Kami Tachi ni Hirowareta (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: Edificio Perfectamente Utilizable

Episodio 19: El Mercado De Objetos Mágicos

Después de la cena, regresamos a la posada de buen humor. Le di a mis limos un poco de cerveza que compré como regalo, luego continuamos nuestra conversación anterior.

“Para sus cajas de música, creo que sería mejor que dejara ese asunto completamente en manos de otra persona”, dijo Serge.

“Eso suena como lo único que podía hacer”, estuve de acuerdo. No podía producir lo suficiente por mi cuenta y no tenía los conocimientos necesarios para producirlos en masa. Pero eso dejó la pregunta de a quién pediría ayuda. La empresa de Serge podría ponerlos a la venta, pero yo no sabía quién podría crearlos.

“Tengo muchas ideas sobre a quién podrías preguntar, pero ¿por qué no intentas acercarte a Dinome primero?” Sugirió Serge. “Ciertamente tiene la habilidad requerida, y gracias a su trabajo con los magimóviles, tiene un conocimiento de los objetos mágicos como estos. También le gustan las cosas nuevas, así que creo que sería una apuesta segura”.

“Eso tiene sentido, pero ¿no sería esto una carga para él?”

“Eso depende de cómo lo abordes, pero estoy seguro de que estará bien. Dinome también tiene tres discípulos. Además, incluso yo pude entender la estructura de esta caja de música, por lo que en cuanto se pongan a la venta, sin duda, las imitaciones comenzarán a circular. Para evitar eso y defender sus derechos como creador original, necesitaría una patente. Creo que hablamos de esto con respecto a la tela impermeable”.

“Sí, lo sé todo sobre patentes”.

Lo había explicado antes, pero las patentes eran más o menos las mismas que en la Tierra de todos modos. Solicitaste uno en el gremio de artesanos y, si se aprueba, podrías tomar medidas drásticas contra el uso no autorizado de tu creación. Pero para hacer eso, los detalles sobre el producto y toda la tecnología utilizada para producirlo tenían que compartirse con todo el gremio de artesanos. No podían restringir el uso del producto sin esa información, por lo que no podía negarse a compartirlo si deseaba solicitar una patente. Y si alguien paga una tarifa de uso y obtiene permiso, puede usar la tecnología legalmente. Ya sea para obtener una patente y publicitar todo sobre su creación o para guardárselo para usted, depende del creador. En el caso de mi paño impermeable, Serge proporcionó una salida para venderlo y eso facilitó bastante la obtención de clientes, por lo que decidí no obtener una patente para eso. No sería tan malo si la gente descubriera cómo hacerlo de todos modos, ya que podría proporcionar un pequeño rayo de esperanza para los limos. “Tan pronto como las cajas de música salgan a la venta, otros también querrán venderlas. Existe la posibilidad de que Dinome reciba una gran cantidad de pedidos de cajas de música y se sienta agobiado por eso”, dijo Serge.

“Supongo que tiene sentido.”

Entonces Serge sugirió que debería solicitar una patente esta vez.

“¿Tienes algunas reservas?” preguntó.

“Dijiste que primero tendría que registrarme en el gremio de artesanos, ¿verdad?”

“Si eso es correcto.”

“No sé cómo registrarme solo para eso. Sabes que también estoy registrado en el gremio de domadores. Sin embargo, no hay trabajos que pueda aceptar. Me siento un poco mal por ser parte del gremio sin hacer ningún trabajo por ellos”.

Mis pájaros limour podrían haber entregado cartas, pero había especialistas que se ocupaban de eso, y no hace falta decir que no tenían trabajo para los limos. Taylor fue amable conmigo de todos modos, pero eso solo me hizo sentir peor. Quería al menos hacer el trabajo de nivel más bajo disponible, pero entre la aventura y el manejo de mi tienda, mis manos estaban ocupadas. Tal vez podría incluirlo en mi agenda en algún lugar, pero la familia del duque me advirtió que no exagerara y no quería ignorarlos. Sin embargo, no podía creer que ahora estuviera pensando así. Cada vez que tenía una tarea de la que me podía ocupar esforzándome un poco demasiado, me lanzaba a ella para resolverla lo antes posible. Quizás había crecido.

