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Volumen 11: Alicization Turning

Capítulo 5: El Sello del Ojo Derecho

Parte 2

Se preparó para cualquier tipo de molestia que pudiera venir, pero aún después de que varios días hubieran pasado desde ese repentino duelo, él no había oído ni una cosa de Raios y compañía.

Humbert solamente le daba miradas de odio cuando pasaban cerca en el dormitorio de espadachines en entrenamiento o en el edificio central de la escuela, sin siquiera una palabra de resentimiento. Le dijo a Kirito del incidente de la arena solo por si acaso y le advirtió que estuviera alerta, pero parecía que absolutamente nada había pasado en su lado tampoco.

—Se siente un poco extraño… no creí que ellos fueran de los que se quedan calmados con simplemente recibir un empate en un duelo. Raios también dijo algo que sonaba como una amenaza.

Apoyándose en el viejo sofá de tela, Eugeo inclinó su cabeza y Kirito, sentado en el lado opuesto, empezó a hablar mientras levantaba una copa de cerámica.

—No creo que haya alguna oportunidad de que cambien sus personajes tampoco. Pero pensando en eso, es muy difícil hacer algo indecente en este dormitorio.

Dirigió el té de kohiru sin leche a su boca y lo bebió contentamente.

Eran las 9:30 pm, con la tempestuosa semana que había pasado, y el descanso a solamente un día. Ellos deberían estar durmiendo sin soñar en sus respectivos cuartos a esta hora entre semana, habiendo establecido sus prácticas diarias, comidas y baños, pero esta noche en particular cada semana estaba reservada para que ellos platicaran de varias cosas en la sala compartida mientras bebían té.

Eugeo agarró su copa y tomó un sorbo del líquido hirviente negro como el carbón, su cara frunció el ceño involuntariamente. Su compañero era aficionado de ese té en polvo que solo estaba disponible en el sur del imperio y definitivamente lo prepararía cuando estuviera a cargo del té, pero Eugeo lo encontraba un tanto amargo para él. Le puso mucha leche del pequeño traste y lo agitó con una cuchara para el té mientras proponía regresar al tema con su mirada antes de que Kirito hiciera una pregunta inesperada.

—Es verdad… solo por ejemplo, ¿qué tipo de bromas hacías cuando estabas en la escuela durante tu niñez en Rulid?

Después de tomar un buen tanto del té de kohiru que había perdido su amargura, dejando atrás solo un curioso aroma, Eugeo perdió la tensión en sus hombros y contestó.

—Yo fui principalmente al que le jugaron esas bromas, sin embargo. Mira, lo recuerdas, ¿o no?, Kirito, el capitán de la guardia Jink, quien me retó a un duelo durante las festividades antes del viaje. Él me molestaba un poco… escondiendo mis zapatos en algún lugar, poniendo esos molestos insectos en mi mochila para la comida o burlándose cuando estaba junto a Alice.

—Jajaja, creo que los niños hacen lo mismo sin importar el mundo que sea… Pero no te empezó a golpear o algo así, ¿verdad?

—Es obvio.

Eugeo respondió con sus ojos bien abiertos.

—No hay forma en que pudiera hacer eso. Después de todo…

—Está estrictamente prohibido por el Taboo Index. «A menos de que otra cláusula aplique, no se debe reducir intencionalmente la vida de otra persona»… Pero espera, ¿no hay ningún problema con que escondan tus zapatos? Robar también es un gran tabú, ¿verdad?

—Robar es hacer que las posesiones de otras personas sean tuyos sin su permiso. Las palabras sagradas en la «ventana de Stacia» que prueba quién es el dueño solamente transferirá la posesión 24 horas después de que el objeto es mantenido en mano o dejado en casa. Es por eso que incluso si era un objeto transferido con consentimiento mutuo, puede ser regresado en cualquier momento dentro de ese día y para aquellos tomados sin permiso, la prueba de posesión no desaparecerá si es dejado en otro lugar que no sea una casa, así que no sería robo… No te las arreglaste para olvidar una regla tan básica como esta, ¿o sí?

Eugeo miró intensamente a la cara de Kirito, que era un «Niño de vector perdido» y su compañero se rio avergonzadamente mientras desarreglaba su pelo negro.

—Eso es verdad, así es como es. Es obvio que no la olvidé, por supuesto… espera, ¿qué? ¿Entonces qué hay de eso? ¿no significaría esto que Bercouli estaba violando la ley cuando intentaba tomar la espada de rosa azul del nido del dragón blanco en esa historia vieja?

—Pero mira, el dragón no es un humano.

—Ya veo…

—Regresando al tema, las bromas que involucran esconder objetos no son violaciones, pero esos que son dejados en el exterior que no le pertenecen a ninguna persona en particular empezarían a perder su vida después de un rato, así que si no son regresados para entonces, se volvería «daño en contra de las posesiones de otras personas». Gracias a eso, mis zapatos fueron regresados en la tarde, sin importar qué tan tarde fuera… pero, ¿cómo está eso relacionado a como Raios y compañía se empezaron a comportar?

Después de que Eugeo movió su cabeza al lado, Kirito parpadeó como si se hubiera olvidado de que él fue quien sacó el tema y dijo,

—E-eso es verdad. Erm, esta academia tiene una ridícula lista larga de reglas además del Taboo Index. Y dentro de ellas, incluso hay una cláusula que establece que «no debes entrar a los cuartos personales de otros estudiantes o del personal sin permiso». En otras palabras, Raios y Humbert no pueden entrar a este cuarto y todas nuestras pertenencias son guardadas en esta habitación. Pero es una historia diferente si nosotros dejáramos algo importante en un lugar público sin precaución…

Paró por un momento por alguna razón desconocida, pero Kirito pronto continuó la explicación.

—…Y por supuesto, no hemos hecho eso. Por eso, Raios y su compañero no le pueden hacer nada a nuestra propiedad en primer lugar, como cuando Jin-kun molestaba a ese pequeño niño indefenso, Eugeo, en la villa Rulid.

—No necesitabas ese ‘indefenso’. Hmm… Ya veo. No había pensado en eso hasta ahora, pero es verdad que no hay nada que hacer más que insultar a los demás en este dormitorio, huh.

—Y esos insultos se vuelven un acto irrespetuoso que garantiza la «autoridad de castigo» si se cruza cierta línea.

Añadiendo eso, Kirito sonrió.

La autoridad de castigo se refiere a una autoridad concedida solamente a la élite de los espadachines en entrenamiento a través de una de las reglas de la academia que les permite prácticamente actuar en lugar de instructores. En caso de actos irrespetuosos o imprudencias que estén al borde de romper las reglas o que no se les pueda hacer de la vista gorda, los espadachines en entrenamiento pueden usar su propio juicio para dar un castigo justo de acuerdo a la severidad del acto. El caso donde Kirito, que él mismo señaló, hizo una marca larga de tierra en el uniforme del anterior mejor espadachín en entrenamiento, Uolo Levanteinn, y fue ordenado a participar en un duelo de primer golpe como castigo estaba todavía fresco en su mente.

La autoridad de castigo para los espadachines en entrenamiento era básicamente para guiar a los novatos y a los aprendices avanzados, pero no decía nada de que estuviera restringida a los aprendices en las reglas de la academia. En otras palabras, un espadachín en entrenamiento imponiéndole un castigo a otro era teoréticamente posible y esa era la razón por la que las molestias e insultos de Raios y Humbert se habías reducido un poco comparados a los del año pasado.

Kirito había vaciado su copa, así que Eugeo lo llenó de nuevo y su compañero puso un poco de leche antes de beberlo lentamente. Se veía como si todavía estuviera pensando mientras giraba habilidosamente la cuchara de plata en sus dedos, pero asintió una vez y habló al poco tiempo.

