Tate no Yuusha no Nariagari (NL)
Volumen 8
Epílogo: Juntos de Nuevo
Regresamos al castillo en el país que Kizuna llamaba hogar y esperamos que los demás regresaran. No tomó mucho tiempo para que escucháramos que habían regresado.
“Bien, pero Glass, comprendes lo que trato de decir, ¿cierto?”
“Ah. Um…”
Glass estaba sentada en una posición de seiza, aparentemente, siendo reprendida por Kizuna. L’Arc y Teresa estaban arrodillados detrás de ella. Parecía que todos estaban en problemas.
“¿Qué está pasando?”
“¿Hm? ¿Recuerdas lo que escuchamos sobre las olas hace un tiempo? Estoy un poco molesta con Glass por creérselo e ir a tu mundo a matarte,” dijo Kizuna, cruzando sus brazos.
“Kizuna, no es tan simple. Sentí que debía hacerlo por el bien del mundo…”
“Por supuesto que fue así. Escuchaste una leyenda, asumiste que era verdad, pasaste a través de una grieta dimensional de una ola, e intentaste matar a todos los héroes que encontraste. ¿No es así?”
“Si…”
Apenas podía creer lo que estaba viendo. La Glass testaruda, seria, y con presencia de samurái volvió su cara hacia el suelo de la vergüenza. Sabía que ella y Kizuna eran cercanas, pero de seguro parecía que Kizuna era la jefa.
“Kizuna. Sé cómo te sientes, pero ¿no quieres escuchar nuestra versión de la historia? ¿Ah?” preguntó L’Arc.
“Si, solo estábamos tratando de proteger este mundo que tú quieres tanto…” intervino Teresa.
Kizuna no estaba impresionada. Ella estrechó sus ojos y dijo, “Está bien, respóndanme esto. ¿Recuerdan alguna vez en donde los portadores de armas vasallas de otros mundos hayan
venido aquí para matar a los héroes?”
“Bueno, um…”
“¿No pueden responderme?” reclamó Kizuna. Todos apartaron la vista.
Ellos pudieron haber mentido. Pero se conocían tan bien entre ellos que probablemente no habría funcionado. Glass en particular se veía como si fuera muy mala para mentir.
“No, no, no puedo pensar en alguna vez que eso haya pasado. No en este país o en otro— aunque no estamos al tanto de lo que pasa en otras tierras.”
Basado en lo que había aprendido en este mundo nuevo, sentí que era probable que quienquiera que estuviera en el mundo al otro lado de las grietas de la ola era responsable de calmar las olas.
“¿No fuiste tú, Glass, quien dijo que odiaba la idea de la paz construida sobre los sacrificios de otros? ¿Cómo pudiste decir eso para luego ir a asesinar personas?”
“Yo…”
Kizuna la estaba interrogando con firmeza. Me gustaba como se escuchaba. Pero deben haber disfrutado su tiempo juntos antes de que Kizuna desapareciera. La casa de Kizuna lo dejaba claro.
“Bien, escuchen. Es verdad que proteger el mundo y extender su vida es importante, pero eso no significa que pueden matar a otras personas para hacerlo. Sé que las leyendas están escritas de esa forma, pero ¿no creen que deberíamos buscar otra opción antes de precipitarnos a hacer algo como eso?”
“Si, investigamos todo lo que pudimos. Pero…”
“¿No pudieron encontrar otra forma, así que fueron a matar a los héroes? ¿Es eso? ¡Si no pueden encontrar una forma, tal vez deberían seguir buscando! ¡Incluso si las armas vasallas de otros mundos vienen tras nosotros, eso no nos da una excusa para hacer lo mismo!” gritó Kizuna. Glass parecía intimidada.
No me había imaginado para nada que su relación fuera así…
Se veían como niños siendo regañados por su madre. Mis mejillas se levantaron.
“Naofumi-sama, está sonriendo.”
“Niño, ¿de qué te ríes? ¿Tanto estás disfrutando esto?”
Raphtalia me regañó, y L’Arc se unió—pero Kizuna lo miró y él se acobardó.
“¿Qué hay de malo con eso? Trataste de matarme, y ahora estás siendo regañado. ¿Qué podría no gustarme?”