“Tengo una idea”, dije. “Si voy a hacer que otra persona fabrique las cajas de música de todos modos, ¿por qué no pedirle la patente? Eso me ahorraría algo de tiempo”.

“Eso es, bueno, es posible, pero no sé si deberías”. Serge se agarró la cabeza de repente como si hubiera algún problema. “Cualquiera puede solicitar la patente, pero Dinome puede oponerse a la idea de robar los frutos del trabajo de otra persona”. Parecía que su orgullo era el problema.

“Además, si alguien más hace la solicitud en su lugar, no tendrá los derechos sobre su creación. En el peor de los casos, es posible que ni siquiera pueda beneficiarse de ello. ¿Qué piensas sobre eso?”

Si queríamos hablar sobre el titular de los derechos adecuado, entonces no era yo y no tenía derecho a sacar provecho de esta invención de todos modos. Fue alguien de hace siglos en la Tierra. Acabo de copiar su creación aquí y resultó ser algo que valdría la pena vender. Y no había nadie alrededor para criticarme. Estaba en una posición de suerte, pero eso fue todo. No me importaba mucho tener los derechos de las cajas de música o sacar provecho de ellas. Dicho esto, sin embargo, no tenía el sentido de la justicia ni el orgullo necesarios para rechazar una oportunidad que estaba frente a mí. Si pudiera usar esto para algo, lo haría. No quería despedir a Serge por completo, pero ese era mi razonamiento.

“Independientemente de quién lo haga al final, no planeo tomar tanta ganancia”, respondí. “Pero dado que le preguntaré a alguien que crea objetos mágicos, es posible que eventualmente tenga algo que necesito en una aventura. Siempre que reciba un trato favorable cuando se trata de comprarles objetos mágicos, eso es todo lo que necesito. Con suerte, estarán dispuestos a cooperar, pero si resulta que no me muestran mucho respeto, en realidad tengo una idea para otro producto similar”. “Supongo que no solo porque suena una canción diferente”.

“Ni siquiera tengo un prototipo, así que no sé si funcionará. Pero si lo hace, podría ser incluso mayor que la caja de música. Lo suficientemente grande como para reducir el valor de la caja de música”, dije. Serge se llevó la mano a la barbilla y pensó en ello.

Incluso en la tienda, pensé un poco en hacer un fonógrafo y discos. Se desarrollaron por primera vez después de la caja de música, y se dice que incluso terminaron ocupando el lugar de las cajas de música. Si pudiera recrearlos perfectamente, tendría un éxito en mis manos.

“Entonces, si pierde sus derechos sobre la caja de música, ¿planea superarlo con este otro invento?” Preguntó Serge.

“Es posible, es todo”.

Incluso había revistas que venían con simples kits de construcción de fonógrafos destinados a niños, así que tenía algunos conocimientos sobre cómo construir uno. No parecía nada que no pudiera hacer con magia. La pregunta más importante era si podía crear registros. Solo tenía una vaga idea de cómo hacer eso. Tal vez podría hacer algo que funcionara, pero no sabía si sería lo suficientemente bueno como para que se pusiera de moda.

“Si no puede vender más que las cajas de música, será debido a mi falta de juicio, previsión, conocimiento y habilidad”, dije. “Me ocuparé de eso si sucede”. Al final, no pude saberlo hasta que lo intenté.

Serge suspiró. “Muy bien, entonces deberíamos discutir esto asumiendo que ese es el curso que tomarás”. “¿Estás seguro?”

“Está bien. Sin embargo, estoy un poco sorprendido”. Quería preguntarle qué era tan sorprendente, pero pareció ver la mirada inquisitiva en mi rostro. Sonrió y me respondió de antemano. “Por un lado, está el hecho de que tienes una idea aún mayor que la caja de música. Pero tampoco esperaba que estuvieras dispuesto a utilizar esa idea para robar clientes a un competidor. Pensé que preferirías un enfoque más pacífico”.

“Eso sería ideal en general, pero puedo adoptar un enfoque más estricto cuando sea necesario. Como cuando me atacan, por ejemplo. Sin embargo, debo admitir que tengo la tendencia a tomármelo con calma”.

“Quizás todavía tenga más que aprender sobre la gente. Parece que te he leído mal. Pero esto es bastante interesante”.

