Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 18: Adultes – Arco De Los Subordinados

Capítulo 3: La Ceremonia De Entrada Y El Presidente Del Consejo De Estudiantes

De hecho, Linia empezó a trabajar como criada en nuestra casa. Yo me conformaba con dejarla valerse por sí misma, pero, al margen de todo, Linia seguía siendo una amiga. Si tenía problemas, era justo ayudarla. Obviamente.

Es cierto que había pensado en echarla a los lobos, pero no lo hice, lo que significaba que no contaba.

Además, Aisha estaba en contra de dejarla libre. Después de pagar la enorme suma que hicimos por ella, sostenía que sería un desperdicio echar a Linia.

“¡Sé que ganan bastante, pero el dinero sigue siendo valioso! Voy a hacer que la señorita Linia trabaje aquí hasta que pague hasta la última moneda que debe”, insistió Aisha.

Orsted me pagaba de forma irregular, y normalmente en forma de objetos mágicos o piedras mágicas. Después de vivir en un bucle temporal tras otro, probablemente conocía todos los secretos de este mundo. Naturalmente, podía reunir fácilmente el dinero suficiente para cuidar de mí durante el resto de mi vida. Eso no cambiaba el hecho de que mil quinientas monedas de oro asurianas eran una enorme suma de dinero desde mi perspectiva. Es decir, era más de lo que había pagado por esta casa.

“Sí”, dijo Eris, asintiendo. “No me importa que sea tu amiga, ¡no la voy a entregar!”

Así que nunca tuvo la intención de dejar ir a Linia. Si hubiera intentado entregarla a los traficantes de esclavos, probablemente habría salido furiosa, con la espada colgando de la cintura, y los habría matado a todos antes de que yo pudiera pestañear.

Aun así, la reprendí por haber matado a esos hombres, traficantes de esclavos o no. No me importaba si esa gente vivía o moría; me importaba si le pasaba algo a Eris mientras estaba embarazada. Nunca se sabe. Asesinar a alguien mientras está embarazada podría resultar en ser perseguido por espíritus malignos. Insistí en que arreglara las cosas invocando mi nombre o el de Ariel la próxima vez que ocurriera algo así. Aunque sabía que su espada se encargaría del problema antes de que ella se molestara en abrir la boca cada vez, no obstante. Ese era el tipo de mujer que era Eris. Ya había renunciado a intentar cambiar ese aspecto de ella.

“Bueno, me alegro de que las cosas hayan salido como han salido. Es exactamente como habría esperado que lo manejaras”, dijo Sylphie. No tuvo reparos en contratar a Linia. Sabía que las dos éramos amigas y, de hecho, me elogió por darle tanta importancia a la amistad.

“¡Guau!”, dijo Leo.

No tenía ni idea de lo que estaba diciendo, pero Linia parecía entenderlo. “Ah, sí, lo entiendo, Lord Leo. Estoy perfectamente bien estando en el fondo del tótem, mew. Haré lo que me digan, mew. Por favor, siéntase libre de trabajar conmigo hasta el hueso”.

Linia no expresó ninguna confusión sobre la presencia de la bestia sagrada aquí. Al parecer, Leo ya se lo había explicado. No tenía ni idea de cómo le había transmitido exactamente la situación, ni tampoco había preguntado mucho sobre lo que significaba ser una bestia sagrada en primer lugar. Parecía que Linia estaría ahora por debajo de Leo en la jerarquía, por extraño que fuera. Me sentí un poco mal por ella, por ser de menor categoría que un perro.

El salario de Linia era de dos monedas de plata asurianas al mes, aunque una de ellas se destinaba al pago de su deuda, por lo que en realidad sólo recibía una moneda de plata. Como parte de su empleo, se le proporcionaría comida y un lugar para dormir. Eris intervino para decir que mantendría personalmente a Linia en su habitación. Se suponía que Linia iba a trabajar a las órdenes de Aisha, pero estaba bastante preparada para convertirse en la mascota personal de Eris.

De todos modos, sólo una moneda de plata asturiana al mes, ¿eh? Era una paga generosa teniendo en cuenta el coste de la vida por aquí. Por otro lado, teniendo en cuenta que sólo equivalía a una moneda de oro asuriana al año, tendría que trabajar aquí durante los próximos mil años para devolver lo que debía.

“¿Estás realmente de acuerdo con esto, Linia?”

“Ugh, bueno, los mendigos no pueden elegir, y tú me salvaste. Espero que cuides bien de mí durante muchos, muchos años”.

Linia se resignó a su destino. Como un antílope que encuentra su cuello en las fauces de un guepardo, permaneció sin fuerzas sobre el regazo de Eris mientras ésta jugaba con su cola.

Bueno, si ella dice que le parece bien, supongo que no hay problema.

Roxy regresó a casa poco después, y no expresó ninguna oposición. Al igual que Sylphie, habló con aprobación cuando escuchó que había pagado dinero para salvar a mi amigo. Al menos hasta que escuchó la ridícula cantidad que había costado, momento en el que empezó a mirarme con extrema desconfianza.

