Mezametara Saikyou (NL)

Volumen 4

Capítulo 7: Un Molesto “Todo O Nada”.

¿Cómo acabé luchando cara a cara en un universo en el que las naves espaciales vuelan con una potencia de fuego increíble? Culpé a Balthazar junto con ese maldito ejército imperial por hacer una nave tan estúpida. En serio, qué mierda.

“Maestro Hiro, pronto atracaremos”, me informó Mimi. “Las fuerzas enemigas parecen estar concentradas lejos del hangar, así que no tendrás que preocuparte inmediatamente. Pero, por favor, ten mucho cuidado”.

“Lo haré”.

Incluso si hubiera enemigos justo fuera, no serían capaces de destruir mi armadura de poder sin algunas armas fuertes. La armadura de poder era mi pieza favorita de equipo, centrada en el volumen y potencia de fuego. Anti láser, anticorrosiva y bastante a prueba de balas, la armadura de clase III mostraba una defensa increíble contra todas las formas de ataque. Cuando las cosas se ponían difíciles, podía incluso desplegar escudos para reforzar sus defensas.

“Yo te protegeré, Maestro. Por favor, déjamelos a mí”. Mei parecía casi emocionada.

Parecía tan fría y tranquila como de costumbre. Su tono de voz no era exactamente burbujeante, tampoco. Pero podía decir por su aura que ella estaba ansiosa y lista para ir. Ok, estás preparada: Lo entiendo. Sin embargo, ¿puedes dejar de balancear ese cañón láser? ¡Así no es como se usa!

La razón por la que Mei podía usar un cañón láser destinado a una armadura de poder era porque su generador estaba configurado para suministrar energía al arma. Al estilo mismo de un traje de armadura de poder, ella estaba equipada con un micro-generador.

El suyo tenía incluso más potencia que la armadura de poder, por lo que podría utilizar armamento pesado sin necesidad de usar la armadura. Por cierto, el cable de alimentación que energizaba el cañón láser se extendía desde su cadera. ¿Había una toma de corriente allí? Nunca vi nada como eso cuando la vi desnuda. Qué raro. Justo entonces, la nave se balanceó ligeramente. Parecía que habíamos aterrizado.

“Hemos atracado”, anunció Elma. “Sé que debemos darlo todo en nuestro trabajo, pero sólo tienes una vida. No la desperdicies”.

“Sí, señora”.

“Además, esquiva la espada de un noble a toda costa. Cortará a través de tu armadura de poder”.

“¡¿Eh?!” ¡Espera un momento!, ¡Nadie me dijo eso!, ¡¿Es demasiado tarde para cambiar de opinión?!

“Además”, repitió Elma, “ten cuidado. Los nobles suelen estar equipados con mejoras cibernéticas que aumentan en gran medida su capacidad de procesamiento de información”.

“Define cuidado. ¿Y cuál es específicamente el peligro con eso?”

“Básicamente, tienen un tiempo de reacción ridículo. Pueden desviar los láseres con sus espadas e incluso lanzarlos de vuelta a ti”.

“Tienes que estar bromeando…”

¿De verdad? ¿Desvían los láseres y los devuelven? ¿Qué es esta gente, unos Jedi? No recuerdo ningún Jedi cibernético, aunque no es que esté tan informado sobre esa franquicia.

“Pero”, continuó Elma, “tienen problemas para mantenerlo durante mucho tiempo debido al esfuerzo físico de sus cuerpos. Tú puedes hacer lo mismo lo mismo,

¿verdad? Por eso pensé que eras un noble al principio”.

“¿Puedo? Oh, sí, puedo…”

Se refiere a eso de que todo se ralentiza cuando contengo la respiración, ¿verdad? Vale, entonces debe ser lo mismo. Aparentemente, parece que estoy disparando a velocidades súper altas cuando hago eso.

“Bueno, no importa lo rápido que sea un noble, sólo tiene una espada. No hay problema”. Con eso, mostré las armas de hoy.

