Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 18: Adultes – Arco De Los Subordinados

Capítulo 4: Avances En La Investigación

Últimamente me había acostumbrado a ver a Cliff con su parche en el ojo. Elinalise se lo había hecho, cosiendo sus iniciales, y le quedaba realmente elegante. De acuerdo, tal vez elegante no era la palabra correcta. Tenía algo de imponente. Puede que le falte la altura y la musculatura para ser como Ghislaine, pero sus vibraciones eran lo suficientemente similares para mí.

“Ahora que Ariel se ha ido, tenemos al hijo del primer príncipe, ¿eh? Ya presiento problemas en el horizonte”, murmuró Cliff.

Al parecer, había conocido a los tres recién llegados durante la clase. Mientras reflexionaba sobre lo que le deparaba el futuro, suspiró.

“A diferencia de Ariel, creo que es más o menos un rehén, así que intenta ser amable con él, por favor. Es muy joven. No se merece estar atrapado en las batallas de su padre”, dije.

“Sí, supongo. Bueno, les advertiré que no intenten nada con tu hermanita, al menos”.

“Gracias”.

Nos metimos en su sala de investigación mientras charlábamos. Elinalise no estaba en ninguna parte. Estaba fuera cuidando a su hijo. Ella había dado a luz a innumerables niños en el transcurso de los siglos que había vivido. Sin embargo, su hijo con Cliff era especialmente especial para ella, por lo que se ocupaba de Clive con sumo cuidado. A estas alturas ya era una veterana en la crianza de niños, así que estaba segura de que se convertiría en un hombre íntegro.

Cliff sacó tres cajas de madera de su habitación y volvió a salir al pasillo conmigo. “Muy bien, ¿nos ponemos en marcha?” Dichas cajas medían treinta centímetros de lado, un cubo perfecto. Cogí dos de él. Eran muy pesadas.

“Siento hacerte cargar con ellas”, dijo.

“No, en absoluto”.

Salimos del edificio de investigación, alejándonos completamente del campus.

“¿Cómo está el joven Clive?” Le pregunté.

“Le va muy bien. Sin embargo, llora por la noche y exige mucha atención. Me recuerda a mi propia infancia”.

Asentí con la cabeza. “Así es. Te criaste en un orfanato, ¿verdad?”

“Sí. Muchos de los niños de allí fueron abandonados por sus padres. Pero hay algo especial en cuidar a tu propio hijo”.

“De acuerdo”.

Nuestro destino estaba en las afueras de la ciudad, así que nos subimos a un carruaje frente a la escuela y lo llevamos hasta las puertas de la ciudad. Nos sentamos uno al lado del otro y seguimos charlando durante el trayecto.

“Es usted impresionante, señorito Cliff. Se ha convertido en un auténtico padre”.

“No soy nada apropiado. Sólo parece que hago un buen trabajo porque Lise está ahí encargándose de todo”.

“Sí, pero comparado con usted, ni siquiera colaboro en la crianza de los hijos una vez al mes”.

“La crianza de un niño tiene muchas formas. En tu caso, tienes esposas y criadas que te ayudan, y haces lo que se te pide. No hay razón para que te sientas mal por no estar más involucrado”. Mientras Cliff estaba sentado con una caja en el regazo, habló como si ya pudiera adivinar lo que me molestaba. “Desde mi punto de vista, tú eres la que lo tiene más difícil, ya que no puedes estar ahí todos los días y verlos crecer”.

“Escuchar esas palabras del mismísimo Reverendo Padre Cliff es un gran alivio”.

“De hecho, si alguna vez sientes la necesidad de confesar tus pecados, sólo tienes que venir a mí. Bromeando, por supuesto”.

En algún momento, Cliff había pasado el examen para ser reconocido como sacerdote de Millis. Aparentemente no era algo oficial, pero le otorgaba cierto estatus mientras trabajaba en la iglesia. No era como si la investigación preocupara cada minuto de su tiempo. Tuve que preguntarme si estaba pensando en lo que pasaría después de regresar a su tierra natal. Como yo era de sexto año, eso significaba que él era de séptimo. Ese era el tiempo que cualquiera podía permanecer en la escuela, así que se graduaría el próximo año.

“Maestro Cliff, ¿qué piensa hacer una vez que se gradúe?”

Tras una larga pausa, respondió: “No lo sé. Mi abuelo no me ha dicho nada, pero me gustaría volver a casa al menos una vez. Quiero decirle que me he casado y que ya tengo un hijo”.

“Será solitario sin ti”.