“¿De verdad la querías tanto? ¿Porque es una princesa o virgen o lo que sea?”

Afortunadamente, no se tardó demasiado en disipar ese malentendido, pero, como de costumbre, nadie tenía fe en mi cerebro de abajo.

***

A la mañana siguiente, Roxy y yo partimos hacia la Universidad de la Magia. Como éramos dos, decidimos ir a pie en lugar de montar en Dillo. La nieve crujía bajo nuestros zapatos mientras caminábamos.

Hacía mucho tiempo que había dejado de asistir a las clases allí, y además me habían concedido una exención para que tampoco tuviera que presentarme a nuestra clase mensual. Ya no tenía motivos para ir al campus, pero hoy tenía asuntos con Zanoba y Cliff.

Después de pasar por el camino bordeado de ladrillos resistentes a la magia, con hileras de árboles a ambos lados, nos encontramos ante la estatua de bronce del director fundador. Ver el conjunto de edificios que nos rodeaba me hizo emocionarme. Después de todo, cuando llegué aquí por primera vez, me había afectado el DE.

“Muy bien, Rudy. Me dirijo hacia aquí”, dijo Roxy.

“¡Muy bien! Trabaja duro hoy”.

“Tú también, Rudy”.

Cuando los dos estábamos a punto de ir por caminos separados, alguien chilló: “¡Ah! ¡La profesora Roxy está con un chico!”. Miré en la dirección de las voces y vi a un grupo de personas moviéndose entre el edificio de los dormitorios y el edificio principal de la escuela, señalándonos.

“Espera, no me digas. ¿Es el marido de la profesora Roxy?”

“¿¡Qué, entonces las leyendas son ciertas!? ¿Ese es el hermano mayor de la señorita Norn?”

“Es la primera vez que le veo. ¡Es sorprendentemente guapo!”

Me estaban tratando como un animal exótico en el zoológico. Sin embargo, escuché la última parte. Guapo, ¿eh? Jejeje…

Me di cuenta de que Roxy me miraba fijamente.

No, ¡lo has entendido todo mal! Me sentí halagado de que una chica joven me elogiara así y se me subió a la cabeza, ¡eso es todo!

“Perdóname por hacer esto”, dijo Roxy mientras de repente me rodeaba con sus brazos, y luego se giró hacia los estudiantes para hacerles una señal de paz.

“¡Aaah!” Gritaron mientras desaparecían en el edificio principal de la escuela.

“Estoy dejando claro que me perteneces”, dijo Roxy, soltándome de su abrazo. Sus orejas eran de un rojo intenso. Aparentemente, aunque lo había hecho por voluntad propia, ahora estaba avergonzada. “¿Estuvo mal que lo hiciera?”

La miré en silencio. Por supuesto que no. Le pertenecía a ella. Si ella quería presumir de ello, yo lo agradecía. De hecho, mi corazón latía como el de una joven profundamente enamorada. Le planté un beso en la mejilla, disfrutando de lo suave que era su piel.

“¿Por qué haces eso de repente? En un lugar como este, incluso…”

“Es un beso para desearte buena suerte”.

“O-oh, muy bien entonces… sí. Bueno, mensaje recibido. Me iré, Rudy”.

Rígida y galante como un robot marchó hacia el edificio del personal. La vi partir antes de dirigirme yo mismo hacia el edificio de investigación.

***

“¿Un poco demasiado pronto, tal vez?” me pregunté.

Cuando llegué, Cliff aún no había llegado al edificio de investigación. Ahora era padre, así que sin duda estaba ocupado. Por otra parte, Elinalise se había retirado rápidamente de la universidad tras dar a luz. Sólo se había matriculado para encontrar un hombre de todos modos, así que ahora que había encontrado uno y tenía un hijo con él, era el adiós a la educación. Muchos la juzgarían por ello, pero cada uno tenía sus propias razones para asistir a la universidad. Personalmente, quería respetar a Elinalise y sus decisiones.

Sin embargo, con Cliff ausente, tenía tiempo libre. Tal vez sería mejor visitar primero Zanoba. Aunque, teniendo en cuenta que era lo suficientemente temprano como para que incluso el diligente Cliff no hubiera llegado a la escuela, puede que sólo estuviera molestando.

Sí, mejor dejar mi visita a Zanoba para esta tarde. Además, presentarse sin avisar solía acabar en una situación embarazosa para los dos. Era mejor mantener mi plan original de visitar primero a Cliff antes de ir a ver a Zanoba.

Había salido al exterior, perdido en mis pensamientos. La nieve crujía bajo mis pies al caminar, y pronto descubrí una multitud de personas en el patio. Me acerqué, curiosa por saber por qué había tanta gente reunida. El director estaba de pie en un escenario de ladrillos dando un discurso.

