Jimi na Kensei (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Dictador De Una Tierra Extranjera

Parte 8: Refuerzos

No hace falta decirlo, pero hay una diferencia sustancial entre estar a 100 metros de distancia y flotar a 100 metros de altura.

“Los teníamos acorralados, ¡pero ahora esto! ¡Por eso odio a los magos!”

“No hay necesidad de preocuparse, mi hermana. Todo lo que están haciendo es tratar de preservar su ventaja”.

Habiendo barrido la finca donde se reunían los jefes de estado, los tres casi habían terminado de deshacerse del enemigo. Al mismo tiempo, un puñado de oponentes a los que habían acorralado había escapado.

Los cinco individuos restantes, que probablemente sean los líderes del ataque, han usado su magia para volar, refugiándose en el cielo. Una vez asegurados en el aire, debaten si continuar con la operación.

“Esto es inesperado… Que derribaran a casi todos nuestros asesinos…” “¿Qué hacemos? ¿Deberíamos retirarnos? “

“¿Y hacer qué, exactamente?”

“Así es; ¡no habrá otras oportunidades como esta!”

“¡Esta es nuestra última oportunidad de aprovechar la confusión dentro del reino!”

Los cinco que comandaban el ataque a la propiedad se preguntaban por la falta de seguridad donde se habían reunido los jefes de estado. Sin embargo, no pensaron que fuera una trampa destinada a atraerlos. En cambio, se habían convencido a sí mismos de que sus aliados dentro del reino los estaban apoyando indirectamente.

No fue un escenario imposible. A diferencia de la República de Domino, que no tenía la capacidad de seguir luchando en la guerra, el Reino de Arcana tenía la capacidad de luchar y ganar. Quizás era natural que creyeran que la facción que quería ganar y conquistar estaba tratando de interrumpir los planes de la facción que creía que ganar sería demasiado costoso al reducir la seguridad en la propiedad. Nunca se les ocurrió que el rey y Lord Caputo crearían a propósito una situación en la que no podrían garantizar su propia seguridad.

En cualquier caso, esta no era una situación que se presentaría más de una o dos veces. Si no podían obtener resultados aquí, perderían su mejor oportunidad de acabar con el odiado usurpador.

“¿Pero qué hacemos…?”

Ya sea a través del viento o del fuego, poder volar era la marca de un mago de primera clase. Los cinco por encima de la finca eran todos extremadamente hábiles con la magia.

Como mínimo, los tres que estaban debajo de ellos no pudieron hacer nada contra ellos.

“¿Qué crees que deberíamos hacer, Eckesachs?”

‘Nada. No tienes la capacidad de eliminarlos en este momento”.

Si bien poseía la aptitud pura para cada forma de arte mágico y tenía eso amplificado a través de Eckesachs, obviamente todavía había cosas que Saiga podía y no podía hacer. Si bien podía combinar técnicas básicas, no podía realizar tareas complejas que incluso los especialistas encontraban difíciles.

Podía lanzar hechizos de fuego, por ejemplo, pero no podía manejar el control preciso necesario para volar. Si bien su situación no era tan mala como la de Shouzo, el control de su poder cuando Eckesachs lo amplificó era demasiado vago para permitirle hacer algo como volar.

“La única forma de lidiar con un oponente volador es derribarlo usando hechizos de relámpago o calor rápidos y precisos, o volar tú mismo y enfrentarlo en combate cuerpo a cuerpo. Bueno, no, hay otros métodos, pero… Por lo menos, no eres capaz de ninguno de los dos en este momento. No querrás imaginar lo que sucedería si amplificaras tu magia con mis poderes, lanzas un hechizo de fuego de área amplia y fallas”.

Aunque no tan ridículo como el poder de Shouzo, si Saiga lanzaba un hechizo de fuego de área amplia amplificado por Eckesachs, el resultado era obvio. Como estaban en el techo de la finca, no podrían evitar prenderle fuego a todo.

“… ¡Maldita sea!”