Según mis predicciones, el regreso de Cliff a Millis marcaría otro enfrentamiento con el Hombre-Dios. Por supuesto, eso era sólo una conjetura de mi parte.

“Eso está muy lejos”, me aseguró Cliff.

“Sí, es cierto”.

Mientras seguíamos con nuestra inofensiva charla, el carruaje se detuvo ante la puerta sur de Sharia. Le pasé unas monedas al conductor y comenzamos a hacer el resto del viaje a pie.

Nos dirigimos hacia el sureste una vez atravesada la puerta y, al cabo de un rato, apareció la oficina de la empresa. Era un edificio sorprendentemente grande que sobresalía llamativamente en las afueras de la ciudad. Había una valla que lo rodeaba, pensada para alejar a la gente.

“Sabes, yo también me di cuenta en su momento, pero realmente estabas mintiendo entonces”, dijo Cliff.

“Sí, bueno, no parecía que nada de lo que dijera fuera a convencerte de que me creyeras sobre su maldición”.

“No es que te culpe. Esa maldición suya es fuerte. Incluso ahora… quiero decir, mírame. Me tiemblan las piernas”.

Mientras hablábamos, llegamos al frente del edificio. La escritura en la puerta principal decía: Prohibido el acceso a los empleados más allá de este punto. Saqué una llave de mi bolsillo y abrí la puerta. En el interior había una zona de recepción no utilizada que había hecho construir por si acaso, por la que pasamos antes de adentrarnos.

“Urgh…”

En el momento en que empujé la puerta, Cliff se encogió. Sus ojos estaban fijos en Orsted, que estaba sentado en un escritorio hecho de madera de alta calidad mientras escribía algo. Como de costumbre, la expresión de su rostro era aterradora.

“Hm. Así que eres tú, Cliff Grimor”.

“S-sí, así es. Soy yo”.

“Debe ser difícil para ti cada vez”.

“¿¡Qué estás insinuando…!?”

Orsted no estaba insinuando nada más que el significado literal de las palabras que dijo: que Cliff probablemente lo tenía difícil al encontrarse cara a cara con Orsted de esta manera, puramente por mi petición.

“Señor Orsted, vamos a ocuparnos de esto rápidamente. Le hemos traído tres hoy”.

“Muy bien”.

Cliff y yo depositamos las tres cajas sobre el escritorio. Orsted cogió una y la abrió, sacando el casco integral que contenía. Los otros tenían cascos similares, aunque el colorido de los mismos era diferente. Estaban separados en negro, marrón y gris.

“Por favor, pruébatelo”.

Orsted hizo lo sugerido en silencio, forzando su cabeza dentro del casco. Tenía un aspecto sospechoso, ya que sólo llevaba un casco sin ninguna armadura. Personalmente lo encontraba aún más aterrador que de costumbre de esta manera.

“¿Y bien, maestro Cliff? ¿Cómo está?”

“…Nada bien. Peor, de hecho”.

“Muy bien, probemos el siguiente”.

Orsted se probó cada uno de los tres cascos en orden. En cada ocasión, comprobamos la reacción de Cliff, tratando de averiguar si tenían algún efecto. Una vez que terminamos con todos ellos, Cliff compartió su opinión.

“El tercero es el mejor. Intenté usar el Método Flac con el primero para transformar su maná, pero me salió el tiro por la culata. Eso significa que es muy posible que su propio maná lleve la maldición”.

“¿Su propio maná está maldito?” pregunté con incredulidad.

“Sí”, dijo Cliff. “En el momento en que el maná de Orsted -es decir, de Sir Orsted- entra en la línea de visión de alguien, la maldición se activa. Eso es lo que me parece a mí”.

“Entonces, ¿podríamos encontrar algo con lo que cubrir su cuerpo y que impida que su maná se escape?”

“Ciertamente, si lo atrapas en una caja sin ninguna abertura, entonces su maldición probablemente no se activará, pero eso no resuelve realmente nada”.

“Buen punto”.

Los dos estábamos investigando la maldición de Orsted. Este último año, habíamos realizado experimentos utilizando la investigación que ya había hecho sobre la maldición de Elinalise como base. Así fue como logramos identificar su cabeza como la fuente principal de su maldición. Así, Cliff desarrolló implementos mágicos en forma de casco. Orsted se los probaba y Cliff ofrecía sus respuestas, que era como probábamos la eficacia de los implementos.