“…La magia, sin embargo, es diferente. La magia tiene futuro. Retomaremos el sistema de magia que hemos perdido, y combinaremos el estilo de encantamiento actual para dar lugar a una nueva evolución con la que…”

Hm, estaba bastante seguro de haber escuchado esas palabras antes. No tardé en averiguar dónde: en mi propia ceremonia de apertura.

Vaya, ¿ya es esa época del año?

¿En qué año estaría ahora? ¿En mi quinto año? No, ¿en el sexto? Aunque sólo asistí a clases en mi primer y segundo año, aún quería asistir a la graduación cuando llegara. Sylphie también se había dado cuenta de que sería un desperdicio no asistir a la suya después de haberse retirado de la universidad.

Ahora que lo pienso, si soy un estudiante de sexto año, eso significa que el maestro Silent Sevenstar ya se ha graduado, supongo. Me pregunté si ella había asistido a su propia ceremonia de graduación. No podía imaginar que lo hubiera hecho. Nanahoshi había pasado los últimos años preocupada por aprender magia de invocación. Todavía no me había pedido ayuda, así que o bien recibía toda la ayuda que necesitaba de Perugius o simplemente no había llegado a la fase experimental.

En cualquier caso, aparentemente sólo se había matriculado en la universidad para utilizar sus instalaciones, así que quizás no estaba interesada en asistir a su graduación. También era posible que quisiera esperar a celebrar su ceremonia de graduación cuando finalmente regresara a Japón.

Había algo que me seguía preocupando con respecto a Nanahoshi. Mi futuro yo no había entrado en detalles, pero había mencionado su espantoso final. Tendría que ir a ver cómo estaba cuando tuviera tiempo. Podría traer algunas bolas de arroz y patatas fritas cuando lo hiciera.

“A continuación, nuestra presidenta del consejo estudiantil tiene unas palabras propias para nuestros nuevos estudiantes”.

El discurso del director terminó mientras yo estaba perdido en mis pensamientos. Mantenía una mano pegada a su peluca mientras se retiraba a la fila de profesores. Al observar más de cerca, divisé a Roxy sentada en el centro. Su postura era perfecta y digna, acorde con su papel.

Aww… Me dan ganas de levantarme y presumir ante todos los nuevos estudiantes de que esta belleza de cabello azul es mi esposa. ¿Debería hacerlo? ¿Debo anunciarlo para que todos lo oigan?

“…Es ella.”

“Es la más renombrada de la universidad…”

“Es tan pequeña. Ni siquiera es adulta todavía, ¿verdad?”

“Apuesto a que no ha conocido el toque de un hombre, tampoco.”

Ahora que el discurso del director había terminado, los nuevos estudiantes susurraban excitados entre ellos.

¿Por qué tanto alboroto? me pregunté. Miré hacia el escenario y Norn estaba de pie en el centro, con dos personas detrás de ella: una chica demonio extremadamente alta y un hombre bestia extremadamente musculoso.

“Hola a todos. Este año me han elegido para ser la presidenta del consejo estudiantil. Soy de quinto año y me llamo Norn Greyrat”.

¿Norn era la presidenta del consejo estudiantil? Era la primera vez que lo oía. Sabía que estaba en el consejo estudiantil, pero su ascenso a la presidencia debió de producirse en algún momento de los últimos meses.

“Aunque todavía soy muy inexperta, quiero hacer todo lo posible para cumplir con los deberes que se me han encomendado”, dijo Norn.

La multitud se negó a callar incluso cuando ella empezó a hablar. Norn no tenía el carisma de Ariel que le permitía silenciar a todos cuando hablaba.

Oh, bueno, pensé. Tendré que usar un poco de magia para que se callen por ella.

Mientras escudriñaba mi entorno, me di cuenta de que alguien miraba a Norn con salero. Lo reconocí. De hecho, estaba bastante seguro de que pertenecía a su club de fans. Pero, ¿qué diablos estaba haciendo aquí? Definitivamente no era un estudiante nuevo.

“¡Siiiiiiiiiilencio!”, resonó la voz airada del fornido hombre bestia.

La multitud se calló al instante.

“Gracias, Gilbert”, dijo Norn.

“No fue nada”.

***

Continuó con su discurso. “Ustedes han venido de todos los rincones del mundo a esta universidad. Entre ustedes, estoy segura de que hay algunos que han llevado vidas que ni siquiera puedo empezar a imaginar. Sin embargo, mientras residan en esta universidad, son estudiantes. Eso significa que deben comportarse como corresponde y respetar nuestras reglas”.

También estaba bastante seguro de haber escuchado este discurso en alguna parte antes. Algo sobre el cumplimiento de los reglamentos de la escuela, incluso si difieren del propio sentido de lo que es normal. Cuando me matriculé por primera vez, Ariel había sido la presidenta del consejo estudiantil y había pronunciado un discurso similar. Parecía que el tema general del discurso del presidente era bastante fijo.

“…Y eso es todo lo que tengo que decir. Espero que todos disfruten de su vida como estudiantes”. Norn se inclinó y abandonó el escenario. Caminó con propósito, cada paso lleno de confianza y…

Oh, nuestros ojos se encontraron.