“Cielos… Glass es una cosa, pero Naofumi, tú eres algo completamente diferente,” suspiró Kizuna, golpeando su frente con su palma. Estaba de acuerdo.
L’Arc asintió durante el regaño, pero siguió enviando miradas hacia mí.
Podía entender lo que quería, pero no había razón para preocuparme. No me consideraba un campeón de la justicia.
“Al menos, ahora que estoy de vuelta, ¡estoy firmemente en contra de este plan de ir a otros mundos y matar a sus héroes!”
“Um…”
“¿¡Lo entendieron!?”
“¡S…Si!”
“¡Eso también va para L’Arc y Teresa!”
“Bien, sí. Bueno—yo realmente no quería pelear con el Niño. De todas formas, destruir otro mundo para salvar el nuestro realmente no es nuestro estilo.”
“Muy bien. Y por suerte llegamos a esta conclusión antes de que fuéramos capaces de derrotar a Naofumi,” dijo Glass.
L’Arc miró a Teresa y luego hacia mí. Ambos parecían felices.
Si iban a mirarme de esa forma, entonces había una sola cosa que decir: “Entonces en primer lugar no debieron haber tratado de matarme.”
“¡Cállate, Niño! ¡Deja de intentar verte genial!”
“¡L’Arc!” gritó Kizuna, y L’Arc inmediatamente cerró su boca.
Kizuna realmente podía dar órdenes.
Nos habíamos conocido por accidente, pero estaba un poco celoso de su presencia de líder. Así es como deberían ser los héroes sagrados. Era eso o ella era demasiado buena para el trabajo.
“Y, Glass, por favor piensa en esto. Sabes que yo puedo luchar contra monstruos, pero no contra personas. ¿Qué crees que pasaría si alguien con un arma vasalla de otro mundo viniera por mí?”
“…”
Glass no respondió. Podía entender por qué.
Kizuna no podía luchar contra las personas. Si alguien con un arma vasalla venía tras ella, tendría que retirarse y depender de sus amigos. Pero los héroes eran invocados a las olas. ¿Realmente estaba siendo invocada a su muerte?
“Glass, creo que hay una razón por la que los héroes sagrados son invocados hacia las olas.”
“¿Una razón?”
“Si. Somos invocados a las olas cuando podríamos morir ahí. Eso me hace pensar que ni siquiera tenemos la necesidad de luchar contra las olas. Ellos nos invocaron porque nos necesitaban. Si eso es verdad, entonces tal vez es debido a que el mundo consigue más tiempo hasta la próxima ola si los héroes la detienen, o tal vez pueden detener la fusión de los mundos.”
“…”
“No sé si tengo razón. Pero basado en lo que ustedes están diciendo, si los héroes existen para proteger el mundo, entonces no debería haber ninguna razón para que ellos luchen en las olas. Y aun así, ¿no es el deber de los héroes hacer justamente eso?”
Kizuna murmuró que ella no había estado luchando en las olas, debido a que estuvo atrapada en el laberinto. Luego apretó la mano de Glass.
“Ellos no escriben acerca de eso en las leyendas. Pero yo no lo creo. No creo que supuestamente debemos proteger el mundo destruyendo otro. No podemos hacer eso.”
“…Entendido. Me disculpo.”
Glass se volvió hacia mí y bajó su cabeza. No podía pensar en una razón para permanecer enojado. Ellos claramente estuvieron haciendo lo que pensaron que estaba bien, y eran mucho mejores que los idiotas que me invocaron a Melromarc, solo para tenderme una trampa.
Sabía que ellos eran buenas personas. Luego de que Kizuna desapareciera hace mucho tiempo, el estado de su casa era prueba suficiente de ello. Ellos protegían a sus amigos. Estaba claro que les importaba.
Incluso estaba un poco celoso de su relación.
Si Raphtalia hubiera sido elegida por un arma en nuestro mundo y yo desapareciera—¿ella habría hecho lo mismo por mí?
Miré hacia ella. Raph-chan se estaba subiendo a su cabeza desde su hombro.
“¿Qué sucede?”
“Puedo entender cómo se siente Glass, así que no diré nada más.”
