Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 2

Capítulo 7: Un Nuevo Viaje

Parte 4

Después de pasar a través de las puertas de Ciudad Seiryuu, Arisa me hace
una pregunta.

―¿Qué tan lejos planeas viajar hoy? No puedo imaginar que lleguemos a una
cuidad o pueblo importante saliendo a esta hora del día, ¿así que nos
quedaremos en una pueblo cercano a la carretera?

―No iremos a ningún pueblo. De acuerdo a Nadi, la discriminación contra los
semi-humanos es incluso pero en esos lugares, así que acamparemos en donde
podamos encontrar un buen lugar.

Cuando le respondí a Arisa, expandí el rango del radar en la esquina de mi
visión para poder mantener un ojo precavido fuera.

Aparentemente, el rango máximo va por todo el camino hasta 300 metros.

―¡¿Acampar?!

―Haremos una fogata en un campo abierto en algún lugar, nos acostaremos
alrededor y dormiremos.

―¿Cómo en el laberinto, señor?

―Es correcto.

Asentí a Pochi y Tama, cuyos ojos empezaron a brillar con mi descripción.

―¡Yay!

―¡Señor!

Por alguna razón, ellas están saltando muy emocionadas. El movimiento
sorprende a los caballos haciendo que dejen de moverse.

Cuando Liza las regañó, le pregunté al par porque estaban tan emocionadas
acerca de acampar.

―¡Estar juntos es feliiiiz!

―¡Dormiremos junto a usted, señor! ¡Estamos felices, señor!

Ellas tienen enormes sonrisas, así que acaricio sus cabezas.

―¿Debemos continuar moviéndonos?

―Si…

Asentí en respuesta a la pregunta de Lulú pero la detuve cuando vi un punto de
luz azul aparecer en mi radar.

El azul significa que es alguien que anteriormente marqué en el mapa. En otras
palabras, es alguien que conozco.

―Espera un minuto.

Iba a abrir el mapa para ver quién era, pero eso no fue necesario.

―¡Satoooooou!

Mirando hacia atrás, a la puerta principal donde alguien gritaba mi nombre, vi a
Zena cabalgando hacia nosotros sobre un caballo blanco.

Detrás de mí, escucho a Arisa murmurar “¿Un contraataque de la amante
local?”, pero ignoro el comentario.

Ya que no voy a bloquear el camino para otros viajeros y carruajes, hice que
Lulú nos llevara al lado del camino.

―¡Satou!

Cepillando su alborotado cabello fuera de su rostro, Zena trae su caballo hasta
nuestro carruaje. Ella está usando un vestido azul que no parece apropiado para
montar a caballo. Ella incluso está usando maquillaje, al igual que como tenía
para nuestra cita.

―Estoy tan feliz de llegar a tiempo.

―Si, estoy feliz de verte también antes de irme.

No quiero pensar que ella va a traicionar a su familiar y huir para seguirme como
una pareja de amantes o algo así, pero su vestido y maquillaje hacen difícil
decirlo con certeza.

―…He estado pensando mucho acerca de esto.

Dominado por la intensa seriedad de Zena, simplemente esperé a que ella
continuara.

―No puedo abandonar a mi familia y huir al lado de mi verdadero amor, como
la Princesa Liltiena.

Eso parece natural, ya que ella se crió en una sociedad con mucho énfasis en
la importancia de la familia.

Arisa mira un poco insatisfecha, pero no parece que ella vaya a decir alguna
tontería, así que me concentro en escuchar a Zena.

―Y así, no puedo pedirte que me lleves contigo, Satou.

―¡Ven también!

―¡Deberías venir con nosotros!

Pochi y Tama retiran el humor serio, invitando a Zena a venir con nosotros.

―Gracias. Pero no puedo ir con ustedes en este momento.

Zena le agradece al par, luego gira su mirada de vuelta a mi.

¿…Es cosa mía, o ella enfatizó la parte de “En este momento”?

―En primavera, mi hermano se volverá un adulto y se volverá la cabeza de
nuestra familia. Después de eso, tendré su permiso para hacer lo que desee.
Así que, cuando la primavera llegue…

Zena pausó por un momento, y luego continuó como si sacudiera sus
pensamientos.

Su mirada todavía está centrada en mí.

―¡Yo, también iré a Ciudad Laberinto!

…Ufff, por un segundo creí que ella iba a proponerse.

Ella parece haberse avergonzado hasta cierto punto, ya que su mirada es
desviada hacia Arisa.

―¡Arisa, veremos quién gana entonces!

―¡Jaja! ¿Realmente piensas que tendrás una oportunidad con un inicio tardío?
¡No vengas llorando hacia mi si llegas a Ciudad Laberinto solo para verme a los
hijos del maestro y míos!

¿…Sabes que eso no pasara por muchas razones, cierto?

Arisa se deja llevar, riendo como un malvado villano. Desearía que ella se
detenga antes que las tres más jóvenes comiencen a imitarla.

Le prometo a Zena que le enviare una carta una vez que lleguemos a una gran
ciudad.

Bastante vergonzosamente, termine haciendo otra promesa de meñiques con
ella. No había hecho esto muchas veces desde que era un niño.

Después de que hicimos la promesa, Zena observa nuestros dedos como si
estuviera soñando por un momento antes de decir nuestras despedidas.

―Bueno, Zena, deseo que llegue el día en que nos encontremos otra vez en
Ciudad Laberinto Celivera.

―¡Si, Satou! ¡Espera por mi hasta entonces!

Me alegra que esto no se haya convertido en una despedida triste.

Zena me saluda con una sonrisa como el sol, y le regreso el saludo.

Ahora, esa es una brillante sonrisa que se adapta a este día soleado.

Tratando no notar el escurrimiento de lágrimas corriendo por sus mejillas, me
mantengo saludando hasta que ella está fuera de vista.

―No hagas esa cara. Estaremos juntos a partir de ahora.

Arisa alcanza la parte trasera del asiento del conductor y acaricia mi cabeza
unas cuantas veces.

―¿Dolor de estómago?

―¿Estas adolorido, señor?

―¿Satou?

Haciendo a Arisa a un lado, las jóvenes niñas me miran con preocupación, así
que les sonrío .

―Estoy bien.

―Maestro, de acuerdo a mi comportamiento de bibliotecaria, es bueno llorar en
el pecho de una mujer cuando te sientes solo.

Gentilmente, Nana comienza a abrazarme en su pecho.

La suave sensación y delicada fragancia ciertamente curó la leve soledad que
sentía.

―¡Excusa! ¡Eso es injusto! ¡Lulú, no solo mires, haz que se detengan!

―Lo lamento, Arisa. No puedo. Debo ver el camino mientras conduzco.

Arisa estaba indignada, así que me alejé del espacio de sanación de Nana.

Liza me pasó un contenedor de agua con sabor a frutas, así que bebí, y lavé la
tristeza de decir adiós a una amiga junto con ella.

Golpeteando y retumbando, el carruaje continuo bajando por la carretera.

Poniendo a Tama en mi regazo y dejando que Pochi escale mis hombros, miro
hacia adelante.

Ahora, es tiempo de disfrutar este viaje a través de un mundo paralelo.

– FIN DEL VOLUMEN 2 –