En ese momento, falló en uno de los pasos y se estrelló contra el suelo. El público se burló de ella.

Ah, qué pena. Si hubiera aguantado unos segundos más, todos la habrían considerado una sofisticada presidenta del consejo estudiantil.

Extrañamente, las miradas lascivas dirigidas a ella se intensificaron después de ese error. El chico de su club de fans también parecía muy satisfecho. Está claro que en este mundo tampoco faltan los fans de las chicas torpes.

Así que nuestra presidenta del consejo estudiantil sólo está en su quinto año, ¿eh? Norn había trabajado mucho para llegar a donde estaba. Como su hermano, podía tener la cabeza bien alta. Si Paul estuviera aquí, probablemente estaría escondido entre los arbustos con una de esas cámaras de superteleobjetivo en un trípode, grabando cada segundo de su gran momento.

Me llenó de emoción. Norn se había esforzado en muchas cosas: sus estudios, el entrenamiento con la espada y el consejo estudiantil.

Eso es todo. Yo también tengo que darlo todo. Tengo que hacer todo lo necesario para proteger a mi familia de las sucias manos del Hombre-Dios.

“Hmph. ¿Así que esta es la Norn Greyrat de la que he oído tantos rumores? Es una C. No, si tengo en cuenta su potencial, quizás una B”, dijo una voz cercana, destruyendo por completo el momento sentimental que estaba viviendo.

¿Cuál es el problema de este imbécil? Me giré para mirar, y me encontré con la visión de un hombre devastadoramente guapo. Probablemente sólo tendría unos quince años. Sus largas orejas de elfo se escondían bajo su pelo rubio dorado y… ¿he dicho que era devastadoramente guapo? Hablo de un atractivo del nivel de Ariel, con un rostro tan deslumbrante que era casi imposible mirarlo directamente.

Bueno, sí. No es de extrañar que fuera tan engreído con una cara así. Con esa apariencia, superaba incluso a Luke, el más guapo de los hombres de Greyrat. Si este hombre era de rango S, entonces Luke sería de rango A, y Norn de rango B.

“Todo el mundo decía que era de rango superior en esta escuela, así que tenía esperanzas, pero… eso es todo, ¿hm?”

Fuera cual fuera la realidad, seguía sin estar bien que hiciera comentarios así. Era guapo, claro, pero la apariencia no lo era todo.

Quiero decir, mira, hay un montón de estudiantes de alto nivel mirando hacia aquí. Obviamente piensan que Norn es el mejor del mundo. Oh, y eh… ahora han llamado a algunos amigos. No tenía ni idea de dónde se habían escondido, pero ahora eran tres, y le miraban mientras hablaban.

“Hermano, ese tipo es asqueroso, de verdad”.

“¿De verdad de verdad? ¿Estaba hablando mal de Norn? ¿No es una broma?”

“De verdad. De verdad, de verdad”.

Esa fue la esencia de su conversación. Ignora que he doblado sus voces reales con mi propia interpretación.

Odiaba el acoso, y este chico elfo era sólo un insignificante primer año. Pero al mismo tiempo, los chicos del club de fans me odiaban a muerte, así que probablemente no escucharían lo que tenía que decir. Ya están mirando hacia acá como diciendo: “Por favor, ni siquiera traten de detenernos. Esta es nuestra pelea”. Parecía que también me arrastrarían a la azotea y me darían una paliza si no seguía la línea.

“Si eso es todo lo que ella significa, apuesto a que su hermano mayor, Rudeus, tampoco es nada especial”, añadió el chico elfo.

No podía discutir ese punto; yo no era nada especial. Pero dejémosme fuera de esto, ¿de acuerdo? Ya sé que mi aspecto no está a la altura del tuyo.

Giró la cabeza y nuestras miradas se encontraron. “Estás de acuerdo conmigo, ¿no?”

¿Eh? ¿Me está preguntando?

“Bueno, claro, supongo”, dije, sin saber muy bien qué responder. “Rudeus no es gran cosa, supongo. Pero Norn está haciendo todo lo posible, ¿sabes?”

“Hah”, resopló el chico. “Oh, lo siento. Olvidé que la gente de esta ciudad está aterrorizada por Rudeus. Pero no tienes que preocuparte. Mi nombre es Rayfort. Soy el hijo del jefe de la aldea de los elfos, Magnafort. Ya no tendrás que sufrir bajo el pulgar de la opresión de Rudeus”.

Gracias por la cortés presentación, pero eso ha hecho que sea terriblemente difícil presentarme. ¿Y ahora qué? ¿Supongo que puedo llamarme Ruquag Mire por ahora?

“No soy como el resto de ustedes, ni siquiera como Norn”, continuó. “Soy un estudiante becado. El único de los últimos años, de hecho. No es que deba ser una gran sorpresa; he estado llevando a cabo una educación especial para convertirme en el próximo jefe elfo”.

