Overlord

Volumen 12: El Paladín del Reino Sagrado

Capítulo 3: Iniciando el Contraataque

Parte 6

 

 

Ainz miraba hacia la ciudad. Estaba aterrorizado por la aparición del ejército demihumano y lentamente se desplomó.

Esto no era una metáfora. El corazón y alma de Ainz lo agobiaban y ya estaban alcanzando sus límites. La fatiga era de tal grado que a pesar de su naturaleza no-muerta, cayó de rodillas por el agotamiento espiritual y agarraba su rostro.

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¿Qué debo hacer… Qué debo hacer después de esto…?

Ainz estaba desesperado por como se habían desarrollado los hechos. En esencia, el había estado siguiendo el guión que le había elaborado Demiurge.

Por supuesto, no todas las palabras y acciones estaban escritas, por lo que había improvisado un poco. Pero aun así, Ainz planeaba seguir el plan de Demiurge.

En verdad, el problema era que había improvisado demasiado.

Francamente hablando, las directrices operativas que había recibido de Demiurge decían básicamente: “Por favor, adaptémonos a la situación” y otras cosas por el estilo.

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Esto era demasiado genérico. No se indicaban detalles de las acciones a ejecutar. Eso era lo que Ainz había pensado cuando miró las instrucciones por primera vez.

Si Ainz fuera una persona excepcional, tal vez podría seguir esas instrucciones generales y hacer el papel de un perfecto Rey Hechicero. Sin embargo, para su pesar, las habilidades de Ainz eran perfectamente normales o quizás incluso peores que eso.

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En estos momentos críticos recordaba algunos detalles de las coordinaciones realizadas con Demiurge en la elaboración del guión. En especial cuando Ainz había suplicado “No entiendo, escribe con más detalle” pero Demiurge había respondido humildemente con “¿Cómo podría colocar más información? Hacer algo así sería faltarle el respeto al sagaz Ainz-sama” y esto había originado una serie de preguntas y respuestas sin ningún aporte adicional. Había arrastrado a Albedo hasta la mitad de esta batalla y Ainz, que había empezado con una gran desventaja, la acabó perdiendo por completo.

Y así, las directivas operativas sin detalles específicos y que le daban total discreción terminaron en sus manos.

Si ésta fuera una broma por parte de Demiurge, él podría ser capaz de lidiar con ella de alguna otra manera, pero esto era el fruto de la confianza y el respeto de su subordinado.

En particular, eso quedó muy claro cuando Demiurge le respondía. “Ainz-sama seguramente será capaz de llegar a una mejor conclusión que las que he colocado en el guión. ¿Cómo podría alguien tan insignificante como yo atarle con mis palabras y hechos?”

Pensando con sentido común. ¿Por qué el rey de otro país vendría solo… Qué argumento tan irrazonable… Y aún así, he venido hasta aquí? A pesar de que generé algunos problemas a lo largo del camino y me descuidé un par de veces, todavía pude llegar hasta aquí…

No creía en los dioses, pero en estos críticos momentos quería rezarles con todo su corazón.

¿No podrían considerar Demiurge y Albedo mis reales habilidades antes de enviarme a estas misiones…?

El hecho de que se le pidiera que hiciera lo imposible hacía que su motivación se desvaneciera.

…Está bien, tranquilízate. Todo será más fácil después de que acabe con esto.

Haciendo un máximo esfuerzo Ainz concentró las pocas fuerzas que le quedaban en sus piernas y luego procedió a levantarse.

El plan había llegado a la etapa intermedia más importante, pero eso también era algo malo.

Según Demiurge, si formaban una línea defensiva en esta ciudad, atacarían hasta alcanzar el 85% de bajas.

Ainz no tenía ni idea de lo que estaba hablando.

Ya que Demiurge sentía que debía ser así, entonces la respuesta sería mejor que cualquier cosa que a Ainz se le ocurriera. Si todas esas muertes traían beneficios a Nazarick, entonces déjalos morir. Por el contrario, Ainz pensaría si matar más traería aún más beneficios y esas cosas.

Sin embargo, el problema residía en el hecho de que Demiurge le había pedido a Ainz, seres humanos que no podían ser asesinados.

Hablando francamente, si eso era todo, entonces escogería al azar a unos pocos y terminaría de hacerlo, pero había una cosa más que señalar.

Se trataba de seres humanos devotos de Ainz o que podían ser persuadidos para unirse a su bando.