Si era posible, yo quería tener la clase de relación que Kizuna tenía con sus amigos. No era nada más que un deseo, pero sería feliz si Raphtalia se sintiera de la misma forma acerca de mí como ellos acerca de Kizuna.
“En cuanto ya no vayan a tratar de matarme, ciertamente no comenzaré una pelea con ustedes.”
“Niño…”
“Naofumi…”
“Genial. Así que todos podemos ser amigos, ¿cierto?” dijo Kizuna, estirando su mano hacia mí.
La aparté de un golpe. “No me gustan esa clase de cosas.” No era del tipo que se emocionaba por las relaciones sentimentales. Quiero decir, me gustaban esa clase de cosas en los juegos y el manga, pero no había tenido suficientes experiencias positivas en estos mundos para justificar dar el salto de fe que requería esa clase de relación.
“Como sea, ciertamente podemos seguir trabajando juntos. Hay algo que debo hacer, y ciertamente podría usar la ayuda.”
“Es verdad. ¿No querías recuperar el poder que fue robado de la bestia protectora de tu mundo?”
“Exactamente. Es por eso que vine—para hacer que el tipo con el libro de las armas vasallas, Kyo, pague por todo el caos que provocó en nuestro mundo.”
No lo había olvidado. Tenía que vengar a la Tortuga Espíritu—vengar la muerte de Ost.
Raphtalia asintió, como también Rishia y Glass y luego L’Arc y Teresa. Todos estaban muy serios.
“Kizuna, puedo decirte esto sin ninguna duda: Kyo ya no es adecuado para portar el libro. Las armas vasallas que poseemos han comenzado a demandar su derrota y subyugación,” explicó Glass.
“Bueno, si él ha hecho todo lo que dijeron, por supuesto que necesita ser detenido. Si sus armas lo están demandado, entonces no me interpondré en su camino. Naofumi, te ayudaré— así que, por favor, permite que nuestra cooperación sea la compensación por todo el daño que Glass y sus amigos intentaron causarte en el pasado.”
“¿Qué importa si los perdono? Nuestros objetivos son los mismos. Si no detenemos a Kyo, este mundo también estará en peligro.”
Había una gran posibilidad de que Kyo estuviera tramando algo con el poder que había tomado de la Tortuga Espíritu. Él probablemente tenía que hacer algo antes de usarlo sin restricciones. Teníamos que encontrarlo antes de que pudiera lograrlo.
Maldición… No estábamos más cerca de lograr nuestra meta de lo que estuvimos al cruzar el portal.
“Niño, ¿lo entiendes? Todo eso está bien y todo, pero mira—todos los que están aquí están reunidos luego de mucho tiempo. ¿Sabes por cuánto tiempo estuvo desaparecida Kizuna? ¡Vayamos todos a celebrar esta noche!” L’Arc aplaudió, y los asistentes rondando por el castillo comenzaron a correr por el lugar.
Parecían estar preparándose para una fiesta.
Todo el castillo entró en acción cuando él aplaudió con sus manos. ¿Qué tanta autoridad tenía L’Arc aquí?
De pronto recordé al rey haciendo referencia a un chico. ¿Podría ser?
“Oye, chico,” grité.
L’Arc se volvió hacia mí, con una expresión complicada. “¿Qué? ¿¡Cómo sabes de eso!?”
“Pensé que estaban hablando de ti. Eres una persona muy importante, ¿no?”
“No es que me agrade. ¡Prefiero mi libertad!”
Solo había escuchado un poco por Kizuna, así que no sabía cómo ella terminó conociendo a L’Arc. Su padre era el rey y probablemente murió, y el país fue entregado a un príncipe de pacotilla.
L’Arc parecía la clase de persona a la cual la población seguiría.
El país parecía estar haciéndolo muy bien, así que tal vez su reinado le estaba haciendo bien al país.
Él probablemente tenía a buenas personas trabajando a su lado. Era lo suficientemente carismático para atraer a las personas indicadas. Me pregunto si las preguntas de Kizuna en el pasado tenían algo que ver con eso.
“Así que verás, chico, voy a seguir llamándote “chico” mientras tú sigas llamándome “Niño”.”