Estaba equipado con dos láseres divididos de grado de armadura, que se podría decir que eran totalmente potentes en el combate contra infantería. Estos bebés disparaban doce rondas a la vez, todas tan potentes como cualquier rifle láser de infantería. Básicamente, eran escopetas en forma de láser. Tener dos a la vez significaba que podía disparar veinticuatro láseres simultáneamente.

Tiro a tiro, el cañón láser era más fuerte, pero era demasiado grande para que yo pudiera balancearme mientras llevaba la armadura de poder. En un espacio cerrado, los láseres de doble división eran mucho más fáciles de manejar.

“Bien, vamos a entrar”, declaré. “Mimi, haz que la tripulación de Dalenwald no me disparen. ¿Entendido?”

“¡Entendido! Ten cuidado”.

“Yo me encargaré de la navegación”, me dijo Mei.

“Genial, gracias. Vamos!” Abrimos la escotilla y saltamos del Krishna.

Estaba un poco lejos del hangar a donde los enemigos fueron desplegados, así que corrí, con mi armadura sonando fuerte todo el camino. El sonido podía ser tosco, pero era incluso más rápido que cuando estaba sin armadura. Los amortiguadores y los músculos artificiales de las piernas funcionaban bastante bien, de hecho.

Pero Mei corrió más allá de mí, usando su ropa de sirvienta, tan pulcra y elegante, con su potente cañón láser en la mano. ¡Qué espectáculo tan increíble! Ni siquiera en las películas clasificación B se vería una combinación como la nuestra: un tipo de aspecto malvado con una armadura poder y una sirvienta fuertemente armada. Qué dúo tan dinámico.

“El campo de batalla está adelante y a la izquierda”.

“Vamos con todo. Iré al frente y pondré un escudo”.

“Entendido. Entonces buscaré una apertura para acribillarlos”. Mei respondió mientras girábamos a la izquierda.

Allí, vimos a los soldados con armadura ligera contra las sirvientas y mayordomos, ambos bandos en una acalorada batalla detrás de sus respectivas barricadas. Ah, es cierto. La tripulación aquí está vestida como sirvientes. Qué espectáculo tan surrealista.

Pero las fuerzas aliadas de sirvientas y mayordomos estaban siendo empujadas hacia atrás por los soldados. En una inspección más cercana, algunos enemigos llevaban armadura de poder también.

“¡¿Armadura de poder?!” Gritó un soldado enemigo al verme. “Pensé que no tenían ninguna desplegada!” Parecían sorprendidos por mi repentina aparición. Las sirvientas y los mayordomos voltearon igualmente sorprendidos. No quise asustarlos, lo siento. Sólo… pasaba por aquí.

“¡Raaagh!” Usé los propulsores de salto del traje para volar por encima, saltando en el espacio entre las barricadas. Los soldados enemigos inmediatamente se recuperaron de su asombro y me dispararon con rifles láser, pero mi armadura de poder superpesada, el Rikishi Mk. III, no se inmutó ante el mero fuego de los rifles láser.

No dejé que me dispararan sin oposición. Disparé salvajemente ambos láseres divididos a los soldados escondidos detrás de su barricada. Mi arma tenía la potencia de fuego de doce enemigos, así que con dos de ellas tenía el poder de veinticuatro.

“¡Whoooooa!”

“¡Maldita sea, esto es un desastre! Barst, ¡acaba con ese enorme idiota!”, gritó el aparente comandante enemigo, provocando que un enemigo saltaar la barricada y corriera hacia mí.

Hmm. Peso medio, armadura de poder estándar. Probablemente es de grado militar. Contra un enemigo sin armadura de poder, tendría tiene una amplia defensa y movilidad. Una potencia de fuego perfectamente aceptable, también. Pero eso no me vencerá. La movilidad no significa nada en un espacio pequeño como este. Cuando se trata de batallas cara a cara en naves espaciales, lo que realmente quieres de una armadura de poder es una fuerza abrumadora y una increíble defensa.

“¡Muere!” Cuando el enemigo vino hacia mi, activé mis escudos y fui por una taclead de hombro de alta velocidad. Este era el movimiento asesino del Rikishi Mk. III: la función Buchikamashi.

