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Volumen 11: Alicization Turning

Capítulo 5: El Sello del Ojo Derecho

Parte 3

Un poco después de golpear la puerta de la esquina este del dormitorio del tercer piso, Humbert pudo escuchar a alguien preguntando quién era desde dentro.

—Espadachines en entrenamiento Eugeo y Kirito. Tenemos algo que discutir con el espadachín en entrenamiento Zizek.

Dijo sus nombres tratando de mantener la calma, pero de inmediato sonaron fuertes pasos y la puerta se abrió violentamente. Humbert, quien miró a los dos, a su vez, con el ceño fruncido, clamó a gran voz, que incluso podría ser lo suficientemente fuerte para pasar por el atrio en medio del dormitorio para llegar a la primera planta.

—Qué grosero de ustedes, ¡metiéndose sin siquiera previo aviso! ¡Es obvio que usted debe solicitar un permiso para una reunión a través de una carta primero!

Sin siquiera darle una oportunidad a Eugeo para responder, la voz plácida de Raios Antonius inmediatamente los bombardeó desde atrás de Humbert.

—Bien, bien, ¿no somos todos compañeros camaradas refinándonos en la misma institución? Déjalos pasar, Humbert, aunque es una pena que no tengamos el té preparado para ellos, en este corto tiempo.

—… Asegúrate de mostrar gratitud por la hospitalidad de Raios-dono.

Forzando esas palabras a través de sus labios, Humbert se volteó. Mientras se preguntaba qué tipo de dramatización se supone que era, Eugeo entró en la sala con un arco.

—Pero que…

Kirito, que iba detrás estaba a punto de tener los mismos pensamientos escapando de su boca, por lo que le detuvo con una tos y caminó delante de un sofá situado en el centro de la sala de estar. La cantidad de espacio y la disposición era, por supuesto, la misma que la habitación de Eugeo y Kirito, pero los arreglos, una alfombra a lo largo del piso y las pálidas cortinas que se sacudían gentilmente con la brisa de primavera, fueron reemplazados con unos de una mayor calidad.

Incluso el sofá con su anchura de tres mel tenía un acabado de seda con un amplio algodón, y Humbert se hundió profundamente al sentarse en su borde derecho. Raios se podía ver sentado en el borde izquierdo, pero apenas se hundió, descansó su cabeza y estiró sus dos piernas por sobre la mesa, en un aspecto como si estuviera durmiendo.

Además de eso, estos herederos de las familias nobles de la clase alta no llevaban el uniforme de la academia, sino cómodos abrigos largos. El de Raios era de un brillante rojo y el de Humbert tenía un brillante color azul; lustre brillante que era exclusiva de la seda de alta calidad desde el sur. El aroma flotando de las copas alineadas sobre la mesa era probablemente el té verde, una especialidad del este. Después de poner eso en su boca y lentamente sorberlo, Raios volvió finalmente hacia Eugeo

—… Entonces, ¿Qué negocios tienes con nosotros en esta tarde del día de descanso, mi amigo, espadachín en entrenamiento Eugeo?

Había otro sofá delante de la mesa, pero él no parecía tener intención de pedir que se sentaran. Mientras pensaba que se adaptaba mejor a sí mismo, Eugeo miró a los dos  con una cara tan estricta como pudo, y habló.

— Estoy aquí con respecto a un rumor algo desagradable acerca del espadachín en entrenamiento Zizek que llegó a mis oídos. Antes de deshonrar el nombre de un amigo en la escuela, yo creía que lo mejor era hacer un consejo, aunque puede ser algo presuntuoso de mi parte.

La expresión de Humbert cambió y estaba a punto de gritar algo en ese momento, pero Raios lo detuvo moviendo ligeramente su mano izquierda antes de curvar los labios excesivamente carmesí en una minúscula sonrisa.

—¿De verdad ahora…?

Él entregó sin problemas sus líneas mientras que el vapor se alzó de la taza en la mano derecha.

—Esto está fuera y a la vez más allá de mis Pensar que podría estar tan preocupado por la reputación de mi amigo. Sin embargo, lamento informarle que nada viene a la mente con respecto a ese tipo de rumor. Aunque estoy avergonzado de mi ignorancia, nada me gustaría que me ilumines más sobre ese tema.

