Jimi na Kensei (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Dictador De Una Tierra Extranjera

Parte 9: Bajo la Luz de la Luna

Convertirse en el guardián de un niño emperador… es quizás el mayor honor disponible para los nacidos de sangre noble, y un puesto que brinda amplias oportunidades para el beneficio personal.

Nunca han considerado seriamente cómo restaurar el Imperio, pero sucederá de alguna manera, y cuando lo haga, deben estar en posición de cosechar los beneficios. Eso significa que necesitan asegurar el último vástago de la casa imperial.

“Maldito Sepaeda… Siempre burlándose de nosotros”.

Además, los nobles emigrados tienen mucha ira reprimida hacia la Casa Sepaeda. Dada la negligencia intencional, su enojo quizás esté algo justificado, pero de cualquier manera, es una oportunidad perfecta para vengarse de la Casa que odian. Matar a Douve, la querida hermana menor del actual Lord Sepaeda… Estaban esperando la oportunidad.

Los nobles emigrados han disfrazado sus ejércitos personales, han contratado mercenarios adicionales para completar sus números y están a punto de atacar la propiedad Sepaeda dentro de los reinos de la Corona. La finca en sí no está muy lejos de la capital, pero está lo suficientemente lejos para darles tiempo suficiente para terminar su tarea. Incluso si los refuerzos llegan a tiempo, pueden dejar que los mercenarios saqueen la finca y alejen a los perseguidores.

La clave, como siempre, es el emperador. Una vez que tengan al emperador, todos se inclinarán a sus pies. Ellos mismos siempre se han inclinado ante el emperador y creían que era su turno de recibir ese homenaje.

“Escucha cuidadosamente. Hagas lo que hagas, no hagas daño al niño pequeño. En cuanto a las mujeres jóvenes, puedes hacer lo que quieras con ellas antes de matarlas”.

Puede que sea una preocupación prematura de su parte, pero también es realista. Después de todo, justo delante de ellos, dentro de una finca sin paredes, se encuentra la última heredera de la corona imperial.

“Hehe… ¡Yo, el Regente, heh!”

Con sus matones a cuestas, el noble emigrado se abre paso a través de la oscuridad hacia la finca. La luna, casi excesivamente brillante hasta hace unos momentos, ahora se esconde detrás de las nubes. Hay suficiente luz para pasar sin antorchas, perfecta para un ataque furtivo.

Los cientos de hombres armados sienten el movimiento del cielo a través de las sombras que los siguen por el terreno. Poco a poco, la finca aparece a la vista. Todos se toman un momento para recuperar el aliento. Cada uno debe contener las ganas de gritar. Después de todo, hay un tesoro sin vigilancia al alcance de la mano.

“Oh, Dios, parece que tenemos algunos invitados a altas horas de la noche”.

La luz de la luna ilumina completamente el entorno, unida por luces instaladas frente a la finca. Descansando hay dos damas de noble cuna, una hija de la Casa Sepaeda y una hija de la Corona, sentadas en sillas que se llevaron afuera para este propósito. Flanqueándolos hay diez miembros de la Guardia Real de la Corona. Frente a ellos, el mejor espadachín del reino está esperando.

“En nombre de la Casa Marcial Sepaeda, bienvenido. Es maravilloso tener invitados tan amables”.

La princesa mimada de la Casa Sepaeda sonríe, sin dudar de su absoluta seguridad ni por un momento.

“Sansui.”

“Señora.”

El espadachín, que tiene el poder de la vida y la muerte en sus manos, espera las órdenes de su maestro.

“Deja a la mente maestra vivo. Decapita al resto”. “Se hará como usted ordene, milady”.

Hoy, como de costumbre, estoy dando instrucción frente a la academia. Sin embargo, muchos de mis alumnos están ausentes. La mayoría de ellos están en una tarea que les dio Su padre. No están tan bien como para que puedan permitirse seguir perfeccionando su oficio sin ningún ingreso. Para decirlo de otra manera, los que pueden permitírselo son los Guardias Reales que fingen ser plebeyos.

“Esto significa que puedo dedicar mi tiempo a tus lecciones”. “…”

“No diré nada más. Aprovechemos nuestro tiempo al máximo”. “¡Ni que decir!”

Cinco de los Guardias Reales me han rodeado, buscando el momento de atacar. Aun así, no los voy a obligar a atacar. Buscar el tiempo, los contraataques, los ataques preventivos… todos esos es, en cierto sentido, solo una parte del camino hacia la maestría.