“¡Gah!” La armadura de poder del enemigo salió volando por los aires, destrozando la barricada detrás de él y llevando a sus amigos hacia abajo con él como bolos. Estaban claramente sacudidos, obviamente no esperaban que un golpe derribara su armadura de poder.

“¡Mei!”

“Yo me encargo”. A mi señal, Mei saltó hacia adelante y se unió a mí en la acribillación de los enemigos restantes con su cañón láser.

Mei es realmente increíble, de verdad. Ella maneja ese pesado cañón como si nada, destruyendo fácilmente al enemigo y a la barricada con fuego concentrado. Se podría pensar que al disparar desde la cadera sería difícil apuntar, pero sus disparos fueron maravillosamente precisos.

“¡¡¡Ahora!!!” Ordené.

“¡Señor!” Mei respondió.

Arremetí contra las líneas enemigas, apartando de una patada la barricada. Luego usé mis dos láseres divididos, los propios láseres de hombro del Rikishi Mk. III, y mis propios puños para hacer frente a las fuerzas restantes. Los humanos eran simplemente demasiado impotentes frente a la defensa y potencia de fuego abrumadora de mi armadura de poder.

“¡Haaah!” Mientras tanto, la frágil Mei osciló su cañón láser del tamaño que usa una armadura de poder con facilidad, haciendo volar a los soldados como si fueran hojas. Se escucharon unos desgarros y crujidos bastante horribles.

“¡Maldita sea!”

“¡¡¡Hmph!!!” Gruñí.

“¡Urk…!”

Pisé la armadura de poder enemiga mientras intentaba volver a levantarse, activando el dispositivo de amplificación del Shiko impact y aplastando su pieza pectoral en pedazos. Su vida estaba ahora en verdadero peligro, pero neutralizarlo era mi única opción mientras siguiera queriendo luchar.

Esta era una batalla de vida o muerte.

Ahora que lo pienso, realmente estoy matando a la gente sin un segundo pensamiento. Bien, no pienses demasiado en ello. Sólo piensa en salvar a Chris y matar a Balthazar.

“¡Sigamos adelante!”

“Sí”.

Después de destruir a los enemigos y su barricada, dejamos el trabajo de limpieza a las sirvientas y mayordomos para que pudiéramos continuar. Sólo espero que las cosas vayan bien a partir de ahora.

***

Sólo habíamos avanzado un poco antes de detenernos. El camino delante de nosotros estaba completamente manchado de sangre roja y oscura.

“Esto es simplemente…” Estaba perdido.

“Han sido masacrados”.

El pasillo, antes blanco, ahora carmesí, estaba lleno de partes de cuerpos humanos cortados. La visión sangrienta casi me hizo vomitar, pero la función de supresión del vómito de mi armadura de poder lo impidió. Sin embargo, el revoltijo en mi estómago no se detuvo. Pasamos a través, con cuidado de no para no pisar ningún cadáver.

“¿La espada de un noble hizo todo esto…?” Pregunté. “Seguro que no quiero acabar así”.

“No te preocupes”, me tranquilizó Mei. “Mientras yo esté aquí, juro que ese destino no te ocurrirá”. Aprecié lo confiable que era ella, pero tampoco quería verla destrozada de esa manera. Será mejor terminar esto lo mejor posible.

“Además, en ese lugar había rastros de láseres en el techo y paredes. Creo que el enemigo tiene implantes cibernéticos”, añadió.

“Eso es un dolor de cabeza. Pero bueno, no hay manera de que puedan defenderse contra dos láseres divididos a la vez”.

Podrías ser capaz de predecir la trayectoria de un láser basándote en dónde apunta el cañón del enemigo si usan pistolas o rifles láser, pero un láser dividido detectaba la temperatura de su lente polarizador y ajustaba su ángulo de disparo con cada tiro.

Además, una o dos espadas no podían protegerte de veinticuatro disparos a la vez. Los láseres disparaban literalmente a la velocidad de la luz, así que una vez que se disparaban no podías esquivarlos.

Fantástico. ¡Le mostraré a ese pagano que blande una espada lo que la civilización moderna es capaz de hace!, ¡Ja, ja, ja!

“Oigo el sonido de espadas chocando adelante”.