“¿Qué estás hablando ahora?”

Serge se rio entre dientes. “Estoy diciendo que ahora espero cosas aún mayores de ti en el futuro”.

No sabía lo que dije para hacerle pensar eso. Quizás estaba borracho. Habíamos terminado de hablar y estaba empezando a preocuparme por él, así que decidimos pasar la noche. Vi a Serge en su habitación, confirmé que nuestros planes aún estaban en marcha para mañana, luego regresé a mi propia habitación.

***

Después de un buen desayuno a la mañana siguiente, salimos a la ciudad. La calle principal estaba aún más concurrida que ayer. Los carruajes pasaban junto a nosotros en la calle estrecha mientras avanzábamos con una multitud de personas en la acera hasta que finalmente llegamos a la plaza central. Aquí fue donde se llevaron a cabo cada uno de los mercados del año. Había filas de numerosas tiendas de campaña. No se permitió la entrada de carruajes. Cualquier equipaje en los vagones se trasladó a carros que se arrastraron manualmente, lo que permitió a los clientes caminar libremente. De pie frente a todas las carpas, los empleados nos gritaban sobre sus productos. Uno afirmó tener los últimos objetos mágicos de la capital.

“No sé a dónde ir primero”, dije. “¿Qué debemos hacer?”

“Simplemente voy a donde me atrae”, dijo Serge. “¿Hay algo que esté buscando en particular?”

“No especialmente, pero si hay algo que pueda ayudar a hacer un horno en mi casa, o algo que facilite el mantenimiento de la mina, o simplemente cualquier cosa que sea útil en los viajes, me gustaría”.

“Entonces busquemos elementos mágicos que se ajusten a los requisitos”.

Caminamos de tienda en tienda.

“¿Son todas estas herramientas agrícolas?” Yo pregunté.

“Herramientas agrícolas encantadas con magia de mejora física, creo”, dijo

Serge. “Hacen el trabajo más fácil a costa de maná. Estos siempre están en demanda”.

“Interesante. Algo como esto podría ayudar con el mantenimiento”.

“Bienvenido, ¿quieres algo?” dijo el empleado.

“¿Tienes hachas para cortar leña o hoces para cortar hierba?” Yo pregunté.

“Tenemos algunos tipos de ejes, pero esta es la única hoz que tenemos”.

“¿Una guadaña?”

“Las hoces normales son lo suficientemente pequeñas como para manipularse fácilmente sin siquiera utilizar las mejoras. Teníamos algunos en stock, pero se agotaron”, explicó el empleado. Parecía que funcionaría para cortar plantas en un área grande, por lo que tendría que acostumbrarme a usarlo.

“Está bien. Tomaré la guadaña, un hacha y, oh, esa horquilla también”. “Un tipo usa un cristal mágico, el otro tiene que ser alimentado por tu maná. ¿Cuál quieres?” “El que usa mi maná”.

“Eso será 29000 sute”.

“Aquí. Me gustaría cambio, por favor”.

“Gracias vuelve otra vez.”

Pagué tres monedas de oro pequeñas y recuperé una moneda de plata mediana. Metí mis compras en mi Item Box y pasé a la siguiente tienda.

“¿Qué es esta tienda?” Yo pregunté. La función de sus productos no estaba clara por su apariencia.

“Parece que esta tienda está destinada a los trabajadores”, dijo Serge. “Por ejemplo, este es un objeto mágico que se usaría en la construcción”. Señaló un palo de metal con siete protuberancias redondas espaciadas a lo largo de él de arriba a abajo. No tenía ni idea de cómo se usaría esto.

“Cada una de estas partes redondas está encantada con el hechizo mágico de la tierra llamado Break Rock, cada una con un nivel de poder diferente. Los usaría en una pared o piedra de más débil a más fuerte para probar su resistencia a la magia de la tierra. Podría usar pintura que resista la magia de la tierra, pero si se deja descuidada, se degrada con el tiempo y su efectividad se reduce drásticamente”.

“No sabía que existían herramientas como esta”.

“Por cierto, revisé toda esa piedra que me vendiste usando este artículo exacto. Su resistencia fue bastante decente”.

“Eso me trae recuerdos”.