—… He oído que Zizek-dono estaba cometiendo actos vulgares en su propio criado aprendiz. ¡Creí que usted tendría algún indicio de eso!

—Que rudo.

Levantándose del sofá esta vez, Humbert exclamó.

—¡Como se atreve alguien sin nombre familiar, con el aire de un campesino de una aldea remota acusarme a mí, el hijo mayor de una cuarta familia clase noble de actos vulgares como ese!

—Ahora, no te desquicies, Humbert.

Raios agitó su mano izquierda al lado y silenció a su hombre de confianza una vez más.

—Aunque existen diferencias en nuestros lugares de nacimiento, ¿no somos compañeros de estudios bajo este techo ahora? No se le puede condenar a todo como una falta de respeto, en el interior de esta academia, al menos… Dicho esto, sería una historia diferente si eso no fuese más que una calumnia totalmente sin fundamento, aunque, ¿Dónde oíste ese rumor, Eugeo-dono?

—Dudo que usted quiera perder su tiempo de  cualquier forma, Antonius, así que dejaré de decir tonterías. Esto no carece de pruebas. Lo oí del novato en entrenamiento que se hospeda en el mismo cuarto que el criado de Zizek-dono.

—¿Oh? ¿Es eso entonces? ¿Estás diciendo que el criado de Humbert había encomendado formalmente una protesta a través de los alumnos novatos de la habitación por su propia voluntad ?

—… No, no es eso, pero…

Eugeo involuntariamente mordió sus labios. Es cierto que no fue una petición formal de Frenica, por lo que sería difícil mantener su postura si su solicitud fue rechazada por la calumnia sin fundamento.

Sin embargo, como no había manera de que Eugeo pudiera retroceder ante el sonriente Raios y Humbert deformando la boca de una manera repugnante, devolvió bruscamente la pregunta.

—… ¿Creo que ustedes están negándolo en ese caso? ¿El hecho de que Humbert está cometiendo actos inapropiados sobre su valet llamada Frenica?

—Fm, ¿inapropiados? Esa es una extraña palabra, Eugeo-dono. ¿Qué tal algo más fácil de entender, diciendo que viola el reglamento de la academia?

—…

Él sonrió una vez más. Incluso si esas regulaciones aplican sólo en instalaciones de la Academia, su importancia estaba cerca del mismo nivel que el Index Taboo o la Ley Fundamental del Imperio para estudiantes que nadie se atreve a romper.

Incluso si Humbert no viola las regulaciones de la academia, Eugeo sabe que es mejor considerar bien las cosas. Esa es la razón por la que no puede perdonarlos. Cualquier cosa vale mientras no esté en contra de la normativa, sus actos se basan en la creencia de que no se expresan. Tomando una profunda bocanada de aire, Eugeo continuó la disputa.

—Pero aun… pero aun si no está prohibido por las regulaciones de la academia, ¡¿No hay cosas que los espadachines de elite en entrenamiento no le deben de hacer a sus alumnos principiantes?!

—Oh, ahora, Eugeo-dono, ¿Qué estas tratando exactamente de decir que Humbert le hizo a Frenica?

—… E-Eso…

Como no podía hacer que Tiezé y Ronye explicaran los detalles, no han oído cuales eran las «Ordenes Impropias», Eugeo no pudo dar una respuesta inmediata. Con eso, Raios extendió las manos en un movimiento exagerado y habló, mientras sacudía la cabeza de izquierda a derecha.

—Dios mío, yo no me atrevo a acompañarle más lejos… ¿Cómo es, Humbert, algo de lo que Eugeo-dono habló le recordó algo a usted?

Al momento en que Raios preguntó de esa manera, Humbert, que estaba inclinado hacia adelante mientras fruncía el ceño a Eugeo hasta ahora, puso el peso de su espalda en el sofá con un golpe y gritó.

—¡No, en absoluto! ¡No tengo la más mínima idea de lo que está hablando! ¡En primer lugar, no hay ninguna, no, simplemente no hay manera de que pudiera haber hecho un acto vulgar sobre Frenica… después de todo, esa chica nunca ha negado ni siquiera una vez!

Acariciando su pelo gris de adelante hacia atrás, el espadachín en formación segundo clasificado mostró una sonrisa venenosa.