“Démonos prisa. En realidad… Mei, tú vas adelante. Eres más rápida que yo,

¿verdad?”

“Sí. Entendido”.

Mei aceptó y corrió por el pasillo a una velocidad increíble. ¿Por qué el pasillo está ligeramente abollado donde ella acaba de correr? ¿De verdad es tan rápida? Yo conocía sus características por el catálogo, pero fue un verdadero shock presenciar su poder de cerca y en persona por primera vez. Y ella tenía un programa de lucha especializado, también. Mierda. No creo que yo pudiera vencerla en una pelea incluso con mi armadura de poder.

Mientras corría, haciendo ruido y traqueteando por el camino, mis sensores parabólicos captaron algo parecido a un cañón láser disparando. Mei debe haber atacado al enemigo. La luz roja atravesó la puerta abierta frente a mí. ¿La batalla allí arriba no ha terminado todavía?

Me asomé al interior de la habitación para evaluar la situación antes de entrar. Parecía ser un gran vestíbulo donde el Conde Dalenwald estaba preparado con su espada, junto a Chris y sus subordinados. El Conde Dalenwald tenía algunos cortes aquí y allá, lo que daba una imagen triste. Pero afortunadamente, no parecía haber perdido ninguna parte del cuerpo. Y frente a ellos, Mei estaba en una acalorada batalla con muchos enemigos.

“¡Maldita muñeca sexual!”, gritó uno de ellos.

“Tus comentarios pueden ser ciertos, pero creo que deberías dejar de hacerlos. Sólo te retratan de forma negativa”.

Mientras un hombre con una espada le gritaba, Mei permaneció tan tranquila como siempre y siguió lanzando láseres contra él. Los láseres, ajustados en modo de dispersión, se dirigieron hacia el hombre y… ¿no le dieron? Sus dos espadas los desviaron. ¿Eh?

El hombre que se enfrentaba a Mei tenía una espada larga en su mano derecha y una corta en la izquierda, desviando los láseres que estaban a punto de golpearlo y evadiendo el resto con facilidad. Estás bromeando, ¿verdad? ¡Realmente es un Jedi!

“Mei, dispara de nuevo. Lo derrotaremos con fuego cruzado”.

“Entendido”. Tras la confirmación de Mei, salté al vestíbulo donde la batalla… ¡¿Ah?!

“¡Hmph!” El hombre con la espada gruñó, de alguna manera se acercó sobre mí tan pronto como salté.

“¡Gah!” Por reflejo, intenté golpearlo con mi pistola láser dividida, pero increíblemente, bloqueó el golpe y saltó hacia atrás. Mientras estaba en eso cortó el arma en dos con su daga. “Pedazo de…” Escupí. “¡¿Cómo te atreves a cortar mi láser dividido?!”

“¡Hmph!” Volvió a gruñir. Deseché mi láser dividido y usé el que aún tenía en mi mano izquierda, junto con mis dos láseres de hombro, para disparar a esta maldita amenaza de doble empuñadura. “Te atreves a usar armas tan brutales contra un noble”, gruñó.

“¿Por qué debería importarme, imbécil?” Continué con mi despiadado fuego láser sin piedad, poniendo al hombre a la defensiva. Puede que haya perdido un láser dividido, pero con mis cañones de hombro en juego, todavía tenía el poder de unos catorce hombres. “¡Raaagh!, ¡¡¡Muereeeeee!!!”

Disparar desde la distancia significaba que mis láseres se extenderían más, así que mantuve una distancia adecuada sin dejar de estar lo suficientemente cerca como para bañarlo con fuego láser. ¡Tch!, ¡Este tipo tiene incluso un generador de escudos portátil! Así que muchos de mis láseres deberían ser impactos directos, ¡pero ni siquiera lo han chamuscado!

No es que me importe. No importa cuánta capacidad tenga tu dispositivo de escudo, tenía que quedarse sin energía en algún momento. Si mi primer o segundo disparos no le daban, ¡entonces tal vez mi tercer, cuarto, décimo o vigésimo disparo lo harían!