“Esperando una apertura por parte de un enemigo al que has rodeado… no lo recomiendo”.

Rodear a un solo oponente con un grupo de cinco… Esa es ciertamente la idea correcta y, por lo general, es casi seguro que aseguraría la victoria. Pero eso supone que los cinco están empuñando lanzas y definitivamente van a atacar primero. Cuando todos están armados con el mismo tipo de espada de práctica y todos están en posiciones altas, no es tan ventajoso como sugieren los números.

“Atacar mientras el objetivo está ocupado con uno de ustedes… No son suficientes para hacer eso”.

Rodear a un solo oponente con un grupo de cinco… Eso significa que eliminar al oponente frente a ti es suficiente para romper el cordón. Derribo al oponente frente a mí con un corte en su torso, luego rodeo detrás de él.

Eso es todo lo que se necesita para romper su formación, y derribo a los otros cuatro uno a la vez mientras cada uno intenta apresuradamente volverse hacia mí. Si todos están desarmados, después de todo, es mejor asumir la agilidad tanto de usted como de su oponente.

“Tan irritante como de costumbre… Si te atacamos a todos a la vez, leerías nuestro tiempo y evitarías todos nuestros ataques, ¿no es así?”

“Bueno, eso es cierto… Pero eso es solo en mi caso particular”. “Es a usted a quien queremos derrotar”.

Entiendo sus sentimientos, pero no tiene sentido rodear a alguien si vas a renunciar a tu ventaja. Buscar un contraataque o un ataque preventivo significa que estás cediendo efectivamente la iniciativa a tu oponente. Cuando me tomo la molestia de rodear a un oponente, creo que atacar, aunque sea un poco imprudente, sigue siendo la elección táctica correcta.

“Y… tu tiempo sigue siendo imposible de leer”.

“Puedes hacerlo, hasta cierto punto, contra otros oponentes. Estoy impresionado. Sin embargo, intentar eso en mi contra es un poco imprudente”.

“Sé que no te estás burlando de nosotros, pero aun así…”

Mis palabras pueden ser un poco duras, pero su enojo los pone demasiado tensos cuando me enfrentan. Por otro lado, a través de su propio talento y experiencia, están comenzando a dominar la sincronización. Cuando practican contra otras personas, no solo confían en la fuerza pura, sino que están leyendo el tiempo de su oponente para encontrar su apertura. Además de su talento, sin duda han dedicado innumerables horas de duro entrenamiento. Han seguido mis instrucciones como peces al agua.

“Sin embargo, estás demasiado tenso cuando me enfrentas. Como he dicho repetidamente, debes poder hacer el mismo swing en la práctica bajo cualquier circunstancia, ya sea en un duelo o en combate. Puedo entender tus sentimientos, pero significa que todavía tienes que ir más lejos cuando se nota en tu espada”.

“¡Lo sé!”

Saber, pero no poder hacer nada al respecto… Eso también es una señal de que tienen mucho que aprender. Quiero decir, de verdad, eso es normal. Pero superar eso “normal” también requiere más entrenamiento.

“… Puedo sentir que me estoy volviendo más fuerte, y entiendo lo que dices sobre el tiempo. Aun así, no hemos asestado un solo golpe contra ti”, dice la Guardia Real.

Entiendo su frustración, pero estoy bastante seguro de que también sería realmente problemático si solo unas pocas lecciones permitieran que me golpearan. Sería una burla total de mi propia vida. Mi Maestro evidentemente notó lo mismo, pero realmente no nos gusta perder.

“Sé que me estoy poniendo tenso por querer derrotarte. El camino de la espada es difícil”.

Están motivados porque quieren vencerme, pero ese mismo deseo los pone tensos. El manejo de la espada es realmente difícil, pero es esa dificultad lo que hace que valga la pena hacerlo. Si fuera fácil de dominar, no requeriría todo este tiempo y esfuerzo.

“Hagamos una pausa aquí por ahora. Como… Bueno, Su Alteza viene por aquí”.

“¡¿Qué?!”

Los cinco están impactados. Bueno, sí, es sorprendente, pero estoy bastante seguro de que estoy aún más sorprendido que ellos. Entre un grupo de auras que se sienten como Guardias Reales, hay una sola mujer entre ellos con una intensa hostilidad hacia mí.

Espera, no, Lady Douve también está con ellos. Parece bastante complacida de ver a la princesa de tan mal humor.

