Mezametara Saikyou (NL)

Volumen 4

Capítulo 8: Chris & Mimi.

“Mmm, ¡Esa fue una buena comida!” Dije, acariciando mi barriga.

En nuestra fiesta de victoria, comimos pizza y pollo frito de la Steel Chef 5 hasta la saciedad. Después de eso, tomé otro baño y me dirigí a mi habitación.

La fiesta fue genial. Tuvimos una comida increíblemente deliciosa hecha con carne artificial y lo pasamos muy bien. Éramos unos auténticos fiesteros-o al menos Elma lo era, con lo mucho que estaba bebiendo y charlando.

Yo estaba cansado pero satisfecho, así que dejé a las otras dos bellezas y a nuestra maidroide para que se ocuparan de la triste elfa que aún bebía, y me bañé de nuevo antes de volver. Esa pelea me agotó mucho más de lo que había imaginado, tanto física como mentalmente. Estuve muerto de cansancio durante la mayor parte de la fiesta.

“Qué dolor…” Me quejé. Encendí mi consola de cabecera para mostrar lo que los sensores de luz del Krishna estaban captando en ese momento.

En la pantalla holográfica, vi el estado del hangar en el que nos encontrábamos. El personal de mantenimiento y los robots zumbaban afanosamente alrededor del lugar. Estábamos disfrutando de una fiesta, pero los hombres, mujeres y robots del conde Dalenwald seguían abrumados por el trabajo de limpieza.

Según Chris, esta emboscada fue posible gracias a los con-conspiradores de Balthazar en la propia flota del Sistema Kormat, gente que debería haber estado trabajando para el Conde. Gracias a eso, el Conde Dalenwald y el Sistema Kormat estaban en gran confusión.

No es que le importe a un mercenario como yo. Nos habían ordenado esperar en el buque insignia del Conde Dalenwald por ahora, así que mientras hiciéramos eso, éramos libres de hacer lo que quisiéramos. Aunque tendríamos que lanzarnos al ataque si él nos lo ordenaba, por supuesto.

Una vez que terminaran de limpiar las zonas de batalla, la flota del Conde Dalenwald se dirigiría a Kormat Prime, la colonia central del Sistema Kormat. Entonces entregarían las naves que remolcaran allí, tratarían a los heridos, repararían sus naves dañadas, y harían otros trabajos extraños. Mientras tanto, nosotros estaríamos a la espera.

Ahora estábamos en el patio trasero del conde. El líder enemigo había sido capturado, por lo que supuse que seríamos liberados del deber. Pero el Conde Dalenwald era sorprendentemente diligente.

Justo cuando me dispuse a relajarme en la cama, sonó el timbre. La puerta de la habitación era hermética y robusta, así que un simple golpe no era suficiente para que la persona que estuviera dentro lo oyera. Como tal, venía instalada con un timbre, aunque Elma siempre golpeaba la puerta con todas sus fuerzas.

Preguntándome si Mimi o Mei habían venido de visita, abrí la puerta para ver a Chris allí. “Buenas noches”, me saludó.

No la esperaba, así que estaba en calzoncillos y una camiseta sin mangas… sólo con ropa interior, básicamente. “Espera un segundo”, le dije.

“Está bien. Siento molestarte mientras descansas”.

Hablar con ella en ropa interior sería una tontería, así que decidí al menos ponerme unos pantalones. Chris miró educadamente hacia otro lado.

“Entonces, ¿qué te trae por aquí?” Pregunté.

“No tengo ningún asunto en particular… pero quería hablar contigo”.

“¿Oh?” Era una respuesta un poco extraña, pero no tenía ninguna razón para rechazarla. Guié a Chris hasta una mesa y unas sillas cerca de mi cama. Como hombre, ciertamente no podía dejar que una mujer de la nobleza se sentara en mi cama. Aunque honestamente, dejarla entrar en mi habitación se sentía mal en sí mismo.

“Lo siento, no tengo té ni nada parecido. ¿No hay problema?”

“En absoluto”.

Metí la mano en la nevera y saqué una bebida negra, sin gas, tipo agua azucarada. La dejé sobre la mesa y tomé un poco para mí. Mmm. No tiene ese sabor, pero me encanta cómo se siente dentro de mí.