Nuestros experimentos habían dado algunos frutos. Haciendo que Orsted equipara la última versión del casco de Cliff, conseguimos suavizar los efectos de la maldición, aunque sólo marginalmente. Si llevaba esa cosa por la ciudad, seguiría haciendo llorar a los niños y los perros callejeros se encogían de miedo y corrían, y los caballos probablemente se alejarían de él, volcando así los carros que tiraban. Sin embargo, fue suficiente para suavizar la actitud de Sylphie y Eris hacia él. Antes lo habían odiado con la misma intensidad que si hubiera matado personalmente a sus padres, pero ahora eso se reducía al nivel de asco que se siente hacia un jefe repugnante, tal vez. No es lo ideal, pero sí lo suficiente como para que se dieran cuenta de que realmente estaba plagado de una maldición, y que la razón por la que trabajaba para él era porque no me afectaba en absoluto.

Fue durante el curso de su investigación que Cliff finalmente se dio cuenta de la naturaleza de la maldición de Orsted y de por qué les había mentido a él y a Zanoba anteriormente. Eso supuso un importante paso adelante. Sus sentimientos hacia Orsted seguían siendo complicados, pero al menos se estaba arreglando en este punto.

Todavía nos quedaba un largo camino por recorrer. En la actualidad, el casco era aproximadamente el doble del tamaño de la cabeza real de Orsted. No había ventilación, así que para ponérselo había que aguantar la respiración, y no se podía ver nada, ni oír nada, ni hablar en absoluto. Obviamente, Orsted no podía llevarlo durante un período prolongado. Sí, el camino por delante era largo.

Por otro lado, Cliff era un genio por haber conseguido desarrollar esto en el plazo de un año. Al ritmo que avanzaban sus investigaciones, Orsted pronto podría pasearse por la ciudad saludando a los transeúntes.

Cliff también estaba satisfecho con el acuerdo. Investigar la maldición de otra persona le proporcionaba datos adicionales que podía utilizar para construir un instrumento mágico que liberara a Elinalise de la suya. Sólo era lamentable que volviera a esa investigación una vez que las cosas se calmaran y Elinalise no estuviera tan ocupada cuidando a su hijo todo el tiempo. Sin embargo, no veía el problema en que dejara su maldición por el momento; podrían pasar directamente a hacer su segundo hijo de esa manera.

“De acuerdo. Volveremos dentro de un mes”, dijo Cliff.

“Muy bien. Realmente te estás desviviendo por mí, Cliff Grimor. Nunca imaginé que tuvieras tanto talento”.

“¿¡Eh!? Oh… C-cierto. Sí. Soy un genio, después de todo, ¿no?”

Orsted estaba sorprendido por lo que la investigación de Cliff había logrado. En los muchos bucles de tiempo que había vivido, a veces había intentado hacer algo con su maldición, pero después de varios años de pruebas en vano, más o menos se había rendido. Tal vez, en estos doscientos años que había vivido en repetición continua, había habido otros, además de Cliff, que investigaban las maldiciones y habían hecho algún progreso, pero no se alineaban con Orsted.

Lo importante era que habíamos producido resultados. La próxima vez que Orsted pasara por otro bucle, ahora podría encontrar la manera de convencer a Cliff de que investigara su maldición por él. Ya que estamos en el tema, me pregunto si yo estaría en dicho bucle. Mencionó que no estuve en los anteriores que vivió.

“Rudeus”.

Mientras me perdía en mis pensamientos, Orsted me llamó. Cliff había abandonado la oficina en ese momento. Estaba demasiado ansioso por distanciarse de Orsted lo antes posible, probablemente gracias a los efectos de la maldición. Por mucho que razonara que era una maldición lo que le producía esas emociones, su cuerpo estaba convencido de que Orsted era un enemigo. Es como si los humanos supieran que las cucarachas no tienen el poder de matarlos, pero aun así actúan aterrados cuando ven una.

“…te lo agradezco”.

Ser agradecido de esa manera me hizo sonreír de oreja a oreja. Aww, Señor Director General, realmente sabes cómo halagar a una persona. ¡Woohoo! Definitivamente deberíamos ir a mirar escaparates juntos una vez que su casco anti-maldición estuviera completo. Una cita en la ciudad con Orsted… En lugar de un lobo con piel de cordero, podría ver lo que era ser una oveja débil y endeble que toma prestada la piel del lobo para intimidar a todos los demás.

“No hace falta que me des las gracias. Es emocionalmente agotador mantener esto con toda mi familia oponiéndose. Además, si eres capaz de ir por ahí a tu antojo, se pondrá más en la piel del Hombre-Dios. Sólo estoy haciendo esto por mi propio beneficio”.

“Como usted diga.”

Cuando la enfermedad de nuestro director general se curara por fin, la Corporación Orsted se elevaría para convertirse en una empresa de clase mundial. Con ese pensamiento en mente, me despedí de la oficina.