“¡¿Sólo van a mirar?! ¡Ayúdenme a disparar!” Les grité al Conde, las sirvientas y mayordomos, que sostenían los láseres, pero se quedaron en shock ante lo que estaba sucediendo. Mei había puesto su cañón láser en modo de enfoque y estaba disparando con cuidado hacia el espadachín doble Los cañones láser tenían una fuerza increíble cuando estaban enfocados: un disparo agotaría fácilmente los escudos del hombre. ¡Fantástico!, Así se hace.

“¡Maldita sea!” Expuesto a este fuego enfocado, hubo un estallido cuando el escudo portátil del hombre se agotó y explotó. ¿O puso una cortina de humo? Estaba oculto por el humo blanco, que se extendió y llenó la habitación a gran velocidad. Ya veo… Así que está tratando de atenuar los láseres y al mismo tiempo dificultar nuestra visión. Es un movimiento inteligente.

Pero era inútil. Contuve la respiración y levanté el brazo en tiempo lento, apuntando cuidadosamente a mi objetivo.

“¡Haaah!”

“¡Ack!” El láser dividido, lanzado por la fuerza abrumadora de mi armadura, se estrelló perfectamente en el espadachín mientras intentaba correr hacia el Conde Dalenwald.

Aunque usó una cortina de humo anti láser y dificultó la visión, ninguna de las dos cosas me hacía el trabajo difícil cuando llevaba mi armadura de poder. La armadura de poder no sólo tenía sensores de luz; también tenía instalados sensores infrarrojos y otros de gran capacidad. Una simple cortina de humo no podía cegarme.

Levanté mis escudos y me acerqué con fuerza a mi objetivo.

“¡Idiota!” Se dio cuenta de mi acercamiento y trató de cortarme con su espada larga, pero fue desviada por mis escudos. Las espadas de los nobles eran muy afiladas, pero no serían capaces de atravesar mi escudo, no sin agotar su poder con un láser o un misil, o atravesarlo con la alta energía cinética del fuego antiaéreo.

Por muy afilada que fuera su espada o por muy rápidos que fueran sus golpes, mientras este tipo no tuviera implantes cibernéticos o partes cibernéticas, sus tajos no podrían herirme. Tenía un poco de miedo de que fuera capaz de cortar mi escudo, pero no pudo. Gracias a Dios.

“¡De nuevo contigo, idiota!” Agarré su muñeca. Él inmediatamente trató de cortarme el brazo con su daga de la mano izquierda, pero era demasiado tarde.

“¡Aaaaaargh” Gritó y empezó a temblar. Yo había activado los dispositivos de descarga eléctrica de alta presión instalados en ambas   de mi armadura de poder, la función Harite -más comúnmente conocida como el Colisionador Rikishi en Stella Online. Si un humano sin armadura de poder era golpeado por esto, estaba acabado. Si no los mataba directamente, al menos se desmayarían.

“Haaah…” El humo se elevó ligeramente desde el cuerpo del hombre mientras se desplomaba.

“Quítenle su armamento”, ordené.

“Sí”. Mei corrió y pateó las espadas lejos de él. También tiró a un lado los extraños dispositivos unidos a su capa y otras partes del cuerpo. No sabía lo que era ninguno de ellos, pero si Mei los recogió, entonces debían ser peligrosos.

“Entonces, ¿debemos matar al tipo?” Le pregunté al Conde Dalenwald mientras colocaba suavemente mi pie sobre la cabeza del hombre, dispuesto a convertirlo en polvo a la orden del Conde. Debía ser ese tal Balthazar. Lo es, ¿verdad? Por favor, dime que lo es.

“Arresten a ese hombre”. La expresión severa del Conde Dalenwald no vaciló mientras señalaba con sus ojos a las sirvientas y mayordomos que le rodeaban. A su alrededor. Los mayordomos se apresuraron a traer lo que parecía un collar. Lo colocaron alrededor del cuello del espachín doble y se lo llevaron a algún lugar.

Mientras tanto, las sirvientas recuperaron las espadas del hombre y me las trajeron. ¿Qué quieres que haga con ellas?

