Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: Edificio Perfectamente Utilizable

Episodio 18: Prototipos Y Evaluaciones

Estaba caminando por la ciudad con Serge después de que capeamos los alardes de Dinome sobre su nieto. Serge cambió de tema con éxito, así que logramos salir mientras el sol todavía estaba alto.

“Le agradaste bastante, Maestro Ryoma,” dijo Serge. “Esa fue una exhibición impresionante”.

“La mayoría de las veces trataba de no ofenderlo. Tú, por otro lado, realmente sabes cómo manejar una conversación”, respondí. Parecía que nos estábamos felicitando por un atraco exitoso.

“¿Qué vas a hacer con eso, por cierto?”

“No estoy seguro”, admití. Sostenía una pequeña caja que contenía un equipo. Dinome me lo dio diciendo que era la primera creación de un artesano de objetos mágicos que pronto sería famoso, pero no sabía cuánto valía realmente. “¿Qué tan talentoso crees que es su nieto?” “Bueno, hay ejemplos de niños pequeños que imitaron a sus padres y aprendieron magia de forma natural. Sin embargo, es raro y puede implicar cierto talento. Pero si continuará mostrando ese talento en el futuro es un misterio”.

“Eso suena bien”.

“Bueno, puede que ahora se haya vuelto blando, pero el viejo Dinome era difícil de satisfacer. Así de en serio se tomaba su trabajo. También fue duro con sus discípulos. Incluso a través de los ojos de un abuelo, si él ve potencial, entonces estoy seguro de que hay potencial”, dijo Serge. Recé para que las altas expectativas no pesaran a su nieto en el futuro.

“Por cierto, Serge, me preguntaba por qué no tienes guardaespaldas. ¿No es peligroso caminar solo? Pensé que esta ciudad tenía mucho crimen”, dije. Pensé que el director de una gran empresa tendría al menos un guardia, pero no vi a nadie. Tampoco parecía que ninguno se estuviera escondiendo en ningún lado.

“Me he quedado en esta ciudad más veces de las que puedo contar, y he descubierto que apenas hay peligro antes de que oscurezca. La seguridad aumenta durante los mercados y no existe una amenaza real de violencia física en las calles concurridas. Si algún carterista me toma desprevenido, es culpa mía. Además, algunas de las personas a las que he estado visitando odiarían si arrastrara a demasiados invitados. Pero en el caso de que suceda algo, estoy preparado”, dijo Serge y golpeó la hebilla de su cinturón. Parecía un cinturón elegante, pero por lo demás ordinario.

“¿Es un objeto mágico?”

“En efecto. Es parte de mi colección. Al enviar energía mágica a través de él, puedo desplegar instantáneamente una barrera defensiva. Y esta pulsera puede producir una cortina de humo. No solo me escondería temporalmente, sino que atraería a una multitud que temería que fuera un incendio. No tengo forma de luchar, pero hay muchas formas de protegerme. No te preocupes”.

“Ya veo”, dije. Tampoco me preocupaba caminar solo, así que tenía sentido.

“¿Qué estará haciendo ahora, Maestro Ryoma?”

“Primero, me gustaría reservar una habitación en una posada. Mientras esté en la ciudad, me gustaría ver el mercado de mañana antes de irme a casa”.

“Entonces puedo contarte sobre la posada que estoy usando. Es seguro y da a la calle principal, por lo que si va en carruaje, no debe perderse”.

Ahora que tenía esa información, me dirigí a la posada. Serge todavía tenía gente a quien saludar, así que nos separamos. Pero accedió a acompañarme a cenar y mañana al mercado.

***

Treinta minutos después reservé con éxito una habitación en la posada, pero ahora no tenía nada que hacer. Nada era especialmente urgente y los objetos mágicos tendrían que esperar hasta mañana. Esperé a que Serge regresara para poder ir a cenar. Yo también había alimentado mis limos, así que estaba aburrido. No quería estar lejos cuando Serge llegó aquí, así que no pude ir a ningún lado. Este viaje hizo que la conveniencia de los teléfonos móviles fuera mucho más evidente. Si tan solo hubiera un objeto mágico que funcionara como tal.