(Siento que debe haber varios humanos tan devotos a usted como esos Enanos, así que por favor dígame sus nombres y cuando haga mi jugada, me aseguraré de no matarlos.)

Cuando había recibido el mensaje de Demiurge, incluso llegó a pensar. “¿Estás bromeando?” mientras dudaba de que esa fuera la real intención de lo expresado por Demiurge.

“…No hay nadie así.”

Esas palabras desconcertantes escapaban de Ainz.

Aquí no había humanos devotos de Ainz.

Más bien, él había experimentado con entusiasmo lo mucho que los no-muertos eran odiados en el Reino Santo.

Dadas estas nefastas circunstancias. ¿Cuántas personas se consagrarían a su yo no-muerto?

Así pues, le había dicho a Demiurge que no había ninguno.

Demiurge creía sinceramente que Ainz podía fascinar a varios humanos. ¿Qué pasaría si le dijera a Demiurge que no había logrado hacerlo con nadie?

Me duele el estómago…

El enano al que Demiurge se había referido era Gondo Firebeard, pero eso simplemente había sido un golpe de suerte. Había anotado un golpe crítico en una debilidad de su corazón por pura casualidad y esa suerte no se repetiría.

Y fue precisamente porque tenía la fuente de información que era Gondo que había logrado ganarse el corazón de los runesmiths. Sin embargo, no había nadie así en el Reino Santo.

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Había una persona con la que había formado una relación amistosa, Neia Baraja, pero eso era todo.

Además, él le había dado un objeto mágico para mejorar su relación así como otras razones, pero aún no estaba claro cuán efectivo había sido.

Ella lo miraba con ojos asesinos, así que probablemente no debería esperar nada bueno de ella.

¿Qué pensaría Demiurge si le dijera que sólo había una persona? se preguntaba Ainz.

¿No se desmoronaría por completo la imagen de Ainz que Demiurge tenía en su corazón?


Y entonces. ¿Qué pasaría en el futuro?

En el reino de los enanos, le dije a Demiurge que no era tan listo, pero en ese momento no parecía que me creyera completamente… Esto es malo. ¿Cuán grandioso soy ante sus ojos? O más bien, parece que cada vez soy más y más grandioso. ¿Estoy imaginando cosas? Normalmente. ¿No sería al revés?

Las expectativas duelen. No son pesadas, pero duelen.


En el pasado, él había meditado lo pesada y dolorosa que podía ser la palabra “deber”. En particular, la parte donde sus subordinados veían a Ainz como un gran ser, era la parte más dolorosa de todas.

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Supongo que debía aprovechar esta oportunidad para decirle a Demiurge que no soy tan increíble como el cree que lo soy, pero ¿Qué pasaría si lo hiciera? ¿Qué debo hacer si esto causa que el plan en el que Demiurge trabajó durante tanto tiempo termina en el fracaso? Es como si pasara varios años cortejando a un gran cliente, sólo para que se me escapara por una palabra de algún jefe bastardo que no se preocupaba por nada…

Todas estas ideas y dudas lo inundaban. No sabía que decisión tomar. Ainz continuaba pensando mientras se rascaba la cabeza sin pelo.

¿Qué debería hacer?

¿Cuál era la mejor respuesta que podía dar?

No importaba cómo había tratado de disimularlo, pero todo terminaba en un Demiurge mirándolo decepcionado. No pudo llegar a una conclusión que pudiera aceptar.

Espera demasiado de mí. Cuanto más alta sea la subida, más larga será la caída. Por eso le dije que no soy nadie increíble…

Y entonces, el propio plan de Ainz resultó todo un fracaso.

Ainz buscó en su inventario y desenvainó una espada.


Era una espada común inscrita con runas.

Sin embargo, contenía un poder comparable al arco que le había dado a Neia.

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Por supuesto, estas no eran runas de los enanos. Las runas talladas en ella no tenían ningún poder. Se trataba de un equipo fabricado con las técnicas de YGGDRASIL.

“Haaaa…”

Ainz suspiró. Tenía varias armas como ésta. El plan original era prestar estas armas al Reino Santo.

El pueblo del Reino Santo quedaría asombrado por el poder abrumador de la espada y pensaría. “Así que este es el poder del armamento rúnico” que a su vez mejoraría la reputación de las armas rúnicas del Reino Hechicero.

Esta había sido la otra razón por la que le dio el arma a Neia.

Sintió que la gente del Reino Santo vería esa arma y secretamente la codiciaría.

Sin embargo…

Ainz agarraba su cabeza, desconcertado.