“Es una pena que hayas ensuciado nuestro duelo”, dijo el Conde Dalenwald, “pero al final, tú y esa muñeca lo derrotaron. Como tal, recibirás sus espadas”.

“No lo entiendo. Mei, ¿qué demonios está pasando?”

“Las disputas nobles pueden resolverse de muchas maneras, pero creo que el Conde Dalenwald y su hijo Balthazar han elegido un duelo para decidir su destino final. Hemos interferido en su duelo, y al ayudarlo, hemos derrotado a Balthazar. Esto significa que el Conde Dalenwald ha ganado, y que tiene el poder de elegir el destino de Balthazar. Además, es de sentido común que el ganador de un duelo entre nobles tome las armas del perdedor como muestra de orgullo. Decepcionado por nuestra interferencia, el Conde Dalenwald no cree que sea correcto tomar las armas de Balthazar. En cambio, desea dárselas a usted, el verdadero vencedor”.

“Ajá… Eso es demasiado para procesar. Básicamente, puedo tener estas espadas?”

“Sí, creo que sí”.

“De acuerdo.”

Si Mei dijo que estaba bien, entonces debe estar bien, ¿no? Con eso, acepté las dos espadas. Mi armadura de poder debe haber hecho que se vea terriblemente extraño. Un luchador de sumo sosteniendo espadas de estilo occidental era demasiado incongruente. Tal vez se vería mejor si tuviera una espada súper larga nodachi o algo así.

“¿Qué vas a hacer con él?” Pregunté.

“Recibirá el castigo adecuado”, dijo el Conde Dalenwald y se dio la vuelta para marcharse.

Las sirvientas que atendían sus heridas se apresuraron a seguirlo. Después de despedirlo, recuperé mis dos láseres divididos: el que había cortado por la mitad y el que le lancé a Balthazar.

Ese maldito espachín doble… ¿Cómo has podido hacerle eso a mi querida arma? Lo maldije mentalmente y fijé las dos espadas a la parte trasera de mi armadura de poder. La armadura de poder podía sostener armas en su espalda, impulsadas por alguna misteriosa fuerza mágica.

No, estoy bromeando. En realidad estaba equipada con monturas de armas automáticas. Sólo que no se destacan en el juego, por lo que parecía estuvieran flotando detrás de ti. La mayoría de las armaduras tácticas de este universo tenían una tecnología similar, pero era pesada. Además, normalmente sólo andaba con armas láser.

Sujeté mi pistola literalmente partida con ambas manos y me pregunté cómo limpiaríamos todo esto. Mientras tanto, Chris se acercó a mí y me saludó.

“Bien hecho”, me felicitó.

“Tú también, Chris. ¿Te duele algo?”

“No, señor”.

Entonces me di cuenta de que algo colgaba de la cadera de Chris. Era un poco demasiado grande para ser llamado un cuchillo. ¿Una daga de autodefensa, quizás? “No puedo darte una palmadita en la cabeza cuando estoy usando una armadura de poder. De todos modos, me alegra ver que estás a salvo”.

“Es gracias a ti que no tuve que usar esta daga kaiken”.

“Yo… no voy a preguntar cómo la habrías usado”.

Asumiendo que las dagas kaiken aquí eran como las que yo conocía, se utilizaban para la autodefensa, también eran usadas por mujeres para suicidarse, como manera de proteger su orgullo y dignidad. Si el Conde Dalenwald hubiera perdido y yo no hubiera venido a ayudar, entonces Chris podría haber tenido que usar su daga en ella misma. Menos mal que estaba aquí.

“Será mejor que me ponga en contacto con las chicas”, dije y encendí mis comunicaciones. “Elma, Mimi, todo está bien por aquí. Balthazar está… bueno, no está muerto, pero el asunto está solucionado. El Conde Dalenwald le puso una especie de collar y se lo llevó, así que deberíamos estar bien”.

“Entendido”, respondió Elma. “Entonces, ¿no lo mataste?”

“Los interrumpí un poco en medio de un duelo. Usé mi ataque eléctrico de la armadura de poder, Balthazar se desmayó, y lo arrestaron. El Conde Dalenwald me dijo que lo dejara vivir, así que hice eso”.