Hablando de objetos mágicos, decidí matar el tiempo intentando hacer uno. Ese engranaje giratorio todavía estaba en mi Item Box, y había hierro en mi Item Box. Podría usar la alquimia para remodelarlo hasta cierto punto. No sabía qué podía hacer con estas partes, pero con suerte algo útil para la vida cotidiana. Después de pensarlo un poco, se me ocurrieron muchas opciones: un ventilador, un taladro eléctrico, una cortadora de césped y más. Sabía cómo hacer un eje a partir de mis conocimientos de carpintería, ya que eso incluía cómo diseñar una rueda. Eso significaba que solo tenía que preparar las otras partes necesarias y agregar el engranaje. El engranaje en sí giraba usando energía mágica, por lo que sería fácil de usar como el núcleo de una máquina. Comencé a trabajar en eso, pensando en qué más podía hacer mientras lo hacía.

“Maestro Ryoma, ¿está aquí?” Serge preguntó a su regreso.

“¡¿Si?!” Grité, tan inmerso en mi trabajo que me sorprendió su voz. “Bienvenido de nuevo, Serge. Es la hora de la cena, ¿verdad? Lo siento, ¿puedes darme un minuto para limpiar la habitación?” Me apresuré a guardar todo. No quería hacerle esperar demasiado, así que lo guardé todo en mi Item Box. “Hecho.”

Serge me llevó a un bar lleno de hombres musculosos. La mayoría de los clientes parecían ser trabajadores físicos. Esperaba que Serge me recomendara algún restaurante elegante, pero parecía estar muy lejos de la realidad. Tal vez estaba tratando de elegir algo más de mi gusto.

“La carne aquí es bastante abundante”, explicó Serge. “Va muy bien con la cerveza. Cada vez que vengo aquí, termino comiendo en exceso”.

“¡Oh, Serge! ¿Quieres sentarte en el lugar habitual?” preguntó una camarera. Parecía que Serge era un habitual aquí.

“Sí por favor.”

“Entendido. Oh, ¿quién es este adorable niño? ¿Es el tu hijo?” “¡¿Su hijo?!” Exclamé.

“Es un cliente”, dijo Serge.

Tal vez me veía lo suficientemente joven como para ser su hijo, pero escuchar a alguien señalar eso me sentí incómodo. Serge también parecía algo incómodo.

“¡Entonces ven al segundo piso, por favor!” dijo la camarera.

La seguimos escaleras arriba. Cuando abrimos la puerta, entró una ráfaga de viento refrescante. El segundo piso no tenía paredes ni ventanas, solo techo y pilares. A través de los huecos de los pilares, podía ver las calles concurridas. Eso y el ambiente bullicioso lo hacían sentir como un jardín de cerveza. Pero las mesas estaban divididas por tabiques hechos de corteza de árbol, por lo que había algo de privacidad. “¿Sabes lo que quieres pedir?” preguntó la camarera.

“Lo de siempre para los dos, por favor”, dijo Serge. “Pero antes de eso, ¿qué cerveza está disponible hoy?”

“Estás de suerte, Serge. El jefe de cocina dice que hoy tenemos una cerveza de muy alta calidad”.

“Entonces empezaré con unos aperitivos ligeros y una jarra de cerveza. Maestro Ryoma, ¿quieres algo de beber?” “Pediré lo que estás comiendo”, dije.

“¿Quieres cerveza? ¿Te gustaría eso en un vaso?” “No, una taza, por favor. No se preocupe, tengo la protección de Tekun”. Lo probé mostrando mi tablero de estado.

“¡Eso significa que obtienes la primera taza de la casa!” dijo la camarera.

“¿De verdad?” Yo pregunté. Me sentí como si estuviera recibiendo una bebida gratis solo por mostrar mi licencia. Eso no me pareció correcto.