¿Por qué nadie me pidió mas armas? Incluso pensé que la gente hablaría de ello porque era tan llamativo… Supongo que debí haberla forzado a entrar en primera línea y hacerla pelear.

Justo entonces, alguien llamaba a la puerta.

Rápidamente revisaba su túnica y otros lugares desordenados antes de volver a poner la espada en su inventario. Entonces puso las manos detrás de la espalda, miró a la puerta como un soberano y dijo.

“¿Quién es?”

“Su Majestad. ¿Puede entrar su sirviente?”

No había forma de saber si era una voz masculina o femenina a través de la puerta. Normalmente debería haber preguntado el nombre del visitante, pero Demiurge ya le había dicho que venía alguien, por lo que Ainz concedió su permiso sin dudarlo.

“Ahh, está bien. Entra.”

La persona que entró en la habitación de Ainz cerró la puerta detrás de sí misma y al instante su cuerpo se transformó.

Tenía una cabeza en forma de huevo con boca y dos ojos que parecían agujeros hundidos. Sus manos de tres dedos eran tan delgadas como las de un insecto palo.

Era un Doppelganger.

Un Doppelganger que había prestado a Demiurge a petición suya.

Como era un monstruo Doppelganger, no era muy fuerte.

Incluso cuando se transformaba, sólo podía copiar habilidades de nivel cuarenta y era aún más débil sin transformación. Sus habilidades más potentes eran cómo podía hacer uso libremente del equipo restringido por el karma. Dicho esto, no podía usar objetos mágicos por encima de la clase reliquia.

Sus vacíos ojos agujereados se volvieron hacia Ainz y luego se inclinó profundamente.

“Su siervo se disculpa sinceramente por las muchas ofensas que le ha causado durante el curso de sus deberes. Ruego que lo perdones.”

“No te preocupes por eso. Sólo estabas haciendo tu trabajo. No tengo nada que decir al respecto.”

“Su sirviente está agradecido por sus generosas palabras.”

Ainz miró a la puerta de la habitación.

“¿No estás ocupada ahora? Debería haber muchas cosas que necesitas dirigir. ¿Y hay alguien afuera? Si hay alguien, tendremos problemas si no bajamos la voz.”

“Está bien. Nadie se opondrá a que su sirviente vaya solo a verle, Ainz-sama.”

“¿Es eso así…?”

Oh sí, contestó el Doppelganger. Sin embargo, sigue siendo importante tener cuidado.

“Entonces, Ainz-sama, por favor informa a tu sirviente de tu decisión.”

“¿Informarte de qué?”

Dicho esto, Ainz sabía muy bien por qué el Doppelganger había venido aquí.

O mejor dicho, era el momento de tomar una decisión.

Sí, la pregunta de a quienes había cautivado.

“Perdóneme. Éste habla del asunto de antes, el asunto de aquellos humanos que lo reconocen como su superior y cuyas vidas deben ser perdonadas, Ainz-sama.”

“Mmm…”

Ainz asintió con fuerza y empezó a caminar.

Por supuesto, no podía salir de la habitación. Al final, sólo podía dar vueltas dentro de esta sala. No había manera de saber dónde miraban los ojos del Doppelganger, pero Ainz estaba seguro de que seguían sus movimientos, Ainz estaba seguro. En realidad, sería bastante aterrador si no fuera así.

El tiempo se estaba acabando. Mientras que Ainz pensaba con todas sus fuerzas, de repente se detuvo en su lugar.

No encontraba la respuesta correcta. Naturalmente, no tenía ninguna idea que le permitiera seguir encubriendo las cosas.

Seguramente un corazón humano estaría latiendo alocadamente a estas alturas, pero su cuerpo carecía de órganos que pudieran moverse de esa manera.

Una poderosa emoción brotaba, causando que su anulación de la emoción surtiera efecto y mientras las pequeñas ondas rebotaban alrededor de su corazón, Ainz le respondía al Doppelganger.

“Umu. Seré sincero. No hay seres humanos que necesiten ser salvados. Deja a unos cuantos vivos si los necesitas.”

 

 

 

– FIN DEL VOLUMEN 12 –

 

 

 

Overlord Volumen 12 Capítulo 3 Parte 6


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Overlord Volumen 12 Capítulo 3 Parte 6

(NOVA: Estas ilustraciones las obtuvimos con la ayuda de NeiaWaifuInsuperableÒnÓ, gracias bro)

NOVA: Terminamos con la revisión y corrección de este volumen, esperamos que les haya gustado nuestra traducción ~(˘▾˘~)

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