***

Después de separarme de Orsted, rodeé la parte trasera de la casa y me colé en la armería. Saqué mi armadura mágica en miniatura, un traje completamente negro en tres partes: brazos, piernas y torso. Las piezas parecían ligeras, pero como las había moldeado con magia de tierra, eran increíblemente pesadas. Me la puse y le inyecté mi propio maná, lo que facilitó mucho los movimientos.

“Siento la espera, maestro Cliff”, dije.

“Está bien. ¿Nos vamos?”

Los dos nos dirigimos a la universidad. Zanoba era el siguiente en mi lista de personas a visitar. Era un poco molesto ir y venir a la oficina, pero no teníamos otra opción, ya que causaría un gran alboroto si Orsted entraba en la universidad.

“¿Qué vas a hacer para comer?” le pregunté a Cliff.

“Buena pregunta. Creo que volveré a mi sala de investigación, dejaré estas cosas y luego iré a la cafetería. Te dejaré ir a buscar a Zanoba y luego podremos comer todos juntos”.

“Me parece bien”.

Cliff se fue a devolver los cascos mientras yo me dirigía a la sala de investigación de Zanoba, tal y como me habían indicado. Me detuve al llegar al pomo de su puerta. En el pasado, había pagado por abrir imprudentemente la puerta viéndome obligado a ser testigo de las perversiones de Zanoba. Aquella había sido una situación incómoda para ambos. Como hombre que aprendió de sus errores pasados, esta vez me propuse llamar a la puerta antes de entrar.

“Toc, toc… ¿hay alguien ahí?” Llamé.

“¡Oh! ¡Maestro! ¡Qué momento tan milagroso! Por favor, pase”. Zanoba respondió al instante.

Con su permiso, abrí la puerta. Lo que encontré fue un hombre de treinta años con aspecto de friki y… una niña de diez años desnuda. La cara de dicha niña se contorsionaba de dolor mientras se acunaba el estómago, la sangre goteaba entre sus piernas.

Oh, Dios. Esto es una escena del crimen.

“Zanoba… ¿Cómo pudiste… poner tus manos sobre Julie?”

“¡No es momento de bromas, Maestro! Por favor, usa tu magia curativa en Julie. ¡La hemorragia no se detiene!” Zanoba suplicó desesperadamente.

¿Hubo algún tipo de accidente o algo así?

Julie me miró, con los ojos desorbitados y llenos de lágrimas. “Gran Maestro… me duele mucho el estómago. Por favor, ayúdeme…”

Yo no era médico, pero la inspeccioné, impulsado por sus súplicas. No había signos externos de lesión, lo que sólo podía significar que era interna. La sangre provenía de su entrepierna, y el olor era casi nauseabundo. Estaría dispuesto a apostar… no, no hay que equivocarse.

“Es probable que sea su período, ¿verdad? Su mejor opción sería llamar a la señorita Ginger”, dije.

“¿Perdón? Oh, ¡ahora lo entiendo! Sí, ahora que lo pienso, Julie es una dama. Mi mente debe estar fallando, ¡que ni siquiera imaginé esa posibilidad!” Zanoba se rió para sí mismo.

Julie lo miró con preocupación. ” ¿Maestro?”

Julie ya tenía nueve años. ¿O ya tenía diez? En cualquier caso, parecía demasiado pronto para que tuviera la menstruación, pero tal vez fuera la norma para los enanos. Entonces, ¿quizás los comerciantes se habían equivocado con su edad real cuando la compramos? No es que importe.

“Ah, pero antes de preocuparnos por eso, deberíamos almorzar”, dijo Zanoba. “Julie, puedes descansar por hoy. ¿Estarás bien sola, tumbada aquí hasta que vuelva Ginger?”

Tras una larga pausa, ella murmuró: “Tengo miedo. Maestro, quiero que te quedes conmigo”.

“Hm…”

Ooh, ¿qué es lo que he oído, Zanzan? Seguro que eres popular, ¿no? Pequeño bribón descarado.

Me encogí de hombros. “Bueno, eso también funciona. Puedo ir a comprar algunas cosas para nosotros. Podemos comer aquí”.

Así que Julie ya es una mujer, ¿eh? Había planeado esperar hasta que llegara a la edad adulta para poner en marcha nuestros planes, pero había notado recientemente que su reserva total de maná había dejado de crecer. Probablemente ya era hora de que empezáramos.