Ah, tiene sentido. Así que es como Linia y Pursena. Este pequeño príncipe debe haber viajado lejos del Gran Bosque para venir aquí y aprender sobre la lejana sociedad humana.

“Lo juro, seré el mejor en esta universidad. ¿Y esa chica Norn? La haré mi mujer”.

Sí, eso era algo que no iba a permitir. Por muy duro que lo tuviera en este nuevo entorno, no se le permitía llevarse a Norn tan fácilmente. Su hermano mayor no iba a quedarse de brazos cruzados.

“Todo lo que tienes que hacer es quedarte conmigo. Te prometo que serás debidamente recompensado”.

“…De acuerdo”, respondí entre dientes.

¿Se suponía que ese discurso iba a convencer a la gente para que se convirtiera en sus lacayos? No veía que fuera convincente en absoluto, pero no eran pocas las miradas envidiosas que se clavaban en mí.

Me preocupaba más que este hombre estuviera planeando organizarse contra Norn. Como hermano mayor de Norn, ¿qué debía hacer? ¿Era mejor cortar el problema de raíz para que el chico no tuviera la oportunidad de oponerse a ella? ¿O era eso extralimitarse? ¿Era yo demasiado sobreprotector? Norn se había asegurado una plaza en la universidad por su cuenta. Rayfort decía que era candidato a futuro jefe de su aldea, pero no tenía ninguna influencia política en este país. Además, si intentaba algo, el club de fans intervendría. Sentía que dejarlo a su suerte funcionaría bien, pero ¿era realmente el mejor camino?

“No puedo dejar pasar eso”, dijo una voz, interrumpiendo. Alguien había acudido en mi ayuda. Me asomé por encima del hombro, temblando de emoción, pero…

¿Quién diablos eres?

“Me llamo Mi’nal, hijo del jefe enano Bi’nal”.

Un nuevo estudiante por lo que parece. Por muy engreído que fuera, sólo medía la mitad de mi estatura, y tenía claramente la cara de un hombre adulto, con una pequeña barba creciéndole. El hombre era obviamente un enano, como él decía.

“¿Crees que eres el único estudiante becado? Ah… Adivina de nuevo. Yo también soy un estudiante especial, que empieza este curso”.

Ah, así que esa era la parte que objetaba.

Los ojos de Rayfort se abrieron de par en par mientras miraba al enano. “¡Mi, no puedo creer que seas tú!”

“¡Ah! ¡Ray, cuánto tiempo!”

Parecía que los dos ya se conocían. Los territorios de los elfos y los enanos eran limítrofes. Así que no era de extrañar que se hubieran visto antes, ya que ambos eran hijos de sus respectivos jefes.

“¿Así que lo que quieres decir es que somos los dos únicos becarios de este año?” intentó aclarar Rayfort.

Mi’nal se rió. “No, eso tampoco es correcto”.

Había alguien más escondido en la sombra de Mi’nal. Era un chico joven, que también debía ser un enano-no. Lo más probable es que fuera un humano, pero muy joven. De unos diez años, por su aspecto. Sus rasgos sugerían que era de Asura, y… hm, me parecía haber visto esa cara antes.

“Vamos, preséntate”.

El chico tartamudeó: “Me llamo Grannel Zafin Asura. Soy el segundo hijo del Primer Príncipe de Asura, Grabel Zafin Asura”.

Eso fue sorprendente. Este chico era realmente el hijo de Grabel, ¿eh? ¿Por qué estaba aquí? ¿Venganza? ¿Por lo que pasó en Asura? ¿Se suponía que era un asesino enviado para acabar conmigo? Parecía un poco tarde para eso. ¿Y realmente enviarían a alguien tan joven para hacer el acto?

“Um, mi padre parece estar a punto de perder su candidatura al trono, así que pensó que estaría en peligro si me quedaba…”

¡Ahá! Esa pista. Grabel debió darse cuenta de que Ariel podría acabar con la vida de su hijo, así que lo envió lejos. Si este era su segundo hijo, ¿entonces quizás el mayor había sido enviado a otro país? No, algo no estaba bien en eso. El Reino de Ranoa simpatizaba con la causa de Ariel. Tal vez había sido enviado aquí como rehén de Ariel. Y no es que esto sea necesariamente importante, pero ¿había alguna regla que no conocía que decía que el hijo de todo pez gordo tenía que anunciar el nombre de su padre?

“Ya veo, así que tienes tus propias circunstancias complicadas”. El chico elfo asintió para sí mismo. “De hecho, me echaron de mi pueblo después de algunos incidentes, así que supongo que los tres estamos en el mismo barco”.

“Perdona”, resopló el enano. “No me echaron de mi pueblo por ninguna razón especial. Soy el tercer hijo, eso es todo. Como no tengo nada que heredar, decidí arriesgarme aquí”.

“Sí, sí. Lo entiendo. Todo el mundo tiene sus secretos que no desea compartir. Estoy seguro de que has oído ese cierto rumor, ¿no?”