“No ha pasado ni un año desde entonces, ¿verdad? Espera, ¿eh?”

“¿Hay algo mal?”

“Encontré una tienda interesante”.

Serge se dirigió a una esquina del mercado, donde había algunos productos colocados sobre una alfombra. Se inclinó para comprobarlos.

“¿Puedo mirar estos?” Serge le preguntó al joven que trabajaba en la tienda.

“¡S-Sí!” dijo, aparentemente nervioso. Observó a Serge examinar de cerca los productos.

“¿Eres tú quien encantó este mortero con Spin?” Preguntó Serge.

“¡Si! ¡He encantado todo aquí! ”

“¿Puedo preguntar en qué taller trabaja?” “Oh, ninguno, por el momento”.

Serge sonrió cuando escuchó eso. Compró el mortero, sacó un papel y se lo entregó. El hombre lo miró, inclinó profundamente la cabeza y nos despidió cuando salíamos de su tienda.

“Serge, eso parece pesado. Puedo ponerlo en mi Item Box por ti”, ofrecí.

“Gracias.”

“No es nada. Por cierto, ¿quién era él?”

“¿Te diste cuenta de que su tienda no tenía carpa? Las carpas son prestadas por el comité de dirección del mercado para talleres y grandes empresas que lo soliciten. Cuando ves una tienda sin carpa, significa que está dirigida por una persona. A veces lo hacen para expresar que están buscando a alguien para trabajar o capacitarse. Probablemente fue expulsado de algún taller por no aprender bien. Puedo ver que sus encantamientos todavía son toscos, pero este mortero gira a una velocidad considerable. Parecía tomarse su trabajo en serio, así que si encuentra un lugar adecuado para entrenar, tal vez pueda cambiar”.

“¿Esa hoja de papel fue una carta de presentación para algún taller?”

“Sí, para Dinome, de hecho.”

“¿Quieres que trabaje en impulsar los magimóviles?” “Parece que tiene ese tipo de potencial”.

Incluso si lo contrataran, probablemente aún estaría muy lejos. Supongo que Serge quería correr cualquier riesgo que pudiera tener. Continuamos charlando mientras caminábamos por el mercado de artículos mágicos.

***

“¡Tú ahí, aventurero!” gritó un comerciante, tratando de atraer a la gente.

“¿Qué piensas de este carcaj (Bolsa o caja en forma de tubo, generalmente ensanchada en su parte superior, que se empleaba para llevar flechas)? Puede parecer cualquier carcaj antiguo, pero está lejos de serlo. ¡Está encantada con el hechizo Item Box, que le permite contener hasta trescientas flechas! ¡Con esto, nunca tendrás que preocuparte por quedarte sin flechas mientras cazas! ¿Qué es eso, dices? ¿No estarías fuera de combate después de las trescientas? No necesitas salir a cazar tanto tiempo, ¿verdad? Si no puedes atrapar una sola cosa con trescientas flechas, ¡será mejor que renuncies al tiro con arco!”

“¿Cuánto cuesta?” preguntó un hombre que parecía un aventurero.

“¡Puedes tenerlo por tan solo doscientos mil sute!” Tan pronto como se anunció el precio, los clientes comenzaron a irse.

“Eso suena un poco demasiado caro”, dije. “¿Qué piensas?”

“No diría que es tan excesivo”, respondió Serge. “La creación de objetos mágicos requiere que el artesano conozca tanto la magia encantadora como el hechizo con el que le gustaría encantar su objeto. Es decir, un artesano no puede encantar objetos con hechizos que no conoce. La magia espacial es uno de los tipos de magia elemental más difíciles de aprender, por lo que pocos artesanos de objetos mágicos pueden encantar sus objetos con ella, y esos objetos tienen un precio elevado. Pero ese carcaj, al igual que las herramientas agrícolas que compró, durará meses o años. Puede parecer caro al principio, pero si cuidas bien tus objetos mágicos, demostrarán su valor”.

“Ya veo.”

“Oye, chico, ¿te interesa la magia?” dijo un hombre de otra tienda. “Tenemos algunas cosas buenas”.

“¿Que son estos?” Yo pregunté. Su tienda tenía paquetes de libros atados con cuerdas que se vendían como un juego con palos de metal. Había tonos de ellos.

