Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 5

Capítulo 1: Va A Conseguir Un Anillo Hecho

Parte 1

En el continente de Avalon, solo había siete países cuyos gobernantes eran considerados verdaderos reyes. Por lo tanto, este septeto de naciones a veces se denominaba los siete reinos de Avalon.

Había otros países a cuyos líderes se les llamaba habitualmente reyes, como Loggervia. Sin embargo, como implica su nombre, el Ducado de Loggervia no era un verdadero reino.

El más grande de los siete era el Reino de Avalonia, el país de origen de Ruti y Red. Estaba situado en el centro del continente y abarcaba la mayor franja de territorio.

El Reino de Flamberge, un país tanto de la pluma como de la espada, se asentó en el lado oeste del continente y fue destruido luchando contra el ejército del señor de los demonios.

Al norte se encuentra el Reino de Kiramin, una ciudad-estado gigante donde vivían los famosos y orgullosos altos elfos.

El Reino de Veronia controlaba la costa sur. Un rey pirata llamado Geizeric había robado el trono y elevado a la nación de la indigencia al estado de la segunda potencia más grande de Avalon.

Un rey-caballero descendiente del Héroe anterior gobernaba el Reino de Catafracto que controlaba la meseta nororiental.

El Reino de Tian Long era una tierra considerable al este que reclamaba el dominio sobre todas las tierras más allá del Muro en el Fin del Mundo, custodiado por el antiguo dragón relámpago.

Finalmente, estaba el Reino de Jade. Una nación aún más al este y separada del continente oscuro por un canal. La guerra se había estado librando allí durante muchos años.

Ser considerado como un reino oficial no necesariamente denota poder. El Ducado de Loggervia, un país con una orgullosa historia militar y un fuerte ejército, era mucho más poderoso que el Reino de Kiramin, con su territorio limitado, o el Reino de Veronia antes de que Geizeric fuera coronado. Sin embargo, la corona de cada reino todavía ejercía una gran influencia sobre los señores y vasallos.

Fue bastante irónico que esos linajes de larga data fueran vistos como cruciales para legitimar el gobierno para evitar que personas con bendiciones como Campeón o Shogun usen sus habilidades para obtener apoyo.

Cuando Red, Ruti o la gente de Zoltan se referían a “la capital” o “Central”, se referían a la capital o región central del Reino de Avalonia, respectivamente.

En un mundo ideal, todos los reinos se unirían para resistir la invasión demoníaca.

Desafortunadamente, Veronia había adoptado una postura oficial de neutralidad, limitando su apoyo a un pequeño número de voluntarios que se unieron a las fuerzas de Avalonian. Ese posicionamiento oportunista provocó la burla de otras naciones, convenciendo a muchos de que un pirata no era apto para ser un verdadero rey. Sin embargo, a pesar de las críticas, el rey Geizeric, de noventa años, guardó silencio.

Kiramin había declarado proactivamente su intención de unirse a la guerra contra las fuerzas del señor de los demonios a pesar de estar muy lejos de la línea del frente, pero las diferencias entre el pensamiento de los altos elfos y los humanos dificultaban la cooperación efectiva.

La orgullosa orden de caballeros del Reino de Cataphract formada por sus pueblos nómadas había enviado fuerzas por todo el continente. Sin embargo, se negaron a recibir órdenes de Avalonia, ya que había sido responsable de la destrucción de Gaiapolis, el hogar inicial de la gente de Cataphract, incluido el gobernante original del centro de Avalon.

Esos dos países al este del Muro del Fin del Mundo poseían poco conocimiento de las condiciones en las líneas del frente. La información llegó con los comerciantes ambulantes que lograron atravesar la ruta del amanecer. Recientemente, hubo rumores de que los guerreros del Reino de Jade estaban luchando contra un poderoso ejército enviado por el señor de los demonios. Independientemente, Tian Long y el Reino de Jade estaban más allá de una cadena montañosa peligrosa, por lo que la coordinación con Avalonia estaba fuera de discusión.

Al final, los diversos reinos lucharon contra las fuerzas del señor demonio sin un liderazgo unificado. Hasta la llegada de Ruti la Heroína, acumularon pérdida tras pérdida en frentes cruciales y, durante un tiempo, el ejército del señor de los demonios ocupó una parte importante del continente.