“Uh…” Luché con lo que decir. “Ah… Supongo que ahora todo está bien, ¿verdad? Estamos fuera de peligro, así que eso es ciertamente reconfortante”.

“Sí. Muchas gracias. Mi abuelo también te elogió”.

“¿De verdad?” Ese viejo siempre parecía enfadado, con esas arrugas profundas y enojadas en su frente. Pero supongo que sólo estaba reconociendo mi habilidad como mercenario.

“Sí. Parecía tal vez no parecía contento, pero dijo que tu fuerza era verdadera”.

“Huh. Supongo que puedo apreciar eso”. Entonces me levanté, habiendo recordado algo, y busqué en el armario junto a mi cama cierto collar con una joya lila. Lo había guardado justo en el bolsillo de mi chaqueta favorita. “Debería devolvértelo pronto”.

“Oh…” Chris miró el reluciente collar en mi mano. Parecía triste, incluso solitaria, al hacerlo

.

“Voy a seguir trabajando como tu caballero por un tiempo más, pero el Conde Dalenwald pagó mi recompensa por protegerte, así que creo que es hora de devolver el collar. Es importante para ti, ¿verdad?”

Tras un momento de duda, respondió: “Sí”. Le entregué el collar, que ella aceptó obedientemente y apretó en su pequeña mano. Con eso, me senté de nuevo en mi silla frente a ella.

“Erm, yo…”

“¿Sí?”

“Yo… te quiero, Hiro”. Chris se sonrojó mucho, todavía aferrada al collar. Las lágrimas se acumulaban en las esquinas de sus ojos negros.

“…De acuerdo.” Tenía la sensación de que era así, sinceramente. Habíamos dormido uno al lado del otro una vez. Ella estaba en su adolescencia temprana, pero ella era una dama con una educación noble de alta calidad. Ella no habría dormido a mi lado si no le hubiera gustado al menos.

Podía ver por qué podía sentir eso por mí. Dejando de lado la verdad, desde su punto de vista, yo era como un príncipe en un caballo blanco que había venido a salvarla del peligro. Excepto que yo estaba en un pequeño acorazado negro en lugar de un galante corcel blanco.

Para una chica en un periodo sensible de su vida, un hombre que la protegía era un objetivo razonable para su afecto. Sólo sería un sentimiento pasajero, pero descartarla totalmente sería demasiado grosero. Para ella, esto sin duda era algo serio. Sólo podía imaginar cuánto valor que tuvo que reunir para decirme lo que sentía.

“Agradezco que te sientas así. No todos los días un chico consigue escuchar eso de una chica tan linda. Pero no puedo decir mucho más que    No, por favor. No llores”.

Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, así que me apresuré a apartarlas con mis dedos. Perdón por no tener un pañuelo por ahí. Se nota que no soy bueno en esto.

“Mira, hay muchas… circunstancias. Estás tú y tus deberes como una noble, por ejemplo. Balthazar seguramente será repudiado, así que sin ti, el Conde Dalenwald no tendrá un heredero”. Tal vez podrían dar el título a alguien fuera de la familia directa, pero no estaba seguro si estaban dispuestos a ir tan lejos. “Realmente dudo que el Conde Dalenwald estaría de acuerdo con que estuvieras con un tonto al azar como yo. Tampoco digo que estaría bien si dijera que sí. Sinceramente, no estoy pensando en dejar el trabajo de mercenario ahora mismo”.

Si el Conde Dalenwald estaba de alguna manera bien con una relación entre nosotros, supongo que me convertiría en un noble. Pero, ¿mi ambición de vivir en un planeta residencial y beber refrescos todos el día se haría realidad? Tal vez sí, pero eso me parecía mal. Quería ganarme esa libertad con mis propias manos.

“¿De verdad…?” Chris insistió. “Incluso si estuviera dispuesta a dejar a mi familia, sigue siendo imposible?”

“Sí. Honestamente, eso probablemente enojaría a tu abuelo tanto que vendría a matarme. Lo siento, pero no estoy dispuesto a renunciar a mi vida por ti”.

Chris empezó a llorar aún más fuerte. Lo que acababa de decir era más o menos un no definitivo. Dicho más claramente, la había rechazado por completo. Como dije, no estaba dispuesto a dejar la vida de mercenario con Mimi y Elma sólo por ella. Si el Conde Dalenwald nos perseguía, las chicas estarían en riesgo. Como hombre, y como capitán de la nave, no podía exponer a mis chicas, mis compañeras de tripulación, a tal peligro.