“… Estabas consciente de mi acercamiento. Odioso, como siempre”.

“Vamos, vamos, él no sería digno de protegerme si no pudiera hacer al menos eso”.

Lady Douve y la princesa llegan con cinco caballeros completamente equipados.

De hecho, han pasado varios años desde la última vez que vi a Su Alteza. Ella todavía parece madura para sus años y su expresión es dura, como siempre. Ella apunta con mucha hostilidad en mi dirección.

“Es un honor volver a verle, alteza”.

Me inclino. Por supuesto, los cinco que reciben mi instrucción también se inclinan. Dado que estamos tratando con una princesa, se espera esa parte. Incluso si ocultan el hecho de que son Guardias Reales, es una respuesta segura sin ningún problema obvio.

“… Hrmph. Estás irritantemente sin cambios, ¿no es así?”

En los años intermedios, tanto Lady Douve como Blois han crecido más que yo. Pero no he cambiado, y tampoco cambiaré de aquí en adelante.

“Sin duda tienes poco interés en lo que pasa en este mundo. Nuestra ira, nuestra lucha, nuestra frustración, nuestro resentimiento”.

“Le aseguro, alteza, yo…”

“¿Tu confianza proviene del hecho de que puedes matarme en cualquier momento?”

Uh oh, ella realmente quiere comenzar una pelea. Y a pesar de mi expresión preocupada, Lady Douve parece estar realmente disfrutando esto.

“Eres el más fuerte, un espadachín invencible y además inmortal. No solo moriré antes que ustedes, sino que también morirá este reino. Sin duda, una vez que su hija crezca, dejará este reino y permanecerá enclaustrado en su bosque, incluso mucho después de que este reino se haya ido, ¿no? Para seguir buscando alturas cada vez mayores”.

Está extremadamente irritada. Ni siquiera necesito leer su presencia; sus palabras solas son suficientes. Si las miradas pudieran matar, Su Alteza sería la más fuerte del reino en este momento. Preferiría que no mostrara su carisma real en un momento como este.

“… Supongo que servirá. ¿Te importa si mis guardaespaldas pelean con tus aprendices?”

“No son mis aprendices, pero… Si están de acuerdo, entonces no tengo ninguna objeción”.

Ella pasa al tema que nos ocupa. Evidentemente, estaban planeando hacer esto desde el principio, así que los que les había instruido se pararon y prepararon sus espadas, enfrentándose a los caballeros completamente equipados.

Ambos bandos están muy cerca de la cima en términos de capacidad en este reino, quizás en este mundo. Si bien su equipo es diferente, son compañeros de armas, con un buen sentido de sus habilidades. Si hay una diferencia, es en los últimos meses de instrucción.

“Parece que ambos lados están dispuestos”. “Oh vaya… Sansui, ¿qué lado ganará?”

“Me temo que no puedo decirlo sin verlos pelear”.

Si aquellos a quienes he instruido planean lanzar el partido para avergonzarme, no vale la pena discutir el resultado. Pero ambos lados parecen estar llenos de espíritu. Supongo que eso es de esperar de tales élites.

“Muy bien, entonces daré la señal para empezar. ¡Ambos lados, muéstrame tu acero!”

Los ojos de Lady Douve están enfocados en el resultado de este partido. Lo único que le preocupa es si el equipo que entrené ganará o no. No se equivoca al concentrarse en eso, y parece que Su Alteza también está interesada en eso.

Sin embargo, la Guardia Real se encuentra en una posición diferente. En lugar de considerar el resultado, son más conscientes de los cambios en sus oponentes. Ninguno de los bandos está listo para darlo por finalizado, pero parecen preocupados.

“¡Empezar!”

Cuando la princesa da la señal para comenzar, los que están bajo mi tutela caminan rápidamente hacia adelante para acortar la distancia. Por el contrario, los caballeros totalmente equipados preparan sus escudos y esperan. Incluso con un entrenamiento intensivo, todavía existe una brecha sustancial en la agilidad entre los que están completamente blindados en acero y los que no lo están. Además, como ambos se detienen antes del contacto total, la armadura en sí no tiene mucho significado. Como tal, es difícil decir qué lado tiene la ventaja. Sin embargo, ese no es el problema real.

“…Explique.”

“Sí, ¿quieres?”

Tanto Su Alteza como Lady Douve, a pesar de su falta de entrenamiento, notan la diferencia. Aunque en realidad no ha sucedido nada, exigen que exponga exactamente lo que está sucediendo.