—Bueno, yo he pedido que ella ayude con varias tareas sin importancia, sin embargo, estoy seguro de que también recuerda el enfrentamiento que, aunque me parece vergonzoso admitirlo, terminó en empate, Eugeo- dono, arreglé mi camino y me dedique al Tal vez debido a la restricción de cualquier práctica que pueda crear esos músculos poco atractivos hasta ahora, era inevitable que mi cuerpo me doliera. Por lo tanto, tuve que pedir a regañadientes a Frenica que me masajeara para relajar mi cuerpo cuando me dieron la oportunidad de tomar un baño cada noche. En adición, sería problemático si su uniforme se mojaba, así que tuve la generosidad de permitirle que se desnudara hasta quedar en su ropa interior. ¡Ciertamente tengo dificultades para entender exactamente qué parte de esto se supone que es la conducta impropia o vulgar!

Mirando en las nubes a Humbert, quien se reía de distancia a través de su garganta, Eugeo observó el nacimiento de una emoción desconocida en lo profundo de su corazón.

¿Era tratar a un ser humano como este con cortesía, e incluso tratar de persuadirlo realmente necesario?

¿Un solo golpe sobre él desde una espada de madera sin ningún tipo de preguntas, no le conviene más que palabras?

Movió su mano derecha con ganas de empuñar su espada de madera y retarlo a un duelo aquí y ahora, tras lo cual Eugeo notó que su cintura estaba vacía.

Tomando incontables respiraciones profundas de aire para calmarse, dejó escapar una voz tan restringida como pudo.

—Humbert-dono, ¿cree que una orden como esa… esté permitida? Cierto… cierto, no hay regulaciones en la academia que lo prohíban, pero debe ser porque no es necesario explicitarlo para Para ordenarle a su criada desnudarse, que tan descarado podrías…

—¡Hahaha! ¡Hahahahaha!

De repente, Raios, que había permanecido en silencio durante el último tiempo, levantó los extremos de los labios y dejó escapar una risa salvaje. Era como si estuviera esperando esas palabras de Eugeo, o al menos eso parecía.

—¡Hahaha! ¡Y pensar que esas palabras saldrían de su boca, espadachín en entrenamiento Eugeo-dono, ¡Hahaha! Después de todo, ¡¿no te has desvestido noche tras noche, para ese gran hombre plebeyo cuando te desempeñaste como su valet aprendiz, Eugeo-dono?!

—¡Esa fue una historia peculiar en verdad! ¡Y pensar que le acusan a otros de ser vergonzoso cuando era tan aficionado a desnudarse a sí mismo, ha-ha!

Humbert inmediatamente fue con la corriente y rió con su voz chillona.

Todo el cuerpo de Eugeo temblaba incontrolablemente mientras el impulso anterior lo asaltó de nuevo. En el momento en que iba a dar voz a una maldición que apenas está al límite de violar los reglamentos de la academia, Kirito hizo un ruido dando una patada con el talón por detrás, haciéndole por poco recuperar sus sentidos.

Su mentor, Gorgolosso, sin duda le ordenó quitarse todo excepto su ropa interior, una o dos veces al mes. Sin embargo, eso fue para confirmar cómo estaban sus músculos y para señalar la formación que le faltaba, sin ni siquiera un solo rastro de dudosa implicación. Pero incluso si tuviera que refutar de esa manera, Raios y Humbert probablemente seguirían adelante por sí mismos aún más y se burlarían no sólo de Eugeo, sino que de Gorgolosso también. Por eso Eugeo hizo todo lo posible para mantener el silencio y habló después de la gestión para recuperar su calma de alguna manera.

—Mi caso no tiene relación con esta situación. Lo que es cierto, es que la sirvienta espadachín en entrenamiento de Zizek no ha desobedecido las órdenes, incluso teniendo que pasar por esas experiencias intolerables día tras día. Si no veo algún cambio para mejor desde ahora, tendré que considerar pedir a los instructores que conduzcan una investigación, así que ténganlo en mente.

‘Por favor, haz lo que quieras’, esas palabras vinieron de atrás mientras Eugeo abandonaba rápidamente la habitación de Raios, acompañado por la risa.