—Si no pueden meterse con nuestras cosas, ellos solamente pueden ir contra nosotros. En ese caso, el camino rápido y fácil sería retarnos a un duelo de primer golpe gana y conectar una estocada, pero ya intentaron eso contigo, Eugeo, y terminó con un empate. Aparte de eso,  oh cierto, si pienso en eso… ellos solo podrían sobornarme con dinero para que me aleje de Eugeo, eso creo.

—Eh…

Eugeo, que automáticamente sacó una voz de abandono, se puso nervioso para cerrar su boca, pero Kirito sonrió y habló pomposamente.

—No te preocupes, amigo. No te dejaré de lado así nada más.

—¡No me estaba preocupando de eso!… Pero dejando el dinero de lado, ¿qué pasaría si ellos fueran a apilar esos bollos de carne especial de la tienda de Gottlo?

—Eso debería hacer el truco.

Después de asentir con un rostro sin expresión, hacia lo que Eugeo resaltó, se rio enérgicamente.

—Bueno hablando en serio, no creo que haya mucho por lo que preocuparse más que de que se metan con nuestras cosas o directamente con nosotros.

Pero entonces, la expresión de Kirito se tensó y continuo con una voz seria.

—Pero si lo piensas bien, no sería como que ellos salieran con algo mientras no esté en el Index Taboo o en las reglas de la academia. No creo que ellos tengan ni la mínima intención de ceder sus lugares como los dos mejores, después de todo… Eugeo, ¿tienes en mente algo que se nos haya olvidado?

—Si, lo tengo. No queda ni un mes para la primera ronda oficial, Hay que tener eso en mente para que podamos pelear contra ellos en nuestra mejor condición.

—Si… dicho esto, a lo mejor es un plan para preocuparnos si nos molestaban, huh. No perdamos la compostura y hay que mantenernos frescos.

Ante esas extrañas palabras que dijo Kirito mientras vaciaba su copa, Eugeo parpadeó sorprendido.

—¿Qué es lo que dijiste? ¿M…Ma…?

Cuando respondió preguntando, su compañero dejó que sus ojos se dilataran por alguna razón antes de limpiar su garganta tosiendo y habló.

—Eso era, pues, el primer punto esencial del Aincrad Style. Significa algo como, hay que mantenernos calmados y seguir. Aunque también puede ser usado como despedida… entonces te veo después, algo como eso.

—Heh. Lo tengo, lo recordaré. Ma… mantenernos frescos.

Esas palabras que él pensaba que estaban en la lengua sagrada como los movimientos secretos lo estaban por supuesto, nuevas a sus oídos, pero que se sentían inusualmente familiares cuando las decía en voz alta. Después de repetirlas numerosas veces susurrando, Kirito juntó sus manos en un aplauso con una expresión de vergüenza por algún motivo.

—Bueno ahora, la campana de las diez en punto sonará pronto, así que terminemos por hoy. También, con respecto a mañana, Eugeo-kun, hay un insignificante asunto que tengo que atender…

—De ninguna manera, Kirito. No hay forma de que te deje escapar, especialmente este vez.

Mientras ordenaba sus utensilios del té, le dio a su compañero un regaño rápido.

Había planes para el día de descanso de mañana para salir—aunque dicho esto, el lugar era el bosque dentro de las premisas de la academia—que incluía una sesión en parejas con sus ayudantes aprendices, Tiezé y Ronye. Habiendo predicho que Kirito saldría con alguna clase de excusa para escapar de esto cuando fue invitado, Eugeo le dijo con un suspiro.

—Mira, un mes ha pasado desde que nos volvimos los mentores de Tiezé y Ronye. Fuiste tratado gentilmente por Sortiliena-senpai a quien le serviste de ayudante el año pasado también, ¿verdad?

—Fuera del tiempo de práctica de espadas, eso es… me trae esos recuerdos, me pregunto si a ella le está yendo bien…

—No cambies el tema. Te estoy diciendo que ahora es tu turno de ser un buen mentor. Entiende esto, ellas dos vendrán mañana a las nueve de la mañana, así que, ¡prepárate antes de eso!

Cuando Eugeo señaló a Kirito con su dedo índice, Kirito respondió con un “Sí” arrastrado y se levantó del sillón. Los dos llevaron los utensilios del té al lavabo instalado al final de la sala y Kirito los lavó mientras que Eugeo los secaba justo después. Él usaba agua sacada de un pozo en Rulis y en Zakkaria, pero una tubería de metal que suministraba agua limpiamente solamente girando la llave estaba presente en la mayoría de los edificios en Centoria. Él pensó que era un instrumento sagrado por seguro, como la «campana que dice el tiempo», la primera vez que la vio, pero en realidad estaba presurizada usando las artes sagradas del elemento aéreo en múltiples pozos gigantes en cada distrito, empujando el agua por incontables tuberías.

Como resultado, el agua que salía del grifo estaba siempre fresca, sin ninguna necesidad de estar preocupados de la deterioración de la vida, como cuando extraes el agua. Qué felices estarían los niños que fueron hechos para sacar agua cada mañana si Rulid tuviera también estas estructuras—terminaba el lavado mientras pensaba en esas cosas, él alineó la variedad de las ahora limpias copas en el estante.

Tomando agua directamente del grifo al final, Kirito se secó su boca antes de dejar escapar un gran bostezo.

—Bueno entonces, por favor despiértame mañana a las 8 en punto. Buenas noches, Eugeo.

—A las 8 es muy tarde, ¡lo haré a las 7:30! Buenas noches, Kirito.

Intercambiando frases de despedida, añadió lo que repentinamente le vino a la mente.

—Mantente fresco.

Después de hacerlo, su compañero que se estaba dirigiendo a su propio cuarto miró sobre su hombro y habló con una sonrisa tímida.

—Puede utilizarse en despedidas, pero no es algo que usarías antes de dormir cada noche, en serio. Úsalo solamente si lo consideras realmente una despedida.

—Hmm, complicado, ¿o no? Entendido… entonces, te veo mañana.

—Sí, hasta mañana.

Ligeramente agitando su mano derecha, Kirito se metió al cuarto del lado norte, antes de que Eugeo apagara las luces y abriera la puerta del lado contrario.

El cuarto con tanto espacio como cerca de la mitad de esos cuartos en los que ponían a diez personas en el dormitorio de los novatos estaba bien limpiado por su ayudante, Tiezé así que no había ni una pizca de tierra. Cambiando su ropa por su pijama, se aventó a su suave cama.

Junto con la somnolencia que aparecía en seguida, de alguna manera, podía escuchar débilmente una única parte de la conversación de antes en sus oídos.

—Pero si fueras a cambiar eso, no sería raro que vinieran con cualquier cosa mientras no esté en el Index Taboo o las reglas de la academia.

Esas fueron las palabras que Kirito dijo respecto a Raios y a Humbert. Asintió en aquel entones, pero aun así, era algo difícil de comprender de repente para alguien como Eugeo.

En el transcurso para llegar aquí desde la época en que era pequeño, había una considerada cantidad de veces en las que Eugeo buscó una escapatoria también, aun si fueran las leyes de la villa Rulis, las reglas del escuadrón de guardia de Zakkaria o las reglas de la academia de la maestría de la espada. Sin embargo, las veces que pensó en retar la ley más inminente en el mundo humano, el Index Taboo, eran cero—no, hubo una vez.

Esa única vez fue hace 8 años, cuando el Integrity Knight de la iglesia Axiom llegó a la villa para llevarse a Alice. Eugeo pensó en golpear al caballero con el hacha de hueso de dragón sostenida en sus dos manos para salvar a Alice, pero en realidad, no dio ni un paso. Incluso ahora, si recuerda ese instante, sentía una punzada profunda en su ojo derecho por alguna razón.

