Kono Subarashii Sekai ni Shukufuku wo!

Volumen 10: La Mejor Apuesta del Mundo

Capítulo 4: ¡Apoyando a Esta Princesa Guerrera!

Parte 1

A la mañana siguiente, Iris y yo despedimos a las demás en la entrada del hotel.

―Bueno, Kazuma, nos vamos. ¡Tengo la sensación de que hoy voy a ganar seguro, porque cuando antes he estado bebiendo té, el vapor ha salido completamente vertical! [10]

―Pero Aqua, ¿no has estado haciendo té y convirtiéndolo una y otra vez en agua desde que ha salido el sol hasta conseguir que el vapor saliera hacia arriba?

Hoy Aqua tenía la intención de ir a un casino. En cuanto a Megumin, al parecer ella quería buscar una cosa y por tanto recorrería las calles de la ciudad de forma independiente.

―Kazuma, dejo la seguridad de Iris-sama en tus manos, ¿vale? La verdad es que no me siento tranquila, pero como el príncipe me ha denegado la entrada a su palacio no tengo más remedio que aguantarme. Saldré a investigar un poco más esta ciudad. Intentaré encontrar algo de información que podamos utilizar como punto de partida para nuestras negociaciones.

Y Darkness planeaba explorar la ciudad. Ya por último…

―De acuerdo, entonces nosotros nos vamos al castillo. ¡Haremos que nos den los fondos de apoyo para la guerra cueste lo que cueste!

Iris y yo nos dirigimos al palacio en solitario, exactamente como nos había indicado el príncipe. Pero antes de salir, Darkness me hizo unas señas con la mano para que me acercara a ella.

―Kazuma, siento no poder ayudar, así que tengo que dejártelo todo a ti. Sé que en principio yo debería ser la responsable en este tipo de asuntos…

―No te preocupes por eso, te aseguro que conseguiré cumplir nuestro objetivo. Ya lo he dicho varias veces, ¿no? No permitiré que Iris sufra ninguna desgracia.

Darkness asintió con una expresión muy seria en su rostro en respuesta a mis palabras.

―Venga, vámonos ya. ¡Si consigo ganar mucho dinero te compraré un recuerdo de Elroad, ¿vale, Kazuma?!

Cuando Aqua terminó de hablar, cada uno se fue por su camino.

***

Nada más llegar al palacio, el príncipe nos impuso una especie de prueba a Iris y a mí.

―Con “competición” se refiere a…

Fuimos llevados hasta los terrenos de entrenamiento del castillo. El príncipe se rio él solo y entonces se dirigió a Iris, que parecía sentirse muy tensa por la dirección que habían tomado los acontecimientos.

―Claro que sí. Ayer pensé que las negociaciones se habían terminado, pero ustedes insistieron en continuar con ellas. Desde mi punto de vista no tiene ningún sentido que sigamos hablando para llegar a un acuerdo, pero…

Llegado a ese punto, el príncipe levantó el brazo y señaló a los caballeros que se habían colocado en formación en medio del campo de entrenamiento.

―Creo que esto será muy interesante. Luchen contra mis guardias aquí mismo; si vencen, entonces prometo escuchar lo que tengan que decir. ¿Qué les parece, aceptan?

―¡Acepto!

Iris se sumó de inmediato a la proposición que nos había hecho el príncipe. Entonces, como si ya supiera qué es lo que debía hacer, sacó su espada y se colocó delante del chico con alegría.

En teoría yo soy su guardaespaldas, pero no parece que Iris vaya a necesitar que le ayude en algo.

Los caballeros que nos rodeaban, incapaces de creerse que una jovencita como ella hubiese aceptado el desafío, se quedaron asombrados durante un breve instante…

―¡Príncipe Levi, permítame el honor de encargarme de esto!

―¡No, concédamelo a mí! ¡Enseñaré a esta niña descarada lo que son unos buenos modales!

―Por favor, esperen. Yo soy el caballero más débil de los que hay aquí por el momento. Lo adecuado sería que yo luchase primero contra ella…

Los caballeros empezaron a discutir para ver quién de ellos sería el que lucharía, quizás porque pensaron que unos extranjeros los estaban subestimando. Por otro lado, el príncipe puso una expresión de intenso agrado.