“¡No puedo creer que alguien con la bendición del Dios del vino llegara el día en que obtuvimos excelentes bebidas!”

“Los restaurantes viven o mueren de la calidad de su alcohol, y muchos de ellos tienen supersticiones al respecto”, explicó Serge.

“Entonces estaré feliz de aceptar la oferta”, dije. Siempre podría pagar más tarde si sentía la necesidad de hacerlo.

“¡Gracias! Vuelvo enseguida “, dijo la camarera, y luego se marchó.

“Es hermoso aquí”, dije.

“Esta vista te da una buena visión de toda la actividad en esta ciudad, sí”, asintió Serge.

“Y no sé si es porque la única luz aquí es muy débil, pero puedo ver todas las estrellas en el cielo. Es como si complementara naturalmente la luz artificial”.

“Esa es una forma interesante de verlo”.

“¡Aquí tienes!” dijo la camarera a su regreso. “Cerveza y aperitivos”.

“Eso fue rápido,” dije.

“Este restaurante es rápido sobre estos dos elementos en particular”, explicó Serge.

“¡La gente pide esto todo el tiempo!” dijo la camarera. “¡Disfruten, ustedes dos!” Este restaurante parecía ser bastante eficiente.

“Entonces comencemos con las bebidas, Maestro Ryoma. ¡Salud!” Dijo Serge, levantamos nuestros vasos y bebimos la cerveza. En el instante en que tocó mi lengua, el sabor se extendió por mi boca. Tenía una dulzura afrutada complementada con algún tipo de hierbas. Una espuma sabrosa cubrió mi lengua mientras la cerveza fluía por mi garganta. No era tan amargo y el alcohol no parecía demasiado fuerte, así que podía seguir bebiéndolo.

“¡Esto es delicioso!” Dije.

“¡En efecto!” Serge estuvo de acuerdo. “Y va perfecto con los aperitivos. Estos también son buenos”, dijo sobre las nueces saladas que venían como aperitivos. Estaban ligeramente asados y tenían un sabor un poco sabroso. El sabor dulce de la cerveza combinada con el sabor salado y sabroso de las nueces fue exquisito.

“Apuesto a que sería fantástico después de un largo día de trabajo”.

“Este es sólo el comienzo. Espere hasta que llegue la carne”, dijo Serge. Necesitaba asegurarme de no beber demasiado antes de esa fecha. “Por cierto, ¿eran esos objetos mágicos que tenías en tu habitación?” “¿Viste eso? Que embarazoso. Quería intentar hacer algunos yo mismo”.

“¡Oh! ¿Qué tipo de artículo, si no le importaría decírmelo?” él dijo.

No tenía ninguna razón para ocultarlos, así que le mostré a Serge algunos de los elementos más pequeños que creé. “¿Qué piensas?” Yo pregunté.

“Siempre tiene algunas ideas peculiares, Maestro Ryoma”.

“¿Por qué dices eso?”

“Tome estos ‘ventiladores’, por ejemplo. Soplan aire, ¿correcto? Hay muchos objetos mágicos que se utilizan para ventilar el aire, pero nunca he visto uno que haga girar estas hojas para soplar aire. Simplemente puede encantar algo con magia de viento para lograr el mismo efecto. Todo el que trabaja con objetos mágicos lo sabe. Eso reduciría el costo de producción de estas hojas y facilitaría la producción en masa del producto. Se podrían hacer algunas modificaciones adicionales para facilitar el uso o el atractivo estético, pero pocos artesanos ensamblarían mecanismos como este”.

“Sin embargo, no creo que esto sea diferente a cómo se fabrican los magimóviles magnéticos”.

“Me sentí de la misma manera, pero la historia de los magimóviles comenzó a partir de una nota históricamente importante. Estaba lleno de ideas para artículos mágicos y, aunque no ofrecía ideas para diseños específicos, muchos de ellos se han creado con éxito y se siguen inventando más hasta el día de hoy. Los calentadores y acondicionadores de aire, por ejemplo, fueron sugeridos por primera vez en este libro. También se enumeraron las cajas más frías, los artículos mágicos que usamos cuando necesitamos transportar alimentos y mantenerlos frescos. Escuché que su tienda usa magia de barrera y magia de hielo para conservar los alimentos, y aunque el método en sí es diferente, las cajas más frías tienen el mismo propósito. Quizás sus ideas sean similares a las proporcionadas por ese memo”.