Por supuesto, él no tenía ni un fragmento de oposición contras los Integrity Knights o a la iglesia ahora. Ese caballero se llevó a Alice de acuerdo a la ley, así que él ganaría el derecho de pasar las puertas de la iglesia por los medios adecuados y se reuniría con Alice. Fue por ese motivo que Eugeo dejó la villa y sobrepasó muchas dificultades para volverse un espadachín de elite en entrenamiento de la academia.

Sin embargo, como había dicho Kirito, si Raios y Humbert estaban pensando que—cualquier cosa está bien mientras no se mencione en el Index Taboo al final, ¿estaban ellos cumpliendo involuntariamente con la ley absoluta que fue establecida al principio del mundo de acuerdo a la iglesia Axiom? ¿Sienten que el Index Taboo es un estorbo en sus mentes…?

Incluso si eran Raios y su compañero, eso no debería pasar. Hasta dudar del Index Taboo era imperdonable, era la verdad solemne que incluso el emperador debía respetar, era la ley suprema.

Eugeo miró al cielo teñido de azul por la pálida luz de la luna mientras mordía sus labios ligeramente. Si ese pensamiento estaba permitido, ¿qué estaba protegiendo y por qué lo estaba haciendo? Mirando sin siquiera dar un solo paso cuando el Integrity Knight se llevó a Alice aquel día, haciendo nada más que cortar el Gigas Cedar por más de seis años después de eso de acuerdo a la ley.

El centro de su ojo derecho vibró un poco con una sensación de picazón. Eugeo forzó sus párpados hacia abajo, expulsó sus desorganizados pensamientos y su cuerpo se sumergió en las profundidades de un sueño distinto.

Una alta valla de metal rodeaba los terrenos de la Academia de Maestría de la Espada y un denso bosque hacía cerca del 30 % de ellos. Las ramas de los árboles viejos, con musgo de color dorado creciendo en ellas, y el sol que se filtraba a través de los árboles que se balanceaban, manchando la verde maleza, le recordaba del bosque por su casa, pero como Centoria Central estaba muy hacia el sur de Rulid, había toda una abundancia de pequeños animales viviendo ahí. Algunos que no habían puesto sus miradas en la región norte, como los zorros excesivamente pequeños o largas y delgadas serpientes de un tono turquesa, disfrutando del sol por todas partes y llamando su atención a pesar de que hubiera pasado más de un año desde que vino.

—Eugeo-senpai, ¿está escuchando?

Al oir esa voz de al lado de repente, Eugeo se volteó confundido.

—Lo siento, lo siento. Estoy escuchando… así que, ¿qué era?

—No estaba escuchando, ¿¡verdad!?

La chica que agitó su cabello, del color de las manzanas, mientras protestaba era la que le servía como ayudante a Eugeo, Tiezé Shtolienen. Evitando sus ojos que estaban de un tono como el de su cabello, él intentó pensar en una excusa.

—Bu-Bueno, el bosque está tan hermoso que yo solamente… también hay animales raros alrededor…

—¿Raros?

Tiezé siguió la vista de Eugeo y encogió sus hombros en desinterés.

—Eeh, solamente es un zorro kintobi, ¿o no? Hay muchos de esos hasta en los árboles en crecimiento por los distritos.

—Heh… Eso me recuerda, naciste en el centro, huh, Tiezé. ¿Está cerca tu casa?

—Mi casa está en el 8° distrito, así que está un poco lejos de la academia que está en el 5° distrito.

—Ya veo… nn, ¿eh?

Eugeo se volteó para volver a ver a Tiezé que estaba caminando a su lado. Incluso el uniforme de los aprendices novatos que él vistió y pensó que era un poco de mal gusto el año pasado se veía extrañamente refinado cuando era usado por una mujer. Eso era de esperarse; si Tiezé no fuera una estudiante de la misma academia, no sería alguien a quien Eugeo siquiera pudiera esperar a hablar, como el hijo de campesinos.

—Entonces, Tiezé, naciste siendo noble, ¿verdad?

Pensé haber escuchado que las residencias para las familias nobles estaban reunidas en el 3° y 4° distrito…

Cuando preguntó con humildad, la cabeza de Tiezé fue bajada como si estuviera avergonzada y asintió antes de agitar su cabeza incontables veces.

—Mi padre es un aristócrata de sexta clase por lo menos… pero estando en los menores rangos de la nobleza es bueno también. Vivir en las calles residenciales cerca de la administración del imperio solamente es para familias nobles de cuarta clase y superiores y hay varios límites en los derechos que tienen las clases cinco y seis. Mi padre tiene el hábito de decir ‘es más relajado ser un plebeyo, ser capaz de hablar cuanto quieran sin temer a los nobles de mayor categoría con la autoridad de juzgar’…ah, l-lo siento, yo solamente…

Aparentemente pensando que le habló de manera irrespetuosa a Eugeo, quien era de ascendencia plebeya, Tiezé se inclinó mientras caminaba.

—No te preocupes. En lugar de eso… acerca de la autoridad para juzgar, ¿acaso no la tenían todos los nobles?

Mientras recordaba el texto de la ley fundamental del imperio que estudió el año pasado, Eugeo preguntó e inmediatamente obtuvo un fuerte “¡Por supuesto que no!” como respuesta.

—La autoridad para juzgar solo es otorgada a la cuarta clase y a las superiores, con los aristócratas que son de quinta clase y menores volviéndose el tema de esos juicios de la clase superior por el otro lado. Mi padre trabaja como secretario de la administración, pero parece que hay muchos aristócratas de entre la quinta y sexta clase trabajando en el castillo imperial o en oficinas públicas que son sentenciados por ofender a los nobles de mayor clase… Dicho eso, son cosa de adultos, así que parece no ser principalmente físico, pero si reducción del salario y así.

—Y-Ya veo… debe ser problemático ahí también, huh, en el mundo de los nobles…

Mirando a Eugeo que tenía sus ojos bien abiertos, la aprendiz novata pelirroja habló rápidamente con un ligero sonrojo en sus mejillas por algún motivo.

—Co-Como dije… alguien como yo, la hija de un aristócrata de sexta clase, es solo nobleza en el nombre; nuestros estilos de vida no son muy diferentes de los de los plebeyos.

—Hmm…

Mientras sacaba una respuesta vaga que no estaba ni a favor ni en contra, Eugeo reflexionó sobre la estructura del imperio una vez más.

La «ley fundamental del imperio» difundida por la administración del imperio establecida por el sistema social del imperio del norte Norlangarth. Dicho esto, como todo crimen y sus respectivos castigos fueron cubiertos por la ley superior, el Index Taboo, la ley fundamental del imperio estaba hecha de convenios que conciernen al sistema de clases de masa. Para decirlo de otra forma, los derechos de los nobles y los derechos de los plebeyos.

Durante el periodo en el que era un aprendiz novato, hubo una vez cuando el viejo maestro a cargo de enseñar lengua (las únicas otras clases son las «Artes sagradas» e «Historia») le preguntó un cierto estudiante de cabello oscuro. Maestro, ¿por qué hay nobles y plebeyos en el imperio?

El maestro que era un noble de clase baja estuvo sin palabras por un momento, antes de contestar en un tono serio.