“Bien, Nao… fu… mi.”
“Hm.”
Él dijo mi nombre, pero se vio muy irritado al hacerlo.
Luego se volvió y quejó, “¡No, suena muy mal! ¡Tú eres Niño, no “Naofumi”!”
“¡Eso no tiene sentido, chico!”
“¡No me importa, Niño! Ustedes tomen un descanso por ahora. Los mandaré a llamar cuando todo esté listo. Kizuna y Glass, ustedes dos tómense su tiempo para ponerse al día,” dijo L’Arc, corriéndonos de la habitación.
Um… ¿Qué sigue? Miré hacia Raphtalia.
“A L’Arc le gusta celebrar, ¿no?” dijo Ethnobalt. Él había estado en silencio en todo el camino de vuelta hacia el castillo, pero ahora sonrió y habló, “Pero, creo que tiene razón. Deberíamos disfrutar esta noche. Kizuna, bienvenida a casa.”
“… Gracias. Es bueno estar de vuelta… con todos ustedes,” dijo Kizuna, mirándolos a todos. Parecía estar a punto de llorar.
¿Cuánto tiempo había estado atrapada en ese laberinto? No lo sabía exactamente, pero debió ser mucho tiempo. Ella había regresado a un lugar al que pensó que nunca vería de nuevo. Si no hubiera tenido tanta suerte, podría haber terminado atrapado, justo como ella.
“¿Una fiesta? ¡Quiero cantaaaaaar!” gritó Filo.
“¡Rafu!”
Filo y Raph-chan, cada una saltó felizmente sobre mi hombro.
Las dejé. Luego me volví para encarar a Raphtalia y Rishia.
“Ellos tienen razón. Deberíamos disfrutar esta noche. Para ser honesto, estoy agotado.”
“Fueh… ¡Qué maravilloso es reunirse con viejos amigos!”
Sí, tenían razón.
Yo no había estado separado de Raphtalia por mucho tiempo, pero había comenzado a sentir que su ausencia estaba comenzando a pasarme la cuenta, así que podía entender cómo Kizuna debió haberse sentido.
Glass se veía muy feliz de ver de nuevo a Kizuna. Ella estaba radiante como una niña pequeña. Yo tampoco pude evitar sonreír.
“Por ahora…”
“¿Qué sucede?”
Miré hacia la katana sin vaina en las manos de Raphtalia.
“Kizuna, sé que todos están muy felices ahora mismo, pero ¿no crees que Raphtalia debe enfundar la katana?”
“Ah sí,” dijo Kizuna, dándose la vuelta y caminando hacia nosotros. Cuando lo hizo, ella dejó a Glass ahí con su mano estirada. Glass puso una cara muy decepcionada—se veía raro en ella.
Estaba comenzando a pensar que ella podría ser lesbiana.
“Entonces vayamos a una tienda que conozco y hagamos que nos fabriquen una. Son muy buenos en eso.”
Si hubiéramos estado en Melromarc, habría hecho que el viejo la fabricara, pero estábamos atrapados en otro mundo, así que decidí seguir el juicio de Kizuna.
“Bien.”
Kizuna nos llevó fuera del castillo y hacia el centro de la ciudad.
***
“¡Bueno, pero si es Kizuna! ¿¡Cuánto tiempo ha pasado!?”
Kizuna nos llevó hacia una herrería bulliciosa en medio de la ciudad.
Estaba dirigida por una mujer muy musculosa y masculina con una gema roja en su pecho. Ella debe haber sido una de las personas de cristal.
La gema de Teresa estaba en su frente, así que supongo que personas diferentes tenían su gema en lugares diferentes.
“Escuché de Glass que habías desaparecido. ¡Estuve preocupada por ti! Ahora Glass finalmente puede relajarse un poco. Cuando desapareciste, todos lo pasaron muy mal tratando de consolarla.”
“Romina, tal vez podemos guardar eso para después,” dijo Glass rápidamente, tratando de cerrar la conversación tan rápido como fuera posible. Siempre había creído que Glass era genial y reservada, pero ella estaba comenzando a verse más como una persona normal.
“Esta es Romina. Ella es la mejor herrera que conozco.”