Tan pronto como la puerta se cerró detrás de él, Eugeo apretó el puño derecho con la intención de golpear la pared, pero entonces se dio cuenta de que si tuviera que hacerlo con la fuerza física que había construido, podría romperla, o en otras palabras, reducir la durabilidad de la pared y de mala gana bajó su brazo. Dañar la estructura de la academia o los muebles es una clara violación al Index Taboo y en primer lugar, sería el mismo ejemplo de ventilación de cólera. Sintió una leve nostalgia del Gigas Cedar que fue prácticamente inflexible, independientemente del número de veces que golpeó con el hacha lleno de resentimiento de una cosa u otra. Como un modesto sustituto, hizo ruidos con las suelas de sus zapatos mientras comenzaba a caminar hacia su propia habitación en el oeste, y Kirito habló desde atrás.

—Tomemos un momento para calmarnos, Eugeo.

En el momento en que la voz familiar llegó a oídos de Eugeo, el interior de la cabeza, la quema de rojo, como una chimenea, se enfrió un poco y dio un largo suspiro. Alivianando el paso, mientras caminaba al lado de su compañero.

—… Pero aun así, eso fue inesperado. Estoy totalmente seguro de que pude haber explotado antes.

A las palabras de Eugeo, Kirito mostró una amplia sonrisa y se golpeó la cintura izquierda.

—Habría sido malo si tuviera una espada. Es sólo que… como he dicho antes, podrían tener algo planeado, así que me las arreglé para mantenerme atrás y analizar la situación de alguna manera

—Eso me recuerda que habías dicho algo así. Lo había olvidado completamente…

—Entonces, ¿qué piensas?

—Dejando a Humbert de lado, la provocación de ese bastardo de Raios definitivamente fue a propósito, Eugeo. Probablemente logró que Tiezé y Ronye transmitieran la historia de Frenica a ti y tenían previsto imponer la pena máxima si fueras demasiado lejos en tus declaraciones a Humbert en aquel entonces, como un comportamiento irrespetuoso. Realmente no podemos mirar hacia abajo en las artimañas de la clase alta noble, eh…

—En otras palabras… la razón por la que Raios dejó actuar a Humbert solo se debe a que él predijo que yo vendría a protestar, eh… que desastre…

Eugeo se detuvo en mitad del pasillo y mordió fuertemente sus labios.

—Todo esto es por el duelo en el que humillé a Humbert, ¿no es así? Y tú estuviste diciendo que nada bueno saldría de reaccionar a sus provocaciones…

—No te culpes tanto.

Kirito puso su mano en el hombro derecho de Eugeo y dejó salir una rara voz reconfortante.

—En cualquier caso, la primera pelea oficial vendrá pronto. No tenemos más opción que vencer a esos chicos si queremos representar a la academia, así que nos ganaríamos su resentimiento tarde o temprano. Pero viendo cómo se reían, deben estar satisfechos por el momento. Solo por si Humbert sigue humillando a Frenica, deberíamos preparar una carta con antelación, para pedir inmediatamente la investigación al menos.

—Sí, es cierto. Pero si eso sucede, nosotros delante de esos tipos seriamos como un par de niños que podrían haber sido más persuasivos.

Ligeramente acariciando la mano de Kirito para mostrar su gratitud, Eugeo finalmente liberó la tensión en sus hombros.

Ambos, Humbert y Raios son buenos con la espada, incluso sus grados en la academia son buenos. Reciben un subsidio abundante de monedas de oro Shear cada mes, pudieron comprar mayor cantidad de ropa y accesorios personales como quisieran y si iban a estar harto de las comidas de los dormitorios, ellos podían comer lo que sea que quisieran en los restaurantes fuera de la escuela cada noche si lo desearan. Sin duda, era envidiable desde el punto de vista de Eugeo y Kirito que consiguieron de algún modo con el dinero ahorrado en el momento en que fueron guardias en Zakkaria.

Aun así, ¿por qué ven a Eugeo como un enemigo, ridiculizándolo a cada momento e intentando hacer que se rinda? Y en consecuencia, ¿qué ganarían con ello? Él se dio cuenta de que el mundo no estaba lleno de gente buena, que no eran los desagradables alrededor de al menos, pero todavía, incluso si son un noble y un común, ellos nacieron de otras personas en este mundo humano.