“¿¡También lo hiciste!?”

El apuesto chico elfo -mierda, ¿cómo se llamaba? – rodeó con sus brazos los hombros de Mi’nal y Grannel. “Bueno, aquí todos somos becarios. Cuidemos los unos de los otros, ¿sí? Si nos unimos, llegar a la cima de esta escuela no será un simple sueño. ¿De acuerdo?”

“Bien…”

“Um, bueno, espero que podamos ser amigos”, murmuró Grannel torpemente.

No tenía ni idea de lo que estaba pasando, pero al menos los nuevos estudiantes estaban haciendo amigos rápidamente en la ceremonia de entrada. Qué escena tan bonita. En cuanto al chico elfo que hablaba mal de Norn, bueno… lo dejaría pasar por ahora. La gente tenía la costumbre de intentar hacerse un hueco cuando empezaba la escuela. Si pensaba que esos comentarios sobre que Norn era de rango B eran los murmullos de un preadolescente que se creía muy bueno, me divertía más que me enfadaba. Sobre todo, les deseé suerte.

“¡Ohooo! Veo que este año vuelve a haber un montón de gente reunida, ¡mew!”

Una voz irrumpió entre la multitud, arruinando lo que de otro modo era una escena sentimental. Reconocí esa voz. Pertenecía a alguien que, unos años atrás, había sido uno de los peores delincuentes de la universidad.

Una chica con orejas de gato tenía las manos metidas en el bolsillo mientras se abría paso entre la multitud, intimidando a los que se cruzaba mientras se dirigía hacia mí. Linia. Se suponía que tenía que estar atendiendo sus obligaciones en casa, así que ¿para qué había venido aquí?

“¿No es esa la señora Linia?”

“¿Quién?”

“Ya sabes, la jefa de hace unos años”.

“¿Te refieres a la delincuente?”

“¿Pero por qué está aquí? Ya debería haberse graduado”.

Los murmullos surgieron a nuestro alrededor.

Linia se dirigió directamente hacia mí. “Hola, jefe”.

“Hola a ti. ¿A qué has venido?”

“Lady Roxy olvidó su lonchera, así que vine a entregarla, mew. Me pasé por la sala de personal y me dijeron que estaría aquí”.

Eso tenía sentido, aunque todavía no era la hora de comer. Aisha debe haber trabajado rápido para enviar a Linia tan rápido. O tal vez que Roxy olvidara su almuerzo no era tan raro. Por cierto, yo tampoco había empacado el almuerzo. No era que no quisiera comer comida casera para el almuerzo. Había optado por no hacerlo hoy, ya que comer con amigos era, en mi opinión, una faceta más de la comunicación.

Se hizo un silencio incómodo cuando me di cuenta de que los dos chicos fanfarrones de antes -el enano y el elfo- desviaban de repente la mirada y miraban nerviosamente al suelo.

“Oye, ¿qué diablos está pasando? Creía que había vuelto al Gran Bosque”.

“Bueno, eso es lo que he oído”.

“¿Eh?” intervino Grannel con ansiedad, mirando las caras de los otros chicos. “¿Qué está pasando?”

“¿Hm?” Linia finalmente se dio cuenta de su presencia. Agitó amablemente una mano hacia los dos chicos. “Hola, Ray, Mi”.

Los dos se estremecieron y miraron hacia el otro lado. Al parecer, los tres ya se conocían.

“Eh, eh. ¿Cuándo llegaron aquí desde el Gran Bosque, mew? ¿No han pasado como diez años? Vaya, cómo vuela el tiempo, mew. ¿Les va bien? ¡Oye! ¿Por qué miras hacia otro lado? ¡Estoy aquí!”

Mierda, esto podría ponerse mal. Tiene esa mirada que siempre tiene cuando empieza a pelearse con la gente. El tipo de mirada que una gata le da a la presa que está acechando. Y ahora tiene al pobre chico Grannel temblando en sus botas.

“Lo siento, creo que te has equivocado de persona”, insistió Rayfort.

“S-sí, esos no son nuestros nombres”, convino Mi’nal.

“¿Decir qué?” Las manos de Linia salieron disparadas, sujetando la parte superior de las cabezas de los dos chicos y haciéndolos girar hacia ella. Su voz era baja y amenazante. Sonaba exactamente igual que un matón del colegio que te acorrala y te pide que le des el dinero para un billete de tren.

“¿Intentas decirme que te has olvidado de mí? Supongo que ha pasado un tiempo, miau. Supongo que tiene sentido, mew. No tienen muy buena memoria, ¿verdad?”

De repente comprendí la relación entre ellos. Linia y Pursena debían ser las líderes de su pequeña banda, y estas dos eran sus subordinadas. Resulta bastante irónico que siga actuando de forma tan arrogante después de haberse convertido en una esclava.

“N-no, ¡perdón por la idea!” Rayfort sacudió rápidamente la cabeza. “Acabamos de oír rumores de que habías regresado al Gran Bosque, así que estábamos seguros de que tenías que ser otra persona”.