—De acuerdo a las profecías anunciadas por la iglesia Axiom desde tiempos antiguos, el ejército oscuro invadirá con fuerza de los cuatro caminos de la sierra en el borde… «La cueva del norte», «El pasillo del oeste», «El corredor del sur» y «El portal del este» algún día. Para erradicar esos viles demi-humanos, todos aquellos que tienen las tareas sagradas de ser caballeros o guardias imperiales de los cuatro imperios tendrán que pelear como la «Armada del mundo humano». Para situarse en la cabeza de esta armada como sus comandantes cuando llegue el momento, los nobles deben de pulir su habilidad con la espada, estudiar las artes y moderar su mente y cuerpo.

Escuchando eso, Eugeo sintió honestamente admiración, a pesar de sentir algo incomprensible.

Dos años atrás, junto con Kirito, Eugeo peleó con un grupo de duendes que invadieron la «Cueva del Norte» desde la tierra de la oscuridad que el anciano maestro mencionó. Desafortunadamente, cayó inconsciente a causa de un ataque del jefe duende a mitad de la batalla, pero las horripilantes apariencias de los demi-humanos y sus salvajes y gruesas voces estaban aún frescas en su memoria. Después de una discusión con Kirito, decidieron no hablar ni una sola palabra en la academia acerca de esa batalla, pero si la historia fuera a ser contada a detalle, probablemente haría que la mitad de las mujeres estudiantes se desmayaran.

Por supuesto, incluso Eugeo no quería experimentar eso otra vez. Aunque, él estaba genuinamente impresionado por los nobles que pelearían contra esos espantosos duendes, así como también a los orcos que se dice que son aún más pesados y feroces que ellos, en el frente de batalla.

Pero por el otro lado. Más de trescientos ochenta años ya han pasado desde que el Dios de la Creación Stacia le dio vida al mundo humano. En ese tiempo, la armada de la oscuridad nunca invadió con éxito en grandes números ni una sola vez. En otras palabras, los cuatro imperios, especialmente esos de las clases más altas de la nobleza, han estado exentos de su trabajo manual diario, viviendo en lugares espaciosos y ejerciendo la autoridad de juzgar a las clases menores de nobles, todo en preparación contra un enemigo que ni siquiera han visto por si mismos— sin siquiera saber cuándo llegarán…

Como si pudiera ver lo que estaba en el corazón de Eugeo, Tiezé dio un leve suspiro mientras caminaba a su lado y habló.

—…Por lo tanto, mi padre quería para el hijo mayor que fuera conferido con nobleza de cuarta clase, lo que podría garantizar inmunidad contra el juicio por lo menos, antes de suceder a la familia; es por eso que fui enlistada en la academia. Si fuera escogida como la representante de la academia y tuviera un buen lugar en el torneo de espadachines del imperio, no sería una meta imposible… bueno, para mí que obtuve el puesto once en los puntajes de examinación de entrada, es probablemente un sueño imposible sin importar lo duro que lo intente.

Eugeo sintió a la joven chica que sacó su lengua por un instante y sonrió para brillar muy radiantemente y entrecerró ligeramente sus ojos.

Comparada a él, que entró en la academia por la razón personal de reunirse con su amiga de la infancia que fue arrebatada por la iglesia en el pasado, él pensó que la postura de Tiezé de aprender a ser espadachín por el bien de mejorar el honor de la familia era la autoestima propia de los nobles.

—No… Tiezé, eres genial. Para complacer a tu padre, trabajaste duro y quedaste en los mejores doce siendo una nueva estudiante.

En el momento en que Eugeo dijo eso seriamente, inmediatamente después una respuesta aguda lo siguió.

—¡D-De ninguna manera!… Solamente tuve suerte porque el tema de las artes a realizar era el estilo en el que soy buena. Solo estoy en este estándar después de aprender a usar la espada de mi padre desde que tuve tres años, así que tú eres mucho más sorprendente, Eugeo- senpai. A pesar de lo difícil que es obtener una recomendación del escuadrón de guardia, tú fácilmente lo lograste e incluso estuviste en el quinto lugar entre la élite de los espadachines en entrenamiento. Creo que es realmente un honor ser escogida para servirte como tu ayudante, Eugeo-senpai.

—N-No, eso…

Eugeo se dio cuenta de que su postura, inclinando la cabeza hacia abajo y agitando su pelo con su mano derecha, era exactamente la misma que hacía Kirito, quien debería estar siguiéndolos detrás, y se apresuró a bajar su mano.

Tiezé dijo que fue “un honor”, pero en verdad, la única razón por la que la chica se volvió la ayudante de Eugeo y Ronye la de Kirito, era para decirlo amablemente, por la guía de Dios, Stacia, o para decirlo claramente, una coincidencia.

Los ayudantes fueron seleccionados usando un sistema en donde los doce estudiantes que se volvieron la nueva élite de los espadachines en entrenamiento escogían uno, sus turnos se basaban en sus rangos, entre los mejores doce nuevos estudiantes. En otras palabras, este año, primero debería ser el mejor, Raios, escogiendo a uno, luego el segundo mejor, Humbert escogiendo a otro, mientras que Eugeo y Kirito deberían ser quinto y sexto en elegir. Sin embargo, después de discutirlo con su compañero, ambos decidieron cambiar sus turnos a los últimos. Para hacer a los estudiantes que no fueran seleccionados por los otros diez sus ayudantes.

Como resultado, las dos etiquetas de madera entregadas a Eugeo y Kirito tenían los nombres de Tiezé y Ronye. Estaban sin palabras cuando se enteraron de que eran mujeres— Kirito tenía incluso una expresión complicada— pero aun así, Eugeo creyó que era algo bueno. Después de todo, la injusta razón por la que los otros diez no escogieron a Tiezé y a Rony fue porque las chicas eran las únicas nacidas en familias de nobles de sexta clase entre los doce.

Tiezé y Ronye obviamente no sabían los hechos tras la reunión de selección y no había necesidad de informales. Eugeo pensó que fue la suerte lo que las hizo convertirse en sus ayudantes y Kirito definitivamente… probablemente pensaba lo mismo.

Y así, después de que tosió una vez, Eugeo cambió el tema a sus propias experiencias.

—…Las examinaciones de entrada no era para nada relajantes ni siquiera en mi caso; en realidad, estaba realmente nervioso. Solo me las arreglé para pasar y convertirme en un espadachín en entrenamiento este año así, en parte gracias a que Kirito me enseñó varias cosas…

Después de decir eso, Tiezé abrió sus ojos, con el color de las hojas teñidas en el rojo de otoño, y gritó.

—¿¡Eeh!? ¿Entonces Kirito-senpai es más fuerte que Eugeo-senpai?

—…Duele reconocerlo si lo preguntas así…

Mientras Tiezé reía alegremente, él miró hacia atrás. Le dio interés sobre si su compañero había estado tratando bien a su ayudante, pero pudo oír partes de la conversación de Kirito que eran dichas en un tono sorpresivamente tranquilo.

—…Y por eso, creo que solo hay dos formas en las que tienes que estar preparada, en contra de un corte desde la postura de mayor nivel en el alto estilo Norkia antes de que ocurra. Ya sea vertical desde arriba o diagonal desde arriba- derecha… cualquier otra dirección necesitará otro paso, así que tienes el tiempo para recibirlo incluso después de verlo. En cuanto a cómo decir si es vertical desde arriba o diagonal desde arriba-derecha…

—Bueno, dejando de lado los contenidos, Ronye parece estar escuchando con entusiasmo también.

Volviendo de nuevo a la parte delantera con una sonrisa torcida, un pensamiento de repente vino a Eugeo.

El objetivo de Eugeo para estudiar la espada era para encontrase con Alice otra vez, mientras Tiezé y Ronye probablemente lo hicieron por elevar el honor de su familia. Y Kirito había dicho que su objetivo era el mismo que Eugeo siempre que se le había preguntado.