“Cálmate. ¿Cuál es tu papel?”

“Lo sé, mi trabajo es proteger. El solo hecho de estar aquí tiene sentido”.

Ciertamente es deseable matar a todos los asesinos o capturarlos. Sin embargo, lo importante es que Ukyo está a salvo. Como tal, mantener a los magos de élite en el aire es, en última instancia, lo correcto. Por lo menos, si no pueden lidiar con ellos, entonces no es prudente correr riesgos innecesarios.

“Pero… ¡sigue siendo frustrante!”

Incluso Saiga, capaz de usar muchas artes raras, no puede ni siquiera tocar a los que flotan sobre su cabeza. Los dos hermanos Magyan, que solo pueden usar Posesión espiritual e Invocación de Sombras, respectivamente, tampoco pueden hacer nada.

El enemigo no puede aterrizar exactamente en la propiedad. Sin embargo, aún parecían tener la iniciativa en estas circunstancias particulares. Mientras continuaran enfrentándose de esta manera, eventualmente ganarían.

“Esos malditos escoltas. Parece que no pueden comunicarse con nosotros”.

“Por supuesto. Volar es una habilidad que requiere talento y entrenamiento para lograrlo”.

“Las Artes Raras no es un sustituto de la habilidad”.

No importa cómo resultó la batalla, los atacantes de arriba tendrían que ser los que la iniciaran. Estar a salvo fuera del alcance de sus enemigos y ser capaz de hablar con sus aliados… Esas condiciones les dieron una sensación de estabilidad emocional.

“Aun así… El enemigo puede usar las Artes Místicas. Nuestra magia no puede penetrar esas defensas”.

“¿Podemos dividirlos de alguna manera?”

En el peor de los casos, simplemente podrían volar. Creyendo en su seguridad, no notaron la ráfaga de viento detrás de ellos hasta que fue demasiado tarde.

“Tontos.”

Una brizna de viento los atraviesa sin hacer ruido. Tahlan, Sunae y Saiga lucharían contra un oponente que pudiera volar. Eso es algo que incluso un aficionado entendería. Lo que significa que la mujer que quiere que Tahlan sobreviva, sin importar el resultado final, ha tomado ciertas precauciones contra esa situación.

“No son los únicos que pueden volar”.

Un caballero elegantemente vestido, un usuario de magia del viento armado con un estoque… la criada de Douve Sepaeda y compañera de Sansui, Blois. Habiendo cortado a través de los cinco magos aerotransportados por detrás, aterriza lentamente frente al grupo Batterabbe.

Aunque no es del todo capaz de las hazañas que se le piden a Sansui, Blois también es una de las espadas de confianza de Douve.

“Como era de esperar… Es mucho más fácil sin Lady Douve cerca”.

Sansui nota esto a menudo, pero la gente aún morirá incluso si los apuñalas por la espalda. Es mucho más eficiente simplemente derribar a un enemigo desprevenido que pasar por la molestia de identificarse y desafiarlo a un combate honorable. Yendo más lejos, realmente no hay necesidad de ponerse nunca en la línea de peligro. Es el tipo de queja casual que puede murmurar porque no hay nadie para escuchar.

“Ah, si no es Dame Blois… Fue un golpe bastante impresionante”.

“Había estado esperando afuera, como me había instruido Lady Douve, para protegerte. Parecía que no tenías opciones, así que me temo que te impuse mi ayuda”.

Es probable que los cinco objetivos del hechizo de Blois ni siquiera se dieran cuenta de que habían muerto. Su hechizo había sido tan agudo. Impresionado por esa habilidad, Tahlan no escatima en sus elogios.

“Sería problemático para ti morir”.

“¡Una pequeña herida en mi orgullo! Siento como si ya estuviera bajo su control”.

Ser salvado por el prometido de su amo profundamente respetado… Tahlan se da cuenta de que esto lo pone aún más en deuda con Douve. Fue una muestra clara de la profundidad del banco de la Casa Sepaeda.

