mira que hacerme esperar pensando que habían salido…

Al escuchar mi respuesta, Aqua se quedó mirándome en silencio.

¿…?

―No tengo muy claro de qué estás hablando. Después de debatirlo con Megumin y Darkness, decidimos que esta mansión pertenecería a la bella diosa Aqua-sama. Darkness ya tiene su propio palacete en esta ciudad, y Megumin tiene su hogar en la aldea de la Magia Carmesí, así que la mansión acabó quedándose en mis manos. Así es como esta enorme casa pasó a ser de mi propiedad. ¿No se supone que ibas a quedarte a vivir en el palacio real? ¡Sal de aquí! ¡Sal ahora mismo de mi jardín!

¡…!

―Sé que normalmente dices estupideces, pero hoy estás siendo sencillamente ridícula. Mírate, ¿qué ha pasado con tu cerebro? ¿Qué te parece si usas un poco de magia curativa en tu propia cabeza? Y si eso no funciona, te mandaré al hospital inmediatamente para que te vean.

En respuesta, Aqua cerró con fuerza la ventana del segundo piso por la que se había asomado.

…

Di la vuelta al edificio y comencé a aporrear la puerta principal.

―¡Estoy de vuelta! ¡Darkness, Megumin, abran la puerta si están en casa! ¡Esa idiota de Aqua me ha dejado fuera y no me deja entrar!

Tras un rato llamando y gritando como un poseso, las ventanas del balcón que se encontraba justo encima de mí se abrieron. Pensé que era Aqua de nuevo, pero en cambio fueron las cabezas de Megumin y Darkness las que asomaron.

Qué alivio.

…Sin embargo, ese sentimiento tuvo una duración bastante corta.

―Pero si es el gran Kazuma, que se ha cansado de hacer el vago y ha venido a vernos. ¿Lo has pasado bien esta semana en la capital?

…¿Semana?

Darkness me estaba confundiendo.

―¡Jajaja, así que es verdad que no significamos nada para ti…! ¡Dejando a un lado que a ti siempre te ha encantado llamar la atención, te atreviste a hacer que regresáramos pronto a casa para quedarte solo en la capital…! ¡¿Es que no hay límites en lo miserable que puedes llegar a ser?! ¡Nunca me imaginé que tendrías el valor para hacer eso después de que nuestra relación empezara a ser tan alentadora!

Megumin se puso furiosa y empezó a lanzarme acusaciones infundadas desde el ventanal mientras movía su bastión salvajemente.

No, espera un segundo.

―Eh, espera. ¿A qué te refieres con que me quedé una semana en la capital después de que ustedes se marcharan? ¿Qué se supone que significa eso? Como mucho me habré quedado una noche más, ¿cómo es posible que de repente…? ¿Eh?

Qué raro, hay algo en mi mente que no entiendo y que no acaba de desaparecer. ¿Por qué tengo este sentimiento de desesperación?

Al oír mi respuesta, Megumin se enfureció aún más.

―Mira, reconozco que tienes valor para hacerte el tonto en una situación así. ¡¿Acaso quieres averiguar hasta qué distancia puede impulsar a alguien mi magia de explosión?!

Cuando Megumin dijo esas alarmantes y terroríficas palabras, Darkness inclinó la cabeza; se veía confusa.

―…Kazuma, ¿qué has estado haciendo en la capital? A juzgar por tu comportamiento, lo más probable es que te hayan drogado con la poción prohibida de borrado de memoria que muy pocas veces es utilizada incluso por la realeza. Lo que hace esa poción es destruir un número de recuerdos proporcional a la cantidad administrada, y uno de sus efectos secundarios es que te puede causar demencia. Aunque sinceramente no creo que tengamos nada por lo que preocuparnos en caso de que así sea.

―Para mí, este hombre ha estado todo el rato soltando frases propias de un demente… Espera, ¿has dicho poción de borrado de memoria? …Claro, eso explicaría por qué su actitud ha sido tan extraña desde entonces… No puede estar fingiendo una pérdida de memoria para evitar una confrontación con nosotras, ¿verdad?… Aunque, en caso de que realmente no pueda recordar nada, sería un error seguir juzgándolo en ese estado…

Aunque Megumin aún seguía evidenciando algo de rabia, suspiró y pasó a mostrar una expresión más amable. Todavía seguía sin tener pistas sobre lo que estaba sucediendo, pero según el análisis de Darkness, al parecer me habían borrado la memoria.