Esto es lo que enseña la Iglesia Axiom. Que el mundo de los humanos hecho por Stacia, estaba afiliada al «Bien» y la tierra de oscuridad reinada por el Vector, estaba afiliada al «Mal». Si ese fuera el caso, no importa qué tipo de humano sea, pueden tener un buen corazón. Sí, incluso si fueran Raios o Humbert.

Si fueran a cruzar espadas no en un duelo irregular, pero en el gran escenario del partido oficial en su lugar y muestran entre sí toda su habilidad y poder, sin duda llegarían a un acuerdo con varias cosas. Definitivamente.

Pensando en estas cosas mientras abría la puerta de su cuarto y entraba, Eugeo declaró antes de que su compañero se fuera a alguna parte.

—Oye, Kirito, el examen de las artes sagradas se acabó, así que espero que me acompañes a muchas prácticas desde mañana.

—¿Qué, estas realmente emocionado, no es así?

—Aah… Tengo que volverme mucho, mucho más fuerte después de todo. Para enseñarle a Raios y Humbert que la espada no es tan generosa como para dejarlos ganar sin practicar.

Al escuchar eso, Kirito sonrió y asintió.

—Bien entonces, ¿debería enseñarte un entrenamiento intenso, espadachín en entrenamiento?

—Eso es lo que esperaba… entonces te veré para la cena.

Ambos levantaron ligeramente sus manos y regresaron a sus cuartos individuales, pero su compañero se detuvo mientras se volteaba y habló con una mirada seria.

—Eugeo, no importa que digan esos chicos mientras no estoy, ten cuidado de no enojarte como antes.

—E-Entiendo. Ser genial, ¿cierto?

Tras manifestar que ambos entendían el sentido de mantener la compostura en la Lengua Sagrada, y con esa frase de despedida, Kirito hizo una sonrisa amarga, aparentemente avergonzado, al responder con la misma frase.

Tal vez satisfechos de reír tanto, Raios y Humbert no le prestaron atención a Eugeo a lo largo de los ejercicios prácticos en el manejo de la espada la mañana y las enseñanzas especializadas en la tarde del día siguiente. Incluso Humbert, quien le envió un ceño lleno de resentimiento cada vez que sus rostros se encontraban hasta la semana anterior, perseveró completamente ignorándolo.

Por supuesto, Eugeo se sintió considerablemente aliviado, pero el problema era si remendaba sus caminos hacia Frenica o no. Había escrito en forma conjunta y firmaron una carta de solicitud de investigación dirigida a la dirección de la academia la noche anterior con Kirito. Si se hacía oficial, una audiencia oficial se llevaría a cabo con las dos partes, tanto Raios y a su lado, Eugeo, pero incluso los dos deben querer evitar eso, teniendo en cuenta lo mucho que valora su prestigio.

Justo cuando la aburrida lección de historia del imperio—después de todo, incidentes que realmente se podrían clasificar como incidentes rara vez habían ocurrido—terminó, Eugeo se separó de Kirito, quien fue a la biblioteca a devolver un libro, regresó al dormitorio de espadachines en entrenamiento y esperó por Tiezé y Ronye para entregar los avances del caso.

Después de mucho, cuando eran las cuatro en punto sonó la campana del reloj puntualmente como cada día, las dos vinieron y comenzaron la limpieza después de un saludo lleno de energía. Eugeo se sentó en la silla en su habitación, sin tener nada que hacer, y obedientemente miró por encima de la gallarda figura de Tiezé trabajando lejos.

Ofreció su ayuda en la limpieza más veces de las que podía contar previamente, pero se negó rotundamente con un ‘¡Esta es mi importante responsabilidad!’ cada vez. Mirando atrás, recordó que le había dicho a Gorgolosso lo mismo que a sí mismo, por lo que a regañadientes hizo todo lo posible para no dejar la habitación demasiado desordenada, pero la chica no estaba satisfecha con eso, o bien, siempre ha tenido la extraña queja de que no hay suficiente para limpiar.

Animada por ahí con una larga tela de trapeador en mano, Tiezé terminó de limpiar el salón y dormitorios en treinta minutos y entró en la habitación de Eugeo, cerró la puerta detrás de ella y junto los tacones de sus zapatos de cuero juntos.