Por supuesto, él no tenía ninguna intención de poner en duda su amistad, pero había un presentimiento que tenía a veces. Que Kirito no practicaba espada en aras de alcanzar algo, sino que su objetivo podría ser para dominar la forma de la espada en sí. Esa parte parecía estrechamente vinculada entre el humano, Kirito, y el tipo de manejo de la espada, el Aincrad Style. Prácticamente se podía creer que los dos eran la misma existencia.

Hasta ahora, Eugeo sólo había dado pensamiento propio de Raios y Humbert como sus rivales para los partidos oficiales llevados a cabo en el mes que viene. Sin embargo, pensando en ello, en función de cómo vayan los partidos, sería perfectamente posible que no sean esos dos, sino su compañero y mentor, Kirito.

Por supuesto, no tenía fe en ganar. Pero antes de eso, no podía ni siquiera imaginar una situación en la que tendría que cruzar espadas con Kirito seriamente. Pero qué tipo de resolución requeriría para sostener la espada y utilizar sus habilidades…

—Ah, ese borde del estanque servirá ¿no?

Tiezé de repente extendió su mano derecha hacia el frente, arrastrando a Eugeo fuera de sus reflexiones. Siguiendo hacia donde el dedo blanco y delgado señaló, vio la orilla de un hermoso estanque, con una densa, corta maleza que creciendo en ella, sin duda era perfecto para tener un picnic.

—Sí, ese lugar se ve bien. ¡Hey, Kirito, Ronye! ¡Vamos a almorzar en ese borde del estanque!

Cuando Eugeo dio la vuelta y gritó, la siempre despreocupada sonrisa apareció en su mejor amigo, que levanto la mano levemente.

Tendiendo la gran sábana que trajeron encima de la hierba, los cuatro se sentaron en círculo.

—Aah… tengo hambre…

Kirito hizo el gesto exagerado de presionar hacia abajo alrededor de su estómago y las dos chicas se rieron mientras abrían las cestas de mimbre que trajeron consigo, comenzando rápidamente los arreglos de comida.

—Em, nosotras fuimos las que lo hicieron, así que espero que se ajuste a sus gustos…

Casi nada de su tensión habitual se podía sentir proveniente del principiante aprendiz Ronye Arabel cuando añadió eso avergonzadamente mientras ponía los platos. Si la muchacha llegara a entender que el completamente vestido de negro espadachín de elite en formación no era tan hosco mientras esperaba ansiosa la salida de hoy, sin duda no pasaría mucho tiempo antes de que se acostumbrara a su mentor.

Un menú de lujo se envasó en las impresionantes cestas de mimbre, incluyendo cortes de carne y pescado, así como queso entre pan blanco, pollo frito cubierto con especias y un pastel lleno de un montón de frutos secos y bayas.

Tiezé comprobó la vida de todos los platos mientras Ronye dijo las oraciones antes de las comidas y todos recitaron la escritura: “Avi Admina”, con Kirito siendo el primero en empezar a comer inmediatamente después de eso. Lanzando un gran trozo de carne frita en su boca, masticó un momento con los ojos cerrados antes de hablar con los gestos de un profesor.

—Ciertamente, es delicioso. El sabor no es en absoluto inferior a la comida de El Salto del Venado, Ronye-kun, Tiezé-kun.

—Wah, ¿de verdad?

Las dos chicas gritaron con el rostro resplandeciente, se miraron y se echaron a reír alegremente. Eugeo sin miedo comió también un poco a pescado y hiervas ahumado entre las rebanadas finas de pan.

A diferencia del bento que Alice le entregaba a él todos los días hace mucho tiempo cuando balanceaba el hacha solo en el bosque, el pan tenía el sabor de la ciudad con un montón de mantequilla blanca para untar en él. No estaba acostumbrado a la cocina exquisita de clase alta cuando acaba de llegar a la central, pero honestamente podría considerarla deliciosa ahora. Mientras reflexionaba sobre si eso significaba que se estaba acostumbrando a ella, Eugeo asintió a Tiezé también.

—Sí, es muy bueno. ¿Pero no fue difícil reunir esta cantidad de ingredientes?

—Ah… bueno, en realidad…

Tiezé se giró hacia ella una vez más y Ronye respondió humildemente.

—Como ustedes saben, los alumnos novatos no pueden salir, excepto en días de descanso, por lo que le pedimos a Kirito-senpai y él nos ayudó a comprar en el bazar central de después de la escuela ayer. Eugeo-senpai estaba ausente en la biblioteca, así que…

—Eh, ya… ya veo, así que eso es lo que pasó.

Atónito, miró a Kirito que estaba dedicando todo su tiempo a devorar la comida.

—Yo hubiera ido contigo a comprar si me lo pedias… No, en primer lugar, si tú ya te estas llevando tan bien actualmente, no hay razón para que huyas ahora ¿Para qué fue todo ese problema…?

Su fuerza se agotó mientras se ponía solo un poco enojado, Eugeo arrebató el mayor trozo de pastel de frutas y le dio una gran mordida.

—Ah, y yo tenía mi ojo en ese también… Bueno, qué puedo decir, pensé que era el que estaba demasiado preocupado por tu caso, espadachín en formación Eugeo- dono.

—No había ninguna necesidad para que lo estuvieras, caramba…

Después de mirar a Kirito que sonreía de oreja a oreja, se volvió hacia Ronye y Tiezé que estaban parpadeando por la sorpresa, y habló en una queja involuntaria.

—Este tipo de aquí siempre ha sido así desde hace mucho tiempo. Fue lo mismo cuando llegáramos al Escuadrón Guardia de Zakkaria y en el viaje a Centoria; todos lo tratan con sospecha y miedo al principio, pero antes de que me diera cuenta, la esposa y los niños en la granja o posada se encariñaron con él y empezaron a darle bocadillos. Es mejor que tengas cuidado y no termines de esa manera, Ronye.

Sin embargo, parecía que era demasiado tarde, pues la novata aprendiz de pelo castaño oscuro sacudió la cabeza con un ligero rubor en sus mejillas.

—No, terminando de esa manera, dices… Kirito-senpai se veía atemorizante, pero me di cuenta de que era una buena persona de inmediato, así que…

—Ah, por supuesto, usted también, Eugeo-senpai.

Devolviendo una sonrisa desprovista de energía a Tiezé quien añadió eso, Eugeo masticó otro gran bocado de pastel.

Incluso mientras lo hacía, él siguió mirando a su compañero que estaba tranquilamente engullendo la comida, preguntándose si había alguna manera de bajarle a ese tipo los humos. Eso fue cuando Tiezé y Ronye de repente se sentaron con la espalda recta y abrieron la boca para hablar de una manera solemne.

—Ehh… Eugeo-senpai, Kirito-senpai. En realidad, hay una solicitud que nos gustaría pedir a los dos.

—S-Sí… ¿Qué es?

Cuando Eugeo inclinó la cabeza hacia un lado, Tiezé sacudió su pelo rojo y se encorvó mucho.

—Sentimos mucho tener que pedirles esto, pero bueno… es sobre la petición de un cambio de mentor que mencionaron el otro día, espadachín en formación Eugeo- dono, nos gustaría que usted hable con la gestión de la academia en nuestro nombre…

—¿Q-qué fue eso?

Sin palabras, una vez más, trató de recordar si él realmente había dicho esas palabras y, finalmente, recordó. Era cierto, él parecía recordar vagamente decirle a Ronye: “Yo creo que está bien si quieres que hable con la maestra de tu parte y obtener tu cambio de mentor”, cuando Kirito la hizo esperar varios días atrás.

—Así que, ¿eso convierte a esta lujosa comida un regalo de despedida?