…Umm.

―Mis recuerdos llegan hasta el momento en que me despedí de ustedes. Recuerdo que justo entonces me llamaron para que fuera a los aposentos de Iris…

Vaya, aunque Iris es solo mi hermana, conseguí entrar en la habitación de una chica. ¿Cómo puedo no tener recuerdos de una cosa así? …Así que debe de ser eso; borrado de memoria, ¿no? Seguramente lo hicieron porque descubrí alguna clase de secreto nacional muy importante gracias a mi suerte excepcional. Por lo tanto, la corte real debió discutir sobre qué métodos usar para sentenciarme. En una situación normal, cualquier aventurero que descubriera un secreto nacional sería ejecutado de inmediato, pero el que se hizo con la información fui yo. Dejar que esos secretos lleguen hasta personas de fuera sería terrible, sin embargo soy demasiado valioso; no ganarían nada eliminando a un aventurero tan importante para el futuro del reino. Sin duda fue lo que pensaron, y por eso llegaron a un acuerdo: borrarme la memoria. Umm, tiene que haber sido eso.

Incluso yo empecé a pensar en mis propias hipótesis sobre lo sucedido.

―Escuchen, aunque no estoy seguro del todo, dada mi tendencia a verme arrastrado en asuntos problemáticos sin querer, diría que con toda probabilidad me he topado con un secreto nacional de la máxima importancia. Entonces, la corte real ha pasado probablemente varios días deliberando sobre cuál sería el castigo apropiado para alguien tan importante como yo. Supongo que durante ese tiempo han estado enviando cartas de pacotilla en mi nombre para evitar que ustedes se preocuparan por mi estancia extendida en el palacio… Finalmente se dieron cuenta de que las cosas les irían mucho peor si me eliminaban, así que acabaron dejándome escapar borrándome previamente la memoria. ¿Qué tal esa teoría?

Mi confianza en esta conclusión aumentó aún más tras haberla contado en voz alta. Es más, ahora sospechaba quién podía estar detrás de todo esto.

―Umm… ¿Algo así es posible…? Por otro lado, la verdad es que no se me ocurre ninguna otra razón concreta por la que usar la poción de borrado de memoria…

Darkness pareció estar dándome la razón mientras se rascaba la barbilla y se sumía profundamente en sus pensamientos.

―¿Q-Quién sabe? Mi intuición me dice que este hombre se quedó en el palacio simplemente debido a su incapacidad para resistir al atractivo de Iris… Aunque eso no explicaría por qué le han hecho perder sus recuerdos. Umm…

Tras decir eso, Megumin también cayó en una profunda reflexión. Entonces les conté la única idea que se me venía a la mente.

―¿No había alguien llamada Claire en la capital? Siempre tuve la sensación de que ella es el origen de todos los males. He conseguido llevarme bastante bien con ella gracias a Iris, pero aun así tengo un odio inexplicable y un deseo incontrolable de venganza hacia esa desgraciada.

Darkness se puso sería al escuchar mi razonamiento.

―…Estoy de acuerdo. Ni siquiera la líder de la familia Sinfonía tiene derecho a utilizar esa clase de poción. Además, también es una figura muy importante en el gobierno del reino, y eso le podría haber facilitado las cosas a la hora de conseguirla. Recuerdo muy bien que Claire-sama y tú se hicieron muy buenos amigos tras nuestro regreso del viaje… Umm, eso hace que tu hipótesis resulte aún más creíble.

Megumin quiso añadir algo más.

―Olvídalo, el hecho de que hayas vuelto a casa con vida ya es suficiente. Otra cosa, como llevas mucho tiempo sin acompañarme a mis paseos para usar explosión, empezarás de nuevo mañana mismo como castigo.

“A partir de mañana tendrás que acompañarme a mis explosiones diarias, ¿vale?”. Eso es lo que probablemente Megumin quiso decirme, solo que sin la parte de “como castigo”.

―¿De qué están hablando las dos? ¿Cómo pueden ser tan estúpidas? ¿Cuánto retraso mental hay que tener para creerse lo que dice este nini malvado y sinvergüenza? Escuchen bien mis palabras, apuesto a que este lolinini se quedó a vivir en el palacio por propia voluntad después de escuchar algo como “onii-chan, me gustas” o algo parecido de esa Iris. Como la vida estando rodeado de doncellas y mayordomos es tan placentera, seguro que pensó que él también debía quedarse a vivir despreocupadamente en la capital sin que nosotras le importáramos una mierda. ¡Ésa es la realidad!