Francamente, me importaba más nuestra vida junta que los sentimientos de Chris. Sin embargo, tenía que sentirme mal por ella. Usé mi terminal para llamar a Mei. En poco tiempo, ella apareció y me miró, y luego a la chica que reprimía los sollozos a mi lado.

“Lo siento, Mei”, suspiré.

“No pasa nada. Déjamelo a mí”, dijo Mei, sacando a la niña que lloraba de mi habitación.

Probablemente debería haberla consolado yo mismo, pero por desgracia, no tenía las habilidades románticas necesarias para consolar a una chica a la que yo mismo había rechazado. ¿Qué tan horrible podía ser un hombre, que cargaba con todos sus problemas a Mei?

“Uuuugh…” Solté otro gran suspiro y me metí en la cama. Solo me iré a dormir. Vamos a hacerlo. Atormentado por las imágenes de Chris llorando, hice todo lo posible para dormirme.

***

Me desperté de mi sueño frustrado. Sentía la cabeza y los hombros terriblemente pesados, y tenía un extraño dolor de cabeza. Básicamente, me encontraba en un estado horrible.

Había despreciado las emociones sinceras de una chica inocente sólo para protegerme a mí mismo y a mi estilo de vida. Al darme cuenta de esto de nuevo, mi corazón se hundió.

Había un millón de excusas. Su abuelo-patriarca no lo aceptaría, tendría que dejar mi vida de mercenario, y probablemente tendría que romper con Mimi y Elma.

Pero tal vez el conde diría que sí, y todavía podría volar piratas en el espacio con mi Krishna incluso sin el trabajo de mercenario, y Mimi y Elma podrían ser como, concubinas o lo que sea. ¿Podría seguir disfrutando realmente de mi vida sin preocupaciones si todo eso sucediera? Ciertamente no creo que fuera así. Casado y con una familia o no, ser un noble significaba un montón de limitaciones. Sin duda, Chris también sufriría.

Eso sólo significaba que tendría que apoyarla aún más, pero honestamente, no tenía la menor idea de cómo debería hacerlo.

“¡Hup!”

“¡¿Qué…?!”

Hubo un lindo ruido de esfuerzo mientras alguien presionaba algunas cosas suaves y pesadas en mi espalda. ¿Qué es esto? Luché y me retorcí para averiguar qué me había despertado, y me encontré con unos ojos marrones brillantes que me miraban fijamente. Aunque permanecían fijos en mí, vacilaban con inquietud.

“Mimi”. La saludé, pero no dijo nada y enterró su cara en mi pecho. ¿Qué es, un cachorro? Me imaginé su pelo castaño adornado con orejas de perro. “¿Qué pasa?” Le rasqué la cabeza, lo que hizo que apoyara su barbilla en mi pecho y me mirara a los ojos. Sus ojos se llenaron rápidamente de lágrimas.

“YO… YO…”

“Pero en serio, ¿qué pasa?” Totalmente confundido, limpié sus lágrimas. Sin embargo, eso sólo la hizo llorar de verdad. Mimi enterró su cabeza en mi pecho de nuevo, así que continué acariciando su cabeza hasta que sus lamentos finalmente se calmaron.

¿Ha terminado? me pregunté mientras la miraba. Ella olfateaba con fuerza, los mocos le salían por la nariz. “Vamos, querida. No estropees así tu linda carita”.

“Bleh…”

Tomé unas toallitas húmedas reciclables de mi mesita de noche y limpié el área alrededor de la nariz de Mimi. Una vez hecho esto, lo tiré en un contenedor especializado, donde se convertiría automáticamente en toallitas húmedas frescas una vez más. Todavía no tengo ni idea de cómo funciona.

Luego esperé a que Mimi se calmara, todavía moqueando y al borde de las lágrimas mientras yo le acariciaba el cabello. Mientras nos tumbábamos juntos, me di cuenta de que la imagen sombría de Chris se estaba desvaneciendo de mi mente. Me sentí un poco cruel, pero al mismo tiempo, me di cuenta más que nunca de que la vida con Mimi y Elma era lo que realmente me traía la paz.

“Mimi”, dije.

“… ¿Si?”

“Creo que estar contigo es lo que más me da paz”.

