C³ – Cube x Cursed x Curious

Volumen 7

Capítulo 5: Como Domesticar a Ueno Kirika

Parte 3

Mientras el calor del kotatsu se filtraba lentamente a través de sus rodillas, Kirika exhaló suavemente. Un kotatsu de este tipo, ocuparía demasiado espacio en su apartamento. Por otra parte, la calefacción del aire acondicionado era más que suficiente, así que no había ninguna necesidad de uno… Pero de hecho, el kotatsu era algo maravilloso.

Poco a poco, Kirika fue dejando la postura ajustada y relajo sus piernas. Aunque sabía muy bien lo incómodo que era sentarse en seiza, extender sus pantorrillas era su límite. Después de todo, extender sus piernas en un lugar como este sería muy indecente, ¿Cierto? Además, llevaba una falda, así que… Si ese chico se sentaba también en el kotatsu, ¿Qué pasaría si sus piernas hacían contacto…?

—… ¡Tsk!

¿Qué son estos delirios que estoy experimentando?

Aunque nadie podía verla, todavía se sentía muy avergonzada. Como si tratara de romper el kotatsu con su frente, Kirika intentó ocultar su expresión. En ese momento, oyó una especie de ruido como de fricción. Mirando hacia un lado, notó que el correo que estaba originalmente a un lado de la mesa, se había rodado, tal vez, como resultado de impactar su cabeza contra el Kotatsu.

Entonces Kirika vio eso.

Ya sea porque el sobre no estaba sellado herméticamente o porque fue mojado por la lluvia, un sobre marrón entre la pila de correspondencia se cayó y mostró su contenido. No era una carta. Extremadamente raro. Kirika no podía comprender porque ese objeto se encontraba dentro del correo.

—¿…?

Pensando «El contenido del sobre se cayó, debo recogerlo» Kirika descuidadamente extendió la mano y lo agarró.

Al instante, su sangre comenzó a hervir.

Un impulso surgió en su mente. No, no era simplemente un impulso. Insoportable, absolutamente insoportable. Una tras otra, sus células cerebrales cantaban al unísono, transmitiendo lentamente un cierto deseo.

Un deseo de colocárselo.

La mano que sostenía el objeto la levantó por su propia voluntad. Su cuerpo estaba ávidamente tratando de satisfacer su deseo. ¿Qué estaba pasando? Tan extraño, definitivamente no puedo hacer esto. ¡Basta! ¿Por qué? De hecho, no quiero usar algo como esto. Absolutamente no puedo. Absolutamente… Santo cielo, realmente, realmente quiero usarlo…

(¡Oh, no…! ¿Podría ser que esto… en realidad… este maldito?)

La poca razón restante en su mente le dio una respuesta…

Pero ya era demasiado tarde.

—Eh, representante de clase… ¿A dónde has ido?

Sosteniendo un buen número de libros de cocina en sus brazos, Haruaki regresó a la sala de estar, pero no pudo encontrar ninguna señal de Kirika. El único cambio en la habitación era que el montón de correspondencia en el kotatsu se había deslizado. La mochila de Kirika todavía estaba allí. Así que no se había ido a casa sin avisarle. En la cocina, todavía se escuchaban gritos como «¡Esto va aquí!» Por lo que no parecía que Fear se hubiera llevado a Kirika. Lo más probable era que hubiera ido al baño, ¿Cierto?

Pensando «Voy a tener que esperar a que regrese Haruaki se sentó en el kotatsu. Mientras recogía el correo y lo colocaba en el kotatsu una vez más, algo se movió en sus piernas, entonces…

Suave.

Sus piernas sentían una sensación extraña.

Suave, flexible y sobre todo cálida. Por otra parte, era bastante grande.

—Q-¿Qué…?

Haruaki pensó en varias posibilidades.

• Kuroe o alguien más había metido una muñeca adentro.
• Un gato perdido se había escondido allí en algún momento, pero era realmente un gato enorme…
• Estaba imaginando cosas.

—N-¡No es la tercera posibilidad…!

Mientras rechazaba mentalmente esa respuesta, trató de mover el objeto con la punta de su pie. Suave… Flexible… Peludo. Lo que fuera tenía el cabello largo. El objeto comenzó a moverse.

Haruaki tragó saliva.

Todo en lo que podía pensar era en la segunda posibilidad. Un gato gigante de alguna raza con el cabello largo. Si se tratara de una raza extranjera, un gato de un gran tamaño no sería sorprendente. De hecho, debe ser eso. No había nada que temer, ¡Pero tenía que confirmarlo…!

Después de haber tomado su decisión, Haruaki lentamente levantó la manta sobre el kotatsu. Poco a poco, lentamente, la levantó.

Entonces, cuando contuvo el aliento mientras miraba el interior de la kotatsu…

Algo salió corriendo de allí.

—¡Eeek!

—… *Meow*…

En términos de resultados…

La respuesta correcta era ciertamente un gato…

… Pero también era Kirika…

Extendiendo la parte superior de su cuerpo sobre el kotatsu, Kirika froto su cabeza contra Haruaki.

Pensando que era algo completamente imposible, Haruaki dedicó su mayor esfuerzo en intentar negar la realidad ante sus ojos. Esto es un sueño. Es falso. Kirika no podría estar haciendo esto. Ella no podría estar maullando como un gatito. Es imposible que ella este sonriendo cariñosamente mientras busca ser mimada…

Cierto, además, ese no era el detalle más imposible. Había algo completamente imposible, incluso si el mundo se colocaba aleves

De hecho, pensar que a Kirika le saldrían… le saldría…

Lógicamente hablando, era imposible que salieran orejas de gato en la cabeza de un humano, ¿no?