“… Realmente sería un problema si murieras”. “No necesitas decir eso dos veces…”

El punto es evidentemente tan importante para Blois que se repite. “Gracias, Blois. Te debemos una”.

“Hrmph… Sí, fue un rescate decente”.

Saiga y Sunae añaden su agradecimiento después de Tahlan. Tienen sus opiniones sobre la propia Douve, pero no guardan rencor hacia Blois, que es solo su guardaespaldas, después de todo.

En cuanto a Blois, le disgustaban un poco Saiga y Sunae. Si los dos no se hubieran juntado, entonces Lady Douve no habría hecho tanto alboroto por convertirse en pariente por matrimonio con los Batterabbe.

“Me halagas, Lord Saiga, Princesa Sunae”.

Sin embargo, dado que son de una posición más alta que ella, ella hace los comentarios apropiados. Después de todo, ella es un caballero caballeroso y reflexivo.

“Independientemente… ¿Significa esto que el Maestro Sansui está solo protegiendo a Lady Douve?”

“No está completamente solo. Pero de cualquier manera, no creo que eso sea un problema”.

“Un buen punto. Esa fue una preocupación innecesaria de mi parte”.

Una preocupación innecesaria… Al escuchar esas palabras, Saiga una vez más siente el abismo en la habilidad contra Sansui. La realidad es que, mientras esté cerca de Douve y Lain, no hay nada de qué preocuparse. Pase lo que pase, él puede encargarse de ello. Se encontró envidiando ese nivel de confianza.

“As, huh…”

La capacidad de usar todo tipo de arte mágico, y la Espada Legendaria Eckesachs, la hoja que amplificaba esas habilidades… El heredero aparente de la Casa Batterabbe, Saiga Mizu… Él mira al cielo, maldiciendo la falta de habilidad que resultó en su incapacidad para volar.

“Hrmph… ¿Luchando de nuevo?” “Sí, no puedo evitar la frustración”.

Tahlan, Sunae, Blois… Todos son usuarios de diferentes artes, pero los tres son algunos de los portadores más hábiles de sus Artes. Todos han logrado lo suficiente como para enseñar a otros. Pero el propio Saiga todavía no tiene nada, y no puede imaginarse dónde debería estar en el futuro.

Ser el más fuerte es un ideal, algo a lo que aspirar. Pero, ¿qué tipo de fuerza debería buscar? ¿Será su fuerza una inspiración para alguien?

“No puedo hacer nada por mi cuenta. Incluso trabajando con todos los demás, no puedo hacer mucho. Por lo menos, no puedo hacer lo que Sansui o Shouzo pueden hacer”.

Por supuesto, el propio Shouzo no puede hacer nada solo. Sin embargo, al mismo tiempo, su eficacia está fuera de toda duda. En cuanto a Sansui, no hay lugar para el debate. Todos los presentes conocen su fuerza.

“Eckesachs… ¿Qué crees que debería hacer?” “Encontrar eso es lo que significa buscar la fuerza”.

La legendaria espada Eckesachs, tomando forma humana, explica así lo que ha visto en su tiempo. Sus días con Suiboku, el hombre que había descrito como el máximo portador, y la fuerza que vio a través de Sansui después de su separación.

“Dainsleif dijo una vez que la búsqueda de la perfección, del poder supremo, era inútil. Y que era algo desolador y sombrío para un Inmortal que no envejece para buscar”.

Probablemente sea cierto. Por ejemplo, si Sansui obtuviera Eckesachs, sin duda podría matar a quien quisiera. Shouzo y el as desconocido de Disaea no tendrían ninguna posibilidad contra él. Los presentes imaginan que Suiboku habría estado en un lugar similar hace dos mil años.

“Dainsleif es una espada de venganza que busca y elimina una línea de sangre en particular. Eso también significa que ella limita los objetivos de la venganza de su portador”.