***

Después de salir, me reuní brevemente con Cliff, compré algo de comida y regresé. Al cabo de una hora estaba de vuelta en la sala de investigación de Zanoba. Los tres estábamos comiendo, acurrucados. Ginger estaba cerca, atendiendo a Julie. En ese momento era más una criada que un caballero.

Pensamos en cambiar de habitación para darle a Julie algo de espacio, pero ella insistió en que nos quedáramos cerca porque estaba ansiosa. Finalmente decidimos quedarnos para mantenerla tranquila.

“Maestro, ¿cómo va la armadura mágica?” preguntó Zanoba.

“No está mal. Pude detener el ataque de un monstruo con ella. Aunque todavía me parece que su rendimiento es un poco inestable. Puede estar bien contra las bestias, pero sería difícil enfrentarse a un espadachín con esa cosa”.

“En efecto. Estás sacrificando la defensa, la movilidad y tu propio poder de autorregeneración en el proceso”.

Asentí. “Pero para conseguir el mismo nivel de capacidad que el prototipo, tendríamos que hacerlo más grande”.

Habíamos hecho varias versiones diferentes de mi armadura mágica en los últimos seis meses. Al principio, pensamos en limitarnos a replicar todas las funciones de la original en forma compacta. Eso no resultó demasiado bien, pero no era del todo sorprendente: la primera empleaba la tecnología más puntera de la que disponíamos, que incluía una serie de técnicas misteriosas que el Hombre-Dios había compartido con nosotros. Al intentar duplicar el original, no pudimos reducir mucho el tamaño del traje. Sí que conseguimos hacer algo ligeramente más pequeño que el primero, pero a costa de la funcionalidad, lo que no tenía sentido.

A partir de ahí, continuamos con el ensayo y error, lo que resultó en anular el círculo mágico que habíamos dibujado en el torso. En su lugar, mantuvimos los círculos mágicos concentrados en las piezas de los brazos y las piernas, de modo que se extendieran hasta el hombro para las piezas de los brazos y hasta la ingle para las piezas de las piernas. Con ello, conseguimos reducir el tamaño y el coste de maná para equiparlo (aunque hay que señalar que seguía siendo un devorador de maná tan grande que yo era el único que podía llevarlo).

Con eso, conseguimos crear la versión dos, que consistía únicamente en las piezas de brazo y pierna, pero nos obligaba a ponerles un límite de potencia. Como la pieza del pecho no tenía maná canalizado a través de ella, las piezas de las piernas y los brazos se desgarrarían si iba a toda máquina con mi poder mágico; no era como si no estuvieran sujetas por nada.

Era una lástima que el traje tuviera una funcionalidad tan alta, pero sólo pudiera ejercer un poder equivalente al de un espadachín avanzado. Por eso se decidió añadir una nueva pieza para el torso con círculos mágicos suplementarios que impidieran que los brazos y las piernas fueran arrancados. Esto dio lugar a la encarnación actual de la armadura: la versión mejorada dos. Su poder rivalizaba con el de un espadachín de nivel santo. Lo ideal sería algo más poderoso que eso, pero aún estábamos lejos de eso. Los ideales siempre estaban más allá de la mano de uno; el mundo nunca funcionaba como uno quería.

“Bueno, supongo que no hay más remedio que seguir usando esto y mejorarlo sobre la marcha”, dije.

“De acuerdo”, dijo Cliff asintiendo.

Al final, quería crear un traje que él también pudiera usar.

“Dicho esto, maestro, ¿qué hay de la pistola gatling? ¿Qué tal fue?”

“Esa cosa es un pelín demasiado letal, así que creo que su uso será un poco limitado”.

También he pensado mucho en mi armamento. Hice que uno de los conocidos de Roxy elaborara una pistola gatling para mí. Siguiendo los consejos de Orsted, simplifiqué el diseño, modificando el dispositivo para que pudiera descargar unos diez cañones de piedra casi simultáneamente. Casi como el hechizo de los Cinco Dedos de Bengala de Dragon Quest… salvo que no es tan potente y se parece más a una escopeta.

La ametralladora era una de mis contramedidas contra el estilo del Dios del Agua. Según Orsted, el Estilo del Dios del Agua se basaba en eliminar la magia del oponente. Como mi escopeta disparaba cada ronda casi instantáneamente, con un retraso mínimo entre cada una, era muy eficaz. Esta estrategia no funcionaba contra los oponentes de la categoría de rey o superior, pero por lo demás era una pequeña arma muy útil, salvo por su longitud y falta de maniobrabilidad.