“Yo soy Naofumi Iwatani.”
“Mi nombre es Raphtalia. Es un placer conocerla.”
“¡Filo!”
“¡Rafu!”
“Yo soy Rishia. Es un placer conocerla.”
“Siempre es bueno conocer clientes nuevos. ¡Espero verlos seguido!”
La herrera me recordaba al viejo de la tienda de armas en Melromarc.
“Si te traemos los materiales y el dinero, ¿puedes fabricarnos algunas cosas?”
“Claro—¡aunque me reservo el derecho de rechazar a los clientes desagradables!”
“¿Crees que soy desagradable?”
“Hmm…” Romina se acarició el mentón y me miró cuidadosamente. “De hecho, creo que nos llevaremos muy bien.”
“Bien.”
Había algo que me atraía acerca de la profesión—acerca de la idea de encontrar el potencial en materiales y luego usarlos para fabricar armas y herramientas personalizadas.
“Las personas que pueden entender la personalidad de Naofumi-sama lo hacen de un solo vistazo. Estoy un poco celosa,” dijo Raphtalia.
“¿De qué estás hablando?” Ella ya debería saber que me gustaban las herramientas personalizadas.
“¿Y bien? Estoy segura de que vinieron por algo más que para presentarse.”
“Naturalmente. Tenemos muchos materiales que nos gustaría que vieras. Además, necesitamos una vaina para su katana,” dijo Kizuna, dejando una pila de objetos sobre el mostrador.
“Ah, ya veo… ¡Oigan, estas cosas son muy buenas!” dijo Romina. Luego miró la katana de Raphtalia. “Bueno, bueno… miren eso.”
“Si, es la katana de las armas vasallas.”
“¡Nunca esperé verla! Muy bien, te fabricaré una vaina para ella.”
“Gracias.”
“No hay problema, estoy emocionada de solo verla. He conseguido clientes nuevos, materiales nuevos con los cuales trabajar… ¿Qué más podría querer un herrero?”
“Gracias.”
Romina comenzó a medir la katana y a dibujar algunos diseños rápidos.
“Naofumi, ¿por qué no le pides a Romina que te fabrique algunos escudos o una armadura?”
“Buena idea.”
“Oye, eso me recuerda. ¿No tenías una armadura de tu mundo? Apuesto que Romina amaría ver una armadura de otro mundo.”
“¿Hm? Sí, todavía la tengo…”
Ella probablemente estaba hablando de la Armadura Bárbara +1. La que había sido destrozada durante la batalla contra la Tortuga Espíritu.
Saqué las piezas de ella que tenía almacenadas en mi bolsa y las puse en el mostrador.
“Rishia, tal vez ella también pueda revisar tu equipo. Tal vez pueda fabricarte algo bueno,” dije, sacando el disfraz de Filo de Rishia y poniéndolo sobre el mostrador junto a mis cosas. “Debe haber sido difícil para ti—caminar sin tu disfraz.”
“Fueh…”
Raphtalia miró hacia Rishia y comenzó a decir, “No es como si fuera tan dependiente de él…”
Ella se detuvo y parpadeó.
“Bien, tal vez si lo era.”
“¿¡Fuehh!?”
Estaba comenzando a simpatizar con su sorpresa. Después de todo, Rishia fue la que dijo que lo usaba para que nadie pudiera verla mientras lloraba.
“¿Qué son estos? ¿Sirven de algo?” dijo Romina, sosteniendo nuestras armaduras antiguas y mirándolas con recelo.
“Oye, Filo.”
“¿Queeee?”
“¿Qué les pasó a tus garras?”
“¡Ya no están!”
Suspiré… no era su culpa. Ella había sido capturada y transformada en un espectáculo.
Ella podría haber escapado si la dejaban con sus garras—eso si todavía hubieran estado funcionando correctamente.
Todavía tenía las Garras de Perro del Karma en mi escudo, así que las saqué y también las puse sobre el mostrador. Cuando golpearon el mostrador, descubrí que no podía leer nada de su información.
“Estas cosas deben haber dejado de funcionar luego de cruzar entre mundos. ¿Crees poder hacer algo con ellas?”