No satisfecho con simplemente matar a un individuo, sino con aniquilar todo un linaje en venganza… Eso puede parecer excesivo, a primera vista. Sin embargo, eso todavía tiene un punto final. Ya sea que se trate de varios individuos o puntuaciones, todavía hay un final. Se acabó la venganza. Por lo menos, hay un fin a la venganza para un portador de Dainsleif.

“Sin embargo, la acumulación de fuerza no tiene fin. En particular, la fuerza que busca alguien que me empuña no tiene fin”.

En cierto sentido, Sunae ya era la más poderosa en el momento en que nació. Después de todo, ella tenía la Presencia Real, el poder necesario para ejercer el Arte Raro definitivo, la Posesión Espiritual.

Tahlan ya es poderoso. Habiendo dominado una técnica definitiva, se le consideraba incomparable dentro de su propio reino.

Blois también es bastante poderoso. Tiene la capacidad de convertirse en miembro de la Guardia Real, la última unidad de élite del Reino de Arcana.

Como señaló Suiboku, si el objetivo es ganar un torneo, entonces eso también es una medida significativa de fuerza.

“Tu problema puede ser que puedes usar innumerables artes y no estás seguro de cuál seguir”.

Saiga no tiene nada a su nombre. Si bien desea el ideal informe de la fuerza, no es que quiera volverse como Sansui. De hecho, ya ha pensado en la posibilidad de adquirir una cantidad moderada de habilidad en numerosas artes y hacer uso de ellas según sea necesario. ¿Pero lograr eso lo satisfaría?

“Tienes que encontrar qué es lo que quieres lograr, tal como lo hizo Suiboku”.

No hay nadie más fuerte en el mundo que yo. Cualquiera puede decir eso. Sin embargo, ¿qué se supone que deben hacer las personas que realmente han logrado eso?

¿Reclamarán todos sus elogios y pasarán sus días disfrutando de la bebida y las mujeres? En cierto sentido, es una valiosa recompensa por el esfuerzo. Bien puede ser el sueño de todos los hombres. Sin embargo,

¿qué debería hacer un hombre que no quiere nada más que escalar el próximo pico? Esa fue una pregunta diferente.

“Suiboku, antes de conocernos, evidentemente se convirtió en aprendiz de innumerables Inmortales, aprendiendo todas las formas de las Artes Inmortales. A menudo decía que conocía todas las Artes Inmortales presentes en la creación”.

Todos los presentes se quedaron en silencio. Habiendo conocido a Sansui y Suiboku, esta revelación fue sorprendente. Simplemente hay demasiada brecha entre la imagen del Inmortal que Tahlan y Saiga conocían y la historia de Eckesachs, y el propio Suiboku no parecía coincidir con esta última.

“De hecho, usó muchas técnicas diferentes cuando me empuñó, y eso lo hizo muy poderoso”.

Eso debe haber sido en la época en que se encontraron con los otros Tesoros Sagrados. Fue en ese momento que Dainsleif supo que la relación entre Eckesachs y Suiboku no podría durar.

“Con una vida útil, con el envejecimiento, uno puede ver el final y buscar pasar la antorcha a un sucesor. Sin embargo, en ese momento, Suiboku solo tenía sus propios objetivos”.

Habiendo aprendido todas las técnicas que pudo, luego de haber obtenido el arma más poderosa, todavía buscó hacerse más fuerte y se encontró perdido. Esa es la misma situación a la que Saiga teme que se enfrente.

“Suiboku eligió deshacerse de las cosas. No solo yo, sino también las técnicas que pasó tanto tiempo aprendiendo. Tomando solo las cosas que necesitaba absolutamente, luego buscó lo que había más allá”.

No es como si Suiboku hubiera dicho esto él mismo, pero era bastante fácil imaginar haber visto cómo entrenaba a Sansui.

“Suiboku probablemente solo le ha enseñado a su aprendiz un puñado de sus técnicas inmortales: Flash Step, Ki Wave, Feather Step y Ki Blade. Dudo que incluso haya mencionado que existen otros más allá de esos”.