Había probado todo tipo de cosas, pero nada me había dado el sólido salto de poder que quería. Seguí dedicándome al entrenamiento físico y a la práctica de la magia, pero como tenía un trabajo, no estaba a menudo en casa. Eso dificultaba la posibilidad de encontrar tiempo extra para entrenar más. Sólo podía devanarme los sesos en busca de mejores ideas. Últimamente sólo me había enfrentado a pequeños enemigos, pero no se sabía cuándo podría aparecer el siguiente adversario poderoso. No me importaba si el ataque que se me ocurriera era una maravilla de un solo golpe que no sirviera para nada después, pero necesitaba algo que pudiera acabar con una persona de un solo golpe.

“Ahora que lo pienso, Zanoba, ¿cómo te va con los autómatas?” pregunté.

“Ah, esa investigación ha estado en pausa. En parte se debe a que he llegado a una meseta, pero también he estado priorizando la investigación que asegurará su supervivencia, maestro.”

“Oh… Bueno, lo siento”.

“¡Hahaha! Yo también estoy disfrutando del proceso de creación de esta Armadura Mágica. No hay nada por lo que debas disculparte. En todo caso, debería ser yo quien te diera las gracias”, dijo, golpeando ligeramente mi armadura con el puño.

Qué tipo más honrado.

“Ah, sí, Zanoba, ya que Julie es ahora una mujer, creo que ya es hora de que pongamos en marcha nuestro plan para vender esos libros ilustrados y figuritas. ¿Crees que estás dispuesto a ello?”

“Hmm…”

Los libros ilustrados y las figuras eran una parte fundamental de mi plan para mejorar la reputación de la Tribu Superd. El primero ya estaba prácticamente terminado. Sin saberlo, Zanoba ya había comprado los tintes y había realizado una figura completamente pintada. Tenía algunas pegas, como que el pelo no estaba lo suficientemente saturado, que el color crema de la lanza era demasiado fuerte y que el color de la piel era demasiado brillante, pero eso no tenía importancia.

Había dejado el prototipo en una estantería en la cabecera de mi cama, lo que provocó que Roxy se pusiera a gritar cuando se despertó y lo descubrió una mañana. En cuanto Norn se enteró, lo robó y se lo llevó a su propia habitación. Esto hizo que la gente reconociera la figura como un Superd.

El libro de ilustraciones también quedó muy bien. Norn escribió el texto, mientras que Zanoba se encargó del arte. Ninguno de los dos tenía especial talento, pero su trabajo era único, con el tipo de toque suave que suele gustar a los niños. También incluimos una tabla para aprender a leer las letras en la parte posterior del libro, de modo que pudiera servir de libro de texto. Pensé que era menos probable que la gente lo tirara si tenía un propósito tan práctico.

Ahora todo lo que teníamos que hacer era hacer impresiones en bloque para poder producirlo en masa, y luego añadir el color a mano. Nuestro trabajo carecía de la profesionalidad y la estandarización de una imprenta, pero no era tan malo porque la mayoría de los libros de este mundo se hacían a mano de todos modos. Ya había tomado la costumbre de llevar conmigo un libro y una figurita cuando salía en uno de mis trabajos para salvar a la gente, sin perder nunca la oportunidad de hacer proselitismo. Lo cual estaba muy bien, pero teníamos que adoptar un enfoque más concertado.

“Eso será un poco difícil”, dijo Zanoba, frunciendo el ceño.

“¿El coste?” Adiviné.

“No. Ya tenemos suficientes fondos, y la princesa Ariel está proporcionando apoyo financiero adicional. Me han dicho que ya ha instalado nuestro taller en el Reino de Asura, así que tampoco hay problema en cuanto a la producción. El problema radica en las ventas en sí. No tenemos conexiones con ningún comerciante”.

“Ah, esa parte…”

Ahora que lo pienso, nunca me había planteado a quién podríamos venderlos. Había pensado en abrir mi propia tienda para poder hacerlo yo mismo, pero dadas mis circunstancias actuales, eso no iba a suceder. Necesitábamos un vendedor, alguien que vendiera nuestra mercancía por nosotros. No se me ocurría nadie en mi círculo de conocidos con la necesaria perspicacia comercial.

“Me pregunto si no sería mejor ver si Ariel podría presentarnos a alguien”, murmuré.

“Su Alteza parece estar bastante ocupada últimamente. Su coronación no está lejos. No creo que sea prudente molestarla cuando tiene tanto en su plato”, dijo Zanoba.

“Es cierto, y ponernos aún más en deuda con ella tampoco nos hará ningún favor”.

Entonces, mejor dejar el plan en suspenso por ahora. Oh, bueno, no era como si tuviéramos prisa. Podíamos esperar hasta que Julie fuera legalmente mayor de edad. Así que básicamente, otros cinco años…

Oh, es cierto.