“Creo poder ser capaz de hacer algo con esta armadura, pero nunca había visto nada parecido a ese disfraz y a esas garras, así que…” murmuró Romina para sí misma mientras tocaba los artículos con sus manos. Ella encontró la gema fijada en el centro del pecho de la armadura bárbara y apuntó hacia ella. “¡Fascinante! Esta es una piedra de núcleo del Dragón Emperador.”
“¿Piedra de núcleo? ¿Dragón Emperador? ¿De qué estás hablando?”
“Se ve justo como el núcleo del Dragón Emperador que Kizuna derrotó hace mucho tiempo. En tu mundo también debe haber un Dragón Emperador.”
“No lo sé. Sé que lo conseguí al derrotar a un Dragón Zombi, así que tal vez son lo mismo.”
De hecho, cuando conocí a Kizuna, ella dijo que había sido invocada originalmente para derrotar a un monstruo poderoso llamado el Dragón Emperador. Debió haber tenido éxito.
“Esta tiene efectos fantásticos. Es mejor que te encargues de ella.”
“Bueno, la armadura es basura, así que ahora no me sirve para nada. Es por eso que te la traje.”
“Un punto excelente. ¿Cómo se llama esta armadura? No puedo leerlo.”
“Armadura Bárbara.”
“Ciertamente luce así.”
Supongo que había tomado las partes de un montón de bandidos… quiero decir—¡oye!
“¡Ya basta! ¡Eso fue fabricado para mí por un hombre muy talentoso!”
La verdad era que la armadura era muy buena, pero su nombre la hacía parecer peor de lo que era en realidad.
“Hay potencial aquí, así que veré lo que puedo hacer.”
“¿Cuánto costará? Si no puedes hacerlo tal vez no te necesitamos.”
“Naofumi-sama, nosotros somos quienes estamos haciendo el pedido. Por favor sea un poco más educado…”
“¿A quién le importa esa clase de cosas? Ella es amiga de Kizuna, así que no necesitamos pasar por formalidades, ¿cierto? ¡Si ella no puede hacerlo, ella debe decírmelo!”
“S…Supongo que tiene razón…” suspiró Raphtalia.
Romina se largó a reír. “Sí que eres un hombre de negocios, ¿no?”
“Naofumi es incluso mejor que Alto.”
“¿En serio? Ese hombre es un monstruo cuando se trata de negocios.”
“Estaba comenzando a sospechar lo mismo, ¿pero realmente lo crees, Kizuna?” preguntó Glass, lanzándome una mirada de sospecha.
“Si, él es mejor. Alto toma el camino largo para asegurar la venta, pero Naofumi puede vender lo mismo al instante y sin esfuerzo. Él realmente tiene talento para estafar.”
“Decide si me estás haciendo un cumplido o insultándome.”
Necesitábamos dinero, y no teníamos tiempo, ¿así que qué otra opción tenía más que jugar un poco sucio durante la subasta del agua sanadora de alma? Ella no se quejó en el momento.
Como sea. La verdad era que estaba muy interesado en conocer a este monstruo de los negocios del que estaban hablando. Si se parecía al comerciante de esclavos, comenzaría a correr en la dirección opuesta.
Raphtalia suspiró y parecía decepcionada de mí—¡pero realmente no hice nada malo!
“Bueno, no te preocupes mucho por el dinero. Son amigos de Kizuna, así que haré lo que pueda para mantener bajos los costos. También consigo algo de dinero de la corona.”
“Me alegra escucharlo. Además, trata de no destruirlas mucho.”
Ya me había acostumbrado mucho a la armadura. El viejo que la hizo para mí fue la primera persona que confió en mí.
“Lo sé, lo sé. Pero suficiente de la armadura—¿qué es esta cosa tan loca?” preguntó ella, sosteniendo el disfraz de Filo.
“¿¡Qué quieres decir con loca!?” Filo agitó sus alas, ofendida por la implicación. Ella debió pensar que estaba siendo insultada. Aunque no era muy sorprendente que haya dicho eso. Nadie en este mundo había visto alguna vez una Reina Filorial, sin mencionar un disfraz que se parecía a una.
“¿Por qué estás enojada?”