“Ya veo. ¿Estás herido?”

“No, pero uno de mis láseres divididos está partido por la mitad”.

“Es una pena, pero alégrate de que haya sido lo único que has perdido. Mejor que un brazo, una pierna o tu estómago, ¿verdad?”

“Ni lo menciones.” Si esa espada era lo suficientemente afilada como para cortar mi arma por la mitad de un solo golpe, entonces realmente podría ser capaz de cortar mi armadura. Definitivamente era más afilada que cualquier hoja que conociera.

¡Gracias a Dios por los escudos!

“Asegúrate de volver a salvo, por favor”, dijo Mimi.

“Por supuesto. ¡Comamos algo bueno esta noche! Por fin tendremos un merecido descanso”.

“¡Genial!”

Su voz emocionada me recordó algo. “Oh, sí. Chris, ¿quieres venir a nuestra nave? Vamos a tener una fiesta ahora que el asunto de Balthazar ha terminado”.

“¿Una fiesta? Eso suena muy bien. Me encantaría asistir”.

“Digo ‘fiesta’, pero probablemente sólo va a implicar que nuestra cocina automática haga algo de comida de fiesta. Pero no dudes en venir”.

“De acuerdo. Haré lo posible por convencer a mi abuelo”. Chris retorció sus manos enérgicamente. ¿Los gestos de Mimi la estaban contagiando? Supongo que pasaban mucho tiempo juntas.

“Por cierto, ¿qué pasa con la batalla?” Le pregunté a Elma.

“Saben que Balthazar ha caído, así que parece que ha terminado. La mayoría de los enemigos se rindieron o huyeron”.

“Entendido. Entonces voy a regresar ahora. Chris, estamos acoplados en tu hangar, así que ven cuando tengas permiso”.

“Entendido. Se lo pediré pronto”.

“Mei, ¿puedes vigilar a Chris?” Pregunté.

“Muy bien”.

Me imaginé que la derrota de Balthazar sería el final de todo esto, pero tenía a Mei pegada a ella por si acaso. También tenía sirvientas a su lado con pistolas láser y rifles, pero nunca está de más tener más cuidado. Mei recibió mi láser dividido intacto y me llevé el engorroso cañón láser conmigo a la nave.

Me mantuve atento a las batallas que aún se libraban en el camino de vuelta, pero parecía que los soldados enemigos invasores habían sido derrotados, así que podía estar tranquilo por ahora.

“No te tomes las cosas con demasiada calma, Hiro”, me advirtió Elma.

Había bajado la guardia ahora que el gran villano había sido derrotado. O estaba inquieto, o era demasiado relajado. Será mejor que me ponga en guardia, pensé. Dicen que no hay que bajar la guardia sólo por haber ganado.

Atravesé los pasillos con la mirada hacia las sirvientas y los mayordomos mientras me dirigía al hangar de la nave insignia. Las naves del buque insignia estaban regresando una por una, también. Algunas regresaron sin perder sus escudos, pero otras estaban tan golpeadas que me sorprendió que siguieran intactos.

Eran los más estándar de los pequeños acorazados imperiales, con dos soportes de armas capaces de equipar pequeños cañones láser o multicañones, junto con dos capsulas de misiles buscadores. Las naves eran rápidas y muy maniobrables. Sus escudos y blindaje no eran grandes, pero eran buenas naves en general. Por otro lado, su capacidad de crucero y de carga eran demasiado inadecuados para que un mercenario. Algunas personas las preferían; al fin y al cabo, tenían un aspecto atractivo. Un acorazado elegante.

Mi Krishna era el doble de grande que ellas. Todavía estaba calificado como una nave pequeña pero se acercaba bastante a las medianas, aunque no era comparable a ellas en capacidad.

Pasé por el hangar, que estaba lleno de integrantes de la tripulación para reabastecer, mantener y rescatar a los pilotos heridos, entonces volví al Krishna. Ciertamente agradecí que la gente me diera una distancia, dada mi armadura de poder y mi enorme lanzador láser. Después de subir la escalera y abrir la escotilla, estaba a bordo de la nave, donde Mimi me esperaba.

“¡Ahí estás!”

