Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 4

Capítulo 4: La Defensa de Ciudad Muno

Parte 5

Nos unimos a los soldados en el frente de la puerta principal trabajando juntos para derribar al resto de los invasores.

Los goblins eran bastante débiles, así que fuimos capaces de reclamar la puerta dentro de media hora sin grandes incidentes.

―¡Mia, ahora!

―…■■■■■Globo ¡Kyuubouchou!

Un nuevo escuadrón trató de encargarse de la puerta, pero la magia de Mia creó vapor verde que los empujó de vuelta.

El vapor era la sangre de los invasores goblin anteriores.

―¡Cierren las puertas! ── yo grité

―¡Entendido!

―¡Aye-aye!

―Raah, nano desu.

Me uní a Miss Karina y el equipo de vanguardia para ayudar a bloquear la puerta principal.

Crujió mientras se cerraba con un fuerte thud, y los soldados cercanos operaron la manivela para bloquear la puerta.

Esas tropas habían visto a los goblins invadiendo y se apresuraron a las otras torres de vigilancia.

―Muy bien, la manivela está girada. ¡No hay necesidad de empujar más, chicos!

Tomamos un respiro, contemplando los cadáveres de cien o más goblins frente a la puerta principal.

Algunas de mis niñas tenían heridas leves, así que puse a Lulú y Mia a cargo de tratarlas, luego subí a la torre de la puerta principal con Miss Karina y Arisa.

Los cinco soldados en la cima estaban disparando flechas a sus enemigos con una mirada de desesperación.

―Hay muchos de ellos, ¿No?

―Diría que sí.

―Geh, siento que voy a ver esto en mis pesadillas.

Más allá de la gran puerta había una negra multitud tan densa que el suelo no podía ser visto debajo de ella. Era como algo sacado de una película de terror.

―Ya que están reunidos ¿no podría esa catapulta sacar toneladas de ellos a la vez?

―Temo que no.

Apunté a la catapulta y hablé al soldado, pero él respondió bruscamente.

―No tenemos ninguna piedra para eso.

―¿No pueden reaprovisionar de las tiendas? ── Miss Karina preguntó ―¿Por qué no?

―El juez dijo que no había presupuesto para eso…agotamos las flechas para ballesta durante la invasión de esas arañas-oso no hace mucho también.

Los soldados respondieron a la pregunta de Miss Karina con su enojo apenas reprimido.

Aparentemente, el juez demonio había estado ocupado preparándose para el ataque sobre Ciudad Muno.

Bueno, no hay razón para agitar un puño ahora. Usé mi búsqueda de objetos en el mapa para encontrar grandes flechas y piedras en Ciudad Muno.

Muy bien, esto debería funcionar.

Mis niñas habían terminado su tratamiento médico y estaban subiendo las escaleras, así que les di sus siguientes instrucciones.

―Nana, te necesito para hacer un recado por mí, por favor. Detrás de ese edificio con el tejado rojo hay una compañía que se ocupa de las armas. Ellos deberían tener una gran cantidad de munición para la ballesta. Asegúrate de que tengan flechas normales también.

Saqué una bolsa llena con monedas de oro debajo de mi abrigo y se la entregué a Nana mientras hablaba.

―Maestro, no tengo una unidad de visión telescópica equipada, así que no puedo adquirir confirmación visual sobre el tejado rojo, yo reporto.

―Puedo verlo, nano desu.

―Muy bien, entonces por favor ve con Nana, Pochi.

―Sí, nano desu.

Pochi y Nana corrieron a comprar las flechas.

―Liza y Tama, vayan con el vendedor mayorista de piedras cerca del muro exterior. Deberían ser capaces de obtener un montón de buenas rocas para la catapulta ahí.

―Entendido. Vamos, Tama.

―¡Aye-aye, señor!

Le di a Liza y Tama otra bolsa de dinero, y ellas se apresuraron a bajar las escaleras.

―Lulú y Arisa, ¿pueden averiguar si podemos usar la posada más cercana como hospital en caso de que alguien esté gravemente herido?

―¡Okeydokey!

―Ciertamente, señor.

Arisa y Lulú partieron después de las otras niñas.

―Mia, tendrás que permanecer aquí y ayudarme para asegurarnos de que los goblins no puedan acercarse.

―Mm.

Mia y yo comenzamos a disparar a los goblins intentando escalar el muro exterior.

―Whoa, ustedes son buenos. Nunca pierden el objetivo….

Uno de los soldados silbó en admiración.

Whoops, ¿acaso me fui por la borda? Debería tratar y fallar uno de cada cinco tiros o así.

―Di-disculpame. Que, huh,… ¿Qué puedo hacer para ser de utilidad?

Miss Karina me miró un poco tímida. Era difícil de creer que la valiente heroína que había cargado para rescatar a los habitantes de la ciudad era la misma chica mirándome como una niña perdida ahora.

―Oh cierto. Lady Karina, usted debería volver al castillo….