A juzgar por los nombres utilizados, probablemente fue escrito por alguien de la Tierra, pero sabía que no podía decir eso. “Bueno, no es fácil producir inventos tan buenos”, dije en cambio.

“Uno de estos es inteligente, en realidad. Este —dijo Serge y señaló uno de los objetos mágicos que puse sobre la mesa. Parecía un soporte de papel higiénico lleno de baches con un pequeño peine pegado. Es cierto que parecía bastante aburrido, pero era una especie de caja de música. El engranaje dentro del tubo lo hizo girar de modo que los golpes en el exterior arrancarían los dientes de la parte del peine y tocarían una canción infantil. Pero era una melodía simple, como tocar una tecla a la vez en un piano.

“¿Realmente te gusta este?”

“Definitivamente. Como coleccionista, he visto muchos objetos mágicos en mi época, pero un objeto mágico que puede reproducir música automáticamente es fascinante. No tiene ningún uso particular, pero creo que tendría mucho valor de venta como juguete. Hay bastantes nobles que disfrutan de juguetes como estos. Si simplemente lo hicieras parecer más atractivo, imagino que se vendería bastante decentemente”, dijo Serge, bajando la voz de una manera que lo hizo sonar bastante serio sobre esto.

En la Tierra, las cajas de música llegaron a ser lo que las conocemos hoy en la Europa del siglo XVIII. Pero se basaban en cómo se tocaban las campanas de la iglesia para anunciar la hora de acuerdo con una conferencia universitaria a la que asistí una vez, y que había existido por mucho más tiempo. Fueron operados manualmente al principio, luego se hicieron automáticamente, y se agregaron relojes para convertirlos en dispositivos. Eso me recordó que el reloj que recibí de la familia del duque también era un objeto mágico y que no tenía ningún mecanismo interno complicado.

“¿No hay objetos mágicos que puedan reproducir sonidos como este?” Yo pregunté. “Sin embargo, a menudo escucho las campanas de las iglesias. Sería un problema si los llamaran tarde. ¿No usan ningún dispositivo para asegurarse de que eso no suceda?”

“No que yo pueda pensar. Hay un objeto mágico que hace sonar una alarma cuando se toca una flauta, pero ¿un objeto mágico que toca música por sí solo? Los plebeyos acuden a artistas viajeros y bardos cuando quieren música, y los nobles contratan músicos. Tocar las campanas de la iglesia es un trabajo que realizan los monjes y monjas, como parte de su rutina diaria. En su lugar, nunca usarían un objeto mágico. Sin embargo, no he revisado todas las campanas del mundo”, dijo Serge. Parecía que debería asumir que tampoco había forma de grabar audio. Consideré la posibilidad de inventar el fonógrafo y los discos y ver si eso llamaba la atención, pero tal vez en otro momento. De cualquier manera, ahora sabía que las cajas de música serían más valiosas de lo que esperaba. “No parecía que estuvieras planeando vender esto, pero creo que sería un poco desafortunado si no lo hicieras”.

“¿Cómo haría exactamente para vender estos? No creo que sea algo que sea capaz de ganar lo suficiente para vender”.

“Primero, tú…”

“¡Tu comida está lista!” anunció la camarera mientras se acercaba. “Aquí está nuestro bistec especial con mantequilla de hierbas”. Los platos estaban muy calientes y el olor a mantequilla, hierbas y carne me dio hambre.

“Podemos discutirlo después de comer”, dijo Serge.

“Eso suena bien. Además, me gustaría otra cerveza, por favor”.

Serge pidió más bebidas mientras me apresuraba a limpiar todos mis objetos mágicos.