Justo cuando pensaba que había resuelto este asunto sin mayor percance, esa maldita bruja entró en escena y lo arruinó todo. Levanté la cabeza para mirar las tres caras que había asomadas por el balcón del segundo piso y me dirigí en concreto a la confiada de Aqua.

―Oye, no hay por qué ser tan pesimista. ¿Cómo va a haber ocurrido al… go…~ ¿Eh?

¿Qué ha sido eso? Eso que acaba de decir Aqua me está haciendo recordar algo que parece importante.

Al observar mi reacción, Aqua prosiguió orgullosamente.

Nova: En esta ilustración hay 3 escenas, aquí va la escena de Aqua.

―¿Ves? Por el momento tienes prohibida la entrada a esta mansión. Si realmente deseas volver a poner un pie en ella, póstrate ante mí y di “lo siento, Aqua-sama”. Además de eso, a partir de ahora debes dedicarme una oración sincera para adorarme tres veces al día. ¡Si no estás dispuesto a hacerlo, entonces desaparece de mi vista! ¡Largo de aquí, ya! ¡¿Qué demonios ha sido eso, te importa dejar de intentar engañar a mis apreciadas Darkness y Megumin?!

Después de que Aqua dijera algo tan absolutamente molesto, cerró los ventanales del balcón con un portazo.

―¡¿Pero qué clase de broma es ésta?! ¡Espera!

Grité casi de inmediato, sin embargo Aqua ya se había ido; era como si no tuviera nada más que decir.

…¡Esa mujer despreciable!

Me acerqué a las ventanas de la planta baja en un intento de colarme dentro por la fuerza…

―¿Eh, qué es esto?

La vista que tenía ante mí me dejó sin habla. Por lo que pude ver, todas las ventanas de ese piso habían sido entabladas desde fuera.

Si malgasto el tiempo en intentar quitarlas, seguro que Aqua se daría cuenta e intervendría de algún modo. Uuh… Aunque yo soy la víctima aquí, he terminado en una situación penosa. Pero sean cuales sean las circunstancias, me niego categóricamente a arrodillarme ante esa mujer tan detestable. …No debí haber hecho algo tan egoísta.

Mientras reflexionaba sobre lo sucedido, un objeto pequeño cayó repentinamente a mi lado. Miré hacia arriba y vi la silueta de Megumin; al parecer me había tirado algo desde la ventana sin que nadie lo supiera. Entonces dirigí mi atención al objeto que me había dado, uno que me parecía bastante familiar…

Ah, ¿puede que esto sea…?

Era la bolsa de dinero de Megumin. Al parecer quiso darme algo de cambio para pasar la noche, ya que temía que me hubiera gastado todo el dinero que llevaba encima en el viaje a Elroad. Pensándolo desde otra perspectiva, mi cartilla del banco estaba en casa, por lo que tampoco podía ir allí y sacar dinero; para alguien que había perdido su cartera, este gesto por parte de Megumin fue verdaderamente un salvavidas.

Finalmente volvió adentro sin mostrar ninguna expresión y sin mirar. Recogí la bolsita del suelo justo cuando otra sombra apareció en el jardín. Al levantar la vista de nuevo vi un objeto envuelto en un trozo de tela cayendo para acabar estrellándose pesadamente contra el suelo. A través de la ventana, apenas pude reconocer una cabeza de la que caía una melena dorada brillando a causa del sol poniente. Eso significaba que Darkness también me había dado algo a espaldas de Aqua.

Aunque les estoy agradecido, desearía que hubieran usado este tiempo para convencer a esa idiota y no para darme cosas.

Dentro del paquete que Darkness me había tirado se encontraba mi fiel arco y mi carcaj. También estaba el gancho atado a una cuerda que tantas veces había utilizado. Con todo ello, los planes de la dama de la nobleza quedaron claros.

Primero comprar comida con el dinero de Megumin, después usar el arco y el gancho que Darkness había dejado caer para escalar la mansión y entrar por los ventanales del segundo piso mientras todas duermen… Probablemente ésa era su intención.

…Nunca imaginé que me vería obligado a colarme en mi propia casa.