“Zanoba, ¿crees que sería posible enseñar a Julie los fundamentos de los negocios durante los próximos cinco años?”

“Posiblemente, sí. Pero creo que ella nos serviría mejor como artesana. Si queremos que alguien nos sirva como comerciante, deberíamos considerar la compra de un esclavo diferente para eso.”

Un esclavo diferente, ¿eh? Sería mejor si pudiéramos encontrar a alguien que ya tuviera interés en los negocios, que supiera leer, escribir y hacer cuentas, y que además fuera bastante conocido. Sería estupendo que fuera popular entre la gente y hábil en el marketing.

Espera, hay un esclavo así…

No. No, en realidad, ¡no conozco a nadie que encaje en el proyecto!

De ninguna manera podía dejar mi negocio a una gata derrotada que se dejara estafar y se convirtiera en esclava. Sería mejor comprar a alguien nuevo para el trabajo por completo.

“Hmm… Creo que deberíamos limar todos los detalles de nuestro plan antes de poner nada en marcha”, dije al fin.

“De acuerdo”.

En efecto. Tenía que planificar esto con cuidado. Si me precipitaba, sólo conseguiría fracasar. Me había tomado mi propio tiempo hasta este punto, así que no había ningún problema en tomarme otra década para reunir todo.

“Muy bien, entonces dejaremos ese tema para otra ocasión. ¿Trabajamos en la mejora de la Armadura Mágica en su lugar?”

“Sí, Maestro. De hecho, ya tengo una visión en mente para la próxima versión de tu armadura”.

Después de terminar nuestra comida, continuamos nuestra reunión de investigación durante un rato antes de separarnos. El rendimiento de mi Armadura Mágica estaba mejorando lenta pero inexorablemente.

***

El sol empezaba a ponerse cuando me pasé por la sala de profesores para presentar mis respetos al vicedirector Jenius. Encontré a Roxy trabajando allí y rondé detrás de ella, sólo para que perdiera los nervios conmigo y me sacara al pasillo. Estaba desanimado allí cuando pasó Norn, que había venido a devolver la llave de la sala del consejo estudiantil. Decidimos volver a casa juntos, los tres, por primera vez en mucho tiempo.

“Norn, ¿hay algo en la lección de hoy que no hayas entendido?” preguntó Roxy.

“No, no he tenido ningún problema, señorita Roxy. Sus lecciones son tan fáciles de comprender como siempre”.

Roxy y Norn charlaban agradablemente a mi lado. Las dos se habían vuelto muy cercanas sin que yo me diera cuenta. Había desaparecido la incomodidad que solía haber entre ellas.

“Estoy tratando de ser cuidadosa para que todo sea fácil de digerir, pero por favor, dime si hay algo que no tiene sentido”, dijo Roxy.

“Si eso ocurre, espero que te tomes el tiempo de enseñarme personalmente”.

“Hehe, cobro mucho por las clases particulares, ya sabes”.

Su animada conversación me calentó el corazón durante todo el camino a casa.

“¡Hemos vuelto!” grité cuando vi a Lilia y a Zenith en el jardín, viendo juntos la puesta de sol.

“Bienvenidos todos”, dijo Lilia.

Zenith se quedó en silencio. A estas alturas no había cambiado mucho. Para bien o para mal, su estado parecía estable. Me pregunté si realmente sus recuerdos se habían ido para siempre. No había descubierto nada que pudiera ayudarla, y estaba tan ocupada con otras cosas que no podía investigar el asunto en serio. Últimamente, Lilia y Sylphie habían probado algunos métodos propios, pero sin éxito.

“Hemos vuelto”, anuncié de nuevo, una vez que estábamos dentro de la casa.

Sylphie salió arrastrando los pies desde el interior y dijo: “Bienvenidos a casa, Rudy, Roxy… oh, y Norn”. Mi bella esposa llevaba un delantal y Lucie se tambaleaba detrás de ella. Cuando vio a Norn, se abalanzó sobre ella.

“¡Nornie! Bienvenida a casa”.

“¡Lucie! Me alegro de estar en casa”. Acostumbrada a este saludo, Norn cogió a la niña en brazos y le acarició la cabeza. Era obvio lo mucho que le gustaba mi hermana a Lucie por la forma en que la sonreía. Pero en cuanto sus ojos se encontraron con los míos, se escondió en la sombra de Norn.

Aww, en serio, no tienes que actuar tan disgustada por mí.