—Espadachín de Elite en entrenamiento Eugeo, ¡Quisiera reportar! ¡La limpieza de hoy está completa!

Parecía que Kirito llegó sin que se diera cuenta, con la voz de Ronye débilmente audible más allá de la puerta cerrada. Dejando de lado la entrega de información a su compañero, Eugeo respondió a Tiezé con un breve reconocimiento.

—Sí, buen trabajo. Como siempre.

—No, no del todo. Este es el deber de un balet.

En silencio, contuvo una sonrisa que casi sin querer se volvió en una respuesta de rutina.

—Em… disculpa, ¿pero puedo preguntarte algo? No necesitas estar de pie, puedes sentarte.

Al expresar eso, recordó que esta habitación sólo tenía una silla, para el escritorio. Al momento en que dijo “ven aquí”, Tiezé sacudió su cabeza con un “no, me quedaré de pie”, así que Eugeo interrumpió diciendo “entonces, ¿qué tal aquí?” apuntando hacia la cama al lado de la ventana.

Tiezé abrió mucho los ojos por un instante y asintió con un rubor en su cara indistinta esta vez.

—Sí… E-Entonces, con permiso.

Ella trotó cerca del borde y suavemente se sentó.

Sentarse en la misma cama que una chica no es una violación al Index Taboo ni las reglas de la academia, Eugeo confirmó aquello en su mente antes de sentarse a cierta distancia, solo dirigió su torso hacia Tiezé, y comenzó a hablar del tema principal con el rostro más serio que pudo hacer.

—Sobre el caso de Frenica… fuimos a hablar con Humbert ayer. Ese chico probablemente no quiera hacerlo llegar más lejos, así que dudo que dé más órdenes impropias. Haré que se disculpe apropiadamente pronto, así que…

—¡¿De verdad?!… Estoy tan feliz, muchas gracias, espadachín de elite en entrenamiento Eugeo. Creo que Frenica estará feliz de oír esto también.

Cuando Tiezé sonrió repentinamente, Eugeo habló con una sonrisa irónica.

—Ya terminaste tu trabajo, así que solo llámame Eugeo. Pero aún… Debo disculparme por algo. Ayer no lo mencioné, pero mi duelo con Humbert fue el origen del caso esta vez, y podría haber sido un plan para imponerme un castigo por el comportamiento irrespetuoso cuando fui a protestar… En otras palabras, Frenica se vio mezclada en el conflicto entre Humbert y yo. Me gustaría disculparme con ella también, así que ¿me podrías conseguir una oportunidad para hacerlo…?

—… Ya… veo…

Tiezé sacudió su cabello rojo mientras bajaba el rostro como si estuviera reflexionando sobre algo, pero ella miro a Eugeo y gentilmente sacudió su cabeza.

—No, no es su culpa Elite… Eugeo-senpai. Me limito a transmitir sus palabras a Frenica. Em… ¿p-podría sentarme un poco más cerca?

—Eh… c-claro.

Eugeo asintió nerviosamente y las mejillas de Tiezé se pusieron rojas mientras se movía, suficientemente cerca de él para sentir levemente algo de vergüenza. Mirando hacia la pared de en frente, su voz brotó como un susurro.

—Eugeo-senpai, intenté pensar tan profundo como pude anoche. Acerca de porque el espadachín en entrenamiento de Elite Zizek-dono hizo esas cosas horribles a Frenica, como pudo hacer esas cosas sin sentir odio o resentimiento por ella… Kirito-senpai dijo que los nobles deben mantener su orgullo. Pero… En realidad lo sabía. Que hay algunos entre los nobles de clase alta que, em… juegan con las mujeres para satisfacer sus propios deseos…

Tiezé repentinamente levantó la cara y miró a Eugeo con esos ojos que recordaban un bosque de otoño, húmedo después de un largo período de lluvia.

—… Estoy asustada. Creo que lograré acceder a la familia Shtolienen no mucho después de graduarme de la academia, y terminaré aceptando un novio de una familia noble de la misma categoría o una superior… ¿Qué sucedería si mi esposo resulta ser alguien como Zizek- dono…? Cuando pienso en lo que pasaría si resulta ser el tipo de persona sin orgullo y la indiferencia amenaza a otros a su alrededor… tengo… tanto miedo que yo…

Eugeo contuvo el aliento y volvió a mirar a los ojos nublados de Tiezé.