“Estos objetos mágicos son para fines educativos”, explicó Serge. “Puedes familiarizarte con un hechizo usando el objeto mágico y el libro que viene con él para ayudarte a aprender. Sin embargo, estos no parecen haber sido publicados por el gremio mágico”.

“Juro que no son ilegales”, afirmó el hombre.

“Sé que crear y vender sus propias herramientas de enseñanza no es ilegal. Pero si el gremio no ha aprobado tu trabajo, me temo que es difícil confiar en ti. No tengo forma de saber si sus libros tienen lecciones adecuadas o si sus objetos mágicos funcionan según lo previsto. Si pudiera probar sus artículos y revisar sus libros antes de comprarlos, por supuesto, sería diferente”.

“¡No, no puedes! Paga primero si quieres leer”.

“Entonces no vale la pena discutir esto. Vamos, Maestro Ryoma”.

“Ciertamente hay muchas tiendas diferentes, buenas y malas”, dije.

“En efecto. Eso hace que sea aún más emocionante encontrar productos de calidad. Oh, Maestro Ryoma, mire hacia allá”. Me volví y vi a Dinome. Estaba debajo de una tienda bastante grande, dando instrucciones a su hija y a un hombre que supuse que era su discípulo. “¿Vamos a saludar y continuar la discusión de ayer?”

“¿No está ocupado?”

“No lo parece. ¿Ves?”

“Oh sí.” En una inspección más cercana, vi a un niño pequeño aferrado a su pierna. Una vez que terminó de dar instrucciones, se sentó en una caja de madera y comenzó a acariciar la cabeza del niño, con una mirada de adoración en su rostro. “Ese es su nieto, Fedele, ¿verdad? Supongo que está dejando que su familia se encargue de los clientes por él. ¿No se enojará si también interrumpimos esto?”

“Él no es tan mezquino. Se trata de trabajo, estoy seguro de que estará bien. Por lo general, te escuchará siempre que no esté en medio del trabajo. Más importante aún, Maestro Ryoma, creo que puede usar magia de barrera para bloquear el sonido. ¿Puedo pedirte que lances eso?” “Por supuesto.” Esto me involucró, así que no tuve motivos para negarme.

Cuando nos dirigimos hacia la tienda, el discípulo se fijó en nosotros y se inclinó. ¡Viejo! ¡Serge está aquí!” él dijo.

“¿Hm? Bueno, ¿si no son Serge y Ryoma?” Dinome nos saludó jovialmente. “Qué bueno verte. Mira, este es Fedele, el nieto del que te hablé ayer. ¿Qué piensas de él?”

“Hola, soy Ryoma”, le dije al niño.

“¿Ryoma?” repitió, inseguro de qué hacer conmigo.

“Él es adorable.”

“¡¿Cierto?!” Dinome estuvo de acuerdo. “Pero tiene una mirada penetrante en sus ojos”.

“Dinome, podemos ver que tu nieto es lindo. No es necesario que nos lo diga”, dijo Serge. “En realidad, hay algo que nos gustaría discutir”.

“¿Oh? Deberías haberlo dicho antes. Ven conmigo.” Dinome nos llevó a unas sillas en un rincón de la tienda. Probablemente lo estaban usando como lugar de descanso. No era tan espacioso, pero parecía lo suficientemente bueno para que pudiéramos charlar.

“Uh, ¿qué pasa?” Le pregunté a Fedele, que por alguna razón se aferraba a mi ropa.

“Ryoma, ¿podemos jugar?” pidió dulcemente.

“Oh, parece que le gustas a Fedele”, dijo Dinome. “¿Podemos jugar?”

Me volví hacia Serge por sus pensamientos. “Supongo que puedo manejar esta discusión yo mismo. Ve a jugar con el chico”, dijo.

“Dinome, ¿no te importaría?” Yo pregunté.

“Probablemente te aburrirás aquí de todos modos”, dijo. Cuando se trataba de negociaciones, dejar todo en manos de Serge probablemente saldría bien. Hice lo mencionado anteriormente y puse una barrera insonorizada.

“¿Puedes usar magia de barrera?” Dinome me preguntó.