Ruti recuperó regiones por todo Avalon, y cuando la amenaza más amenazadora del señor de los demonios, la fuerza de caballeros wyvern de Gandor del Viento, cayó sobre ella, las cosas parecieron inclinarse a favor de los reinos.

Además, el Héroe organizó una cumbre entre el Reino de Cataphract y el Reino de Avalonia donde ambos lados hicieron algunas concesiones menores. Por el momento, las relaciones entre los dos habían mejorado lo suficiente como para que ambas partes estuvieran dispuestas a estar juntas en el campo de batalla.

Las fuerzas aliadas de Avalon parecían preparadas para cambiar el rumbo, pero el ejército del señor de los demonios no debía subestimarse. La batalla en el frente rápidamente llegó a un punto muerto, y llegaron informes a Central de que Vidosra, el nuevo rey celestial del viento, estaba reformando a los caballeros wyvern.

Avalonia continuaba su contraofensiva con los Caballeros Bahamut como pieza central de ese impulso, pero el resultado de la guerra estaba lejos de ser una conclusión inevitable.

***

“Oh, el precio de las verduras está subiendo”.

Estaba revisando productos en el mercado de Zoltan. Recientemente, las cebollas verdes solo eran cinco bienes comunes, pero ahora eran diez.

“Mmm.”

Había planeado cocinar con cebollas verdes, pero la duplicación del precio me detuvo.

“Disculpe, ¿por qué las cebollas verdes se volvieron mucho más caras de repente?”

La anciana que dirigía la tienda estaba abrigada en capas, pero aún parecía fría mientras se calentaba las manos con un pequeño calentador de carbón. Lentamente se apartó de él y cojeó. La anciana se quedó mirando las cebollas verdes por un momento. Casi podía sentir una especie de determinación silenciosa, como si sus ojos me estuvieran suplicando que comprendiera que algunas cosas no podían evita—

“Hmm, se etiquetaron mal”.

“¡Oye!”

Era otro día pacífico en Zoltan.

***

Mientras caminaba por el mercado, una araña familiar agitó una pata delantera hacia mí.

“¿Señor Crawly Wawly? ¿Solo hoy?”

Me acerqué y le tendí la mano derecha, y él saltó sobre ella. Luego sacudió la cabeza de un lado a otro.

“Mmm. ¿Estás preocupado por algo?”

Después de intentar comunicarme varias veces, de alguna manera logré discernir la esencia de lo que el señor Crawly Wawly estaba tratando de transmitir. Seguí sus indicaciones, caminando por las calles de Zoltan.

Para ser una araña, tenía una gran especificación. Me reconoció y me hizo señas. Tal vez había tendido hilos en el suelo y se dio cuenta de quién era yo por mi peso y forma de andar mientras caminaba a través de los hilos.

Después de un rato, vi una pequeña figura con una capa con capucha sentada frente a un puesto de frutas y mirando la mercancía.

“Puedo prometerle que todos están deliciosos, señorita, así que no se preocupe tanto por eso”. Con una expresión preocupada, un comerciante le tendió una naranja y preguntó: “¿Qué tal esto?”

La pequeña mujer joven, Tisse, le dio una mirada rápida antes de responder: “Por favor, no te preocupes por mí”.

“¡Oh, si no es Red! ¡Ayúdame aquí! Esta pequeña dama ha estado aquí por más de una hora”.

“¿Una hora?” Yo pregunté.

El señor Crawly Wawly agitó las patas delanteras como para decir que él también estaba preocupado.

“Oye, Tisse, ¿qué te molesta?”

“Ah, Red. Hola. No es nada importante”, respondió ella en un tono completamente serio. “Es solo, ¿no existe una costumbre extranjera de poner una fruta cítrica en un baño?”

“Ahhh. No soy particularmente conocedor del tema, pero sí creo que hay un país con una costumbre en ese sentido”.

“Me dio curiosidad, esa es la cosa”.

“¿Y por eso estás aquí?”

“Sí, pero estoy luchando para decidir qué fruta sería mejor usar”.

“¿Has estado lidiando con eso durante más de una hora?”

Tisse tenía un aire distante, pero por dentro era una persona amable con una buena cabeza sobre sus hombros. Sin embargo, la joven no estaba exenta de sus propias peculiaridades.

“Tú también eras miembro de ese grupo de bichos raros, Red”, me recordó. “Oops, me atrapaste, ¿eh?”