Eugeo intentó confirmar solo por si acaso, mientras era asaltado por la consternación.

—Vamos a ver… ¿significa eso que quieres dejar de ser mi aprendiz…? ¿O de Kirito…? ¿o tal vez ambas…?

Al decir esto, Ronye y Tiezé levantaron sus rostros bajos, mostraron una expresión confundida por un momento y comenzaron a sacudir la cabeza de un lado a otro frenéticamente, al mismo tiempo. Tiezé que estaba sentada a la izquierda de Eugeo fue la primera en empezar a hablar y lo hizo en estado de pánico.

—¡N-no es eso! No se trata de nosotras, eso es simplemente impensable. Por el contrario, hay muchos que quieren cambiar a servir como aprendices de ustedes dos… no, eso no es a lo que estaba refiriéndome, la que desea un cambio era otra chica de la habitación en nuestro dormitorio. Su nombre es Frenica y ella es una chica muy agradable que es seria, pone lo mejor de sí, y es hábil con la espada y aun así humilde, pero…

Los hombros de Tiezé cayeron y Ronye comenzó a hablar.

—…Lo que pasa es, el espadachín en entrenamiento de élite que eligió a Frenica como valet parece ser una persona muy estricta… Sobre todo en los últimos días, ella parece ser castigada por largos períodos de tiempo por errores menores y ordenada a prestar servicios que deben ser considerados más bien inadecuados dentro de la academia, viéndose siempre muy angustiada…

Las aprendices novatas agarraron sus pequeñas manos delante de sus pechos, sus ojos rojos y marrones se nublaron.

Devolviendo la carne frita a medio comer al plato, Eugeo alternaba entre mirar a cada una de ellas, sin querer creerlo por completo.

—P-Pero… incluso si es un espadachín en entrenamiento de élite, pedir a un aprendiz realizar tareas fuera del alcance de lo especificado por la academia, no debería ser posible…

—Sí, eso es… por supuesto, no se puede pedir algo contra las reglas de la escuela, pero esas normas no incluyen todo acto único posible tampoco… hay  varias órdenes que no infringen las normas y bueno, son un poco difíciles de manejar para una estudiante mujer…

Con Tiezé vacilante con su cara de color rojo brillante, Eugeo podía adivinar vagamente lo ordenado al estudiante novato, Frenica, por el espadachín en formación en cuestión.

—No, yo entiendo la situación de esa chica, Frenica, incluso si no hablas más. Deseo ofrecer mi ayuda lo más pronto posible, pero si no me equivoco…

Continuó mientras al mismo tiempo trataba de recordar la parte correspondiente de las normas que la academia que había memorizado totalmente.

—Ehh… Para asegurar que la máxima cantidad de apoyo le es dado al entrenamiento del espadachín en entrenamiento de élite, un solo aprendiz estará a cargo de velar por el espadachín en entrenamiento de élite. El deber de ser un aprendiz se le asigna a uno elegido entre los doce alumnos principiantes que superaron el año con las mejores notas, pero con el consentimiento del espadachín en entrenamiento de élite y el instructor a cargo, el aprendiz puede ser despedido y otro designado de entre los alumnos novatos ‘… eso es todo, creo. Dicho de otro modo, para despedir el nombramiento de Frenica, no sólo se necesita la aprobación del instructor, sino también el espadachín en entrenamiento de élite, eh. Bueno, puedo intentar persuadirlo… ¿cuál es el nombre del espadachín en entrenamiento de élite en cuestión?

Al preguntar, Eugeo frunció el ceño, después de haber sentido un mal presentimiento repentino. Tiezé dudó un momento antes de dejar salir suavemente el nombre fuera de sus labios como si fuera difícil para ella.

—Bueno… es el segundo clasificado Espadachín Elite en formación Humbert Zizek-dono.

En el instante en que lo escuchó, Kirito que escuchaba sin decir palabra gruñó, aparentemente molesto.

—A pesar de la forma en que terminaron las cosas cuando él fue el que provocó aquel enfrentamiento, ese tipo sigue manteniendo ese comportamiento tan desagradable, eh. Voy patearle el trasero totalmente la próxima vez.

—Yo no es que lo haya hecho o algo. Pero eso podría posiblemente ser la razón…

Eugeo mordió ligeramente sus labios antes de explicarle las circunstancias a Tiezé y Ronye.

—Actualmente, verán, tuve un duelo con el Espadachín en formación Humbert en la pista de práctica hace varios días. El resultado fue un empate, pero Humbert no parecía satisfecho con eso… Así que la razón detrás de que él que sea así con Frenica recientemente podría ser debido a aquel duelo…

—Caray, intimidando a su aprendiz simplemente porque no pudo ganar contra Eugeo, ese tipo no es nada parecido a lo que un espadachín debe ser.

A pesar de cómo Kirito escupió esas palabras con amargura, las dos chicas no parecen haber entendido la situación todavía. Con las cejas levantadas, Tiezé murmuró en tonos inciertos.

—Ehh… en otras palabras, como Espadachín Elite en formación Zizek-dono consiguió un empate en un partido con Eugeo-senpai, que quería, err…

Ella no pudo encontrar lo que quería decir, así Ronye continuó, con tan poca certeza.

—Venganza… así se le llama, ¿no es así…?

—Bien, esa es la palabra. Como venganza por no haber ganado, utilizó la Autoridad de Castigo en Frenica y ordenó esos actos humillantes a ella, ¿así es que cómo es…?

Incluso si eran nobles como Humbert y Raios, ya que nacieron en la sexta clase de familias nobles que estaban más cerca de los plebeyos, no debe haber sido fácil para ellas entender el comportamiento irracional del segundo clasificado espadachín en formación de élite. Ni siquiera capaces de encontrar las palabras necesarias para expresar bien, ese fue el grado de diferencia en su forma de pensar.

Para Eugeo que se crió en un pueblo pionero en las afueras, podía adivinar la mentalidad de Humbert, pero no tenía ninguna simpatía por ella. Cuando era un niño en Rulid, el hijo del jefe de la guardia, Jink, le hizo varias cosas malas, pero su motivo era sin duda muy infantil. A Jink le gustaba Alice, por lo que no le gustaba Eugeo que siempre estaba con ella y lo molestaba al ocultar sus zapatos entre otras cosas.

Sin embargo, parece que Humbert tomó el coraje de no ganar el encuentro contra Eugeo y lo vertió todo en alguien sin ninguna relación con el caso, su aprendiz Frenica a la cual, debería haber estado instruyendo meticulosamente.

Él sabía de la existencia de las palabras, venganza y resentimiento. Incluso Eugeo lo experimentó una vez cuando era joven, cuando él se puso celoso por la espada de madera que su padre compró a su hermano mayor como un regalo y no pudo evitar golpear las rocas innumerables veces con su espada de madera que fue hecha a mano por su padre, terminando con que se rompa. Su padre le reprendió, diciendo que era un acto vergonzoso conocido como resentimiento y nunca lo hizo de nuevo.

Al igual que romper tu propia espada de madera, era probable que ser excesivamente estricto con su propio aprendiz no estaba en contra del Index Taboo, la Ley Fundamental del imperio, o incluso el Reglamento del Dominio de la espada de la Academia. Sin embargo, incluso si eso era cierto, ¿significaba que eso «estaba bien» para hacerlo? En este mundo, más allá de las leyes que se registraron tangiblemente, ¿no debería haber algo importante que uno debiera seguir…?

En ese momento, Tiezé, que parecía haber estado pensando en torno a las mismas dudas con la cabeza baja, murmuró como si estuviera obligando las palabras de su garganta.

—No… no lo entiendo.