“Sí, y ahora nadie afuera te escuchará hablar. Jugaré con Fedele, así que ocúpese de los asuntos aquí, por favor”, le dije. Dinome se sorprendió un poco cuando salí de la barrera con Fedele. Que en realidad todavía estaba dentro de la tienda. “Ahora, ¿qué quieres hacer?”

“¡Juguemos al juego de la cadena de palabras!” Propuso Fedele. “Comenzaré con ‘articulo’, así que necesitas una palabra que comience con la letra O.” Parecía que las reglas eran las mismas que en la Tierra. Seguí el juego hasta que finalmente perdió. “¡Rayos! ¡Juguemos otra vez! ¡Empezando con la letra O otra vez! ”

“¡Muy bien!”

En algún momento, comencé a preguntarme cuánto tiempo tendría que jugar este juego. Intenté ganar solo uno de cada tres juegos, pero estaba en mi decimoquinta victoria. No estaba haciendo un seguimiento, pero teníamos que haber jugado más de cuarenta partidos en total. Habían pasado algo así como dos horas. La mayoría de las palabras que usamos ahora se usaron en juegos anteriores. Al menos parecía que se estaba divirtiendo.

“Gracias por cuidarlo por mí. Aquí hay algo para ti”, dijo la hija de Dinome y me entregó una bebida. Le di las gracias y me tome un poco. El jugo de fruta frío apagó mi sed.

“Ryoma, di una palabra que comience con O.”

“Eso es suficiente, Fedele. Ryoma necesita un descanso”, dijo la hija, regañando a su hijo.

“Estoy bien”, dije. Después de tomar esa bebida, sentí que podía seguir por un tiempo.

“¿De verdad? ¿No estás aburrido? Mi papá estaría encantado, pero no tienes que seguir jugando”.

No podía oír a Serge ni a Dinome debido a la barrera, pero a veces nos miraban. Me pregunté si las negociaciones fueron difíciles. No quería interrumpirlos con nada. “¡Ryoma, M!” Fedele gritó.

“Correcto. ‘Malicia’.”

“‘Fedele'”. Aparentemente, se le permitió usar su propio nombre. Esto continuó durante otros tres partidos. “¡Siguiente! ¡Empiece con M de nuevo!”

“Realmente amas este juego, ¿eh?”

“Realmente no.”

“¿Qué? ¿No te gusta?”

“No me gusta, pero no me encanta”.

“Uh, ¿hay algo que prefieras hacer, entonces?”

“¡Quiero salir! Pero dicen que no tengo permitido ir solo. Y no tengo juguetes, ¡¿qué más puedo hacer?!” Lo estaba disfrutando tanto que asumí que le encantaba el juego, pero evidentemente no. Debería haber preguntado antes.

“¿Quieres jugar a un juego diferente?”

“¡Si!” Esa fue una gran respuesta, considerando que ni siquiera había descrito el juego todavía.

“Disculpe, ¿le importa si tomo prestado este bote de basura?” Le pregunté a su madre. “¿Esta? Adelante.”

“Gracias.”

Saqué un paño de mi Item Box y lo estiré sobre la parte superior del bote de basura cilíndrico, luego lo puse en su lugar con una cuerda.

“¿Para qué es esto?” Preguntó Fedele.

“Este es el campo de juego. ¿Alguna vez has oído hablar de un juego llamado beigoma?” Beigoma es un juego en el que ambos jugadores hacen girar una peonza en un campo de juego como este e intentan golpear la parte superior del otro jugador. La mayoría de la gente en Japón al menos sabría el nombre, pero yo no sabía si los niños de este mundo conocían el juego. Algunos niños en Japón hoy en día tampoco lo sabían, pero cuando yo era un niño, todavía era popular. Se suponía que las tapas reales estaban hechas de plomo, pero ayer hice la mía mientras creaba objetos mágicos, así que usé la plancha que tenía a mano. Tenía dos peonzas y dos cuerdas para hacerlas girar. Cuando los saqué de mi Item Box y los puse en el campo de juego, Fedele los miró de cerca. No parecía saber cuáles eran, pero estaba interesado. “Así es como funciona. ¡Mira esto!”

“¡Oh!” Fedele gritó. Había pasado un tiempo desde que jugaba, pero todavía recordaba cómo hacer girar los trompos gracias a la memoria muscular. Mi trompo viajó en círculos sobre el campo de juego mientras se acercaba lentamente al centro. “¡Giró!”