―¡No, no lo haré! ¡Debo luchar aquí también! ── Miss Karina inmediatamente me cortó.

―…Por favor permítame terminar. Quiero que vuelva al castillo y reúna a Sir Hauto y cualquier otra persona que pueda ser capaz de pelear y los traiga aquí.

―¿…Yo?

―Es correcto. Esto es algo que solo usted puede hacer, Lady Karina.

―Yo, lo sé. ¡Voy a salir entonces!

Con eso, Miss Karina bajó saltando del edificio y comenzó a correr con un brillo azul detrás de ella.

Esta chica es demasiado temeraria. Entiendo que ella puede correr rápidamente con su Aumento de Fuerza, pero ¿No sería más rápido ir a caballo?

Una hora había pasado desde que cerramos las puertas, y nuestras capacidades defensivas habían mejorado considerablemente.

Las niñas trajeron una gran cantidad de flechas pesadas y Hauto llegó con una reclutada milicia civil de aproximadamente doscientos. Las sirvientas se equiparon con las posesiones de antiguos soldados acompañando a Miss Karina.

Además, Arisa usó su Magia Psíquica para entusiasmar a todos con [Campo Corazón Valiente], así la moral permanecería alta incluso frente a las adversidades.

Por supuesto, Hauto, quien estaba en la vanguardia alentando a las tropas a pesar de su propio temblor, desempeñó un gran papel en esto.

Afuera, los goblins trataron otra vez de escalar el muro usándose uno a otro, pero cada vez los repelíamos satisfactoriamente, frecuentemente mediante el uso de aceite hirviendo.

Encima de eso, nos escabullimos en el hechizo Miedo de Arisa siempre que fuera posible para asustarlos y causar que ataquen uno a otro con Confusión.

Nadie más podía decirlo, pero Arisa era una gran ayuda en esta batalla defensiva. Tengo que cocinar su comida favorita o algo más tarde como agradecimiento.

En cuanto a mí, quería escapar y disfrazarme como el héroe de la máscara de plata para ir a derrotar a los monstruos tan pronto como fuera posible, pero no parece que pueda encontrar una buena oportunidad.

Los demonios y sus refuerzos llegarían dentro de media hora, así que tendría que hacer una oportunidad para mí pronto…

―¿Qué es?

―¿Un tubo, nano desu?

Tama y Pochi estaban apuntando a un monstruo cilíndrico de cuatro patas que había aparecido a casi un kilómetro…… era el Rock Shooter que el demonio había absorbido.

MI habilidad “Sentido del Peligro” comenzó a vibrar débilmente.

Una blanca luz brilló sobre el horizonte.

Justo cuando el aullido del viento alcanzó mis oídos, una intensa vibración sacudió el castillo.

―Satou.

―¡Geh!

Sostuve a Mia y Arisa cuando ellas perdieron el equilibrio, luego traté de averiguar lo que había ocurrido.

Mirando hacia abajo de la sala de observación, vi una roca del tamaño de una pelota de baloncesto adherida al muro. El proyectil debe haber venido del Rock Shooter.

No era suficientemente fuerte para derribar las murallas de un solo golpe.

A la distancia, podía ver goblins recargando al Rock Shooter.

¿Creen que dejaré que hagan eso?

Cargué una flecha pesada en la ballesta y apunté hacia arriba.

―Es inútil. ¡Nunca llegará tan lejos!

Mientras el soldado me gritó, mi habilidad “Disparo” también me informó que nunca llegaría a su destino a esta distancia.

Mi arco corto era un arma normal, así que solo podía disparar a aproximadamente trescientos metros de distancia, quizá cuatrocientos cincuenta metros si la precisión no importa.

Así que no hay manera de impactar a un enemigo a casi un kilómetro de distancia…

Otro ataque del Rock Shooter impactó la puerta principal, sacudiendo la construcción donde estábamos parados.

―¿Satou?

Mia me miró nerviosamente, así que sonreí de vuelta.

…pero eso solo si disparo normalmente.

Invoqué el hechizo Soplar de mi menú magia, creando un fuerte viento trasero alrededor del edificio por encima de la puerta.

Después, disparé siete flechas hacia el viento en rápida sucesión.

Con ayuda de las fuertes corrientes de aire y mis habilidades “Disparo”, “Francotirador” y “Apuntar”, las flechas golpearon sus objetivos en los tres ojos del Rock Shooter y sus patas delanteras, una después de otra.

Debido a que el repentino vendaval había golpeado a los soldados en la parte superior de nuestra torre fuera de equilibrio, ellos probablemente no vieron nada.

Enfurecido por el dolor, el Rock Shooter se preparó para lanzar su próximo disparo, pero con sus patas delanteras dobladas, no podía conseguir un ángulo suficientemente alto.

En su lugar, el misil solo esparció a un grupo de goblins arqueros y rodó para detenerse en la tierra.

Perfecto. No tendremos que preocuparnos por el Rock Shooter por un tiempo.