Levantando la cara para mirar directamente a Eugeo, la chica que fue la sucesora de una familia de sexta clase noble tensó sus mejillas que aún tenían rastros de infantilismo al tiempo que ella continuó.

—…Mi padre siempre había dicho esto. Nosotros… la familia Shtolienen somos nobles, gracias a nada más a que nuestros antepasados de hace mucho tiempo consiguieron el reconocimiento del emperador en aquel entonces por unos escasos esfuerzos militares. Por lo tanto, no debemos dar por supuesto, de que vivimos en una casa más grande que los plebeyos o que se nos otorgan varios privilegios. El hecho de que somos nobles significa que debemos hacer todos los esfuerzos para asegurar a los que no son capaces de vivir en la felicidad y la paz, y cuando el tiempo de la guerra llegue, debemos sacar nuestras espadas delante de los que no son nobles y sucumbir a la muerte antes que ellos, él decía…

Entonces, Tiezé momentáneamente cerró la boca y volvió sus ojos entintados de otoño hacia el sur, hacia el centro de Centoria. Se quedó mirando la forma solemne de la Administración imperial, que poco se asomaba por encima de las copas de los árboles durante un tiempo antes de volver su mirada a Eugeo y el resto.

—…Hablando de la familia Zizek, ellos son una ilustre familia que construyó una mansión enorme en el cuarto distrito e incluso tienen tierras en las afueras de Centoria. Así que ¿no debería el Espadachín Elite en formación Humbert-dono esforzarse mucho más que los nobles de clase baja por la felicidad de las masas? Aunque no este escrito en el Index Taboo, los nobles deben tener siempre en cuenta sus propias acciones y no causar desgracias a los demás a través de ellas… eso es lo que dijo padre. Las acciones de Humbert-dono podrían no estar en contra ni del Index Taboo ni de las regulaciones de la academia… pero… pero aun así, Frenica seguía llorando en la cama la noche anterior. ¿Cómo podría… tal cosa ser perdonada…?

Tiezé terminó su largo, largo discurso con todo lo que tenía, y gruesas gotas de lágrimas aparecieron en sus ojos. Sin embargo, Eugeo que abrazó las mismas dudas que la chica no tenía una respuesta inmediata para ella. Ronye sacó un pañuelo blanco y tocó el área alrededor de los ojos de Tiezé con él, y en ese momento

—Él es un padre maravilloso. Desearía poder conocerlo.

Por un corto tiempo, Eugeo no podía creer que una voz tan tranquila en realidad podría salir de la boca de Kirito.

Ese espadachín vestido de negro, que inspiró temor y miedo en sus compañeros con ese brillo en sus ojos intimidantes y comportamiento contundente, así como ese encuentro con el jefe anterior espadachín en formación de élite, Uolo Levanteinn, que se convirtió en leyenda, miró a Tiezé con ojos reconfortantes y habló con suavidad, palabra por palabra.

—Lo que tu padre te había enseñado, se llama «Noble Obligation» en em… no, en la Sagrada lengua, la forma en que el espíritu debe ser. Nobles, o en otras palabras, aquellos que poseen el poder, deben usarlo para la bien de aquellos sin ese poder… eso es, se podría decir que es algo para estar orgullosos.

Era la primera vez Eugeo escuchó esa frase a pesar de haber tomado lecciones durante un año en la lengua sagrada, pero su significado fue absorbido inmediatamente por su mente y él asintió con la cabeza profundamente. La voz de Kirito fluía como una brisa de primavera.

—Ese orgullo es más importante que cualquier tipo de ley o reglamento. Incluso si no está prohibido por la ley, todavía hay cosas que no se pueden hacer y a la inversa, puede haber cosas que se deben hacer, incluso si están prohibidas por la ley.

Esa declaración, que, en cierto sentido, prácticamente refutaba el Index Taboo o incluso a la mismísima Iglesia Axioma, hizo que Ronye y Tiezé se quedaran sin habla. Sin embargo, Kirito miró a las jóvenes chicas y continuó hablando sin vacilaciones.

—Hace mucho, mucho tiempo, un gran hombre llamado San Augustinus dijo esto; que una ley injusta no es ley en absoluto. Independientemente de lo magnífico que pueda ser una ley o de la autoridad que pueda tener, no deben aceptarlo ciegamente. Incluso si no está violando las prohibiciones o regulaciones, la conducta de Humbert está definitivamente mal. No hay excusas para hacer algo como hacer una chica inocente llorar. Eso es el por qué alguien tiene que detenerlo, y en este caso, ese alguien sería…

—Aah… Supongo que depende de nosotros, eh.

Eugeo asintió, pero las dudas que aún tenía sobre su compañero aumentaron.

—Pero Kirito… ¿Quién será el que decida si la ley es justa o no? Si todo el mundo se dobla como le plazca, no habría ningún orden, ¿no crees? ¿No existe la Iglesia Axioma precisamente para juzgar en nombre de las masas?

Es cierto que el Index Taboo no tenía algo que decir sobre lo correcto e incorrecto de cada acción que un ser humano podría tomar. Por lo tanto, terminó permitiendo a Humbert dar rienda suelta a su ira contra su propio aprendiz. Sin embargo, al igual que la Hermana Azariya regañaba Jink por sus travesuras hace mucho tiempo, Eugeo y Kirito son capaces de expresar sus opiniones a Humbert, su par. Eso debería ser una cuestión totalmente diferente al hecho dudar de la autoridad de la Iglesia.

Aquel que hizo este mundo fue Dios, y la Iglesia era la representante de Dios. La Iglesia que llevó al mundo de los humanos bien por centenares de años no podía haberse equivocado, las cosas progresaron sin que él expresara estos pensamientos.

El que respondió la pregunta de Eugeo no era Kirito, sino Ronye, que había mantenido silencio hasta entonces. El discurso claro expresado por la niña generalmente dócil, con una fuerte luz en sus ojos, dio a Eugeo un ligero shock.

—Bueno… siento que entendí un poco sobre lo que Kirito-senpai ha dicho. Un espíritu importante que tener, a pesar de que no esté registrado en el Index Taboo… eso es básicamente, el sentido de la justicia dentro de uno mismo, creo. No simplemente la obediencia a la ley, sino pensando en por qué existe esa ley con la justicia en consideración… que pensar a través de ella es más importante que atenerse a ella…

—Sí, eso es, Ronye. Ser capaz de pensar es la mayor capacidad de un ser humano. Es más fuerte que cualquier espada famosa, más fuerte que cualquier movimiento secreto.

Kirito lo dijo con una sonrisa y en sus ojos, la aprobación y algo más, una especie de profunda emoción se podía ver. Frente a su compañero que aún tenía muchos misterios que lo rodean a pesar de pasar más de dos años de dormir y comer juntos, Eugeo hizo una última pregunta.

—Pero Kirito, el que mencionaste antes, ese tal Augus… algo, ¿quién era exactamente? ¿Un Integrity Knight de la Iglesia?

—Hmm, un sacerdote, supongo. Probablemente ya muerto, sin embargo.

Con esa respuesta, Kirito sonrió ampliamente.

Después de ver irse a Ronye y Tiezé, que llevaban cada una, una cesta de mimbre vaciada por completo y despedirse ondeando sus manos mientras regresaban al dormitorio de aprendiz novato, Eugeo miró la cara de su compañero una vez más.

—…Kirito, ¿se te ha ocurrido algo con respecto a la cuestión de Humbert?

Al decir eso, Kirito hizo una mueca complicada y gruñó por un tiempo.

—Hmm… incluso si le decimos que deje de intimidar a los estudiantes más jóvenes, él ciertamente no es el tipo que se detendrá obedientemente… Pero aun así…

—Pero aun así… ¿qué?