“¿Quieres intentarlo, Fedele? Puedo enseñarte cómo hacerlo”.

“¡Si! ¡Yo quiero aprender!”

“Entonces, primero, debes aprender a enrollar la cuerda alrededor de la parte superior correctamente”. Le enseñé el método más básico para hacerlo, pero todavía era demasiado difícil para un niño de cuatro años. Siguió estropeándolo, así que le di uno con la cuerda enrollada antes de que se aburriera. “¡Así es como lo sueltas!”

“¡Déjame intentarlo! Oops.”

“Tienes que tirar un poco más fuerte”. Me interpuse entre él y la tienda para que no enviara accidentalmente un trompo a algo. Luego practicamos hasta que Serge y Dinome salieron de la barrera y se acercaron a nosotros.

“Lamento que nos demoramos tanto”, dijo Serge.

“¡Fedele! ¡El abuelo ha terminado con el trabajo!” Proclamó Dinome.

“Serge, ¿cómo te fue?” Yo pregunté.

“Todo salió bien”, dijo. “Dinome aceptó las condiciones que discutimos anoche”.

“Ya veo. Gracias, Serge. Tú también, Dinome”.

“No hay problema”, dijo Dinome. “Ganaremos algo de dinero y usted no tendrá tanto trabajo que hacer. Me parece justo, pero no sabremos quién obtiene el mejor trato hasta que sepamos cómo se vende esto. Si alguna vez quieres preguntar sobre objetos mágicos, estoy disponible a menos que esté ocupado con el trabajo. Ven a pasar por mi tienda cuando lo necesites”.

“¡Abuelo, gira esto!” Preguntó Fedele.

“¿Oh? ¿Qué diablos es esto? ¿Sabes, Serge?”

“Parece un tornero, pero no estoy seguro”, dijo Serge.

“Se llama beigoma”, le corregí. “¿Qué es un tornero?”

“Es un juguete similar pero más grande, hecho de madera y con un palo que sobresale del medio. Para jugar con él, sostienes el palo con ambas manos y lo giras así”. Serge hizo un gesto como si estuviera girando un helicóptero de bambú.

“La forma en que usas esto es envolver una cuerda alrededor de esta parte, ¡y luego dejar que se rompa! Como esto.”

“Me parece una especie de tornero. Algunas regiones tienen tipos muy diferentes. ¿Esto es de tu tierra natal?”

“Si.”

“Supongo que así es como están en el Mar de Árboles, entonces”.

“¡Gíralo!” Fedele gritó.

“Seguro”, dijo Dinome. “Ryoma, ¿es esto lo que se supone que debes hacer con la cuerda?” “Se ve bien”, dije.

“¡¿Y así es como lo haces girar?!”

“Oh sí.”

“¡Giró!” Fedele gritó. La peonza giró en el campo de juego.

“¿Ya sabías sobre beigoma, Dinome?” Yo pregunté.

“No, te vi hacer esto hace un minuto. ¡Eso es todo lo que necesito para encontrar un juguete simple como este!”

“¡Abuelo, eres tan increíble!”

“¿Oh si? ¡Gracias!”

También pensé que era impresionante, pero los elogios de su nieto inmediatamente lo hicieron sentir tímido. Decidí que también podría dejarles tener los trompos.

“¿Estás seguro de que podemos tomar estos?” Preguntó Dinome. “Sí, puedes enseñarle a Fedele a jugar con ellos. Una vez que ambos sean capaces de hacerlo, pueden jugar juntos desatando ambos trompos a la vez y dejándolos chocar. Quieres jugar con tu abuelo, ¿no es así, Fedele?”

“¡Si!”

“¡Lo tengo!” Dijo Dinome. “Entonces los tomaré, gracias. No sé si esto será suficiente para pagarle, pero ¿tiene planes para esta noche?” “Realmente no.”

“Bueno, estamos celebrando después del cierre del mercado hoy. Ustedes dos pueden venir si les apetece”.

Íbamos a trabajar juntos por un tiempo, así que decidí que sería mejor aceptar su oferta. Además, gané una conexión con un artesano de objetos mágicos.