“Esos cinco eran bastante fuertes antes de mi instrucción. Lo único que les enseñé fue a leer el tiempo en el combate sin armadura. Sin embargo, eso solo es algo que los diez son capaces de hacer. La cuestión es, ¿contra qué nivel de oponente pueden hacerlo?”

Un paso más y alguien será golpeado. Una vez a esa distancia, los caballeros con armadura atacan. Levantan sus espadas e intervienen, cortando a sus oponentes con sus espadas. Los caballeros sin armadura esquivan tranquilamente el ataque, luego dan un paso más y dan un golpe en los cascos de sus enemigos blindados.

“Con todo respeto, alteza, sus guardaespaldas se dieron cuenta de que, sin importar lo que hicieran, serían ellos los que recibirían el golpe”.

Enfrentando cinco contra cinco, el resultado es la abrumadora victoria del grupo desarmado. Demuestra que se han adaptado bastante bien a mis instrucciones.

“…Ya veo.”

Si bien su expresión es tranquila, los sentimientos de la princesa añaden un ligero temblor a su voz. Angustia y aceptación, ambos están ahí. También es cierto para los diez Guardias Reales.

“Oh querido…”

Lady Douve, intente al menos ocultar un poco sus sentimientos.

“Si lucharan en las mismas condiciones, probablemente habría una brecha aún mayor. La pregunta, sin embargo, es si pueden hacer esto en una situación que no es un partido de práctica… “

“¿Todavía necesitan más formación?” “Si.”

“Pero puedes hacer eso, ¿no?” “…Si.”

Ante mi respuesta, la princesa frunce levemente el ceño.

“Joven Apóstol de la Espada… el Lightning Slasher”. “De hecho… Mi guardaespaldas de confianza”.

“Sin duda.”

Lady Douve está muy contenta de mostrar mi fuerza. Al mismo tiempo, Su Alteza no lo niega. Después de eso, cambia de tema.

“La mayoría de tus alumnos están en los reinos de Caputo, incluido el as de la Casa Batterabbe”.

“Sí, ese es su deber”. “¿Qué tan seguro estás?”

“Yo no sé. Depende de su oponente”.

En realidad, no me han dicho lo que está pasando allí y, como tal, no tengo la menor idea. No sé con quién pelearán y cómo. Es imposible adivinar en estas circunstancias.

“Depende del oponente… supongo que es justo. Eso es cierto para aquellos a quienes instruyó, pero también es cierto para nosotros”.

Noto que su actitud cambia. Ha pasado de preocuparse por sus propios sentimientos a preocuparse por asuntos más amplios.

“Simplemente, hay demasiadas cosas que no sabemos sobre el líder de la República de Domino. No podemos hacer nada más sobre la situación hasta que obtengamos más información”, dice, afirmando lo obvio. Si bien todos sabemos que tiene cuatro de los Tesoros Sagrados, no sabemos nada sobre su carácter.

“Pero él también solo sabe lo que es obvio. Él invadió nuestro reino, pero solo estaba haciendo lo que tenía que hacer. Si tuviera Ungaikyo y un suministro ilimitado de reliquias, sin duda también elegiría obtener comida invadiendo a mi vecino rico”.

Con esta invasión en particular, dado que el as de la Casa Caputo destruyó por completo a los invasores, no hay mucho resentimiento. Al menos, Su Hermandad y Su Paternidad tuvieron la misma reacción, por lo que no es una opinión inusual entre la nobleza.

“Como tal, el resultado aún se desconoce. Todavía estamos ciegos. Esta negociación es tanto una oportunidad para aprender sobre él como cualquier otra cosa. Preferiríamos atraerlo a nuestro lado, por supuesto, pero los Tesoros Sagrados son exigentes con sus amos. Son leales… y de mal humor”.

Incluso si hay alguien que cumple con sus condiciones, puede permanecer leal a su dueño anterior. Habiendo conocido a Eckesachs, eso parece perfectamente posible. Por lo tanto, la realeza arcaniana preferiría tener en sus manos al individuo que ya puede usar los cuatro. Sin embargo, eso me deja con una preocupación.

El portador de la armadura Pandora… ¿es realmente igual con su único Tesoro Sagrado al hombre que tiene cuatro de ellos? No puedo imaginar cómo es ese artículo.

“Al final, terminarás trabajando con nosotros también. No necesitas mi advertencia, pero mantente en guardia”.