—Dejando a Humbert de lado, el jefe de ese tipo, Raios, es sigiloso de una manera desagradable, pero no es un idiota. Para que él haya conseguido ser elegido para ser el espadachín en formación de élite número uno, no debe tener sólo habilidad con la espada, sino también una buena puntuación en artes sagradas, leyes e historia, igualmente.

—Eso es verdad, mejor que cierta persona que consiguió la sexta posición a través de la fuerza física por sí sola.

—La historia cuenta que hay dos estudiantes de esos, en realidad.

Estaban a punto de comenzar inconscientemente su intercambio de bromas de costumbre; Eugeo dio cuenta de que no era el momento para eso y tomó la iniciativa.

—¿Entonces…?

—…Raios está en la misma habitación que Humbert, ¿verdad? Entonces, ¿No te parece extraño que él esté guardando silencio sobre Humbert desquitando su ira contra su propio aprendiz? Incluso si no hay un castigo formal, malos rumores se extenderán por lo menos, y en ese momento, la reputación de Raios caerá también, ya que comparten la misma habitación. Para una masa de orgullo como él, yo creo que lo odiaría tanto como si fuera un castigo de verdad…

—Pero… es un hecho que Humbert está haciéndole bullying a Frenica. Dicho de otro modo, ¿no significa eso que a Raios le da igual el malhumor de Humbert? Si la causa fue el duelo conmigo, definitivamente necesito tener unas palabras con él…

—Y eso es a lo que quiero llegar.

Kirito habló con una expresión como si de pronto hubiera masticado algo de nedge lezta.

—Tal vez se trata de una elaborada trampa destinada a ti, Eugeo. Tú te opones a las acciones de Humbert, entran en algún tipo de discusión, y como resultado, terminas por violar algún reglamento de la academia… si es algo como eso…

—¿Eeh?

Eugeo abrió mucho los ojos ante la idea inesperada.

—No puede ser… eso es probablemente imposible. Incluso si nuestros estatus son diferentes, Humbert y yo somos espadachines en formación. Siempre y cuando yo no lo insulte específicamente de manera verbal, no importa lo que él señale, no será considerado como falta de respeto. Por el contrario, estoy más preocupado por ti, Kirito.

—Ah, bueno… supongo que tienes razón. Como salpicar con barro en el uniforme de ese tipo o algo así.

Eugeo dejó escapar un breve suspiro a su compañero, quien dijo eso inexpresivo. Kirito había cometido exactamente ese acto de falta de respeto al año anterior, al anterior jefe, Uolo, y fue condenado a un duelo con las condiciones ridículas de usar espadas reales y que al primero en asestar un golpe ganaría.

—Mira, cuando llegamos a la habitación de Humbert, voy a hablar primero. Kirito, sólo quédate un poco atrás con una mirada intimidante.

—Déjame eso a mí, ese es mi punto fuerte.

—…Cuento contigo. Vamos a dar una advertencia verbal hoy y si no hacen caso de ella, vamos a recurrir a gestionar la sustitución de Frenica. Humbert nos debe escuchar por lo menos. Incluso algo tan simple como eso debería tener un efecto en ese tipo.

—Aah… supongo que sí.

Palmeando la espalda de Kirito mientras aún parecía insatisfecho sobre algo, Eugeo comenzó a caminar hacia el dormitorio de espadachines en entrenamiento de élite construido encima de una colina. La indignación que sintió cuando se enteró de la historia de Tiezé no se desvaneció con facilidad y su paso natural aceleró.

Hace un año, la persona que esperaba Eugeo, recién nombrado aprendiz sin saber su ruta en absoluto, en la cima de esa colina tenía el nombre Gorgolosso Baltoh, era un gran hombre que ciertamente no se veía un solo día más joven de los veinte.

Ese cuerpo voluminoso, con más o menos el doble de la circunferencia de Eugeo estaba cubierto de músculos sólidos y acompañado de unas patillas espléndidas que se asemejaban a las melenas de los leones que vivieron en el Imperio del Sur, aunque Eugeo no los había visto fuera del arte, le hicieron preguntarse si había entrado a la habitación de un instructor en un principio.

Gorgolosso echó un vistazo fugaz a Eugeo congelado de la tensión, y ordenó: “Quítate la ropa”, con una voz ronca. Eugeo estaba horrorizado, pero no podía desobedecerlo, por lo que se quitó el uniforme gris, dejando tras de una sola pieza de ropa interior. Él fue sometido una vez más, de la cabeza a los dedos del pie a esa intensa mirada, entonces Gorgolosso dio una amplia sonrisa mostrando los dientes y dijo: “Está bien, te has entrenado bien”.

Sintiéndose aliviado desde el fondo de su corazón, mientras se ponía su ropa de nuevo, Gorgolosso informó a Eugeo que él no era un noble, y provenía de un guardia plebeyo, lo cual, era la razón por la que eligió a Eugeo que tenía la misma historia . Durante el año que siguió después de eso, aunque su comportamiento vivaz le ocasionaba a veces algunos problemas a Eugeo, no lo hacía trabajar irracionalmente duro, familiarizándolo con la espada con tierno cuidado. Eugeo todavía pensaba que el espléndido estilo de espada “Valtio” impartido por Gorgolosso era tan importante como el Aincrad Style de Kirito para conseguir pasar la prueba de selección de espadachín en formación.

El día que Gorgolosso se graduó de la academia y se fue a la central, Eugeo hizo una pregunta que se había  escondido durante aquel año. Acerca de por qué lo nombró a él, en lugar de a Kirito que entró en la escuela debido a una recomendación de un escuadrón de la guardia también.

Mientras se cepillaba sus patillas despeinadas, Gorgolosso respondió.

—Es cierto, me di cuenta de que la capacidad de aquel tipo con la espada fue mayor que la tuya, cuando vi la demostración durante el examen de ingreso. Pero verás, esa es exactamente la razón por la que yo te escogí a ti. Me imaginé que serías del tipo que lucha hasta la muerte, mientras que miras a lo alto, al igual que yo. …Bueno, de una manera u otra, esa Rina clasificado segunda ya había elegido a Kirito para entonces, de todos modos.

Gahahaha, mientras él reía vivamente, Gorgolosso frotó la cabeza de Eugeo con su enorme mano y habló. Que sin duda tenía que convertirse en un espadachín en formación de élite y, a continuación, atesorar a su propio aprendiz. Eugeo asintió sin fin, mientras aguantaba sus lágrimas y despidió a Gorgolosso abajo en la puerta de la escuela hasta que su enorme figura desapareció de la vista.

Ese hombre le enseñó que los espadachines en formación de élite y sus alumnos aprendices no sólo tienen la relación entre un mentor y un cuidador. Eugeo pensó que probablemente nunca llegaría a ser tan buen mentor como Gorgolosso lo fue. Pero aun así, tenía la intención de hacer su mejor esfuerzo durante este año, para enseñar a Tiezé lo que aquel hombre le había enseñado, incluso si es sólo una fracción de lo mismo. Cierto, esto podría ser lo que Kirito mencionó anteriormente, «algo más importante que cualquier otra cosa, incluso a pesar de que no esté registrado en el reglamento».

Humbert y Raios quizá no entiendan esto. Ya que habían conseguido colocaciones por los treintas con sus puntajes en los exámenes de ingreso, por lo que probablemente se lo habían tomado a la ligera en el partido de la selección debido a sus objeciones a convertirse en un aprendiz. Aun así, había cosas que necesitaban ser dichas.

Abriendo la puerta delante de él con sus dos manos y entrando en el dormitorio de los espadachines en formación de élite, Eugeo subió la gran escalera con pasos fuertes de sus zapatos de cuero.