Era consciente de los sentimientos de Tiezé pero al mismo tiempo, esas palabras no podían dejar de llamar la atención sobre la diferencia de estatus social entre la muchacha y él mismo. En comparación con Tiezé Shtolienen, la mayor de las hijas de una espléndida nominativa de sexta clase noble familia, Eugeo era un hijo de campesinos sin un apellido, sin mencionar que era el tercer hijo.

En una pequeña, remota villa como Ruild, ya que había un límite a la cosecha de la tierra fértil, no podían aumentar su número infinitamente. El que tenía éxito con la casa y los campos casi siempre, sin excepción, era el hijo mayor, con el segundo hijo, el tercer hijo y así sucesivamente, a pesar de que dependía de su Tarea Sagrada, ni siquiera se le permitía casarse, suelen envejecer sin pareja. Si no hubiera conocido a Kirito, Eugeo habría gastado toda su vida blandiendo un hacha todos los días en «la tarea de cortar el Gigas Cedar». Justo como su predecesor, el anciano, Garita.

Vivía mezclándose con muchos nobles en Centoria central en este mismo momento, pero él no sabía lo que iba a pasar un año más tarde si no lograba convertirse en el espadachín representante de la academia. No sería nada si no ganara el empleo de Caballero de la Orden Imperial o la guardia de escuadron de alguna gran ciudad, por otro lado, sólo podía volver a Rulid y trabajar junto a sus hermanos mayores. Por lo menos, era cierto que él no tenía absolutamente ninguna posibilidad de heredar una familia noble.

Por eso, cuando Tiezé se aferró a su brazo derecho mientras él se quedaba en silencio, fue lo suficientemente sorprendente para tomar aliento.

—Eh… ¡Tiezé…!

La chica que nació de una sexta generación de familia de clase noble miró a los ojos muy abiertos de Eugeo de cerca. Desde el uniforme gris soltaba un ligero olor que le recordó a una de las hojas solbe.

—Eugeo-senpai… yo, em… tengo una petición que hacerle. Definitivamente tienes que representar a la academia, ganar el torneo de espadachines y participar en el Torneo Unidad de los Cuatro Imperios.

—E-Esa… por supuesto, es mi meta, pero…

—Em… bueno…

Tiezé se quedó sin palabras por un instante, pero continuó con el rostro tan rojo como su cabello.

—Y-Yo oí que si obtienes un buen lugar en el Torneo de la Unidad, serás introducido en la vida aristócrata, como Azurika-sensei del dormitorio de Em, entonces… realmente no debería decir esto, pero… si no te vuelves un Integrity Knight, por favor… conviértete en mi… mi…

Cualquier otra palabra parecía haberse perdido antes de que fueran expresadas, Tiezé se estremeció y bajo la cabeza; Eugeo bajó la mirada hacia esa pequeña cabeza.

Fue sólo entonces cuando comprendió lo que Tiezé estaba diciendo, a pesar de que le tomó un poco de tiempo. Tragando saliva, una pequeña voz resonó en su cabeza.

“Estoy apuntando al Torneo de la Unidad para convertirme en un Integrity Knight y encontrarme con Alice una vez más, esa es la única razón…”

Sin embargo, él no podía decirle eso a Tiezé. Incluso si termina siendo una mentira, él sentía que no estaba bien dejar a un lado el deseo sincero de una chica de dieciséis años, que probablemente estaba asustada por su futuro incierto, por primera vez en su vida… por no mencionar que es su propia valet en entrenamiento.

Levantando su mano izquierda, Eugeo torpemente acarició la cabeza de Tiezé mientras hablaba.

—Sí… Entiendo. Definitivamente te vendré a buscar después de que termine el torneo.

Los hombros de Tiezé temblaban descontroladamente al escuchar eso y ella tímidamente levantó la cara antes de tiempo.

Una sonrisa, semejante a un capullo de flor en primavera, apareció en sus mejillas que brillaban con lágrimas y Tiezé movió sus modestos labios.

— Lo haré. Me volveré más fuerte también. Lo suficientemente fuerte para ser como Eugeo-senpai… para poder decir esas cosas apropiadas que hay que decir.