“Cierto”, aceptó Mi’nal con entusiasmo. “Te ves absolutamente hermosa cuando la señorita Pursena no está cerca, así que no te reconocimos por un segundo. Así que… tened piedad, por favor”.

Muy bien. Creo que ya es hora de que ponga fin a esto.

Los otros estudiantes de primer año miraban desde lejos, llenos de miedo. Si su primera impresión era que la universidad era un lugar aterrador gobernado por la violencia, se reflejaría mal en la escuela. Este lugar era la primera institución educativa a la que Roxy había asistido, lo que lo convertía en algo sentimental. Es cierto que esta escuela era prácticamente el único lugar de aprendizaje superior en este mundo, pero eso no la hacía menos especial.

Justo cuando estaba decidida a intervenir y ayudar a estos lindos chicos de primer año del gran delincuente malo…

“¡Eh, viene alguien!”

“Pero por qué…”

“No es ella…”

De nuevo, la multitud que nos rodeaba comenzó a parlotear ruidosamente.

Alguien se abrió paso entre el grupo de gente y se acercó a mí. Norn, la presidenta del consejo estudiantil, mantenía las cejas fruncidas con solemnidad mientras se acercaba, con su cabello rubio claro -heredado de nuestra madre- rebotando a cada paso. La alta chica demonio y el musculoso hombre bestia que reconocí antes en el escenario le seguían de cerca. Al verlos, me acordé de Ariel.

Estoy muy orgullosa de ti, Norn.

Sí, había metido la pata hace un momento, pero esta vez sólo tenía que lidiar con Linia. Sólo tienes que decirle unas cuantas palabras severas y entonces todos verán lo majestuosa presidenta que eres en realidad. No te preocupes, no dejaré que Linia te conteste. Tu hermano mayor estará detrás de ti y la callará.

“¡Hermano mayor!”

Para mi sorpresa, Norn pasó por delante de Linia y se detuvo ante mí, con las manos en la cadera. Estaba furiosa mientras me miraba fijamente. “¿Qué haces aquí en la ceremonia de entrada?”

Espera, ¿así que Linia tenía un pase libre para su comportamiento? No es que fuera a dejar que se saliera con la suya intimidando a esos pobres chicos, así que realmente no importaba, pero aún así.

“Uh, ya sabes. Esto y aquello”.

“Estaba tan sorprendida que me tropecé en las escaleras, ¡ya ves! Ugh, en serio, qué vergüenza…”

“Uh, sí. Bueno, tu discurso fue genial. Te has lucido ahí arriba. Papá debe estar mirando desde el cielo y.…”

“¡Eso no es lo que quiero oír ahora mismo!”

Intentaba elogiarla y sólo la cabreaba más. Qué deprimente.

“¿¡Qué haces aquí, intimidando a estos nuevos estudiantes, eh!?”

“¿Perdón?” La miré fijamente.

¿Intimidar? ¿A mí? Seguro que está de broma. Miré a la multitud. Todas las miradas se centraban en Norn y en mí. La forma en que la gente la miraba dejaba claro que buscaban su protección, mientras que a mí me miraban con miedo. Qué extraño. Actuaban como si yo fuera una especie de villano.

“Dime”, exigió, “¿qué te han hecho estos pobres de primer año?”

“N-nada. Aunque hablaron un poco mal de ti…” Algo sobre que ella era de rango B inferior o algo así, ¿no? Sí… ¿creo?

“Ya estoy perfectamente acostumbrado a escuchar ese tipo de cosas, ¡así que déjalo! ¡Los tienes a todos aterrados!”

Parpadeé al verla. “Bueno, están aterrorizados por culpa de Linia”.

“¡Y tú eres la que la ha puesto en contra de ellos, ¿no es así?”

Oh, Scheiße. ¿Así que se trata de eso? ¿Así es como todo el mundo ve esto? ¿Que yo soy el malvado subjefe de la escuela y Linia es mi mano derecha? Bueno, mierda. Supongo que tengo que agradecer mis acciones pasadas por esto, ¿eh?

“¡De hecho, ya lo he oído, Gran Hermano!”

“¿Oír qué? ¿De quién?”

Tu hermano mayor ya está al borde de las lágrimas por aquí. ¿Realmente vas a patear a un hombre mientras está en el suelo?

“La señorita Roxy me dijo hace unos momentos. Me dijo que te quedas con la señorita Linia como… ¡como esclava! ¿En qué demonios estás pensando?”

Oh, eso.

“De acuerdo, claro. Puede que sea una esclava. Pero no la estoy tratando como tal; a cambio de que se haga cargo de su deuda, estoy haciendo que pague lo que debe trabajando en la casa. No hay nada escabroso en ello -dije con rotundidad.

Norn frunció el ceño y frunció los labios en un mohín.

Así es. He salvado a Linia. No tengo nada por lo que sentirme mal, ¿me oyes?