Ruti, Danan, Teodora, Ares, Yarandrala y Tisse. Comparado con ellos, me consideraba bastante inofensivo y soso.

“También eres espléndidamente excéntrico”, agregó Tisse.

“Tomaré tu palabra”.

El señor Crawly Wawly desvió la mirada, como para indicar que era normal, a diferencia de nosotros.

“B-Bueno, dejando eso de lado… Realmente no conozco la costumbre real, pero… lo más probable es que cualquier fruta cítrica funcione para crear un agradable aroma para un baño”, dije.

Tisse asintió pensativamente. “Ya veo. ¿Con cuál irías?”

“Hmmm, me imagino que misan o yuzu podrían ser bastante buenos”.

“¿Mikan y Yuzu? Sí, esos serían buenos para probar.”

“¡¿Finalmente te has decidido?! Gracias a dios.”

El comerciante pareció aliviado. También se las arregló para venderme algo de mikan.

***

Tisse y yo volvíamos con las bolsas en la mano.

“Por cierto, ¿de dónde vino la repentina curiosidad por esa costumbre extranjera?” Yo pregunté.

“Ayer, tomé el trabajo de rescatar a algunos aldeanos y aventureros que habían sido capturados por trolls, y esta mujer mayor que era maga y aventurera retirada me ayudó”.

“¿Oh? ¿Alguien lo suficientemente capaz como para realmente apoyarte?”

“Había dos entradas, así que la hice esperar en una mientras yo entraba por la otra. Ella eliminó a todos los trolls que intentaron escapar por sí misma”.

“Wow, eso es algo que no ves todos los días”.

“Por supuesto. Entonces, después de que terminó, comentó que le gustaría relajarse con un buen baño, lo que provocó una conversación agradable sobre los baños”.

“¿Ustedes dos entablaron una relación?”

Tisse generalmente mantuvo una cara seria y era muy profesional, por lo que conseguir una conversación real con ella en un primer encuentro no fue fácil. Esa mujer tenía que ser bastante capaz.

“De todos modos, escuché sobre la costumbre de los cítricos de ella, pero desafortunadamente, no pude recordar qué frutas mencionó, así es como terminé aquí”.

“¿Quieres probarlo al día siguiente de haberte enterado? Realmente amas tus baños.”

“Lo hago.”

“Uh-huh.”

Sin dudarlo en absoluto. Curiosamente, Tisse parecía petulante al respecto.

“Uhhh, entonces, ¿cómo te sentirías si todos nosotros fuéramos a una fuente termal en algún momento?” Sugerí.

“¿Hay un lugar así cerca?”

“Siento que escuché el rumor de uno cerca del Muro del Fin del Mundo”.

“¿Una fuente termal natural? Fascinante.”

Los ojos de Tisse brillaban.

¿Qué iba a hacer ahora si solo era un mito?

“Oh, sí”, comencé, cambiando abruptamente de tema. “¿Esa mujer vive en la ciudad?”

“No, creo que ella reside en un asentamiento un poco aislado, pero estaba visitando a algunos amigos en Zoltan. Entonces, ¿cuándo planeabas visitar esta fuente termal?”

“B-Buscaré una fecha que sea conveniente para todos nosotros”.

Tisse no iba a dejarlo pasar, así que no tenía otra opción…

***

Tisse y yo nos separamos después de terminar nuestras compras. Mientras caminaba de regreso a casa, escuché vítores en un campo cercano.

“¡Whoaaaaa!”

“¡Son cinco victorias seguidas!”

“¡Ella es la reina wyvern!”

¿Qué es eso? Curioso, me desvié un poco para ver de qué se trataba el alboroto.

“¡¡¡Eres increíble!!!”

“¡Heh-heh!”

Era Ruti. Estaba jugando al juego de mesa carrera de wyverns con un grupo de niños. A juzgar por su gran sonrisa, realmente se estaba divirtiendo.

Evidentemente, estaba en una racha ganadora y había capturado un montón de figuras de wyvern de los niños.

“¡R-Revancha! ¡Quiero una revancha!” exigió un niño.

“Por supuesto.”

Ruti colocó una figura de wyvern de cristal en el tablero. Su brillante construcción era una maravilla para la vista. Sin desanimarse, los niños colocaron un wyvern de piedra blanca, uno de acero negro y uno de ojos rojos.