―Ya vale, chicos, esperen un momento… Eh, niña, ¿de verdad estás de acuerdo con luchar? ¿Estás segura de que no quieres que tu hermano pelee por ti?

Hizo esa pregunta de confirmación como tratando de ridiculizar a Iris.

―No, da igual. No voy a llegar hasta el punto donde necesite que Onii-sama haga algo para ayudarme, puedo hacerlo yo sola. ¡De acuerdo, señores, pueden venir a por mí cuando quieran!

Iris clavó su espada en el suelo para burlarse de ellos y anunció el comienzo de la batalla de una forma bastante atrevida. Sin embargo, los que ya no pudieron seguir soportando el ridículo fueron los guardias.

Ha dicho que vayan a por ella cuando quieran, lo que significa que…

―¿No prefieres que luchemos de uno en uno? Incluso si eres una princesa de la familia de los Belzerg, famosos por ser todos ellos guerreros, ¿no crees que nos estás subestimando demasiado?

El hombre que parecía ser el de mayor rango de los caballeros liberó unas fuertes intenciones asesinas junto con sus palabras. Él fue el primero en dar un paso al frente.

―No pretendo hacer eso… Sin embargo, me enfrentaré a tantos oponentes como sea necesario y además lo haré con todos al mismo tiempo. Como ves, estoy totalmente preparada.

El líder cayó en las provocaciones de Iris y sin esperar a la señal de inicio levantó su espada en el aire…

―¡Exterion!

Iris atacó con su espada hacia el frente, y un instante más tarde, el arma que anteriormente se encontraba alzada sobre la cabeza del líder se partió en dos trozos y salió disparada con fuerza.

―…¿Eh?

A alguien se le escapó un grito de sorpresa. Hacía un momento, algunos caballeros se habían estado riendo y otros gritaban furiosos, pero ahora estaban callados como una tumba. El ambiente que hubo antes en los terrenos de entrenamiento quedó interrumpido por aquel ataque inesperado.

―Iris, si rompes sus espada no podrán practicar más, ¿entiendes? Mira, por ahí hay unas espadas de madera sin filo para entrenar. Será mejor que utilices esas.

―¡Ah! Tienes razón. Mis disculpas… Lo siento, me parece que he roto tu espada.

Mirando hacia Iris, que se disculpó con sinceridad, el hombre cuya espada se había partido en dos…

―¡¿Eh~?! N-No, umm… N-No pasa nada, por favor, no se preocupe por eso…

…le contestó con una expresión que indicaba no haber comprendido del todo lo sucedido. Bajo las miradas de incredulidad de todos los presentes en el área de entrenamiento, Iris caminó tranquilamente en dirección a los muros para coger una de las espadas de práctica que había apoyadas sobre ellos.

―¡Muy bien chicos, tengan cuidado conmigo, ¿vale?!

Puso una sonrisa radiante al decir eso.

***

―…U-Umm, ¿vas a escuchar… lo que tengo que decirte?

―Sí. Adelante, por favor.

Los cuerpos inmóviles como cadáveres de los caballeros yacían repartidos por toda la zona de entrenamiento. En medio de todos ellos se encontraba sentado el príncipe, aunque ahora su actitud era mucho más dócil y obediente.

A Iris no le había salido ni una sola gota de sudor durante su ataque. Después de que todo hubiera terminado, mostró una expresión de serenidad y clavó su espada de prácticas en el suelo. Entonces se dirigió al príncipe con una sonrisa.

―¡Gracias por tu voluntad de querer escucharme! Pues bien…

―¡Espera! ¡Acepto concederte una audiencia, pero nunca dije que te apoyaría! ¡No te vengas tan arriba!

Es como el típico que después de perder al piedra-papel-tijeras dice que hay que jugar al mejor de tres victorias.

―Eh, Iris, has dejado a todos esos guardias inconscientes, lo que significa que no hay testigos. ¿Por qué no aprovechamos la oportunidad y enterramos vivo a este pardillo?

―¡¡¿Ieeeh?!!