“Ya he vuelto. Ahora, déjame quitarte esta armadura de poder muy rápido”.

“¡Está bien!” Mimi sonaba despreocupada, pero me seguía de cerca. ¿Está preocupada? No estoy herido ni nada.

Después de llegar a nuestra bodega de carga, coloqué el cañón láser en el estante de armas de la esquina, tiré el láser roto en la caja y me quité la armadura de poder.

“Ah, dulce libertad”.

“¡Debes estar cansado después de todo eso!” Mimi me ofreció rápidamente una toalla húmeda, que acepté y utilicé para limpiar el sudor de mi cara y el cuello. La armadura de poder tenía aire acondicionado, pero a veces hay que sudar.

“Gracias. Oh, mira esto”. Le mostré a Mimi el par de espadas de Balthazar montadas en la parte trasera de mi armadura de poder.

“¿Espadas? Esas son las que lleva la nobleza, ¿no?”

“Sí. El Conde Dalenwald me las dio después de que Mei y yo le diéramos una paliza a Balthazar”.

“¿De verdad es tan fácil conseguirlas…?” Mimi estaba perdida. Sí, puedo entenderla. Pero ahora son mías. No tenía ninguna razón para rechazarlas, y Mei dijo que estaba bien, así que ¿por qué no?

“No sé, pero me los dio”.

“Ya veo…”

A pesar de su confusión, Mimi estaba muy interesada en las espadas. Ellas eran un símbolo de estatus de los nobles imperiales para ella, algo que sólo podía soñar con ver. Para compararlo con las sensibilidades japonesas…. ¿son algo así como la insignia de un miembro de la cámara legislativa? ¿Algo así…? De todos modos, es algo que una persona ordinaria nunca tendría en sus manos.

“¿Quieres sostener una?” Ofrecí.

“¿Estás seguro?”

“¿Por qué no? Pero están muy afilados, así que ten mucho cuidado”.

“¡Está bien!”

Le entregué a Mimi la daga y tomé la espada larga para mí. Era más delgada de lo que había pensado, y mucho más que la que Serena llevaba consigo. ¿Estaban igual de afiladas? No podía compararlas exactamente. Era de doble filo, así que la hoja no era muy ancha, y la punta estaba súper afilada.

La espada probablemente enfatizaba la ligereza y la agilidad por encima de la potencia bruta. No es que la anchura influyera especialmente en el afilado, pero una espada ligera probablemente tenía la ventaja en ese sentido, ¿verdad?

“¡Es bastante pesada!” Mimi comentó.

“¿Lo es?” Envainé la espada larga y cambié con ella.

En comparación con la espada larga, ésta tenía una hoja más gruesa. También parecía afilada… pero parecía ser más resistente que otra cosa. Si tuviera que adivinar, era menos un arma ofensiva y más una herramienta.

“¿Qué estás haciendo?”, dijo una voz exasperada. Me di vuelta hacia la bodega de carga y me encontré con una Elma de aspecto molesto, así que levanté la daga para que la viera.

“Sólo revisando nuestro botín”, respondí.

“¿Un botín…? ¿Eh? ¿Te lo has ganado?”

“Sí. Realmente no lo entiendo, pero golpeamos a Balthazar y salvamos al Conde Dalenwald, y él nos dejó tenerlas”.

“Vaya. Así de fácil, ¿eh?” Elma refunfuñó para sí misma, aparentemente sumida en sus pensamientos.

“¿No debería haberlas aceptado?”

“No es eso, pero… meh. Si necesitan algo, te lo harán saber. De todos modos, tenemos que prepararnos para la fiesta, ¿no? Guarda esas cosas y empieza a prepararte. Hiro, ve a ducharte”.

“¡Está bien!”

“¡Muy bien!”

Obedeciendo la orden de Elma, envainamos las espadas y las arrojamos en la funda de las armas antes de ocuparnos de nuestros propios asuntos. Mimi y Elma estaban trayendo la comida y las bebidas de la sala de carga, y a mí me tocaba ir a bañarme como un buen chico.

Una vez que terminara con eso, ¡Sería el momento de la fiesta de la victoria!