La calidad de una figura no proporcionaba ninguna ventaja real, pero como Zoltan jugaba según las reglas del ganador, las miniaturas únicas ejercían una especie de presión psicológica debido a la confianza que uno necesitaba para arriesgarse a perderlas. El juego se podía jugar con wyverns garabateados en trozos de madera o algunos guijarros, pero estar dispuesto a enfrentar a tu mejor wyvern con el de tu oponente era una forma de mantenerte mentalmente en pie de igualdad, y era un truco clave para el éxito.

“Parece que las cosas se están calentando aquí”.

“¡¿Hermano Mayor?!”

Al verme, Ruti parecía nerviosa, como una niña pequeña a la que han pillado jugando con algo que se suponía que no debía hacer. Su reacción fue tan adorable que no pude evitar sonreír.

“Esa es una colección bastante asombrosa. Debes haber estado ganando mucho.”

“Uh-ummm…”

“Siempre quisiste intentar jugar, ¿verdad? No hay nada de malo en eso.”

Ruti había sido la Heroína desde que era una niña. En consecuencia, hacer amigos había sido muy difícil para ella. Nunca había formado parte del grupo de niños de nuestro pueblo.

Que yo sepa, nunca antes había jugado una carrera de wyvern. Pero sí sabía que en el transcurso de nuestro viaje, ella había estado reuniendo figuras de wyvern cuando podía ponerlas en sus manos sin llamar la atención.

Ruti parecía un poco avergonzada de haber sido atrapada tomando wyverns de niños, pero esa era la forma incorrecta de verlo. Ya sea que jugaras contra niños o adultos, la emoción de la carrera de wyvern residía en apostar tus cifras en el lanzamiento de los dados. No era vergonzoso que coleccionara las miniaturas apostadas si ganaba.

Le mostré una sonrisa tranquilizadora para que Ruti no se preocupara.

“Yo mismo lo jugué un poco cuando era aprendiz con los caballeros”.

“¿Lo hiciste?”

“Todos podemos jugar juntos en algún momento si quieres”.

“Okay.” Ruti asintió feliz.

***

Había un calentador de carbón cerca de mis pies cuando me senté en el mostrador y miré mis notas con un gemido. Había pasado un día desde mis encontronazos con Ruti y Tisse.

“Una piedra preciosa…”

Estaba luchando con qué hacer con la joya para el anillo de Rit. Ella había dicho que sería feliz con lo que yo eligiera, pero por eso quería encontrar la piedra perfecta para ella.

Dejando a un lado la cuestión de los fondos, no había muchas gemas que encontrar aquí en medio de la nada.

Zoltan chocó contra el Muro en el Fin del Mundo, convirtiéndolo en una especie de callejón sin salida. Por lo tanto, solo las cosas en demanda real llegaron aquí. Y cuando se trataba de joyas, la selección era mínimamente adecuada para los aristócratas locales. La gente rica de por aquí tendía a ser más exigente con las telas que con las gemas. Encontraron más atractivos los atuendos coloridos y de varias capas porque ese era el estilo en Central. Los accesorios quedaron relegados a un segundo plano. Tal atuendo fue ampliamente criticado por la clase trabajadora de Zoltan. Era caliente y sofocante solo mirarlos.

“…Sin embargo, realmente no quiero ceder en esto. Un zafiro azul pálido le quedaría mejor a sus ojos”.

Taché todas las piedras preciosas en la lista de compromiso.

“Está bien, supongo que tendré que ir al Muro del Fin del Mundo”.

Si quería encontrar piedras preciosas cerca de Zoltan, la cadena montañosa gigante que divide el continente era su única opción. Los gigantes de gemas que viven allí tendrían casi cualquier joya.

Sin embargo, había venido a Zoltan para tomarlo con calma y vivir una vida lenta, por lo que no investigué la disposición del terreno alrededor de la cordillera.

Desplegué un mapa hecho por un cartógrafo local, pero estaba casi en blanco. Había una amplia franja de tierra inexplorada. Tracé un gran círculo en el espacio inexplorado con mi dedo.

“Su asentamiento debería estar en algún lugar aquí… Sin embargo, ese es un rango demasiado amplio”.

Si estuviera planeando reunir personas y suministros para una expedición exploratoria de un mes, sería una historia diferente, pero obviamente no lo estaba. No tenía los fondos para tal empresa.

“Debería visitar el pueblo zoog primero”.