“¡Waaaah!” Mimi comenzó a llorar de nuevo. Estás muy llorona hoy, ¿eh? Sonreí para mis adentros mientras seguía acariciándola. “Siento haberte molestado…”

“No te preocupes”. El único sacrificio era la camisa que yo estaba usando. Un viaje a la lavadora, y estaría limpia de nuevo. Aunque supongo que perdí algunas toallitas húmedas. Tardaría un tiempo para restaurarlas, después de todo. “Entonces, ¿por qué estabas llorando?” pregunté, provocando que más lágrimas brotaran de sus ojos.

Pero Mimi se contuvo esta vez y comenzó a murmurar. “Um… Mei me habló de ti y de Chris”.

“¿Sí?”

“Estaba… muy contenta de que nos eligieras a mí y a Elma antes que a ella”.

“Oh. Hmm, ¿qué?” Pude ver que estaba feliz, pero no cómo eso estaba relacionado con que llorara a mares. Oh, ¿podría ser eso? Pensé para a mí mismo, pero no podía estar seguro.

“Estaba feliz de que Chris perdiera. Que nos eligiera a nosotras antes que a ella. Me hizo pensar que era tan curel… Al final, me sentí tan mal de pensarlo en la soledad de mi habitación, así que me pregunté lo dulce que te verías si te preocupaba por mí, y…!”

“Ooo…kay. Ya está, ya está”. Abracé a Mimi y reanudé mis caricias mientras las lágrimas fluían de nuevo. Ella no podía perdonarse por alegrarse de que acabara hiriendo a su amiga de esa manera.

“No se suponía que fuera así. Pensé que estarías triste, también, y quería hacerte sentir mejor… pero ahora sólo estás consolándome. Nunca creí ser una chica tan cruel, envidiosa y horrible… “Mimi exhaló el suspiro más largo en mi pecho. Noté que mis ojos empezaban a humedecerse también. Otra camisa se perdió por lágrimas y mocos, pero bueno, no es gran cosa.

“Está bien, tranquila. Me sentía toda una mierda, pero tú me hiciste sentir “sólo un poco peor de lo habitual”. Gracias por eso Mimi, lo hiciste bien. No te castigues demasiado”.

Mimi me miró con los ojos llorosos, moqueando. Deja de hacer eso: ¡Ya te he limpiado las lágrimas! Bien, Ugh, lo haré de nuevo. Limpia tu nariz, antes de que me quede sin toallitas húmedas. Las estás usando más rápido de lo que se reponen.

¡¿Cómo estás haciendo eso?!

“Tengo un poco de hambre. ¿Qué tal si vamos a la cafetería?”

“De acuerdo…”

Saqué a Mimi de la cama y me cambié de camisa de nuevo. Luego nos dirigimos a la cafetería, tirando mis camisas en la lavadora-secadora combinada en el camino. Ignoré la mirada de disculpa de Mimi.

En la cafetería, Elma daba un sorbo a un vaso de alguna bebida alcohólica mientras Mei permanecía a su lado.

“Vaya, eso fue rápido”, dijo Elma. “Mimi, ¿por qué tienes la cara toda roja?”

“Me ocuparé de esto de inmediato”, declaró Mei. “Señorita Mimi, por favor siéntese aquí”. Tan pronto como vio la cara de Mimi, se sentó junto a la pobre chica y comenzó a trabajar en algo.

“Pareces tranquila, Elma”.

“No es que podamos hacer nada al respecto”. Colocó su vaso sobre la mesa y ofreció una sonrisa irónica. “Siendo realistas, el Conde Dalenwald no te querría cerca de Chris. Y dudo que tenga tiempo para ti, de todos modos”.

“¿Qué quieres decir?” Levanté una ceja, confundido por esa última afirmación.

“Con el heredero apropiado -el padre de Chris- muerto, y con el asunto de Balthazar, Chris probablemente vaya a heredar su territorio. El conde Dalenwald podría vivir mucho tiempo con el tratamiento adecuado, pero eso todavía tiene sus límites. Si muriera repentinamente, estaría dejando inmediatamente a la pobre Chris como la nueva Condesa. Es mejor prepararse para esa eventualidad, así que probablemente va a apresurar la educación de Chris”.

“Ya veo.”