“Nornie”, intervino Linia. “Todo lo que dice el Jefe es cierto, mew. Básicamente me ha salvado el culo, mew”. Se frotó las manos y se deslizó hacia nosotros, como si tratara de congraciarse. Los dos chicos, mientras tanto, se relajaron visiblemente.

Norn miró a Linia y suspiró. “¿Ah, sí? Bueno, supongo que no parece que estés en un estado lamentable, así que debe ser verdad”.

Bien, nos creyó.

“Pero ya que te has graduado, señorita Linia, te agradecería que dejaras de causar problemas en la escuela”.

“No estaba causando ningún problema, mew. Sólo estaba saludando a unas cuantas caras familiares que reconocí de hace tiempo”.

Norn la miró fijamente, con un aspecto tan intimidante como el de un cachorro pateado.

Adorable.

“De acuerdo, de acuerdo. Lo entiendo, me equivoqué, mew. Había mucha gente mirando, así que me dejé llevar un poco, miau”.

Los labios de Norn se tensaron mientras seguía mirando a Linia, que por su parte se rascó la cabeza torpemente. Al parecer, Linia no consideraba esto como una verdadera pelea. De todos modos, podría haberse detenido poco después y haber declarado: “¡Sólo te estoy tirando de la cola, mew! Chicos, aseguraos de no aflojar, ¡mew!” Y tal vez eso habría sido el final de todo. Aunque los chicos realmente se habían aterrorizado de ella.

Norn desvió su mirada de Linia hacia mí. “En cuanto a ti, hermano mayor, aunque me halaga que intentes protegerme, me gustaría pedirte que no lo lleves demasiado lejos. Puedo cuidarme sola, que sepas”.

“¡Sí, como tú dices!” Me incliné, provocando que la multitud hiciera ooh y aah.

“¡Ella realmente hizo que el Rudeus Greyrat bajara la cabeza!”

“Nuestra presidenta del consejo estudiantil está hecha de un material muy duro”.

“Ah, Nornie es tan linda”.

¿Era realmente tan raro para mí mostrar deferencia a los demás? Me sentí como si me hubiera disculpado y postrado en el día a día. Bueno, da igual. Si algo tan trivial era suficiente para reforzar la reputación de Norn, nada me haría más feliz.

Cuando se hizo el silencio de nuevo, volví a mirar a los tres de primer año, que estaban paralizados con los ojos fijos en nosotros.

Norn se volvió hacia ellos. “¿Quiénes son estos chicos?”

“Estudiantes becados, aparentemente”.

“Oh, sí. He oído que este año habría tres. Ejem.” Norn hizo una pausa para aclararse la garganta. Se pellizcó el borde de la falda e hizo una cortés reverencia. “Es un placer conocerte. Soy la actual presidenta del consejo estudiantil, Norn Greyrat”.

El único de ellos con suficiente ingenio para formar una respuesta fue el más bajo, que dijo: “Um, soy Grannel Zafin Asura, el segundo hijo del Primer Príncipe de Asura, Grabel Zafin Asura”.

“Nos complace tenerlo aquí, Lord Grannel. Debe ser difícil para usted, venir a un país extranjero con el que no está familiarizado. Aunque estoy seguro de que muchos tendrán mucho que decir sobre su educación e historia familiar, no es nada de lo que deba preocuparse. Si algo te preocupa en algún momento, no dudes en acudir al consejo estudiantil. Una vez que cualquier persona se convierte en estudiante, nos dedicamos a actuar como su aliado. No importa de dónde vengas: estamos aquí para apoyarte para que puedas dedicarte a tus estudios en paz”.

Aquellas palabras, tan formales y rígidas como eran, salieron de su boca sin ningún tropiezo.

Sospeché que debía de haber practicado esta perorata, dada la elegancia con la que hablaba.

Hizo otra elegante reverencia.

“Sí, por supuesto”.

“Entonces, le deseo que disfrute de la escuela”. Norn terminó su conversación y se marchó.

El joven Grannel se quedó mirando detrás de ella, completamente anonadado. No fue el único; yo también me quedé helado. En el poco tiempo que había pasado desde que la vi por última vez, Norn se había vuelto aún más impresionante. Sólo podía suponer que estaba tomando clases de etiqueta.

Dicho esto, si ya podía manejarse con tanta gracia, no había forma de que se viera perjudicada por un par de advenedizos de primer año. De hecho, Rayfort llevaba varios minutos temblando en su sitio, con los ojos pegados a mí.

Como no quería enredarme más en sus asuntos, cogí a Linia y decidí abandonar la escena.

Podía dejar la fiambrera de Roxy en la sala de profesores sobre su escritorio o algo así.

***

Tres nuevos estudiantes becados se inscribieron en la universidad al mismo tiempo que Norn ocupaba el puesto de presidente del consejo estudiantil. La siguiente generación tomaba las riendas de la escuela y, con ello, seguramente se producirían nuevos cambios.

Contemplando esto, me separé de Linia y me dirigí a la sala de investigación de Cliff.