Había un pueblo de monstruos parecidos a roedores llamados zoogs cerca de la base de la cadena montañosa que formaba el Muro del Fin del Mundo. Los zoogs poseían inteligencia a nivel humano, por lo que con suerte sabrían un poco sobre los alrededores. No eran particularmente amigables con los forasteros, pero yo había rescatado a un joven zoog herido y lo había devuelto a su aldea hace un tiempo, por lo que estaba en buenos términos con ellos. Me darían la bienvenida si trajera un poco de carne como regalo.

“Red, he terminado el trabajo”.

“Gracias.”

Rit había regresado del parto a la clínica del Dr. Newman. Se quitó los guantes, se quitó el abrigo y se dirigió hacia mí. Sus mejillas estaban rojas por el frío del invierno, así que puse mis manos sobre ellas.

“Tus manos son tan cálidas”.

Últimamente, nos habíamos acostumbrado a hacer cosas como esta después de que uno de nosotros saliera a buscar algo.

“Tengo un calentador aquí, así que vamos a calentarnos juntos”.

“Mm, en ese caso…”

Rit ajustó ligeramente mis manos en sus mejillas para ocultar el hecho de que estaba empezando a sonrojarse un poco y esbozar una sonrisa mientras se sentaba a mi lado.

“Eh-heh-heh”.

Luego envolvió sus piernas frías alrededor de una de las mías.

“Wh-Whoa, espera un segundo, Rit”.

“Puedes usar el calentador, y yo solo tomaré tu calor”.

Los muslos de Rit se apretaron con fuerza. Sus piernas estaban frías por caminar afuera, pero mi cara y mi cuerpo solo se estaban calentando más.

“Te estás sonrojando, Red.”

“… Tú también estas rojo remolacha”.

“Eso es solo por caminar afuera”, bromeó Rit.

Podía sentirla sonriendo detrás de mis manos. Como venganza por su comentario, amasé un poco sus mejillas.

Hoy fue un buen día.

Una vez que no tuvo tanto frío, Rit se alejó un poco y miró el mapa extendido sobre el mostrador.

“¿Eh? ¿Por qué sacaste eso?”

“Ah, eso es, bueno…”

“Escúpelo ya… ¡Espera!” Rit se aferró a mí de repente. “Estás pensando en emprender una aventura por tu cuenta, ¿no?”

“Lo entendiste todo mal…” No estaba tratando de mantenerlo en secreto, pero explicar mis intenciones fue un poco vergonzoso. “Solo estoy planeando cómo conseguir una gema para tu anillo”.

“Ah…” La expresión de Rit se suavizó ante mis ojos. “A-Así es… la gema para el anillo…”

Presionó su frente contra mi pecho y me apretó con fuerza para ocultar su rostro sonrojado.

“Eh-heh-heh, el anillo…”

Los hombros de Rit temblaron en mis brazos. Su reacción fue tan entrañable que tuve que besar su frente.

***

Los dos nos abrazamos así hasta que escuchamos a un cliente entrar y nos separamos rápidamente. El carpintero semielfo Gonz había entrado y sonreía mientras Rit y yo nos desenredábamos. Después de que compró el medicamento que necesitaba y se fue, sacamos el mapa de debajo del mostrador para revisarlo nuevamente.

“Muy bien, ¿dónde ibas a conseguir la piedra preciosa?” inquirió Rit.

“Hay un pueblo de gigantes de gemas en el Muro del Fin del Mundo, y esperaba que me vendieran uno”.

“¡¿Qué?!”

Al ver su sorpresa, le expliqué un poco más mi plan.

“Ya veo… pero no es como si tuvieras que ir tan lejos por mí. Atesoraría cualquier cosa que eligieras para mí, incluso si fuera una piedra común.”

“Me dijiste que eligiera un anillo para ti, y no quiero hacer ningún compromiso. Después de todo, también es un anillo único en la vida para mí”.

“Una vez en la vida… eh-heh-heh…”, se rio Rit con una sonrisa sin compostura. Después de esconderse detrás de su pañuelo rojo avergonzada, asintió. “Está bien, entiendo. ¡Si vas a poner tanto amor en ello, entonces me aseguraré de aceptarlo con al menos ese mismo afecto también! ¡No puedo esperar a ver qué tipo de anillo obtendrás para mí!”.