―N-no podemos hacer eso, Onii-sama. ¡Si lo eliminamos, entonces no podremos conseguir el dinero de ninguna forma!

En vez de hacerlo por una cuestión de ética, Iris rechazó mi idea poniendo como excusa el dinero.

Parece que mi adorable hermanita se está haciendo mayor yendo por el buen camino.

―…Una décima parte.

El príncipe quiso decir algo, pero solo le salió un gruñido.

―¿Eh…?

Vio que Iris no le había escuchado bien y levantó la cabeza con energía para repetirlo.

―¡Una décima parte! Por el momento te daré una décima parte de lo que les concedíamos antes. M-Mmm, creo que tienes razón, podríamos tener problemas si cortamos todos los apoyos económicos de una sola vez. ¡Seguiremos dando financiamiento, pero solo una décima parte!

―¡N-No puede ser! Solo una décima parte es…

El príncipe puso una expresión triunfante al contemplar la tristeza de Iris. Seguramente pensó que por fin había ganado y se podría quitar de encima a esa princesita demasiado insistente. Seguidamente dijo:

―Para ser una palurda me has dado bastante entretenimiento. ¡Considera esta cesión como un regalo por tus servicios! ¡Si deseas más dinero, entonces tendrás que buscar una manera de satisfacerme aún más!

―Creo que lo entiendo. ¡De acuerdo, tráeme a algunos caballeros más!

―¡N-No es eso a lo que me refería! ¡¿Quién ha dicho que voy a permitir que sigas abusando de mis súbditos?! ¡Lo que quiero es que me des entretenimiento!

Al escuchar la respuesta aterradora de Iris, el chico se explicó apresuradamente con más detalle.

―Entretenerte… V-Vale, de acuerdo, umm… Ya sé, te daré mi preciada libélula de bambú [11] durante un día entero…

―¡¿Te estás riendo de mí?! Seguro que eso es alguna clase de juguete para niños, ¿verdad? ¡Yo no quiero ese tipo de entretenimiento!

Levi gritó llevado por la furia y a causa de ello empezó a respirar con fuerza y de forma sonora.

―¡Mañana! ¡Vuelve aquí mañana! Prepararé un oponente que sin duda te sorprenderá. Si ganas en esta ocasión aumentaré la partida de ayudas otra vez. ¡¿Ha quedado claro?!

Se marchó de la zona de entrenamiento sin decir nada más.

***

En el camino de regreso al hotel, llegado cierto momento, Iris bajó la mirada y empezó a murmurar.

―Onii-sama, tan solo he conseguido recuperar una décima parte…

Originalmente el plan consistía en recuperar la cantidad de dinero que el país de Elroad enviaba en concepto de ayudas mediante este encuentro y el posterior matrimonio, además de solicitar un apoyo adicional para financiar una posible ofensiva contra el Rey Demonio. Sin embargo, lo único que Iris obtuvo tras la reunión con el príncipe fue una reducción masiva de las ayudas, por lo que evidentemente se sentía deprimida.

No es culpa tuya, Iris, incluso hemos progresado con respecto a ayer…

―¿Pero qué dices? Nos han devuelto una décima parte en un solo día. Lo que significa que si seguimos a este ritmo durante más tiempo, cuando hayan pasado veinte días de amenaz~…de pedírselo amablemente, entonces tendremos el doble de la cantidad original. Si lo piensas de ese modo, hoy has logrado unos resultados increíbles, ¿no te parece?

Improvisé una respuesta esperando que con ella pudiera animarla un poco, y al escucharla, levantó la cabeza y me regaló una sonrisa.

―Aunque no creo que las cosas sean tan fáciles como dices, ahora me siento mucho mejor. Onii-sama, quédate conmigo mañana también, por favor.

―Descuida. Pero mejor aún, lo que haré será ayudarte a partir de mañana, y además en varias cosas.

De ese modo, hoy Iris y yo dimos comienzo a unas negociaciones que no serían para nada ortodoxas.

[10] En Japón se considera una señal de buena suerte. N. del T.

[11] Es el juguete con forma de hélice y una varilla unida a ella que le regaló Kazuma durante su estancia en el palacio real, volumen 6. N. del T.