“¿Ella? Ella por alguna razón se transformó al cruzar entre mundos. En el lugar de donde vengo, luce igual al monstruo en el cual está basado el disfraz.”
“Ah… ya veo. Ella luce tan linda y graciosa, pero estás diciendo que su forma verdadera es…” Romina sonrió nerviosamente y apartó la vista.
No podía culparla. La forma de Reina Filorial de Filo era algo muy extraño de contemplar. Ella era enorme e imponente—mucho más que un Filorial normal.
“Sin embargo, si este equipo es de otro mundo, me gustaría que me permitieras estudiarlo un poco. Con algo de suerte, puedo fabricarles algo bueno.”
“Entiendo. Buena suerte.”
No tenía nada que perder, considerando que no podíamos usar el equipo en su estado actual. Si ella podía fabricar algo útil a partir de eso, probablemente incrementaría nuestras probabilidades de sobrevivir de aquí en adelante.
Una parte de mí aún sentía que estaba ayudando al enemigo a hacerse más fuerte, pero era la mejor opción que tenía.
“¿Necesitan algo más?”
“Creo que eso es todo por ahora—aunque me gustaría ver qué clase de escudos puedes fabricar.”
Simplemente usaría el Copiado de Armas para tener mi propia versión de cualquier escudo que ella fabricara, y luego podría vendérselo a alguien o dárselo a uno de mis miembros de grupo.
“Claro, pero con tantas órdenes, no puedo hacerlas todas al mismo tiempo. Probablemente deberíamos dejar esta orden hasta aquí. Luego puedo trabajar en otras cosas cuando todo esto esté listo.”
“Eso es razonable.”
“¡Genial! Debo decir que estoy muy emocionada de trabajar en estas cosas. Últimamente he estado muy aburrida con los proyectos que he tenido últimamente. Esto realmente animará las cosas para mí.”
¿Quién habría sabido que los herreros tenían tantas cosas por las que preocuparse? Cuando regresemos al mundo del que vinimos, tendría que hacerle una visita al viejo de la tienda de armas. Tal vez él también estaba aburrido. Además, él definitivamente estaría interesado en ver la armadura bárbara luego de que Romina trabajara en ella.
Si ella usaba gemas de este mundo, él probablemente estaría emocionado solo de verlas.
¿No es esa la clase de cosas por la que se emocionan los artesanos?
Dejamos nuestro equipo con Romina y luego salimos de su tienda.
“¿Qué deberíamos hacer ahora?” pregunté. Antes de que alguien pudiera responder, el aire se llenó de explosiones. Fuegos artificiales estaban saliendo hacia el aire desde el castillo.
Todos los ciudadanos en las calles miraron al cielo hacia las explosiones coloridas y sonrieron.
“Por ahora, solo disfrutemos la celebración que están haciendo por mi regreso. ¿Eso no suena bien?”
Glass apretó la mano de Kizuna, sonrió, e hizo una reverencia sincera hacia mí.
“Muchas gracias por ayudar a nuestra desaparecida Kizuna. Haremos todo lo que podamos para ayudarlos, pero por ahora, por favor disfruten la celebración.”
No iba a discutir. Teníamos que divertirnos alguna vez, ¿no?
De todas formas, era difícil relajarse en Melromarc, y aquí no parecía haber nadie tratando de tomar ventaja de nosotros.
“Muy bien, tomémonos el día libre. Raphtalia, Filo, Raph-chan, y Rishia, ¡Andando!”
“¡Bien!”
“¡Se ve muy divertidoooooo!”
“¡Rafu!”
“Fueh… ¿Qué deberíamos hacer primero?”
“¡Miren todos los carros de comida!”
“¡Fuehhh!”
“¿Qué pasa?”
“¡Yey! ¡Comidaaaaaa!”
“¡RaFUUUUU!”
Caminamos hacia el festival que estaba llenando las calles de la ciudad. Glass y Kizuna caminaban detrás de nosotros, como si estuvieran cuidándonos.
Aún tomaría un tiempo cumplir nuestro objetivo—castigar a Kyo por sus fechorías. Pero por el momento, intenté convencerme a mí mismo de que no había nada malo con tomarnos un día libre.
– FIN DEL VOLUMEN 8 –
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