“Le van a enseñar a ser una noble y una Condesa, todo bajo una fuerte supervisión. Ella no tiene tiempo para preocuparse por el amor. Por suerte para ella, aún tiene tiempo hasta que sea formalmente mayor de edad, así que probablemente será educada a tiempo. Pero a cambio, no tendrá prácticamente ninguna libertad”.

“Eso es un poco triste en sí mismo.”

“Eso es lo que significa ser noble imperial. Obtienes el poder de un noble, pero también obtienes la responsabilidad de uno. Me siento mal por ella, pero…” Elma miró a Mei, que actualmente estaba aplicando algún tipo de toalla alrededor de los ojos rojos e inflamados de Mimi.

“¿Pero?” Le insistí.

“Nada. Espero que no pase nada”.

“¡Espera! ¿Qué demonios se supone que significa eso?”

“Aquí, la inteligencia mecánica como que… prioriza la realización en el romance. Están básicamente obsesionados con los finales felices”. Las palabras de Elma fueron desconcertantes, empeoradas por su mirada desagradable hacia Mei.

“El amor salvará el universo”, respondió Mei con frialdad, su respuesta igual de desconcertante. ¡Espera! De verdad, Mei, en nombre de Dios, ¿Qué le has dicho a Chris?

“¿Qué edad tenía esa chica?” Se preguntó Elma. “¿Doce y pico? En tres años, será mayor de edad. Sólo espero que cambie de opinión para entonces”.

“No te preocupes, Elma. Estará loco por nosotras mucho antes de que llegue ese momento”. Mimi apretó los puños, habiéndose recuperado por completo gracias a la ayuda de Mei.

“Hmph”, respondió Elma con desprecio, sus largas orejas se volvieron un poco más rojas. Mientras que Mimi se había recuperado, y Elma parecía tan tranquila como siempre, yo no estaba tranquilo en absoluto.

“Mei, ¿qué le has dicho a Chris?” pregunté.

“Nada por lo que debas preocuparte”.

“Sólo dímelo”.

“Muy bien”, respondió Mei. “Como Lady Chris es una noble, y ella será la indiscutible próxima Condesa Dalenwald, simplemente le aconsejé que será libre de usar su poder para mantenerte atado a ella”. Estaba tranquila, pero sus palabras eran aterradoras.

“Mei, en serio no planeo ser un noble-”

“Sí, ya lo has dicho antes. No quieres ser un noble porque deseas mantener tu libertad. Pero hay maneras de lidiar con eso”. Sonrió levemente, una sonrisa que calaba los huesos.

¿Qué? ¿Está disfrutando de esto? No sé lo que está planeando, pero estoy asustado.

“No tienes que temer. Todo lo que hago es por el bien de tu placer y fortuna, después de todo”.

“¡Tiene razón!” Mimi intervino. “Tienes que confiar en Mei. Ella es una buena persona”. Parecía estar muy encariñada con Mei estos días.

“Es cierto. Probablemente no hará nada que te haga daño, así que no te preocupes demasiado, tanto si es una ‘persona’ como si no”. A Elma parecía no importarle, como si hubiera renunciado al tema. Sentí su aura habitual de doblegarse pero no romperse… “En fin, ya está bien de hablar de Chris. Nuestra próxima parada es Dalenburg, y una vez que tengamos nuestra recompensa, seremos mercenarios de nuevo. Capitán, espero que se le ocurra un plan para lo que haremos después”.

“S-sí… Claro. Será mejor que me ponga a pensar en lo que vamos a hacer después”.

El portal nos había llevado lejos de nuestros lugares anteriores, por lo que tendríamos que reunir información sobre los sistemas estelares cercanos. También teníamos bastante dinero ahorrado, por lo que buscar la compra de una nave nodriza podría ser un buen plan. Eso nos permitiría ganar dinero a través del transporte, y podríamos liberar el espacio de carga del Krishna para poner más equipo y aparatos en él.

Quería comprar una nave nodriza, pero preferiblemente por poco dinero y de buena calidad.

Reparar una cuando era derribada solía costar tanto como comprar una nueva, así que cuanto más barata fuera la nave propiamente dicha y las piezas necesarias para personalizarla, más barato sería el mantenimiento. Y si quería una nave barata, lo mejor era ir al lugar donde se fabricaba. Básicamente, un sistema estelar con manufactureras de naves.

Hmm. Me aseguraré de tener todo esto en cuenta.