“Norn, ¿hemos planeado que te quedes con nosotros hoy?” preguntó Sylphie.

“No, pero me enteré de que la señora Linia venía a quedarse aquí, así que decidí venir a echar un vistazo”.

“Ah, eso…” Sylphie asintió pensativa. “Las circunstancias fueron un poco complicadas. Rudy básicamente la salvó”. Suspiró para sí misma.

¿Qué? ¿A qué viene ese suspiro?

“¿Está añadiendo otra a su harén?” preguntó Norn.

“Hmm, no estoy segura de eso”, dijo Sylphie. “A pesar de lo salvaje que parece, Linia parece muy aficionada a Rudy. Y es bastante erótica…”

Hablaban como si fuera a ponerle las manos encima a Linia. Hay que reconocer que era bastante voluptuosa y atractiva. Si me preguntaran si quería dar una vuelta a medianoche y luchar con ella en la cama, mentiría si dijera que no. Eso, sin embargo, era un asunto completamente diferente. Yo era un hombre de razón, después de todo, no gobernado totalmente por el deseo carnal.

“¿Qué dijo la señorita Eris sobre todo esto? ¿No estaba en contra?” Norn inclinó la cabeza.

“Ha reclamado la propiedad de Linia y se niega a entregarla a Rudy”.

“Ah, así que es eso…”

Ahora que lo pienso, ¿dónde está Eris?

Hice la pregunta en cuanto se me ocurrió. “Sylphie, ¿dónde está Eris?”

“Llevando a Leo a dar un paseo. No paro de decirle que está embarazada y que debería descansar, pero no me hace caso. Parece que cada tarde me asomo y ella está practicando con su espada de nuevo. Entiendo que ya ha pasado la etapa precaria de su embarazo, pero ¿qué va a hacer si provoca un aborto?”.

Eris era la misma de siempre. Sólo deseaba que mantuviera los saltos y brincos al mínimo. Sin duda era fuerte, pero el bebé que llevaba dentro no lo era. Me hizo preocupar si realmente podría llevarla a término con seguridad.

“¡Bienvenidos a casa todos!”, dijo una voz desde arriba. Desvié la mirada y vi a Aisha en lo alto de la escalera. “¡Tienen que ver esto!” Se giró emocionada y le hizo una seña a alguien.

Una mujer se acercó a la barandilla, con el mismo traje de criada que Aisha. Bajó las escaleras y se detuvo en el rellano para girar en círculo. Mientras su falda bailaba en el aire, me permitió ver brevemente sus gruesas pantorrillas. Entonces la chica posó como una modelo de fotograbado y dijo: “¡Mewhaha!”.

Literalmente, una doncella gatuna.

“He hecho algunos ajustes a algunas de las viejas prendas de mamá y he creado un traje para la señorita Linia. ¿Qué te parece? Lindo, ¿no?”

Definitivamente era lindo. Incluso las chicas presentes suspiraron de admiración.

¿Así que Aisha lo hizo a mano? Dijo que era un traje usado, pero a mí me pareció nuevo.

Supongo que la tela en sí es vieja.

“¿Por qué aplazar para mañana lo que podemos hacer hoy? La voy a tener trabajando hasta el cansancio”. Aisha declaró.

“¡Sí, listo para el deber, mew!”

“¡Empecemos a cocinar!” La pequeña Aisha lideró el camino con la mucho más alta Linia marchando detrás de ella. Las dos estaban muy animadas mientras pasaban por delante de nosotros y comenzaban los preparativos en la cocina. Era divertido ver a Aisha tan animada.

“La señora Linia parece estar muy animada”, comentó Norn. “Me imaginé que estaría mucho más deprimida por ser reducida a una esclava”.

Eso es porque Linia es una idiota. Es como tragar algo muy caliente; al principio quema, pero una vez que está en el fondo, te olvidas de la sensación de magma en la lengua.

Después de eso, toda nuestra familia se sentó junta para comer por primera vez en mucho tiempo. Incluso pude meterme en la bañera con Eris una vez que terminamos y ver lo grande que se había puesto su barriga. Antes de que se hiciera demasiado tarde, Sylphie y yo metimos a Lucie en la cama. Les di lecciones de magia a Aisha y Norn en cuanto salieron del baño, y luego me detuve brevemente con Lilia para hablar del futuro de Zenith. Me quedé mirando todo el tiempo que Roxy amamantó a Lara antes de acostarse. Y por último, tuve un rato de sexo con Sylphie antes de dormirme.

Fue un día satisfactorio. A partir de mañana, me dedicaría a entrenar todos los días durante un tiempo. Hay que trabajar duro.