Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 3

Capítulo 5: ¡Hagamos Algunas Pociones!

Parte 5

La bolsa sobre mi hombro traqueteaba con cada paso.

Hicimos todo el camino de regreso al ayuntamiento sin que nadie nos desafiara.

“¡Tienes algo de valor mostrando tu rostro por aquí! ¡Gracias por darme algunas pociones diluidas, huh! ¡Hice un muy buen ridículo gracias a ti!”

Obstruyendo la entrada, el ladrón se burlaba de nosotros en un tono ligeramente mayor de lo usual.

Di un paso adelante para mantener a Arisa e Ine seguras detrás de mi espalda.

“¿Qué quieres decir? Esas pociones todavía pueden funcionar para tratar lesiones menores”

Despreocupadamente rechacé las acusaciones del ladrón. Además, nunca dije que esos barriles contuvieran pociones en primer lugar.

Notando el gran saco que estaba cargando, el triunfo regresó al rostro del ladrón.

“¿Crees que vas a engañarnos con algunas otras pociones diluidas, huh?”

Que idiota tan persistente. Claramente este chico recibe patadas intimidando gente.

“¿Acaso solo mezclaste algo de hierbas en el agua para hacer que realmente pareciera una poción esta vez?”

El hombre lanza su cabeza hacia atrás y ríe de una manera apropiada para un bufón ordinario.

El probablemente no tiene muchos amigos. La mayoría de los cercanos oficiales del ayuntamiento solo lo miraban con confusión o molestia.

Justo como imaginé, el no era muy popular.

“Bueno, parece que no tienes nada que discutir con nosotros. Tenemos algunos asuntos con el asistente del virrey ahora, así que si nos permites.”

Con Arisa e Ine detrás, me moví alrededor del ladrón mientras el aullaba con risas.

Las armaduras vivientes de Ine no podían entrar al ayuntamiento, así que se mantuvieron en espera en el estacionamiento con el carruaje.

“¡Hey, espera un minuto! ¿A que le llamas asuntos con el asistente del virrey?”

El ladrón saltó de nuevo delante de nosotros como un villano de caricatura, su rostro torcido con impaciencia y escupiendo.

Los oficiales a los que había empujado fuera del camino fruncieron el ceño y aclararon sus gargantas intencionalmente mientras abandonaban la habitación.

“Me temo que no tengo nada que hacer contigo, así que tendrás que disculparme”

“¿Qu-qué fue eso?”

No estaba obligado a responderle a este chico, y lo rechacé con un leve velo de educación y me dirigí hacia el mostrador. Mis asuntos eran con el asistente únicamente.

Le dije a la recepcionista que tenía una entrega para el asistente y le pedí que entregara el mensaje.

Colocando el saco sobre la mesa, saqué una de las botellas y la sostuve.

“¿Pero como? ¡Destruimos el horno y todo…!”

El ladrón estaba gritando sobre algo, pero no tenía motivo para responder. Solo sonreí y lo ignoré.

“¡Hmph! ¡Estoy seguro que solo compraron algunas pociones de baja calidad en la ciudad de todas maneras! ¡Bueno, no vamos a aceptar ninguna medicina diluida de baja calidad!”

Alimentado con mi tratamiento silencioso, el sinvergüenza volcó su ira sobre la recepcionista y el miembro del personal que había tomado la poción.

Se movió para acercarse al personal escudándose detrás del mostrador. Ellos parecían molestos, pero probablemente no podían ignorar a un amigo del asistente, así que trataron con el lo mejor que podían.

“En realidad, estas son incluso de mayor calidad que las ciento veinte pociones que entregaron antes”

“Si, correcto”

Animado por la impresión del rostro del ladrón, el miembro del personal continuó. “El nombre del creador es el mismo también”

“N-no hay manera…Mi plan perfecto… ¿arruinado por un plebeyo?”

Honestamente, estoy mas sorprendido que el esperara que una trampa a medio hacer funcionara en primer lugar.

“Nuestro camino a la grandeza, se ha ido…”

El ladrón murmuró para si mismo como un loco, mientras se alejaba, estrellándose justo con el mostrador.

Nuestros ojos se encontraron sobre el saco de pociones.

“Es, es cierto. ¡Con estas… con estas, aun lo haremos! ¡Todavía podemos ganar!”

El hombre se mantuvo murmurando como si se hubiera vuelto loco. Luego, repentinamente, arrebató el saco del mostrador y rugió mientras lo arrojaba violentamente al suelo.

“¡Mi mano se resbaló!”

Todos los miembros del personal se congelaron con ese fuerte ruido.

La poción comenzó a filtrarse fuera de la bolsa.

“¡Nooo! ¡Señor Satou, los viales se rompieron! ¡Las pociones se están filtrando!”

Ine chilló y trató de ir corriendo en pánico, pero la detuve.

“¡Oh, que mal por mi! ¡Mi pie se resbaló esta vez!”

El hombre saltó sobre la bolsa, destrozando los pocos restantes viales intactos.

“¿Qué tipo de idiota saca un truco como ese frente a todos estos testigos?” Arisa murmuró junto a mí con una sonrisa seca.

Me sentí exactamente de la misma manera.

“¡¿Qué es todo ese ruido?! ¡Están en el servicio del virrey, lo saben!”

El asistente del virrey surgió de su oficina en el fondo.

“… ¿Qué es esto?”

El asistente gesticuló hacia el saco y el charco bajo los pies del pequeño ladrón.

“Esas son las pociones mágicas que la mensajera de la bruja entregó. Aunque este caballero las ha aplastado…”

“¿Eso fue después de la entrega?” el asistente preguntó al miembro del personal fríamente.

“N-no. Todavía estábamos en el medio de evaluar la calidad”

“Entonces no veo problema aquí. Hay todavía media campanada hasta el atardecer. Traigan otra tanda”

La respuesta a sangre fría del asistente impactó al personal más que a nosotros. Unos cuantos de ellos trataron de intervenir en nuestro nombre, pero rápidamente se retiraron bajo la mortalmente fría mirada del asistente.

“Espere un momento”

“¿Ahora que? Este hombre es quien lo ha roto, ¿Cierto? El gobierno del condado no asumirá responsabilidad”

Bueno, no esperaba eso.

“No, pero me gustaría ser compensado por el daño a mi propiedad por parte de ese hombre. Estas valían noventa monedas de oro en total”

“Bastante justo. Eres libre de enviar la factura a este hombre, entonces”

“¡¿Qu-que?!”

El asistente silenció las protestas del pequeño ladrón con otra mirada fría.

Una vez que el asistente regresó a su oficina, uno de los miembros del personal me susurró en privado que podía conseguir ayuda del gobierno para recolectar la deuda, también. Si el no podía pagar, el hombre estaría sentenciado a la esclavitud.

¿A nadie le agrada este chicho, huh?

“¡Ah! ¡El está escapando!”

El culpable trató de escapar, pero Arisa lo notó y gritó.

El hombre corrió como conejo, y el Puffbird de Ine salió después de el.

Cuando el hombre se detuvo con un chillido, tratando de esquivar al ave, Nana y las chicas bestia lo capturaron.

Una vez que elogié a las chicas y al ave por su buen trabajo, volví al mostrador para llenar el papeleo para pedir ayuda sobre recibir mi reembolso. Como agradecimiento al miembro del personal que me susurró anteriormente, le deslicé unas cuantas monedas de plata.

Después de ver a los guardias llevarse al criminal, nos movimos hacia nuestro siguiente curso de acción.

Solo la mitad de media campanada hasta la hora limite— cuarenta y cinco minutos.