Ese debe haber sido el milenio después de que dejó atrás a Eckesachs. Negar todo lo que había sido hasta ese momento y buscar un nuevo camino hacia adelante… Al final, eso lo había vuelto a poner en el camino correcto como Inmortal.

“La primera vez que vi el Flash Step de Sansui, no pude evitar sentirme asombrado. Si bien Flash Step es una técnica para moverse una gran distancia en un instante, hay al menos una advertencia de antemano. Pero no hubo ninguno con Sansui. Entonces entendí que Suiboku había limitado severamente los movimientos que usaba y, en cambio, pasó su tiempo refinándolos”.

Luego tomó esas técnicas refinadas y se las pasó a su aprendiz. Enseñó técnicas de Artes Inmortales Sansui que habían sido especializadas y refinadas para el combate, específicamente para apoyar la habilidad con la espada de un Inmortal.

“Sin embargo, ¿Qué es necesario y qué no? Hacer esa distinción solo es posible una vez que tenga una cierta comprensión de las diversas técnicas. Cuando enseña el manejo de la espada, incluso Sansui no comienza inmediatamente a captar el tiempo. Recuerde, comienza corrigiendo cambios. Hay muchas cosas simples que solo captas después de haber alcanzado esas alturas”.

Es verdad. Los que entrenan con Sansui tienen cierta habilidad y experiencia. Enseña el concepto de sincronización solo a aquellos que no necesitan que se corrijan sus cambios. No es como si los niños comenzaran hablando sobre el tiempo.

“Entiendo por qué tienes prisa y por qué quieres resultados. También entiendo por qué sentirías envidia al ver a un espadachín tan completo frente a ti. Sin embargo, incluso Suiboku tomó dos o tres intentos para encontrar la fuerza que realmente consideró digna de su tiempo. Está bien que todavía no tenga un punto final en mente, ya que todavía tiene mucho que hacer. No hay vergüenza en luchar. En todo caso, es bueno que no se conforme con la respuesta fácil”.

El entrenamiento no tiene fin, pero el camino puede terminar si uno está dispuesto a establecerse. La lucha interna de Saiga es una señal de que no está satisfecho, no está dispuesto a conformarse con su estado actual. Su envidia proviene de la admiración por otra persona. Ese es el tipo de persona que Eckesachs aceptará como su maestro.

“Creo que ya te has dado cuenta de esto por el resto, pero el Sansui que conoces es el resultado de heredar las respuestas que Suiboku obtuvo en sus luchas… Pero él mismo no conoce esas luchas”.

Puede que conozca el resultado final, pero desconoce el proceso que lo creó. Bueno, ese puede ser el caso, pero ¿y qué?

“… Déjame aclarar lo que eso significa. Entiende que Sansui continúa con las habilidades con la espada de Suiboku, pero todavía le falta algo más”.

Es difícil imaginar qué, además de potencia de fuego, le falta a Sansui. Sansui era una presencia absoluta para los presentes.

“Experiencia. Ese hombre había pasado siglos practicando. La práctica de swings le enseñará la forma adecuada y pondrá los músculos correctos. Como inmortal, puede sentir la presencia de la gente y así ampliar su perspectiva. Sin embargo, eso no confiere experiencia de combate real y, por lo tanto, simplemente está copiando el ejemplo de su maestro, en lugar de pensarlo detenidamente, como lo está haciendo ahora”.

Es cierto que hay un abismo de experiencia entre Suiboku, que pasó años luchando antes de enclaustrarse en las montañas, y Sansui, que comenzó a entrenar en reclusión.

Aun así, si a Sansui le falta experiencia, nunca le ha parecido así a nadie más.

“La razón por la que Sansui no parece carecer de experiencia es porque ha estado compensando esa falta de experiencia en los cinco años desde que dejó el bosque. Ese sigue siendo el caso ahora. Incluso después de quinientos años de entrenamiento, todavía está en proceso de fortalecerse”.