“Déjamelo a mí. Dicho esto, realmente no sé si podré encontrar las gemas gigantes. Y si lo tengo, ¿quién puede decir si tienen lo que busco…? Si esto no funciona, tengo algo de ágata azul en espera con un comerciante. Ojalá no llegue a eso. Sería toda una decepción.”

“¡Te equivocas! ¡No hay forma de que me decepcione después de saber lo mucho que te estás esforzando! ¡No hay nadie en el mundo más genial que mi Red!” exclamó Rit. Su tono hizo obvio que quería decir cada palabra.

Escondí mis mejillas enrojecidas y mi sonrisa boquiabierta detrás de mi brazo derecho mientras consideraba comenzar a usar un pañuelo alrededor de mi cuello como Rit.

Al verme sonrojarme, Rit apretó los labios como si tratara de ocultar algo.

“¡Aaargh! ¡Eres el mejor! ¡Será mejor que asumas la responsabilidad si termino amándote aún más de lo que ya lo hago!”

Rit me rodeó con sus brazos y me besó.

***

Nuevamente, llegó un cliente y rápidamente nos distanciamos.

Esta vez, el herrero enano local intervino, sin prestar atención a lo que obviamente habíamos estado haciendo. Se acercó al mostrador y dejó caer los brazos sobre él con un ruido sordo.

“¡Red! Es un buen día, ¿no?

“Seguro que lo es, Mogrim. ¿En qué puedo ayudarte? Dudo que un enano como tú esté buscando una cura para la resaca.”

El rostro barbudo de Mogrim se dividió en una amplia sonrisa.

“¡Ahí le has dado! Cualquier enano de Sir Beard Mountain puede tragarse el cráneo de un dragón lleno hasta el borde de whisky y levantarse a la mañana siguiente para avivar el horno sin perder el ritmo. ¡Lo juro por mi hacha!”

Amar el alcohol era el orgullo de un enano. Al beber con un enano, era importante afirmar que beberías a tu propio ritmo. Los enanos entendieron que consumir alcohol era un símbolo de estatus solo entre los de su clase, y la gran mayoría no forzaría el caso con alguien de otra raza que rechazara una bebida.

Algunos continuarían diciendo que “los que no tienen barba son solo un grupo de niños que no pueden soportar un pequeño sorbo” y hacer una demostración de dominio al respecto, pero había idiotas en todas partes.

Mogrim era un tipo relajado, un poco atípico entre su gente. No presionó a los demás.

“Dime, ¿alguna vez te conté la historia del dragón orochi mortal que vino del Lejano Oriente y cómo logré emborracharlo y matarlo?”

El único gran defecto de este autoproclamado cazador de dragones era su tendencia a contar historias fantásticas sobre sus supuestas proezas.

“Puede que lo hayas mencionado. Entonces, ¿qué medicina querías?” Yo pregunté.

“Oh, sí, eso. Tengo un buen amigo que viene esta noche. Esperaba que pudieras compartir un poco de tus especias.”

“Especias, ¿eh? Por supuesto. Te debo por tu ayuda con los ingredientes para los calentadores, después de todo.”

“¡Genial! ¡Me aseguraré de devolverte el dinero por esto!”

Reuní los condimentos que Mogrim quería en varias bolsitas y se los entregué. Agarró mi mano en un gran apretón de manos y me agradeció en voz alta antes de comprar algunas galletas nutritivas y partir.

La tienda volvió a quedar en silencio cuando Rit y yo nos sonreímos. “¿Entonces, cuando irás?”

“¿Al muro? Honestamente, no queda mucho tiempo hasta la noche del festival del solsticio, y ahí es cuando lo quería todo listo. En realidad, estaba planeando irme pasado mañana.”

“¡Muy pronto! Bien, ¡yo también ordenaré mis cosas!”

“¿Eh?”

“Obviamente, voy contigo”.

“Eh, pero voy a conseguirte una piedra preciosa, así que conseguir tu ayuda es algo así como…” protesté.

“¡No hay nada de malo en eso! Lo importante es que tú elijas la piedra por mí. ¡Está bien para nosotros compartir la carga cuando se trata de adquirirlo!” Rit declaró, sus ojos azul cielo fijos en los míos.

“…Supongo que sí. Lo siento. Podemos hacer el viaje juntos.” “¡Si!”

Eso significaba tomarse más tiempo para preparar raciones de viaje más atractivas.

Incluso la idea de explorar el Muro del Fin del Mundo sonaba divertida cuando me imaginaba haciéndolo con Rit.